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LA INVESTIGACION ARQUEOLOGICA DE EPOCA ROMANA EN ALBACETE Por Lourdes ROLDAN GOMEZ Becaria del Depto. de Prehistaria y Arqueologia de la U.A.M. I, INTRODUCCION Al hablar de la investigacién de época romana en la provincia de Albacete, tenemos que tener en cuenta en primer lugar que nos estamos refiriendo a una serie de datos obtenidos por medio de prospecciones, hallazgos y muy pocas ex- cavaciones arqucologicas y conocido a través de una bibliografia variada. En segundo lugar, al tomar como espacio geografico de la investigacion la Provincia de Albacete, nos referimos a una demarcaci6n que no tiene ninguna entidad, ni geografica ni cultural en época romana. Geogrificamente, esta provincia esta formada por dos grandes estructuras; montafiosa al Sur, y meseta al Norte, separadas por una linea sinuosa; ambas es- tructuras, que contribuyen a la formacién de difercntcs comarcas, abarcan una mayor extensién que los limites provinciales. En €poca prerromana, el tertitorio que hoy comprende la provincia de Alba- cete, estaba habitado por diferentes pueblos ibéricos que se extendian més alld de los actuales limites de la provincia. En concreto en época ibérica haitaban en ella los oretanos, los bastetanos y contestanos principalmente. Para el conoci- miento de los limites geogrificos de estos pueblos, nos vemos obligados a acudir a las fuentes antiguas (1), cuyos autores nos dan algunas breves noticias, a veces contradictorias, al respecto. Debido a ello, y a falta de excavaciones arqueolégi- cas adecuadas, el problema esti aiin sin resolver, especialmente en lo que se re- fire a los limites entre unos pueblos y otros (2). Todos estos pueblos que habitaban la zona Central, pasaron a formar parte de la 6rbita romana. A partir del s. 11 a.C., comienza 1a conquista romana de la Meseta, motivada por factores fundamentalmente econémicos. Tras unos cuan- tos afios de luchas que comienzan en el 195 con las campafias de Caton, qued6 definitivamente conquistada por T. 5. Graco en el 179 a.C., ensanchando con ello los limites de la Citerior. Posteriormente, la zona se vio afectada por las Guerras Celtiberolusitanas y por las campatias de Sertorio. (1) Concretamente nos proporcionan datos importantes; Plinio, Estrabén y Ptolomeo. (2) Habra que conjugar los datos que nos proporcionan las fuentes antiguas con todo un programa de excavaciones arqueolégicas 2 través de los cuales obtengamos un conocimiento de los rasgos culturales de los pueblos que habitaban cada zona, para resolver el problema. 38 Durante estos afios finales de la Repablica, esta zona qued6 dentro de la ad- ministraci6n romana, incorporada a la provincia Citerior. Tras la reforma admi- nistrativa efectuada por Augusto, form6 parte de la provincia Tarraconense ads- ctibiéndose al Conventus Cartaginense cuya capital era Cartago Nova, sin poste- riores cambios, Las vias de comunicacién, potenciadas por el mundo romano como base de su conquista y dominaci6n, se apoyan en vias anteriores, como es el caso de la via Heraklea. Esta, y otras vias que atravesaban la provincia, nos son cada vez mejor conocidas gracias a los estudios hechos tanto antigua como recientemen- te, Ello unido a las prospecciones efectuadas, ha dado como resultado el hallaz- go de nuevos tramos de calzada romana, asi como de miliarios. Todo lo cual va Proporcionando datos que poco a poco, perfilan el trazado de las vias y permi- ten situar los puntos por donde éstas pasaban. Hay que tener en cuenta que fa zona que estudiamos constituye, tradicional- mente, un terreno de paso, a través de la via Heraklea y el cruce de diversos cami- nos y culturas. Ya en época ibérica, se documentan aqui reunidas influencias tanto de fa costa oriental como de la zona andaluza, y por supuesto, de la Meseta. Cifiiéndonos a la época romana, hay que destacar la enorme escasez de yaci- mientos excavados en la provincia. La investigacin arqueolégica sc ha centrado en otras culturas, como pueden ser abrigos rupestres, poblados del bronce y ¢s- pecialmente necropolis ibéticos, debido a la abundancia ¢ incluso ala espectacu- laridad de estos tiltimos. Esta ha sido la causa, en parte, de que el mundo romano haya quedado rele- gado, tanto en relaci6n a las excavaciones arqueolégicas, como al estudio de los materiales de esta cultura depositados en el Museo de Albacete. Estos materiales, fruto en su mayoria de hallazgos fortuitos, donaciones 0 prospecciones, son relativamente abundantes y variados, y podrian proporcionar, al menos, un conocimiento parcial, ante la falta de excavaciones arqucolégicas. Como hemos dicho, las excavaciones han sido-muy escasas y los yacimien- tos que conocemos son, por tanto, fruto de prospecciones o de los hallazgos an- tes mencionados. Los datos que de ellos poseemos son muy escasos; cn algin ca- so s6lo sabemos de su existencia por fragmentos de ceramica, 0 algin elemento arquitect6nico. Por tanto, es muy dificil establecer una cronologia aproximada ¢ incluso, saber el tipo de yacimiento de que se trata Ante este panorama, poco alentador, hemos tratado de recoger todas las no- ticias conocidas por las fuentes antiguas, tanto hist6ricas como literarias y epi- graficas. A continuacién, hemos recogido todos los yacimientos y hallazgos ca- suales, cuyos materiales se encuentran en el Museo de Albacete* Con todo ello, hemos pretendido lograr una aproximacién al conocimiento del mundo romano en Ia provincia de Albacete, o al menos, proporcionar una + Agradecemos a su directora, R. Sanz Gamo, las facilidades prestadas para la documentacion grifica del trabajo. 39 documentacién completa y actualizada a quienes pretendan estudiar algén as- pecto concreto de este tema. Il, HISTORIOGRAFIA Las fuentes bibliogrificas sobre yacimientos arqueolégicos de la provincia de Albacete son muy escasas. Las referencias comienzan a mediados del siglo pa- sado, en obras de cardcter general, que dan algunas noticias sobre yacimientos de esta provincia como son las de Madoz (1845), Amador de los Rios (1889), y Cean Bermiidez (1894), y especialmente la de Roa y Erostarbe (1894) y Blanch e Illa, M., especificas sobre la provincia de Albacete (3). Algunos datos de estas obras estan tomados de documentos més antiguos, como son las obras de Morales, Las Antigiledades de Espafa (1574) 0 del Canoni- go Lozano, Bastetania y Contestania del Reyno de Murcia (1794). Una segunda etapa, ya en concreto con respecto a los yacimientos romanos, comienza en los afios 40, con la labor de prospecciones y excavaciones Ilevadas a cabo por la Comisaria General de Excavaciones en Albacete, con J. Sanchez. Ji- ménez como director del Museo. Durante los afios 40 al 47, se localizan yaci- mientos, se realizan algunas excavaciones de urgencia y se recogen hallazgos y donaciones. Toda la labor llevada a cabo por Sanchez Jiménez y la Comisaria General de Excavaciones, est publicada en los Informes y Memorias de los afios 1941 y 1947. En estos afios también publica E. Cuadrado, algunas resefias sobre yaci- mientos prospectados en la cuenca del rio Taibilla, al sur de la provincia. Poste- riormente, los trabajos de prospecciones y especialmente excavaciones, publica- dos, son escasisimos (4) Paralelamente a la labor de Sanchez Jiménez, se estudian materiales concre- tos hallados en la provincia; fruto de ello son las publicaciones de Fernandez de Avilés sobre los mosaicos de Hellin; de Bovini sobre sarc6fagos; Garcia Bellido y Beltran, sobre esculturas; y el mismo Sanchez Jiménez sobre algunos otros mate- riales hallados (5). (3) Madoz, P.. Diccionario geogrifico-estadistico-histdrico de Espana y sus posesiones de Ultramar, Ma- rid, 1845. Amador de los Rios, R., Espaita. Sus monumentos y arte, Su naturaleza e historia. Pro- vincias de Murcia y Albacete, Barcelona, 1889; Cean Bermidez, A., Sumario de las antigiedades Tomanas que hay en Espafa 1894, Roa y Etostarbe, R., Cronica de la provincia de Albacete, Albace- te, 1891; Blanch ¢ Illa, N., Crdnica de la provincia de Albacete, Madrid, 1866. (A) Ver para ambos autores Ly M., 1941 y 1947. (5) Sobre los materiales, consultar la siguiente bibliografia: Fernindez Avilés, A.,"Mostico romano Procedente de Hellin (Albacete). Adquisiciones def MAN 1947; Bovini, I., 1 sarcofagi paleocris- iani Determinazioni de ia toro cronologia mediante l'analisi dei retrati. Cita Gel Vaticano, 1949; Garcia y Bellido, A., Esculturas romanas de Espata y Portugal. C.S.1.C, Madrid, 1949; Sanchez. Ji- ‘ménez, J., 1943 y 1947; Idem. “tin molde para la fabricaciGn de lucernas”. A.P.L.., 1V. Homenaje 4 Isidro Bellester. Valencia 1953 y “‘Inventario de hallazgos monetarios en la provincia de Alba- cete’", Publicaciones det Seminario de Historia y Arqueologia de Albacete, 1951. 40 Una nueva ctapa tiene lugar a partir del inicio de los 70. En estos afios sigue existiendo un gran vacio en cuanto a excavaciones, ya que las Gnicas existentes son las realizadas por Samuel de los Santos en la Casa de Guardas de ‘Tarazona, sin publicar, y en fa villa romana de Balazote, cuyos resultados estén parcialmen- te publicados en 1977 (6) Sin embargo, en estos afios, se han ido llevando a cabo estudios sobre mate- riales arqueolégicos depositados en e! Museo de Albacete, bien trabajos especifi cos: Beltran, Sanz Gamo; bien como piezas incluidas dentro de estudios mas ge- nerales: Vives, sobre la estela de Villapalacios; Sotomayor, sobre el sarc6fago de Hellin; Beltran, sobre anforas; Villaronga, en cuanto a tesoros numismiticos y Sanz Gamo, en torno a la epigraffa romana de Albacete, También hay que sefialar la existencia de trabajos especificos sobre la historiogeafia arqueol6gica de la Provincia (7). Habria que destacar, por dltimo, la tabor del Instituto de Estudios Albace- tenses, en cuya revista Al-Basit, se han publicado miltiples estudios sobre la pro- vincia de Albacete, algunos de cllos relativos a la arqueologia: El acueducto de Albatana; los puentes de Isso... finalmente completados con la organizacion de un Congreso de Historia de Albacete (@). ‘También habria que tener en cuenta Ia aportaci6n al conocimiento del mun- do romano de Albacete, a través de yacimientos ibéricos muy importantes, que se romanizan en sus diltimas fases. Especialmente el Santuario indigena del Cerro de tos Santos, ya conocido desde el siglo XIX y cuyo estudio ha sido publicado periédicamente, desde entonces hasta la actualidad (9). (6) De los Santos Gallego, S., “Excavaciones en la villa de Halarote (AlDaccte)”. Segovia y la Arqueo- logia Romana, Barcelona, 1977, (7) Consulta la siguiente bibliografia: Beltran, A., "Cabeza femenina de tipo claudiano en el Musco de Albacete’. Anales de Sem, de H.* y Arg. de Afbacete. 1, Madrid, 1951, p. 19-21; Sanz Gamo, R., “Cerdmica romana estampillada del Museo de Albacete”. Anales del Centro Asociado de la UNED, n.° 4, Albacete, 1982; Vives, L., Inscripciones latinas de la Espana romana, 1971; Sotoma- yor, M., Datos kistricos sobre los sareéfagos romano-cristianas de Espana, Granada, 1973, p. 78 82; Beltein, M., “Las anforas romanas en Espafa’’. Anejo de Caesar Augusta, VIM. Zacagoza, 1970 y Villaronga, L., “Tesorillo de Albacete del aflo 1906" Ampurias, 33-34. Barcelona 1971 y ‘Comentario 210s hallazgos de tesoros numismaticos''. XIII CNA. Zaragoza, 1975; Sanz Gamo, R.,“Avance para un estudio de Ia epigrafia romana en la provineta de Albacete”, Centro asociado de la UNED, Albacete, 1979, pp. 167-172 En cuanto a bibliogeafia ¢ historiograffa de Albacete ver: de fos Santos y Sanz Gamo, Al- Basit, 9, 1981; pp. 179-206 y Sanz Gamo, R., Centro asociado de la UNED, Albacete, 1980, pp. 173-188, (8) Al-Basit,n.° 0, 1975, pp. 32-42; .° 11, 1982, pp. 113-126; n.° 9, 1981, pp. 179-206; Congreso de Historia de Albacete, 1. Arqucologia y Prchistorla, Albacete, 1984 (9) Una recopilacion de las investigaciones desde el s. XIX, fue efectuada por A. Fernandez Avilés: “Las primeras investigaciones en el Cerro de los Santos (1860: 1870). Cuestiones de puntualiza- ‘Gn. Boletin del Seminario de Estudios de Arte y Arqueotogia, XV. Valladolid, 1949, pp. 57-70. Posteriormente Chapa Brunet, T., "Nuevas excavaciones en el Cerro de los Santos (Albacete), excavaciones de 1977 a 1981". Al-Basit, 15. Albacete, 1984, pp. 109-126 y "Tres nuevas escul turas del Cerro de los Santos (Montealegee del Castillo, Albacete)". A-Basit. 8. Albacete. 1980, pp. 149-162 41 Un caso similar es el del Llano de la Consolaci6n o la Hoya de Santa Ana, ne- cropolis ibérica cuyas primeras excavaciones fueron parcialmente publicadas por Sanchez Jiménez (10), Los estudios sobre las vias romanas de la provincia, comienzan también de manera general, a fines del siglo pasado; aunque tenemos algunos documentos anteriores, como la obra de Morales (1570), que dedica el tomo X a las vias, y la de P. J. Villuga (1546), Repertorio de todos tos caminos de Espana. La via Augustea ha sido estudiada desde antiguo. Es bien conocido el tramo en- tre Cstulo y Mariana, Para este tramo es de interés el estudio de R. Martinez Camei- ro, mencionado en las Memorias de Ia Real Academia de la Historia, n.° 8, 1859, pe- 0 que al parecer, ha desaparecido. El tramo entre Mariana y Saltigi, ¢s poco conoci do. El estudio mas antiguo que a él se refiere es el de Lozano, ya citado, Otros estudios con datos sobre vias, en estos afios, son los de Roa y Erostar- be y los de Serrano Gomez (1899), Fernandez Guerra (1875), y Coello (1894) an. A comienzos del s. XX, se publican obras generales como las de Saavedra (1914) y Miller (1916), que tratan de fijar los lugares de las antiguas estaciones, mas que recoger el trazado completo de la via. Hay también trabajos mas especi- ficos como los de Blézquez (1921), tratando de reconstruir tramos enteros de vias (12). ‘Tras un lapso de tiempo, hay una segunda etapa a partir de los afios 60, con algunos trabajos de gran interés que proporcionan un avance cn cl conocimiento del trazado viario en esta provincia y en las limitrofes. Estos estudios estan basa- dos, tanto en los antiguos textos itinerarios, como en las prospecciones y la fo- tografia aérea; asi, por ejemplo, los estudios de Corchado, Roldan (1975) y, es- pecialmente, en estos dltimos afios, los trabajos de Sillieres (13). EL conocimiento de las vias se apoya y complementa en os hallazgos de mi- liatios, cuya publicaci6n tiene ya una larga tradici6n vinculada generalmente a la epigrafia; se han ido incluyendo en los repertorios epigraficos que intermitente- mente se han publicado. Los mis antiguos conocidos pertenccen a la via Alcalé-Cartagena, en el (10) Sanchez Jiménez, J.. Ly M..1.° 8, 1947, pp. 31-44 y 53 ss. (11) Sereano Gémez, “La plaine de la Consolation et la ville iberique d Ello”, Bulletin Hispanique, T, 1. 1899; p. 189; Fernindez Guerra, A., Discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia. Madrid, 1875, pp. 122-126; y Coello, F., “Una via romana de Chinchilla a Zaragoza"’. BRAH, 24, 1894, 55s. (12) Saavedra, E., “Discurso leido el dia 28 de Diciembre de 1862", Madrid, 2.4 ed., 1914 y Miller, M,, Hineraria romana, Romische Reisewege an der Tabula Peutingeriana. Stuttgart, 1916, pp. 178- 181, reeditado 1964; Blazquez, A., JSEA, 40, Madrid, 1921 (03) Corchado Soriano, M., “Estudio sobre vias romanas entre el Tajo y el Guadalquivie”, AEA, 42 Madrid, 1969; Roldén, J. M., Htineraria Hispana, Fuentes antiguas para el estudio de las vias roma- nas en fa Peninsula Ibérica. Madrid, 1975, Sillittes, P., “Le camino de Anibal. Itineraire des Go- belets de Vicarello, de Gistulo a Sactabin”. M.C.¥, XU, 1977 y “Une grande route romaine me- ‘nant d Carthagéne: la voie Sultigi Carthagu-Nova"”, M.M. 23. 1982, pp. 247-258, 42 tramo entre Saltigi y Cartagena, son los de la Losilla y Cieza (Murcia) (Los de la Losilla, conocidos ya en el s. XVIII por las obras de Lozano y P. Salmerén (1777). Todos ellos recogidos en el CIL 14). Otros miliarios de posterior descubrimiento en esta zona, han sido publica- dos, tanto en atticulos especificos: los de P. Fita (1901), cémo en repertorios epigraficos mas amplios: Dubois (1901), Ribero (1933) 0 Vives (1971) (15). Ultimamente, también Sillizres, como complemento a sus estudios sobre vias, recoge y documenta los miliarios que interesan al tramo estudiado; asf lo hace en sus articulos sobre la via Augustea (1977) o sobre la via Aleald-Cartagena (1983), ya citados, ademas de alguno especifico sobre miliarios (16) Ill. VIAS DE COMUNICACION La provincia de Albacete esta atravesada de N. aS. y de E. a O. por cuatro vias principales y un ramal de una de elas, algunas de las cuales coinciden en parte de su recorrido y tienen en Saltigi (Chinchilla) lugar de cruce. Estas vias principales cuya importancia no es igual entre todas ellas, se complementarian con otra serie de vias secundarias que unirian poblaciones mas cercanas y ten- dian una utilizacién meramente local. Las vias principales son (Fig. 1): . Complutum-Cartago Nova. B. Cacsar Augusta-Laminio (via 31 del itinerario de Antonino). €, Tarraco-Gades (por Libisosa) (via de los vasos de Vicarello o via Augustea). D. Emérita Augusta-al Puerto de Almansa, E. Corduba-Saguntum. F, Ramal de la via Corduba-Saguntum (por Castelar, la Puerta y Ridpar a Cartago-Nova). A. Complutum-Cartago Nova Segiin las prospecciones y fotografias aéreas realizadas recientemente por Silliéres, quedan vestigios de esta via particularmente entre Tobarra y Chinchi- lla, especiaimente bien conservados al Sur de Pozo Cafiada y al Sur de Chinchi- Ila, no lejos de Pozo Moro. También en la region de Hellin hay vestigios, al norte del Tolmo de Minateda (17). (14) Lozano, A., 1749, pp. 22-23 y Salmeron, P., Le antigua Carteia, Capital de Olcadia, hoy Cieza, villa del regno de Murcia, Madrid, 1777, p. 244. (15) F. Fita, “Miliarios romanos de las Navas de San Juan"’. Boletin RAH, 38, 1901, pp. 422-424 y “Nuevas inscripciones romanas" Boletin RAH, 39, 1901, pp. 425-426; Dubois, C., “Inserip- cions romaines d'Espagne" Bulletin Hipanique 3, 1901, p. 212; Ribero, C. M., El lopidario del MAN. Valladolid, 1933, .° 114 y Vives, L., 1971 (16) Siliéres, P., 1977, 1982 y “Trois nouveaux milliares du Sud de Espagne" XV. CNA, Lugo, 1977 (1979), pp. 1076-1081 (17) sillitres, P., 1982, pp. 252-253. 43 FIGURA 1 Srannor \ \ Mapa de disteibucion de los hallazgos arqueologicos romanos en la provincia de Albacete 44 En el s. XVII habia numerosos vestigios de ella, que recoge Lozano. En 1960, fue estudiada y publicada por Corchado, segiin el trazado pro- puesto por él atraviesa la provincia de Cuenca. Desde Segobriga, pasa por Pozo Amargo (identificado con la mansio ad Puteas del It. de Antonino), después cru- za la via Corduba-Saguntum, continuando hasta Saltigi (Chinchilla) y después ha- cia el Sur, hacia Cartago-Nova, pasando por Tobarra y Hellin, Mas tarde se une a la via Corduba-Sagunto, continuando ambas en direccién a Cartagena (18). Silligres lleva el trazado de esta via por Alcantarilla, Lorca, Archena, Cieza, Pto. de la Mala Mujer (Murcia) y Tolmo de Minateda (Albacete). Desde el Tolmo directamente a Tobarra, sin pasar por Isso o por Hellin sino siguiendo el valle de Ja Rambla de Tobarra. Este trazado esta atestiguado por un miliario hallado en Torre Uchea, en el camino Viejo de Murcia (19). Continga hasta Mercadillas, a 3°S Km. al sur de Pozo Cafiada y de aqui a Chinchilla. De esta via se conocen nueve miliarios, de los cuales 4 se hallaron en Ja pro- de Albacete; uno en Torre Uchea y 3 en Pozo Caiiada, uno de ellos con la siguiente inscripcién; IMP CAESAR NE/TRAIAN . S/AUG GE/PON M....TRI POT/OST....., fechado entre el 98 y 102 d.C. (Lam, 1) (20). vin B. Caesar Augusta-Laminio ia estudiada por Roldan como perteneciente al Itinerario de Antonino (21); se trata de la via 31 de este itincrario, quc comprende dos tramos de diferentes vias. Atraviesa la provincia de Cuenca y tras pasar por Valdeganga (Valebonga) y Pozo Amargo (ad Puteas), entra en Albacete, llegando hasta Chinchilla (Saltigi), donde tuerce hacia el Oeste. Este primer tramo coincide desde ad Puteas hasta Saltigi con Ia via Complutum-Cartago Nova que sigue hacia Tobarra. Desde Saltigi, contintta hacia el Oeste atravesando las mansiones de Parien- tinis (Paredazos) y Libisosa (Lezuza). En este segundo tramo, coincide con el tra- zado de la via Mérida-Pto. de Almansa y de la via Augustea. Termina en Lami- nium, desde donde comienza la via 29 del Itinerario Antonino hasta Mérida, ya fuera de los limites de la provincia. C. Tarraco-Gades Se trata del camino de Anibal segin los Vasos de Vicarello. Corresponde a un trazado antiguo de la via Augustea que existia segiin Estrab6n (III, 4. 9-10) y que atravesaba el campus spartaria. Silliéres explica este trazado de la manera si- guiente: ambos caminos coinciden hasta Saitabi desde donde, el mas antiguo se dirige hacia el interior por las mansiones de ad Statuas, ad Turres Saitabitana (18) Corchado Soriano, M., 1969. (19) B, Molina, Trazaba el Itinerario por Isso y Corchado, M., 1969, lo hace por Hellin, (20) Sanz Gamo, R., 1979, pp. 167-172. (21) Roldan, J. M., 1975, p. 95. 45 LAMINA 1 Foto 1: Miliario de Pozo Cafada (Museo de Albacete) g |Albacete) Foto 2: Estelag 46 (Fuente de la Higuera) y ad Palem (Cerro de los Santos?), hasta Saltigi (Chinchilla); mientras que el camino nuevo, o via Augustea, apenas entraba en el campus Spartaria. Continuaba cerca de la costa, hasta Cartagena y de aqui a Cas- tulo donde volverfa a coincidir con el antiguo trazado (22). Entre Saitabi y Saltigi existe un trazado, tradicionalmente aceptado, que si- gue el de la carretera nacional por Almansa y Bonete. Este itinerario propuesto por Saavedra era también el camino seguido en el s. XVI, pero, parece ser, que las distancias no coinciden con las de los vasos de Vicarello. Silligres propone otro itinerario mas al Sur, por la depresi6n del Caudete, Montealegre, Corral Ru- bio, Pétrola, hasta Saltigi, donde se unifica con el trazado tradicional. Este cami- no ya habia sido propuesto por Fernandez Guerra (23). + Desde Saltigi (Chinchilla), la via continaa por Parientinis (Paredazos) y Libi- sosa (Lezuza) hacia Castulo, por el término de El Ballestero, en el limite de la provincia de Albacete illiéres ha identificado el recorrido de esta via, basdndose en la fotografia aérea y en sus propias prospecciones. Existen, segiin su estudio, vestigios muy claros de 1a via al NO de El Ballestero, entre Lezuza y Albacete. Mis all4 de Chin- chilla, son menos claros al sudeste de Corral Rubio Los cuatro miliarios hallados en esta via pertenecen a la parte oriental del tra- yecto; no hay ninguno en el recorrido a través de la Meseta y de la Mancha (24), D. Mérida al Puerto de Almansa Se trata de una via transversal, desde Mérida al Puerto de Almansa por Capi- Ila (cn cl extremo SE de la provincia de Badajoz), Caracuel (al Sur de Ciudad Real) y Villanueva de la Fuente (cerca de! limite de Ciudad Real y Albacete) segiin el itinerario trazado por M. Corchado. Lo describe de la siguiente manera: ““des- de Villanueva de la Fuente, posible Mentesa oretana, confluye con la via C6rdo- ba, siguiendo la vereda de los Serranos, después se separa de la vereda, posible via Cérdoba-Sagunto y continda en linea recta durante 12 Km., por el término de El Ballestero bajo el nombre de Calzada o via romana. Sigue el Itinerario im- preciso hasta Lezuza" (Libisosa) (25). Después parece seguir el mismo camino que propone Silligres por Titiez y Paredazos, hasta Chinchilla. Desde aqui sigue, segin Corchado, la carretera ge- neral a Alicante hacia Almansa, con trazado impreciso (26). Coincide en parte, con el Itinerario de Antonino (via 31) y segdin Corchado, desde Villanueva de la Fuente hasta el final, con la via descrita por los vasos de Vicarello (via Augustea). (22) Sillitres, P., 1977, pp. 76-77. (23) Saavedra, E., 1862; Fernandez Guerra, A., 1875, pp. 122-126. (24) Ribero, C. M., 1933, n.° 114; Fita, 1901, pp. 422-426. @5) M. Corchado, 1969, p. 145. (26) Seguirfa por tanto el itinerario de Saavedra que queda al Notte del propuesto por sills 47 E. Corduba-Saguntum Esta via ha sido igualmente estudiada por M. Corchado, quién sefiala un do- ble itinerario a través de la region andaluza: a) por Montoro y Linares y b) por Vi- la del Rio y C4stulo, continuando unidos por Arquillos, Venta de ios Santos, Vi- lanueva de la Fuente, Iniesta y, por Utiel, a Sagunto. Segdn descripci6n de este autor desde Villanueva de la Fuente (27) confluye con el camino transversal de Mérida y prosiguen unidos un tramo. Después lo deja a la derecha, continuando por el término de El Ballestero y El Bonillo, pasa al E. de Munera (sigue la Cafiada Real de Andalucia por los términos de Minaya y La Roda), cruza la via ‘Complutum-Cartago Nava, justo en el limite de la provincia, continuando por Iniesta hasta Sagunto (28). F, Desviaci6n por Castelar, La Puerta y RiGpar a Cartagena A1’5 Km. pasada la venta de San Andrés (Santiesteban del Puerto, antigua Tlugo), se separa de la via Cérdoba-Sagunto, un ramal hacia Cartagena, que sigue el Camino Real de Andalucia: penetra en la provincia de Albacete, pasando a la margen izquierda del Guadalimar y entra en la cuenca del rio Mundo a 2 Km. al Este de Ridpar. Continda en direccién a Hellin hasta enlazar con la via Complutum-Cartago Nova (29). Este ramal de la via Cordoba-Sagunto, separado de la via principal, con di- recci6n a Hellin, ha sido relacionado con 12 existencia de tres puentes en la loca- lidad de Isso, que cruzan el rio Mundo (30). IY, CIUDADES CITADAS POR LAS FUENTES Libisosa: colonia citada por las Fuentes itinecarias y por las hist6ricas; Vica- rello: Libisosam, Il, Ill, IV; It. 446-11: Libisosia; Rav. IV, 44; CIL II: 3234: colo- nia Libisosarum; 4254: Libisosanus. La localizacién de Libisosa en Lezuza, al oeste de Albacete, es pues segura, tanto por las Fuentes Itinerarias como hist6ricas y epigraficas. Plinio a cita como Libisosa Foro augustana, perteneciente al conventus car- taginensis, junto con Ia colonia Accitana Gemela, ambas con derecho latino; también la cita Ptolomeo. (27) Villanueva de la Fuente ha sido identificada con Mentesa Oretana por Ferndndez Guerra, E. Saa- vedra y H, Hubner. Corchado Soriano, 1969, p. 157. (28) Corchado Soriano, M., 1969, p. 146. (29) Segin el mismo autor, junto a Santisteban del Puerto, existen restos romanos idemtificados ta- dicionalmente con llugo. (30) Aparecen referencias a estos puentes en las celaciones de Felipe If, también en el diccionario _geogrifico de Madox y cn la cronica de Roa y Erostarbe ya citadas. Recientemente han sido pu- Dlicadas en Al-Basit, n.° 12, 1983. 48 Es mansio del Itinerario de Antonino, perteneciente a la via 31 de Laminio a Caesar Augusta. También pasa por ella la via Augustea segiin los vasos de Vicare- No; Tarraco-Castulo (por Saitabis) y 1a via transversal Mérida-Puerto de Almansa Ha sido identificada con Lezuza por Cean Bermudez, Hibbner, Fernandez Guerra y Saavedra. Blézquez la localiz6 en Ossa de Montiel. Su ubicacion es se- gura ya que ademds de las inscripciones (CIL, II, 3234 y 4254), las distancias del Itinerario de Antonino y de los Vasos de Vicarello coinciden, como también los nombres de las mansiones anterior y posterior (31). Otros hallazgos relacionados con esta ciudad son algunas monedas: un de- nario consular de la familia Porcia, hallado en 1943 y un Gran bronce Imperial de Lucila, hallado en 1941, ambos en el Castillo de Lezuza; un bronce imperial de Claudio I, un bronce de Vespasiano y un bronce de Galieno, hallados en Lezu- za (32). También se hall6 en el Cerro junto al cementerio, proximo al Castillo de Lezuza, en 1950, una cabeza femenina fechada por el peinado en tiempos de Julia Agripina Minor (33). Iltinum: tradicionalmente se ha identificado con Hellin, No se menciona en los itinerarios, pero si en las fuentes historicas, nos es conocida por Ptolomeo (Ptol. 6, 60). Los datos que poseemos de esta ciudad son muy escasos, su identificacién tra- dicional no es segura, ya que no se han hecho excavaciones que Io confirmen. Si s cierto que ta via Complutum-Cartago Nova pasa muy cerca de la actual ciudad de Hellin, quiz por Torre Uchea donde fue hallado un miliario, ya mencionado. Conocemos ademis algiin hallazgo monetario en Hellin: un pequefio bronce de Constantino; un medio bronce de Antonino Pio y un denario también de An- tonino Pio hallados ambos en 1927 en Villa Rita (Hellin). También en el término de Hellin, en Vilches, se hall un sarc6fago paleocristiano a fines del s. XVIII, que pudo ser realizado en un taller de Roma, en torno al 380 d.C. (34) El hallazgo mas importante realizado hasta la fecha en Hellin es el de dos mosaicos hallados en 1925 y 1937 al N.E. de la ciudad, junto con otros restos ar- quitectonicos: marmoles, fragmentos de ceramica romana y alguna moneda La situacién del hallazgo, cerca de la via Complutum-Cartago Nova, en te- rrenos fértiles y cerca de un manantial, hace pensar que se trate de una villa de cierto lujo que, por sus mosaicos y marmoles de calidad, podria datarse a fines del s. 11 d.C. 0 primera mitad del s. TIL. (31) Sobre esta colonia ver ademas Garcia y Bellido “Aportaciones al proceso de romanizacién del S.E. de la Peninsula” Homenaje a C. de Mergelina, Murcia 1962, p. 371 (32) Sanchez. Jiménez, J., 1947, p. 101 y el mismo. “Inventario de los hallazgos monetarios en la provincia de Albacete" Anales del Sem. de H.* y Arqu. de Albacete. 1, 1955, p. 33, (33) Beltran Martinez, A., 1951, pp. 19-21. G4) Sanchez Jiménez, J., 1947, pars los hallazgos monetarios y con respecto al sarc6fago palevcris- iano: Dominguez Monedero, Congreso de Historia de Albacete, 1, 1984, pp. 309-330. Seguin es- te autor fue Bilches y no Vilehes el lugar del hallazgo, que fecha en el 380 d.C. Para documenta- cin anterior, M. Sotomayor, Datos histéricos sobre las sarcéfagos romano-cristianos de Espaha Granada, 1973, pp. 78-82 49 Saltigi: mencionada por Ptolomeo (Pto. 6, 60) ademés de figurar en las fuen- tes Itinerarias: It. 447, 2; Vicarell. I: Saltigium; II, I, IV: Saltigi; Rav. IV, 44 (313, 13): Saltis. Generalmente se ubica en Chinchilla o sus alrededores, pero su situaci6n es- tA atin sin precisar, a falta de testimonios arqueolégicos claros. Para Sillitres, su localizaci6n es segura en el lugar donde termina el camino de Lezuza a Chinchi- a (35). Junto a la actual ciudad de Chinchilla se han hallado, en una zona, gran cantidad de material de superficie romano y parece haber sefiales de estructuras arquitectOnicas. La localizaci6n de Saltigi en este lugar podria confirmarse cuan- do se realicen las excavaciones recientemente comenzadas por R. Sanz Gamo. Esta mansio era cruce de caminos, por ella pasaban la via 31 de Laminio a Caesar Augusta, Ia via Tarraco Gades y Ia via de Mérida al Pucrto de Almansa. Los hallazgos numismaticos de ta zona son los siguientes: un denario consular de la familia Sauteria, hallado en la fortaleza de Chinchilla; un as consular de la fa- milia Cornelia y un as de Sagunto, hallado en 1937 en el Villar de Chinchilla 36). Egelasta: es citada en las Fuentes por Plinio y Estrab6n; Estrab. 111, 4,9, 10; Plin, I11, 25: Egelastani; Plin, XXXI, 30: Egelastae Segéin Plinio, esta ciudad pertenece al Conventus Cartaginensis, entre los pueblos que gozan del derecho de los estipendiarios. También Plinio XXX1. 30 esctibe ““En la Hispania Citerior, en Fgelastae, se extrae una sal en bloques casi trashicidos””. Conocemos esta ciudad por las Fuentes Hist6ricas pero no aparece en los Itinerarios como mansio, a pesar de que Estrab6n III. 4, 9, nos dice que la anti gua via de Tarraco a Gades, pasaba por la villa de Egelasta, Segtin el estudio de Si- lites, esta villa se identifica posiblemente con el lano de la Consolacién, ya que es cl lugar que mejor reiine las condiciones citadas por Estrabén (37), Antesiormente sc ha identificado con Iniesta, por afinidad fonética, por ser cauce de vias y porque alli existen salinas y se hallaron unas ruinas arqueolégi- cas. Hiibner la localiz6 en Men Bacé, al Oeste de Vilches, por la existencia de una lapida funeraria (CIL 50 91). Eti@nne, la localizé en Salinas, entre Elche y Carta: gena y Schiilten en Thiar, al Norte de Cartagena y en Men Bac (38). V. MANSIONES DE LAS FUENTES ITINERARIAS Ad Palem: slo nos es conocida por los Vasos de Vicarello; Vicarell. I, I: ad Palem; lll, ad Pale; 1V: ad Palae. 5) Silitres, P., 1977, p. 76. (36) Stnchez Jiménez, J., 1947. 37) Silliéres, P., 1977, pp. 79-81, (38) Sobre la localizacion de Egelasta: Arias Bonet, G., “apendice Secundo sobre Egelasta’’. El milia- rio exiravagante, 1966; Hubner, H. Hermes, 2, 1867, pp. 456-457; Schalten, A., EH.A., ¥ Geo- afia y etnografia de la Peninsula Ibérica, T. M1, 1959; Etienne, R., “A propos du Garum socio. rum”. Latomus, XXIX, Bruxelles, 1970, 50 Esta mansio no aparece en el Itinerario de Antonino. Saavedra la sitéa en Ntra. Sra. de Belén, entre Bonete y Almansa; también Serrano Gomez la sittia cer- ca de Bonete, pero las distancias no coinciden por esta ruta con la de los vasos de Vicarello. Silligres traza un camino mis al Sur, ya descrito, ¢ identifica ad Pa- Jem con el Cerro de los Santos, de este modo, si coincidirfan las distancias. Rol- dan, la sitiia en las cercanias de Libisosa, sin mas especificaciones (38). Son frecuentes en toda esta zona hallazgos ibéricos, dada la gran importan- cia que adquirié el Santuario Ibérico del Cerro de los Santos, perdurando hasta poca romana. La etimologia del nombre parece estar en relacién con la posible dedicacién del Santuario a la diosa Ibérica de la fecundidad, asimilada después a la romana Palas (40) El yacimiento fue excavado a lo largo de varios afios hasta 1965. Posterior- mente, T. Chapa emprendié de nuevo la excavacién, tratando de hallar un con- texto arqueolgico a las esculturas. Segtin sus investigaciones, da una cronologia incierta para sus inicios y hacia el cambio de Era para los comienzos de su aban- dono (41). La vaguada, situada al norte del promontorio, proporcioné restos de €poca romana pertenecientes a antiguas villas asentadas alli cuando el Santuario habia dejado de existir como tal. Parientinis: Mansio de los vasos Apollinares y de la via Laminio-Caesar Augusta del Itinerario de Antonino; It. 447, 1; Vicarell., I, 11, III y IV. Saavedra y Coello la ubican en Paredazos Viejos, segtin Roldan no est ase- gurada su identificaciOn. Sillitres la sitda a 22 millas de Lezuza, en cl cruce de la carretera Albacete-Ubeda, en el Ventorro de la Vereda, muy cerca de la tradicio- nal localizaci6n. Este autor ha identificado a via en esta zona y, segtin él mismo, las distancias desde este punto coinciden con las del Itinerario de Antonino y los vasos de Vicarello, entre Libisosa, Parientinis y Saltigi (42). Corchado Serrano, al describir la via de Mérida al Puerto de Almansa, dice que pasa proxima a Paredazos y menciona restos de calzada entre Paredazos y Chinchilla, en los Llanos (43). Caput Fluminis Anae: Mansio del Itinerario de Antonino, a7 millas de Lami- nio; It. 446, 10. Como su propio nombre indica, debia encontrarse en el naci- miento del rio Guadiana. Saavedra la sittia cerca de Ossa de Montiel y Blazquez en Pefarroya (44). Los demas autores no dan ninguna localizacién, ya que realmente el cono- (39) Saavedra, E., 1892, p. 100; Serrano Gomez, 1899, pp. 18-19; silliéees, P., 1977, pp. 76-77. Ver ademds e1 trazado de El camino de Anfbal en este tramo; Roldén, J. M., 1975, p. 256, (40) sillitres, P., 1976. (41) Ver bibliografia al respecto en nota 9. (42) Saavedra, B., 1894, 102; Coello, F., 1894; Roldin, J. M., 1975, p. 257; silligres, P., 1977, p. 75. (43) Corchado Soriano, M., 1969, p. 154 (44) Saavedra, E., 1894 y Blizquez, A., 1921. 51 cimiento sobre esta mansio es muy escaso, pues sélo se cita en el Itinerario de Antonino. No se conocen restos arqueolégicos en la zona. Unicamente hay algu- nos vestigios de la via, VI. YACIMIENTOS ARQUEOLOGICOS Como hemos visto, ninguno de los asentamientos citados por las fuentes se ha confirmado arqueolégicamente, por el momento. Sin embargo, conocemos la existencia de algunos otros asentamientos, como ya dijimos la mayoria proce- dentes de prospecciones y muy pocas excavaciones, ademis de una serie de ha- lazgos dispersos. Todos estos datos arqueolégicos que pueden proporcionar al- giin dato sobre la Romanizaci6n de la provincia de Albacete los hemos agrupado de la manera siguiente: poblados (P); villas (V); necr6polis (N); yacimientos de atribuci6n dudosa (D); otros yacimientos (0); hallazgos epigrficos (E); hallazgos numismaticos (M). ‘Adems de los yacimientos que a continuacién relacionamos, conocidos por medio de bibliografia, tenemos noticia de algunos otros recogidos en el In- ventario del museo Arqueoldgico de Albacete, asi como los hallazgos entregados recientemente a este Museo (45). (45) Los yacimientos que agut incluimos, estn tomados de 1a bibliografia siguiente: Jy M. n.° 3, 1943 y 15, 1947; Congreso de Historia de Albacete. 1, Prehistoria y Arqueologia, Albacete, (984; para los materiales consultar ademas de las obras citadas; Santos Gallego, "“Excavaciones en la villa romana de Balazote". Segovia y a Arqueologia Romana, 1977, y NAH, 5, 19° ‘ménez, J., "Mosaico romano en Helin. BRAH, 91. Madrid, 1927, pp. 285-389; Femandez Avi- les, A., “Un nutvo mosaico romano descubierto en Hellin (Albacete). AEA, XIV. Madrid, 1940-41 y “Mosaico romano procedente de Hellin, Albacete’', Adquisicién del MAN. 1940-45, Madrid, 1947, p. 108 ss.; Balil, A., “Las mufiecas antiguas en Espafia”. AEA, XXXV, Madrid, 1962, pp. 70-85; Existen datos de nuevas prospecciones ain sin publicar, realizadas en 1984 Por R. Amores y J. Pérez Blese en la zona de Elche de la Sierra. 52 €F61 Us Uo2Ddsoxa ugisoadsoag ugyaodsoag ‘9661 U2 worsoadsosg 9861 U2 UorDoadsord $561 U9 UoHr>ndso34 Sb61 U2 voLoadsoad S¥61 uo uoID2ads034 vorsadsoud ugppoadsosg NOIDVAVOXE reusdus repadarony ouewosos2q1 11's Peuadunony ‘ouewo1s032q) ove ourwioss0:9q1 VIDOIONOXD somapey 4 sag} somaruessau So] UD ae{n¥>) 9p souopHgn: soananaisuos sapeuarru ap ATIVA'Y SONAITIVA “T 9 ap eun ‘ede ap arse sugporsooap uss seurUON0s9q1 $1 ef Se souewosso19q) pear soar & sosamit ordi eoqurysss 9p Bea oseuny ap sv stiojur 2 oqapgy wonUIg9D esd - SUIVINALVH SOLS ype & sefod ap Besa - { rouspye xoruseaa9 « -|uia dl. > ep auBoqraiwoN oun, easego., cordon oafes0109 onan seuonupey, stsonupen seaanupew smug smu, NOW ONINWAL onuog fof ‘@s04201 9p SOUEIIIA euy eiurs op rion raz seaanbig ap 12103 rowel euaa SoqIBIy S01 ap est soyis 9p wage "oR sopentes ta 00d std tL Old OLNEIWIDVA 53 uorsadsoad Zv61 U9 woIed “ox 6261 wa tesed oxg 4 ugnasdsoad souruiossoanqt reuadus ole ovrwonossqr ronaqt 2 eon His ap “Bray 2p sozony & ez1u9> SOALMMSUOD 501534, svuewossopser samindos & our 2p seus) - A neuaquedume “esony “seoqs9q! seo 3 pp asiayewow uPH soduie) “a Epareuy 2p ou v7 uopsadsoxg ourwonongy ‘sotemossosogy sory ~ ravais e} 9p aw ro sont vee uopsadsord ourwouosg. 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Zona N.E., entre el rio Jcar y el Cabriel, publicado por R. Sanz Gamo. 3. Zona de Arroyo Taibilla, al $.0. de la provincia, prospectado por E. Cua- drado. 4, Zona de los Valles de Vilches y Minateda-Agramén S.E, de Albacete, prospectado por Jordan y otros. La bibliografia de la que hoy dia disponemos se resume a unas pocas publi- caciones, la mayorfa de las cuales consisten en una recopilacin de los yacimien- tos, con una exposici6n sucinta del materia! hallado. Estos trabajos se han Mevado a cabo en dos momentos principalmente; uno més antiguo, hacia los afios 40, y otros recientemente. La valoraci6n de los dos ¢s, por tanto, muy matizable. Debido a la parcialidad geografica de las prospecciones, no podemos hacer una valoraci6n general de los datos en cuanto a la distribuci6n de los yacimien- tos. Queda una gran parte, toda la zona Oeste y Central, en !a que apenas cono- cemos algunos yacimientos cercanos a las vias, como la necropolis de Ti- riez y la villa romana de Balazote y, especialmente, hallazgos sucltos y algunos datos sobre vias y miliarios. Las prospecciones en el resto de la provincia tampoco son uniformes en ab- soluto, ya que la mayoria de los datos se deben a Sanchez Jiménez y, aunque la zona que abarca es amplia, este hecho provoca, atin con todo, una descompensa- cin, lo que hay que tener en cuenta a la hora de obtener conclusiones. La zona prospectada por Sanchez Jiménez abarca los términos de Ontur, Ma- drigueras, Mahora, y Montealegre del Castillo principalmente. Sanchez Jiménez atribuye la mayor parte de los yacimientos detectados a poblados y, en mucha menor cantidad, a necrépolis. Los hallazgos son, en su mayoria, materiales ar- queolégicos como ceramica, vidrio, hierro y algunos restos arquitect6nicos 0 constructivos: tejas, sillares, ladrillos, piedras, etc..., ademas de huesos y cenizas en las necrépolis. En otros casos s6lo conocemos su existencia y atribucién a po- blados iberorromanos ya que no se menciona ningdn material. La labor de estos afios de investigaci6n, entre el 40 y el 47, no sélo se enca- min6 a las prospecciones, sino que también se excav6 en algin yacimiento. Los datos correspondientes a estas excavaciones fueron publicados en su dia y estan recogidos en nuestro anterior resumen. Los materiales obtenidos se encuentran depositados en el Museo de Albacete y algunos de ellos han sido estudiados pos- teriormente, como ya hemos sefialado. Incluimos en nuestro trabajo tados los datos aportados por J. Sanchez Jimé- nez en su dia, ya que consideramos que su labor de afios y su dedicacion y cono- cimiento de la provincia, lo merecen. 60 La zona $.0. de la provincia, cuenca del rio Taibilla, fue prospectada en los mismos afios por E. Cuadrado. También incluimos todos los yacimientos citados por este investigador, si bien su labor ha estado dedicada en mayor medida a ya- cimientos ibéricos y, especialmente, centrada en la provincia de Murcia. Datos mucho mis recientes sobre prospecciones de la provincia de Albace- te, son los aportados por R. Sanz Gamo al Congreso de Historia de Albacete. Es de suponer que esta publicaci6n refleje el resultado de una labor llevada a cabo durante afios en el Museo de Albacete, bajo su anterior director S. de los Santos, al cual debemos las pocas excavaciones del mundo romano realizadas durante Jos Gitimos afios; la villa de Balazote y la de la Casa de los Guardas de Tarazona de la Mancha (Lam, 2) (46). Por diltimo, hemos recogido también las prospecciones efectuadas en la z0- na S.E. de la provincia: valles de Vilches y de Minateda-Agramén, cuyos resulta- dos estn publicados en el Congreso de Historia de Albacete, en 1983. En este caso, no hemos incluido todos los yacimientos propuestos por considerar que os datos no tienen suficiente entidad para hacerlo, En algunos casos, toda la do- cumentacion se resume a uno o dos fragmentos de cerimica y, en algiin otro, a fragmentos de sillares 0 piedras (47). En cuanto al estudio de las vias, de cuya investigacién se habian ocupado muchos autores, hay que resaltar la labor realizada recientemente. Realmente, no se habia avanzado mucho en su conocimiento ya que el objetivo principal ha- bia sido la localizacion de las Mansions de los antiguos itinerarios romanos. Sin embargo, iltimamente se ha comenzado un estudio mis arqueolégico de la zona que, mediante prospecciones y fotografia aérea, pretende identificar tramos de las vias y asf rehacer su trazado lo mas exactamente posible, con la ayuda, en su caso, de algunos miliarios. En este sentido son importantes los trabajos de Silliz- res, ya citados y comentados. Conocemos a través de su investigacion tramos de las dos vias que atraviesan la Provincia de Albacete: la via Augustea y la via ‘Complutum-Carthago Nova. Al margen del rigor cientifico en la realizacién de fa investigacién levada a cabo por Silliéres, hay que resaltar la problemitica localizacion que este autor hace de alguna mansio, como es el caso de Egelasta tradicionalmente situada en Iniesta y que Sillires ubica en el Llano de la Consolaci6n. También las diferen- cias en los trayectos propuestos con los tradicionalmente aceptados; tal es el ca- so del paso por Torre Ochea, en lugar de Hellin o Isso, en la via Complutum- Carthago Nova y el trazado entre Saltigi y el Puerto de Almansa, al Sur del ante- rior, por Montealegte y Pétrola. (46) La muerte de S. de los Santos dej6 de publicar ambas memoria (47) No podemos atribuir la existencia de estos eseasos materiales arqueol6gicos a ningén tipo de yacimiento concreto, ni mucho menos aventurar una cronologia 6l LAMINA 2 r,s a KS L > PLM, TE 1 VL] Le: EAS, joo ; yu phir a — a Foto 4: Mosaico de la villa de Gasede bos Gauaedas j uedzona (Musco de Albacete) 62 VI. CONCLUSION Segiin lo expuesto hasta ahora, no nos es posible obtener conclusiones defi- nitivas. Las excavaciones son escasas y las prospecciones parciales, Los materia- les no han sido estudiados en su mayoria. A pesar de ello, trataremos de aportar unas conclusiones provisionales que deberin ser revisadas a la luz de nuevas aportaciones arqueolégicas. Habria que destacar, en primer lugar, la importancia de esta zona como lu- gar de paso, ya desde época prerromana y después en época romana, especial- mente, canalizado por la via Augustea en funcidn del comercio y de las explota- ciones de las minas de Cartago Nova y Andalucia. Ademiés de la via Augustea existia toda una red viatia, de la cual se conoce el itinerario a grandes rasgos (aunque son escasos los tramos seguros), que ponfa en comunicaci6n la zona N, con la S. y la costa con el interior, utilizando para ello pasos naturales. Una vez conquistada la zona, la presencia romana se hace cada vez més fuerte y mds numerosa y es de suponer que, de acuerdo con su politica urbanizadora, se fundaran nuevas ciudades que sirvieran de asentamiento a la poblacién romana. Son pocas las ciudades citadas por las fuentes que pertenezcan a la provin de Albacete; de cllas la ms importante debi6 ser Libisosa (Lezuza), de la cual co- nocemos su status de colonia por Plinio, llamada Foro Augustana. ‘También son citadas por las fuentes la ciudades de Saltigi ¢ Illinum, sin con- firmar su localizaci6n pero tradicionalmente ubicadas en Chinchilla y Helin res- pectivamente. Entrab6n cita ademas Egelasta, cuya localizaciGn ha sido discuti- da hasta la actualidad. Arqucolégicamente, conocemos los poblados, en su mayorfa por prospec- ciones, cuya distribucién més abundante en la zona Este es similar a la actual y seguramente debida a mejores condiciones geograficas, climaticas y sobre todo agricolas, ademas de tener buena comunicaci6n. Los materiales hallados son generaimente restos constructivos, ceramicas ibéricas o de tradicion ibérica y sigillatas que, generalmente, conviven en la ma- yoria de los poblados atestiguando una larga pervivencia de los rasgos indigenas hasta el alto Imperio. Existe ademas una ausencia casi total de materiales tardios, en poblados, que denota una mas escasa poblaci6n urbana y semiurbana en épo- ca Bajo Imperial. Posteriormente se atestigua una parcial repoblaci6n arabe. Las villas son los yacimientos mejor conocidos, a pesar de su escaso niimero, Aunque Gnicamente en 2 de ellas se han practicado excavaciones, concretamente n las de Balazote y Tarazona, son ademas importantes las de Hellin y Ontur. Los materiales hallados, tanto en estas villas excavadas como en tantas otras conocidas por prospecciones, se fechan entre los s. II y IV atestiguando, por tan- to, un relativamente temprano establecimiento de este tipo de explotacion agro- pecuaria incluso, tenemos indicaciones (por prospecciones), de fechas mas anti- guas. Su cronologia abarca hasta el s. IV todo lo mas, Se da también en las villas,

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