Está en la página 1de 10
E BUSCA Baal MORO COC) Partfattc MCU aua Si. Recuerdo que dijiste: ‘Sola debes aprender a andar” iMirame! jYa sé volar! ero ces factible asumir el reto de ser mujeres con alegria \ ;]a vez con disciplina? Odiseo luché y sufrié considera- .jemente: ser héroe no es cosa facil. Vivir a la sombra de Trova. ver morir a sus compafieros, afrontar tantos peli- ros durante veinte afios... [Pero él también se divirtié! -Y qué es divertirse sino di-vertirse, esto es, vertirse, 0 nejor dicho, verterse en la diversidad? Quien se di-vier- te hace lo contrario del ensimismado, y por ello crece su acidad para pensar. El divertirse no es una cuestion sin importancia, como podria parecer. Sélo puede asu- nir su propia mismidad quien conoce lo otro. Y “lo otro” esaquello que no es su si mismo; en la di-versidad es en donde existe la di-versién; sélo es capaz de verterse en si mismo quien ha aprendido a di-vertirse. Ergo, ala mujer ‘e hace falta, mucha falta, saber di-vertirse, saber reir. Es necesario ejercitarse en la risa y la diversion, y cn ello no hago un Iamado a la superficialidad, sino ‘la capacidad de ser ladica en la libertad. Hay even- “s que pueden tomarse como despropésitos de la vida, ~ "0 molestias e, incluso, como tragedias cotidianas, 0 ** pueden tomarse como algo risible. La vida es en ““" medida un estado emocional; nuestras emociones “tan” con ciertos tonos todo lo que vivimos. Por eso reiea clereitar el sentido del humor como una bring 'sciplina religiosa, pues aprender areir pue- @ experiencia y una visién completamente n ‘ar un; 111 a OY nuevas y revitalizadoras de | : io mar la vida. e conduzcan a la persona a @ fundo amor por la yj ida. By Odiseo vivid con un pro tarlo, se y gozosas, amar la Prop AGS a a dudas, mas facil ser gozosag - imprescindible inten vida. Y es, sin lugar ; el arrojo, en una odisea propia, que en el encierro qe Penélope. Ser mujer hoy tiene que ser una labor lidicg | porque nada positivo surge de la amargura; la hiel tieng | | | 112 a existencia humana que transformarse en miel, el resentimiento en fuerza creadora. Y con todo, el heroismo femenino en la vida real es muy dificil de captar. Pareciera que las acciones heroicas deben ser siempre grandiosas, escandalosas, son, en efecto, odiseas. Pero {qué es una odisea para la mujer de hoy? A ve. ro sin ser jnterrumpida es una verdadera ces leer un lib los hombres si aparte de odisea. Me pregunto qué harian todo lo que hacen se impusieran a si mismos las obliga. ciones que la mujer por lo general se impone. No puedo imaginar a un alto funcionario preguntandose si apago la lavadora o si queda atin en casa comida para la familia o para el perro. El problema es que si una odisea femenina es algo tan simple, {qué se puede esperar? Nadie ha sido héroe o heroina por mantener una casa limpia 0 por lle- gar a tiempo a recoger a los nifios de la escuela. Tampoco por hacer lo anterior y al mismo tiempo escribir libros o por todo ello y paralelamente atender un trabajo con eficacia, ni por todo lo anterior y ademas llevar a cabo estudios exitosos y darse también el tiempo para amar y cuidar a los que ama, para reir y disfrutar la vida. ' Parece que la mujer tiene que comenzar por reorg®" nizar, limitar sus propias obligaciones y crear sus pro: pias diversiones, comenzar por saber poner @ impone limites a si misma y a los demas. De otra manera, corre 113 L, © mujer total, @ mujer total no 0 tiempo, como un a: en una mano log 2 de que mas que ser mujer mujer, el ri vierta en una mujer “circense”, ; se oue puede hacerlo todo al mism, o= Mybrista de circo en la cuerda fioj mos enla otra el marido, con un pie maneja la casa, con otro el trabajo, sobre su nariz, en perfecto equilibrio ios 63 tudios, y con la cabeza Sostiene padres, hermanos, amigos, amigas... Hay que adivinar en dénde quedan ie momentos de descanso, y ni hablar ya de diversién. Gio- conda Belli, siendo la revolucionaria que ha sido, lo dice: {Como sera, me pregunto, no sentir incesantemente que uno deberia ocupar varios espacios al mismo tiempo? No pensar, mientras se tumba una con un libro, que se deberia estar haciendo otra cosa. Asumir, como hacen los hombres, la importancia del tiempo que dedicamos al propio enriquecimiento. Las mujeres tenazmente sentimos que le estamos robando tiempo a alguien. Que quizas en ese preciso instante Se nos requiere y no se cuenta con nosotras.' Toda mujer que trabaja puede reconocerse en “ Poema porque por lo general en una actividad i ie "4 abarca demasiados asuntos al mismo tiempo. es °S un error: hay que abarcar menos asuntos ee ee Manera, Y el primer paso tiene que ser una redefin: tilla 'F » Gjoconda Belli, La co de yg 8Mento de “Culpas obsoletas”, Giocon 114 ‘i ésti de la muj de las obligaciones domésticas Jer que traba: asi como de las obligaciones on la pareja y para eon ie hijos. Ella no requiere ayuda” en coe sino una Tedef, de sus funciones eD el hogar: ser mujer no tie, la destreza en el bordado 0 en e] tejiae Ser mujer no nos da una misteriosa habilidad ontolig, de sartenes 0 de planchas caliente, ca para el manejo a eae nexién magica entre el tener ovariog No existe ninguna co. ; y el gusto 0 la habilidad para cocinar. No. Y ser homibns tampoco tiene nada que ver con mandar y ser servido, ;eres pueden definir con precision sus res. Hombres y mu) pectivas obligaciones en casa y fuera de ella, para ambos servirse uno al otro, atenderse mutuamente, ser recipro. camente amables, en el sentido absoluto de la palabra: amar y ser dignos de ser amados. Alhacerlo, no sdlo se reeduca a una misma y a la pa- reja, sino también a hijas e hijos. Se les ensena asi a ser seres humanos completos y no fragmentos de ser. Ellas aprenden que ser mujeres no quiere decir ser débiles ni sumisas; ellos aprenden que tener genitales masculinos no implica el peso de ser la unica fuente de ingreso para una familia, ni ser el tnico en ella capaz de tomar una decisién. Es preciso ensefiar a los infantes que nacer hombre y nacer mujer no tiene por qué limitar la vida de un individuo. La mujer que se libera de ese modo liber® con ella al hombre que le acompania y a sus propios bi jos. De alguna manera, lo dice el final del arriba citac? poema de Gioconda Belli: nicién nada que ver con Precisamos todo un entrenamiento para no borrarnos, minimizarnos, constantemente. iAh! |Mujeres, compafieras mias! 115 é uando nos convenceremos de que fue sabio el gesto de extenderle a Adan Ja manzana?? precisamos un entrenamiento para dejar de car como mujeres de antes, para pensar y ser ne totales. Si queremos realizar una odisea que sea algo mas que tumbarse a leer un libro sin remordimiento te. nemos que yeeducarnos. Y para ello el tinico camino es el del equilibrio entre el egoismo y el altruismo en la relacion amorosa. La mujer puede tener una posicién de igualdad respecto del hombre, que conduzca al respeto alas diferencias. Estas no son ontoldégicas: somos se- res humanos por igual. Esta idea nos lleva a una nueva forma de amar, mas solidaria, mds entre compafieros, como lo pide la misma Belli: Si: El amor de mi hombre no querré rotularme y etiquetarme, me dara aire, espacio, alimento para crecer y ser mejor, como una Revolucién que hace de cada dia el comienzo de una nueva victoria.’ a, la mujer tiene ugar que merece, por qué ahogar. ser inicamente es la Para vivir la vida como una odise que comenzar por darse el tiempo y él I i Por tener claro que el amor no tiene rias de mujeres frustradas Y suicidas. 7° *Tbidem, uieran mma, ioeonda Belli, “Reglas del juego Pare Mujeres mujeres”, en La costilla de Eva. Jos hombres ave @ 116 mujer que logra amar sv que al hacerlo se salva de parametros ajenos. vive ajena de si, enajenada, n abandonarse a si misma no vivir su vida o de vivirla a Quien vive con parametros aienn no es duena de si. La MUjey que se salva dela enajenacion, salva también 4 SU pareja de la soledad al darle una auténtica compatiera y no yn, esclava. Y también salva a sus hijas y asus hijos con un ejemplo alternativo de las relaciones hombre-mujer, py reto es aduenarse de la propia vida, darse a una misma el mas amplio abanico de posibilidades para elegir. Pero es inevitable hablar ahora de la soledad. La mu. jer tiene que aprender a estar sola, y no me refiero g vivir en soledad o huir de los hombres sino a disfrutar de la propia compania, a no requerir de manera obliga da la presencia de un hombre. De hecho sélo se puede disfrutar de esa presencia cuando se la elige, cuando ésta es una opcién y no una necesidad absoluta. La sole- dad —decia la escritora Marguerite Duras— es necesa- ria para poder crear, para saber quién se es; es el lugar en el que se gestan las mas auténticas posibilidades de una persona. Hablo de una soledad que no excluye la vida en sociedad ni la convivencia en pareja; de hecho el disfrute de la propia soledad es la base de la vida en sociedad. El disfrute de la soledad es entonces el punto de partida imprescindible para la mujer. Quien lo ha vivido lo sabe, como lo supo y lo expres Olga Chams uno de sus mas bellos poemas: Nada igual a esta dicha de sentirme tan sola en la mitad de la tarde y en la mitad del trigal; bajo el cielo de estio, 7 y en los brazos del viento. soy una espiga mas, Nada tengo en el alma, Ni una pena pequefia, ni un recuerdo lejano que me hiciera sofar... S6lo tengo esta dicha de estar sola en la tarde jcon la tarde no mas! Un silencio muy largo va cayendo en el trigo, porque ya el sol se aleja y ya el viento se va; jquién me diera por siempre esta dicha indecible de ser, sola y serena, un milagro de paz!" Sélo la mujer que sabe estar consigo misma puede disfrutar la compafiia de otros. Pero la mujer apenas est4 aprendiendo a caminar a solas; todavia le falta aprender a volar por cuenta propia. Pero, {como alrever= sea volar por cuenta propia cuando toda la v ida se nos ha ensefiado que una mujer sola es una “solterona”™? Un hombre solo es un vividor, un casanova © algo similar Soledad”, de Meira Delmar, pseudonimo de Olga Chams, poet n la ™biana nacida en 1922. Profesora de Arte ¥ Literatura © s mientos que ha "sidad de] Avlantico, entre los diversos reco" scumien ee etras otorgade Pe n Alba de olvido vor, Verdad del as anto icadas des : taca el Doctorado Honoris Causa en Pa universidad. Entre sus libros se encuent® o del am Pertenee Sut © el poe! ado), Sith poema aqui Cit tro y var “MY, Sec : reta isla, Huésped sin sombras, Reencuen y pub Péticas, algunas de ellas traducidas al italiane Hes bilingues. 118 Pero una mujer de soledad muy conlleva un tufo SCO! do por estar é a ; : ivi el mejor de los sentidos? mujer ser una vividora en a] 8? Bey, es: una mujer sola puede dedicarse a vivir, a disfruta, a entrar y salir al propio gusto, a conocer nuevas person, que sean verdaderas oleadas de novedad en la propia vida. Una mujer sola puede ser una vividora que Salga al aire libre, fresco, que aprenda a respirar profundy y a estar consigo misma. La compania no necesariamen. te proviene del exterior, aunque cuando ésta se dese, es muy agradable. Pero existe una compania que sélo puede venir del interior, de la propia persona. Eso |p saben bien quienes han tenido la fortuna de acercarsea diferentes filosofias o a las practicas orientales como cl yoga o la meditacién, porque mediante esas técnicas se aprende a estar en paz consigo mismo. Pero la falsa idea que tenemos de la soledad no nos ayuda. Las historias sobre la soledad de las mujeres —com bien lo ha sefialado Marcela Serrano—* mayoria contadas por hombres desde el mismo punto de vista que indica Anderson, Gu pa Me mujer sola vive vacia. Shermo! Cheever, Eoa a , “aupassant, Mujica Lainez, Jd : jeres que son “t Queirés presentan en sus cuentos m supieron dénd mistes representantes de su géner0 y® nde buscar e] centro cuando la carne muri?” Cuando se a abstuvo de nacer”, E's usual escuchar exPre"” Slguientes: « 7 : sn tes: “una mujer sola termina 10° ‘ 10° Boe 1 ‘0 un perro” 0 “moriras ab sola parece estar condenada q un desagradable. La palabra “solten a viejo, rancio, a algo que se ha am ndido en la oscuridad. {No pueq ‘Ong arpa e un son en su grat Véase Mai rcela Se, “ Jeres solas, Trano, Prélogo re antologia, S cuentos citados . la antologia Cuen' “act” °S @ continuacién aparecen ¢? 119 ar de tu libes® in embargo, es esto es, en Pe €rsonas que no ada”. Pero no se escucha: “vas a disfrut; ad”0 “moriras en tu propia compafiia”, S preferible morir en la propia compatiia, con una misma, que morir rodeada de p prindan paz alguna. Y mejor atin vivir en la propia com. pania que rodeada simplemente de “gente”. Por supuesto no se trata de elegir: se puede vivir acompatiada yala vez disfrutar de la propia compajiia al estar sola con una misma. Pero si hubiera que elegir creo que cualquier per- sona preferiria su propia compaiiia pues es lo tinico que nos aleja de la verdadera soledad que es el vacio interior. Se requiere, pues, valor para experimentar la sole- dad. Y para ello hay que dejar de verla como el enemigo mas terrible y comenzar a amarla. Sélo se logra realizar este proposito si en esa soledad la persona se encuentra con su propio interior, con su alter ego, con su mismi- dad. “Converso con el hombre que siempre va conmi- 20", decfa Machado. Es hora de conversar a fondo con la mujer que siempre va con una misma. Como pionera en ‘na nueva forma de ser, la mujer de hoy puede ser una heroina de carne y hueso y no sélo de papel. Esas, kes ‘+ papel, tendran que escribirse con el paso de los ane . ‘sndo la liberacién femenina sea en verdad una cosa de] pasado, cuando esa historia pueda contarse como » Como algo que ya no sucede, que, aunque hoy toda- Stabe y me » mucho tiempo. St apdio erosimil, suce did ee

También podría gustarte