GUÍA PARA LA PREPARACIÓN DE LAS OPOSICIONES DE ENSEÑANZA SECUNDARIA
Es muy conveniente que el lugar de estudio no varíe continuamente, aunque tampoco
está mal cambiar de vez en cuando ese lugar, para que no se convierta en una referencia psicológicamente negativa en cuanto al cansancio. Es necesario no improvisar el estudio, sino que es imprescindible programar adecuada- mente tanto las horas como el material que va a ser objeto de estudio. Aunque el objetivo final consiste en aprobar la oposición, es necesario marcarse tareas a corto plazo. Por ejemplo, subrayar los temas, extraer valiosos resúmenes personalizados por cada cual, ejercitarse en los diferentes ejercicios prácticos que serán propuestos en la oposición, realizar mapas conceptuales de cada tema, hacer breves esquemas para memorizar, ejercitarse en la dicción para la exposición oral, controlar que sepamos verter en el tiempo del que disponemos todo lo esencial del tema, ya sean dos horas escribiendo o una hora hablando. Si estudiamos en solitario y sin preparador, convendría exponer los temas orales a alguna per- sona que, a ser posible, esté versada en el tema, con el fin de que nos oriente sobre posibles defectos en nuestras exposiciones (excesivo movimiento de las manos o los pies, hablar dema- siado rápido o demasiado lento, no controlar el tiempo real del que disponemos, etc.). Muchas veces nos preguntan a los preparadores de oposiciones cuánto tiempo hay que dedicar diariamente al estudio. La respuesta, como es obvio, nunca podrá ser unívoca, pues depende del bagaje intelectual previo del que se disponga (no es lo mismo, sirva como ejem- plo, una persona que se ha doctorado y que posee una disciplina metódica comprobada, que un chico que acaba de licenciarse o diplomarse), de la dificultad de la oposición concreta, del tiempo que podemos dedicar a la preparación (si trabajamos o estudiamos algo además de la oposición), de si dispone de todo el material necesario o tiene que perder su tiempo buscando información, etc. Lo usual, dicho sólo a título indicativo, es que se comience estudiando unas 4-5 horas diarias, hasta crear el adecuado hábito de estudio, para aumentar progresivamente el tiem- po, hasta llegar a unas 8-14 horas diarias de estudio, dependiendo de lo antedicho. Con los temarios que Editorial MAD ofrece nos ahorramos la tarea que, sin duda, hace perder más tiempo: buscar los materiales, leer libros que complementen un temario incom- pleto, completar temarios de baja calidad, etc.
Algunos consejos sobre hábitos y técnicas de estudio
Es evidente que cada cual tiene su propia forma de estudiar, sus técnicas de estudio y sus hábitos de trabajo intelectual. Pese a esto, abordar el estudio de una oposición implica 18 disponer de unas adecuadas técnicas de estudio, así como de sólidos hábitos de trabajo. ES NECESARIO, por tanto, habituarse a lo siguiente: — No estudiar más de dos horas consecutivas. Al menos en ese tiempo tenemos que hacer una pausa, para despejarnos, realizando ejercicios de estiramiento (espalda, lumbares, brazos, ojos, etc.).