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La Concep..
La Concep..
Fría, la ideología burguesa ha aprovechado la caída del sistema soviético para pregonar
haciendo especial hincapié en la descalificación del materialismo histórico como una forma
periclitada del pensamiento; esto es, sigue ‘matando al muerto’. En el fondo, ese tipo de
manifestaciones ideológicas lo que representan es un gran temor -por lo demás diríamos que
(descartando las formas más prudentes y limitadas del socialismo), que nos hacen recordar la
Por fortuna, en el plano teórico (aunque infortunado para la humanidad) la caída del
redacción por parte de Carlos Marx y Federico Engels de La ideología alemana, si bien es
no sólo de las denominadas por Lenin tres fuentes del marxismo: la filosofia clásica alemana,
historia en el más estricto sentido del término, con la intención adicional no sólo de captar lo
más adecuadamente posible el pasado humano, sino también con el propósito de servir de
realidad histórico-social. Proyecto en buena parte contenido desde la famosa tesis XI sobre
este sentido el materialismo histórico tiene la pretensión, por una parte, de servir como marco
científico para la historiografia, la economía política y demás ciencias sociales; y, por otra,
como una guía igualmente teórica para la acción, una especie de tecnología histórico-social
(fundamento para un ‘socialismo científico’), o, como prefieren llamarla algunos autores, una
consecuencias distintas.
del término: cuestiona y se cuestiona a sí misma; fundamenta lo que afirma comprobando los
asertos con base a pruebas empíricas (históricas) y demuestra con argumentaciones; explica
seguidores, aunque por diversas razones de la práctica política deba condescender con
críticamente diversas tesis procedentes de la filosofía, declarando que su núcleo vivo radica
partir de ella misma y no de lo que piensan o se imaginan de ella sus actores, esto es, a partir
los hombres quisieran o pretenden ser; pero esto sin perder de vista a la propia subjetividad
“No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social
fundamental del hombre, el trabajo, en sus relaciones mutuas; buscando siempre encontrar las
relaciones y estructuras (formas) determinantes, basta elevarse a las 1eyes más generales de
la sociedad y de la historia, pero sin perder nunca la riqueza de lo concreto, de modo que se
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La cosa más real y concreta puede ser concebida de manera subjetiva, por ejemplo en la literatura o en el arte;
y, a la inversa, los fenómenos subjetivos se materializan con frecuencia, posibilitando así su comprensión
objetiva, v. gr. en la psicología y, por supuesto, en la propia historia.
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C. Marx: Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política.
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No se debe limitar a las llamadas por Engels ‘Leyes generales de la dialéctica’: unidad y lucha de los
contrarios, cambio de la cantidad en cualidad y viceversa, la negación de la negación (cf. Dialéctica de la
naturaleza, y Anti-Dühring).
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En el plano metodológico se traduce a la idea de no perderse en alguno de los polos de las determinaciones,
como señala Marx en el borrador de la Introducción a la Contribución a la crítica de la economía política: ni
la especulación abstracta que termina por convertirse en una historia imaginada (la califica de trobinsonadast), ni
en un empirismo caótico y ecléctico que se pierde en sus propias determinaciones; es por ello que Marx utiliza
la metáfora de no perder de vista el bosque al contemplar el árbol, ni éste por observar aquél.
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entre los cambios cuantitativos y cualitativos; tratando de reproducir mentalmente la
totalidad, a la vez que conservando el carácter concreto de los fenómenos; sin descuidar
Podemos señalar como algunas de las tesis fundamentales que le dan cierta
específicamente humanos, los cuales estarían determinados por la propia actividad productiva
del hombre, esto es por el trabajo. Ya en La Ideología alemana Marx y Engels resumían el
consiste, pues, en exponer el proceso real de producción, partiendo para ello de la producción
modo de producción engendrada por él, es decir, la sociedad civil en sus diferentes fases
religión, la filosofía, la moral, etc., así como estudiando a partir de esas premisas su proceso
su actividad consciente destinada a generar valores de uso que satisfagan sus necesidades,
manifestaciones del hombre más allá de su estado natural, incluyendo las ideas y prácticas
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religiosas, artísticas, mágicas, filosóficas, etc.), como pretenden algunos críticos; lo cual
sería absurdo en principio, ya que el materialismo histórico parte del reconocimiento de todos
los fenómenos histórico-sociales. Lo que se niega es que trasciendan a la propia práctica del
hombre y que tengan un origen autónomo, sustantivo respecto del trabajo y al margen del
mismo; se les concibe como manifestaciones producto del trabajo, de la actividad consciente
encaminada a producir valores de uso, esto es, bienes que satisfagan las necesidades humanas
cualesquiera que éstas sean, pero siempre teniendo como fundamento las básicas,
‘materiales’, como condición sine qua non, que van siendo determinadas por la propia
ajeno a las tesis de Marx. Se refiere a la interacción del hombre como un sujeto específico
(que no por ello deja de ser un ente natural, determinado como tal por la evolución biológica)
con la naturaleza (que tampoco se concibe como una entidad ajena o extraña), mediante la
cual aquél se apropia y adapta los productos de ésta para sus propios fines y necesidades
sus actividades, su producción, sus representaciones mentales, sus consumos, sus medios y
formas de comunicación, sus conductas, sus relaciones, sus productos, su apropiación, sus
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Cf. C. Marx: El Capital, Tomo 1, cap. V.
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Marx establece claramente que las necesidades humanas no son estáticas, sino que van cambiando histórica y
sociabnente como producto del propio trabajo humano. Por ejemplo, la necesidad de alimento no es la misma en
el hombre primitivo que en la Edad Media u hoy, ya que han cambiado tanto los alimentos, como la forma de
prepararlos.
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El materialismo histórico distingue entre las condiciones y las determinaciones
papeles que realmente les corresponden en el proceso histórico. Las primeras (sobre todo se
naturales de comer, beber, protegerse de las inclemencias del clima, etc. y el medio natural,
con sus características “geológicas, oro-hidrográficas, climatológicas,” etc.), que si bien son
crearlas, como de modificar las existentes, sean de origen natural o ya generadas por el
Es en el trabajo, en el proceso de trabajo, con sus fuerzas y medios, donde brotan los
la conciencia con sus formas y modos, la modificación y desarrollo de las formas de relación
desarrollo del gusto y todos los demás principios reales y eficaces sobre los que monta lo que
hombre como tal con la naturaleza. Por consiguiente, es la forma real en que el hombre se
apropia de sus condiciones materiales de existencia, así como el núcleo fundamental de las
relaciones con los demás hombres, esto es, la vida social. El resto de sus actividades, de sus
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En La ideología alemana aparecen bajo los términos de ‘premisas de toda historia’.
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prácticas, incluyendo muchas de origen natural, se van conformando o van surgiendo
la fuerza determinante del desarrollo histórico. En él se sintetizan las capacidades del sujeto
(la fuerza de trabajo, que es la que aplica el hombre social e históricamente determinado para
cada trabajo) y del objeto (los medios de producción, constituidos por la naturaleza y sus
La fuerza de trabajo está integrada por los componentes que el hombre utiliza para
sus funciones lógicas, sus conocimientos, sus técnicas, su voluntad, la organización para el
trabajo, la comunicación entre los trabajadores. Los medios de producción son aquellos
elementos relativamente externos al sujeto que requiere para trabajar: las materias primas (ya
sea brutas o mediadas por trabajos pretéritos, incluyendo los energéticos), los instrumentos
(que son la extensión de su corporeidad), el lugar de trabajo (no sólo el sitio inmediato donde
se produce, sino también los contextos de infraestructura en que se da). Todos ellos son tales,
trabajo, que es el que les da sentido, los determina como tales. Y todos tienen un carácter
histórico y social, que es lo que los caracteriza como progresivos, acumulativos, auto
proceso de apropiación y de relaciones de trabajo acordes con aquél, que es lo que Marx
propiedad privada, que es tan sólo una de sus formas, por demás tardía. Históricamente van
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apareciendo distintas formas de propiedad y posesión: comunales, gentilicias,
gubernamentales, corporativas, familiares, privadas; todas ellas con una serie de modalidades
Existe una relación dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de
producción, en la que el desarrollo de las primeras determina la aparición de las formas de las
segundas, pero una vez surgidas éstas le dan su marco al desarrollo de aquéllas, que es lo que
Marx denomina modo de producción. Debe quedar claro de inicio que, en todos los casos, se
generados y mediados por el trabajo que, como tal, como actividad específicamente humana,
determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad chocan con las
relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con
las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre
así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o
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Aunque se ha tomado este texto como un resumen del materialismo histórico, desde nuestra perspectiva se
trata sólo de una síntesis enfocada a explicar el problema central de los grandes cambios estructurales en la
Historia, que Marx denomina épocas de revolución social.
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menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.” Y continúa algo
más adelante: “Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa
de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que,
por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida
material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de
producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las
fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones
de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en
histórica general y parcialmente las de tipo particular, ya que representan los aspectos
determinantes del desarrollo: por un lado, el grado de dominio del hombre sobre la naturaleza
y sobre la propia sociedad, expresado por el grado de avance del trabajo humano, así como de
los medios y las prácticas determinadas por él; y, por otro lado, son la manifestación
medios de producción como del producto y de los distintos aspectos de la propia fuerza de
realidad histórico-social, sino, por lo contrario, una estrecha relación entre ellos basada
trabajo sobre las demás prácticas (políticas, sociales, religiosas, morales, artística, etc.), es
que se corresponden, formando así tipos culturales [V. gr. el modo de producción asiático, con
desarrolladas, formas ‘serviles’ de moral, etc.; o bien, el desarrollo de la fase manufactura del
totalizadora del conjunto de la vida social, política e intelectual, que recibe el nombre de
formación económico-social.
formas específicas de dinámica social y de estructuras dependientes que se montan sobre las
vinculadas y determinadas entre sí: de agrupamiento social básico (comunidad ‘natural’, gens,
comunidades gentilicias, castas, clases, estamentos), que con sus modos de apropiación y de
relación mutua producen diferentes tipos de estructuración político-social o Estado con sus
formas propias de gobierno9, de sus formas jurídicas o de normatividad integral, así como de
las distintas modalidades de conciencia y prácticas sociales (religión, moral, arte, etc.). Las
cuales, debemos insistir, son también todas ellas histórico-sociales y sus formas son propias
misma época histórica, como de hecho ocurre también en el plano de las fuerzas productivas
progresivamente, montándose sobre los desarrollos alcanzados por los precedentes. Así,
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Aunque frecuentemente se confunden, es preciso distinguir entre Estado, como red de relaciones que
estructura a las totalidades histórico-sociales, del gobierno del mismo, aunque éste constituya el elemento básico
y determinante de aquél.
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capitalista; a los cuales se agregaría uno más original con el nombre de comunidad
información sobre muchos de sus fenómenos. En general, existe una cierta correspondencia
diferencia de ésta, que carece de criterios explicativos determinantes, la basada en los modos
revolución social (que erróneamente se confunde con las revoluciones concretas), causadas
como vimos anteriormente por las contradicciones y conflictos que surgen entre el desarrollo
desenvolviendo, y que se manifiestan por una crisis generalizada del sistema que arrastra
consigo al resto de los fenómenos histórico-sociales, para generar nuevas relaciones sociales
caso de la revolución neolítica, de la llamada Época homérica, del Bajo Imperio romano, del
Renacimiento y el Socialismo.
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Cf. El Prólogo de Marx a la Contribución a la crítica de la economía política.
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