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Políticos y eclesiásticos

ante el syllabus de Pio IX


ELEMENTOS DE NUESTRA HISTORIA

Vicente Durán Casas, S.J.•

Introducción Don Miguel Antonio Caro, funda-


mentándose en el Syllabus, reclama-
El 8 de diciembre de 1864 el ba en 1871 que el Papa era el jefe
Papa Pío IX firmó un documento de su propio partido político, por
que con el nombre de Syllabus le su parte, el escritor liberal don José
fue enviado a todos los obispos del María Samper escribía en 1873
mundo católico. Allí condenaba el que el Syllabus no era ni podía ser
pontífice todos los errores de la el programa de ningún partido.
época, y entre ellos estaba lo que
el mismo documento definía como Los mismos obispos se dividie-
'el liberalismo actual'. El Syllabus ron al respecto. Durante el segundo
debía ser aplicado con prudencia, Concilio Provincial Neogranadino,
pero en últimas, debía ser aplicado. entre 1873 y 1874, la unidad del
episcopado se vió resquebrajada res-
Su aplicación no fue nada fácil. pecto a la aplicación del SyIlabus
Tanto en Europa como en Colom- sobre la ley de instrucción pública.
bia sucitó controversias y fue oca- El Arzobispo de Bogotá, Vicente
sión de disputas teológico-políticas Arbeláez, habría de ser denunciado
al interior y por fuera de la Iglesia. ante Roma por contemporizar con

• Profesor en la Facultad de Filosofía, Universidad Javeriana; Alumno del ciclo básico, Facultad de
Teología. Bogotá.

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los liberales. La defensa de este, lo que históricamente hizo. Cree-
precisamente, habría de fundamen- mos, por otra parte, que el lugar de
tarse en el mismo Syllabus. las realizaciones es el más adecua-
do para redescubrir las verdaderas
El asunto traspasó las barreras intenciones.
del siglo XIX. En 1895 escribía
Rafael María Carrasquilla: el que es Finalmente, somos conscientes
liberal, no es buen católico. Y en de no cumplir con todos los requi-
1912 se defendía Rafael Uribe Uri- sitos metodológicos que la ciencia
be medianw su obra De cómo el histórica le impone a la estricta
Liberalismo Político Colombiano investigación del pasado. Con ello,
no es Pecado ... limitamos nuestras pretensiones y
objetivos al limitado y problemá-
El asunto había llegado a extre- tico campo de lo sugerente. Que
mos que hoy en día nos conmue- sirvan o no, para iluminar aunque
ven. El Arzobispo de Bogotá incita- sea mínimamente nuestra actuali-
do a colocarse a la cabeza de las dad eclesiológica, es cosa que el
guerrillas conservadoras de Guasca amable lector hal?rá de puntualizar.
en 1874. Un sacerdote de Medellín
que reconoce haber bautizado niños
a los cuales se les había negado el lo ¿QUE ES EL SYLLABUS?
bautizo por ser hijos de liberales.
Un escritor liberal que se ve en la "Sacado de varias alocusiones,
necesidad de explicar por qué era encíclicas y cartas de Pío IX, y pu-
posible al mismo tiempo ser creyen- blicado, juntamente con la bula
te y amigo del progreso humano. Quanta Cura, el 8 de diciembre de
Un liberalismo que al mismo tiem- 1864"}, el Syllabus es un compen-
po que declara la libertad religiosa, dio o "colección de los errores
le impone la guerra a la iglesia. modernos,,2 que fue escrito para
"ser enviado a todos los obispos del
El presente artículo quiere desta- orbe católico, por el que los mismos
car precisamente el conflicto que obispos puedan tener ante los ojos
generó la aplicación del Syllabus en todos los errores y perniciosas doc-
Colombia, especialmente durante trinas que por el mismo han sido
la segunda mitad del siglo pasado. reprobadas y proscritas .. 3 •
Hemos dejado a un lado el aspecto
doctrinal mismo. Eso sería materia Se trata, pues, de un compendio
para otra investigación... Lo que la de actas de Pío IX. Todo lo que en
Iglesia haya pretendido con este im- él se condena y proscribe tiene su
portante documento es cosa que no fundamento doctrinal en documen-
nos ocupa. Nos fijamos, eso sí, en tos pontificios del propio Papa

(1) Dz. 1969. Ver el texto completo del Syllabus, en Dz, 1700-1780.
(2) Idem.
(3) Carta del Cardenal!. Antonelli a todos los obispos, Dz. p.405.

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Pío IX, como lo son cartas encícli- sus relaciones con la Iglesia). Y si a
cas, alocuciones y documentos par- estas proposiciones añadimos las del
ticulares. Se puede afirmar, por tan- apartado X (relativas al liberalismo
to, que el Syllabus expresa verda- actual), nos resulta que la mayoría
deramente el pensamiento del Ro- de las proposiciones del Syllabus se
mano Pontífice respecto de los refieren a las relaciones entre la
temas que trata" . sociedad civil y la Iglesia.
Son en total 80 propOSlClones No siendo nuestro objetivo el es-
que se condenan, y que agrupadas tudio del Syllabus desde el punto
en 10 apartados temáticos, consti- de vista doctrinal, sino desde la
tuyen una unidad completa. Vea- influencia que pudo haber tenido
mos cuáles son esos temas: dentro de nuestra historia política
y religiosa, remitimos al magnífico
1. Panteismo, naturalismo y ra- estudio doctrinal de John Courtney
cionalismo absoluto. Murray s.j.: Vers une intelligence
11. Racionalismo Moderado. du développement de la doctrine
111. Indiferentismo, latitudinaris- de L 'Eglise sur la liberté Religieuse
mo. (París, Editions du Cerf, 1967).
IV. Socialismo, comunismo, socie-
dades secretas, sociedades bí- Lo que sí nos resulta ineludible
blicas, sociedades clerico-libe- es descubir el contexto histórico
rales. dentro del cual se produjo el Sylla-
V. Errores sobre la Iglesia y sus bus. A partir de 1848 la controver-
derechos. sia intelectual y política entre libe-
VI. Errores sobre la sociedad civil, ralismo y catolicismo se fue polari-
considerada en sí misma, y en zando progresivamente y en forma
sus relaciones con la Iglesia. paralela a como se desarrollaban los
VII. Errores sobre la ética natural y acontecimientos políticos en el
cristiana. mundo entero, pero particularmen-
VlIl.Errores sobre el matrimonio te en Europa. En 1863, durante el
cristiano. congreso de católicos belgas en
IX. Errores sobre el principado Malinas, los católicos liberales,
civil del Romano Pontífice. encabezados por Montalembert,
X. Errores relativos al liberalismo afirmaban no solo la no contradic-
actual. ción entre el catolicismo y las ideas
liberales del momento, sino que
De las 80 proposiciones condena- llegaron incluso a denunciar cierta
das, 37 (el 46%) están en los dos vinculación existente entre la Iglesia
apartados temáticos V y VI (sobre y las ya decadentes monarquías
la iglesia y sus derechos; y sobre europeas y denunciaban estas alian-
la sociedad civil, en sí misma y en zas como inconvenientes tanto teo-

(4) Dz. 1700.

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lógica como políticamente. Resulta naclOn, así como el Santo Oficio y
más que sugestivo el título con el no pocos cardenales"q.
cual publicaron el discurso de
Montalembert en Malinas: L 'Eglise
libre dans l'Etat libre. Su autor fue De esta forma se produjeron la
acusado ante Roma, y como pro- encíclica Quanta Cura y el célebre
ducto de esta situación, el Papa Pío Syllabus, fechados ambos el 8 de
IX encomendó al Cardenal Antone- diciembre de 1864; el Papa conde-
lli le escribiera una carta al propio naba: "en términos en que se sentía
Montalembert desautorizándolo, y por momentos vibrar la indigna-
anunciándole una inminente decla- ción, los principales errores moder-
ración papal condenando en "forma nos"IO, tales como el racionalismo,
menos discreta las doctrinas libera- el galicanismo, el economicismo
les" s . y el naturalismo. Pero -anota
Aubert-·- "la encíclica Quanta Cura,
Este acontecimiento no fue un protegida por su estilo solemne,
hecho aislado: en Italia se había apenas atrajo la atención fuera de
parcializado la controversia en los medios eclesiásticos. Por otra
torno al catolicismo, el liberalismo parte, seguía completamente al
y la unidad nacional de Italia 6 ; en Syllabus, en el que las mismas
Alemania se desarrolló en tomo a doctrinas habían sido formuladas
la libertad científica respecto de la de una manera decidida y breve,
teología 7 ; "también en Inglaterra fácilmente accesible al gran público.
se entablaron discusiones acerca de Quizas nunca un documento ponti-
la libertad intelectual del cató- ficio habla levantado una emoción
lico"8. análoga "1 l. Las reacciones que el
Syllabus produjo en Europa fueron
El asunto del liberalismo estaba, inmensas y con trascendentes. Lo
como vemos, muy agitado, y se que más nos interesa por ahora,
requería alguna manifestación ex- sería afirmar que este clima de
plícita por parte de Roma. Las tensión dentro del cual se dió a luz
presiones sobre el Pontífice, sobre el Syllabus, de alguna manera se
todo desde el ala conservadora, vivía también en los jóvenes países
para lograr una condenación explí- latinoamericanos que, como Colom-
cita del liberalismo, no fueron bia, poseían un liberalismo enfren-
pocas: "Los obispos ultramontanos tado a la Iglesia, si bien en forma
de Francia reclamaban una conde- bastante peculiar no por ello podría

(5) Aubert, R., pg. 278 y ss.


(6) Cfr. Landogna, F. Saggio sul cattolicesimo liberale in Italia nel seco XIX, Livorno 1925.
(7) Cfr. Schnabel, F. Deutsch Geschichte im XIX Jahrhundert, T. IV: Die rellgiose Kriifte.
(S) Aubert, p. 269.
(9) Aubert, p. 27S.
(10) Idem.
(11) Aubert, pg. 280. El subrayado es nuestro.

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considerársele menos afectado por tradicción alguna entre una creen-
la tensión político-religiosa' 2 • cia y una opinión que me hacen
amar a Dios y al hombre; recono-
cer la justicia en la religión y en la
11. EL CONTEXTO COLOMBIANO libertad; solicitar el progreso de mi
alma y de todas las almas en su
En su libro "Los partidos en Co- marcha ascendente hacia Dios en la
lombia" (Bogotá, Imprenta de eternidad, y el progreso de todas las
Echavarría Hermanos, 1873), escri- fuerzas humanas en su tendencia
be don José María Samper: "No! necesaria hacia el bienestar, que es
El Syllabus no es ni puede ser pro- la justicia de Dios en la tierra" 14 .
grama de un partido político, ni
regla de criterio filosófico, ni es ni Cómo es posible, nos pregunta-
puede ser la Constitución de ningún mos nosotros, que a escasos nueve
pueblo libre o la norma de la años desde la publicación y procla-
política en ninguna sociedad inde- mación del Syllabus, haya habido
pendiente ... El Syllabus es, por el en Colombia un rechazo tan explí-
contrario, un acto político ... ejecu- cito del mismo desde el punto de
tado como protesta contra las ins- vista político, mientras que por
tituciones de muchos pueblos y otra parte no se hallaba incompa-
contra el espíritu político del siglo tibilidad alguna entre ese rechazo y
XIX ... , contra todos los gobiernos la militancia activa y consciente
liberales que reconocen o admiten dentro de las filas de la Iglesia
la libertad religiosa, la libertad de católica? Responder in extenso a
la prensa y de la enseñanza y todas esta pregunta es lo que motiva el
las demás libertades preconizadas presente estudio. Pero para poder-
por la razón humana y justificadas lo lograr necesitamos recordar, aun-
por el progreso moderno"13. que sea mínimamente, el contexto
socio político y religioso de nues-
El mismo Samper, escribía en tro país en la época a la que nos
carta personal a don Diógenes A. referimos.
Arrieta el 7 de noviembre de 1873.
El proceso de liberalización y pro-
"Creo, y creo en toda mi alma; gresivo laicismo de Colombia estaba
amo, y amo con todo el corazón. llegando a su climax simultánea-
Como creyente y como amante, mente con la radicalización del li-
soy tan religioso como liberal; y beral-catolicismo europeo. En
no puedo comprender, es cosa que 1863, mientras Montalembert pro-
no me entra en el cerebro, que haya clamaba sus tesis católico-liberales
incompatibilidad, desarmonía, con- en Malinas, en Colombia (Los Esta-

(12) Para un estudio del Syllabus, desde un punto de vista puramente histórico, Cfr. G. Martina: La
Iglesia, de Lutero a nuestros días, Vol. 111: época del liberalismo, cap. V, El Syllabus de Pio IX,
pgs. 203-226. Ediciones Cristiandad, Madrid, 1974.
(13) Samper, pg.97.
(14) Samper, pg. 123.

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dos Unidos de Colombia) se realiza- mo, delante y a pesar de aquella
ba la Convención de Rionegro, libe- Constitución (de Rionegro) que
ral por excelencia, y que habría de reconoce la libertad y seguridad de
darle a la Nación una nueva y con- todas las manifestaciones de la vida
trovertida Constitución Política humana, por el mismo hecho se
cuyas principales características confiesa impotente para coexistir
fueron su federalismo extremo y con una imperiosa necesidad de los
su carácter laico, e incluso anticle- colombianos: la religión" 16 •
rical. Según afirma el mismo Mos-
quera, no era persecución religiosa El historiador Fernán González
sino despolitización partidista de la resume así este momento de nues-
Iglesia, como lo manifiesta en carta tra historia especialmente en cuanto
a Pío IX, fechada e115 de enero de al asunto religioso se refiere: "la
1862 en Facatativá: "El gobierno convención de Rionegro elimina el
de Colombia no pretende, ni sus nombre de Dios como encabeza-
actuales magistrados, que somos miento de la Constitución Nacio-
católicos, podemos desear otra cosa nal, determina que las comunidades
sino que se conserve la unidad de religiosas son incapaces de poseer
la Iglesia sin intervención del poder bienes raíces y prohibe fundacio-
público; pero al mismo tiempo nes, mandos, legados y fideicomi-
exigimos que los eclesiásticos no se sos; decreta la libertad de religión
mezclen en la cosa pública, porque mientras no se ejecuten hechos
es desnaturalizar una institución incompatibles con la paz o la sobe-
divina haciéndola depender del ran ía nacional, e instituye la inspec-
triunfo de un partido político, que ción o intuición de cultos. Además,
no quiere sino el pretexto de la convención de Rionegro impuso
llamarse defensor de la religión, a los ministrros del clero católico
para apoderarse del gobierno y la exigencia del juramento de obe-
tener por instrumentos a los obis- diencia a la Constitución y le-
pos y sacerdotes" 1 S • yes .. 17 • La tensión anticlerical
dominó el ambiente de la Conven-
Pero el hecho es que sí hubo ción, pero no se trataba de una afir-
persecuciones religiosas contra la mación doctrinaria del ateismo
Iglesia Católica, contra las comuni- cuanto de un rechazo colectivo al
dades religiosas y contra las perso- clericalismo como fenómeno polí-
nas clericales. El mismo Samper tico. Decía ante la convención el
parece reconocerlo: "si el liberalis- orador liberal José María Rojas
mo le declara la guerra al catoliciSc: Garrido: "Señores: la causa del par-

(151 Mosquera Tomás Cipriano, carta a Pío IX, en Los Radicales del siglo XIX, escritos políticos. El
Ancora editores, Bogotá 1984, pg. 93.
(161 Samper, op. cit. pg. 147.
(171 González Fernán. La reorganización de la Iglesia ante el Estado Liberal Colombiano (1850·1886),
en Historia General de la Iglesia en América Latina, Vol. VII: CEHILA . Ediciones Sígueme,
Salamanca 1981, pg. 369.

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tido conservador es solidaria en el Don Felix Sardá y Salvany, direc-
mundo; pero la causa del partido tor de la Revista Popular de Barce-
liberal también lo es: si Roma tiene lona, publicó en esa misma ciudad
aquí sus soldados entre los fanáti- una pequeña pero muy significativa
cos, la libertad de Italia también obra bajo el sugestivo título El
cuenta con los suyos en el partido Liberalismo es Pecado, en el año
liberal de Colombia"18. 1884, es decir, 20 años después de
la proclamación del Syllabus.
En este contexto, pues, de ten-
sión político-religiosa se recibió el Para el P. Sardá, -a quien su
Syllabus. Hay que decir, sin embar- colega en el ministerio el P. Antio-
go, que hubo liberales -incluso del queño Baltasar Vélez llama Carlis-
sector radical-, que como don ta-, todo el liberalismo, tanto el
Santiago Pérez entendían menos filosófico como el político están
apasionadamente él conflicto reli- explícita y formalmente condena-
gioso: "Convencido radical y fervo- dos por la Iglesia: "el liberalismo,
roso católico, intentó con su vida y en todos sus grados y aspectos ha
sus ideas resolver el conflicto entre sido formalmente condenado. Así
los dos poderes distinguiendo entre que además de las razones de mali-
el fuero de la conciencia individual cia intrínseca que le hacen malo y
y el fuero público del estado"19. criminal, tiene para todo fiel cató-
lico la suprema y definitiva decla-
raClOn de la Iglesia, que como a
III. LOS CONSERVADORES y EL tal lo ha juzgado y anatematiza-
SYLLABUS do,,2o. En el capítulo XI de su
libro, Sardá trata sobre "la última
La apropiación del Syllabus por y más solemne condenación del li-
parte de los sectores conservadores beralismo por medio del Sylla-
se realizó en todos los niveles y bus .. 21 . Define el Syllabus como un
en casi todos los países. Escritores catálogo oficial de los principales
como Donoso Cortés, Veuillot, errores contemporáneos, en forma
Sardá y Salvan y nos lo confirman. de proposiciones concretas tales
Para no detemos demasiado en el como se encuentran en los autores
estudio de los intelectuales conser- más conocidos que los proclama-
vadores nos vamos a limitar a expo- ron. En ellas se encuentran, pues
ner, aunque brevemente, los puntos todas las que constituyen el dogma-
fundamentales en torno a los cuales tismo liberal", pero reconoce al
giraba la interpretación cuasi-ultra- mismo tiempo que "aunque en una
montana del SyIlabus, tanto en sola de sus proposiciones se nombra
Europa, como en Colombia. Co- al liberalismo, lo cierto es que la
mencemos por Sardá. mayor parte de los errores allí

(18) Los Radicales del siglo XIX, El Ancora Editores: Bogotá 1984, pg. 122.
(19) González, pg. 373.
(20) Sardá y SallAany, Félix. El Liberalismo es Pecado: Barcelona, octava edición, 1907. Pg. 34.
(21) Sardá, pg. 39.

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sacados a la picota son errores libe- mata haciendo revoluciones, por
rales, y por tanto de la condenación eso las condenaciones del decálogo
separada de cada uno, resulta la se han hecho extensivas a la prensa
condenación total del sistema ,,22 . impía. y a la desamortización ofi-
Enumera a continuación el P. Sardá cial, y a las revoluciones comunis-
todas las tesis que su juicio condena tas, etc. El Syllabus -continúa el
el Syllabus: la libertad de cultos, señor Caro-, es el decálogo aplica-
la desamortización, la supremacía do a la nueva y gigantesca forma
del estado, el laicasismo en la ense- que ha tomado la libertad del mal
nanza, la separación Iglesia-Estado, en las sociedades modernas. Esa
la no intervención, el matrimonio libertad del mal -concluye el señor
civil, la libertad de imprenta, el Caro-, es la esencia del liberalismo,
sufragio universal, etc. A todo esto, y la libertad del bien, que es la
según el P. Sardá, se oponía la Igle- libertad que Dios ama, es la libertad
sia mediante el Syllabus. que lleva en sí el catolicismo"23.

Ahora, ¿es esto un malabarismo


No es este el lugar para realizar intelectual desentendido del juego
un análisis y una crítica ponderada de los partidos en busca del poder?
de la obra de Sardá. Nos basta por Creemos que no, ya que lo que
ahora señalar que conduce a sus pretende el señor Caro es anatema-
simpatizantes -los católicos- a tizar al partido liberal: "elliberalis-
aliarse casi que necesariamente con mo, negando el origen divino del
los conservadores en contra de todo poder (liberalismo filosófico) y los
partido que se reconozca como deberes del gobierno para con Dios
liberal. Pero como veremos en (liberalismo filosófico-político)
seguida, ya en Colombia se le hab ía hace soberanos e irresponsables a
adelantado al P. Sardá, el ilustre los parlamentos, y un parlamento
escritor, poeta, político, católico, soberano e irresponsable es una
conservador don Miguel Antonio dominación absoluta. Los liberales
Caro. creen que ellos, estando en mayoría
en el congreso pueden hacer lo que
En efecto, el 30 de octubre de quieran (liberalismo político-parti-
1873 escribía el Señor Caro: "El dista),,24.
liberalismo está condenado no sólo
en el SyUabus, sino, muchos años Pero no se limitaba el señor Caro
antes, en el Decálogo: allí se con- a condenar teológicamente el libera-
dena la libertad de mentir, de lismo mediante el fastidioso estilo
robar, de matar, etc., y como hoy de la prosa, sino que como buen
se miente publicando funestos erro- bardo nos dejó una condenación
res, y se roba desamortizando, y se poética:

(22) Sardá, pg. 40.


(23) Caro Miguel Antonio, Obras: Instituto Caro y Cuervo, Bogotá 1962. Vol. 1, pg. 905. Original-
mente en El Tradicionista, Bogotá, Num. 242, pgs. 1088 y 1089.
(24) Caro, pg. 905.

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"Genio opuesto al sacrílego ración del Concilio Vaticano I acer-
gigante, con elocuente voz, grave ca de la infalibilidad del Papa:
semblante, se alza el catolicismo: "Vino enseguida el Concilio Vatica-
no y con su decisión inapelable san-
Recordad, Españoles, vuestra his- cionó el dogma de la infalibilidad
toria; Vuestra herencia de Fe del Pontífice, con lo cual el Sylla-
prenda es de gloria; luego, ved bus ha quedado incorporado a los
el abismo!,,25. canones de la Fe Católica, y el Par-
tido Católico en las legiones de la
La audacia teológica del Señor Iglesia "26.
Caro llegó mucho más lejos. Había
visto, ya en 1871, que para comba- Declaración tan radical tuvo que
tir al liberalismo no era suficiente levantar polémica y disgusto dentro
apoyarse en la Iglesia y en sus docu- del sector católico-liberal 27 • En efec-
mentos oficiales; como buen políti- to, dos meses después del citado edi-
co necesitaba de una organización torial, el mismo (director del Tradi-
partidista que lo apoyara, y para cionista) se refería a esta polémica:
lograrlo había fundado el Partido "Al determinar nosotros el Partido
Católico. Decía el editorial de El Católico de Colombia, lejos de que-
Tradicionista, el 21 de noviembre rer degradar a la Iglesia, mezclán-
de 1871, acerca de la formación dola en asuntos materiales, lo que
del citado Partido: "El Partido hemos pretendido es ennoblecer la
Católico es la Iglesia militante en política conservadora despojándola
el orden social y político. El Jefe de todo lo accesorio, de todo lo
de este Partido es el jefe mismo de nocivo, de todo lo personal, eleván-
la Iglesia, el inmortal P,O IX, el dola al rango de escuela tradiciona-
excepcional Papa que... ha conde- lista. depositaria de verdades inmor-
nado desde su cátedra infalible el tales .... 28 •
liberalismo, el estado anormal de
las sociedades producto del libera- y ante la declaración -justa, por
lismo y que el liberalismo apellida cierto- de que el Syllabus no podía
'civilización moderna'. La Santidad convertirse en programa de ningún
de Pío IX no solo ha anatematizado partido por carecer de elementos de
el error sino que se ha dignado for- lo que hoy llamaríamos ciencias so-
mular en el Syllabus el programa ciales, necesarias para gobernar
filosófico y político del Partido científicamente la sociedad, decía
Católico". Y continúa el editorialis- el periodista católico: "Nosotros no
ta, aprovechando la reciente decla- creemos, ni nadie ha creído, que el

(25) Caro, M.A. La Unidad Católica y la Pluralidad de Cultos, Bogotá: Imprenta de Echavarrla Hnos.,
1869. ps. 8.
(26) El Tradicionista, Bogotá, No. 3,21 de nov. de 1871, pg. 22. Los subrayadas son nuestros.
(27) Cfr. los periódicos liberales de la época, especialmente La Ilustración y el Diario de Cundina·
marca.
(28) El Tradicionista, enero 23 de 1872, No. 97, pg. 96.

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SyIlabus sea un tratado completo contemporizar con y ser amigo de,
de derecho; pero sí estamos conven- los que aquí se llaman 'gratuitos
cidos, con el orbe católico. que en enemigos': los liberales. Y todo por-
ese inmortal documento están con- que el prelado, se negó a que el
signados todos los errores causantes clero se aliara con un sector -el
de las calamidades sociales. Al Sy- duro·- del Partido Conservador. Los
Ilabus, dicen los señores de El mismos periodistas serían los acu-
Tradicionista, lo contemplamos sadores del Arzobispo.
como materia dogmática, pero al
mismo tiempo y por consecuencia IV. ¿OTROS CONSERV ADORES
necesaria, como materia práctica y y OTRO SYLLABUS?
eficazmente práctica ..29 •
Algunos años después de los
No se había realizado. por aquel acontecimientos que acabamos de
entonces (1872) el segundo Conci- relatar brevemente algunos conser-
lio Provincial Neogranadino (1873- vadores se referían en forma crítica
74) donde habría de palparse la a la manera como habían enfrenta-
contradicción entre el Arzobispo de do el conflicto político-religioso.
Bogotá y estos periodistas católicos. Nos situamos ahora a finales del
Era lógico, entonces, que se creyera siglo XIX, en 1897, con el fin de
que detrás de El Tradicionista que sean los mismos autores -pe-
estaba la Jerarquía de la Iglesia. Así riodistas, clérigos- del conservatis-
lo había manifestado La Ilustración mo los que hagan un primer balance
el 8 de febrero. a lo cual respondió crítico de la situación. Así la vieron
con ironía: "Tenemos buenas razo- antes de concluir el siglo.
nes para creer que el señor Arzo-
bispo [ Vicente Arbeláez 1 aprueba "De políticos tornáronse en reli-
los principios y la conducta de El gionarios", decía don Carlos Martí-
Tradicionista; pero él, sabedor de nez Silva en su famoso artículo
la refinada y vigilante malicia de Puente sobre el Abismo 31 , al refe-
sus gratuitos enemigos, no auxilia rirse a sus históricos copartidarios.
con fondos a la Empresa, mucho y va más lejos cuando evalúa la
menos invirtiendo en este objeto situación desde la época de la revo-
los proventos de las contribuciones lución de Mosquera en 1860: "Alzó
eclesiásticas,,3o. entonces el liberal. como pendón de
guerra, e insignia de gobierno, la
La cita anterior es irónica: no persecución oficial a las prácticas, al
habrán transcurrido dos años desde culto. a los ministros y a las institu-
este editorial y el Arzobispo de ciones de la religión católica en
Bogotá habría de ser acusado de Colombia; y como era natural tam-

(29) Idem. El subrayada es nuestro.


(30) El Tradicionista, febo 13 de 1872, pg. 120. El subrayado es nuestro.
(31) Martl'nez Silva Carlos, Puente sobre el Abismo; Repertorio Colombiano, XV, 2, pgs. 105·122.
Bogotá, 1897. pg. 107.

92 POLlTICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


bién, el partido conservador, venci- mejor de esto, es que olvidamos esas
do. pero no humillado, dió al olvido prédicas cuando los liberales nos
las cuestiones meramente políticas pagan misas, responsos, entierros,
y se asiló en la bandera religiosa, primicias. etc ..,. entonces ya no
con el doble entusiasmo que inspi- están excomulgados esos masones,
ran siempre las causas perseguidoras esos herejes, esos rojos bandidos ...
y las creencias que arraigan allá en esos ... (detente pluma!) "35.
lo más hondo de las conciencias"32.
No se limita nuestro clérigo de
El Partido Conservador estaba, Medellín a relatar lo que ha visto y
pues, 'asilado en la bandera religio- o ído. pues sabe muy bien que el
sa', si hemos de creer a Martínez asunto tiene -por difícil que hoy
Silva; ese asilo, a su vez, quiso con- nos parezca- su justificación polí-
vertirse en gobierno y manipula- tica. Dice el Padre Vélez: "Ni el
ción: "Los periódicos conservado- Syllabus, ni autor alguno respeta-
res, por su parte, no soltaban los ble, han condenado el liberalismo
temas teológicos y no contentos puramente político o republicano,
con rechazar el ataque, se alzaban a lo menos en nombre de la Igle-
a veces a mayores tratando de sia,,36.
ponerles la pauta a los mismos pre-
lados de la Iglesia "33 . Para el P. Vélez. lo mismo que
para nosotros hoy, resulta incom-
Más pastoral que política, pero prensible que la Iglesia haya acepta-
no por ello menos crítica, es la do el liberalismo en otras naciones,
visión que del mismo problema tie- por eso nos aclara: "este liberalismo
ne el Padre Baltasar Vélez 34 . En político lo profesan en masa en
carta de respuesta al artículo antes Inglaterra, Bélgica, la gran Repúbli-
citado de Martínez Silva, fechada ca Norteamericana, y las naciones
el 26 de mayo de 1897, reconoce: todas de la América Española,
"yo he bautizado niños de cuatro inclusive los Cubanos, la República
o más años. a quienes se les había Francesa, la confederación Helvéti-
rehusado el sacramento sólo por ser ca y todos los pueblos civiliza-
hijos de liberales, o por haberles dos .. 37 •
nombrado padrinos liberales .... y he
absuelto a muchas mujeres que ¿En qué quedamos, pues, respec-
hacía largos años no se confesaban, to del libro del P. Sardá? La res-
porque su cura les negaba la absolu- puesta la dejamos abierta, si bien
ción por liberales". Y añade: "lo nos inclinamos a pensar que, o se

(321 Martinez pg. 106. El subrayado es nuestro.


(331 Martinez, pg. 111. El subrayado es nuestro.
(341 Vicario de la Diócesis de Medell(n, autor del libro Descubrimiento Precolombino de la América,
París 1894.
(351 Los Intransigentes, Repertorio Colombiano, Vol XVI, 3, Bogotá 1897, pgs. 184-212. pg. 190.
(361 Vélez, pg. 18S. El subrayado es bastardilla en el original.
(371 Vélez, pg. 186.

VICENTE DURAN CASAS. S.J. 93


trata de otro Syllabus .... lo cual es y acusación ante Roma por parte
difícil, o se ha puesto de manifiesto del sector más duro del conserva-
la utilización que del documento tismo, tanto laical como clerical.
pontificio han hecho tanto escrito-
res europeos como colombianos Lo primero que tuvo que enfren-
con no muy claras intenciones. tar el nuevo Arzobispo Metropoli-
Dice, para terminar, el Padre Vélez: tano fue la preparación y realiza-
"El Carlista Sardá y Salvan y escri- ción del Primer Concilio Provincial
bió un opúsculo intitulado El libe- Neogranadin0 40 . Si bien este conci-
ralismo es Pecado, que es el escán- lio no hace mención explícita del
dalo de los liberales en todas partes, SyIlabus (a cinco años de distancia)
y la ganga, la mina más rica y explo- a fin de fundamentar en él las múl-
table para ciertos conservadores de tiples condenaciones que contiene.
por acá, que discurren así: -si ser sí se mueve dentro del mismo uni-
liberal es pecado- ser conservador verso ideológico. Respecto al SyIla-
es virtud,,:f8. bus, el silencio de este concilio se
explique. es verosimil. tanto por la
prudencia que siempre distinguió
V. EL PROFETA ARZOBISPO: a Monseñor Arbeláez, como por el
MONSEÑOR VICENTE ARBE- hecho sumamente peligroso que sig-
LAEZ nificaba para los obispos, que recién
volvían del exilio, el hacer una con-
El Arzobispo de Bogotá Antonio denación explícita del liberalismo.
Herrán, falleció en Villeta el 6 de en ese entonces gobernante.
febrero de 1868, e inmediatamente
le sucedió su auxiliar y coadjutor En cuanto a la educación de la
Vicente Arbeláez. Era de origen juventud, dice el Concilio: "Anda-
antioqueño, y había estado dos mos por no separarnos de las dispo-
veces en el exilio por haberse nega- sicones de la Iglesia y mirar con
do a aceptar imposiciones guber- todo cuidado. trabajo y diligencia
namentales que, a su juicio. reñían por la educación pública ... , inspec-
con su ministerio episcopal. No fue cionar acerca de la ortodoxia de los
muy bien acogido en Bogotá, pues maestros, someter al más extricto
"algunos comentarios de la prensa examen los textos que se empleen
capitalina, nos muestran que el para enseñar las ciencias. recomen-
nuevo Arzobispo no tuvo una aco- dar a los fieles aquellos estableci-
gida muy entusiasta"39. En el desa- mientos de enseñanza y educación
rrollo de su ministerio, ésta no grata en donde se enseña a los jóvenes
acogida se transformará en rechazo la fe divina y que parecen bien

(38) Vélez, pg. 189. El subrayado es bastardilla en el original.


(39) Francisco A, Nieto Sua, Pbro. La Santa Sede y el ilustrísimo senor Vicente Arbeláez GÓmez.
Metropolitano de Santa Fe de Bogotá. 1868·1884. Trabajo escrito para la Licencia en Historia,
no publicada. Roma, 1983.
(40) Concilio Primero Provincial Neogranadino Bogotá, Imprenta Metropolitana, 1869.

94 POLlTICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


adictas a la autoridad de la Iglesia a i'os ojos de algunos, la bendición
Católica y a la tranquilidad pública, episcopal al sistema liberal de go-
y reprobar aquellas en donde con bierno. Y si le añadimos la prohibi-
las letras se enseñan opiniones noci- ción al clero para que "de ninguna
vas acerca de la religión, y sistemas manera mezcle en el ejercicio de su
perniciosos para la sociedad civil,,41 . sagrado ministerio... cosa alguna
Curiosamente, el Arzobispo hizo que tenga relación con la polí-
publicar el mismo SyIlabus junto tica ,,44, tenemos una problemática
con las actas del Concilio Provin- neutralización de la ya entonces
cial, con las actas del inminente evidente alianza entre eclesiásticos
Concilio Diocesano, y con la encí- y conservadores, entre la condena-
clica -'-casi olvidada- Quanta Cura. ción que del liberalismo hace la
Después, en 1875, cuando se defen- Iglesia, y el usufructo político que
día ante Monseñor Marino Marini, de tal reprobación hace el partido
habría de recordar que él hizo conservador.
publicar todos estos documentos 42 .
Las dificultades entre el Arzobis-
Mucho más problemática fue su po Arbeláez y el Sector conserva-
primera carta Pastoral del 6 de dor -representado por gran parte
octubre de 1868. Allí decía: "La del clero bogotano y por un influ-
Iglesia de Jesucristo no ha sido yente grupo conservador- aumen-
establecida para sostener tal o cual taron con el nombramiento que
forma de gobierno ... ; tened presen- Monseñor Arbeláez hizo de dos
te -dice a sus fieles-- que la felici- de sus más inmediatos colaborado-
dad temporal de los pueblos, la res. Dice el historiador Romero:
paz, la prosperidad. las buenas "En su enconada mala voluntad
leyes, las buenas costumbres. la contra el prelado y el joven rector
seguridad de las familias y la [del Seminario, el P. Bernardo
concordia de los ciudadanos, no Herrera Restrepo 1 no faltaron algu-
dependen de una manera absoluta nos que llevaron su mala fe hasta
de la forma de gobierno. por más acusar al primero de haber nom-
que esta pueda influir. puesto que brado para dirigir el seminario a un
la miseria, las revoluciones. la opre- reconocimiento masón, y enviaron
sión y la tiranía son posibles y de a Roma una lista de masones en la
hecho han existido en todos los que figuraba un homónimo del
sistemas sociales ,,43. Esto parecía. Doctor Herrera,,45.

(41) Conc. Prov. Neogran., pg. 152.


(42) Carta de Monseñor Arbeláez a Monseñor Marino Marini, del 12 de abril de 1875. En Nieto Sua,
pgs. 99-115. Cfr. pg. 101 V 102.
(43) Carta Pastoral del Arzobispo Arbeláez, del 6 de oct. de 1868, en Romero M.G.: El Arzobispo
Arbeláez y el /1 Concilio Provincial Neogranadino. Boletfn de Historia V Antig., vol XLIII,
Enero-Febrero 1956, pg. 780-781. En adelante, se cita: Romero ...
(44) Idem. •
(45) Romero, pg. 785.

VICENTE DURAN CASAS, S.J. 95


Por mantenerse independiente Desde el punto de vista de los
frente a los dos partidos, pero espe- objetivos propuestos el Concilio
cialmente frente al partido conser- fue un fracaso. Pero ello no signi-
vador -ya que una alianza con los fica que para nuestro propósito no
liberales era impensable-. fué por sea, precisamente por las caracterís-
lo que Monseñor Arbeláez fue no ticas que lo hicieron fracasar, de
solo mal visto sino acusado más capital importancia. Los motivos
tarde a Roma. Dice a este propó- por los cuales fracasó son los
sito el historiador antioqueño Gó- mismos que no sirven para apoyar
mez Barrientos, que las dificultades nuestra argumentación de fondo:
del Arzobispo procedían no solo la división en la Iglesia se produjo
de los sectores que eran "opuestos en virtud de la asimilación que se
al catolicismo, sino también en los hacía de ésta a cierto sector del
obstáculos procedentes de la envi- partido conservador, asimilación
dia de algunos émulos o aspirantes, que Monseñor Arbeláez se niega a
de la impaciencia y el celo quizás aceptar y que no duda en denun-
imprudente y exagerado de varios ciar valientemente.
escritores católicos, y de las preten-
siones de algunos caudillos políti- La primera dificultad fue la poca
COS,,46. asistencia del resto de Obispos
convocados. Dice Mario Germán
Lo anterior nos sirve para enten- Romero: "No es de extrañar que
der mejor lo que fué el "frustrado' algunos prelados, hostigados hasta
Segundo Concilio Provincial Neogra- el extremo, se dejarán influir por
nadino de 1873 y 74. Había sido cierto grupo político que buscaba
citado por el mismo Arzobispo por todos los medios sacudir el
Arbeláez el 6 de agosto de 1873 y duro yugo que pesaba sobre sus
como cumplimiento de lo dispuesto hombros. De ahí la diversidad de
en el primer Concilio de 1868. En opiniones y sobre todo la diferen-
el decreto de convocación se fija- cia de procedimientos del episco-
ban los objetivos del mismo: "con- pado neogranadino.
servar y aumentar la fe de los
fieles, restablecer los vínculos de El ambiente general no era cierta-
unidad entre las diferentes diócesis mente propicio para que la eclesiás-
de la Provincia eclesiástica, vigorizar tica asamblea pudiera adelantar su
la disciplina con la reforma de las obra. La mayor parte de los sufra-
costumbres del clero y del pue- gáneos estaba en desacuerdo con
blo·"' 7 • el Arzobispo de Bogotá, y de ahí

(46) Gómez Barrientos, Estanislao, Rasgos biográficos del Sr. Arbeláez, Repertorio histÓriCO, órgano
de la academia antioqueña de historia. Año 4, abril de 1922, No. 1 a 4, pgs. 459-503. Cfr. pg.
471. Referido por Pardo Vergara, en ese entonces secretario del ArzobiSpo, y futuro Arzobispo
de Medell(n.
(47) Romero, pg. 786.

96 POLlTICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


la ausencia de la mayoría de los canzo a oler. El miedo, el egoísmo
prelados que tenía derecho a parti- y el odio a los laicos que ayudamos
cipar en el Concilio, y que solamen- a la causa de Dios con nuestros
te se hicieron presentes por medio desinteresados esfuerzos, tienen sus
de sus procuradores. Dejaron de procuradores en esa corporación
asistir los obispos de Cartagena, llamada a hacer grandes bienes y
Pamplona, Pasto, Panamá, Mede- capaz de hacer grandes males. Dios
llín. Antioquia y el Vicario Apos- enderece las cosas y haga infunda-
tólico de Santa Marta. El Obispo de dos mis temores, que son los de
Pasto, Monseñor Canuto Restrepo muchos católicos"SO.
y el Vicario de Santa Marta, Monse-
ñor Romero, no enviaron Procura- Ahora bien, tratando de identi-
dores. Por decreto especial se le ficar lo más concretamente posible
concedió voz y voto al Auxiliar los puntos del desacuerdo tanto
de Bogotá, Doctor Indalecio Barre- dentro como fuera del Concilio,
to, Obispo de Dora. Asistieron a y siguiendo en todo al historiador
la celebración del Concilio el Metro- Mario Germán Romero, afirmamos
politano. el Obispo de Popayán, con él que el punto del conflicto se
el Auxiliar de la Arquidiócesis y dividía a su vez en tres aspectos. Y
los procuradores de los sufragáneos decimos 'el punto del conflicto',
ausentes,,48. porque, como veremos enseguida,
todo podía reducirse a la indepen-
Nieto Sua confirma lo anterior: dencia de la iglesia respecto de un
"Los temas propuestos (para el sector del partido conservador que
segundo concilio) suscitaron gran quería que en nombre del famoso
polémica, especialmente en el sec- Syllabus se asumiera la política
tor tradicionalista. encabezado por conservadora intransigente en el
el Obispo de Popayán y don Severo seno mismo de la Iglesia. Estos tres
García, su Vicario General. apoya- aspectos del conflicto eran: la ins-
dos estos por los periodistas católi- trucción religiosa. el papel de los
cos, quienes pretendían dar normas escritores católicos dentro de la
de conducta aún al Arzobispo,,49. Iglesia, y la participación del clero
en la política de partidos.
Por parte de tales 'periodistas
católicos' encontramos testimonios A) La instrucción Pública: "La
semejantes. En carta fechada en ley de primero de noviembre de
enero de 1874, mientras se desarro- 1870 'orgánica de instrucción públi-
llaba el Concilio, escribía don ca', establecía 'que el gobierno no
Miguel Antonio Caro a don José interviene en la instrucción religio-
Manuel Groot: "Nuestro concilio sa; pero las horas de escuela se dis-
no promete nada bueno, según al- tribuirán de manera que a los alu m-

(48) Romero, pg. 787.


(49) Nieto Suá, P9l 53.
(50) Romero, pg. 788.

VICENTE DURAN CASAS. S.J. 97


nos les quede tiempo suficiente Se trataba, para el Metropoli-
para que, según la voluntad de sus tano, de llegar como fuera a la
padres, reciban dicha instrucción de instrucción religiosa de los fieles,
sus párrocos o ministros' .. SI. Ahora aprovechando las pocas posibilida-
bien, habiendo demandado esta ley des que a ésta le dejaba la ley orgá-
por considerarla violatoria de los nica de instrucción pública. Para
derechos de la Iglesia S2 , y no otros, los intransigentes, era ante
habiendo sido escuchada su recla- todo asunto de no ceder en lo más
mación por parte del gobierno cen- mínimo no tanto en el campo doc-
tral, el Arzobispo Arbeláez "tomó trinal cuanto en el oscuro campo de
la delicada resolución de exhortar batalla partidista. No sobra recordar
a los párrocos para que fueran a que por ese entonces estaba ya pre-
las escuelas a dar la enseñanza reli- parándose la revolución conserva-
giosa"S3. Por haber tomado esta dora de 1876, especialmente en el
delicada resolución el Arzobispo Cauca, donde gobernaban a la Igle-
fué acusado ante la Santa Sede de sia dos de los más intransigentes
connivencia con los enemigos de la Obispos, el de Popayán y el de
Iglesia. Otros obispos habían toma- Pasto.
do resoluciones contrarias: "El
Señor Bermúdez. Obispo de Popa- B) Los Escritores Católicos:
yán. había prohibido expresamente Quien dude de que realmente don
a su clero la asistencia a las escuelas Miguel Antonio Caro, don José
oficiales"s4. El Obispo de Pasto Manuel Groot, o don José Joaquín
había ido más allá, pues en una Ortiz intentaron manipular a la
pastoral del 2 de diciembre de 1872 Iglesia para ponerla al servicio de
condenaba incluso la actitud del sus intereses políticos, que estudie,
Arzobispo de Bogotá. Decía que por ejemplo, los editoriales de El
"Satanás se alegra mucho de la Tradicionista en los años 1873 y
conducta observada por muchos 74.
católicos y por no pocos sacerdotes;
porque cuando alguno pretende Los escritores católicos presiona-
servir a un mismo tiempo a dos ban a los Padres Conciliares para
señores como dice el Evangelio, que en su renión expresaran las tesis
Jesucristo renuncia a la parte que del sector del partido conservador
pudiera tocarle, y el diablo se apro- al que ellos pertenecían; el asunto
vecha de todos los servicios y se llegó a ser tan molesto para el Arzo-
apodera del servidor"s5 . bispo, que, según cuenta Romero

(51) Romero, pg. 789.


(52) Cfr. carta sinodal del 10 de octubre de 1871.
(53) Romero, pg. 790.
(54) Romero, pg. 791.
(55) Romero, P9. 792.

98 POLlTICOS y ECLESIASTlCOS ANTE EL SYLLA8US DE PIO IX


"un fogoso periodista, don José que después de reconocer que era
Joaquín Ortiz, le propuso (al Arzo- principalmente a él (a Groot) y al
bispo), por intermedio del doctor señor Caro (Miguel Antonio) a quie-
Aguilar, que se pusiera a la cabeza nes iban dirigidos los ataques del
de la guerrilla de Guasca; la enfática Concilio, le decía al arzobispo: "la
negativa del Metropolitano fue cali- obediencia al Obispo se entiende
ficada de debilidad y se llegó a cuando de Obispo está en la Iglesia,
decir: el maicero (así le decían al porque desde que se separa de ella
arzobispo por su origen antioque- por el sisma o la herejía. ya no es
ño) no volverá al destierro; está pastor sino lobo a quien las ovejas
de acuerdo con los rojos para que lo no pueden seguir sino huirle"; y
dejen gozar en paz de las pingües concluye el renombrado periodis-
rentas del Arzobispado"s6. Cuando ta católico: "concluyo pues señor
el Arzobispo no cedía ante sus pre- ilustrísimo, y mi amigo, diciendo
siones. era denigrado por sus fieles que, por más ofensas que perciba
escritores católicos ... de algunos eclesiásticos no dejaré
de cumplir con el deber de concien-
Por su parte, el Segundo Conci- cia que en la época presente tiene
lio quiso tratar, y lo hizo en el títu- todo escritor católico de combatir
lo X del mismo, el difícil tema de en la causa de Dios y de su Iglesia.
"los escritores que tratan asuntos aunque me exponga a los tiros de
eclesiásticos". Allí se les recuerda toda clase de enemigos, así exterio-
a los escritores católicos "que no res como interiores .. s8 •
les es permitido... prescribir a los
fieles y con mayor razón a los Pas- C) Participación del Clero en po-
tores la conducta que han de obser- lítica: en su carta a Monseñor
var", a la vez que se les recomienda Marini, el 12 de abril de 1875, el
"no creerse más sabios de lo que Arzobispo Arbeláez justifica su con-
conviene, pues algunas veces se infa- ducta, y deja muy claramente expli-
túan, y si se presentan cuestiones cadas las razones por las que llegó
religiosas, pretenden hacerse maes- a la conclusión de que el Clero no
tros de los mismos Prelados .. s7 • debía participar más en política59_
A nuestro juicio este documento
No sobra recordar que el Arzo- es de un interés preminente, y no
bispo envió al Señor Groot una creemos hacerle violencia si afirma-
copia del Concilio, recomendándo- mos que la política que a criterio
le su lectura. y que a su vez éste del arzobispo no debe hacer el cle-
le envió al prelado una carta, fecha- ro, es aquella que -de acuerdo con
da el 23 de agosto de 1875, en la el análisis histórico que hace el

(56) Romero. pg. 797. El subrayadO es nuestro.


(57) Romero pg. 797 y 79S.
(5S) Romero pgs~ SOO y SOL
(59) Ver la carta completa en Nieto Sua, pgs 99-115.

VICENTE DURAN CASAS, S.J. 99


arzobispo del caso Hernán-Arbole- Ignoraba que los escritores católicos
da-, se hace desde, y con, el parti- harían todo lo posible para impedir
do conservador. Decía en aquella la aprobación definitiva del Conci-
carta el señor arzobispo Arbeláez, lio, tal como nos lo revela esta parte
que de lo que se trataba era de que pertinente de una carta de don
el clero "no continuase como había Miguel Antonio Caro a don José
hecho hasta entonces, obrando y Manuel Groot: "en vez de declarar
siguiendo ciegamente las inspiracio- negadas tales constituciones en vir-
nes de una fracción del partido tud del empate (sic), el Arzobispo
conservador, que, siendo el director dijo que así irían a Roma, y que los
de la política pretende dirigir a descontentos podrían exponer al
su antojo la Iglesia y el clero ..60 . Papa las razones de su oposición.
En estas circunstancias creo yo que
Por su parte. el segundo Concilio los Obispos que no han concurrido
en su título XI, dedicado a "la con- al Concilio y que sin duda están
ducta que ha de observar el clero en en oposición con las pretensiones
asuntos políticos" se limita -dentro del Arzobispo, deben protestar y
de su prudencia- a afirmar: "en enviar a Roma sus votos negativos
el ejercicio del santo ministerio, para que el público y la Santa Sede
jamás se dejarán conducir nuestros vean lo que hay, y las tales consti-
sacerdotes por el interés de ningún tuciones no sean aprobadas. Yo no
partido político cualquiera que sea las conozco, pero es notorio su
su denominación,,61. Entendemos espíritu y tendencias,,63.
este 'cualquiera que sea su denomi-
nación' como una alusión al Partido La pregunta que se nos muestra
Católico, fundado por don Miguel ahora es si este conflicto entre el
Antonio Caro tres años atrás 62 . señor Arzobispo Arbeláez y los sec-
tores intransigentes del conservatis-
La votación conciliar sobre este mo, tiene que ver o no, y en qué
decreto dió el mismo resultado que sentido, con el Syllabus de Pío IX.
sobre el decreto anterior: cuatro En los capítulos precedentes, cree-
votos afirmativos, cuatro negativos, mos haber respondido suficiente-
igual: empate. El Arzobispo decide mente, al mostrar de qué modo el
entonces enviar el texto del Conci- señor Caro interpretaba el documen-
lio a Roma para que el Papa decida. to pontificio, como escritor, perio-
El buen Prelado creía, nos parece dista, político y poeta. Recalcamos
que un poco ingenuamente, que el esto, porque el historiador Nieto
Santo Padre vería lo que él había Súa aporta en su monografía un do-
visto y aprobaría los decretos. cumento que nos. parece fundamen-

(60) Nieto Sua, pg. 108.


(61) Romero, pg. 804.
(62) Ver El Tradicionista, editorial del 21 de noviembre de 1871.
(63) Carta de Caro a Groot, en Romero, pgs. 804 y 805. El subrayado es nuestro.

100 POLlTlCOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


tal: el informe que Fray Antonio bajo el nombre de Regeneración,
Martino presentó el 6 de noviembre obra que llegó a su más alta expre-
de 1874 a la Sagrada Congregación sión política en la Asamblea Cons-
de Negocios extra-ordinarios, acerca tituyente de 1886, y que habría de
de la Pastoral que el Arzobispo dar a luz la actual Constitución
Arbeláez había publicado el 5 de Política de la República de Colom-
mayo del mismo año, que le había bia. Pero vista esta obra desde la
sido encomendada a Martino para óptica de la relación Iglesia y Esta-
su evaluación doctrinal 64 • Refirién- do, creemos poder afirmar que en
dose a la Pastoral del Metropoli- ella de alguna manera se realiza
tano, dice Fray Martino: "Indirec- el ideal de independencia de los dos
tamente es injuriosa a la Santa estamentos que, especialmente para
Sede, que en muchas encíclicas, la Iglesia. había sido el ideal del
Alocuciones, Epístolas y Cartas ilustre Arzobispo Arbeláez, así el
doctrinales. contenidas en resumen Arzobispo hubiese muerto dos años
en el Sílabo, ha condenado la polí- antes de que La Regeneración
tica moderna subversiva del orden hubiera obtenido su triunfo defini-
social". De manera que en Roma, tivo sobre la ya caduca Constitu-
también hubo quién pensara que ción de Rionegro.
se contrariaba al Syllabus al orde-
nar a los sacerdotes enseñar la reli- Lo anterior supone, desde luego,
gión en las escuelas, al prohibir a que la firma del Concordato entre
los mismos sacerdotes participar la República de Colombia y la San-
en política de partido, y al llamar ta Sede, el 31 de diciembre de
al orden a los escritores y periodis- 1887, forma parte de ese complejo
tas que querían convertirse en movimiento ideológico y político
maestros de los mismos Obispos ... llamado Regeneración, y como tal
procede de una gran concertación
Aunque nos apartemos un poco política nacional, y no -como
del objetivo de nuestro trabajo, nos algunos suponen-, del triunfo del
parece necesario hacer aunque sea partido conservador sobre su inme-
una breve mención de la situación diato contrincante, el liberal.
de la Iglesia Colombiana a la muerte
de Monseñor Arbeláez- acaecida en Es preciso aclarar. en orden a la
1884, es decir, la Iglesia en La justicia histórica, que uno de los
Regeneración. No es este el lugar más fervientes inspiradores de la
adecuado para decidir la cuestión nueva Constitución fue don Miguel
acerca del significado histórico y Antonio Caro, el mismo que unos
político de la importantísima obra 15 años atrás impulsaba la forma-
encabezada por don Rafael Núñez ción de un intransigente Partido

(64) Nieto Sua, pgs. 60-61.

VICENTE DURAN CASAS, S.J. 101


Católico desde la tribuna de El acuerdo en un concordato que fije
Tradicionista, cuya cabeza habría de una manera clara y precisa las
de ser el Santo Padre, y cuya doctri- funciones que ejerce en ellos cada
na no podría ser otra que el mismo una de las dos potestades"ós.
SyIlabus de Pío IX. Esta paradoja
no la podríamos entender sino Curiosamente, seis años después
como una transformación en la de escribir esto el señor Restrepo,
ideología político-religiosa del se- la Iglesia Católica y el Estado Co-
ñor Caro, y atraviéndonos un poco lombiano (León XIII y el Cardenal
más. diríamos que se explicaría Rampolla del Tíndaro; y Rafael
como una aceptación de su derrota Núñez y Joaquían Fernando Vélez),
en lo político -por ese liberal de suscribían un Concordato regido.
ideas conservadoras que fue el precisamente, por eso tres princi-
señor Núñez-, y en 10 religioso pios. Que se cumplieran o no.
-por el ya fallecido Arzobispo-. sería cosa para estudiar en otra
Pero veamos lo que al respecto ocasión, y bien interesante sería
dicen algunos escritores de la hacerlo respecto del Arzobispo
época. Bernardo Herrera Restrepo y las
candidaturas conservadoras.
En la conclusión a su muy docu-
mentada obra La Iglesia y el Estado Otro comentarista de la época,
en Colombia (1881) el político Juan José Joaquín Guerra. hace un in-
Pablo Restrepo se pregunta: ¿cómo teresante estudio y comentario a
superar la crisis tanto de la Iglesia cada uno de los artículos del Con-
como del Estado en sus relaciones cordat0 66 • Dice por ejemplo,
mutuas? Su respuesta se reduce a comentando el segundo artículo del
tres puntos que resultarían funda- convenio sobre la independencia y
mentales (la pregunta se la hace libertad de la Iglesia respecto del
Restrepo en 1881): "1) La Iglesia poder civil: "La independencia que
se ocupará en los asuntos que son por este artículo se otorga a la Igle-
exclusivamente espirituales... sin sia, lejos de pugnar con la soberanía
que el gobierno tome nunca inter- del Estado viene a confirmarla y
vención en ellos, por ningún pretex- a robustecerla ... ; así, no mezclán-
to; 2) el poder civil arreglará a su dose el poder temporal en los nego-
voluntad los .asuntos que son pura cios espirituales, ni el espiritual en
y absolutamente del orden político los asuntos temporales se evitan los
y civil... sin que la Iglesia tome conflictos tan frecuentes entre
intervención alguna en ellos; y 3) nosotros en época pretérita, cuando
los asuntos en que rocen las dos las disposiciones civiles, a título de
potestades ... se arreglarán de común amparar la soberanía nacional afec-

(65) Restrepo Juan Pablo, La Iglesia y el Estado en Colombia, Londres 1885. Pg. 632.
(66) Guerra José Joaqu(n, Estudio sobre los concordatos celebrados entre su Santidad León XIII y
el gobierno de Colombia en los aflos 1887 y 1892. Tesis para el doctorado en Derecho V Ciencias
Poli'ticas, Bogotá 1895.

102 POLITICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


taran de un modo u otro los dere- y comienzos del presente que si
chos eclesiásticos"67 • También, esto bien se escapan un poco a la época
lo añadimos nosotros, cuando la a la que nos hemos referido. no por
iglesia. a través del partido conser- ello hacen lo mismo respecto a la
vador y a título de defender dere- problemática que hemos descrito.
chos sagrados, afectó de uno y A nuestro juicio, en ellos se perfila
muchos modos la esfera de la potes- ya la nueva manera de formular el
tad puramente civil. problema, en una forma más
moderna, sin el dogmatismo de
Con el Concordato, pareció, que- antaño, y en donde se deja ver
daron olvidados amargos recuerdos. por primera vez lo que podríamos
¿Cuánto habría de durar este llamar la nueva inteligencia liberal,
olvido? Restrepo Posada, en su am- y al mismo tiempo, los fundamen-
plio estudio biográfico de los Arzo- tos de un neo-conservatismo polí-
bispos de Bogotá nos recuerda las tico y religioso.
palabras con las que. emocionado,
el Arzobispo Paúl celebró en solem- El Pbro. Rafael María Carrasqui-
ne ocasión la firma del Concordato; lla dió a la luz pública su Ensayo
dijo el Metropolitano en aquella sobre la Doctrina Liberal en el año
histórica reunión en la Catedral: 1895 69 . Si bien omite cualquier
"Sombras veneradas del egregio mención del Syllabus, trata los mis-
Mosquera, del caritativo Herrán, mos temas y problemas: elliberalis-
del humilde Arbeláez, que en vues- mo filosófico y político, la sociedad
tra predicación llenasteis el recinto y el gobierno, la libertad de impren-
de este templo en cuyas bóvedas ta. de cultos. de conciencias, etc.,
resuena aún nuestra palabra, dor- la naturaleza de la Iglesia, sus dere-
mid en paz porque los tiempos de chos y privilegios etc. El fundamen-
persecución a las creencias que nos to doctrinal de la obra se encuentra
dejaron nuestros padres, pasaron en la doctrina del sucesor del Papa
para no volver,,68. ¿Para no volver? Pío IX, León XIII. A este respecto
nos preguntamos nosotros. escribió el Cardenal Marcelo Spino-
la, Arzobispo de Sevilla: "uno de
VI. DOS RAFAELES, DOS ACTI- los méritos del libro que nos ocupa
TUDES es que todas sus afirmaciones se
apoyan en textos de las encíclicas
Para concluir nuestro estudio de León XIII, con lo cual el autor
queremos hacer referencia a dos da grande autoridad a sus propios
pensadores de finales de siglo XIX asertos, pues la voz del Papa la tiene

(67) Guerra, pg. 25.


(68) Restrepo Posada José, Arquidiocésis de Bogotá. datos biográficos de sus prelados. Tomo 111:
1868-1891. Editorial Lumen Christi, Bogotá, 1966. pg. 573. Sobre Monseñor Vicente Arbeláez
ver pgs. 4-478.
(69) Carrasquilléi, Rafael María. Ensayo sobre la Doctrina Liberal. segunda edición, Imprenta Tere-
siana: Madrid 1899.

V ICENTE DURAN CASAS, S.J. 103


como la de nadie. y patentiza justa- "1. Que el prinCIpIO de soberanía
mente que el desacuerdo advertido reside esencialmente en la nación;
por algunos, entre las lecciones de o sea que el pueblo es fuente supre-
Pío IX y las de su augusto sucesor, ma de la autoridad; 2. Que es lícito
o son pura ilusión de la fantasía, al pueblo derrocar por la fuerza al
o maligna invensión de la impie- legítimo gobernante; 3. Que la Igle-
dad "70. Según eso, existe pefecta sia debe estar sometida al Estado;
continuidad positiva entre el Sylla- 4. Que el Estado deba estar abso-
bus de Pío IX y las encíclicas lutamente separado de la Iglesia y
Libertas, e Inmortale Dei, de León viceversa; 5. La Iglesia Libre en el
XIII, en las cuales se apoya la Estado libre; 6. La libertad de
obra de Carrasquilla. cultos; 7. Las libertades ilimitadas
de pensamiento, palabra, imprenta
Lo que a nuestro juicio hay que y enseñanza; 8. La instrucción
ver, pensando en la repercusión de pública laica y obligatoria, y 9.
la obra en nuestro medio. es si exis- El matrimonio civil. Tales son los
te la misma continuidad entre esta principios liberales que reprueba
obra y la de Sardá y Salvany. la Iglesia Católica. Ni más ni me-
Veamos por qué. Según Monseñor nos"n.
Carrasquilla, el Papa ha reprobado
los tres distintos modos de presen- Efectivamente: ni más ni menos,
tarse el liberalismo: el radical, el ahí están, esos son. Nos queda sin
moderado y el "antitético' liberalis- embargo la pregunta de si Marcelo,
mo católico. Pero al analizar el Arzobispo de Sevilla tenía razón
caso concreto de Colombia, afirma: al afirmar la absoluta unidad entre
"En Colombia no hay escuela estas nueve proposiciones sacadas
católico-liberal, que lleve colectiva· de las encíclicas de León XIII, y
mente ese nombre; pero sí se han las ochenta proposiciones que se
visto defendidas muchas de las condenen en el Syllabus de Pío IX,
teorías del liberalismo católico por y que tanto se prestaron para la
hombres que sea apellidan simple- confusión política y religiosa.
mente liberales y aún algunos de
los que se llaman conservadores,,71 . Ahora bien, para Carrasquilla
A su juicio, lo que la Iglesia con- "surge ahora una cuestión más gra-
dena y rechaza del liberalismo no ve: ¿se puede ser al mismo tiempo
es, como sí ocurre en Sardá. las liberal y católico?"73. En últi-
partes todas y por tanto el sistema mas eso es lo que viene a resolver
todo y hasta el nombre. Veamos el conflicto según lo hemos visto
qué es lo que para Carrasquilla nosotros. Don R. Carrasquilla se
condena la Iglesia del liberalismo: cuida muy bien de volver a errores

(70) Comentario a la obra de Carrasquilla. pg. ,,1.


(71) Carrasquilla. pg. 190.
(72) Carrasquilla. pgs. 196 y 197.
(73) Carrasquilla. pg. 208.

104 POLlTICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


pasados. por eso, en medio de su Colombiano no es pecado"76. Co-
prudencia dice que "por lo menos, mo dice su autor al comenzar la
puede establecerse como regla gene- obra, "la sola enunciación del tema
ral esto: el que es liberal no es buen que habrá de ser materia de este
católico ..74 . Y aclara: "pero no trabajo podría hacer sonreir en otro
todo partido conservador es católi- país que no fuera Colombia. pero
co. En algunos principios generales aquí sabemos que no se trata de
(los partidos conservadores) se con- una disertación teórica sino de la
forman con los de la Iglesia; pero cosa más seria del mundo, directa-
suelen discrepar de ella al aplicar- mente conexionada con la vida
los,,75. real,,77 .

De esta manera, y 'como regla Es Uribe mismo quien encuentra


general' , puede establecerse que que el origen de la controversia
los conservadores son mejores cató- se halla en el Syllabus de 1864:
licos que los liberales, aunque no "Empleada por la Iglesia la pala-
siempre, pero sí -repetimos-, bra liberalismo para designar un
'como regla general'. conjunto de errores políticos y reli-
giosos. condenados principalmente
Hemos de decir que respecto del por Pío IX en el Syllabus, envuelve
opúsculo de Sardá. la obra de Ca- una calificación doctrinal y teoló-
rrasquilla representa un avance, gica cuya recta inteligencia y apli-
a pesar de todo. Pero un avance cación no debería ofrecer más
cuya dirección se preludia como el dificultades ni suscitar más pasiones
eterno retomo. que otros errores igualmente conde-
nados,,78.
Medio siglo después de haber
sido proclamado el Syllabus, éste Tenemos pues, en primer lugar,
continuaba siendo objeto de discu- que la posible pecaminosidad del
siones teológico-políticas. al menos liberalismo político es ante todo un
en Colombia. En 1912, el militar- asunto serio, 'directamente cone-
mente derrotado General Rafael xionado con la realidad', y que no
Uribe Uribe, publicó, en "edición debe producirnos risa. Esto es
dispuesta por el cuerpo de Conse- importante señalarlo. porque signi-
jeros de la Dirección Nacional del fica, ni más ni menos, que de hecho
Partido Liberal, para su distribu- -es decir, en la realidad- sí existía
ción gratuita" una obra que trata en muchos hombres y mujeres el
"De cómo el Liberalismo político problema moral que significaba no

(74) Carrasquilla. pg. 209.


(75) Carraquilla, pg. 207.
(76) Uribe Uribe Rafael. De cómo el Liberalismo Político Colombiano no es Pecado. Bogotá, Casa
Editorial de El Liberal, 1912.
(77) Uribe, pg. 3~
(7S) Uribe, pg. 7.

VICENTE DURAN CASAS, S.J. 105


pertenecer al partido conservador ño de Uribe es demostrar que el
sino al liberal, aunque fuera más liberalismo político colom biano no
por razones familiares que por es pecado, tiene que diferenciar
convicción propia. Y en segundo entre lo que ciertamente condena la
lugar, tenemos que el origen de este Iglesia y lo que constituye el parti-
problema está en el Syllabus y en do liberal como agrupación que
la utilización que de él había hecho posee objetivos, metas, métodos y
tanto la Iglesia como algunos sec- perspectivas, pero que de ninguna
tores del partido conservador. Tra- manera resulta identificable con un
temos ahora de desentrañar la sistema acabado de ideas que riñen
manera inteligente -teológica y con el dogma. Dice Uribe que lo
políticamente- como Uribe Uribe que se ha condenado es el libera-
soluciona el problema. lismo "filosófico-religioso", pero
"hay otros puramente políticos,
Como católico y liberal, Uribe se que jamás han sido condenados" so ,
ve en la necesidad de diferenciar lo dentro de los cuales, por supuesto.
que la Iglesia puede y debe conde- se encuentra el liberalismo político
nar de ciertas escuelas o sistemas colombiano.
que, ciertamente. afectan lo esen-
cial de los dogmas cristianos. Dife- Para Uribe resulta inadecuada la
renciarlos, digo, de aquellas deriva- aplicación a-crítica del Syllabus a la
ciones que no puede condenar ni ha realidad Colombiana, ya que para él
condenado la Iglesia: "Nadie niega este documento se originó casi que
que exista una escuela o sistema. o en función exclusiva de la llamada
sea un conjunto de doctrinas y pro- 'Cuestión Romana'. Recordando el
cedimientos condenados en teoría asunto problemático de la unüica-
y en práctica por la Iglesia con el ción de Italia, a Garibaldi y a Mazzi-
nombre de liberalismo, en diversos ni. nos dice: "Quizás el mismo
documentos pontificios, como el Syllabus no habría sobrevenido si
citado Syllabus de Pío IX yen las las aspiraciones unitarias de los ita-
encíclicas Quanta Cura, del mismo, lianos no hubieran venido a conmo-
y Libertas e Inmortale Dei, de León ver el trono pontificial; se supone
XIII, y que la profesión de algunas que en ese documento, Pío IX visa-
de las doctrinas de esa escuela o ba sobre todo al enemigo interior
sistema y la .adopción a sabiendas que personüicaba la revolución de
de uno o varios de sus procedimien- Mazzini y Garibaldi, enemigos decla-
tos, está regido por la Iglesia en rados de la soberanía pontificial...
pecado más o menos grave. según que querían anexarse el patrimonio
la trascendente del punto doctri- de la Santa Sede y volcar el trono
nal ,,79. Ahora bien, como el empe- secular del jefe de la Iglesia"sl .

(79) Uribe. pg. 25.


(80) Uribe. pg. 26.
(811 Uribe. pgs. 17 Y 18.

106 POLlTICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLABUS DE PIO IX


No nos parece adecuada la exce- político no está subordinado a lo
siva relativización del Syllabus a la religioso, sino al contrario: se vale
cuestión Romana. sin embargo, es de medios religiosos para alcanzar
indudable que sí existe relación im- fines políticos; pretende identificar-
portante entre el documento y los se con la Iglesia sin ser siquiera
acontecimientos políticos de la medio necesario para que ella
Italia de mediados del siglo XIX. triunfe"s3.
Recordemos lo que anteriormente
citamos de José María Rojas Garri- Nos preguntamos, a manera con-
do: "Si Roma tiene aquí sus solda- clusión de este capítulo: ¿no es esta
dos entre los fanáticos, la libertad última afirmación de Uribe Uribe,
de Italia también cuanta con los la que mejor explica las acusaciones
suyos en el partido liberal de Co- que tanto tuvo de sufrir Monseñor
lombia"s2. Arbeláez? En ellas se le recrimina-
ba, tanto por parte de clérigos
Ahora bien, como para Uribe se como de periodistas católicos, el ser
trata de un asunto principalmente contemporizador, amigo de libera-
político, no duda en desenmascarar les, y manejado por dos jóvenes
nuevamente la apropiación que de clérigos de familia liberal y de ideas
lo religioso ha hecho el partido con- galicanas 84 , entre los cuales se halla-
servador: "si el conservatismo fuese ba Bernardo Herrera Restrepo, el
un partido exclusivamente religioso, futuro Arzobispo de Bogotá, al que
se explicaría el apoyo incondicional muchos habrán de ver precisamente,
de la Iglesia; pero sólo es un partido en poco tiempo, como el nuevo
político, con ribetes de religioso aliado incondicional de los conser-
para lo que le conviene; en él lo vadores.

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(82) Ver cita No. 18.


(83) Uribe, pg. 98.
(84) Nieto Sua, pg. 89.

VICENTE DURAN CASAS, S.J. 107


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108 POLlTICOS y ECLESIASTICOS ANTE EL SYLLA8US DE PIO IX

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