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LOS ESPAÑOLES PENINSULARES EN LA INDEPENDENCIA DE

COLOMBIA 1810-1830

Presentado por:
Jean Paul Ruiz Martinez

Tesis de grado para optar por el título de Historiador


LOS ESPAÑOLES EN EL CONTEXTO DE LA INDEPENDENCIA DE
COLOMBIA 1810-1830
INTRODUCCIÓN

El decreto sobre expulsión de extranjeros de septiembre 18 de 1821, determinaba


que debían salir del territorio de Colombia todos los que habiendo emigrado con
los españoles al tiempo de la entrada de armas de la República hubieran vuelto y
mantenido una conducta sospechosa al gobierno patriota, así como todos los que
aunque no emigraron sirvieron al gobierno español1. La expulsión fue una norma
más entre las disposiciones que en el contexto de la independencia legalizaron
las prácticas ejecutadas durante la guerra; dicha tendencia hizo distinción explicita
entre españoles y americanos, como se puede observar en el decreto de marzo
15 de 1822 que determinó que de los españoles, aquellos que no contasen con
carta de naturaleza, debían presentarse de inmediato a la autoridad policial, para
luego ser expulsados, salvo que demostraran su adhesión a la causa de la
independencia2.

Así, en el territorio de la Nueva Granada, posteriormente República de Colombia,


se vivió la emigración de españoles, acompañada de embargos y secuestros.
Dichos procesos también ocurrieron en el resto del continente, aunque con
marcadas diferencias a causa de la radicalización de la guerra en Nueva Granada
y Venezuela. Con todo, en la emigración se dejaban atrás negocios, bienes y
familia, mientras huían para salvar la vida en busca de refugio en plazas aún
realistas o en cercanas islas extranjeras para evitar la represión de los
vencedores, hasta que decidieron instalarse en las Antillas o viajar definitivamente
a España.3

1
Villegas Pulido G. T. Los extranjeros en Venezuela, su no admisión, su expulsión, Caracas,
Litografía y Tipografía Del Comercio., 1919, págs. 67-68.
2
Heredia, Edmundo, Los vencidos. Un estudio sobre los realistas en la guerra de Independencia.
Córdoba: Universidad de Córdoba, 1997, pág. 69.
3
Ruíz de Gordejuela, Jesús, La expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-
1836, Sevilla: Universidad de Sevilla, 2006, pág. 27.
La huida les generó un desarraigo, los embargos y secuestros dejaban a las
familias de los peninsulares desprotegidas, la guerra un trauma como resultado
del encuentro con lo real (que es la guerra), fenómeno que en la historiografía
colombiana aún está por estudiar, pues aunque sobre el periodo de la
independencia la producción es abundante, en este caso, como en otros, se nota
la escases de estudios sobre “las actitudes y tendencias del lado español; […] que
se desliguen del sentimiento emocional nacionalista, y estudien con serenidad la
otra cara de la historia”.4 No es de extrañar que en la historiografía se privilegien
los patriotas, pues la Independencia, entendida como un momento histórico
dotado de carácter fundacional, recibió tempranamente la atención de los
estudiosos de la historia que hicieron parte de la misma guerra como patriotas,
como es por ejemplo el caso de Historia de la Revolución de la República de
Colombia en la América Meridional5, escrita por José Manuel Restrepo.

No queremos decir que los españoles peninsulares durante la Independencia sean


desconocidos en la historiografía y constituyan en sí mismos algo nuevo. En la
historia escrita sobre el periodo necesariamente aparecen como el otro de los
patriotas que estaban en situación privilegiada, una de las causas de la
Independencia. Además, es preciso indicar que existen importantes obras sobre la
historia de los españoles y realistas. Los trabajos de autores españoles como el
del diplomático Julio Albi de la Cuesta,6 son importantes pues describen los
encuentros militares y la situación general del ejército realista, destacándose allí el
impacto que sobre los militares de origen español causó el territorio donde se
desarrollo la guerra; es pertinente destacar que Julio Albi es bastante cuidadoso
en el uso de términos, de manera usa peninsular o europeo, para referirse a los
españoles americanos, tal como se hacía en la época.

Entre otros autores que contribuyen con el conocimiento histórico al indagar en el


efecto de la independencia el lado Español, encontramos el estudio de Leandro

4
Ocampo López, Javier. “El proceso político, militar y social de la independencia”. En: Manual de
historia de Colombia. (Tomo II). Bogotá: Procultura. pág. 52
5
Restrepo, José Manuel. Historia de la revolución de la república de Colombia en la América.
Bogotá, Talleres Gráficos Luz, Editorial Iqueima, 1942.
6
Albi, Julio. Banderas olvidadas. El ejército realista en América, Madrid, Ediciones de Cultura
Hispánica. 1990.
Prados de la Escosura sobre las consecuencias de las Independencias para la
economía en la Península,7 el interesante estudio de Jaime Delgado sobre los
significados e interpretaciones que se publican en la prensa española sobre la
situación de las antiguas colonias, entre otros.

En problemas específicos como la emigración, se destaca la línea de


investigación que se inauguró con The Expulsion of Mexico's Spaniards, 1821-
18368, continuó con Los Vencidos9, La expulsión de los españoles de México y su
destino incierto, 1821-183610, entre otros.

En esta línea, el trabajo de Harold Sims11 nos presenta la expulsión de españoles


como una medida que respondía a la causa antiespañola, motivada por el peligro
que suponía la permanencia de los que habían sido enemigos de la libertad y por
la venganza, en un proceso en el que los españoles que permanecieron en el
territorio mexicano fueron señalados como los culpables de la decadencia
económica del joven país, siendo atribuidas sobre ellos características propias del
chivo expiatorio. Sims da cuenta de cómo mientras iban llegando soldados
españoles a México, habitantes de origen español iban emigrando en el marco de
una situación que se agravó por las tensiones políticas y militares; además de lo
anterior, luego de una búsqueda en Archivos mexicanos y españoles, Harold Sims
consigue aportar listados de españoles emigrantes e inmigrantes en territorio
mexicano.

Luego de la obra de Harold Sims, Edmundo Heredia12 en una obra titulada obra
titulada Los Vencidos, se preocupa por los españoles ya no solo en el caso de
México, sino de una gran parte de Hispanoamérica, sosteniendo que “no todos los

7
De la Escosura, Prados, De imperio a nación : crecimiento y atraso económico en España 1780-
1930, Madrid, Alianza Editorial, 1988.
8
Sims, Harold , The Expulsion of Mexico's Spaniards, 1821-1836, Pittsburgh, University of
Pittsburgh, 1990.
9
Heredia, Edmundo, Los vencidos. Un estudio sobre los realistas en la guerra de Independencia,
Córdoba, Universidad de Córdoba, 1997.
10
Ruíz de Gordejuela, Jesús, La expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-
1836, Sevilla: Universidad de Sevilla, 2006.
11
Sims, Harold,The Expulsion of Mexico's Spaniards, 1821-1836, Pittsburgh, University of
Pittsburgh, 1990.
12
Heredia, Edmundo. Los vencidos. Un estudio sobre los realistas en la guerra de Independencia.
Córdoba: Universidad de Córdoba. 1997.
vencidos emigraron, o sucumbieron o fueron encarcelados. Es más: una vez
terminada la contienda la mayoría permaneció en América, en su lugar de
residencia habitual”. En dicha obra, que no dedica al caso mexicano y argentino la
mayor parte de su análisis, Edmundo Heredia propone como elemento en común
de Nueva Granada y Venezuela las depredaciones cometidas por uno y otro
bando que, según el autor, a menudo rivalizaban en ferocidad y saña buscando
intimidar a la población civil; lo que lleva a Heredia a considerar que en los
territorios que conformaron la Gran Colombia, la guerra había concluido bajo el
signo del exterminio.

En 2006 fue publicada la obra de Jesús Ruíz de Gordejuela bajo el título La


expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-1836, que
nuevamente centra su atención en el caso de México, aportando sobre él listados
de los españoles emigrados, que incluyen cuando y a donde fueron, en qué
condiciones y con qué motivaciones; para tan importante resultado el autor realizó
hacer un barrido documental mucho mayor al de Harold Sims o Edmundo Heredia,
aunque no contradice lo dicho por estos autores, sino que consigue sustentar la
importancia y magnitud que estos habían sugerido sobre el fenómeno de la
emigración de españoles.

No obstante que los estudios del caso Mexicano aparecen como los referentes
sobre lo acontecido con los españoles en América durante y después de la
independencia, otros contextos como el de Buenos Aires también han sido
observados, como es el caso de la investigación de Hugo Raúl Galmarini, en la
que se propone que para los comerciantes españoles de Buenos Aires, la
independencia de 1820 significó una pérdida total del poder que habían
alcanzado, y nos presenta detalladamente como ese poder se traslado a la elite
criolla.13

13
Galmarini, Hugo, “La situación de los comerciantes españoles en Buenos Aires después de
1810”. en: Revista de las Indias XLIV Numero 173. págs.173-290. / Galmarini, Hugo., “Los
españoles de Buenos Aires después de la revolución de Mayo: La suerte de una minoría
desposeída del poder” en: Revista de las Indias Vol. XLVI Número 178. págs. 561-592.
Igualmente, debemos mencionar obras como el exilio español en América en el
siglo XIX14 de autoría de Daniel Rivadulla, Jesús Raúl Navarro y María Teresa
Berruero, en la cual el territorio bonaerense es definido como el destino predilecto
de quienes en 1812 huyeron de España con motivo de haber pertenecido a la
causa liberal; en este panorama Buenos Aires es un caso en el que los españoles
perdieron la preponderancia política y económica que habían alcanzado, pero que
continuaba siendo atractivo pues no padeció una guerra en los términos como la
de Costafirme, sobre la que según Rivadulla, se había construido una imagen de
peligro para los españoles a partir de las noticias que llegaban a la península
sobre las vejaciones y excesos en territorio de Nueva Granada y Venezuela.

Estos trabajos indagaron sobre los efectos de la expulsión de los españoles


(particularmente en México) obteniendo listas de emigrados y ponderando el daño
ocasionado a la economía y la sociedad; para el caso de los que partieron de
Nueva Granada el estudio está por hacerse, pues no los hemos cuantificado ni
identificado, y lo que es más preocupante, no conocemos su propia interpretación
del proceso, como salieron, por donde, y que impacto tuvo su partida en términos
económicos y sociales.

A la par que ocurría la emigración de América, en España también tenía lugar un


importante movimiento migratorio como resultado del final del Trienio Liberal
(1820-1823), en el que liberales salieron de España, muchos de ellos con destino
a Londres, llevando allí una agitada vida intelectual a pesar de las duras
condiciones de vida por su situación particular. Por su actividad y publicaciones
causaron opiniones divididas en Inglaterra y España, que iban desde la
solidaridad al total rechazo15. El significado de la Independencia para los
españoles liberales tiene interesantes particularidades, pues estos, posiblemente
solidarizados con los que se opusieron en el otro lado del Atlántico al mismo rey
que ellos, también tenían relación con quienes tuvieron que emigrar de América,
que en algunos casos llegaron a Londres.

14
Rivadulla, Daniel. Navarro, Jesús Raúl. Berruezo, Teresa, El Exilio español en América en el
siglo XIX, Madrid, Mapfre, 1992.
15
Llorens, Vicente: Liberales y románticos. Castalia. Madrid, 1979.
En este panorama, al ser la Independencia un hecho que continua aún hoy
haciendo presencia en la cotidianidad de los colombianos, sobre el cual
retornamos con preguntas viejas o nuevas según las problemáticas del
presente16, es pertinente que generemos nuestras propias explicaciones haciendo
uso de las herramientas que las ciencias humanas nos brindan en la actualidad;
por tanto, resulta pertinente preguntarnos por el lado español, tal como hizo Juan
Friede cuando en 1971 resultado de su investigación en los archivos de Sevilla y
Simancas, publicó La otra Verdad17, obra que trata sobre el significado de la
Independencia para los españoles de las cortes en la península Ibérica. En dicha
obra, Friede haciendo uso de archivos españoles demostró, entre otras cosas,
que la Corona fue indiferente a las peticiones de hombres, armas y recursos que
solicitaba Morillo, y que entre las cortes españolas no hubo un consenso que
respaldara la política de sangre y fuego que implementaron Sámano y Morillo,
quienes además no eran figuras representativas de toda España.

Así las cosas, en el presente escrito pretendemos estudiar el significado y


consecuencias de la Independencia para los españoles peninsulares que se
encontraban en el Virreinato de la Nueva Granada, preguntándonos desde como
salieron y que pasó con sus familias hasta como entendieron la situación y que
dijeron de ella, cómo hicieron para relacionarse con sus familias y negocios en
territorio americano. Del ejercicio investigativo, además, se desprende
necesariamente una imagen de Colombia desde los españoles, desde aquellos
que en pocos años pasaron a ser extranjeros, expulsados del territorio que tiempo
atrás fue suyo; esta imagen se plantea como un discurso que merece ser
retomado en el estudio de la Independencia, pues en la medida que conozcamos
más voces podemos hacernos un mejor retrato de lo que fue y aún es la
Independencia.

En este orden, en nuestra exposición abarcamos un periodo comprendido entre


1810 a 1830, iniciamos con algunas consideraciones sobre lo que representó en

16
Tovar Zambrano, Bernardo, editor, Independencia: Historia diversa, Bogotá, Universidad
Nacional de Colombia, 2012, págs. 13-14.
17
Friede, Juan. La Otra Verdad. Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1972.
la época el rotulo de español, considerando la ambivalencia del término
dependiendo de quién lo usara. Posteriormente, relatamos el proceso de
independencia y como en las etapas del mismo el odio a los españoles fue
tomando diferentes dimensiones de la mano de los acontecimientos, y como de
igual forma se tomaron medidas que recaen sobre los españoles peninsulares. En
último lugar presentamos las consideraciones finales a modo de conclusión.

Es importante mencionar que para la elaboración de la investigación cuyo


resultado aquí presentamos, consultamos en el Archivo General de la Nación los
fondos de Embargos, Secuestros y Ministerio de Hacienda; expedientes y legajos
sobre haberes militares y reclamaciones de bienes embargados en la sala de
libros raros y manuscritos de la Biblioteca Luis Ángel Arango; la correspondencia
de la Sección Estado del Archivo de Indias y la prensa que se conserva en la
Biblioteca Nacional de España. La consulta de archivos españoles fue posible
gracias a los programas de digitalización y consulta libre que dichas instituciones
han implementado. Recurrimos a consultar diferentes fondos para intentar superar
las limitaciones que nos otorga la dispersión documental; en el caso concreto de
los fondos de embargos y secuestros que están en el Archivo General de la
Nación son solo un fragmento de lo que fueron los documentos de la Junta de
Secuestros y otras instancias en las que se decidió el destino de los bienes
embargados, motivo por el cual resulta imposible hacer un estimado sobre la
cantidad de bienes embargados.

LOS ESPAÑOLES

Para hablar de los españoles lo primero que debemos tener claro es ¿Quien era
considerado español?, pregunta básica para identificar el objeto de estudio, pues
aunque el presente escrito no pretende ser una historia del concepto, si es
necesario clarificarlo, para poder comprender como una categoría tan simple se
hace tan difusa en la explicación, pues fue un significante con un cambio
constante.

Si nos remitimos a la definición de la Real Academia de la Lengua, que en 1803


definía español como “lo que pertenece a España, o el natural de ella. hispanus,
hispanicus”18; entendiendo natural como “el que ha nacido en un pueblo o
reino”19; la categoría de español se aplicaría a todo aquel que ha nacido en los
dominios del Reino Español. Con los dominios del Reino, se hacía referencia a la
Península y a las posesiones ultramarinas, por tanto, la definición de la Real
Academia de la Lengua, nos presenta como españoles a los nacidos en todo el
territorio, no obstante, para nosotros no es suficiente considerar como españoles
aquellos que hubiesen nacido en el territorio, debido a que estos tenían que
cumplir con estatuto de limpieza de sangre, es decir, demostrar descendencia de
“cristiano viejo” probando pureza racial y religiosa.20, de esta manera, la categoría
de español era un rotulo al que no todos podían acceder, tenía que cumplir con
todos los requisitos, que dejaban por fuera en las colonias de Ultramar a los
indios, a los negros, a los judíos y extranjeros, ubicándolos por debajo de los
españoles en la escala social.

Esto es válido a nivel general, pero hay una diferenciación determinante para las
independencias hispanoamericanas, y es que las autoridades hicieron una
diferenciación adicional según el nacimiento hubiese sido en la Península o en las
posesiones Ultramarinas.

Españoles Americanos y Españoles peninsulares

Todo aquel español que hubiese nacido en las posesiones de ultramar, era
considerado español americano. Estos sujetos descendientes de los
conquistadores y expedicionarios, y de todos aquellos españoles que durante tres
siglos se habían establecido en América; habían conseguido cierta autonomía y
un importantísimo papel en la administración local, de manera que aunque desde
muy temprano instituciones como las visitas, los oidores y los virreyes ejercían un
control sobre ellos, los españoles Americanos hacían parte del poder.

18
Tomado de la Base de Datos de la Real Academia de la Lengua Española
http://corpus.rae.es/cordenet.html
19
Tomado de la Base de Datos de la Real Academia de la Lengua Española
http://corpus.rae.es/cordenet.html
20
Monsalve, José D, Estudios sobre el Libertador. Simón Bolívar, Bogotá, Imprenta Nacional,
1930.
Los españoles americanos hacia el siglo XIX se denominaban criollos, y se vieron
afectados por las reformas Borbónicas, como señala Phelan21; ante este tipo de
situaciones, los criollos harían todo por hacer valer su estatus.22

Por otro lado, aquellos españoles nacidos en la Península Ibérica eran Españoles
Peninsulares, también llamados gachupínes, chapetones y godos entre otros. Es
claro para nosotros que los términos dentro de la península tuvieron un significado
diferente.

Nos encontramos entonces con 2 tipos de español, aún no hemos entrado en el


plano político sobre si son realistas o patriotas, sin embargo, es necesario tener
presente, que tanto los Americanos durante la guerra de independencia, como los
historiadores han confundido la palabra español “a menudo abusivamente,
cuando convino a la política, con la de realistas”23; error común que no permite
apreciar debidamente el fenómeno, y que se origina porque los españoles
Peninsulares fueron en lo general adictos a la causa del Rey.

En el Nuevo Reino de Granada la categorización nos explica quien era


denominado español, pero no responde realmente sobre los cambios de esta
categoría durante la independencia; por tal motivo, se hace indispensable relatar
el proceso de independencia, entendida esta última como un proceso en el cual
se enfrentaron 2 bandos por medio de las armas, los realistas y los
independentistas; venciendo estos últimos con lo que se da por terminada la
relación colonial con la metrópoli española. En dicho proceso buscaremos a los
españoles y observaremos como fue cambiando la categoría.

EL PROCESO DE INDEPENDENCIA

En este proceso, los vencedores, se encontraban comandados por Españoles


Americanos, que son las figuras más importantes de las campañas y de la
administración de los gobiernos independientes. De otro lado, en la confrontación
21
Phelan, John Leddy, El pueblo y el rey : la revolución comunera en Colombia, Bogotá, Carlos
Valencia Editores, 1980.
22
Penzini Hernández, Juan, Nuevos conceptos sobre la Guerra a Muerte. Trujillo, Venezuela:
Imprenta Santana, 1931.
23
Blanco Fombona, Rufino, Bolívar y la Guerra a Muerte, Época de Boves, 1813-1814, Caracas:
Impresores Unidos, 1942. pág. 270.
importantes españoles peninsulares tomaron parte activa, perteneciendo
generalmente al bando realista; bando que aplicando las leyes de Partidas de
Alfonso el Sabio24 sobre la ejecución como pena por traición, castigó a
poblaciones enteras durante la expedición del Capitán Diego Monteverde, así
como durante la reconquista a cargo del General Pablo Morillo durante 1816,
replicando la costumbre española de “sostener la autoridad del gobierno por
medio de la horca y el garrote”25

De esta manera, la tensión por cargos y por el lugar en la sociedad de transformo


en odio en la medida que se radicalizaba la guerra por acciones de ambos
bandos. Basta imaginar el impacto ocasionado a los patriotas por noticias como
las ejecución a la que se sometían a los que capturaban las tropas realistas, o el
impacto sobre el mismo Simón Bolívar al enterarse de la ejecución de Antonio
Nicolás Briseño su “compañero de exilio en la Nueva Granada”26 para comprender
el alcance del odio.

Durante la radicalización de la guerra, se ve un fenómeno interesante, y es que


los españoles Americanos se van apartando del rotulo de español a medida que
van persiguiendo la autonomía.

El término “Español” sufrió de esta manera un matiz en el Nuevo Reino de


Granada, el de “malo” y el “bueno”, otorgado por los partidarios de la
independencia en América; para el propio Simón Bolívar, no había inconveniente
en contar entre sus propias filas con españoles “buenos”, recordando siempre que
no eran enemigos todos a quienes quedara el rotulo de español, sino aquellos
que merecían ser fusilados por absolutistas, por colonialistas, y sobre todo en
retaliación por servir al imperialismo europeo; pues para los independentistas
mientras los españoles buenos “no han tenido parte en los ministerios de

24
Ley I del Título I: “Qualquer home que fiziese alguna de las maneras de trayción que disiemos en
la ley ante desta, o diere ayuda o consejo que la fagan, denben morir por ende, et todos sus bienes
deben ser de la cámara del rey, sacada la dote de su mujer, et los debdos”.
25
Monsalve, José D, Estudios sobre el Libertador. Simón Bolívar, Bogotá, Imprenta Nacional,
1930, pág. 61.
26
Lynch, John, Simon Bolívar. New Haven, Yale University Press, 2006.
iniquidad”27, los españoles malos, y en general todos los adictos a la causa del rey
eran el enemigo; es decir, lo determinante durante la guerra no fue el lugar de
origen, sino la posición y actividades que hubiesen adoptado durante el periodo,
los españoles peninsulares por diferentes razones optaran por el partido del rey
con regularidad.

En resumen, aunque la categoría de español cobijase a españoles Americanos y


a españoles peninsulares, los primeros subestimados por los últimos, comienzan
a hacer una diferenciación consciente entre los buenos, es decir, los que estaban
de acuerdo con la autonomía de América, y los malos, que eran su enemigo. La
diferenciación entre bueno y malo refleja lo que realmente importa, y que los
posteriores capítulos sobre emigración, embargos, secuestros, prisiones,
ejecuciones y naturalizaciones demuestran, y es que durante la independencia
importó más el papel activo que tomara el sujeto, que la categoría de peninsular o
americano; lo que ocurrió fue que con el transcurso del proceso la categoría
español empezó a tener una carga negativa, más cuando los españoles
americanos renunciaban deliberadamente a ella y tomaban solamente la
categoría Americano, dejando el termino español solo para los malos, sobre los
cuales se había construido la imagen de que eran peninsulares.

Diferente es el uso del término por los emigrados españoles en Inglaterra, que
consideraban a los españoles americanos como una facción española en América
“falta de luces para establecer un gobierno liberal fuerte y estable”28, pero ante
todo una facción de españoles, y por lo menos en el discurso, no les catalogan ni
de enemigos ni de inferiores, claro está, ven en ellos un grupo con el que tienen
similitudes ideológicas.

Para poder comprender este cambio en el tiempo del término “español”, es


necesario hacer una rápida revisión del rechazo a partir del cual se hace la
diferenciación, rechazo y odio, por lo tanto, utilizando la periodización que la
historiografía nos ofrece sobre la Independencia

27
Caldas, Francisco José de; Gutiérrez, José María; Camacho, Joaquín. Diario Político de
Santafé, Bogotá, Imprenta Real, 1810.
28
Ocios de los Españoles emigrados, Londres, Tomo 2 Numero 5 Agosto de 1824 pág. 21.
La Primera República

Es el periodo que en el Nuevo Reino de Granada entre 1810 y finales de 1815,


caracterizada por el establecimiento de autoridades de carácter local como las
juntas provinciales, los enfrentamientos por el control del poder entre las élites
locales.

Encontramos choques entre españoles peninsulares y españoles americanos


como los ocurridos en el Cabildo de Santa Fe y con unas causas anteriores que
esta investigación no pretende explorar; en este periodo no fueron recurrentes la
confiscación de bienes ni el enfrentamiento directo contra un enemigo “español”,
aunque en este periodo comenzó la emigración de españoles que huían de los
enfrentamientos de la Primera República, como veremos más adelante en los
capítulos de emigración y de secuestros.

En este contexto, los enfrentamientos por el control del poder entre las provincias
desembocaron en las primeras medidas de embargo y secuestro de bienes, que
no recaían sobre españoles americanos, sino que en el caso de Panamá, era
sobre los bienes de Cartageneros como indica el siguiente artículo:

“Art. 1: toda propiedad de vecino o morador de las provincias insurgentes y


con particularidad de la de Cartagena sea raíz, mueble, crédito activo o de
cualquier otra clase... reservándose el nombre de los delatores para evitar
disgustos.” 29,

Pero no solo se perseguía a los vecinos de provincias enemigas, también a los de


la misma cuando se daban enfrentamientos por el poder, tal es el caso que sale a
la luz en el expediente comenzado el 22 de febrero de 1811 en la Provincia de
Cartagena, en el cual la junta de dicha Provincia ordena que sobre se haga la
captura de “algunos individuos de la vecindad con las sirvientas miras de difundir
por las Provincias interiores las perjudiciales ideas de discordia y desunión”30 y el
respectivo embargo de sus pertenencias; dicha medida era dirigida contra:
Celedonio Gutiérrez de Piñerez, Pantaleón Germán Rivas, Nicolás Boleto, Joaquín

29
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 484-485,
30
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 436-448
Najera, Presbítero Doctor Don Juan Fernández de Sotomayor, Pedro Manuel
Nájera, Hermogenes Cruz, Bernardo de la Torre, Bernardo Pereyra, Francisco
Molina, Felipe Sánchez de Movellán, José Luis Muñoz Zambo, Luis Galván, El
Carpintero Trespalacios, Fabián Calafate, Francisco Duran, José de los Santos
iglesias (Negro), y José María Vides (mulato carpintero), todos ellos, habían
emigrado a través de Mompóx por la vía de Ocaña para cumplir su cometido; si
bien, ellos no son categorizados en la documentación como españoles, ni
realistas, la temprana orden permite evidenciar como el enfrentamiento político
trascendió al campo judicial, lo que a su vez motivo la emigración, con la que
como era de esperar, se incrementaron los embargos y secuestros.

Por otra parte, en territorio Venezolano luego de la expedición de 1812 del


Capitán Diego Monteverde, el 15 de junio de 1813, Simón Bolívar declaró la
“Guerra a Muerte” en Trujillo, Venezuela; incitando a castigar como traidor a la
Patria a todo español que no conspirara contra la “tiranía” a favor de la justa
causa por los medios más activos y eficaces. La Guerra a Muerte fue un
movimiento “táctico”31 que permitió construir la identidad Americana obligando a
españoles y americanos a tomar partido, pues el enemigo es solo aquel que no
conspire contra la tiranía, es decir, los que consideraban “malos”

Hacia el 30 de diciembre de 1814, la Junta de Santafé emite una orden, la cual es


el primer antecedente encontrado en los expedientes sobre medidas dirigidas
específicamente contra los españoles europeos en territorio de la Nueva Granada,
pues aunque el decreto de guerra a muerte tendría posteriormente alcance en ella,
como ya mencionamos fue emitido en Venezuela. En dicha orden de la Junta de
Santafé se expresa que todos los europeos debían presentar pasaporte dentro de
los 8 días siguientes32, lo que en el caso de Benito San Juan, que estaba preso,
implicó la necesidad de solicitar se le aprobara su permanencia en el territorio, a la
que alega tiene derecho en los siguientes términos:

“nunca he sido opuesto al sistema de la libertad, a nadie he seducido


con ejemplos ni concejos, mi conducta ha estado distante de ellos…
31
Arismendi, Erminy. Arismendi y la Guerra a Muerte. Caracas, Impresores Unidos, 1941. pág. 50
32
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 769-771
solicito se me entreguen los bienes embargados, pues después de mi
prisión mi familia se halla padeciendo”33

En este punto como en la totalidad de los expedientes de secuestros aparece la


familia como argumento; esto fue recurrente para solicitar permanencia en el
territorio o devolución de bienes, esto se debe a que la familia se vio vulnerada
durante el proceso de independencia por muertes causa del enfrentamiento
militar, y por la escases y las contribuciones forzosas; se vio afectada pues los
hombres al ver la llegada de tropa enemiga emigraban para no ser capturados,
con su emigración se embargaron sus bienes, con lo que sus familias en
ocasiones quedaron en la miseria, aunque no siempre, pues como indica la
documentación, el dominio de los bienes terminó regresando a la familia del
embargado34.

Es así, que emigraron emigración presbíteros durante la Primera Republica, como


nos indican los expedientes de embargos, en los cuales, hallamos el caso de
Rafael Lazo de la Vega35, quien ejercía su labor en Cundinamarca y de quien se
incautaron libros con motivo de su emigración; a dichos libros se llegó gracias a
que Policarpo Ximenes, presbítero de Cundinamarca, cumpliendo el bando de
orden de la Gobernación General para que se denuncien los bienes y caudales de
los españoles y americanos que existen en países enemigos, informa el 4 de Julio
de 1815 donde se encuentran dichos libros, solicitando se rematen para poder
satisfacer las deudas del emigrado.

Resulta interesante como ya hacia octubre de 1815 aparecen casos como el de


María Francisca de Rada, vecina de Barranquilla, quien según certificación del
Alcalde José María Rada:

“ha sufrido quebrantos y vejaciones en su persona y bienes, desde que


dio principio la supuesta independencia y venida de las tropas de la

33
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 769.
34
Con esto no quiero insinuar que no hubo cambio de titulares de derecho, los haberes militares
demuestran que sí hubo cambios en los titulares de la propiedad, usando bienes como medio de
pago, pero, los expedientes muestran que no fue la regla general, faltan estudios sobre haberes
militares que determinen cuan significativa fue dicha adjudicación.
35
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 773
ciudad de Cartagena a contra la plaza y provincia de Santa Marta,
teniéndose por sospechosa, a causa tener tratos en conjunto con sus
propiedades con las de Manuel de Ibarra, que tenía en este vecindario
su residencia, y por Español fue perseguido y secuestrados sus bienes
y propiedades”36

La Reconquista

Ya en 1815 el balance de fuerzas había cambiado, pronto llegaría el ejercito


expedicionario y restauraría la autoridad real rápidamente, en ese contexto, el
Virrey Montalvo, el 6 de septiembre de 1815 emitió una circular, en la que se
decretaba que “los bienes de Cartagena pasaran al caudal del Rey,…y se
decretarán embargos a todos los que emigraron a la llegada de los ejércitos del
Rey”.37

Una vez Morillo se estableció, con la centralización del poder en el gobierno


militar y la apoyado en instituciones como la junta de secuestros pretendía cumplir
una doble labor, de financiación del ejercito expedicionario y de castigo sobre
quienes se levantaron en contra de los deseos de su majestad.

En este punto no quiero hacer un recuento de la totalidad de la normatividad


aplicada por Morillo, pues en el caso de los embargos y secuestros, ya está hecho
en la obra de Blas Bruni, así como los estudios sobre Pablo Morillo desarrollan el
tema ampliamente; por el contrario, me interesa en cambio señalar el efecto de la
reconquista.

Con la reconquista comienza un momento de gran actividad de la junta de


secuestros, en el que se continua el proceso regular sobre los bienes que ya se
encontraban embargados, aceptando como era de esperar los reclamos de los
afectados; y se articula con el concejo de purificación realizando embargo y
persecución de insurgentes.

En dicho contexto aparecen reclamando diferentes españoles que se habían visto


en la necesidad de huir durante la Primera República o se encontraban presos.

36
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 857-859
37
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 876-878
Entre dichos casos encontramos a Francisca Urquijo, vecina de Barranquilla,
quien solicita en Julio de 1816 la devolución de sus bienes, argumentando que
por declararse “adicta al gobierno monárquico español, por esta razón sufrí
algunas vejaciones, solicita devolución de sus pertenencias por estar ausente a la
llegada del ejército español”38.

Para poder regresar y asentarse tranquilamente disfrutando sus bienes, lo primero


que tenían que hacer era probar debidamente su adhesión al gobierno español,
tal y como hace el comerciante español vecino de Antioquia Manuel María Bonis,
a quien le habían embargado 1012 pesos y algunos productos 39

En un interesante caso de migración interna hacia los montes encontramos a


Cándido Nicolás Girón40, que fue durante corto tiempo capitán de la provincia del
socorro; a él le embargan sus bienes y se declara emigrado, pues se encontraba
refugiado en los montes a la llegada de las tropas realistas; el 24 de enero de
1817 se publicó el indulto hacia él, con lo que regresa y presenta una larga lista
de testimonios que argumentan un principio de buena fe, y que solo duró un mes
en el cargo, de tal manera, que con el indulto le son regresados sus bienes.

Como este caso, encontramos diferentes personajes que argumentan o buena fe,
o que no emigraron voluntariamente, como el caso de Gregorio Cormieles41, quien
emigró pero argumenta fue llevado por los españoles a la fuerza en calidad de
preso, y por poco no puede regresar, pues el navío en el que se dirigían a España
fue abordado por piratas.

Otros por el contrario, no fueron indultados, aún así pudieron regresar, pagar una
fianza y gozar de sus bienes, tal es el caso de Pantaleón Gutiérrez42, vecino de la
capital, quien en 15 de Agosto de 1816 se encontraba preso, pero ante su
inminente liberación, se otorgó fianza para recuperar el dominio de la Hacienda la
Serrezuela por solicitud de su esposa Isabel Rodríguez de Lago.

38
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 884
39
AGN Fondo Embargos, tomo 1, folios 198-233
40
AGN Fondo Embargos, tomo 5, folios 95 - 108
41
AGN Fondo Embargos, tomo 5, folios 389
42
AGN Fondo Embargos, tomo 3 Folios 1-43
En la parroquia de Gigante en la Provincia de Neiva encontramos el caso de José
María Flores43, que fue capitán y teniente coronel, de los insurgentes, y aún así se
le impuso una multa de mil pesos, que entrego para recuperar el dominio sobre la
Labranza Cagüal y tierra del potrero de San Jacinto.

Como los anteriores son varios los casos, como se encuentran en los anexos, no
es necesario detenerlos a enumerarlos en totalidad, basta anotar que en la
reconquista los castigos cayeron sobre el lado patriota, de manera que los
españoles tuvieron la opción de volver, aunque eso no significo que lo hicieran, ya
de varios se perdió cualquier noticia, apareciendo en los expedientes únicamente
como emigrados, y aunque sus familias reclaman los bienes para no caer en
mendicidad, en lo general se aplica el procedimiento regular, de avaluó, deposito,
y remate, durante el proceso reclamaban los terceros a los que le adeudara el
causante además de la esposa que reclamaba la dote y sus gananciales, y los
que vieran la posibilidad de reclamar testamentaría; aún así, por la coyuntura de
la época y la escasez de numerario, terminarían en la mayoría de ocasiones los
bienes siendo usados posteriormente con la independencia como haberes
militares, pero durante esta etapa, estarán en depósito o arriendo, y en diversas
ocasiones, el arriendo recae sobre los familiares del embargado.

Es necesario señalar, que en la reconquista el ejército expedicionario compuesto


con un importante número de españoles peninsulares, instauro un régimen,
dentro del cual los españoles que habían permanecido en el territorio se sintieron
vulnerados en diferentes ocasiones, pues según ellos, eran vistos y tratados como
traidores por los miembros del ejército, como prueba de esto, se encuentra el
testimonio de José María Márquez en julio de 1816:

“Las mayores persecuciones allanamientos y tropelías de los


funcionarios en la pasada revolución hasta llegar al extremo de
conducírseme al sacrificio, del cual solo un impulso soberano pudo
librarme en ocasión que otros Europeos contra quienes se dirigía toda
violencia y crueldad, estos disfrutaron de no experimentar semejante
43
AGN Fondo Embargos, tomo 3 Folios 602 - 624, y 631 - 636
borrasca ni el más leve perjuicio en sus personas ni saqueadas sus
casas como lo experimentaron los que condujo el infame Bolívar y sus
secuaces según público y notario.” 44

Como señala el vocal tesorero José María Márquez, había un malestar sobre la
manera en que el gobierno militar actuaba sin tener en cuenta los padecimientos
a los que se vieron sometidos quienes fueron fieles a la causa del Rey,
desafortunadamente no contamos con listados completos de presos del periodo
que no fuesen patriotas.

En ese contexto, no debemos perder la perspectiva, y de todos modos resultaba


más beneficioso para los españoles este periodo que el anterior, como prueba de
ello encontramos el testimonio de Don Félix de Palas, vecino de Cartagena a
quien los insurgentes tuvieron preso 137 días, y que una solicita se le devuelvan
los bienes que le expropiaron los insurgentes, señala el citado Félix que su estado
de tranquilidad se acabo cuando:

“apareció Simón Bolívar con su ejército a atacar a Cartagena, este


pirata terrestre tenía muchos partidarios le hicieron creer que yo había
formado un plan para destruirlo, y de las resultas me sentencio a
muerte en cualquier parte que me hallase, y la confiscación general de
mis bienes (…) mi casa de sitio fue también saqueada en el mismo
mes de diciembre de 1812 porque yo me fui para santa marta, la
destrucción no baja de 30.000 pesos (…) si las cosas se quedan en
este estado, yo quedo en la miseria, y ellos llenos de risa, no será
extraño que apetezcan que vuelva aquel tiempo en que llamaban
libertad el poder quitar impunemente el producto del trabajo ajeno,
tiempo en que los hombres de bien han estado arrinconados,
arruinados , afligidos y perseguidos”45

44
AGN Secuestros Tomo 2. 259‐ 281, Jose María Márquez, vocal tesorero de la junta de
secuestros, refiriéndose a la veeduría que se le hace sobre su labor
45
AGN Secuestros Tomo 1. 166-171
La victoria Patriota

Con la Batalla de Boyacá en 1819, y la derrota de las tropas comandadas por


Barreiro, garantizan los patriotas su acceso a Santafé, y con esto, se presenta la
emigración definitiva de españoles. Ante la simple noticia de la victoria de Simón
Bolívar, en Santafé la autoridad comenzó una huida con tal prisa que se dejaron
los dineros de la casa de la moneda, y se tomó el camino hacia el puerto de
Honda, buscando el magdalena para poder salir del interior del país; de dicha
emigración, podemos rescatar los siguientes nombres, hubo seguramente más,
pero los que han llamado la atención por el lugar que ocupaban en la sociedad
son los siguientes según Los emigrados de 1819.46

Nombre Profesión Situación. Observaciones.

Manuel Coronel Huido Campo de batalla


Martínez de Boyacá (p.4)
Aparicio

Juan Barrera Comisario Huido

Pablo Hilario Oidor Emigrado Luego de las


Chica noticias
provenientes de
Miguel Novas Oidor Emigrado
Boyacá(p.7)

Carlos Joaquin Director General Emigrado Luego de las


de Urisurri y de Rentas de la noticias
Elispuru Nueva Granada provenientes de
Boyacá (p.8).
Desesperación

46
Cuervo, Luis Augusto. Los emigrados de 1819. Bogotá, Colombia. Editorial Arboleda & Valencia.
1919. p.40. (Publicación ordenada por el Honorable Consejo Municipal de Bogotá. Misceláneas
784)
dejan dinero.

Juan José Virrey Nueva Emigrado Luego de las


Francisco de Granada noticias
Sámano y provenientes de
Uribarri de Boyacá (p.6 - 8).
Rebollar y Desesperación
Mazorra dejan dinero.

Antonio “Confesor de Emigrado Toma a pie la senda


Gonzáles Samano” escabrosa del
camino a Honda,
para huir de Santa
fé( p. 11)

Joaquín del Canonigo Emigrado Toma a pie la senda


Barco – Muerto escabrosa del
camino a Honda,
para huir de Santa
fé( p. 11). Muere en
el camino (p.13)

Antonio de Canonigo Toma a pie la senda


León ( alias el escabrosa del
Indio) camino a Honda,
para huir de Santa
fé( p. 11)

Andres Rosillo Compañero de Coro


de los canonigos
Fernando
anteriormente
Caicedo y
mencionados
Florez
desterrados en
España desde 1816
(p.11).

Joaquín Prisionero Cárcel Puerto


Domínguez Cabello también
Duquense desde 1816(p.12).

Joaquín Muerto en Cárcel de santa


Bautista Pey Cautiverio Marta (p.12)

Lorenzo Emigrado- (p.12) ) Muerto a la


Marroquín de Muerto llegada a Honda
la Sierra (p.13)

José Maria Emigrado (p.12


Marroquín

Andrés Emigrado (p.12)


Marroquín

Francisco de Emigrado (p.12)


Sales
Marroquín

Juan Antonio Escondido Junto con su madre


Marroquín en un convento de
monjas(p.12 -13)

Juan Daglade Emigrado Carta escrita por


Daglade que habla
de las penurias de la
emigración(p.13-14)

Andres de Emigrado - Huidos por el


Urquinaona Muerto camino a Honda,
pero murieron en el
José Maria Emigrado -
viaje(p.13)
Marquez Muerto

Nicolas de Emigrado -
Ugarte Muerto

Sebastian de Oficial Emigrado Hizo volar el


Calzada Azerrio, fabrica de
pólvora (p.15)

Juan Manuel “Redactor de la


Garcia de Gaceta de los
Tejada expedicionarios”
(p. 15)

Eduardo Alcalde
Saenz

Manuel Urbina Alcalde

Fernando de Alcalde
Benjumea

José Maria Teniente Prisionero Prisionero de la


Barreiro – fuscilado. batalla de Boyacá,
11 de Octubre(p.38)

José Bauza Gobernador Emigrado Remplazado por


Pedro Fortoul(p.26),
tenemos
confirmación de
Bauza en los
periódicos.

José Francisco Fusilado Prisionero de la


Malpica batalla de Boyacá,
11 de Octubre(p.38)

Dichos sujetos no son los únicos afectados con la Batalla de Boyacá, pues con
dicha noticia, y en el camino que seguían las tropas patriotas, hacia Septiembre de
1819 sujetos como Sebastián de Calzada Gobernador de Popayán, emigraban, de
la misma manera lo hicieron el Gobernador de Antioquía Carlos Torra y el
Gobernador de Pamplona José Busa, cabe señalar que Carlos Torra aunque logró
escapar de un encuentro con soldados patriotas, fue posteriormente capturado y
se le confiscaron 14 cargas de moneda acuñada47; así mismo, se comenzaron a
presentar casos de oficiales realistas incorporados al ejercito patriota, salvando así
la vida y logrando rápidamente obtener un lugar en la sociedad.

Dicho efecto de emigración no fue el único resultante de la Batalla de Boyacá, en


la misma se apresaron junto a Barreiro:

“su segundo en el mando, el coronel Francisco Jiménez, oriundo de


Panamá. El teniente coronel Antonio Gallazo de Cartagena, lo mismo
que el teniente Santiago Molinos. El teniente Antonio Hidalgo de Quito,
y los tenientes Ramón Abreu y Hermenegildo Bravo son de Tunja y
Neiva. Hay además cinco venezolanos, un puertorriqueño y uno
Guayana. Los demás, españoles. El boticario Alfonso Ortiz y tres
civiles, que tomaron armas en la batalla y de ello responden. Entre los
peninsulares se destaca el coronel Antonio Plá, capturado cuando
trataba de entrar a Santafé por Monserrate”48

47
Gazeta de Santafé de Bogotá, números 4 y 6 .
48
Forero, Paulo, en: Boletín cultural y bibliográfico. Volumen XII – Número 10. 1969, pág. 51.
Los capturados tuvieron un lamentable final, considero importante destacar la
relación que aparece en del 11 de octubre de 1811 hasta nuestros días.49

Relación de los oficiales que se hallan en el Cuartel de Cazadores, con expresión


de las prisiones y calabozos.

Calabozos Clases Nombres Prisiones

Coronel Don Jose Maria Un par grillos


Barreiro

Coronel Don Franciso Una cadena


Jimenez

1º Teniente Coronel Don Antonio Plá Un par grillos

Teniente Coronel Don Antonio Un par grillos


Galluzo

Sargento Mayor Don Juan Figueroa Un par grillos

Capitán Mayor Don Pascual Abril Sin prisiones

Capitán Don Joaquin Un par grillos


Echagaray

Capitán Don Antonio García Un par grillos

Teniente Don Pedro Palacio Sin prisiones

Capitán Don Plácido Un par grillos


Domínguez

49
Fuente: De Mier, Jose M. Del 11 de Octubre de 1819 y otros días. Bogotá, Editorial Kelly, 1972.
pág.27.
Capitán Don Vicente Un grillete
2º Savalces

Capitán Don Domingo Un grillete


Gaudet

Capitán Don Ventura Un par grillos


Molinos

Teniente Don Juan Parrillas Un par grillos

Teniente Don José Beltrán Un par grillos

Teniente Don Franciso Sin Prisiones


Guzman

Teniente Don Cristóbal Un par grillos


Bárcenas

3º Teniente Don Cristóbal Prado Un par grillos

Teniente Don José Coletes Sin Prisiones

Teniente Don Isidro Rojas Un par grillos

Teniente Don Antonio Un par grillos


Hidalgo

Teniente Don Juan Galey Sin prisiones

Teniente Don José Sanabria Un par grillos

Teniente Don Jerónimo Un par grillos


Palomino

Subteniente Don José Arriaga Una Cadena


Subteniente Don Bernardo Un par grillos
Labrador

Subteniente Don Mariano Un par grillos


Jiménez

Subteniente Don Antonio Portillo Un par grillos

Subteniente Don Fernando Un par grillos


Chamorro

Subteniente Don Santiago Sin prisiones


4º Molinos

Subteniente Don Esteban Quero Sin prisiones

Subteniente Don Ramón Abreu Un par grillos

Subteniente Don Hermenegildo Un par grillos


Bravo

Subteniente Don Casimiro Veloz Un par grillos

Religiosos Fray Pedro Sin prisiones


Villajoyosa

Religiosos Fray Serafín de Sin prisiones


Caudete

Religiosos Fray Francisco de Sin prisiones


Muros

Boticario Don Alonso Ortiz Sin prisiones

Paisanos Don Felipe Sin prisiones


Manrique

Paisanos Rufino Riveros Sin prisiones

Paisanos Juan Francisco Sin prisiones


Malpica

Paisanos Blas García Sin prisiones

En el Hospital Subteniente Don Manuel Molinos Sin prisiones

Gracias a la relación de emigrados y a la relación de presos, podemos sustentar


que con la independencia corría riesgo la vida de los españoles que habían
tomado parte en el gobierno del Rey, pero estos no huyeron llevando
necesariamente a sus familias, pocos son los casos, por el contrario, en los
expedientes encontraremos como las familias compuestas por sus mujeres e hijos
quedaron en el territorio donde habitaban, esperando clemencia por parte de los
patriotas.

Dichos familiares de emigrados la encontrarían pues no se tomaron mayores


represarías contra ellos, más allá del secuestro y embargo de bienes, pero los
presos de la batalla de Boyacá, que se encuentran en la mencionada relación, no
contaron con suerte, fueron ejecutados bajo las siguientes razones50:

1. Sin importar el lugar en el que estos fueran liberados, seguirían


representando una amenaza para la causa republicana que luego de la
Batalla de Boyacá aún no se establecía de manera contundente.

2. Nada garantizaba que estos soldados Realistas olvidaran la causa por la


que tanto habían luchado, así que era imposible verlos como poco menos
que una amenaza.
50
El Gral. de División F. P. Santander, Vicepresidente de Cundinamarca presenta al gobierno de la
república y a los pueblos del mundo civilizado los motivos y razones que le obligaron a ordenar la
ejecución de 38 oficiales españoles prisioneros de la campaña de 1819, verificada en la ciudad de
Bogotá el 11 de Octubre del mismo año, Bogotá, Imprenta Bruno Espinosa, 1820, pág. 36.
3. La acción en si misma (la ejecución), solo era una faceta más de la
dinámica de la Guerra s Muerte de la cual tanto se habían hecho
benefactores los Realistas.

La anterior determinación de ejecución no fue característica de la Independencia,


como si lo fue de la Reconquista, los patriotas estaban más interesados en
consolidar el éxito de su causa que en tomar venganza, como prueba de ello, en la
legislación recogida por Blas Bruni, encontramos apartes del reglamento para la
comisión de secuestros, dicho reglamento explica muy bien como la persecución
de los bienes de los españoles y en general de todos los que hayan huido con la
entrada de las tropas republicanas se hizo de manera rigurosa, pero en ningún
momento interrumpiendo la tradición de respetar la dote y los derechos de los
acreedores; es más, según el Reglamento para el conocimiento de las causas
sobre reclamaciones de bienes secuestrados firmado por Bolívar en Junio de 1819
en Guayana, a los herederos directos de los bienes secuestrados se les
devolverían los bienes, previa extracción del tercio y del quinto que debían entrar
en la hacienda pública.

Dicha determinación se aplicó asumiendo que los que tenían derecho sobre los
bienes embargados deberían cancelar ellos mismos el tercio y el quinto; con esa
interpretación se complicaba bastante la recuperación de los bienes, tal es el caso
de María Jacinta Fernández, esposa del emigrado Simón García, en carta del 7 de
noviembre de 1820 en la Mesa de Juan Díaz al Comandante Militar y Político
reclama que debido a la exigencia del tercio y quinto para recuperar su trapiche,
se ve ella y sus hijos en calidad de huérfanos y mendigos, pues no hay numerario
y no tiene como conseguirlo, ni aún si se le diera a administrar el trapiche; su
testimonio nos permite dimensionar el problema:

“La hacienda de trapiche que es la más pingüe se ha secuestrado en el


día se halla deteriorada, cuando no en la mitad en una tercera parte,
respecto de cómo se hallaba cuando mi marido emigro o cuando se
secuestro; y si continua en manos de la persona que la tiene según lo
que la experiencia enseña, dentro de muy poco(…) apenas quedarán los
escombros, y lo más sensible será que no haya contra quien repetir para
las perdidas y que ni el estado le aproveche después de haber quedado
reducidos a la mendicidad una familia americana que por muchos
capítulos es digna de la consideración del gobierno, sin que se le pueda
atribuir otra culpa ni defecto que haber tenido la desgracia de depender
de un europeo”.51

Conociendo que hubo prisioneros, y fusilados por participar con las armas en la
causa del rey, que hubo embargos y estos tuvieron el carácter que se ha
mencionado, y que las familias de los que emigraron permanecieron en el territorio
que habitaban ¿Qué paso entonces con los emigrados?

Los emigrados salieron por diferentes rutas, siguiendo en el interior del país las
rutas de comercio buscando salida al mar, una vez allí, tomaron destino a la Isla
de la Cuba o Jamaica, para de allí pasar a España según indican los testimonios;
sobre esa intención inicial manifestada por los familiares de los emigrados
españoles, hallamos una visión opuesta como resultado de las pesquisas del
Secretario de Estado Español.

Manuel Gonzales, Secretario de Estado Español, en 1827 remitió una serie de


oficios a los embajadores españoles en Londres, en París, en Cerdeña, en Turín y
en Bélgica, en los cuales les ordenaba censar los españoles americanos52 que se
encontraran en el extranjero para posteriormente invitarles a regresar a la
península con sus caudales y que llamaran a sus familias; los embajadores de
manera rápida remiten respuesta, de las cuales destaco la siguiente, dada por el
conde de Ofalia, embajador en Londres, en la que se reproduce una carta de un
emigrado español en Londres:

51
María Jacinta Fernández, esposa del emigrado Simón García, en carta del 7 de noviembre de
1820 en la Mesa de Juan Díaz al Comandante Militar y Político. en AGN. Secuestros, tomo 1 folio
230.
52
Refiriéndose como Americano no solo a los que hubiesen nacido en Ultramar, sino a la totalidad
de los que emigraron debido a la independencia.
“Los emigrados de la América que se hallan en los países extranjeros
para que pudiesen restituirse a la España conviene que la Conducta de su
gobierno, la estabilidad y tranquilidad del Reino les agruyese cierta
seguridad y confianza sin la cual no es probable que se muevan de los
puntos de su residencia. El que esta escribe se ha ocupado en estudiar el
carácter de la gran mayoría que compone su número con la que está
íntimamente relacionado ya por estrechas relaciones de comercio… esta
porción de individuos… permanezcan en países extranjeros constándole,
como le consta, que están generalmente disgustados y todos ansiosos
por reconcentrarse con sus familias y bienes en el seno de su patria
común”53

El conde de Ofalia, frente a la negativa de los españoles a ir a la península, anota


el mismo que:

“No dejo tampoco de conocer que algunos de ellos no pueden, aunque


quieran, establecerse actualmente en España, porque desde Francia e
Inglaterra, como países neutrales pueden continuar sus relaciones de
comercio y de familia con la América Española, donde otros son
también propietarios sin exponerse a los riesgos de confiscación por
los gobiernos insurgentes, y de estar incomunicados con sus familias y
sus apoderados en América.”54

La respuesta del embajador en Francia es similar, no así los de Cerdeña, Turín y


Bélgica que afirman no tener conocimiento alguno de españoles de América en los
territorios donde ejercen.

Al respecto comenta la publicación seriada Ocios de los Españoles Emigrados en


un artículo titulado “rápida ojeada sobre la República de Colombia”55, que los
gobiernos europeos a excepción de España habían guardado neutralidad frente a
la guerra de independencia, y que consideraban a Colombia como una República
53
Archivo General de Indias,ESTADO,96,N.38, Lista de españoles emigrados de América en
Londres
54
Archivo General de Indias,ESTADO,96,N.38, Lista de españoles emigrados de América en
Londres
55
Ocios de los Españoles Emigrados, Londres, Tomo 2, Numero 7 de 1824, pág. 209.
en toda norma que estaba interesada en hacer negocios, con una constitución
democrática y en la que los extranjeros gozan de libertad de comercio; por
supuesto, en dicho relato hablan desde Inglaterra principalmente liberales
emigrados de España, aunque se incluyen textos de algunos emigrados de los
territorios de ultramar, para ellos la independencia es resultado de los desaciertos
de la monarquía española; aún así, la publicación nos permite observar como ya
en 1824 Colombia era vista como una oportunidad de negocios por los mismos
españoles, que como es obvio, y como indican las respuestas a la gestión del
Secretario de Estado Español que hemos mencionado, no tenían deseo alguno de
regresar a España, que les era ajena y considerada peligrosa, y que al no ser
neutral era aún considerada enemigo en los territorios Americanos, por lo que las
mercancías y correspondencia españolas eran revisadas y tenían dificultades para
llegar a la República de Colombia, inconveniente que los envíos desde Francia o
Inglaterra no tenían.

Así las cosas, los españoles peninsulares que habitaban el territorio colombiano y
habían emigrado, se habrían reunido en otros lugares con los emigrados del resto
del territorio americano, no debió generarles esperanza decretos como el de
expulsión de extranjeros, de septiembre 18 de 1821, en el que la República de
Colombia dictaba:

“El poder ejecutivo (…) procederá (…) a expulsar del territorio de


Colombia: 1- A todos los que habiendo emigrado con los españoles al
tiempo de la entrada de armas de la República, hayan vuelto y
mantenido una conducta sospechosa al gobierno. 2- A todos los que
aunque no emigraron están marcados por su conducta anterior, por sus
empleos, destinos y servicios hechos al Gobierno Español”.56

56
Villegas Pulido G. T. Los extranjeros en Venezuela, su no admisión, su expulsión, Caracas:
Litografía y Tipografía Del Comercio, 1919, pág. 67-68.
De igual forma, el decreto de marzo 15 de 1822 determinó que de los españoles
“aquellos que no contasen con carta de naturaleza… debían presentarse de
inmediato a la autoridad policial. El paso siguiente era la expulsión”57

Los anteriores decretos presentan una clara contradicción con el reglamento de


secuestros firmado por Bolívar en 1819 y con la opinión de los españoles
residentes en Inglaterra y Francia; esto se explica en que era un joven gobierno y
aún continuaba la guerra contra las tropas españolas en el continente; pero en el
territorio estudiado en el presente escrito, el que hoy corresponde a Colombia
dichos decretos según la documentación no cambiaron lo que venía ocurriendo,
que era la reclamación sucesiva de bienes por parte de familias de españoles, a
las cuales se le adjudicaban una vez pagasen el quinto y el terció, y aunque no
hubo emigración de españoles de la península a territorio colombiano en los
primeros años de la década de 1820, como sí ocurrió en el caso bonaerense, la
situación respecto del ciudadano español perdió importancia mientras se
consolidaba el poder Republicano, de tal manera que en 1830 se promueve la
emigración de estos hacia territorios que les fueron hostiles en tiempos de la
guerra a muerte, como el caso Venezolano.

CONSIDERACIONES FINALES

Con el anterior escrito, que no resuelve aún el vacio historiográfico, se plantea un


tema de estudio, descuidado en Colombia; aunque no se logra individualizar a
cada uno de los españoles y que le paso en especifico a él o a su familia, es
primer intento por rescatar del olvido una de las consecuencias de la
independencia, que fue el drama al que se sometió un importante sector de la
sociedad. Posteriores estudios que tengan acceso completo a las fuentes
documentales que se albergan en el Archivo de Indias podrán complementar los
nombres de cada uno de los emigrados, presos, ejecutados, bien sea español o
americano.

57
Heredia, Edmundo. Los vencidos. Un estudio sobre los realistas en la guerra de Independencia.
Córdoba, Universidad de Córdoba, 1997, págs. 67-69.
Se puede concluir que los españoles perdieron todo privilegio durante el proceso
de Independencia, aún así eso no significo que la República de Colombia se
instituyese en territorio vedado para ellos, pues muy temprano se empezó a
plantear la necesidad de incluir a los españoles dentro de la vida Republicana,
pero por consecuencia de las huellas que dejó la reconquista, y la postura
enemiga que asumió el gobierno español, el proceso marcho bastante lento.

Sin embargo, al haber emigrado los que habían tomado parte activa en la
confrontación bajo la bandera realista, sus familias huérfanas quedaron en el
territorio, pudieron en algunos casos recuperar los bienes; así mismo, los que
quedaron en su gran mayoría pudieron continuar con sus vidas, incomunicados
con la península, pero como hemos visto, comunicados con los españoles que se
encontrasen en otros territorios como Inglaterra y Francia, desde donde los últimos
esperaban poder regresar a su terruño, que no era España, donde no encontraban
seguridad, sino las tierras americanas donde estaba su familia y sus negocios.

En este sentido, se nos plantea una interesante perspectiva de análisis, en la que


vemos durante el proceso de independencia que los españoles peninsulares son
ese Otro que se va construyendo para a partir de la diferenciación construir la
identidad americana; en este sentido, el odio a los españoles en la medida que
crecía a partir de la dinámica misma de la guerra, se establece en el discurso
como el elemento cohesionador de la postura de un bando americano.

Es así como vemos en la fundación de la República un profundo sentimiento


nacionalista sustentado en el odio de aquellos (españoles) que se suponía
robaban el goce al que se aspiraba con la autonomía; este fenómeno se hace
evidente tanto en México como en Colombia, donde durante el proceso los
españoles peninsulares terminaron siendo el chivo expiatorio de la situación
producto de la guerra. Llama nuestra atención que en el caso colombiano una vez
se alcanzaba el reconocimiento el odio dejaba de atizarse, llegando incluso como
ya mencionamos a invitar a los españoles a regresar, por tanto ¿Cuál sería el Otro
del sentimiento nacional que reemplazó a los peninsulares?
A esta pregunta no le pretendemos dar respuesta, pero nos permite comprender la
función del odio a los españoles durante el proceso de independencia, así como
explicar el porqué de las medidas contra ellos, de los embargos, expulsiones y
prisión a la que fueron sometidos.
BIBLIOGRAFÍA

Archivo General de la Nación

 AGN. Embargos: SAA-I.11

 AGN. Ministerio de Hacienda: SR.61

 AGN. Secuestros: SAA-I.31,

 AGN. Secuestros: SCS.EOR.119

Prensa

 Diario Político de Santafé.

 Gazeta de Santafé de Bogotá.

 Gazeta de la ciudad de Bogotá capital de la República de Colombia.

 Gazeta de Santafé, capital del Nuevo Reyno de Granada

 Gazeta de Santafé de la ciudad de Bogotá capital del departamento de


Cundinamarca

 Ocios de los Españoles Emigrados.

Artículos de revistas.

 Galmarini, Hugo, “La situación de los comerciantes españoles en Buenos


Aires después de 1810”. En: Revista de las Indias XLIV, 1984, Numero 173.
págs.173-290.

 Galmarini, Hugo. “Los españoles de Buenos Aires después de la revolución


de Mayo: La suerte de una minoría desposeída del poder”. En: Revista de
las Indias Vol. XLVI, 1986, Número 178. págs. 561-592

 Monsalve, José Dolores. “Bolívar y la guerra a muerte”. En: Boletín de


Historia y Antigüedades. Vol. XVI, 1927, Número 187. págs. 221-236

 Monsalve, José Dolores. “Las crueldades de Bolívar”. En: Boletín de historia


y antigüedades Vol. XVI, 1927, Número 187 págs. 402-420
 Otero de Acosta, Enrique. “Fusilamiento del oficial realista don Carlos Ferrer
y Xiques.” En; Boletín de historia y antigüedades Vol. XXXI. 1944, Numero
355. págs. 507-514.

 Ruíz Martínez, Eduardo, “Santander y las ejecuciones: 39 españoles y 21


patriotas fueron fusilados por orden del hombre de las leyes”. Revista
Credencial Historia, (No 28), abril de 1992, págs. 12-14.

Libros

 Albi, Julio, Banderas olvidadas, El ejército realista en América, Madrid,


Ediciones de Cultura Hispánica, 1990.

 Anonimo, Guerra a muerte. Recollection of a service of three years during


the war of extermination / by an officer of the Colombian Navy. Trad. Maria
Betancourt de Cáceres. Buenos Aires: Editorial Colombia, 1945.

 Arismendi, Erminy, Arismendi y la Guerra a Muerte. Caracas: Impresores


Unidos, 1941.

 Blanco Fombona, Rufino, Bolívar y la Guerra a Muerte, Época de Boves,


1813-1814. Caracas: Impresores Unidos, 1942.

 Bruni Celi, Blas, Los Secuestros en la Guerra de Independencia, Caracas,


Academia Nacional de Historia, 1965.

 Cuervo, Luis Augusto, “Los emigrados de 1819”, Bogotá, Editorial Arboleda


& Valencia, 1919.

 Friede, Juan, La Batalla de Boyacá -7 de Agosto de 1819- a través de los


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1969

 Friede, Juan, La Otra Verdad, Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1972.

 García Estrada, Rodrigo, Los extranjeros en Colombia, su aporte a la


construcción de la Nación (1810-1920). Bogotá: Planeta, 2006.
 Heredia, Edmundo, Los vencidos. Un estudio sobre los realistas en la
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 José M De Mier, Del 11 de Octubre de 1819 y otros días, Bogotá, Editorial


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 Lozano Cleves, Alberto, El pensamiento político de Simón Bolívar, Bogotá,


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 Monsalve, José D. Estudios sobre el Libertador. Simón Bolívar, Bogotá,


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 Morales Álvarez, Juan, Los extranjeros con Carta de Naturaleza de las


Indias, durante la segunda mitad del siglo XVIII, Caracas, Academia
Nacional de la Historia, 1980.

 Quintero Saravia, Gonzalo, Pablo Morillo, General de dos mundos. Bogotá:


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 Restrepo, José Manuel, Historia de la revolución de la república de


Colombia en la América. Bogotá: Talleres Gráficos Luz, Editorial Iqueima,
1942.

 Rivadulla, Daniel. Navarro y Jesús Raúl. Berruezo, Teresa, El Exilio español


en América en el siglo XIX. Madrid: Mapfre, 1992.

 Ruíz de Gordejuela Urquijo, Jesús, La expulsión de los españoles de


México y su destino incierto, 1821-1836. Sevilla: Universidad de Sevilla,
2006,

 Sevilla, Rafael, Memorias de un oficial del ejército español: campañas


contra Bolívar y los separatistas de América, Bogotá, Incunables, 1983.

 Sims, Harold Dana. La expulsión de los españoles de México, (1821-1828)


México: Fondo de Cultura Económica, 1995.

 Tovar Zambrano, Bernardo, editor, Independencia: Historia diversa, Bogotá,


Universidad Nacional de Colombia, 2012.
 Villegas Pulido G. T. Los extranjeros en Venezuela, su no admisión, su
expulsión. Caracas: Litografía y Tipografía Del Comercio, 1919.
ANEXOS:
Biblioteca Luis Ángel Arango (Fuentes primarias Publicadas)

Del 11 de Octubre de 1819 y otros días58.

 Relación de los oficiales que se hallan en el Cuartel de Cazadores, con expresión de las prisiones y calabozos.

Calabozos Clases Nombres Prisiones


Coronel Don Jose Maria Barreiro Un par grillos
Coronel Don Franciso Jimenez Una cadena
Teniente Coronel Don Antonio Plá Un par grillos
Teniente Coronel Don Antonio Galluzo Un par grillos
1º Sargento Mayor Don Juan Figueroa Un par grillos
Capitán Mayor Don Pascual Abril Sin prisiones
Capitán Don Joaquin Echagaray Un par grillos
Capitán Don Antonio García Un par grillos
Teniente Don Pedro Palacio Sin prisiones
Capitán Don Plácido Domínguez Un par grillos
Capitán Don Vicente Savalces Un grillete
2º Capitán Don Domingo Gaudet Un grillete
Capitán Don Ventura Molinos Un par grillos
Teniente Don Juan Parrillas Un par grillos
Teniente Don José Beltrán Un par grillos
Teniente Don Franciso Guzman Sin Prisiones
Teniente Don Cristóbal Bárcenas Un par grillos
Teniente Don Cristóbal Prado Un par grillos
Teniente Don José Coletes Sin Prisiones
3º Teniente Don Isidro Rojas Un par grillos
Teniente Don Antonio Hidalgo Un par grillos
Teniente Don Juan Galey Sin prisiones
Teniente Don José Sanabria Un par grillos
Teniente Don Jerónimo Palomino Un par grillos

58
Fuente: De Mier, Jose M. Del 11 de Octubre de 1819 y otros días. Bogotá, Colombia. 1972. p.27
Subteniente Don José Arriaga Una Cadena
Subteniente Don Bernardo Labrador Un par grillos
Subteniente Don Mariano Jiménez Un par grillos
Subteniente Don Antonio Portillo Un par grillos
Subteniente Don Fernando Chamorro Un par grillos
Subteniente Don Santiago Molinos Sin prisiones
Subteniente Don Esteban Quero Sin prisiones
Subteniente Don Ramón Abreu Un par grillos
Subteniente Don Hermenegildo Bravo Un par grillos
4º Subteniente Don Casimiro Veloz Un par grillos
Religiosos Fray Pedro Villajoyosa Sin prisiones
Religiosos Fray Serafín de Caudete Sin prisiones
Religiosos Fray Francisco de Muros Sin prisiones
Boticario Don Alonso Ortiz Sin prisiones
Paisanos Don Felipe Manrique Sin prisiones
Paisanos Rufino Riveros Sin prisiones
Paisanos Juan Francisco Malpica Sin prisiones
Paisanos Blas Garcia Sin prisiones
En el Hospital Subteniente Don Manuel Molinos Sin prisiones
Biblioteca Luis Ángel Arango (Sala Raros y Manuscritos).

Los emigrados de 181959

Nombre Profesión Situación. Observaciones.


Manuel Martínez de Aparicio Coronel Huido Campo de batalla Boyacá (p.4)
Juan Barrera Comisario Huido
Pablo Hilario Chica Oidor Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá(p.7)
Miguel Novas Oidor Emigrado
Carlos Joaquin de Urisurri y Elispuru Director General de Rentas de la Nueva Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p.8).
Granada Desesperación dejan dinero.
Juan José Francisco de Sámano y Uribarri de Virrey Nueva Granada Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p.6 - 8).
Rebollar y Mazorra Desesperación dejan dinero.
Antonio Gonzáles “Confesor de Samano” Emigrado Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir
de Santa fé( p. 11)
Joaquín del Barco Canonigo Emigrado - Muerto Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir
de Santa fé( p. 11). Muere en el camino (p.13)
Antonio de León ( alias el Indio) Canonigo Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir
de Santa fé( p. 11)
Andres Rosillo Compañero de Coro de los canonigos anteriormente
Fernando Caicedo y Florez mencionados desterrados en España desde 1816 (p.11).
Joaquín Domínguez Duquense Prisionero Cárcel Puerto Cabello también desde 1816(p.12).
Joaquín Bautista Pey Muerto en Cautiverio Cárcel de santa Marta (p.12)
Lorenzo Marroquín de la Sierra Emigrado- Muerto (p.12) ) Muerto a la llegada a Honda (p.13)
José Maria Marroquín Emigrado (p.12
Andrés Marroquín Emigrado (p.12)
Francisco de Sales Marroquín Emigrado (p.12)
Juan Antonio Marroquín Escondido Junto con su madre en un convento de monjas(p.12 -13)
Juan Daglade Emigrado? Carta escrita por Daglade que habla de las penurias de la
emigración(p.13-14)
Andres de Urquinaona Emigrado -Muerto Huidos por el camino a Honda, pero murieron en el
José Maria Marquez Emigrado -Muerto viaje(p.13)
Nicolas de Ugarte Emigrado -Muerto
Sebastian de Calzada Oficial Emigrado Hizo volar el Azerrio, fabrica de pólvora (p.15)
Juan Manuel Garcia de Tejada “Redactor de la Gaceta de los
expedicionarios” (p. 15)
Eduardo Saenz Alcalde
Manuel Urbina Alcalde
Fernando de Benjumea Alcalde

59
Cuervo, Luis Augusto. Los emigrados de 1819. Bogotá, Colombia. Editorial Arboleda & Valencia. 1919. p.40. (Publicación ordenada por el Honorable Consejo
Municipal de Bogotá. Misceláneas 784)
José Maria Barreiro Teniente Prisionero – fusilado. Prisionero de la batalla de Boyacá, 11 de Octubre(p.38)
José Bauza Gobernador Emigrado Remplazado por Pedro Fortoul(p.26), tenemos confirmación
de Bauza en los periódicos.
José Francisco Malpica Fusilado Prisionero de la batalla de Boyacá, 11 de Octubre(p.38)
Periódicos Biblioteca Luis Ángel Arango.

1. Gazeta de Santafé, capital del Nuevo Reyno de Granada. (Jun. 13, 181)- Jul. 24, 1817)

2. Gazeta de Santafé de Bogotá. ( Ago. 15, 1819 – Dom. 6,1820)

No Año Mes Día Noticias Españoles Páginas Observaciones


1 1819 Ago. 15 Españoles que no emigran ante la llegada de tropas a Boyacá. 5-8
2 1819 Ago. 22 Movimiento de tropas (Venezuela) y relación del estado
actual de las batallas en Buenos Aires.
3 1819 Ago. 29 Lucas Gonzales Gobernador del Socorro huido al saber de lo 9 Organización político-administrativa de los estados antes de
acontecido en Boyacá. Se inicia persecución un encuentro nacional(p.9)
4 1819 Sept. 5  Sebastian de Calzado Gobernador de Popayán emigrado. 14 Lista de Ascensos militares (p.16)
 Carlos Torra Gobernador de Antioquia huido.
 Jose Busa Gobernador Pamplona emigrado. 14 – 15
 Lista de oficiales Realistas incorporados al ejercito
patriota. 14

16
5 1819 Sept. 12 Anotaciones sobre el desarrollo de las guerras que tenían
origen en Venezuela, Buenos Aires, Chile. Perú…etc.
6 1819 Sept. 19  Continuación noticia Carlos Torra, logar escapar de un 24
encuentro con soldados patriotas, pero se le confiscan 14
cargas de moneda acuñada.
 Caicedo huye ante el movimiento de tropas cerca de
Popayán.
24
7 1819 Sept. 26 Listado de Muertos en batallas (p.27), se recomienda
escanear.
8 1819 Sept. 30 Baja de sueldos para cubrir costos de la guerra, se reducen a
la mitad ( p.33).
9 1819 Oct. 10 El Gobernador del choco Aguirre y Bullarino huyen por 38 Bolívar resalta importancia de la Educación en la
movimiento de tropas patriotas. configuración de la nación(p.37)
10 1819 Oct. 17  Decreto que establece la manera en que se pueden 41 Proclama de Santander sobre los problemas de la
reaclamar los bienes secuestrados. circulación monetaria(p.42)
 Lista de oficiales y soldados prisiones en la acción militar
de San Juanito 43
11 1819 Oct. 17 Menciones a la figura e importancia de Bolivar.
12 1819 Oct. 24  Bolívar decreta devolución de Bienes secuestrados. 53
 Carta de Lucas Gonzales, ex –gobernador del Socorro
emigrado. 56
13 1819 Oct. 31 Exposición del estado del comercio en la capital (p.59),
revisar, listado de firmantes que se declaran a favor de la
causa patriota. Se recomienda escaner.
14 1819 Nov. 7 Burlas contra Morillo, ej: “ Morillo podria decir: vine, vi y
me volvi.”
15 1819 Nov. 14 Nuevamente se hace un recuento de las noticiasque tiene
cabida en el resto de Hispanoamérica.
16 1819 Nov. 21 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
17 1819 Nov. 29 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
18 1819 Dic. 5 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
19 1819 Dic. 12 Relación de la importancia y la forma de incentivar el
desarrollo del Observatorio y Bibliotecas (p.85)
20 1819 Dic 19 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del
exterior.
21 1819 Dic 26 Francisco Zorrillo, preso. 89-90
22 1820 Ene. 2 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del
exterior.
23 1820 Ene. 9 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
24 1820 Ene. 16 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
25 1820 Ene. 23 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
26 1820 Feb. 6 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
Último número que responde al nombre de “Gazeta de
santafé”, desde el siguiente se presenta como “Gazeta de la
ciudad de Bogotá capital del departamento de
Cundinamarca”

3. Gazeta de Santafé de la ciudad de Bogotá capital del departamento de Cundinamarca.

No. Año Mes Día Noticias Españoles Páginas Observaciones


1 1820 Feb. 13 Capitán linares y Teniente Cabrera prisioneros luego de combate.( 108
Españoles)
2 1820 Feb. 20 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior.
3 1820 Feb. 27 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
4 1820 Mar. 3 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
5 1820 Mar. 12 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
6 1820 Mar. 19 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
7 1820 Mar. 26
8 1820 Abril 2 Laureano Ruiz huido en el Magdalena 133
9 1820 Abril 10 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior
10 1820 Abril 23 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
11 1820 Abril 29 Lista de prisioneros de guerra, se menciona al General Balverde 152
12 1820 Mayo 7
13 1820 Mayo 14
14 1820 Mayo 21
15 1820 Mayo 28
16 1820 Jun.. 4 Proclama del Indulto por parte de Bolívar 173
17 1820 Jun.. 11 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior
18 1820 Jun.. 13 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
19 1820 Jun.. 25 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
20 1820 Jul. 2 Ley sobre repartición de bienes nacionales entre servidores de la 187
patria
21 1820 Jul. 9 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior.
22 1820 Jul. 16 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
23 1820 Jul. 23 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.
24 1820 Jul. 28 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

4. Gazeta de la ciudad de Bogotá capital de la República de Colombia.

Nota: solo existen tres noticias de importancia para el tema del artículo, así que no creo necesario seguir poniendo que no hay nada relevante en los facsimilares. De igual manera el
contenido de los periódicos gira en torno a lo que vendría hacer el desarrollo del Congreso de Cúcuta de 1821 y las pugnas existente entre Nariño y Santander. Al igual que un
recuento de noticias del extranjero.

No. Año Mes Día Noticias Españoles Páginas Observaciones


---- 1820 Sep 24 Invitación a los emigrados de Costa Firme para que regresen 166-168
---- 1820 Dic 3 Carta interceptada, Es de un Español a un canónigo emigrado de 206-207
Buga.
---- 1820 Dic 17 Suplemento relacionado con el Armisticio y la Guerra, Entre las
Intervienen Morillo y Bolívar. páginas
216-217

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