Está en la página 1de 7

Semana Santa

No es una mera coincidencia el hecho de que Jesús muriera precisamente en el tiempo de la pascua. Esto fue
planeado de antemano miles de años antes por el Dios Todopoderoso quien iba a darle cumplimiento a su plan de
salvación para el género humano. La pascua era simplemente una “sombra” de la realidad (Jesucristo) que estaba
por llegar. 1 Corintios 5.7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

1. Entrada triunfal

Marcos 11.1–2, 7–11: Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos,
Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en
ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. (…) Y trajeron el
pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el
camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.Y los que iban delante y los que venían
detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de
nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo
mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.

Este día es el mismo día del cual se habla en el Antiguo Testamento:

Éxodo 12.3, 5: LA PASCUA

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las
familias de los padres, un cordero por familia. (…) El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de
las ovejas o de las cabras.

El día que ahora llamamos “Entrada triunfal-domingo” era el día de la selección del cordero para todos los judíos
piadosos. Jesús llegó a Jerusalén el mismo día en que cada familia judía se encontraba buscando su cordero
pascual. La implicación obvia es: “He aquí Jesús, él ha venido como el cordero pascual perfecto”. Luego Jesús
se retira a Betania por la noche. En esa semana, Jesús no se pasa ninguna noche en Jerusalén hasta la noche de su
arresto.

Marcos 11.1, 2 Esto ocurrió el domingo de la semana cuando crucificaron a Cristo y la gran Fiesta de la Pascua
iba a comenzar. Desde todos los rincones del mundo romano, los judíos iban a Jerusalén durante esta larga semana
de celebración para recordar la salida de Egipto (véase Éxodo 12.37–51). Muchos habían oído de Jesús o lo habían
visto y esperaban que Él fuera al templo (Juan 11.55–57). Jesús llegó, no como un rey, sino montado en un asno
en el que nunca antes nadie había montado. A menudo los reyes acudían a la guerra montados en caballos o en
carros, pero Zacarías (9.9) profetizó que el Mesías vendría en paz sobre un humilde asno, sobre un pollino hijo
de asna. Jesús sabía que quienes lo oyeran enseñar en el templo volverían a sus casas en cualquier parte del mundo
anunciando la venida del Mesías.

Marcos 11.9, 10 La gente exclamaba: «¡Hosanna!» (que significa «¡salva ahora!»). Así daban cumplimiento total
a la profecía de Zacarías 9.9. (Véanse Salmos 24.7–10; 118.26.) Hablaron del regreso del reino de David
basándose en las palabras de Dios al salmista en 2 Samuel 7.12–14. Veían muy bien en Jesús el cumplimiento de
esas profecías, pero no entendían la proyección que tendría el Reino de Cristo. Cuando solo algunos días más
tarde llevaron a Jesús al tribunal, esa misma multitud gritó: «¡Crucifícale!»
Semana Santa
No es una mera coincidencia el hecho de que Jesús muriera precisamente en el tiempo de la pascua. Esto fue
planeado de antemano miles de años antes por el Dios Todopoderoso quien iba a darle cumplimiento a su plan de
salvación para el género humano. La pascua era simplemente una “sombra” de la realidad (Jesucristo) que estaba
por llegar. 1 Corintios 5.7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

2. La maldición de la higuera y la limpieza del templo

Marcos 11.12–19: Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. Y viendo de lejos una higuera que
tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era
tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban
en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie
atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada
casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y lo oyeron los escribas
y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba
admirado de su doctrina. Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.

Los sucesos del lunes se suman a la indignación de los líderes judíos después de lo que sucedió el domingo.
Nuevamente ellos comienzan a planear cómo podrían destruir a Jesús. El lunes termina con Jesús otra vez
saliendo de Jerusalén para pasar la noche en Betania.

Marcos 11.11-21 Hay dos partes en este inusual incidente: La maldición de la higuera y la limpieza del templo.
La maldición de la higuera fue una parábola escenificada relacionada con la limpieza del templo. El templo era
un lugar de adoración, pero la verdadera adoración había desaparecido. La higuera prometía frutos, pero no
producía nada. Jesús manifestó su enojo por las vidas religiosas sin fruto. Si andamos mostrando religiosidad pero
no la ponemos en acción en nuestras vidas, seremos como la higuera que se secó y murió. La fe genuina tiene un
gran poder. Pídale a Dios que le ayude a producir frutos para su Reino.

Marcos 11.13-26 La higuera, una fuente económica y popular de alimentación en Israel, demoraba tres años en
dar fruto luego de plantarse. Cada árbol produce una gran cantidad de fruto, el cual se cosecha dos veces al año:
a finales de la primavera y a comienzos del otoño. Este incidente ocurrió cerca de la primavera, cuando las hojas
empezaban a brotar. Los higos casi siempre crecen junto con las hojas, pero este árbol en particular, aunque estaba
lleno de hojas, no tenía higos, lo que significa que ese año no daría fruto. El árbol se veía prometedor, pero no
tenía fruto. Las palabras duras de Jesús connotaban que la nación de Israel era como esta higuera. Debía dar fruto,
pero era espiritualmente estéril.
Marcos 11.15-17 Jesús se enojó, pero no pecó. Hay lugar para una justa indignación. Los cristianos deberíamos
oponernos al pecado y la injusticia tomando una posición activa en su contra. Es lamentable, pero a menudo los
creyentes somos pasivos respecto a estos asuntos tan importantes o nos enojamos en lugar de superar cualquier
insulto personal u ofensas insignificantes. Asegurémonos que nuestra indignación esté bien dirigida.

Marcos 11.15–17 Los cambistas de dinero y los comerciantes hacían grandes negocios durante la Fiesta de la
Pascua. Los que venían de países extranjeros tenían que cambiar su dinero por la moneda judía, que era la única
aceptada en el templo para cuestiones de impuestos y para comprar animales para el sacrificio. A menudo, las
especulativas tasas en el cambio enriquecían a los cambistas y los exorbitantes precios de los animales enriquecían
a los comerciantes. Instalaban sus puestos en el atrio de los gentiles en el templo, con lo que frustraban las
intenciones de los gentiles que iban a adorar a Dios (Isaías 56.6, 7). Jesús se enojó porque la casa de adoración
de Dios llegó a ser un lugar de extorsión y una barrera para que los gentiles ofrecieran su adoración.
Semana Santa

No es una mera coincidencia el hecho de que Jesús muriera precisamente en el tiempo de la pascua. Esto fue
planeado de antemano miles de años antes por el Dios Todopoderoso quien iba a darle cumplimiento a su plan de
salvación para el género humano. La pascua era simplemente una “sombra” de la realidad (Jesucristo) que estaba
por llegar. 1 Corintios 5.7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

3. Dia de la confrontación- La trampa acerca del pago del tributo, la trampa acerca de la resurrección,
la trampa acerca del gran mandamiento

El martes por la mañana (véase Marcos 11.20) Jesús y sus discípulos regresaron a la ciudad de Jerusalén. Al pasar
por la higuera que Jesús había maldecido el día anterior, los discípulos se asombraron al ver cuán rápido la misma
se había secado. Esta maldición es simbólica de la maldición de la nación de Israel por su falta de frutos al aceptar
a Jesús. A nosotros también nos asombra que en el año 70 d. de J.C., un tiempo relativamente corto después que
muriera Jesús, la antigua nación de Israel fuese destruida. La advertencia también sirve para nosotros; si no damos
frutos, nos espera la destrucción.

Los líderes judíos buscan a Jesús el martes y lo encuentran en el templo. Este día podría llamarse el “Día de la
confrontación”. Mateo ofrece el más largo informe de este día desde 21.23 hasta 26.25. Los sucesos del martes
pueden resumirse de la siguiente manera:

* Los líderes judíos cuestionan la autoridad de Jesús (véase Mateo 21.23–27).

* Jesús dice tres parábolas: La parábola de los dos hijos (véase Mateo 21.28–32), la parábola de los
labradores malvados (véase Mateo 21.33–44), la parábola de la fiesta de bodas (véase Mateo 22.1–14).

* Los líderes judíos tratan de ponerle una trampa a Jesús. Cada una de las tres parábolas de Jesús
compromete a los líderes judíos por no aceptarlo a él. De manera que ellos tratan de ponerle una trampa a él
con tres preguntas difíciles: La trampa acerca del pago del tributo (véase Mateo 22.15–22), la trampa acerca
de la resurrección (véase Mateo 22.23–33), la trampa acerca del gran mandamiento (véase Mateo 22.34–40).

Es el martes que Jesús dice lo que aparece en Mateo 23, una denuncia muy fuerte contra los líderes judíos. Siete
veces él dice: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!”

Después que Jesús y sus discípulos dejan el templo, ya de regreso a Betania, él se detiene en el Monte de los
olivos y da lo que se conoce como el Discurso del olivar en Mateo 24. Él les dice a sus discípulos más parábolas
en el capítulo 25 acerca de su regreso y el fin del mundo. Finalmente, vemos a Jesús terminando el martes con
estas observaciones a sus discípulos que se encuentran en Mateo 26.1–2:

Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Sabéis que dentro de dos días se celebra
la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.

El martes es el duodécimo día del mes de Abib. En dos días (jueves) será la fiesta de la pascua. Éxodo 12.6 dice
lo siguiente acerca del cordero pascual:

Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las
dos tardes.

Fue el martes que los líderes judíos se reunieron para conspirar acerca de cómo podrían matar a Jesús. Mateo
26.3–5 nos relata este encuentro:
Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo
sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. Pero decían: No durante
la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.

En esta reunión los líderes judíos se dan cuenta que ellos tendrán que arrestar a Jesús rápidamente, antes del
jueves, día de la fiesta de la pascua. Esto les deja sólo el miércoles para apresarlo.
Semana Santa
No es una mera coincidencia el hecho de que Jesús muriera precisamente en el tiempo de la pascua. Esto fue
planeado de antemano miles de años antes por el Dios Todopoderoso quien iba a darle cumplimiento a su plan de
salvación para el género humano. La pascua era simplemente una “sombra” de la realidad (Jesucristo) que estaba
por llegar. 1 Corintios 5.7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

4. Unge su cuerpo con un vaso de alabastro. Judas conspira para traicionar a Jesús

Jesús se percata de que los líderes judíos están resueltos a arrestarlo el miércoles, de modo que él se pasa todo el
día del miércoles en Betania. Él sabe que aún no sería el tiempo oportuno para que él fuese arrestado ese día.

En la escritura no se menciona mucho acerca del miércoles, excepto que él pasa parte del día en la casa de Simón
el leproso (en Betania) donde una mujer con un vaso de alabastro de un perfume de gran precio unge su
cuerpo para su sepultura (véase Mateo 26.12). El otro suceso conocido del miércoles es que éste es el día en
que Judas conspira con los líderes judíos para traicionar a Jesús.
Semana Santa
No es una mera coincidencia el hecho de que Jesús muriera precisamente en el tiempo de la pascua. Esto fue
planeado de antemano miles de años antes por el Dios Todopoderoso quien iba a darle cumplimiento a su plan de
salvación para el género humano. La pascua era simplemente una “sombra” de la realidad (Jesucristo) que estaba
por llegar. 1 Corintios 5.7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

5. Arresto

Aquí debemos detenernos para considerar la forma en que los judíos calculaban el tiempo. Los judíos contaban
el comienzo de un nuevo día al anochecer. Ellos buscan la aparición en el cielo de las dos primeras estrellas de la
noche entonces anuncian el nuevo día tocando el cuerno. La puesta del sol en Jerusalén en el tiempo de la pascua
tiene lugar alrededor de las 6:00 p.m. Aproximadamente a las 6:20 p.m. aparecerían las dos primeras estrellas de
la noche y entonces se toca el cuerno para anunciar el nuevo día, el día 14 del mes de Abib. (Sin embargo, según
nuestra manera de calcular el tiempo, aún era miércoles por la noche.)

Cuando los judíos escucharon el sonido del cuerno ese miércoles por la noche, ellos supieron que el día 13 del
mes de Abib había concluido y que había comenzado el día 14. Ya era la hora de comenzar a pensar en las cosas
que ellos deseaban hacer ese día.

Es muy probable que esto haya sido lo que les sucedió a los discípulos. Al anochecer del miércoles sonó el cuerno
para anunciar la llegada del día 14, la pascua. Los discípulos de Jesús ahora comenzaban a preguntarse dónde
ellos iban a comer la pascua. Ellos le preguntan a Jesús por esto en Mateo 26.17. Ellos sabían que para Jesús era
demasiado peligroso ir a Jerusalén, sin embargo, la pascua tenía que comerse allí. En Mateo 26.18 Jesús les
instruye a sus discípulos que vayan a la ciudad donde encontrarán a un hombre que les mostrará un aposento que
ellos podrán utilizar. Ellos deben decirle que el tiempo de Jesús “está cerca”. Este no sería el tiempo normal para
guardar la pascua. Aunque es el día de la pascua (día 14) el cordero no debía sacrificarse hasta por la tarde y
comerse esa noche (que es el día 15 del mes de Abib en el calendario judío). Es muy posible que Jesús y sus
discípulos no tuvieran un cordero que comer en su temprana cena de la pascua, a no ser que fuese el propio Jesús
cuando él dijo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo”. Ninguno de los evangelios menciona nada acerca de un
cordero, excepto el Cordero de Dios.

Jesús había enviado primero a sus discípulos para que prepararan la pascua. El aposento ya estaba listo de manera
que los preparativos para la pascua no les tomaron mucho tiempo. Bajo el amparo de la oscuridad, Jesús entró a
Jerusalén para comer la pascua. Pudo haber sido alrededor de las 7:00 ó 8:00 p.m. Después de la cena, ellos se
retiraron al Monte de los Olivos. Para entonces ya era muy tarde (quizá las 11:00 p.m.) y los discípulos no
pudieron permanecer despiertos mientras Jesús iba y oraba. A esto le sigue el arresto, luego los juicios temprano
en la mañana. Jueves por la mañana.

Vamos, a Juan 18.28 y encontramos lo siguiente:

Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no
contaminarse, y así poder comer la pascua.

La salida del sol en Jerusalén en el tiempo de la pascua es aproximadamente a las 5:30 a.m. Ya era casi esa hora
cuando ellos se dirigieron al pretorio. Debido a que el pretorio era un lugar gentil, si los judíos entraban entonces
eran considerados inmundos durante siete días. Eso quería decir que ellos no podían comer la pascua esa noche.
No olvide que ya era jueves, día 14, y que Jesús ya había comido la pascua temprano ese día. Los judíos no
entraron al pretorio para “así poder comer la pascua”. Durante las tres horas siguientes, Jesús sería enviado a
Herodes y luego de vuelta nuevamente. Él fue escarnecido y azotado, luego por último fue puesto en la cruz
a las 9:00 a.m.
Semana Santa
No es una mera coincidencia el hecho de que Jesús muriera precisamente en el tiempo de la pascua. Esto fue
planeado de antemano miles de años antes por el Dios Todopoderoso quien iba a darle cumplimiento a su plan de
salvación para el género humano. La pascua era simplemente una “sombra” de la realidad (Jesucristo) que estaba
por llegar. 1 Corintios 5.7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

6. Crucifixión

Ahora regresamos a Éxodo 12.6 para recopilar más detalles sobre la pascua.

Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las
dos tardes.

Ellos debían inmolar al cordero pascual “entre las dos tardes” del día 14. ¿Qué quiere decir esto? Una vez más,
aquí necesitamos comprender algo acerca de la cultura judía.

El día laboral judío comenzaba a las 6:00 a.m. y se extendía hasta las 12:00 del mediodía. Debido al calor intenso
de la tarde, ellos descansaban hasta las 3:00 p.m. y luego trabajaban nuevamente hasta las 6:00 p.m. ¡Su primera
“tarde” llegaba a las 12:00 del mediodía cuando ellos detenían la jornada laboral por tres horas! Su segunda tarde
era a las 6:00 p.m. Entre las dos tardes quería decir a las 3:00 p.m. Esa era la hora en que ellos debían inmolar al
cordero pascual.

Jesús fue colgado en la cruz a las 9:00 a.m. Seis horas más tarde, a las 3:00 p.m. (la hora novena del día
laboral judío), Jesús entregó su espíritu. ¡Jesús murió el mismo día y a la misma hora en que debía ser
inmolado el cordero pascual! Dios había ordenado esto miles de años antes que sucediera. Esto no fue una
simple coincidencia.

El cuerpo de Jesús reposa en la tumba.

También podría gustarte