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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD RAFAEL BELLOSO CHACÍN


FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CÁTEDRA: POLÍTICA INTERNACIONAL
SECCIÓN: S-521

ACTIVIDAD °2: EL ROL DE LA POLITICA


INTERNACIONAL DE VENEZUELA

PRESENTADO POR:
Br. ROXXANA LINARES, C.I: 28.483.726

FEBRERO 2021
DE MANERA ARGUMENTATIVA Y REFLEXIVA EXPLIQUE EL ROL DE
LA POLITICA INTERNACIONAL DE VENEZUELA

 ¿Quién es Venezuela para la comunidad internacional?

Nuestro país Venezuela, cargado de riquezas minerales, recursos naturales, y


una posición geográfica invaluable, representa una figura política de gran
relevancia internacional; esto a partir de mediados del siglo XX, cuando el auge
del petrolero enfocó las miradas de las trasnacionales en nuestras tierras llenas de
riquezas, que en ese entonces apenas estaban asomando lo que llevaban en sus
entrañas (y que quizás, aún hoy en día ignoremos su magnitud). Desde ese
momento, Venezuela sería un abrazo para muchas naciones, sus habitantes y
empresas, por supuesto, esto brindaría un lugar de gran importancia al país,
llegando a ser una potencia económica y petrolera en Latinoamérica.

En la actualidad, Venezuela, aunque no es el país con mayor desarrollo o con


ventajas económicas y políticas, no deja de lado su importancia, incluso quizás su
influencia en la región latinoamericana y a nivel mundial ha venido en ascenso con
respecto a otras épocas de la nación. Con la llegada de la Revolución Bolivariana
comandada por Hugo Chávez en 1999, el país tomó las riendas en cuanto a
integraciones internacionales, convenios, alianzas…

Todo esto no de manera casual, pues con la reforma de la Constitución en


1999, a pesar que de manera aparente se continuarían llevando a cabo las
relaciones internacionales de forma similar a lo que con anterioridad enmarcaba la
Constitución de 1961 (sólo que con palabras más rimbombantes), realmente
representaba cambios importantes, evidenciados en la continuidad del tiempo
hasta nuestros días. Estudiaremos esto a continuación.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece sobre
las relaciones internacionales:

 Artículo 152 Las relaciones internacionales de la República responden


a los fines del Estado en función del ejercicio de la soberanía y de los
intereses del pueblo; ellas se rigen por los principios de independencia,
igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención en sus
asuntos internos, solución pacífica de los conflictos internacionales,
cooperación, respeto a los derechos humanos y solidaridad entre los
pueblos en la lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad.
La República mantendrá la más firme y decidida defensa de estos
principios y de la práctica democrática en todos los organismos e
instituciones internacionales.

 Artículo 153: La República promoverá y favorecerá la integración


latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una
comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos,
sociales, culturales, políticos y ambientales de la región. La República
podrá suscribir tratados internacionales que conjuguen y coordinen
esfuerzos para promover el desarrollo común de nuestras naciones, y
que garanticen el bienestar de los pueblos y la seguridad colectiva de
sus habitantes. Para estos fines, la República podrá atribuir a
organizaciones supranacionales, mediante tratados, el ejercicio de las
competencias necesarias para llevar a cabo estos procesos de
integración. Dentro de las políticas de integración y unión con
Latinoamérica y el Caribe, la República privilegiará relaciones con
Iberoamérica, procurando sea una política común de toda nuestra
América Latina. Las normas que se adopten en el marco de los
acuerdos de integración serán consideradas parte integrante del
ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y preferente a la
legislación interna.
A partir del texto de la Constitución de 1999 podemos agrupar las orientaciones
internacionales de Venezuela en cuatro grandes categorías:

 Democracia y Derechos Humanos: Inicialmente se contemplaba un


mayor compromiso por la defensa de la democracia y los derechos
humanos, sin embargo, en la práctica se abandonó el postulado de la
preeminencia de los acuerdos internacionales en materia de derechos
humanos, al igual que los de integración. Se fue inclinando hacia el
desconocimiento práctico de organizaciones internacionales y de
acuerdos y protocolos de protección de las instituciones de la
democracia representativa.

 Integración: Formalmente se mantuvo la alta prioridad de la integración


con los países de América Latina y el Caribe, pero esa orientación
también se fue aminorando en los hechos, viéndose desplazada por
prioridades geopolíticas de construcción de alianzas ideológicas y
esquemas de acercamientos estratégico que llevaron a romper con los
principios y reglas de los acuerdos de integración (Comunidad Andina y
el Grupo de los Tres desde 2006), y reorientaron las prioridades
venezolanas hacia convenios energéticos (como Petrocaribe desde
2005) combinados con componentes ideológicos (ALBA desde 2004).

De allí el abandono no sólo de los postulados constitucionales de


supranacionalidad en este ámbito, sino el distanciamiento respecto a los
principios y la institucionalidad de la integración económica como tal
(incluidos sus ya mencionados protocolos y cláusulas democráticas).

 Seguridad: Se produjo gradualmente una regresión conceptual en la


que la prevalencia del concepto y modalidades extrainstitucionales de la
defensa integral ante un enemigo interno-externo multiplicó los riesgos
del desbordamiento del uso de la fuerza hacia todos los ámbitos de la
vida social.

 Energía: No obstante, la continuidad de la política de defensa de precios


dentro de la OPEP y el mantenimiento de acuerdos tradicionales de cooperación
regional, la nueva orientación priorizó los aspectos geopolíticos, en procura de
alianzas para hacer del petróleo palanca para la construcción de un mundo
multipolar y, regionalmente, de un esquema de integración que tuviese a
Venezuela como “eje” del sistema energético latinoamericano y caribeño. Esa
reorientación sometió a la industria petrolera venezolana a presiones mayores que
actualmente no ha tenido capacidad para compensar.

En la realidad la política exterior fue cambiando en sus propósitos, relaciones y


procedimientos, alejándose de lo establecido por la constitución y de las
aspiraciones y necesidades de la sociedad venezolana. A pesar que la
Constitución de 1999 mantuvo los mismos controles contemplados por la de 1961
para ser ejercidos por los poderes legislativo y judicial sobre las iniciativas
internacionales que constitucionalmente corresponden al Presidente, tales
procedimientos dejaron de ser respetados en materias fundamentales, como es el
caso de los tratados internacionales, los contratos de interés nacional y el control
presupuestario, entre las más importantes.

En varios momentos y casos, la pérdida de autonomía del poder judicial se ha


manifestado en sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que han dado la
espalda a reclamos de nacionales y a decisiones internacionales que la propia
Constitución de 1999 reconoce como de directa e inmediata aplicación en esta
materia. Abriendo puertas a negociones que si bien hoy en día son el “salvavidas
de la economía” ceden nuestra independencia y soberanía nacional.

Durante el gobierno de Chávez, este entrando en mediaciones y teniendo


posturas que defendían la libertad, la soberanía y la necesidad de unificar fuerzas
para obtener mayor poder y control sobre la región. Esto colocó aún más sobre la
palestra internacional el nombre de Venezuela, quién de hecho y de derecho sería
un factor importante para nuevas alianzas y determinaciones geopolíticas a nivel
mundial.

Actualmente la crisis de Venezuela ha rebasado nuestras fronteras, los


contextos en la región han encendido sus alarmas, nuestra situación política
inestable aparentemente ha causado un “efecto contagio” con los países vecinos,
además de traer a colación problemas migratorios regionales en este cono sur de
América con países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Brasil.

 ¿Qué tan importante es Venezuela y su situación a nivel mundial?

En contexto internacional, Venezuela, representa un “una pieza del


ajedrez global” que lleva la bandera del socialismo-comunista, lo que
genera (principalmente para Estados Unidos) un problema en la región
Latinoamericana por su histórica actuación intervencionista; en otras
palabras, es una piedra en el zapato, que no le permite avanzar con
agilidad en las pretensiones que pueda tener.

Desde otro ángulo, vemos a Rusia y China, principales potencias


mundiales no democráticas, que han invertido cantidades exorbitantes en
Venezuela, y por supuesto que estos países defienden abiertamente sus
intereses en este territorio, en donde además se han abierto puertas para
obtener el poder en América del Sur, lo que supone debilitar la gran
potencia: Estados Unidos; quien ha decidido aliarse con las democracias
para seguir debatiendo el juego político en Venezuela. Seguido por el
Grupo de Lima, que podremos suponer que en defensa de la integridad de
la democracia en la región manifestarían sus pronunciaciones.
Venezuela, es un factor importante en donde no solo el poder político
es un interés internacional es un eje del narcotráfico mundial, está aliada
con los peores elementos del narcoterrorismo con fuertes relaciones con la
Fuerza Armada del país y cuenta con el apoyo intelectual del espionaje
cubano.

A manera de conclusión, podemos entender que Venezuela tiene un rol de


suma importancia en la globalidad, toca y trastoca factores de poder innegables a
nivel mundial, y que la realidad nacional vivenciada por los venezolanos son
consecuencias de políticas llevadas acabo por quienes ostentan el poder no solo
en Miraflores, sino también más allá de nuestras fronteras.

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