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“INDEPENDENCIA DEL PERÚ”
El general argentino José de San Martín tenía la idea fija que la única manera de consolidar
la independencia en los virreinatos sudamericanos era conseguir la misma en el virreinato
peruano. Luego de intentar el ingreso por el Alto Perú en repetidas ocasiones, sin éxito
gracias a la férrea defensa de los realistas, San Martín venció a los realistas en Maipú en
enero de 1818 y consiguió la independencia de Chile. La llegada al Pacífico, militarmente
hablando, significó la posibilidad inminente de desembarcar sobre todo luego que la
defensa marítima del virreinato peruano fuera golpeada dos veces en enero y setiembre de
1819 por la flota rebelde liderada por el mercenario inglés Tomás A. Cochrane.
2. PROCLAMACION DE LA INDEPENDENCIA
El ejército realista al mando del general José de Canterac, ya había dejado Lima, rumbo a la
sierra, el 25 de junio de 1821. Álvarez de Arenales fue enviado en su persecución. El
ejército patriota, estaba a punto de presentar una batalla frontal, cuando el general San
Martín, lo impidió: era indudable que San Martín no deseaba un enfrentamiento frontal con
las tropas españolas.
El 5 de junio de 1821, el nuevo virrey del Perú capitán general José de la Serna e Hinojosa,
anunció a los limeños que abandonaba Lima para refugiarse en el Callao, al amparo de la
fortaleza del Real Felipe.
Hicieron llegar una invitación a San Martín para que ingrese a Lima, el 9 de julio de 1821.
El general José de San Martín, mandó un destacamento patriota e ingresó a Lima, la
madrugada del 12 de julio de 1821. Ya en Lima, el general José de San Martín, invitó al
Cabildo a jurar la independencia, que se cumplió el 15 de julio de 1821. El 17 de julio fue
recibido en la ciudad el almirante Lord Cochrane. El sábado 28 de julio de 1821, en una
ceremonia pública muy solemne, José de San Martín, proclamó la independencia del Perú.
En octubre de 1821, San Martín decidió crear un gobierno provisional dirigió por él. San
Martín fue nombrado Protector de la libertad del Perú y asumió las funciones políticas y
militares del gobierno. El documento legal que legitimó el protectorado fue el estatuto
provisorio. Algunas de las medidas:
Políticas: Creo la sociedad patriótica, estableció la orden del Sol y envió una misión a
Europa, en busca de un príncipe Borbón que gobernara el Perú de manera Provisoria.
Sociales: declaró la libertad para los hijos de esclavos nacidos después del 28 de julio de
1821. Además, abolió la mitad y el tributo indígena.
Unas de las razones que explica su corta vida es que las fuerzas patriotas emprendieron la
primera expedición a puertos intermedios, la cual fue derrotada por las huestes realistas en
Tarata y Moquegua. Fue entonces cuando se produjo el motín de Balconcillo, que proclamo
presidente de la república a José de la Riva Agüero.
CONSECUENCIAS
- La crisis económica.
CUESTINARIO
2. ¿Qué hechos de dieron para que San Martin ingrese a lima y declare la
independencia?
3. ¿Por qué se dio el título de protector de la libertad a San Martin y cuáles fueron
las medidas que tomo durante el protectorado?
4. ¿Qué tendencia tuvo el congreso constituyente y por que duró poco tiempo?
INDEPENDENCIA DEL PERÚ
Comienza
Don José de San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú, nació el 25 de febrero de
1778 en el pueblo de Yapeyú, perteneciente al virreinato de rio de la plata cuya capital era
Buenos Aires, después de una corta permanencia en la capital del virreinato la familia de
San Martín se trasladó a España. En 1789 San Martín inicia su carrera militar ingresando
al regimiento Murcia y posteriormente combatirá en el ejército español.
Corría el año 1811 cuando San Martín fue informado de que en Buenos Aires se había
formado una Junta de gobierno por los criollos, y pensó que era hora d luchar por su
propia patria y decidió regresar a Buenos Aires. En 1812 llega a Buenos Aires y se le
reconoce como teniente coronel y se le encomendó la formación de un regimiento de
caballería surgiendo así el denominado regimiento granaderos a caballo.
Con gran visión estratégica y sentido práctico San Martín había concebido en su cerebro
el plan orgánico que llevaría a la revolución americana en su triunfo definitivo, se había
dado perfecta cuenta del poderío que España tenía en el virreinato del Perú y el peligro
que esta fuerza significaba para la independencia americana; al respecto Durand Flores
afirma que “sanmartín se propuso destruir ese poder atacándolo en su propio territorio,
por lo que el plantaba atravesar la cordillera de los andes independizar chile, dominar el
océano pacifico y desembarcar en algún lugar de la costa peruana.” (Durand Flores, 1998:
77)
LA INDEPENDENCIA DE CHILE.
Con este propósito San Martín organiza el ejercito libertador de los andes y en 1817 pasa
la cordillera y el 12 de febrero se libra la batalla de Chacabuco el cual fue un éxito, así lo
afirma Chirinos Soto al decir que la “Batalla de Chacabuco Se llevó a cabo el 12 de
febrero de 1817 y fue un triunfo rotundo para el ejército patriota (…) a San Martín se le
elige para que ejerza la suprema función de gobierno, San Martín declina y Bernardo
O’Higgins asume el mando político (…)el 12 de Febrero de 1818, primer aniversario de la
batalla de Chacabuco en presencia de San Martin, se jura la independencia de Chile en la
plaza mayor de Santiago .” (Chirimos Soto, 1991: 24).
Además de esta batalla se van a librar dos batallas más con la cual se consolida la
independencia de chile, Virgilio Roel lo describe de la siguiente manera: “ … un
desplazamiento e buena factura sorprendió a las tropas Argentino-Chilenas en la localidad
de Cancha rayada y las derroto el 19 de marzo de 1818, (…) dos mese le fueron
suficientes a los independentista para rehacerse convenientemente, de manera que el 05 de
abril los adversarios se vuelven a en contra en los campos de Maipú, en donde tiene lugar
una batalla que resulta favorable a los independientes.”(Roel Pineda, 1982: 158)
Una vez conseguida la independencia de Chile, el General José de San Martín desarrolla
su
plan que tenía por objetivo invadir el Virreinato del Perú desde el pacífico Sur. Esta
empresa en un principio sería financiada conjuntamente por los gobiernos de las
Provincias Unidas del Río de la Plata y de Chile. Debido a la situación de anarquía que se
vivía entre Buenos Aires y las provincias, el gobierno bonaerense se ve dificultado para
sostener la empresa. De esta manera, Buenos Aires solo aporta una parte del presupuesto
necesario para la Expedición Libertadora del Perú, siendo casi la totalidad de los costos
asumidos por el gobierno de Chile, al mando del Capitán General Bernardo O'Higgins. El
gobierno de Chile determinó que el mando de la expedición recaería en el célebre
Libertador José de San Martín y el mando de la escuadra en el marino escocés contratado
Lord Thomas Alexander Cochrane.
El desembarco en paracas.
Después de haber dejado independizado Chile, San Martín tenía como meta el Perú, que
era el campo final de la lucha libertaria, para ello había que atacar por mar y tierra,
mientras se vigorizaba al ejército unido de patriotas argentinos, chilenos y peruanos, se
organizó una expedición marítima que fue encomendada al marino escocés Lord
Alejandro Thomas Cochrane.
Roel Pineda hace referencia a este hecho al decir que “El 21 de agosto de 1820, se
embarcó el Ejército Unido en Valparaíso a bordo de 16 navíos, mandados por el almirante
Cochrane. Contaba con un ejército de 4.118 efectivos de los cuales el 50% eran negros
libertos. El 7 de septiembre la expedición libertadora estuvo frente a Paracas, en la bahía
de Pisco en la actual región Ica en el Perú, instalado en Pisco San Martin en vio un
destacamnento para ocupar Chincha, donde fueron recibidos con alborozo y una unidad
de reconocimiento a Ica.” (Roel Pineda, 1982: 173)
Conferencia de Miraflores.
Cuando San Martín desembarcó en Paracas, el Virrey Joaquín de la Pezuela le pidió entrar
en conversaciones, así se produjo la Conferencia de Miraflores el 25 de setiembre de
1820, en estas conversaciones tanto el virrey como San Martín mandaron a sus
representantes.
Los representantes que San Martin envió, según Roel Pineda fueron “ el coronel Tomas
Guido y Don Juan García del Río el cual planteaba la necesidad de la independencia del
Perú y la instalación de una Monarquía Constitucional, inclusive toda la plana oficial
española bien podía servir con su mismo grado en el nuevo tipo de Estado, y los
comisionados por el virrey para representar en las negociaciones fueron el teniente de
navío Dionisio Capaz y el coronel Conde Villar de la Fuente, representante del Virrey
Joaquín de la Pezuela tenía como propuesta que el Perú siga siendo colonia de España, sin
embargo el Rey Fernando VII gobernaría al país en forma constitucional, eso significaba
una mayor cantidad de derechos y libertades para todos los súbditos españoles y
americanos.” (Roel Pineda, 1982: 175)
Las dos ideas eran contradictorias por lo tanto la Conferencia fue un fracaso, después del
fracaso de las conversaciones de Miraflores, San Martín se retiró a su cuartel en Huaura.
El 21 de octubre de 1820 el General José de San Martín crea la bandera del Perú.
El motín de Asnapuquio.
La respuesta y actitud mesurada y conciliadora del Virrey fue rechazada de plano por los
amotinados, quienes contestaron a esta nota dándole a Pezuela un plazo perentorio de
cuatro horas para renunciar. Pezuela al recibir e informarse de esta nueva nota, reunió a la
Junta de Generales, integrada por La Serna, La Mar, Llanos, Deliu y Vacaro. La Serna le
aconsejó renunciar, precisándole que al darle este consejo no le movía interés alguno,
pues él pasaría en breve a España. Pezuela ante tan crítica situación se veía en un callejón
sin salida y sin otra alternativa que la de renunciar. La Serna terminó por aceptar el
reemplazar a Pezuela como un gran sacrificio en la difícil misión de tratar de salvar el
virreinato. Lo cierto es que don José de La Serna se convirtió en el cuadragésimo y último
virrey del Perú no en contra de sus deseos y esperanzas, sino habiendo tomado parte en su
propio nombramiento.
El 9 de abril el virrey La Serna envió a San Martín una misiva invitándolo a abrir nuevas
negociaciones, para lo cual comisionados de ambos bandos se reunirían en la hacienda
Torre-Blanca. El día 15 San Martín dio respuesta a la invitación, solicitándole al virrey
que, por lo delicado del asunto, debería hacérselo saber en forma oficial, es decir mediante
oficio y no mediante una simple misiva personal. En vista de ello, el día 17 La Serna le
comunicó a San Martín que en su calidad de Presidente de la Junta de Pacificación lo
invitaba a entablar negociaciones de paz. San Martín respondió el 22, aceptando la
invitación, aunque objetando el lugar propuesto (hacienda de Torre-Blanca), manifestando
que las conferencias se podrían realizar bien en un barco surto en el Callao o en su defecto
en otro lugar que él designase. Se acordó que los diputados fuesen tres, más un secretario
sin voto, por cada una de las partes. Ellos se reunirían en la hacienda Punchauca, ubicada
en el valle del río Chillón, a escasas cinco leguas al norte de Lima.
Los patriotas eligieron como representantes a Tomás Guido, a Juan García del Río y a
Juan Ignacio La Rosa y, en calidad de secretario sin voto, a D. Fernando López Aldana,
todos los cuales recibieron precisas instrucciones de San Martín.
Los delegados realistas fueron don Manuel Abreu, Manuel de Llano y Nájera, Mariano
Galdeano y, en calidad de secretario sin voto, Francisco Moar.
Fue fijada como fecha de la entrevista el 2 de mayo de 1821. Sin embargo recién vino a
llevarse a cabo el día 4, debido a que los diputados realistas detuvieron su desplazamiento
cuando se percataron que guerrilleros de Canta hacían su aparición en Punchauca. El día 4
se llevó a cabo la primera sesión. Los diputados patriotas plantearon, como es lógico
suponer, el reconocimiento de la independencia. Los realistas, por su parte, al igual que en
anteriores oportunidades, propusieron como base de un acuerdo la jura de la constitución
española de 1812. El 23 de mayo, con el fin de trabajar con más confianza y armonía, se
firmó un armisticio en virtud del cual se suspendían las hostilidades por un periodo de
veinte días. Asimismo se acordó una entrevista personal entre La Serna y San Martín, en
la cual no se llegó a ningún acuerdo como lo afirma Contreras y Cueto al decir que “el
argentino, llego a ofrecer al virrey el gobierno provisorio del Perú, mientras España
despachaba un príncipe que quisiere hacernos suyos. Pero (…) la Serna termino
rechazando el plan, puesto que implicaba a fin de cuentas el reconocimiento de la
independencia del Perú.” (Contreras y Cueto, 2004: 54)
Se había acordado que cada uno de los dos jefes serían acompañados por sus respectivos
jefes de Estado Mayor, los Jefes Superiores, un ayudante de campo, un oficial de
ordenanza y cuatro soldados. El séquito de San Martín lo conformaban "los renombrados
coroneles Las Heras, Paroissien, Necochea; los tenientes coroneles Spry, Raulet y cuatro
ordenanzas.
Abreu relata que el primer día de junio San Martín lo visitó, por la tarde, y que le
comunicó que propondría como solución la formación de una regencia compuesta de tres
vocales. Esta regencia debería estar integrada por La Serna, en calidad de Presidente de la
misma; un vocal nombrado por el virrey y un tercer vocal designado por San Martín.
Asimismo propondría la unión de los dos ejércitos, así como la declaración de la
independencia. Producido este hecho San Martín viajaría a España para solicitar, a la
Corona, el nombramiento de un príncipe español, el cual sería ungido rey del Perú.
La entrevista entre La Serna y San Martín se llevó a cabo el día 2, por la tarde.
El día 8 d junio los diputados realistas presentaron la siguiente contrapuesta:
establecimiento de una junta provisoria de gobierno integrada por tres miembros, dos
nombrados por el Virrey y uno por San Martín; viaje a España tanto de La Serna como de
San Martín, y, en caso de no aceptarse esto, el virrey debía quedar como Presidente de la
Junta Provisoria, en tanto que San Martín seguiría al frente de su ejército; la Junta
gobernaría a nombre del rey de España; la línea divisoria entre uno y otro ejército sería el
río Chancay y luego la línea que pasara por el pueblo de Reyes. El día 9 de junio los
diputados de San Martín respondieron la citada propuesta, desechándola de plano por no
considerar para nada la independencia del Perú, que era el requisito medular de la
propuesta patriota.
Complementando la tesis anterior Durand Flores manifiesta que “San Martin fue recibido
en casa del Marqués de Montemira, después de la entrevista que tuvieron estos
personajes, en la que San Martín dejó señalado que sus pasos a seguir tendría siempre
como norte las decisiones del propio pueblo, San Martín se retiró a su cuartel de La
Legua. Al día siguiente, se trasladó a Lima y esta vez se estableció en el Palacio de
Gobierno a invitación del cabildo.
En las primeras horas del sábado 14, San martín, se dedicó a redactar un oficio dirigido al
cabildo limeño, documento de vital importancia porque ponía la suerte toda de la
expedición en la decisión del Ayuntamiento.” (Silva Santisteban, 1998: 24)
El Ayuntamiento limeño estaba presidido por don Isidro de Cortázar y Abarca, conde de
San Isidro. Al recibir el oficio de San Martín el conde de San Isidro reunió de inmediato a
sus regidores, acordando ellos que al día siguiente debería realizarse un cabildo abierto, el
cual decidiría la respuesta que se daría a San martín.
El tan esperado 15 de julio llegó. Los vecinos notables de Lima comenzaron a llegar al
cabildo y muy pronto la sala de sesiones estaba totalmente copada. Abierta la sesión se
comenzó a leer el oficio que San Martín había remitido al cabildo. Terminada la lectura
los asistentes fueron invitados a manifestar sus opiniones. Solicitó el uso de la palabra el
Dr. José de Arriz, destacado abogado, y catedrático de la Universidad de San Marcos,
quien en breve pero vibrante discurso expresó el sentir general de todos los asistentes y de
los limeños y peruanos en general. En pocas palabras expresó que la voluntad de Lima
estaba por la independencia y que por ello no había nada que deliberar, que era necesario
no dilatar más el tiempo de la declaración de la independencia. No hubo pues necesidad
de deliberación, pasándose de inmediato a la tarea de redactar el acta de la declaración de
la independencia. Fueron encargados para su redacción el mismo Dr. Arriz y don Manuel
Pérez de Tudela. Concluida su redacción, la sesión fue reabierta dándose de inmediato
lectura a la misma. Concluida la lectura comenzó la suscripción de la misma. El
ayuntamiento de inmediato hizo un traslado del acta a San Martín, enviándosela con un
oficio.
Refiriéndose a este día Franklin Pease sosotiene que “en Lima San Martin proclamó la
independencia el 15 de julio de 1821, y la juro con la población el 28 del mismo mes.”
(Franklin Pease, 2003: 79)
El 18 de julio San Martín remitió al Cabildo el diseño de la bandera que sería utilizada el
día de la proclamación de la independencia. Como el cabildo estaba encargado de todos
los preparativos para este acontecimiento, recibió con beneplácito esta nueva tarea, y de
inmediato pensaron no solo en su elaboración sino en la persona que tendría el altísimo
honor de portarlo en la citada fecha.
El 22 de julio San Martín rubricó el bando que fijaba oficialmente como fecha de
proclamación de la independencia del Perú el sábado 28 de julio. El bando fue
comunicado al vecindario limeño aquel mismo domingo 22, desde la Plaza Mayor, en la
forma tradicional usada para la lectura pública de los bandos.
Y el tan ansiado veintiocho de julio llegó. Los pobladores de Lima desde muy temprano
se fueron ubicando en la Plaza de Armas, lugar escogido para el solemne acto. En dicha
plaza se encontraba instalado un tabladillo, que al igual que el levantado en otras tres
plazas públicas donde se repetiría la proclamación, había sido construido por el maestro
de obras Jacinto Ortiz, por orden expresa del Ayuntamiento. A eso de las diez de la
mañana San Martín y su comitiva salieron de Palacio.
"El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los
pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende" Y batiendo el pendón bicolor
repitió muchas veces: "¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia! Palabras
estas "que como eco festivo resonaron en toda la plaza, entre el estrépito de los cañones,
el repique de todas las campanas de la ciudad, y las efusiones de alborozo universal que se
manifestaba de diversas maneras, y especialmente con arrojar desde el tablado y los
balcones, no solo medallas de plata con inscripciones que perpetúen la memoria de este
día, sino también toda la especie de monedas pródigamente derramadas por muchos
vecinos y señores, Concluido el acto de la proclamación en la Plaza Mayor, San Martín y
la comitiva se dirigieron a las otras plazas públicas programadas para repetirse el mismo
acto.”( Roel Pineda, 1982: 175)
En la noche del 28 el Cabildo limeño brindó una gran fiesta a todos los que habían
participado en el acto de la proclamación de la independencia. El recibimiento fue
extraordinario:
La asistencia de cuantos intervinieron en la proclamación de la mañana; el concurso
numeroso de los principales vecinos, la gala de las señoreas, la música, el baile, sobre
todo la presencia del libertador que se dejó ver allí mezclado entre todos con aquella
popularidad con que sabe cautivar los corazones, todo cooperaba a hacer resaltar más y
más el esplendor de solemnidad tan gloriosa.
El protectorado.
San Martín tuvo que tomar la decisión política de quedarse en el Perú porque a pesar de
los tres actos jurídicos reseñados, en la práctica esa independencia no era una realidad
debido a que el ejército realista permanecía intacto en la parte central y sur del Perú. La
tarea pendiente era, fundamentalmente, militar y política. Sin embargo, esto exigía una
decisión política: asumir el gobierno del naciente estado.
Chirinos Soto plantea que “el 3 de agosto de 1821 San Martin asume el mando supremo,
político y militar del Perú, bajo el título de Protector.” (Chirinos Soto, 1991: 34).
En cuanto a en su gobierno como protector Roel Pineda nos menciona lo siguiente: “San
Martin procedió a formar su gabinete ministerial con un definido tinte negociador y no de
guerra. Nombro tres ministros de estado de esta manera:
El Ministro de Estado y Relaciones Exteriores está encargado a don Juan García del Río,
secretario del despacho.
El de Hacienda al doctor don Hipólito Unanue; secretario del despacho." (Roel Pineda,
1982: 175)
El gobierno que instauró San Martín fue, en su más estricto sentido, una dictadura. La
ejercería de conformidad con el Estatuto Provisorio que fuera promulgado el 8 de octubre,
teniendo como objetivo el mejor régimen de los departamentos libres ínterin se establece
la constitución permanente del estado.
Debemos precisar que ya con anterioridad, más precisamente el 12 de febrero de 1821,
encontrándose en su Cuartel General den Huara, San Martín había promulgado un
reglamento Provisional, para establecer la demarcación del territorio que actualmente
ocupa el Ejército Libertador del Perú y la forma de administración que debe regir hasta
que se constituya una autoridad central por la voluntad de sus pueblos libres.
El Protectorado, a pesar de su corta duración, señala el período en el cual se inicia el
debate en torno a la forma de gobierno que debía adoptar el Perú independiente. de un
sistema monárquico constitucional.
San Martín era partidario del establecimiento del sistema monárquico constitucional para
los pueblos hispanoamericanos, según él en consideración al bajísimo nivel de
preparación política de los pueblos recién independizados, lo cual no hacía recomendable
la adopción del sistema republicano
San Martín trató de crear un ambiente propicio para el establecimiento de una monarquía
peruana de tipo constitucional. Prueba de lo dicho lo constituye el establecimiento de la
Orden del Sol, la creación de la Sociedad Patriótica y el acuerdo del Protector y de su
Consejo de Estado de traer de Europa un príncipe de una de las casas reinantes para
convertirlo en rey del Perú.
Así fueron sentadas las bases del nuevo Estado Peruano, sin embargo San Martín creó la
Sociedad Patriótica que tenía como objetivos claros el fomentar las ideas de lo
conveniente para el Perú de una Monarquía Constitucional. El Libertador Argentino
estaba seguro que los peruanos siempre apoyarían la imagen de un gobernante local con
autoridad, dudaba mucho del sistema republicano pues según su apreciación muy pocos
respetarían la democracia y se convertirían al final en una serie de guerras por el poder,
anarquía, caos y desorden.
La entrevista de Guayaquil.
Luego de la crisis fiscal y militar desatada en el territorio peruano recién liberado, San
Martín buscó en Bolívar una opción para derrotar a los realistas que seguían acantonados
en el Cuzco y dominando la serranía peruana.
En julio de 1822 se produjo el encuentro entre los dos generales en Guayaquil, el cual
duró cuatro días y en él parece haberse llegado a ningún acuerdo específico sobre las
acciones que se debían seguir para conseguir la completa independencia del Perú.
En ese sentido Roel Pineda manifiesta que “ en sus inicios, el dialogo giró en torno del
pedido de San Martín a bolívar para que le proporcionara refuerzos destinados al Perú , la
respuesta de bolívar fue que podía enviar al Perú un cuerpo de ejército con efectivos
equivalentes a la que enviare al gobierno peruano para la campaña .El protector le expresó
que tal cantidad de efectivos era muy corto para la campaña peruana de manera que vario
su pedido en el sentido de que el propio bolívar se trasladara al Perú y que San Martin
estaba dispuesto a servir bajo sus órdenes” (Roel Pineda, 1982: 284)
El caos posterior durante la presidencia de Torre Tagle y de Riva Agüero provocó que el
Congreso extendiera la invitación a Simón Bolívar para que ingresara con sus tropas en
territorio peruano. Reconociendo en esta invitación la mejor oportunidad para gobernar de
manera absoluta y sin competidores, Bolívar se dirigió hacia el Callao
El primer congreso constituyente.
Las acciones emprendidas por el Congreso contra las fuerzas realistas fracasaron, en las
llamadas campañas a los puertos intermedios. Se intentó dividir a las tropas realistas con
un ataque simultáneo de tropas peruanas y bonaerenses en el Alto Perú, sin éxito. En
octubre de 1822, tropas lideradas por Rudecindo Alvarado salieron a hacerle frente a La
Serna, quien no tuvo problemas en derrotarlos. Inclusive con las victorias parciales de
Miller, para inicios de 1823 la ofensiva había fracasado y concluido. Esta nueva crisis
provocó el primer golpe de estado de la historia republicana. El 26 de febrero los
generales del ejército, grupo que había adquirido grandes cantidades de poder y fueros,
obligaron al Congreso a designar como nuevo presidente del Perú a José de la Riva
Agüero.
CONCLUSIONES
Los días en que se desarrollo la proclamación de la independencia del
país y no debe quedar como unas fechas más, ya que estos días se dio
lograda solo por una persona ni mucho menos por un grupo aislado
personas que luchaban por una causa común la cual era la libertad.
de la democracia, y ciudadanía.
El General Don José de San Martín, gran patriota Argentino y