Está en la página 1de 4

Ensayo

Asignatura:
Desarrollo social colombiano

Presenta:
Adriana Fernanda Cruz ID: 675978

Docente: anthony tonk sierra


NRC: 25447

Administración de Empresas
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Ibagué-Tolima
Introducción
En este ensayo se analizan diferentes factores sobre el capitalismo en el siglo XX. El
capitalismo es el sistema o régimen económico fundado en el predominio del capital como
elemento de producción y creador de riquezas, atreves de trabajadores asalariados el cual
se basa en el centralismo. También se denomina capitalismo o sociedad capitalista a todo
el orden social, político y jurídico originado en la civilización occidental y basado en aquel
sistema económico. El orden capitalista se distingue de los anteriores por su clase social y
por la regulación formal de las relaciones sociales mediante el contrato libre.

EL CAPITALISMO DE SIGLO XX
El capitalismo es un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas
de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante
complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Aunque tiene
sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno europeo; fue
evolucionando en distintas etapas, hasta considerarse establecido en la segunda mitad del
siglo XIX. Desde Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue
extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el
ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial, tras la cual se estableció un
nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al
capitalista.

Adam Smith, el filósofo del siglo XVIII padre de la economía moderna, “No es de la benevolencia
del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su
preocupación por sus propios intereses”. En una transacción de intercambio voluntario, ambas
partes tienen su propio interés en los resultados, pero ninguna puede obtener lo que quiere sin
tener en cuenta lo que quiere la otra. Es este autointerés racional lo que puede llevar a la
prosperidad económica.

Smith fue un gran crítico del trabajo esclavo, argumentando que cuando el trabajador observa que
una mayor y mejor labor redunda en su propio beneficio, será más productivo. Algo que, además,
se traducirá en una mayor creación de riqueza. Es decir, una mejora tanto individual como social,
pues la riqueza no es un juego de suma cero. La riqueza no está limitada. No es un árbol con un
número limitado de frutos al que el primero en llegar se queda todo. Es un concepto que se crea y
que no tiene más límite que la capacidad productiva de los que en ella participan.

Por otro lado, el británico John Maynard Keynes tiene unas de sus ideas en que la solución a la
demanda insuficiente sería el empleo de la política económica. Los gobiernos serían los
encargados de estimular la demanda. Concretamente, a través de la política fiscal (del empleo del
déficit público), de la política monetaria (intentando que bajasen los tipos de interés) y de la
política cambiaria (las devaluaciones o depreciaciones de la moneda). Keynes era claramente
partidario de la política fiscal. Pensaba que los consumidores consumían una proporción de la
renta de la que disponían (después de los impuestos). Ya que el gasto financiado con
endeudamiento público no reduce la renta de la que disponen los ciudadanos, el déficit público
conseguiría incrementar la demanda.

De igual manera el estadounidense Joseph Alois Schumpeter aporta esta teoría, El


desarrollo, en nuestro sentido, es un fenómeno característico totalmente diferente a lo
que puede ser observado en la corriente circular o en la tendencia al equilibrio. Es un
cambio espontáneo y discontinuo en los cauces de la corriente, alteraciones del equilibrio
que desplazan para siempre el estado de equilibrio existente con anterioridad. Nuestra
teoría del desarrollo no es sino el estudio de este fenómeno y los procesos que le
acompañan.
J. Schumpeter.
Según Schumpeter, el simple incremento o crecimiento acumulativo bien puede ser
explicado dentro del marco de la teoría neoclásica tradicional. Sin embargo, no es el
crecimiento sostenido y regular de carácter aditivo el que constituye la verdadera
naturaleza del capitalismo. Por su esencia, el capitalismo es discontinuidad, alteración,
novedad, reducción constante de todos los parámetros a variables. Por ello, nuestro autor
considera la construcción teórica neoclásica como insuficiente o incluso, en ciertos casos,
desorientadora.

El capitalismo real está caracterizado por procesos que imposibilitan constantemente la


competencia perfecta, basada, entre otras cosas, en la transparencia del sistema, es decir,
en la información gratuita e inmediata, y en el libre ingreso a todas las esferas
productivas. Estos hechos son por cierto reconocidos en la teoría neoclásica, pero son
tratados como imperfecciones que afectan negativamente la eficacia del sistema de
precios y, con ello, a la eficiencia de la distribución de los recursos productivos. Para
Schumpeter, por el contrario, no se trata de imperfecciones que conducirán a un uso no
óptimo de los recursos sino del motor mismo que propulsa el excepcional progreso
tecnológico-productivo que distingue al sistema capitalista

También podría gustarte