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Interés nominal

Para una mejor comprensión de estos conceptos, puede definirse el interés


nominal como el interés que se paga al final de un período anual, sin que exista
capitalización de los mismos. Por el contrario, la tasa efectiva es el interés
pagado al final del mismo período, pero con capitalización de intereses

La tasa de interés nominal es aquella que se calcula con base en un periodo de


tiempo determinado teniendo en cuenta solo el capital invertido, por lo que
podríamos decir que es un tipo de capitalización simple (el capital no sufre
variación). Los intereses se calculan siempre en base al capital invertido.

Por ejemplo, si se solicitó un crédito de $10 000.000 al 2% mensual, los


intereses del mes son $200.000. El interés anual se puede calcular
multiplicando el valor de la tasa o los intereses por el número de períodos
(meses). En este caso, para un año el interés será del 24% y el valor pagado
en intereses 2.400.000.

Interés efectivo

La tasa efectiva es aquella que resulta al considerar el capital invertido junto a


los intereses que se generan periodo a periodo, de manera que se
acumulan. Es un tipo de capitalización compuesta pues los intereses no se
retiran sino que se suman al capital (lo que aún queda por pagar). El monto
total (capital + intereses) se toma como un todo y sobre este se liquidan los
intereses para el periodo siguiente. Es la tasa de interés que realmente se gana
o se paga en una inversión, préstamo, etc.

Esta es la forma de amortización más común y la que usan todos los sistemas
financieros, refleja lo que vamos a pagar verdaderamente ante cualquier crédito
en el sistema. 

La tasa efectiva varía en forma ascendente en relación con la tasa nominal, a


medida que los periodos de capitalización son más frecuentes, entendiéndose
como período de capitalización, el período de tiempo comprendido entre dos
cálculos consecutivos de interés.
En términos financieros, esta tasa es más precisa, ya que toma en cuenta los
efectos de la capitalización. Es decir, tomando en cada período que el interés
no sea calculado sobre el capital principal, sino sobre el monto del período
anterior, que incluye el capital y los intereses.

Esto es fácilmente comprensible cuando se consideran los ahorros: los


intereses se capitalizan todos los meses y cada mes el ahorrista genera
intereses sobre los intereses del período anterior.

Por ejemplo, si la inversión A paga el 10%, capitalizándola mensualmente, y la


inversión B paga el 10,1%, capitalizado semestralmente, se puede usar la tasa
efectiva para determinar qué inversión realmente pagará más en el transcurso
del año.

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