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Mi Liderazgo en la Organización

Actividad No. 2

Por
Eimmy Preciado Sánchez
ID: 772109

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
Liderazgo Para el Cambio

Nombre del Profesor Líder


Mónica Alexandra Martin.

Nombre del Profesor Tutor


Paul Marcel Morales Bustamante

Bogotá, Colombia Agosto, 2020


Mi Liderazgo en la Organización

Si bien es cierto que nosotros los docentes debemos ejercer el liderazgo, por la

naturaleza de nuestra profesión, existen maestros que en definitiva sobresalen en este

aspecto, no solo por el liderazgo que ejercen sino el que promueven en sus grupos de

trabajo, entendiéndose con ello a los estudiantes y a toda la comunidad educativa en

general.

A lo largo de mi recorrido en el campo de la educación he tenido que ser la

estudiante, la profesora, la madre de familia, la compañera docente, la empleada y en

cada rol por diferentes circunstancias, aunque siendo la misma, he tenido que ser líder

en algún momento, y de diferentes formas; hay ocasiones en las que se habrán hecho

bien las cosas al respecto, otras en las que quizá no. No obstante, saber que he

liderado situaciones y tareas específicas en momentos específicos, no me permite

definir un tipo de liderazgo único e igual ejercido en todas las situaciones, aunque si

hay una especie de patrón que a la luz de las nuevas teorías de liderazgo puede

permitirme una evaluación de mi papel como líder.

En el presente ensayo, pretendo describir el tipo de liderazgo que manejo en mi

entorno laboral describiendo los aspectos positivos y por mejorar, teniendo en cuenta

algunos autores que, a través de sus estudios, permiten la reflexión en torno al tema y

brindan excelentes herramientas para fortalecer aquellas cualidades innatas que

tenemos los docentes para realizar un buen papel en nuestras aulas de clase.
Según Castro, Miquilena y Peley (2006)

La dificultad de aislar rasgos o comportamientos de liderazgo eficaces en

cualquier situación condujo a que los investigadores trataran de

determinar las variables situacionales que hacían que un estilo fuese más

eficaz que otro. Dentro de algunas de las principales variables

situacionales que descubrieron están: la personalidad y experiencia del

líder; las expectativas y comportamientos de los superiores; las

características, expectativas y conducta de los subordinados; las

exigencias de la tarea; la cultura y políticas organizacionales, y las

expectativas y comportamiento de los colegas. (p. 86)

De acuerdo con lo anterior, la situación específica y las “variables situacionales”

puede hacer que la eficacia en el ejercicio del liderazgo sea mayor o menor. Al hablar

explícitamente del entorno laboral en el que el docente ejerce su papel como tal, puedo

advertir que definitivamente el papel de los directivos es esencial en el correcto

funcionamiento de una institución y contribuye significativamente con el desarrollo del

liderazgo de su equipo de trabajo, fortaleciendo o debilitando el buen funcionamiento

de una institución.

Tuve la fortuna de ser docente en un colegio en Bogotá durante 7 años, dicho

colegio, es privado y cuenta con un buen equipo directivo, que se preocupa en primer

lugar por brindar una buena educación y formación a sus estudiantes, razón que hace

que sean bastante estrictos y organizados con las requisiciones hacia su planta de

profesores. El estilo de liderazgo de aquellos directivos encaja en lo que Sáiz (2000)

considera que es el liderazgo transformacional, que se manifiesta por comportamientos


tales como: hacer explicita y mantener presente la visión y misión del equipo y de la

organización, establecer expectativas que suponen retos y un mayor rendimiento,

estimular a los demás para que utilicen perspectivas diferentes en sus trabajos, facilitar

el desarrollo máximo del potencial de su equipo y motivar para que integren sus

propios intereses en los del equipo y la organización ( Castro, Miquilena y Peley, 2006,

p.87).

Durante mi tiempo en esa institución crecí enormemente tanto como persona

como profesional, me caracterice por ser una líder del mismo estilo en que lo

promovían los directivos y siendo jefe de mi área gestione actividades y contribuí

significativamente con el crecimiento del plantel. Debo decir que, durante esos años,

me sentí plenamente satisfecha conmigo misma y con la profesión que había escogido

para mí, aunque no representara en términos económicos lo que siempre esperé.

Ahora, por la estabilidad que representa trabajar en la Secretaría de Educación

de Bogotá, teniendo en cuenta la oportunidad de escalonar, entre otros beneficios, me

presenté al concurso en el año 2013 y pasé todas las pruebas, empezando a trabajar

con el distrito en el año 2015. El choque fue bastante fuerte, pasé de sentirme útil para

la sociedad a sentirme la niñera de unos adolescentes desadaptados cuyo único

propósito para asistir al colegio era el refrigerio y el almuerzo. En el primer colegio, en

el que tuve la oportunidad de trabajar para el distrito de Bogotá, mi ejercicio del

liderazgo se limitó al estilo que describe Bass (1985): un líder transaccional que afecta

la motivación del seguidor por el intercambio de premios y por el establecimiento de

una atmósfera en la cual hay una percepción de uniones más cercanas entre esfuerzos

y resultados deseado (Castro, et al. 2006).


La nota se volvió el premio cuando el comportamiento se acercaba en algo al

requerido, ni siquiera era debido al desarrollo de las competencias académicas

desarrolladas durante la clase. Evidencie una vez más la importancia del liderazgo

efectivo de los directivos.

Una institución cuyo rector iba una vez a la semana, sin coordinadores porque

habían sido agredidos y amenazados por los estudiantes y una psicóloga que hacía los

papeles de estos, sumado con una serie de eventos que se me presentaron, bajaron mi

calidad profesional y el liderazgo que me caracterizó, simplemente se esfumó.

Un mes después, logré el traslado a la institución donde laboro actualmente, el

cambio en la población estudiantil fue notorio, por lo menos se podía impartir clase,

había una organización, un programa establecido por asignatura; no obstante las

características de los directivos y docentes hacía que una vez más tuviera que llevar a

cabo un proceso de adaptabilidad complejo.

Cinco años después, puedo decir que me adapté a mi entorno, el mismo que me

costó entender. Si bien no he vuelto a encontrar esa satisfacción plena del deber

cumplido, me he reencontrado conmigo misma y me he hecho más fuerte. Hace dos

años, decidí volver a sacar esa líder que sé que soy, la carismática, la

transformacional. Definitivamente el liderazgo se puede desarrollar y se puede

manifestar de diferentes formas y el entorno es importante en esto. “El liderazgo es un

proceso que se puede enseñar y desarrollar, accesible a todo colaborador que

manifieste el deseo de aprenderlo y realice esfuerzos comprometidos para tal fin”

(Ramírez, sf. p. 33).


Bolívar (2007) desde la teoría me confirma que realmente en la conexión con

nosotros mismos podemos desplegar nuestro potencial de liderazgo, para lo que da

algunas claves útiles para desarrollar lo que ella llama el liderazgo esencial:

incrementar el conocimiento sobre uno mismo, aprender a desaprender para descubrir

y ampliar los verdaderos límites, vivenciar nuevas formas de relación y aplicar la

experiencia a la propia realidad profesional (párr. 9).

Algunas de esas claves las apliqué en el momento que decidí salir de la

mediocridad en la que me encontré cuando le di prioridad a las dificultades que se

presentaban en mi entorno. Sin embargo, hay cosas por mejorar, cosas nuevas que

aprender, el liderazgo ha sido un tema estudiado desde años atrás y a evolucionado en

su contenido (Cao, 2017, p.9), por ende, profundizar en esta temática es fundamental si

quiero avanzar y sentirme plenamente feliz con lo que hago. Aprender a desaprender

para descubrir y ampliar los verdaderos límites, será el aspecto para mejorar.

Referencias

Bolívar, C. (2007). El Arte del Liderazgo Esencial. AreaRH.com. Psicología.

Recuperado de http://www.arearh.com/psicologia/liderazgo_esencial.htm

Cao, H. (2017). Liderazgo, Evolución y Funciones. Tesis de grado. La Plata:

Universidad Nacional de La Plata Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

Maestría en Ciencia Política. Recuperado de:

http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/63833/Documento_completo.

%20Evoluci%C3%B3n%20y%20funciones.pdf-PDFA.pdf?

sequence=1&isAllowed=y
Castro, E. Miquilena, E. Peley, R. (2006). Las nuevas tendencias del liderazgo: hacia

una nueva visión de las organizaciones educativas. Omnia, vol. 12, núm. 1,

2006, pp. 83-96 Universidad del Zulia Maracaibo, Venezuela. Recuperado de

https://www.redalyc.org/pdf/737/73712104.pdf

Ramírez, A. (s.f). El líder, ¿Nace o se Hace? Ponencia. Facultad de Ciencias

Administrativas Universidad de Guanajuato, Celaya, México. Recuperado de

http://www.alafec.unam.mx/docs/asambleas/x/ponencias/recursos_humanos/ElLider.pdf

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