En la Grecia arcaica, las artes no se separaban unas de otras, estaban vinculadas entre sí.

Los griegos solo ejercían dos tipos de artes, uno expresivo y otro constructivo, el primero
conformado por una unidad, la poesía, la música y la danza, y el segundo conjunto abarcaba
la arquitectura, la escultura y la pintura. Hoy nos centraremos en el primero, la danza se
fundía con la música y la poesía en una totalidad formando un solo arte la Triúnica choreia;
este consistía mas que en la contemplación, en la acción de expresar sentimientos e
instintos del hombre mediante sonidos y movimientos, mediante palabras, melodía y ritmo.
Etimológicamente triúnica hace referencia a los tres elementos que la componen y choreia
del griego choros, coro, antes de significar canto colectivo denominaba la danza colectiva.
Katarsis: a través del arte la gente desfogaba sus sentimientos, con la esperanza de que tal
desfogue les provocara alivio.
En un principio practicaban este arte dentro de los misterios y los ritos, siendo las ofrendas
dionisiacas con las que mas se encontraba relacionado.
La función de las musas consistía en expresar en forma mitológica las ideas de aquella
época, eran nueve, aunque hoy resaltaremos el papel de solo una de ellas:
Terpsícore, Terpsícora (griego: Τερψιχόρη o Τερψιχόρα, la que deleita en la danza) es, en
la mitología griega, una de las nueve musas, hija de Zeus y Mnemósine.1 Aunque en su
origen sus atributos no están delimitados,1 desde la época clásica se la asocia con la poesía
ligera y la danza.2 En algunas leyendas, es la madre de las sirenas, junto con Aqueloo.1
Es representada como una joven esbelta, con un aire jovial y de actitud ligera. Guirnaldas
de flores forman su corona y entre sus manos hace sonar una lira.
Los pitagóricos sostenían que la música era una fuerza que afecta directamente el alma, la
música era el equivalente al de la choreia, la palabra, el gesto y la música; esta no solo
afectaba al actor sino también al espectador. ‘los sonidos encuentran su resonancia en el
alma, y así el alma en armonía con ellos’ de lo anterior concluían que la música puede
actuar sobre el alma, la buena música mejorarla y la mala corromperla. Debido a esto
sugerían que la buena música fuera protegida por las leyes, también dedicaron todo un
objeto de estudio en este tema la psicagogia.
La creencia de los pitagóricos también fundaba en su religión, sobre todo en las creencias
órficas. Lo esencial de estas creencias era la convicción de que el alma esta presa en el
cuerpo por sus pecados y que será libre solo cuando se purifique. La purificación y
liberación del alma es el objetivo más sublime del hombre y al servicio de este objetivo
estaban los misterios órficos, que se valían de la música y la danza.
Este arte expresivo sin duda tuvo una gran importancia para los antiguos habitantes de
Grecia, tenia un papel destacado en los rituales (el pilar de estos) y entre las demás artes, en
tanto su intensidad, el que mas hacia propicio la expresión de los sentimientos y la katarsis.