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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS Y FARMACIA


ESCUELA DE QUÍMICA BIOLÓGICA
DEPARTAMENTO DE CITOHISTOLOGÍA

MANUAL DE PROCEDIMIENTOS DE LABORATORIO DE


HEMATOLOGÍA

Licda. Ana Margarita Paz (QB, MA)


Licda. María Paula De León (QB, MA)
Br. Pedro Pablo Martínez
Br. Kristel Paola Ramírez

2ª edición
Dayrin Tatiana Ortiz
Ana Margarita Paz
Departamento de Citohistología

Guatemala, julio de 2010


Manual de Hematología

PRESENTACIÓN

La Hematología, ciencia que estudia la sangre y que se encarga de


la evaluación de los cambios morfológicos, fisiológicos y patológicos de sus
componentes, es una disciplina de suma importancia en el ejercicio del Químico
Biólogo.

El presente manual ha sido elaborado de forma simple y didáctica


teniendo como principal propósito brindar al estudiante de la carrera de Química
Biológica de la Facultad de CCQQ y Farmacia, USAC, un documento de consulta
con la información completa y pertinente sobre los procedimientos hematológicos
y su aplicación en el laboratorio clínico.

Los autores consideraron importante facilitar paso a paso, una guía


sobre todas las metodologías empleadas en la mayoría de laboratorios clínicos que
no cuentan aún con equipo automatizado; procedimientos que van desde la toma
de muestra y su procesamiento, hasta la emisión de los resultados diagnósticos.

Esta segunda edición cuenta con diferentes secciones que incluyen:


obtención de muestras, evaluación de las diferentes líneas celulares, procedimientos
de evaluación de la hemostasia, principios de banco de sangre, entre otros. Cada
práctica indica las fuentes bibliográficas utilizadas, así como un cuestionario que
tiene por objeto la retroalimentación en el lector.

Los autores de este manual esperan contribuir con éste a la


formación del Químico Biólogo y proporcionarle no sólo una fuente de consulta
durante su paso como estudiante del curso de Hematología, sino un acompañante
en su quehacer profesional.

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Manual de Hematología

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Manual de Hematología

INDICE
BIOSEGURIDAD EN EL LABORATORIO DE HEMATOLOGÍA
A. Introducción 10
B. Modos de infección más frecuentes 10
C. Precauciones universales de trabajo 11
D. Manejo de desechos 12
E. Manejo de accidentes 13
1. Derrames
2. Pinchazos o lastimaduras; contacto directo con mucosas
3. Aerosoles
F. Bibliografía 14

ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO No. 1: ¿QUÉ ES LA SANGRE?, Conceptos generales,


componentes y su función en el organismo
A. Definición 15
B. Composición de la sangre 15
C. Reacciones homeostáticas y hemostáticas 16
1. pH sanguíneo 16
2. Temperatura de la sangre 17
3. Sistema de anti-coagulación y cascada de coagulación 17
D. Bibliografía 18

PRÁCTICA No. 1: OBTENCIÓN Y MANEJO DE MUESTRA


A. Introducción 19
B. Elementos necesarios para la flebotomía 19
1. Anticoagulantes 19
2. Agujas 22
3. Equipo de extracción de sangre al vacío (Vacutainer) 22
4. Etiquetado de los tubos 23
C. Materiales y equipos requeridos 23
D. Procedimiento 24
1. Preparación del paciente 24
2. Venopunción 24
3. Punción capilar 27
E. Consideraciones adicionales para la buena calidad de la extracción de muestra 27
F. Bibliografía 30
G. Anexo 30

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Manual de Hematología

ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO No. 2: PUNCIÓN ARTERIAL


A. Introducción 33
B. Definición 33
C. Accesos arteriales comúnmente utilizados 33
1. Arteria radial 33
2. Arteria pedia 34
3. Arteria temporal superficial 34
4. Arteria femoral 34
D. Procedimiento de punción 34
E. Interpretación de la gasometría arterial 37
1. Introducción 37
2. Evaluación de la eficiencia funcional respiratoria 38
F. Correlación clínica: equilibrio ácido-básico 41
1. Acidosis metabólica 42
2. Acidosis respiratoria 42
3. Alcalosis metabólica 43
4. Alcalosis respiratoria 43
G. Bibliografía 44

PRÁCTICA No. 2: FROTE SANGUÍNEO


A. Introducción 45
B. Muestra 45
C. Materiales y equipo 46
D. Preparación del frote periférico 46
1. Técnica manual con dos portaobjetos en ángulo 46
2. Técnica con cubreobjetos 49
3. Secado de los extendidos 50
E. Tinción del frotis sanguíneo 50
F. Evaluación del frotis sanguíneo 50
1. Evaluación morfológica del eritrocito 50
2. Leucograma 57
3. Plaquetas 63
E. Bibliografía 65

PRÁCTICA No. 3: COLORACIÓN DE WRIGHT Y GIEMSA


A. Introducción 66
1. Tinción de Wright 66
2. Tinción de Giemsa 69
3. Tinción de May-Grünwald o de Jenner 70
4. Tinción de Pappenheim o tinción panóptica de May-Grünwald-Giemsa 71
5. Causas de error en la tinción del frotis sanguíneo 72
B. Bibliografía 74

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Manual de Hematología

ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO No. 2: EVALUACIÓN DE LA MÉDULA ÓSEA


A. Definición anatómica 75
B. Obtención de la médula ósea 75
C. Importancia clínica 76
D. Indicaciones para el aspirado y biopsia de médula ósea 76
E. Procedimiento de la biopsia y aspirado de la médula ósea 77
F. Realización de frotis: Técnica con cubreobjetos 79
G. Características de la médula ósea normal 83
1. Serie eritrocítica 83
2. Serie linfocítica 86
3. Serie monolítica 87
4. Serie megacariocítica 88
H. Bibliografía 89

PRÁCTICA No. 4: DETERMINACIÓN DE HEMOGLOBINA, HEMATOCRITO Y


VELOCIDAD DE ERITROSEDIMENTACIÓN
A. Introducción 90
B. Medición de la Hemoglobina (Hb) 91
1. Principio 91
2 Materiales y reactivos 91
3. Procedimiento 91
4. Valores de referencia 92
5. Recomendaciones y consideraciones 93
C. Determinación del hematocrito (Ht) 94
1. Método de Wintrobe 94
2. Método de microhematocrito 94
3. Valores de referencia 94
4. Consideraciones 95
D. Velocidad de sedimentación eritrocitaria (VSE) 95
1. Principio 95
2. Material y equipo 96
3. Procedimiento 96
4. Valores de referencia 96
5. Consideraciones 96
E. BIBLIOGRAFÍA 97

PRÁCTICA No. 5: CLASIFICACIÓN DE ANEMIAS: FROTE PERIFÉRICO E ÍNDICES


HEMATOLÓGICOS
A. Introducción 98
B. Cálculo de índices eritrocitarios 99
C. Interpretación de los índices eritrocitarios y clasificación de las anemias 99
D. Consideraciones 101
E. Evaluación del frote periférico 101
F. Valores de Referencia 101
G. Bibliografía 102

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Manual de Hematología

ARTÍCULO DE REVISIÓN No. 3: CLASIFICACIÓN ETIOLÒGICA DE LAS ANEMIAS


HEMOLÍTICAS
A. FACTORES INTRISECOS (CORPUSCULARES) 103
B. FACTORES EXTRINSECOS (EXTRACORPUSCULARES) 104
C. BIBLIOGRAFIA 106

PRÁCTICA No. 6: RECUENTOS CELULARES: GLÓBULOS ROJOS Y GLÓBULOS


BLANCOS
A. Introducción 107
B. Recuento leucocitario 107
1. Principio 107
2. Equipo 107
3. Materiales y reactivos requeridos 108
4. Procedimiento 109
5. Recuento 109
6. Resultados 110
7. Valores de referencia 110
8. Corrección de valores para restar eritrocitos nucleados 110
9. Cálculo 110
10. Ejemplo 110
C. Recuento de glóbulos rojos 111
1. Principio 111
2. Equipo 111
3. Materiales y reactivos requeridos 111
4. Procedimiento 112
5. Resultados 112
6. Valores de referencia 113
D. Fórmula Leucocitaria 113
1. Procedimiento 114
2. Valores de referencia 114
E. Bibliografía 115

PRÁCTICA No. 7: HEMATOLOGÍA ESPECIAL: RECUENTO DE RETICULOCITOS,


EOSINOFILOS Y PLAQUETAS
A. Recuento de reticulocitos 116
1. Fundamento 116
2. Materiales y equipo 116
3. Procedimiento 116
4. Resultados 117
5. Valores de referencia 117
6. Causas de aumento 118
7. Causas de disminución 118
B. Recuento de plaquetas 118

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Manual de Hematología

1. Fundamento 118
2. Material y equipo 118
3. Procedimiento 119
4. Valores de referencia 120
5. Consideraciones 120
C. Recuento de eosinófilos 120
1. Fundamento 120
2. Material y equipo 121
3. Procedimiento 121
D. BIBLIOGRAFÍA 122

PRÁCTICA No. 8: OBSERVACIÓN DE PARÁSITOS SANGUÍNEOS


A. Introducción 123
B. Malaria o Paludismo 123
1. Gota gruesa 123
2. Extendido de Sangre Periférica 129
C. Diagnóstico parasitológico de Trypanosoma cruzi 134
1. Materiales y equipo (para métodos directos) 136
2. Reactivos 136
3. Métodos directos 137
4. Métodos indirectos 138
D. BIBLIOGRAFÍA 140

PRACTICA No. 9: PERFIL DE HEMOSTASIA


A. Principios generales 141
B. Mecanismo de coagulación 141
C. Exploración de la coagulación 142
D. Obtención del plasma 142
E. Tiempo de incubación 142
F. Causas de error 143
1. En la obtención del plasma 143
2. En la realización de la técnica 143
G. Tiempo de sangría 143
1. Método de Ivy 143
2. Método de Duke 145
H. Tiempo de coagulación de sangre total (tcst) 147
1. Método de Lee-White 147
I. Tiempo de tromboplastina parcial activada (ttpa) 148
1. Principio 148
2. Materiales 148
3. Método 148
4. Resultados 149
5. Interpretación 149
6. Valores de referencia 149
7. Observación 149

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Manual de Hematología

J. Tiempo de trombina 150


1. Principio 150
2. Material 150
3. Método 150
4. Resultados 150
5. Interpretación 150
6. Valores de referencia 150
K. Tiempo de protrombina (Prueba de Quick) 151
1. Principio 151
2. Materiales 151
3. Método 151
4. Resultados 152
5. Interpretación 152
6. Valores de referencia 152
E. Bibliografía 152

PRÁCTINA No. 10: DETERMINACION DEL GRUPO SANGUINEO ABO Y RH


A. Introducción 153
B. Material y Equipo 154
C. Procedimiento para la determinación del grupo ABO y Rh 154
1. Hemoclasificación directa 154
2. Hemoclasificación inversa 156
D. Determinación del antígeno D débil (Du) 157
1. Materiales y reactivos 157
2. Procedimiento 157
E. Bibliografía 159

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Manual de Hematología

BIOSEGURIDAD EN EL LABORATORIO DE HEMATOLOGÍA

A. Introducción

La bioseguridad se ha definido como el conjunto de medidas preventivas destinadas a reducir


o eliminar los riesgos por exposición a agentes biológicos, físicos o químicos por parte del
personal del laboratorio clínico.
El riesgo de infección está referido primariamente a la contaminación de las manos o
mucosas (bucal, ocular y nasal) con sangre o fluidos corporales de personas infectadas mediante
punción con objetos filosos, salpicaduras o aerosoles. Los riesgos de infección subsiguiente a un
accidente por punción percutánea con una aguja con sangre contaminada varía entre
microorganismos, así se ha reportado para VIH un estimado entre 0.13-0.50% mientras que para
el virus de hepatitis B está aumentado al 26%.
Las prácticas seguras de trabajo son la única protección prevenible con que se cuenta por el
momento contra el riesgo de infecciones con enfermedades transmitidas por la sangre. De ahí
que poner en práctica las normas de bioseguridad signifique tomar conciencia de la propia salud
así como de la consideración de la salud de los demás.

B. Modos de infección más frecuentes

1. Pinchazos o cortes con agujas, bisturís u otros elementos punzantes.


2. Exposición de la piel o mucosas a sangre, hemoderivados u otros fluidos biológicos
contaminados especialmente cuando la permeabilidad de las mismas se encuentra alterada
por heridas, escoriaciones, eczemas, herpes, conjuntivitis o quemaduras.
3. Inhalación de aerosoles producidos al agitar muestras, al destapar tubos, durante la
centrifugación, especialmente cuando se emplean tubos con mayor volumen del
aconsejado por el fabricante en una centrífuga de ángulo fijo o cuando ésta es frenada
abruptamente para ganar tiempo.
4. Salpicaduras en las mucosas expuestas.

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Manual de Hematología

C. Precauciones universales de trabajo

1. Asumir que la sangre, los fluidos corporales que contengan sangre, tejidos y algunos
líquidos corporales SON POTENCIALMENTE INFECCIOSOS.
2. Las puertas de los laboratorios deberán estar cerradas y el acceso al mismo deberá estar
restringido únicamente al personal debidamente entrenado.
3. El laboratorio deberá ser mantenidos limpio, ordenado y libre de materiales extraños.
4. No se permitirá comer, beber, fumar y/o almacenar comidas así como el uso de cualquier
otro ítem personal (Ej. joyas, cosméticos, celulares, cigarrillos, etc.) dentro del área de
trabajo.
5. Lavarse las manos cuando la contaminación sea visible; después de quitarse los guantes y
otro equipo de protección; después de terminar el trabajo; antes de comer, beber o fumar,
y antes de otras actividades fuera del laboratorio.
6. Usar bata o uniforme dentro del laboratorio. Esta ropa protectora deberá ser quitada
inmediatamente antes de abandonar el área de trabajo.
7. Antes de iniciar el trabajo asegúrese que la piel de sus manos no presente cortes, raspones
y otras lastimaduras, en caso que así sea, cubrir la herida de manera conveniente antes de
colocarse los guantes.
8. Usar guantes de látex de buena calidad para todo manejo de material biológico.
9. Cambiar los guantes de látex toda vez que hayan sido contaminados, lavarse las manos y
ponerse guantes limpios.
10. NO tocar los ojos, nariz o piel con las manos enguantadas.
11. No abandonar el laboratorio o caminar fuera del lugar de trabajo con los guantes puestos.
12. El uso de lentes de seguridad y/o escudo facial está indicado siempre que exista riesgo de
salpicaduras de sangre o fluidos corporales, en la remoción de tapones de hule con
muestras biológicas y durante el uso de vórtex o centrífuga.
13. El uso de agujas, jeringas y cualquier otro instrumento similar deberá ser restringido a su
uso indispensable. Las agujas y otros elementos punzantes deberán ser descartados en un
recipiente resistente y exclusivo para ese fin. Se deberán evitar los intentos de re-
introducir directamente las agujas descartadas en sus capuchones.
14. Todos los procedimientos deberán ser realizados de manera tal que sea nula la creación de
aerosoles, gotas, salpicaduras, etc.

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Manual de Hematología

15. Bajo ninguna circunstancia se pipeteará sustancia alguna con la boca, para ello se usarán
pipeteadores automáticos.
16. Las superficies del área de trabajo deberán ser decontaminadas cuando se termine el
trabajo diario. Se recomienda utilizar para tal efecto una solución de hipoclorito de sodio
en concentración adecuada (5%).

D. Manejo de desechos

1. Desecho peligroso
Material sólido o líquido que por su cantidad, concentración, características químicas,
físicas o infecciosas puede representar una amenaza para la salud o el ambiente cuando
son tratadas inapropiadamente.

2. Desecho bioinfeccioso
Se refiere a todos aquellos equipos, utensilios y otros artículos descartables o sustancias
que pueden transportar o transmitir microorganismos patógenos.

3. Programa de manejo de desechos


Su objetivo principal es reducir el volumen del material peligroso a un mínimo
absoluto. Para ello es necesario considerar lo siguiente:
a) Todo el equipo re-usable (por ejemplo, puntas de micropipetas, etc.) deberá ser
ubicado en un recipiente metálico o de plástico resistente a punciones o cortaduras.
El recipiente contendrá líquido decontaminante y deberá estar plenamente
identificado y ubicado en el mismo lugar de trabajo.
b) Todo elemento descartable (por ejemplo, agujas, jeringas, etc.) deberá ser colocado
en un recipiente de material resistente a punciones y/o cortaduras, el que será
colocado dentro de un recipiente a prueba de pérdidas para ser decontaminado e
incinerado siempre que esto sea posible.
c) Importante: Para la eliminación de todo material contaminado, el método de
elección es la incineración de los mismos, eso si el incinerador está ubicado en el
predio del laboratorio y bajo control del mismo. En caso contrario, este material
será autoclaveado y luego destruido.

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Manual de Hematología

E. Manejo de accidentes

1. Derrames
Cuando se produzca derrame de material infectado o potencialmente infectado, el
operador deberá ponerse guantes y luego cubrir el fluido derramado con el papel absorbente.
Derramar alrededor de este material, solución decontaminante y finalmente verter solución
decontaminante sobre el papel y dejar actuar por lo menos 20 minutos. Usando material
absorbente, seco y limpio, levantar el material y arrojarlo al recipiente de desechos
contaminados para su posterior eliminación. La superficie deberá ser enjuagada nuevamente
con solución decontaminante. Los guantes serán descartados después del procedimiento. NO
se recomienda el uso del alcohol puesto que se evapora rápidamente y además coagula los
residuos orgánicos superficiales sin penetrar en ellos.

2. Pinchazos o lastimaduras; contacto directo con mucosas


Los pinchazos, heridas punzantes, lastimaduras y piel (se incluye acá mucosas)
contaminada por salpicadura de materiales infectados deberán ser lavados con abundante agua
y jabón. Se deberá favorecer el sangrado de la herida.

3. Aerosoles
En el caso que el accidente genere aerosol (por la rotura de centrífuga u homogenizador),
el trabajador deberá contener la respiración y abandonar inmediatamente el cuarto cerrando la
puerta y avisar de inmediato al supervisor. Personal entrenado para el efecto, podrá entrar al
lugar después de 30 minutos de ocurrido el accidente para efectuar las tareas de
decontaminación.

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Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. Describa brevemente los niveles de bioseguridad en el manejo de microorganismos dentro del
laboratorio clínico. ¿Qué niveles de riesgo a exposición a agentes patógenos se manejan en
cada uno de ellos? ¿En qué nivel de bioseguridad y riesgo se clasifica el laboratorio de
hematología?

2. Defina el término contención. ¿Cuál es el objetivo de la contención?, ¿qué elementos


incluye?, ¿cuáles son las barreras de contención primarias y secundarias?; de la pregunta
anterior, ¿cuáles son necesarias en el laboratorio de hematología?

3. Defina los términos esterilización, desinfección y decontaminación. ¿Cuáles son los métodos
recomendados para cada uno?

4. Dentro de los protocolos de Banco de Sangre son reconocidas al menos 5 enfermedades


transmisibles por la sangre. ¿Cuáles son? Describa brevemente su patogenia y las medidas
recomendadas para su prevención. Enriquezca su trabajo con datos epidemiológicos actuales
para Guatemala.

5. Elabore un diagrama de flujo con el protocolo recomendado por la OMS (Organización


Mundial de la Salud) para el manejo y seguimiento de accidentes laborales en el área clínica.

F. Bibliografía
1. Organización Mundial de la Salud. Manual de bioseguridad en el laboratorio. 3 ed.
Malta: OMS, 2005. xi + 210p.
2. Richmond J., et al. Bioseguridad en laboratorios de microbiología y biomedicina. 4 ed.
Atlanta: CDC, 2004. vii + 183p.

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Manual de Hematología

ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO #1
¿QUÉ ES LA SANGRE?
Conceptos generales, componentes y su función en el organismo

A. Definición
Histológicamente la sangre se define como un tejido conectivo con propiedades especiales.
La sangre es una mezcla compleja de elementos celulares, agua y diversos metabolitos orgánicos
que circula por las arterias y venas del organismo. Este ciclo circulatorio se debe a la acción
coordinada del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos, permitiendo así el mantenimiento
de la homeostasis.
Debido a la bioquímica de la molécula de hemoglobina (proteína eritrocitaria), la sangre se
torna de color rojo escarlata cuando ha recibido aporte de oxígeno en los pulmones, mientras que
adquiere una tonalidad azulada cuando ha cedido su oxígeno para nutrir los tejidos del
organismo, trayendo consigo moléculas de bióxido de carbono, producto del metabolismo
celular. De esto resulta un sistema de transporte de gran eficacia: en los capilares de los tejidos
la concentración de bióxido de carbono es elevada, de modo que el oxígeno se libera de la
hemoglobina por la acción conjunta de la tensión baja de oxígeno y alta de bióxido de carbono.
En los capilares de los pulmones, la tensión de bióxido de carbono es baja, lo que permite que la
hemoglobina se combine con el oxígeno, puesto que éste se encuentra en tensión elevada.

B. Composición de la sangre

La sangre está compuesta de un 22% de elementos sólidos y un 78% de agua. La sangre


tiene un olor y sabor característico, derivado principalmente de la molécula de hierro presente en
la molécula de hemoglobina; se ha descrito además una densidad relativa que oscila entre 1.056-
1.066. En el adulto sano, el volumen de la sangre corresponde a 1/11 parte del peso corporal,
siendo el volumen aproximado de 4.5-5.5 litros.
Los componentes de la sangre humana son:
1. El plasma, el cual es un líquido amarillento en el que se encuentran en suspensión
millones de células que suponen cerca del 45% del volumen de sangre total. El plasma es
una mezcla compleja de proteínas, aminoácidos, carbohidratos, lípidos, sales, hormonas,

15
Manual de Hematología

enzimas, anticuerpos y gases (O2, CO2 y N2) en disolución. Es ligeramente alcalino, con
un pH de 7.4. Los principales componentes son el agua (del 90-92%) y las proteínas (7-
8%). El plasma contiene varias clases de proteínas, cada una con sus funciones y
propiedades específicas: fibrinógeno; globulinas alfa, beta y gamma; albúminas y
lipoproteínas. El fibrinógeno es una de las proteínas destinadas al proceso de
coagulación; la albúmina y las globulinas regulan el contenido de agua dentro de la célula
y en los líquidos intercelulares. La fracción globulina gamma es rica en anticuerpos, base
de la inmunidad humoral. La presencia de dichas proteínas hace que la sangre sea unas
seis veces más viscosa que el agua. Las moléculas de las proteínas plasmáticas ejercen
presión osmótica, con lo que son parte importante en la distribución del agua entre el
plasma y los líquidos tisulares. Las proteínas del plasma y la hemoglobina de los glóbulos
rojos son importantes amortiguadores ácido-básicos que mantienen el pH de la sangre y
de las células corporales dentro de una pequeña variación.

2. Entre las células sanguíneas se incluyen:


a) Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes: Encargados del transporte de oxígeno y
bióxido de carbono a partir de la molécula de hemoglobina.
b) Glóbulos blancos o leucocitos: Encargados de combatir las infecciones, mediante
fagocitosis o por estímulo del proceso inmunológico humoral. Los distintos tipos de
glóbulos blancos incluyen a los linfocitos, monocitos, eosinófilos, basófilos y
neutrófilos.
c) Plaquetas o trombocitos: Son pedazos celulares, derivados de los megacariocitos.
Intervienen en la coagulación sanguínea.

C. Reacciones homeostáticas y hemostáticas

1. pH sanguíneo
Ciertas características de la sangre se mantienen dentro de estrechos límites gracias a la
existencia de procesos regulados con precisión. Por ejemplo, la alcalinidad de la sangre se
mantiene en un intervalo constante (pH entre 7.38 y 7.42) de manera que si el pH desciende a
7.0, el individuo entra en un coma acidótico que puede ser mortal; por otro lado, si el pH se
eleva por encima de 7.5 (el mismo que el de una solución que contiene una parte de sosa

16
Manual de Hematología

cáustica por 50 millones de partes de agua), el individuo entra en una alcalosis metabólica y
es probable que fallezca.

2. Temperatura de la sangre
La temperatura de la sangre no suele variar más de 1ºC dentro de un intervalo medio
entre 36.3 y 37.1ºC, la media normal es de 37ºC. Un aumento de la temperatura de 4ºC es
señal de enfermedad grave, mientras que una elevación de 6ºC suele causar la muerte.

3. Sistema de anti-coagulación y cascada de coagulación


In vivo existe un sistema de anti-coagulación, para prevenir la trombosis dentro de la red
de vasos sanguíneos. Estos anticoagulantes incluyen: Anti-trombina III, Plasminógeno,
Sistema de la Proteína C (Proteína S o cofactor de Proteína C, Trombomodulina, etc.) y
Reguladores Celulares, como los de mayor importancia disponibles dentro del endotelio
vascular.
Por otro lado, una de las propiedades más notables de la sangre es su capacidad para
formar coágulos, o coagular, cuando se extrae del cuerpo. Dentro del organismo un coágulo
se forma en respuesta a una lesión tisular, como un desgarro muscular, un corte o un
traumatismo penetrante. Poco después de ser extraída, la sangre adquiere un aspecto viscoso
y más tarde se convierte en una masa gelatinosa firme, por lo que se requiere del uso de
anticoagulantes químicos para preservarla para los estudios hematológicos. Esta masa se
separa en dos partes: un coágulo rojo firme que flota libre en un líquido transparente que se
denomina suero. Un coágulo está formado casi en su totalidad por eritrocitos encerrados en
una red de finas fibrillas o filamentos constituidos por una sustancia denominada fibrina.
Esta sustancia no existe como tal en la sangre pero se crea, durante el proceso de la
coagulación, por la acción de la trombina, enzima que estimula la conversión de una de las
proteínas plasmáticas, el fibrinógeno, en fibrina. La trombina no está presente en la sangre
circulante. Ésta se forma a partir de la protrombina, otra proteína plasmática, en un proceso
complejo que implica a las plaquetas, ciertas sales de calcio, sustancias producidas por los
tejidos lesionados y el contacto con las superficies accidentadas. Si existe algún déficit de
estos factores la formación del coágulo es defectuosa.
Tanto la cascada de coagulación como el sistema de anti-coagulación natural son
regulados por mecanismos antagónicos específicos.

17
Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
2. ¿Qué es hematología?

3. Defina el término homeostasis. Describa brevemente algunos de los procesos fisiológicos


implicados en su mantenimiento.

4. ¿Qué es hemostasia? ¿En qué consiste la hemostasia primaria y la hemostasia secundaria?

5. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre suero y plasma? ¿Cuál de los dos es más estable?

6. En un individuo sano, hombre y mujer, ¿cuáles son los valores de referencia de los recuentos
celulares hematológicos (eritrocitos, leucocitos y plaquetas)?

D. Bibliografía

1. McKenzie S. Hematología clínica. 2 ed. Mérigo J., trad. México: El manual moderno,
2000. xix + 872p.
2. Kaplan-Pesce. Química Clínica. Teoría, análisis y correlación. Argentina: Editorial Médica
Panamericana, 2000. xvi + 1739p.
3. Mendoza LM. La sangre. Disponible en URL: http://www.monografias.com/trabajos/sangre/
sangre.shtml Fecha de consulta: Junio, 2006.
4. Descripción general de la sangre y sus componentes. Disponible en URL:
http://www.wchjax.com/health-info/content/esp/hematology/bloodoview.js Fecha de
consulta: Junio, 2006.

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Manual de Hematología

PRÁCTICA # 1

OBTENCIÓN Y MANEJO DE MUESTRA

A. Introducción

Para obtener resultados válidos en hematología la muestra debe ser tomada, procesada y
reportada adecuadamente. Al momento de seleccionar el lugar de la extracción sanguínea es
preciso tener en cuenta el tipo de análisis solicitado, el volumen de sangre necesario y la edad del
paciente.

La toma de muestra de sangre para análisis de laboratorio se puede realizar mediante las
siguientes técnicas: venosa o periférica y capilar. El proceso mediante el cual la sangre es
removida de la vena es conocido como venipuntura o flebotomía. Para la mayoría de los
exámenes clínicos, incluyendo hemogramas y dosificación de hemoglobina, se recomienda
utilizar sangre venosa, mientras que para las fórmulas leucocitarias o frotes periféricos puede
extraerse sangre en el lóbulo de la oreja o de la yema de un dedo. En los casos de niños, se
recomienda utilizar la yema del dedo gordo del pie o del talón.

La punción venosa permite extraer una mayor cantidad de sangre para las pruebas necesarias
en hematología. Las venas de elección suelen ser las de la cara anterior del antebrazo (vena
cubital, vena cefálica y la vena basílica) porque resulta fácil acceder a ellas. Las cifras hemáticas
permanecen constantes no obstante el sitio seleccionado para obtener la punción venosa.

B. Elementos necesarios para la flebotomía

1. Anticoagulantes
Los anticoagulantes son medios que actúan como bloqueantes de la cascada de coagulación o
bien de la agregación de plaquetas, siendo su principal mecanismo la quelación del calcio.
En hematología, los anticoagulantes se utilizan para obtener plasma o muestras de sangre
total para estudiar las características morfológicas y realizar los recuentos celulares. La elección

19
Manual de Hematología

del anticoagulante y la proporción de sangre-anticoagulante son factores de mucha importancia.


Pueden ser sólidos o líquidos.
Entre las ventajas que debe presentar el anticoagulante seleccionado se encuentran:
a) No debe alterar el tamaño de los eritrocitos.
b) No debe causar hemólisis.
c) No debe alterar la morfología ni inducir la ruptura leucocitaria.
d) Debe minimizar la agregación plaquetaria
e) Debe ser soluble en agua y
f) Proveer el máximo tiempo de conservación de la muestra.

1.1 EDTA (C10H16N2O8) o sal disódica, dipotásica o tripotásica del ácido


etilendiaminotetraacético
Actúa mediante un efecto quelante sobre el calcio (Ca2+). Este anticoagulante se utiliza
fundamentalmente para la realización de recuentos celulares, sobre todo en los analizadores
automatizados. Permite la realización del hematocrito y del frotis sanguíneo hasta dos horas
después de la extracción de la muestra al mismo tiempo que impide la aglutinación de las
plaquetas.
Entre las ventajas de este anticoagulante se encuentran las siguientes: respeta la morfología
eritrocitaria (especialmente la sal tripotásica) y leucocitaria y asegura la conservación de los
elementos formes sanguíneos durante 24 horas si la sangre se mantiene a 4 ºC.
Las sales de potasio son más fácilmente solubles en sangre cuando se usan a partir del
producto sólido que las sales de sodio, sin embargo, las tres sales afectan el tamaño del
eritrocito, especialmente después del almacenamiento de la sangre anticoagulada por espacio
de algunas horas a temperatura ambiente.
Se recomienda la sal dipotásica como anticoagulante para recolectar muestras sanguíneas
destinadas al recuento y caracterización del tamaño celular y especialmente cuando los valores
del hematocrito se requieren para la calibración de los contadores automáticos.
La concentración recomendada de EDTA es de 1,5 mg/mL de sangre. Una mayor cantidad de
anticoagulante puede producir retracción celular, con disminución del hematocrito, y un
aumento de la concentración media de la hemoglobina. Un exceso de sangre con relación al
anticoagulante produce formación de microagregados que pueden alterar los resultados. El

20
Manual de Hematología

empleo de tubos al vacío con una gota (50 µL) de EDTA tripotásica comercial para 5mL de
sangre es de interés práctico dado que es cien veces más soluble facilitando la mezcla de
sangre con anticoagulante.

1.2 Oxalatos
Actúan como anticoagulantes removiendo el calcio de la sangre en forma insoluble de
oxalato de calcio. Si se utiliza oxalato de sodio u oxalato de potasio se produce un
encogimiento significativo de los eritrocitos, por lo que se prefiere usar el anticoagulante de
Wintrobe que consiste en una mezcla de oxalatos de amonio y potasio en relación 2:1 (la
cantidad recomendada es de 2mg por mL de sangre), el cual no afecta el valor corpuscular
medio y puede usarse para la determinación de hemoglobina, hematocrito, recuentos
globulares y además no interfiere en la velocidad de eritrosedimentación. El uso en las
extensiones de sangre está limitado a los primeros minutos, ya que pueden desarrollarse con
rapidez formas dentadas en los eritrocitos, vacuolización en el citoplasma de los granulocitos,
fagocitosis de cristales de oxalato, artefactos en los núcleos de linfocitos y monocitos y otras
deformidades.

1.3 Heparina sódica y/o heparina de litio


Es un anticoagulante fisiológico que actúa impidiendo que la protrombina se transforme en
trombina. Presenta el inconveniente de que si no se agita rápidamente con la sangre después
de extraída pueden formarse micro-coágulos, aunque no altera el volumen eritrocitario ni la
morfología leucocitaria.
Los frotis realizados con muestras sanguíneas anticoaguladas con heparina producen en las
tinciones panópticas un color azulado y una pseudo-vacuolización celular por lo tanto no se lo
recomienda para tal fin. La proporción adecuada es de 15-20UI (0.1-0.2mg) de heparina por
mL de sangre.

1.4 Citrato trisódico (C6H5O7Na3)


Actúa impidiendo que el calcio se ionice, evitando así la coagulación. Se utiliza para
realizar las pruebas de hemostasia o coagulación en una proporción sangre-anticoagulante de
9:1 (4.5mL de sangre total + 0.5mL de anticoagulante); así como para la velocidad de

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Manual de Hematología

eritrosedimentación (VES) en una proporción sangre-anticoagulante 4:1 (2.0mL de sangre total


+ 0.5mL de anticoagulante). El citrato sódico se utiliza a una concentración de 0.106mol/L
(31.3g/L de C6H5O7Na3*2H2O).

1.5 ACD (adenina-citrato-dextrosa)


Se emplea fundamentalmente en Bancos de Sangre para la conservación de las unidades y
para estudios metabólicos eritrocitarios ya que permite una buena conservación de éstos por
aproximadamente 42 días. Se utiliza en una proporción de un volumen de ACD por cada
cuatro volúmenes de sangre (63mL de anticoagulante + 450mL de sangre total
aproximadamente). La proporción de la mezcla del anticoagulante es de: ácido cítrico 0.9g,
citrato disódico 2g, dextrosa 2g y 120mL de H2O destilada.

1.6 Desfibrinización
Se esterilizan frascos de vidrio conteniendo perlas de vidrio, a los que se introduce la
sangre extraída. La fibrina se adhiere a la superficie de las perlas y es así como la sangre se
conserva sin coagular. La sangre así obtenida puede usarse para la preparación de medio de
cultivo o de antígenos para reacciones de aglutinación. Debe conservarse en refrigeración.

2. Agujas
Están numeradas dependiendo de su calibre. Para colección de sangre para hemogramas, se
recomienda una aguja de diámetro de 0.8mm (21G) para evitar daño a las células. Las agujas de
0.9-1.1mm de diámetro (20G-19G) se utilizan normalmente para punción venosa en adultos.

3. Equipo de extracción de sangre al vacío (Vacutainer)


El equipo de extracción de sangre al vacío consiste en tubos de vacío, agujas para el sistema
de vacío y adaptadores de la aguja. La ventaja de este equipos es que los tubos están diseñados
para llenarse con un volumen predeterminado de sangre por medio de vacío lo cual garantiza una
adecuada relación entre sangre y anticoagulante. Los tapones de goma están codificados por
color de acuerdo con el aditivo que contienen.
La aguja posee en realidad dos agujas, una convencional que se utiliza para la venopunción y
otra lateral que perfora el tapón de goma del tubo, esto permite llenar varios tubos de muestra con

22
Manual de Hematología

una sola punción y para ello se hace necesario contar con un adaptador plástico, conocido
comúnmente como “camisa”.

4. Etiquetado de los tubos


Un adecuado etiquetado de los tubos es esencial para que los resultados de los análisis
concuerden con el paciente correcto. Los elementos clave en el etiquetado para garantizar la
calidad de la muestra pre-analítica son:
a) Nombre o iniciales del paciente
b) Número de identificación del paciente
c) Fecha y hora de la toma de muestra
d) Iniciales del flebotomista

C. Materiales y equipos requeridos


 Algodón
 Alcohol etílico o isopropílico al 70%
 Ligadura o torniquete de 25 a 30 cm de largo
 Jeringas de 3, 5 o 10 mL
 Agujas para sistema de extracción al vacío
o Nº 21 para adultos.
o Nº 22 para niños y neonatos.
 Porta agujas para sistema vacutainer
 Tubos con anticoagulante EDTA

23
Manual de Hematología

D. Procedimiento

1. Preparación del paciente

a) Valore la existencia de problemas hemorrágicos o de


circulación, o alergias en látex. Evite puncionar en un
área con hematoma, fístulas, quemaduras, escoriaciones
de la piel, cicatrices o del costado en que se ha realizado
mastectomía reciente. Evite puncionar en el brazo donde
hay venoclisis, inyección intramuscular previa o
administración de medicamentos vía intravenosa.
b) Avisar al paciente que al introducir la aguja sentirá dolor.
c) Extienda completamente el brazo con la superficie palmar hacia arriba. Solicite ayuda del
paciente, si éste está conciente, para realizar palanca con el brazo libre.
d) Si existen dificultades para extraer la muestra, se entibia la extremidad con masajes. Se
debe permitir que la extremidad permanezca inclinada durante varios minutos antes de
realizar la punción. Si el paciente no tiene pruebas de glucosa o electrolitos, favorecer el
ejercicio leve del brazo.

LOCALIZACIÓN ANATÓMICA DE LAS VENAS DEL BRAZO PARA LA


OBTENCIÓN DE MUESTRA DE SANGRE

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Manual de Hematología

2. Venopunción
2.1 Consideraciones generales
a) Practique las precauciones universales mínimas con todo paciente a ser atendido.
b) Toda muestra debe ser considerada potencialmente infecciosa y se deben tomar las
precauciones que garanticen la seguridad del flebotomista y de los pacientes.
c) El material descartable a usar se abrirá sólo al momento de su utilización y, una vez
manipulado, no podrá guardarse nuevamente aún cuando se le considere nuevo.
d) No deje agujas y/o lancetas usadas en la mesa de trabajo.
e) No coloque el protector a la aguja directamente con la mano.
f) Una vez realizada la toma de muestra, descartar inmediatamente los materiales usados en
recipientes para ese fin.
g) Los recipientes que contienen algodón y los de desecho deben estar perfectamente
cerrados todo el tiempo y se abrirán solamente al momento de usar.
h) Al momento de hacer la extracción colocarse los guantes desechables, los cuales se
mantendrán puestos durante todo el procedimiento.
i) Si ocurre un pinchazo accidental, informar inmediatamente al jefe de laboratorio.
Mantenga la calma, y lávese inmediatamente con agua, jabón y alcohol. Favorezca la
salida de sangre por presión continua.

2.2 Procedimiento en adultos

a) Verificar que el material y equipo por utilizar estén listos, y


que el paciente se sienta cómodo.
b) Coloque un torniquete en la parte superior del brazo
(aproximadamente 5 cm por encima del pliegue) para
producir congestión venosa. El lazo debe ser colocado de
modo de producir una compresión del músculo no mayor a 1
mm.

c) Seleccione el sitio de la punción: Pida al paciente que abra y


cierre el puño varias veces; escoja una vena accesible.

25
Manual de Hematología

d) Limpie el sitio de la punción con alcohol al 70%, en un área de 2 pulgadas, con


movimientos circulares de adentro hacia fuera o de izquierda a derecha sin pasar dos
veces por el mismo lugar; previo a puncionar debe estar seco. Una vez realizada la
decontaminación, no debe volver a tocar el área venosa.

e) Pida al paciente que deje el puño cerrado.

f) Con los dedos pulgar e índice fije la vena elegida. Coloque la


punta de la aguja en un ángulo de 15-30º sobre la superficie de
la vena escogida con el bisel hacia arriba y atraviese la piel con
un movimiento firme y seguro, hasta el lumen de la vena.

g) Si utiliza jeringa aspire la sangre con un suave tirón del émbolo,


con cuidado de no sacar la aguja.

h) Si está utilizando el sistema vacutainer, introduzca el tubo deseado en el adaptador de la


aguja, de forma que la aguja posterior perfore el tapón de hule del tubo. La sangre llena
los tubos aspiradores automáticamente por la presión
negativa. Retire el tubo. Evite presionar fuertemente la aguja
durante la extracción.

i) Solicite al paciente que abra el puño y afloje el torniquete


para que la sangre fluya mejor y remueva la aguja del brazo
con movimiento suave al terminar de colectar, sin apretar el
área de la punción con el algodón. Presione el algodón sobre
el sitio de la punción aplicando una presión adecuada y no excesiva para evitar la
formación de hematoma

j) Si se utiliza jeringa, retirar la aguja de la jeringa y verter la muestra lentamente por las
paredes del tubo con anticoagulante.

k) Agitar el tubo en forma de ocho para homogeneizar la


muestra con el anticoagulante.

l) Descartar las agujas y/o jeringuillas en un contenedor


apropiado.

26
Manual de Hematología

2.3 Procedimiento en niños

a) En niños mayores de 6 meses, se recomienda hacer la extracción del brazo como en


adultos, pidiéndole a un adulto que colabore en mantener inmóvil al niño, en particular el
brazo.
b) En el caso de niños menores de 6 meses, se procederá a extraer la muestra del
talón con una lanceta descartable. Antes de la extracción conviene
calentar el talón frotándolo entre las manos para favorecer
la irrigación de la zona.
c) Desinfectar con un trozo de algodón embebido en alcohol, dejar
evaporar y punzar con la lanceta en la zona lateral del talón.
d) Limpiar la primera gota y dejar gotear la sangre en el tubo con
anticoagulante.
e) Secar la zona con un trozo de algodón seco y una vez que no haya sangrado,
colocar una curita o apósito.

3. Punción capilar

Es utilizada para extraer pequeñas cantidades de sangre para determinaciones de


hemoglobina, hematocrito y frotes periféricos. Hay tres lugares de donde realizar esta
punción: el lóbulo de la oreja, la yema del dedo y el talón del pie.

a) Tome la muestra de las yemas de los dedos o lóbulo de la oreja (adultos); del dedo pulgar
del pie o del tobillo (en lactantes o niños menores de 6 meses). Muchas veces se facilita la
toma e muestra si se calienta la extremidad o se coloca en postura colgante.
b) Desinfecte el sitio de la punción, séquelo y puncione la piel con una lanceta estéril que no
debe penetrar más de 2 mm.
c) Deseche la primera gota de sangre. Tome las gotas subsecuentes en un microtubo y
prepare las laminillas con esa muestra. No oprima el sitio de la punción para obtener
sangre porque se altera la composición hemática o invalida los resultados.
d) Aplique una pequeña curación o cinta adhesiva sobre el sitio de la punción. Si hay
presencia de hemorragia, presione; en caso de que persista el sangrado, busque en los

27
Manual de Hematología

antecedentes del paciente si ha sido sometido a un tratamiento con anticoagulantes


(aspirina) y/o antecedentes de alteraciones en la circulación o coagulación.

E. Consideraciones adicionales para la buena calidad de la extracción de muestra

Si no se obtiene muestra sanguínea o la misma es incompleta...


a) Cambie la posición de la aguja. Un leve movimiento hacia delante (cuando
hay menos de 2/3 de la aguja dentro de la piel), en
el ángulo correcto ayuda. Es muy probable que no
se encuentre en el lumen.

b) En caso de una penetración muy profunda (cuando hay más de 2/3 de la


aguja dentro de la piel), un leve movimiento hacia
atrás favorece la entrada al lumen venoso.
Asegúrese que el ángulo sea el correcto.

c) En caso fallido, tome en cuenta lo siguiente:


i. Afloje el torniquete. Este podría estar obstruyendo el flujo sanguíneo.
ii. Pruebe otro tubo. Es posible que no haya vacío en el que se está utilizando.
iii. Fije nuevamente la vena. Algunas veces las venas se mueven del sitio de la
punción.

Si la sangre deja de fluir en el tubo...


a) Es probable que la aguja se haya salido de la vena durante el recambio de tubos. Con
movimientos gentiles, redirecciónela. Para evitar lo anterior, mantenga el equipo
firmemente sin ejercer una presión que cause molestias al paciente.

b) Es probable que la vena haya colapsado; afloje el torniquete para incrementar el flujo
venoso, remueva la aguja ligeramente y vuelva a redireccionarla. Si esto no es
exitoso, remueva la aguja, tenga los cuidados correspondientes en el sitio de la
punción. Puncione nuevamente en un lugar diferente.

28
Manual de Hematología

Otros problemas que deben considerarse…


a) Si se forma un hematoma bajo la piel adyacente al sitio de la punción, afloje el torniquete
y retire la aguja. Aplique presión firmemente sobre el hematoma. Aconseje el uso de
paños intermitentes de agua fría y caliente.

b) Pudiera suceder que se atraviese una arteria, en estos casos la sangre se observa de color
rojo brillante. Afloje el torniquete, retire suavemente la aguja y aplique una presión
uniforme y constante durante 5 minutos.

29
Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. Enumere los accesos venosos empleados en la venipunción central y periférica.

2. Grafique la disposición anatómica de las venas más utilizadas para la venipunción de


muestras clínicas. Descríbalas brevemente.

3. ¿Cuál es la diferencia entre venipunción y venoclisis?

4. ¿En qué casos se utiliza la punción yugular y la punción femoral? Describa brevemente los
procedimientos.

5. La donación voluntaria de sangre consiste en extraer aproximadamente 500 mL de sangre


venosa del organismo:
b) Describa brevemente el proceso de extracción, ¿cuál es el calibre de la aguja utilizada
para este procedimiento?, ¿existe alguna variación con la venipunción de muestras
clínicas?
c) ¿En qué rangos deben encontrarse la temperatura corporal, el peso y la presión arterial
para que el donante sea aceptado?, ¿por qué es necesario evaluar estos parámetros en este
tipo de extracción?
d) ¿Qué parámetros hematológicos son evaluados para la aceptación del donante?

F. Bibliografía

1. Fink N., et al. Métodos del laboratorio hematológico. Primera parte. Argentina: Universidad
Nacional de la Plata, 2005. 58p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

3. Muñoz M., Morón C. Manual de procedimientos de laboratorio en técnicas básicas de


hematología. Lima: Ministerio de Salud, 2005. 88p.

4. William W., et al. Hematología. Barcelona: Salvat, 1979. x + 455p.

30
Manual de Hematología

5. Albarenga S., Córdoba C., Plazas L. Sangre. Mar de Plata: Escuela de Enfermería Hospital
de la Comunidad, 2004. 11p.

6. Phlebotomy. Disponible en URL: http://www.medlib.med.utah.edu/WebPath/TUTORIAL/


TUTORIAL.html#2 Fecha de consulta: Junio, 2006.

G. Anexo

Los tubos para extracción y colección de muestras sanguíneas deben tener un orden
específico para evitar la contaminación cruzada de aditivos entre los tubos, en caso que un
paciente requiera varios exámenes. El orden recomendado de extracción es:
Tubo para hemocultivo (crecimiento microbiano)
Tubos sin aditivo (tapón rojo o con gel separador de plasma)
Tubo para tiempos de coagulación (tapón celeste)
Por último, los tubos con aditivos en el siguiente orden:
Tubos que contiene gel separador de plasma
Tubos con heparina sódica (tapón verde oscuro)
Tubos con heparina de litio (tapón verde claro)
Tubos con EDTA (tapón morado)
Tubos con ACD (tapón amarillo pálido)
Tubos con oxalato/fluoruro (tapón gris claro)
IMPORTANTE: Los tubos con aditivos deben mezclarse bien. Resultados erróneos pueden
obtenerse cuando la sangre no es mezclada adecuadamente con los aditivos.

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Manual de Hematología

CODIFICACIÓN
POR COLOR DE TUBO ADITIVO MODO DE USOS
TAPÓN ACCIÓN
Ninguno Coágulo; suero Pruebas
Tapón rojo separado por bioquímica,
centrifugación inmunología
Tapón amarillo Ninguno Tubo con gel Pruebas
(dorado) separador de suero; bioquímica,
centrifugación. inmunología
Tapón verde claro Heparina de litio Tubo con gel Pruebas
separador de plasma bioquímica
Activador de Tubo con gel Pruebas
Tapón rojo-gris coágulo separador de suero; bioquímica
centrifugación.
EDTA líquido Quelación de Ca2+ Hematología y
Tapón morado Banco de Sangre.
Tapón celeste Citrato de sodio Quelación de Ca2+ Pruebas de
coagulación
Heparina sódica Inactivación de Determinación de
Tapón verde oscuro o litio trombina y litio y/o amonio.
tromboplastina
EDTA sódico Tubo diseñado para Determinación de
evitar la presencia de elementos traza
Tapón azul oscuro metales (Zn, Cu, Pb, Hg) y
contaminantes. toxicología

Fluoruro sódico Antiglicolítico, Determinación de


Tapón gris claro y oxalato de K+ preservación de litio y glucosa.
glucosa por 5 días.
Tapón amarillo claro ACD Inactivación del Pruebas de
complemento. compatibilidad.
Tapón amarillo- Mezcla de Mantiene viabilidad Microbiología
negro caldos nutritivos de microorganismos
Tapón negro Citrato sódico Quelación de Ca2+ Velocidad de
bufferado sedimentación
Tapón naranja Trombina Coágulos de sangre Bioquímicas
rápidos STAT
Heparina sódica Inactivación de Determinación de
Tapón café trombina y Pb.
tromboplastina
Fuente: Phlebotomy. Disponible en URL:
http://www.medlib.med.utah.edu/WebPath/TUTORIAL/TUTORIAL. html#2

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Manual de Hematología

ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO # 2

PUNCIÓN ARTERIAL

A. Introducción
El cuerpo utiliza la sangre como medio para el transporte de oxígeno, nutrientes, productos de
desecho y otros materiales en su interior; así como también para regular su temperatura, el
volumen de los líquidos y para el equilibrio ácido básico en general. Debido a que la sangre se
utiliza para múltiples funciones dentro del cuerpo, el análisis de ésta o de sus componentes puede
suministrar indicios claves para el diagnóstico de muchas condiciones médicas.
La sangre arterial se diferencia de la sangre venosa principalmente en su contenido de gases
disueltos. Los exámenes de sangre arterial muestran la composición de la sangre antes de que sus
componentes sean utilizados por los tejidos del cuerpo.

B. Definición
La punción arterial es una técnica invasiva destinada a la recolección de muestras de sangre
para la evaluación y monitoreo de la gasometría y presión arterial. Este procedimiento puede
llevarse a cabo en una única punción o de forma temporal mediante cateterización, ésta última
indicada cuando los análisis se requieren de forma precisa y continua.
Las arterias seleccionadas para este fin deben cumplir una serie de condiciones:
1. La punción no debe interferir con el flujo arterial, por lo tanto, el calibre debe garantizar
la provisión de sangre en las regiones distales al sitio de la punción.
2. El calibre debe permitir la fácil canalización.
3. La disposición anatómica debe asegurar el mínimo daño tisular y la mínima limitación
funcional para el paciente.
4. De igual manera, debe existir la posibilidad de cohibir una eventual hemorragia en el
punto de punción.
5. Reducidos cuidados de mantenimiento.

C. Accesos arteriales comúnmente utilizados


1. Arteria radial
Es de elección por ser la que mejor cumple las condiciones anteriores. Con la articulación
de la muñeca en extensión y el codo flexionado, esta arteria queda claramente expuesta y bien

33
Manual de Hematología

fijada. Antes de canalizarla debe realizarse la prueba de Allen que consiste en comprimir las
arterias cubital y radial durante un minuto y, posteriormente, liberar la cubital observando si
la mano recupera su color rosado. En caso contrario NO se debe punzar la arteria radial por
la posibilidad de necrosis hística.

2. Arteria pedia
Está garantizada la perfusión hística por la presencia de la tibial posterior. La
comprobación puede realizarse igual que en la mano, comprimiendo ambas arterias y
soltando, posteriormente, la tibial observando la reperfusión del pie. Al igual que la radial
también tiene un fácil acceso y manejo.

3. Arteria temporal superficial


Es una rama terminal de la carótida externa y se divide, posteriormente en frontal y
parietal. Se puede palpar fácilmente. Su uso no crea problemas de perfusión porque tiene
múltiples colaterales. Aunque se puede canalizar por punción percutánea, es aconsejable
hacerlo mediante exteriorización quirúrgica, con una incisión en la piel. Es más difícil de
canalizar que las anteriores.

4. Arteria femoral
Con una ligera rotación externa de la pierna queda expuesta, cuya canalización por
punción percutánea no ofrece grandes dificultades. Presenta, sin embargo, un alto riesgo de
infección (zona séptica) por lo que se desaconseja su uso y se reserva sólo para cuando no se
pueda acceder a las anteriores.

D. Procedimiento de punción
En primer lugar, hay que identificar adecuadamente el trayecto de la arteria elegida, para
posteriormente, y previo a la punción, inmovilizarla porque su elevada presión interior hace
que se desplace lateralmente cuando se intenta punzar. No debe olvidarse la prueba de
comprobación de Allen.
Para el procedimiento de punción se cuenta con dos técnicas:

34
Manual de Hematología

b) Con los dedos índice y medio de la mano que no va a realizar la punción se


oprime, sin llegar a cortar el flujo sanguíneo, la arteria en dos puntos
equidistantes, aproximadamente 1 cm, del lugar de punción; o
c) Con los dedos índice y medio de la mano libre, se oprimen fuertemente las
estructuras que quedan a los lados de la arteria, a la altura del lugar de punción.
Generalmente la punción es de tipo percutánea debido a su menor riesgo de infección y
daño para el paciente, pero también se puede practicar la punción tras disección de la piel
del paciente y exteriorización de la arteria, en especial con la arteria temporal.

Se procede de la siguiente manera:


d) Rasurado, si procede, y limpieza de la zona: uso de jabón quirúrgico seguido de
limpieza con etanol o isopropanol al 70%.
e) Impregnación con yodo.
f) Aislamiento del área de punción con campos estériles.
g) Inmovilización de la arteria + prueba de Allen.
h) Punción: Si se trata de una única muestra, se
punciona la piel con una inclinación de 30º y
cuando se punciona la arteria se produce la
aparición de sangre sin necesidad de realizar
aspiración. Para cateterización, se utiliza un
trocar, el cual permite la introducción de la cánula
definitiva.
i) Comprobar que el reflujo de sangre guarda concordancia con los latidos cardiacos.
j) Fijar con sutura a la piel.

Consideraciones:
k) Comercialmente se dispone de una amplia variedad de jeringuillas para punción
arterial, las cuales traen consigo generalmente heparina como anticoagulante. Es
por tanto importante conocer las disposiciones que cada casa comercial propone
para el manejo óptimo de la muestra sanguínea.
l) Al conectar el sistema de mantenimiento al catéter hay que poner especial cuidado
en que no queden aprisionadas burbujas de aire. Posibilidad latente de embolia.

35
Manual de Hematología

m) Deben evitarse los repetidos intentos de punción a causa de la traumatización


vascular que ello supone.
n) Cuando se trata de una única punción, una vez tomada la sangre, se retira la aguja
y se ejecuta fuerte presión sobre el área (aproximadamente 15 minutos).
Comprobar periódicamente la ausencia de hemorragia. Impregnar con yodo y
colocar un apósito estéril.

Para retirar un catéter arterial se procede de la siguiente manera:


o) Descubrir la zona de punción.
p) Retirar la fijación a la piel.
q) Colocar un esfigmomanómetro en el brazo (si la arteria canalizada es la radial) e
inflarlo hasta que supere en 3 ó 4 puntos la presión sistólica del enfermo.
r) Retirar el catéter (cultivar la punta si hubiera signo de infección).
s) Comprimir fuertemente el punto de punción durante unos cinco minutos; mientras,
se desinfla el manguito colocado en el brazo.
t) Dejar una compresión fuerte, pero sin llegar a cortar la circulación arterial, durante
una media hora. Vigilar que no mancha el apósito de sangre.
u) Retirar la compresión y, tras comprobar que ha dejado de sangrar, impregnar con
yodo y colocar un apósito.

Complicaciones:
v) Isquemia del miembro por disminución en la irrigación o por embolias
w) Hematoma infectado
x) Aneurismas en la zona de punción
y) Fístulas arteriovenosas
z) Necrosis cutáneas
aa) Hemorragias
bb) Déficit neurológico

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Manual de Hematología

E. Interpretación de la gasometría arterial

1. Introducción
La medición de los gases contenidos en la sangre arterial es la prueba funcional
pulmonar más importante realizada a pacientes que están en estado crítico. Existen
numerosos factores que afectan a los gases obtenidos en sangre y que es preciso conocerlos
para valorar los cambios sufridos después de cualquier intervención. El transporte en
ambos sentidos de O2 y CO2 entre los pulmones y la periferia es gobernado por la
circulación iniciada por la contracción rítmica del corazón.
Anatómica y fisiológicamente, los pulmones tienen dos entradas: el aire inspirado y la
sangre venosa mezclada, así como dos salidas: la sangre arterial y el aire espirado. El nivel
arterial de O2, CO2, pO2 (presión parcial de O2) y pCO2 (presión parcial de CO2) se
determina por el modo con que el pulmón trata el aire inspirado y la sangre venosa
mezclada. Esto es determinado por los factores intra-pulmonares. Existen además factores
extra-pulmonares que pueden modificar la pO2 y pCO2 de forma considerable y
clínicamente importante, debido a su efecto directo sobre la composición de la sangre
venosa mezclada.
Los factores intra-pulmonares son: 1) FiO2 (fracción inspirada de oxígeno), 2) la
ventilación alveolar, 3) la limitación de la difusión, 4) derivación y 5) desigualdad de la
ventilación-perfusión (V/Q). Los dos primeros pueden ser manipulados clínicamente, y en
los enfermos críticos tienen mayor importancia los dos últimos. Las derivaciones son
unidades pulmonares perfundidas, pero no ventiladas, es el mayor trastorno de la V/Q.
Los factores extra-pulmonares incluyen: 1) Gasto cardíaco, 2) Absorción de O2, 3)
Concentración de hemoglobina, 4) Equilibrio ácido-base, 5) Temperatura corporal, 6)
Localización de la curva de disociación del oxígeno-hemoglobina, generalmente definida
por p50 (presión a la saturación del 50%). Los indicios de cambios en el gasto cardiaco
(GC) son alteraciones en la tensión arterial, frecuencia cardíaca, presión venosa central,
temperatura de la piel y sobre todo, la producción de orina. Esta última se puede considerar
como un índice de la perfusión de los órganos periféricos y del aporte de oxígeno.
Así, si desciende el gasto cardíaco se cae en la diuresis, salvo si se han administrado
diuréticos. Es por esto que a la producción de orina se la denomine "el gasto cardíaco del

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Manual de Hematología

pobre". Por otro lado, si aumenta la temperatura del paciente, puede verse incrementada la
absorción de O2.

2. Evaluación de la eficiencia funcional respiratoria


La función pulmonar está dirigida a oxigenar la sangre y eliminar el anhídrido carbónico
(CO2) para que la concentración de hidrogeniones sea normal, se establezca un pH adecuado
y se cumplan a cabalidad todos los procesos metabólicos, enzimáticos, endocrinos, etc.
La sangre arterializada refleja el producto final de intercambio gaseoso verificado en la
membrana alveolo-capilar, donde se ha difundido el oxígeno a los glóbulos rojos captando el
CO2 que proviene de los tejidos.
Hoy en día, la mejor manera de determinar la eficacia de la función respiratoria total es
con el análisis de los gases arteriales, que nos indica cómo se está verificando el intercambio
gaseoso y, si está alterado, cómo ha repercutido en el equilibrio ácido-base.

a) pH sanguíneo
El control ácido se ejerce primordialmente por el aparato respiratorio que es rápido y
el básico por el metabolismo renal, que es lento. Este último cuenta con una integridad
fisiológica acentuada, en mayor o menor tiempo es capaz de llegar a la corrección del
desequilibrio, pero muchas veces una alteración patológica concomitante se lo impide.
Los mecanismos respiratorio y renal, son, por decirlo así, los globales que intervienen en
la regulación del equilibrio ácido-básico. Pero también se cuenta con otros elementos
muy importantes que pueden intervenir en un momento dado y perturbar el equilibrio o
regularizarlo como sucede, por ejemplo, con los fosfatos del plasma, el fosfato del
eritrocito, presencia de iones derivados del ácido carbónico y los iones de potasio, calcio,
sodio y cloro, que tienen sus manifestaciones en la pérdida de equilibrio, aunque no en su
etiología.
Todos los mecanismos en su conjunto o funcionando cada uno de ellos en forma
independiente según las circunstancias, causan modificaciones en la sangre que para
poder cumplir sus funciones debe tener una concentración de hidrogeniones dentro de
ciertos límites, representados por el pH que en condiciones normales fluctúa entre 7.36-
7.44. Dentro de la terminología puramente química, la sangre se encuentra en el terreno
de la alcalinidad, pues los límites compatibles con la vida se consideran entre un pH de

38
Manual de Hematología

7.0 y 7.8. Pero en clínica, prescindiendo de este concepto, se denominan acidosis cuando
el pH desciende de 7.36 y alcalosis cuando se eleva sobre 7.44, límite en realidad muy
estrecho y en el cual se verifican normalmente todos los procesos metabólicos.
Cuando se pierde uno de los límites, bien sea hacia la izquierda para producir acidosis
o a la derecha para producir alcalosis, tenemos toda la gama de desequilibrio ácido-básico,
la cual, si es moderada y cuenta con una buena integración fisiológica, tanto renal como
respiratoria, puede pasar inadvertida en clínica porque el organismo por sí solo lo
compensa. Pero si los factores que los desencadenan son muy intensos, es factible que el
organismo por sí solo no sea capaz de reestablecer el equilibrio, circunstancia que puede
agravarse y llegar a un desequilibrio intenso y muchas veces irreversible, si existen
marcadas alteraciones en sus mecanismos reguladores.

b) Presión parcial de oxígeno (pO2)

La fracción del oxígeno inspirado (FiO2) encuentra en el alveolo las condiciones


ideales para su difusión. Se han reconocido dos formas por las cuales este oxígeno se
encuentra circulante. Una pequeña parte, el 3% permanece en disolución con el plasma y
las células que en él se encuentran, pero el 97% restante es atraído por un fuerte imán
representado por la molécula de hemoglobina.
La presión que ejerce el oxígeno en disolución sobre las paredes de los vasos que lo
contienen, es la que conocemos como presión parcial de oxígeno (pO2) y es la que
indirectamente nos va a suministrar la información de cómo se está cumpliendo la
oxigenación por intermedio de la hemoglobina transportadora. La cantidad de oxígeno
que se encuentre en la sangre arterial depende de la pO2 que se encuentre en disolución,
de la cantidad de hemoglobina transportadora y de la integridad fisiológica en los
mecanismos respiratorios, los cuales condicionan su saturación y transporte.
Mientras más saturada está la hemoglobina, más fuerte es la afinidad con el O2, y
mientras menos saturada esté, más fácil es la liberación. Es por eso que el oxígeno va
aumentando la capacidad de liberación a medida que el pH baja y por eso en los procesos
de acidosis la pO2 está baja. La subida del pH o alcalosis, produce el efecto contrario.

39
Manual de Hematología

c) Presión parcial de anhídrido carbónico (pCO2)

Como consecuencia de su metabolismo, toda célula produce combustiones y entre


otros elementos anhídrido carbónico (CO2). Normalmente se va a dirigir hacia el exterior
por medio de la espiración, pero antes de hacerlo, se ha dirigido a los capilares venosos e
ingresando a las venas cavas. Cuando ingresa a la circulación, encuentra un medio acuoso
y gracias a una enzima que se encuentra primordialmente en el eritrocito, la anhidrasa
carbónica, este anhídrido carbónico (CO2) al sumarse con el agua, origina ácido
carbónico. De esta manera, durante el proceso respiratorio se va a eliminar una cantidad
grande de anhídrido carbónico.
En términos generales, una porción del ácido carbónico ingresa a la sangre arterial y
va a formar parte de los componentes acidificantes y normalmente la gran mayoría se
elimina en la espiración como elemento de desecho, el CO2. Como todo gas, el CO2 va a
ejercer presión sobre las paredes de los vasos que lo contienen y es justamente la presión
que se denomina presión parcial de anhídrido carbónico o pCO2.
Este parámetro indirectamente informa de la cantidad potencial del ácido carbónico
que tiene el organismo y de la efectividad de la ventilación alveolar o el proceso por el
cual se está eliminando el CO2. Si la cifra se encuentra aumentada, el alveolo está
ventilando deficientemente y entonces existe condición de hipercapnia. Si pCO2 está
disminuida es porque el alveolo está ventilando excesivamente y en este caso se tiene
hipocapnia.

En resumen, los datos de pO2 y pCO2 miden de manera muy fiel la capacidad y
funcionamiento fisiológico y es la primera prueba funcional metabólica (respiratoria) que debe
verificarse, si se quiere conocer la verdadera capacidad funcional, la que al estar perturbada va a
originar consecuentemente variaciones en el pH sanguíneo y otras manifestaciones en la
dinámica ventilatoria que comprometen la homeostasis del organismo.

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Manual de Hematología

Tabla 1. Valores de referencia para la gasometría arterial

Parámetro Valor de referencia


pH 7.35-7.45

pO2 75-105 mmHg


pCO2 33-40 mmHg

HCO3- 22-28 mEq/L

Saturación O2 96-97%

F. Correlación clínica: equilibrio ácido-básico

La principal función del sistema cardiorrespiratorio, como ya se ha visto, es suministrar a


cada célula del organismo un flujo de sangre en cantidad y calidad apropiadas para que puedan
mantenerse las condiciones ideales para el metabolismo orgánico. Esto se logra proporcionando
materiales esenciales (O2 y nutrientes) y retirando los productos nocivos, uno de los principales
es el CO2, que es transportado por la sangre venosa y eliminado su exceso a través de los
pulmones.
Los dos órganos capaces de eliminar ácidos que en exceso son nocivos para el organismo, son
el pulmón, que elimina ácidos volátiles como el CO2 del ácido carbónico, y el riñón que se
encarga de eliminar ácidos no volátiles. Cuantitativamente el pulmón es el que mayor
importancia tiene, puesto que puede llegar a eliminar hasta 13,000 mEq/día, mientras que el riñón
sólo alcanza a eliminar de 40 a 80 mEq/día.
El pH se puede definir como el resultado de la relación existente en un líquido entre las
concentraciones de ácidos y de bases o álcalis que se encuentran en el mismo. En un intento de
simplificar este concepto se puede representar una fracción en la cual, el numerador representa
las bases o álcalis cuyo principal exponente es el bicarbonato y en el denominador se representan
los ácidos como CO2. El resultado de esta división se denomina pH, siendo su valor normal en
sangre de 7.35-7.45.
Luego, el organismo tenderá a conservar este equilibrio (homeostasis), eliminando la cantidad
necesaria de ácidos o bases para que el resultado de esta relación sea normal y constante. Si el
pH aumenta por encima de 7.45 se dice que es un pH alcalino y el enfermo presenta una
alcalosis. Si por el contrario disminuye por debajo de 7.35 se dice que es un pH ácido y el

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Manual de Hematología

paciente presenta una acidosis. Cuando la alteración es debida a desequilibrios en la


concentración de bicarbonato se la denomina acidosis o alcalosis “metabólica”, mientras que
cuando estos cambios son causa de desequilibrio del CO2 la llamaremos acidosis o alcalosis
“respiratoria”.

1. Acidosis metabólica
Cuando ocurre un descenso en la concentración de HCO3- se presenta un pH inferior a
7.35 con una tensión parcial de CO2 ligeramente aumentada. La compensación ocurre con un
aumento en el nivel de ventilación.
Clínicamente se puede clasificar como acidosis metabólica parcialmente descompensada
cuando el parámetro de pH es bajo o normal o pCO2 ligeramente alto. Una acidosis
metabólica descompensada se caracteriza por un pH muy bajo y pCO2 alto.
Entre sus posibles causas se encuentran: pérdida de bicarbonato por diarrea; producción
excesiva de ácidos orgánicos por enfermedades hepáticas, alteraciones endocrinas, shock o
intoxicación por fármacos; insuficiencia renal; fístula intestinal y coma diabético. Los signos
más frecuentes son respiración rápida y profunda, aliento con olor a frutas, cansancio, cefalea,
náuseas, vómitos y coma en su más grave expresión.

2. Acidosis respiratoria
Traduce un aumento del contenido de pCO2 con mayor concentración de iones hidrógeno
y un pH disminuido. Como mecanismo compensatorio del equilibrio, el organismo trata de
aumentar las bases, eliminando por el riñón orina ácida.
Clínicamente la acidosis respiratoria se clasifica: a) descompensada (propia de los
procesos crónicos) caracterizada por un pH 7.30-7.34 y una pCO2 entre 60-90mm Hg; b)
parcialmente descompensada por un pH entre los límites normales y una pCO2 menor de
90mm Hg; c) compensada con un pH normal y una pCO2 ligeramente elevada y d) acidosis
respiratoria y metabólica combinadas: pH muy bajo y pCO2 elevado.
La etiología más común es la depresión respiratoria por fármacos, traumatismo del
sistema nervioso central, asfixia, afección pulmonar (neumonía, obstrucción pulmonar
crónica) con disminución de la ventilación respiratoria. Se puede encontrar en el paciente
diaforesis, cefaleas, taquicardia, confusión, intranquilidad y nerviosismo.

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Manual de Hematología

3. Alcalosis metabólica
Ocurre por un aumento en la concentración de HCO3- en el organismo, de ahí que se
presente un pH superior a 7.50 con una pCO2 dentro de los valores aceptables. El organismo
para compensar producirá una hipoventilación para aumentar el nivel de CO2, llevando el pH
a un valor normal.
Clínicamente se clasifica como alcalosis descompensada cuando el pH está elevado
mientras que la pCO2 alta, mientras que se trata de una alcalosis parcialmente compensada
cuando el pH está elevado y la pCO2 se encuentra entre los límites de referencia.
Esta condición puede producirse debido a pérdida de ácidos por vómitos prolongados o
por aspiración gástrica; pérdida de potasio por aumento de la excreción renal (como ocurre al
administrar diuréticos) y por ingestión excesiva de bases. El paciente puede presentar los
siguientes síntomas: respiración lenta y superficial, hipertonía muscular, inquietud, confusión,
irritabilidad, e incluso en casos graves, coma.

4. Alcalosis respiratoria
Ocurre gracias a una hiperventilación alveolar que disminuye la pCO2 drásticamente,
elevando los niveles del pH sanguíneo. Como mecanismo compensatorio, el organismo
disminuye el número de bases eliminando por el riñón una orina alcalina.
Esta condición puede clasificarse como a) alcalosis compensada cuando el pH es normal y
la pCO2 baja; b) alcalosis respiratoria y metabólica combinadas cuando el pH es superior a
7.70 y la pCO2 es baja; c) alcalosis descompensada cuando el pH se encuentra entre 7.60-7.70
y la pCO2 disminuida, mientras que d) en la alcalosis parcialmente descompensada, el pH se
encuentra entre 7.45-7.77 y la pCO2 entre 10-20mm Hg.
Esta condición puede estar producida por hiperventilación por dolor, ansiedad o mala
regulación del ventilador; estimulación respiratoria por fármacos, enfermedad, hipoxia, fiebre
o ambiente caluroso; y bacteremia por microorganismos gramnegativo. El paciente
presentará respiraciones rápidas y profundas, parestesias, ansiedad y fasciculaciones.

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Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. Grafique la disposición anatómica de las arterias utilizadas para la punción de muestras para
gasometría arterial.

2. ¿Cuál es la diferencia entre la jeringuilla para gases arteriales y la jeringuilla para


venipunción?

3. ¿Cuál es el nombre de la aguja y del catéter que pueden ser utilizados para punción arterial?
4. ¿En qué consiste el monograma de Siggaard-Anderson? ¿Cuál es su importancia?
5. Enumere y describa brevemente los mecanismos reguladores del equilibrio ácido-base.

G. Bibliografía

1. Punción arterial. Disponible en URL: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/


article/003422.htm Fecha de consulta: Junio, 2006.
2. Venoclisis, punción venosa y punción arterial. Disponible en URL: http://hgm.salud.gob.
mx/ensenanza/temario/pdf/Venoclisis.pdf Fecha de consulta: Junio, 2006.
3. Vías vasculares aplicadas al paciente quirúrgico. Disponible en URL: http://www.oc.lm.ehu.
es/Fundamentos/fundamentos/objpracticas/pr%C3%A1ctica_5.htm Fecha de consulta: Junio,
2006.
4. Kaplan-Pesce. Química Clínica. Teoría, análisis y correlación. Argentina: Médica
Panamericana, 2000. xvi + 1739p.
5. Ángel G., Ángel M. Interpretación clínica del laboratorio. 7 ed. Colombia: Médica
Panamericana, 2006. xxviii + 702p.
6. Interpretación de los gases de la sangre arterial. Disponible en URL: http://personal.
telefonica.terra.es/web/respiradores/gases.htm Fecha de consulta: Junio, 2006.

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Manual de Hematología

PRÁCTICA # 2

FROTE SANGUÍNEO

A. Introducción

Se define como frote, frotis o extendido, a la preparación microscópica delgada y


transparente, extendida entre dos cristales (porta o cubreobjetos), obtenida de un líquido orgánico
espeso o tejido semilíquido o pastoso (sangre, aspirados, secreciones, exudados, etc.)

El frote periférico se utiliza para el estudio de las características citológicas de las células de
la sangre, lo cual permite valorar el funcionamiento general de la médula ósea a través de sus
componentes celulares, lo cual implica la evaluación de las líneas eritrocíticas, leucocitaria y
megacariocítica, determinando anormalidades en forma, tamaño, color e inclusiones
citoplasmáticas, dando una medida cuantitativa y cualitativa de los elementos que lo conforman.

La preparación y tinción de un extendido de sangre periférica o de médula ósea es una técnica


fundamental en hematología, ya que la información obtenida puede conllevar a: 1) El diagnóstico
correcto de una enfermedad; 2) Orientar al clínico para brindar la terapéutica adecuada y 3)
Monitorear el proceso de recuperación del paciente.

B. Muestra

La ventaja principal de hacer extendidos con sangre anticoagulada con EDTA es que pueden
disponerse varios portaobjetos si es necesario y no tienen que prepararse de inmediato luego de
extraer la sangre. En el 95% de los casos, el EDTA además impide la aglutinación de las
plaquetas en el portaobjetos de vidrio, lo que hace que la estimación de las plaquetas sea más
exacta durante la evaluación del extendido. No obstante, en alrededor del 5% de los pacientes, la
sangre con EDTA sufre un fenómeno in vitro denominado “satelitosis plaquetaria” que no es más
que la adherencia de las mismas a los neutrófilos, lo que puede generar una pseudo-plaquetopenia
cuando se usan métodos automáticos. Como consecuencia de lo anterior, este fenómeno puede
dar lugar a recuentos bajos de plaquetas falsos y recuentos elevados de leucocitos falsos (pseudo-

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Manual de Hematología

leucocitosis) como resultado de la grumificación plaquetaria de tamaño similar a un leucocito y


que los analizadores automáticos no pueden distinguir.
Otros métodos para obtener sangre para los extendidos son las punciones digitales, de un
talón o un tubo de microhematocrito (no heparinizado para la sangre con EDTA o heparinizado
para la sangre capilar). En general, los extendidos se hacen de inmediato, a la cabecera del
paciente. Sin embargo, estos métodos tienen algunas limitaciones:
a) Se presente cierta aglutinación de plaquetas si los extendidos se hacen directamente a
partir de una gota de sangre del dedo o del talón, o si la sangre se recoge en tubos de
microhematocrito heparinizados. No obstante, esto no interfiere con el recuento absoluto
de plaquetas.
b) Sólo puede hacerse un número limitado de extendidos directamente a partir de una
punción cutánea antes de que el sitio deje de sangrar. Sin embargo, si se hace con rapidez
y en forma correcta, la distribución y la morfología celular se mantienen adecuadas.

C. Materiales y equipo
 Aceite de inmersión
 Microscopio óptico
 Láminas portaobjetos limpias.
 Portaobjetos de bordes biselados y esquinas romas (Frotadora)
 Capilar o pipeta pasteur
 Sangre con EDTA

D. Preparación del frote periférico

1. Técnica manual con dos portaobjetos en ángulo

Es la técnica más conveniente y usada con mayor frecuencia para hacer extendidos de
sangre periférica.

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Manual de Hematología

Figura 1. Extendido de sangre periférica por el método de portaobjetos.

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S,


trad. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.

a) Colocar una gota de sangre (de alrededor de 2-3 mm de diámetro) en un extremo del
portaobjetos. El tamaño de la gota es importante: si es demasiado grande crea un
extendido muy largo o muy grueso y si es demasiado pequeña a menudo forma un
extendido corto o delgado.
b) Sostener el portaobjetos extensor (frotadora) con firmeza con la mano dominante a un
ángulo de 30-45º y llevar hacia atrás hasta tocar la gota de sangre, dejando que ésta se
esparza en todo el ancho del portaobjetos.
c) Empuja con rapidez y suavidad hacia delante hasta el final del portaobjetos para crear el
extendido. Es importante que toda la gota se incluya en el extendido. En la figura 2 se
muestra un extendido correcto y las formas inaceptables.

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Manual de Hematología

Figura 2. Extendidos de sangre periférica: correcto e inaceptables

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S,


trad. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.

Consideraciones:

a) El movimiento demasiado lento del portaobjetos extensor produce una mala distribución
de los leucocitos porque desplaza las células más grandes, como los monocitos y los
granulocitos, hacia el final y los lados del extendido.
b) Es esencial mantener una presión pareja y suave sobre el portaobjetos para evitar la
formación de gradas en el extendido. Es fundamental mantener el mismo ángulo a lo
largo de todo el extendido.
c) En el caso de hematocritos superiores a lo normal, como ocurre en los pacientes con
policitemia o en los recién nacidos, el ángulo debe reducirse (a aproximadamente 25º), de
forma que el extendido no sea demasiado corto y grueso. En cambio, para los
hematocrito muy bajos, como el que se presenta en pacientes renales, puede ser necesario
aumentar el ángulo.
d) Si se hacen dos o tres extendidos, se elige el mejor para teñir y los otros se descartan de
forma adecuada. Algunos laboratorios hacen dos extendidos buenos y guardan uno sin
teñir para el caso de que se necesite otro preparado.

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Manual de Hematología

2. Técnica con cubreobjetos

El método de preparación de extendidos con cubreobjetos es una técnica más antigua, que
en la actualidad sólo se usa raras veces para los extendidos de sangre periférica. La única
ventaja de esta preparación es su distribución excelente de los leucocitos, lo que a su vez
permite obtener fórmulas diferenciales más exactas.
Deben usarse cubreobjetos de vidrio completamente limpios. No obstante, rotular,
transportar, teñir y almacenar estos extendidos pequeños y frágiles plantea muchos
problemas. En la figura 3 se muestra la técnica correcta para la realización de este tipo de
extendidos.
a) Coloque una gota pequeña de sangre o de aspirado de médula ósea sobre un cubreobjetos
limpio (22 * 22 mm) y coloque otro cubreobjetos encima, para permitir que la sangre se
esparza por ambos.
b) Seguidamente se hacen girar uno sobre otro para crear dos extendidos delgados, uno en
cada cubreobjetos.
c) Separar los cubreobjetos rápido pero con cuidado. Esto se hace jalando lateralmente en
dirección opuesta uno del otro (no hay que levantar los cubreobjetos). Los dos extendidos
pueden teñirse y montarse sobre un portaobjetos de vidrio de 75 * 25 mm.

Figura 3. Método de cubreobjetos para la preparación de frotis

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S,


trad. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.

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Manual de Hematología

3. Secado de los extendidos


Todos los extendidos de sangre deben secarse tan rápido como sea posible para evitar
los artefactos que produce el secado lento, que conlleva a resultados falsos positivos. En
algunos laboratorios se usa un ventilador pequeño para acelerar el secado. Soplar sobre el
portaobjetos es contraproducente, porque la humedad de la respiración hace que los
eritrocitos adquieran un aspecto equinocítico y “apolillado”, con centros huecos. El
artefacto de secado es difícil de evitar en los extendidos de pacientes muy anémicos, debido
a la relación muy alta entre plasma y eritrocitos.

E. Tinción del frotis sanguíneo

a) Colocar el frotis secado al aire sobre una rejilla o cubeta de tinción con la sangre hacia
arriba.
b) Cubrir completamente el portaobjetos o cubreobjetos con el colorante de Wright gota a
gota. El colorante deberá cubrir completamente el portaobjetos, pero no debe derramarse
por los bordes. Deberá agregarse una cantidad adicional si éste se comienza a evaporar.
Dejarlo que permanezca en el frotis aproximadamente de 5-8 minutos.
c) Agregar directamente al colorante un volumen igual de amortiguador de Wright, para
evitar la coloración débil. Esperar la formación de brillo metálico. Puede usarse de igual
manera agua desionizada. Dejar actuar de 10-15 minutos.
d) Lavar con agua en el chorro cuidadosamente hasta que la extensión presente un aspecto
rosado al examinarlo a simple vista.
e) Limpiar el dorso del portaobjetos con una gasa o algodón humedecido en alcohol para
eliminar cualquier resto de colorante.
f) Secar al aire y observar con el microscopio con el objetivo de inmersión.

F. Evaluación del frotis sanguíneo

1. Evaluación morfológica del eritrocito

a. Eritrocito: Son discos bicóncavos no nucleados que se tiñen de color rojo o gris
rosáceo, con el colorante de Wright, todas son uniformes en el tamaño (7-8 m) y
poseen un halo de luz central, el cual varía entre células dependiendo la vida media.

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Manual de Hematología

b. Anormalidades morfológicas de los eritrocitos


ii. Acantocito: Son células rojas que presentan proyecciones espaciadas, bastante
irregulares. Estas proyecciones varían en extensión pero usualmente presentan
extremos romos. Esta irregularidad puede encontrarse en las -lipoproteinemia y en
ciertos desórdenes hepáticos.

iii. Equinocitos (células crenadas): Son células rojas con muchas espículas despuntadas,
resultantes de un secado fallido de la extensión de sangre o debido a exposición con
soluciones hiperosmóticas. Las formas patológicas están asociadas con la uremia o
con desórdenes del bazo. Las proyecciones están regularmente dispersas sobre la
superficie celular, a diferencia de las que se presentan en los acantocitos.

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Manual de Hematología

iv. Eliptocitos: Son células rojas ovales o con forma de cigarrillo. Estas formas pueden
encontrarse en varios tipos de anemia, sin embargo, se encuentran en cantidades
considerables en la eliptocitosis hereditaria.

v. Esquistocito: Son fragmentos de células rojas que resultan de un daño a la membrana


ocasionado durante el paso de la célula a través de los vasos. Patológicamente se
presentan en la anemia hemolítica microangiopática, quemaduras severas, uremia, en
las anemias hemolíticas causadas por agentes físicos y en la coagulación intravascular
diseminada. También se les conoce como “células mordidas”.

vi. Célula en hoz (drepanocitos): Células rojas que han tomado forma de media luna.
Cuando una persona con hemoglobinopatías de células en hoz es expuesto a
deshidratación, infección o baja oxigenación, sus frágiles células rojas forman
cristales líquidos, tomando la forma de media luna, lo que ocasiona destrucción
celular y espesor en la sangre.

52
Manual de Hematología

vii. Esferocitos: Células rojas de forma esférica que no presentan el halo de luz central
característico de los eritrocitos normales. Los esferocitos grandes (macroesferocitos)
son encontrados en la anemia hemolítica, mientras que los esferocitos pequeños
(microesferocitos) algunas veces aparecen en casos de quemaduras severas. Una
variedad de formas esféricas son observadas en la esferocitosis hereditaria.

viii. Estomatocito: Células rojas con un área oval o rectangular en la zona central,
algunas veces referido como “células con boca”. Estas células han perdido la
indentación en una lado y pueden encontrarse en enfermedad hepática, desbalance
electrolítico, quemaduras, talasemias, lupus eritematoso sistémico, envenenamiento
con plomo y en la estomatocitosis hereditaria.

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Manual de Hematología

ix. Codocitos (células diana): Eritrocitos con un punto coloreado céntrico, dando la
forma de un blanco. Estas formas se encuentran en las anemias hemolíticas,
hemoglobinopatía C y talasemias.

x. Dacriocitos (células en lágrima): Células rojas, que como su nombre lo indica,


tienen forma de lágrima. Patológicamente se encuentran en cantidades considerables
en la mielofibrosis y otros desórdenes mieloproliferativos, así también como en la
anemia perniciosa, talasemias, metaplasias mieloides y algunas anemias hemolíticas.

xi. Eritrocito policromatofílico: La policromatofilia puede definirse como un


incremento en el número de células rojas inmaduras en sangre periférica, que con
tinción de Wright muestran una coloración azul-grisácea, indicando la presencia de
ARN citoplasmático. Estas células usualmente son grandes (macrocitos) y muchas de
ellas muestran ser reticulocitos cuando se tiñen con tinciones supravitales como el
azul de cresil brillante. Estas formas aparecen bajo condiciones aceleradas de

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Manual de Hematología

producción de células rojas, como en el caso de la anemia hemolítica, hemorragias


agudas, uremia y en las etapas post-tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro
o anemia megaloblástica.

xii. Cuerpos de Howell-Jolly: Inclusiones esféricas en las células rojas que con tinción
de Wright aparecen como artefactos definidos de color azul-negro. Se trata de
fragmentos nucleares de ADN condensado, de 1-2m de diámetro, normalmente
removidos por el bazo. Estas estructuras aparecen en anemias hemolíticas severas y
en pacientes con bazos disfuncionales o después de someterse a esplenectomía.

xiii. Cuerpos de Pappenheimer: También conocidos como siderocitos o anillos de Cabot.


Gránulos de hierro presentes en los eritrocitos, coloreados de azul con Wright o Azul
de Prusia. Son estructuras intra-eritrocitarias, moderadas, finas, parecidas a pequeños
anillos. Se asocian con anemias severas, talasemias, envenenamiento con plomo e
hipoesplenismo.

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Manual de Hematología

xiv. Punteado basofílico: Artefactos que aparecen como gránulos redondos azul oscuros
sobre las células rojas, específicamente sobre extendidos teñidos con tinciones
supravitales como el azul de cresil brillante. Son poco distinguibles en tinción de
Wright. Los gránulos no son más que fragmentos precipitados de residuos de
ribosomas y mitocondrias. Pueden observarse en la intoxicación con plomo,
exposición a drogas, quemaduras severas, anemias o septicemias.

xv. Células en rouleaux: Esta formación ocurre cuando las células rojas forman pilas o
rollos. Puede aparecer como artefacto debido a la preparación tardía del frote
sanguíneo (no inmediatamente después de colocar la gota de sangre sobre la lámina) o
por la presencia de altas concentraciones de globulinas anormales o fibrinógeno. Por
lo tanto, patológicamente se encuentra en el mieloma múltiple, infecciones virales y la
macroglobulinemia; fisiológicamente puede aparecer en el embarazo.

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Manual de Hematología

xvi. Gránulos de Schüffner: Aparecen en casos de infección por Plasmodium vivax.


Estos gránulos se presentan como punteados naranjas o rosados sobre los eritrocitos.
No son visibles cuando las tinciones (especialmente Giemsa) se efectúan en los
tiempos habituales, por esto para detectarlos, los frotes deben mantenerse en tinción
por tres horas.

2. Leucograma

Los leucocitos de dividen en granulocitos y agranulocitos.

b. Granulocitos
Aquellos que tienen gránulos específicos: neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Los
gránulos observados en extendido están cargados de lisosomas y enzimas hidrosolubles que
son agentes antibacterianos necesarios para la digestión de partículas fagocitarias. Aquí
tenemos:

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Manual de Hematología

i. Neutrófilos
Neutrófilos en cayado (Fig. 1): Es el granulocito en banda. Mide de 10m a 14m,
núcleo condensado que puede presentar una ó dos constricciones, pero no tiene
puente de cromatina. El citoplasma presenta gránulos específicos e inespecíficos,
membrana celular lisa, citoplasma de color ligeramente rosado dependiendo de la
coloración.

Neutrófilos segmentados (Fig. 2): Mide igualmente de 10m a 14m, núcleo que
presenta mayor condensación y está formado por varios lóbulos (hasta 4) unidos
por puentes de cromatina. El citoplasma está cargado de gránulos.

ii. Alteraciones cualitativas de los neutrófilos


 Granulaciones tóxicas (Fig. 3): Son gránulos basófilos más oscuros que lo
normal y se observan durante el transcurso de infecciones severas y estadios
tóxicos.
 Vacuolas tóxicas (Fig. 4): Se observan en el citoplasma de los neutrófilos
durante infecciones severas y estados tóxicos.
 Cuerpos de Dohle (Fig. 5): Son áreas teñidas de azul en el citoplasma de los
polimorfonucleares neutrófilos y se encuentra en infecciones, especialmente en
neumonías.
 Palillo de tambor (Fig. 6): Es un pequeño apéndice (cromatina sexual) que
permite conocer el sexo del individuo mediante una simple observación en un
frotis de sangre periférica en los neutrófilos. Se presenta en las mujeres.
 Polisegmentación (Fig. 7): Son neutrófilos con 5 o más lobulaciones. Se observa
en las anemias por deficiencia de vitamina B-12 y ácido fólico, Síndrome de
Down y otras anomalías.

Además existe aumento (neutrofilia) en:


 Infecciones bacterianas por agentes piogénicos.
 Abscesos y septicemias.
 Procesos inflamatorios y necrosis tisular.

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Manual de Hematología

 Trastornos metabólicos por intoxicación.


 Procesos malignos: Carcinoma.
 Hemorragias y hemólisis.
 Postesplenectomía.

iii. Desviación a la izquierda.


Significa el aumento de las formas inmaduras (en banda o cayado, y juveniles)
dentro de los neutrófilos. Constituye un importante valor diagnóstico y pronóstico.
Puede observarse en: infecciones e intoxicaciones.

iv. Desviación a la derecha


Corresponde a la hipersegmentación nuclear. La mayoría de PMN presenta más
de 5 lobulaciones. Ocurre en:
 Anemia perniciosa.
 Hipersegmentación constitucional hereditaria.
 Reacciones mieloides de la sepsis.
 Afecciones hepáticas.
 Leucemia mieloide.
 En la agonía.

Existe disminución de neutrófilos (neutropenia) en:


 Aplasia medular
 Mieloptisis de la médula ósea
 Agentes citotóxicos
 Granulopoyesis inefectiva (anemias megaloblásticas).

v. Eosinófilos (Fig. 8)
Son parecidos a los neutrófilos, pero son algo mayores. Generalmente el
núcleo es bilobulado y lo que más caracteriza a esta célula es la presencia de
gránulos color naranja-marrón vistos claramente, muchas veces estos gránulos

59
Manual de Hematología

hacen que se pierda la membrana celular por el rompimiento de ésta, ya que estas
células son muy frágiles.
Patología: Existe aumento de eosinófilos (eosinofilia) en:
 Infecciones parasitarias.
 Reacciones alérgicas.
 Enfermedades cutáneas.
 Neoplasias.

vi. Basófilos (Fig. 9)


La característica más importante de esta célula es la cantidad de gránulos de
color azul negruzco que se encuentra ocupando toda la célula (esto cuando la
célula es madura) y parte de la célula cuando ésta es inmadura. Presenta un núcleo
que muchas veces no logra observarse por la cantidad de gránulos que contienen
histamina y heparina.
Patología: Existe aumento (basofilia) en: Leucemia por basófilos.

c. Agranulocitos
No poseen gránulos. Aquí tenemos a los linfocitos y monocitos.

i. Linfocitos
Linfocitos grandes (Fig. 11a): Miden de 15m a 25m, presentan generalmente un
núcleo ligeramente oval discretamente indentado, la cromatina es densa pero no tanto
como en el linfocito pequeño (esto lo puede confundir con el monocito). Citoplasma
abundante, azul pálido y puede contener gránulos azurófilos inespecíficos.
Linfocitos pequeños (Fig. 11b)
Miden de 9m a 15m, presentan un núcleo que ocupa casi toda la célula, excéntrico,
cromatina fuertemente densa. El citoplasma es escaso, basófilo y puede contener
gránulos azurófilos inespecíficos.

60
Manual de Hematología

ii. Patología de los linfocitos


Linfocitos atípicos (Fig. 12): Llamados también virus linfocitos, células
linfomonocitoides, células activadas de Turk, células de Turk, virocitos,
inmunoblastos, etc. Miden de 15m a 30m, núcleo irregular, indentado, excéntrico y
puede observarse nucleolos. El citoplasma es amplio, color azul tenue, y puede
presentar gránulos azurófilos y vacuolas. Estas células pueden observarse en
mononucleosis infecciosa, hepatitis viral, herpes zoster, enfermedades autoinmunes y
normalmente pueden hallarse hasta en 5%.
Linfocitos con mitosis o binucleados (Fig. 13): Pueden encontrarse en enfermedades
virales.
Linfocitos vacuolados (Fig. 14): En caso de linfocitos que reaccionan por efecto de la
radiación ultravioleta o respuesta a tratamientos de quimioterapia.

iii. Monocitos (Fig. 10)


Son los leucocitos de mayor tamaño en la sangre (14m a 20m). Su núcleo es
generalmente excéntrico, aunque puede ser central. Su cromatina nuclear es laxa,
distribuida en forma regular, la forma del núcleo generalmente es de una madeja de
lana o arriñonada, aunque puede tener forma de un abastonado. El citoplasma es de
color gris y puede presentar gránulos inespecíficos (azurófilos) que carecen de
significado clínico.
Patología: Los monocitos están elevados en:
 Tuberculosis.
 Endocarditis bacteriana.
 Enfermedades virales como sarampión, rubéola, etc.
 Colagenosis, neoplasias, etc.

d. Criterios para el desarrollo de un leucograma

 Se considera leucocitosis cuando la cifra de glóbulos blancos excede de 10 000.


 Se considera leucopenia cuando la cifra de glóbulos blancos es inferior a 5 000.

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Manual de Hematología

 No olvidar que el ejercicio produce leucocitosis fisiológica de consideración, de allí


que el recuento debe hacerse en condiciones basales.
 En los granulocitos debe informarse el número de lobulaciones del núcleo. A
mayor edad de la célula mayor el número de lóbulos y lo contrario.

Fig. 1 Neutrófilo en banda Fig. 2 Neutrófilos segmentados Fig. 3 Granulación tóxica


y neutrófilo segmentado

Fig. 4 Vacuolización del Fig. 5 Cuerpos de Dohle Fig. 6 Palillo de tambor


citoplasma

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Manual de Hematología

Fig. 7. Polisegmentación Fig. 8. Tres eosinófilos, Fig. 9. Monocitos Fig. 10. Linfocitos
un basófilo y un linfocito grandes y pequeños

Fig. 11. Linfocitos atípicos Fig. 12. Linfocitos en mitosis Fig. 13. Linfocitos vacuolados

3. Plaquetas
Las plaquetas o trombocitos son fragmentos citoplasmáticos provenientes de una célula
conocida como megacariocito. Su diámetro promedio es de 2.5 µm. Las plaquetas no
estimuladas son discos lentiformes con márgenes lisos.

a. Anormalidades cualitativas
i. Plaquetas gigantes
Se consideran grandes cuando son mayores dentro de 4 a 8 µm de diámetro y
gigantes cuando su diámetro es mayor. Las plaquetas jóvenes normalmente son

63
Manual de Hematología

grande. Algunas causas de plaquetas gigantes son: condiciones hereditarias como el


síndrome de Bernard- Soulier o adquiridos como la púrpura trombocitopénica
autoinmune, desórdenes mieloproliferativos, mielodisplasia, coagulopatía
intravascular diseminada y púrpura trombótica trombocitopenica.

b. Anormalidades cuantitativas
i. Trombocitopenia: Se define como un recuento de plaquetas menor de 100,000
células/µl. Los procesos fisiopatológicos que la provocan son:
 Disminución en la producción
 Destrucción acelerada
 Distribución anormal de plaquetas (secuestro)

ii. Trombocitosis: Se define como un recuento de plaquetas elevado, mayor de


450,000 células/µl. La trombocitosis reactiva se produce secundaria a la
inflamación, traumatismo o enfermedad base y el recuento está elevado durante un
periodo limitado y por lo general no ex cede las 800,000 células/µl.

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Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. Indique las características de un frote sanguíneo bien preparado.
2. ¿Qué solución propone para mejorar la técnica de un estudiante que siempre obtiene
frotes demasiados largos y delgados?
3. Realice un diagrama de las alteraciones más comunes que pueden presentar los eritrocitos.
4. Realice un cuadro comparativo de las anormalidades que pueden observarse en los
leucocitos diferenciando cada una de las células: Neutrófilos, eosinófilos, linfocitos,
basófilos y monocitos.
5. Indique los tipos de hipoplasia plaquetaria que existen, clasificadas según su causa.
6. ¿Cómo se realiza el recuento indirecto de plaquetas?
7. Indique la forma correcta de reportar un frote periférico en el que no se observan
anormalidades cualitativas ni cuantitativas de las tres series celulares.

G. Bibliografía
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.
3. Ángel G., Ángel M. Interpretación clínica del laboratorio. 7 ed. Colombia: Médica
Panamericana, 2006. xxviii + 702p.
4. Tkachuk D, Hirschmann J, McArthur J. Atlas of clinical hematology. Philadelphia: Saunders
Company, 2002. ix + 154p.

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Manual de Hematología

PRÁCTICA # 3

COLORACIÓN DE WRIGHT Y GIEMSA

A. Introducción
Con el fin de estudiar satisfactoriamente los frotis sanguíneos, es necesario colorearlos.
En la mayoría de los laboratorios los colorantes más empleados para la tinción hematológica
se basan en el de Romanowsky constituido fundamentalmente con la mezcla de eosina (ácido) y
azul de metileno (básico). Además se han incorporado el empleo de derivados por oxidación del
azul de metileno que se conoce con el nombre de azures (A, B, C). Son los azures los
responsables de la coloración púrpura o roja de ciertas estructuras.
Tanto la eosina como el azul de metileno son muy sensibles a las variaciones de pH de las
diferentes estructuras celulares, de forma que las que tienen carácter básico fijan la eosina
mientras que las que poseen propiedades ácidas fijan principalmente el azul de metileno. Esto
explica que las estructuras basófilas se tiñan de color azul mientras que los competente acidófilas
adquieren un color rosado. La diferente afinidad de ciertas granulaciones citoplasmáticas por
dichos colorantes permite clasificar a los leucocitos polimorfonucleares en 3 grupos:
 Granulocitos eosinófilos, en los que la granulación específica contiene sustancias de carácter
básicos que fijan los colorantes ácidos y se tiñen de color rojo-naranja.
 Granulocitos basófilos, en los que la granulación específica posee sustancias de carácter
ácido que fijan los colorantes básicos y se tiñen de color azul oscuro.
 Granulocitos neutrófilos, en los que la granulación específica posee compuestos de carácter
neutro por lo que fijan ambos colorantes simultáneamente, de ahí que se tiñen de color
pardo.
Dentro del grupo de colorante tipo Romanowsky los más utilizados son el de Wright, Giemsa
y May- Grünwald-Giemsa, entre otras.

1. Tinción de Wright
Esta coloración es conocida como policromática debido a que produce varios colores. Es
una solución de alcohol metílico de un colorante ácido (eosina) y otro básico (azul de
metileno). El alcohol sirve como un fijador del frotis sanguíneo al portaobjetos. El

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Manual de Hematología

amortiguador, que consiste en una solución tamponada, mantiene el pH del colorante y


favorece la mejor absorción por los diferentes componentes celulares.

 Materiales:
i. Colorante de Wright: para 100 mL se requiere de colorante de Wright (0.3g), metanol
(97.0 mL) y glicerol (3.0 mL). Disolver en un mortero el colorante con el glicerol.
Una vez disuelto se adiciona el metanol trasvasándolo a un frasco oscuro. Agitar.
Filtrar antes de usar.
ii. Solución amortiguadora tamponada: en un litro de agua destilada se agregan 3.76 g de
hidrofosfato disódico (Na2HPO4* 2H20) y 2.10g de fosfato de potasio dihidrogenado
(KH2PO4). Mezclar todos los reactivos y guardar en frasco de vidrio en lugar fresco.
Ajustar el pH a 7.2.
iii. Rejilla horizontal o soporte de tinción.

Figura 4. Tinción de Wright manual en portaobjetos y cubreobjetos.

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S,


trad. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.

 Técnica:
i. Colocar el frotis secado al aire sobre una rejilla o cubeta de tinción con la sangre
hacia arriba (ver figura 4).
ii. Cubrir completamente el portaobjetos o cubreobjetos con el colorante de Wright
gota a gota. Dejarlo que permanezca en el frotis aproximadamente de 5-8 minutos,
para fijar los glóbulos sanguíneos. El colorante deberá cubrir completamente el
portaobjetos, pero no debe derramarse por los bordes. Deberá agregarse una
cantidad adicional si éste se comienza a evaporar.

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Manual de Hematología

iii. Agregar directamente al colorante un volumen igual de amortiguador de Wright,


para evitar la coloración débil. Esperar la formación de brillo metálico. Puede
usarse de igual manera agua desionizada. Dejar actuar de 10-15 minutos.
iv. Lavar con agua en el chorro cuidadosamente hasta que la extensión presente un
aspecto rosado al examinarlo a simple vista.
v. Limpiar el dorso del portaobjetos con una gasa o algodón humedecido en alcohol
para eliminar cualquier resto de colorante.
vi. Secar al aire y observar con el microscopio con el objetivo de inmersión.

 Resultados:
i. Los eritrocitos se observarán de color naranja o rosado.
ii. El citoplasma de los monocitos presentarán una tonalidad azul grisácea con gránulo
rojizos bastante finos y sus vacuolas características. El citoplasma de los linfocitos
presentará varias tonalidades azules.
iii. Los núcleos de los linfocitos y neutrófilos aparecerán de color púrpura oscuro. Los
núcleos de los monocitos de color púrpura algo más claros (lila).
iv. Los gránulos de los eosinófilos son de color rojo-anaranjado intenso. Los gránulos
de los basófilos púrpura azulado muy oscuro. Los gránulos de los neutrófilos se
aprecian de color lila, bastante finos.
v. Las plaquetas toman coloración violeta o púrpura.

 Observaciones:
i. Los tiempos varían de acuerdo a cada lote o tiempo de maduración del colorante.
De ahí que si los frotis recién teñidos resultan demasiado pálidos se corrige
aumentando el tiempo de tinción o disminuyendo el tiempo de lavado.
ii. Si en la preparación se observa precipitados de colorante puede ser debido a varias
causas: lavado insuficiente al final del proceso, utilización de porta o cubreobjetos
sucios, mala filtración del colorante, mala distribución del colorante a lo largo de la
extensión por no mantenerse en posición horizontal.
iii. Durante la tinción el tampón fosfato controla el pH del colorante. Si el colorante es
demasiado ácido la extensión resultará demasiado rojiza y si por el contrario es
demasiado alcalina la precipitación presentará un aspecto azulado.

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Manual de Hematología

2. Tinción de Giemsa
Es la segunda coloración en uso, luego de la tinción de Wright, y en importancia de las
mezclas de Romanowsky. Es quizás la mejor modificación de este tipo de coloraciones para
descubrir parásitos en la sangre, como en el caso de malaria (Plasmodium spp.) y
tripanosomiasis (Trypanosoma cruzi). El colorante de Giemsa también da excelentes
resultados para la tinción rutinaria de frotes sanguíneos. Cuando se va a teñir con este
colorante, debe fijarse primero la muestra con metanol absoluto por un tiempo mínimo de tres
minutos (cuando la preparación no incluye metanol). El colorante en solución nunca se
utiliza de manera directa, por lo que se debe diluir con la solución amortiguadora en una
proporción de 1:10 ó 1:20 y el tiempo de coloración podrá ser de 10 ó 20 minutos,
respectivamente.

 Material:
Colorante de Giemsa (constituido por una mezcla de azul de metileno, eosina y
varios azures en dilución acuosa): 1.0g del colorante en polvo, 66mL de metanol
absoluto y 66mL de glicerol. Se debe disolver el colorante con el glicerol, adicionar
el metanol, mezclar bien y dejar a temperatura ambiente de 7-14 días (maduración).
Filtrar antes de su empleo. Guardar en frasco color ámbar. Importante: Las
indicaciones de preparación pueden variar dependiendo de la casa comercial.

 Técnica:
i. Fijar el frotis con alcohol metílico de 3-4 minutos. En caso de que la preparación
del colorante ya posea metanol, este paso queda obviado.
ii. Sumergirlo verticalmente en una solución de Giemsa preparada extemporalmente a
partir de 1 volumen de la solución colorante más 9 volúmenes de solución tampón
(pBs, pH 6.8) o bien en agua desionizada.
iii. Esperar durante 10-20 minutos.
iv. Lavar el frotis con abundante agua, directamente del chorro.
v. Limpiar el dorso del portaobjetos con una gasa o algodón humedecido en alcohol para
eliminar cualquier resto de colorante.
vi. Secar al aire y observar con el microscopio con el objetivo de inmersión.

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Manual de Hematología

 Resultados y observaciones:
i. Los núcleos celulares se tornan violeta intenso.
ii. Es frecuente encontrar en el método de Giemsa que la granulación eosinófila no
presenta la tonalidad rojo-anaranjada característica sino que presenta una tonalidad
pardo rojizo. Esta dificultad puede prevenirse añadiendo una gota de fucsina
fenicada por cada 10ml de alcohol metílico utilizado.
iii. Las granulaciones neutrófilas (lila) y los hematíes (rojo pálido) se tiñen mal; sin
embargo, esta coloración permite diferenciar algunas formas de metamielocitos que
pueden ser confundidos con los monocitos, pues el protoplasma de los monocitos
queda de color azulado y el de los metamielocitos de color rosa.
iv. El citoplasma de los linfocitos presenta una tonalidad azul definida y sus núcleos
violeta de intensidad variable.
v. Los gránulos basófilos y las plaquetas se tiñen de color azul, no obstante éstas
últimas presentan corpúsculos violeta internos.

3. Tinción de May-Grünwald o de Jenner

Modificación de la coloración de Wright, muy inferior a ésta, porque no produce efecto


cromático entre núcleos, citoplasma e inclusiones. No obstante, el eosinato de azul de
metileno de Jenner disuelto en alcohol metílico, destaca bien los gránulos de leucocitos y es
por tanto especialmente útil en su recuento diferencial. No es útil para descubrir parásitos en
sangre.

 Materiales:
Colorante May-Grünwald en polvo (disponible comercialmente) 0.3g. Alcohol
metílico absoluto 100mL. Se debe calentar la mezcla a 56ºC hasta la disolución
completa del colorante. Dejar enfriar en nevera a 4ºC durante 24 horas, agitando en
periodos al azar. Filtrar antes de su empleo.

 Técnica:
i. Cubrir el frotis con el colorante, dejar actuar de 3-5 minutos.
ii. Cubrir la preparación con igual volumen de agua destilada neutra. Mover el porta
para que abarque toda la extensión. Dejar por 5-10 minutos.

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Manual de Hematología

iii. Lavar con agua destilada hasta que la preparación tome una coloración rojo-rosado.
iv. Secar al aire en posición vertical y observar con objetivo de inmersión.

 Resultados:
i. Los núcleos celulares se tornan violeta azulado.
ii. Los eritrocitos se tiñen mal, adquiriendo coloración rojo pálido.
iii. El citoplasma de los linfocitos aparece azul mientras que el monocito azul grisáceo.
iv. Los gránulos basófilos son violeta intenso, los eosinófilos rojo intenso mientras que
los neutrófilos azul oscuro.
v. Las plaquetas se tiñen de color azul con corpúsculos violeta internos.

4. Tinción de Pappenheim o tinción panóptica de May-Grünwald-Giemsa

Es el resultado de combinar la tinción de Giemsa con la de May-Grünwald, con el fin


último de combinar las ventajas de dichos colorantes, de ahí que, esta tinción resalta de
manera especial las granulaciones leucocitarias y mejora la coloración de los hematíes.

 Materiales:
a) Frotis sanguíneo seco
b) Colorante de Giemsa (ver especificaciones en la coloración respectiva)
c) Colorante de May-Grünwald (ver especificaciones en la coloración respectiva)

 Técnica:
i. Fijar el frotis en el porta sumergiéndolo en solución metanólica de May-Grünwald
durante 2 ó 3 minutos.
ii. Transferir a una dilución de May-Grünwald diluida en agua destilada o con PBS
(1:1) preparada extemporáneamente y dejar en reposo durante 2 ó 3 minutos.
iii. Sin lavar, sumergir el frotis en la solución de Giemsa preparada extemporáneamente
durante 20 minutos.
iv. Lavar el frotis con abundante agua destilada y sumergirlo en tampón PBS de pH 6.8
de unos 2-5 minutos.
v. Secar el frotis al aire y una vez seco está listo para su observación al microscopio.

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Manual de Hematología

 Resultados:
ii. Esta preparación proporciona una amplia gama de colores. Los hematíes se tiñen de
una tonalidad color rosa pálido con una zona central más clara. La policromía se
advierte con una tendencia de color azulado.
iii. La cromatina nuclear se tiñe de rojizo a violeta oscuro dejando dibujadas las
estructuras cromáticas que sirven para evaluar y determinar el grado de madurez
celular.
iv. Los linfocitos se tiñen de azul claro bastante definido además de presentar pequeños
granos azurófilos de color rojo intenso. El citoplasma de los monocitos aparece de
un color ligeramente azulado.
v. Las granulaciones de los eosinófilos son rojo-anaranjado casi amarillentas. Las
granulaciones de los basófilos son violeta oscuro a negro, mientras que los gránulos
neutrófilos rojo-púrpura bastante claros.
vi. Las plaquetas presentan una porción periférica azulada y gránulos centrales rojos.

5. Causas de error en la tinción del frotis sanguíneo

Una extensión de sangre bien teñida debe caracterizarse por una buena diferenciación de
las estructuras sub-celulares de los leucocitos, definición completa de los hematíes y de la
ausencia de precipitados que den lugar a artefactos no deseados.
Todos los colorantes anteriormente descritos pueden producir resultados poco
satisfactorios en la coloración del frotis, siendo algunas de las causas de estos malos
resultados las siguientes:
i. Una coloración excesivamente azul que puede ser debida a:
Frotis excesivamente gruesos
Tiempo prolongado, dando lugar a sobretinción
Lavado insuficiente
Empleo de solución diluyente o el colorante demasiado alcalino.
 Importante: En este caso los eritrocitos aparecen azules o verdes, la cromatina
nuclear es azul oscuro o negra y los gránulos de los eosinófilos son azulados o
grises. Este defecto se puede corregir coloreando por menos tiempo con el colorante

72
Manual de Hematología

y por más tiempo con el amortiguador. Si esto no mejora el frote, debe evaluarse la
calidad de los reactivos utilizados y tomar decisiones con respecto al cambio de lote.

ii. Una coloración excesivamente rosada que puede deberse a:


a) Tinción insuficiente
b) Lavado prolongado
c) Secado inadecuado
d) Empleo de solución colorante o amortiguante muy ácidos.
 Importante: En estos frotes los eritrocitos aparecen de un color rojo brillante o
anaranjados, la cromatina nuclear es rosa pálida y los gránulos de los eosinófilos son
rojo brillante intensos.

iii. La presencia de precipitados en el frote puede deberse a:


a) Láminas mal lavadas
b) Secamiento insuficiente
c) Acción excesiva de la solución fijadora
d) Lavados inadecuados al concluir la tinción
e) Filtración inadecuada del colorante que se está utilizando.

iv. Otras causas de error pueden ser debidas a:


a) Apreciación de artefactos morfológicos debidos al anticoagulante empleado.
b) Apreciación de artefactos debido a suciedad, deterioro o a la presencia de grasa en la
lámina.
c) Hidratación de los eritrocitos.

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Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. Indique cuáles son los componentes del colorante de Wright y como se prepara. Indique
cuáles son los componentes del colorante de Wright y como se prepara.
2. ¿Qué soluciones pueden utilizarse como amortiguador para la tinción de Wright y cuál es el
pH que debe tener?
3. ¿Qué sucede cuando se evapora el colorante?
4. Describa el principio de los dispositivos de tinción automatizados, sus ventajas y desventajas.
5. ¿En qué consiste la tinción de Wright-modificado?

B. Bibliografía

1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.


Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.
3. Ángel G., Ángel M. Interpretación clínica del laboratorio. 7 ed. Colombia: Médica
Panamericana, 2006. xxviii + 702p.

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Manual de Hematología

ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO # 2
EVALUACIÓN DE LA MÉDULA ÓSEA

A. Definición anatómica

La médula ósea es un órgano heterogéneo


localizado en los intersticios de los huesos
porosos y entre las trabéculas de la cavidad
medular de los huesos largos. Normalmente
tiene una consistencia de líquido espeso,
blando, de color rojo herrumbroso (cuando se
obtiene por aspiración), con cantidades
variables de material graso y fragmentos de
médula gris blanquecina. De ahí que, una
muestra de este tipo por lo general presenta dos partes: la punción o aspirado y la muestra de
biopsia en cilindro.
La médula ósea supone de un 2.5 a un 5.0% del peso corporal de una persona
(aproximadamente 1,600 a 3,700g) y está formada por dos tipos de tejidos. La médula ósea
amarilla está constituida principalmente por tejido adiposo y la médula ósea roja es un tejido
generador de células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Al nacer, casi
todos los huesos del cuerpo contienen médula roja, mientras que al llegar a la madurez el tejido
hematopoyético está limitado al esqueleto axial y las porciones proximales de las extremidades.
Por consiguiente, el sitio escogido para tomar una muestra de médula ósea depende en parte de la
edad del paciente.

B. Obtención de la médula ósea

En la actualidad, la mayoría de los aspirados y las biopsias de médula se obtienen de la cresta


iliaca. Por otro lado, puede obtenerse un buen aspirado celular del esternón, a la altura del
segundo espacio intercostal, pero la obtención de muestras de biopsia de esta estructura no se
recomienda debido a la proximidad del corazón y los grandes vasos. En los niños menores de 1
año, ocasionalmente se usa la superficie antero-interna (el frente y la porción media) de la tibia.

75
Manual de Hematología

No obstante, muchos hematólogos utilizan únicamente la cresta iliaca, especialmente si se han de


efectuar exámenes medulares repetidos.

C. Importancia clínica

La punción proporciona una muestra que es útil para determinar los tipos citológicos y las
proporciones de células hematopoyéticas presentes en la médula.
La biopsia en cilindro es muy útil para determinar la celularidad y la relación anatómica entre
las células, la grasa y el estroma de tejido conectivo. Este procedimiento es en particular
importante para evaluar enfermedades que se caracterizan por producir lesiones focales en lugar
de compromiso difuso de la médula como el linfoma de Hodking, el linfoma no Hodking, el
mieloma múltiple, los tumores metastásicos, el amiloide y los granulomas. La biopsia es
obligatoria para la denominada “punción seca” (cuando no se obtienen células), que puede ser
resultado de una hipocelularidad verdadera (anemia aplásica), un proceso de fibrosis o un exceso
de células que taponan la cavidad de la médula (leucemia) e impiden tomar una muestra.
Por lo tanto, el estudio morfológico de los componentes celulares de la médula ósea tienen un
valor confirmativo y diagnóstico para etiquetar discrasias sanguíneas e incluso, es más útil para
estudiar la hematopoyesis.

D. Indicaciones para el aspirado y biopsia de médula ósea

Previo a la indicación para el examen de médula ósea, se realizará un estudio minucioso de la


sangre periférica: es relativamente insólito encontrar una enfermedad hematológica en la médula
ósea, sin antes haber encontrado alguna anomalía en un examen de sangre periférica.
Los exámenes de médula ósea solo deben realizarse cuando sean esenciales para el
diagnóstico o el manejo del paciente. Cada caso, por tanto, debe evaluarse a la luz de toda la
información clínica y de laboratorio para determinar si este procedimiento invasivo es necesario.
Por tanto:
i. El examen de médula ósea no se precisa en los casos de anemia cuya etiología es evidente
por los índices eritrocitarios y otras pruebas de laboratorio, como niveles bajos de hierro y
ferritina sérica, característica de la anemia ferropénica, o niveles bajos de vitamina B12 y
folato en la anemia megaloblástica.

76
Manual de Hematología

ii. Por otro lado, cuando hay anomalías de varias líneas celulares en sangre periférica, por lo
general se necesita un examen de la médula ósea.
iii. La presencia de blastos (células inmaduras) circulantes también es indicación para un
examen de la médula, excepto en los lactantes y en los recién nacidos que presentan una
infección.
iv. El examen de médula ósea es necesario en casi todos los pacientes pancitopénicos,
excepto en quienes reciben tratamiento mielosupresor.
v. De la misma forma, se precisa un examen de médula para estadificar el linfoma de
Hodking, el linfoma de no Hodking y el carcinoma.

E. Procedimiento de la biopsia y aspirado de la médula ósea

Las agujas más comunes y conocidas que se usan para obtener muestras de la médula ósea
son las de Jamshidi (Kormed, Minneapolis) y la de Westerman-Jensen (Becton-Dickinson,
Franklin Lakes, NJ). El uso de estas agujas permite obtener un cilindro de hueso con la médula
que contiene. Después, puede tomarse un aspirado de médula ósea con una jeringa. Para hacer la
biopsia se sigue el siguiente procedimiento:
1. El paciente se coloca en decúbito lateral
derecho o izquierdo.
2. A lo largo del procedimiento, las
precauciones universales de bioseguridad
deben respetarse.
3. La zona de la piel que se puncionará se lava y
se limpia con un desinfectante.
Posteriormente se cubre con campos
quirúrgicos estériles.
4. La piel, la dermis y el tejido subcutáneo se infiltran con una solución anestésica local,
como la lidocaína o procaína al 1-2%.
ii. Con una aguja de calibre 25, se hace una pápula de 5mm a 1cm.
iii. La aguja calibre 25 se reemplaza luego por una calibre 21, se introduce a través de
la pápula hasta el periostio.

77
Manual de Hematología

iv. Con la punta de la aguja apoyada en el periostio, se inyectan alrededor de 2mL de


anestésico hasta cubrir una superficie equivalente a una moneda de diez centavos
mientras que se hace rotar la aguja.
v. Retirar la aguja de la anestesia.
5. Seguidamente, se hace una incisión cutánea de 3mm sobre el sitio de la biopsia con una
aguja de bisturí No. 11 para facilitar la introducción de la aguja de la biopsia.
6. Posteriormente, se inserta la aguja de biopsia con el obturador colocado a través de la piel y
la corteza del hueso. Un movimiento de rotación facilita el avance de la aguja (ver figura
1).

Figura 1. Técnica de aspiración y biopsia de médula ósea

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad. Buenos Aires:
Médica Panamericana, 2004. 884p.

7. Cuando se ingresa en la cavidad medular del hueso se siente una disminución ligera en la
resistencia: en este momento se retira el estilete.

78
Manual de Hematología

8. Se une entonces, una jeringa de 10-20mL y se aspira de 1-2mL de médula (no se muestra
en la figura 1)
i. La preparación del frotis se describe más adelante.
9. Una vez obtenido el aspirado, se insertan las hojas cortantes del dispositivo de biopsia
dentro de la cánula externa y se introducen hasta que ingresan en la cavidad medular.
i. Las hojas cortantes se presionan sobre el hueso medular, mientras se mantiene con
firmeza la cánula externa en una posición fija.
ii. Seguidamente se hace avanzar la cánula externa sobre las hojas cortantes con el
tejido incluido y se extrae todo el bloque.
10. El cilindro de médula ósea que se encuentra dentro de la aguja se extrae insertando una
sonda a través de la punta cortante y empujando la muestra a través del cono de la aguja.
11. Pueden hacerse improntas del cilindro de médula antes de fijarlo en una solución al 5% de
ácido acético glacial de Zenker, B5 o formalina neutra amortiguada.
i. La fijación en la solución de ácido acético glacial de Zenker proporciona muestras
óptimas para la interpretación morfológica.
ii. Deben hacerse por lo menos tres cortes y teñirse de rutina con hematoxilina y eosina
(HE), Giemsa y colorante de azul de Prusia para hierro.
12. Después de la biopsia, debe aplicarse presión sobre el íleo posterior del paciente durante
alrededor de 60 minutos con un vendaje compresivo y dejando al paciente acostado.

F. Realización de frotis: Técnica con cubreobjetos

El método de preparación de extendidos con cubreobjetos es una técnica más antigua, que en
la actualidad sólo se usa raras veces para los extendidos de sangre periférica, pero que se emplea
para hacer extendidos de aspirados de médula ósea.
1) Deben usarse cubreobjetos de vidrio completamente limpios. No obstante, rotular,
transportar, teñir y almacenar estos extendidos pequeños y frágiles plantea muchos
problemas.
2) Esta técnica requiere la colocación de una gota pequeña de aspirado de médula ósea sobre
un cubreobjetos limpio (22 * 22 mm) y colocar otro cubreobjetos encima, para permitir
que el material se esparza por ambos (ver figura 2).

79
Manual de Hematología

3) Seguidamente se hacen girar uno sobre otro para crear dos extendidos delgados, uno en
cada cubreobjetos. Los dos extendidos pueden teñirse (Wright, Giemsa, Azul de Prusia u
otras tinciones para la diferenciación citoquímica) y montarse sobre un portaobjetos de
vidrio de 25 * 75 mm.
4) Consideraciones:
i. Cuando los extendidos de médula ósea se hacen por esta técnica, se aplica una presión
muy suave a los cubreobjetos entre el índice y el pulgar (por lo que a veces se
denomina preparado por compresión) para ayudar a extender la espícula de médula
ósea antes de separar los dos extendidos. Demasiada presión sobre los cubreobjetos
causa ruptura celular, lo que torna imposible la evaluación morfológica. Por otro
lado, la presión inadecuada impide que la espícula forme una monocapa aceptable.
Pueden hacerse preparados por compresión de médula ósea similares a éstos con
portaobjetos de vidrio estándares en lugar de cubreobjetos y lograr extendidos de la
misma calidad.

Figura 2. Método de cubreobjetos para la preparación de frotis

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad. Buenos Aires:
Médica Panamericana, 2004. 884p.

Examen de las extensiones


Sólo por experiencia se consigue interpretar bien la citología de la médula, que debe
considerarse más como un análisis cualitativo que como uno cuantitativo. Por eso, el examinador
debe informarse con respecto a la naturaleza clínica de la enfermedad del paciente.
Es recomendable el procedimiento descrito a continuación para examinar preparaciones de
esta clase:

80
Manual de Hematología

1) Inspección a simple vista de los portaobjetos, para escoger la extensión que contenga
partículas de médula ósea.
2) Examinar la extensión utilizando un pequeño aumento (40X), para localizar las partículas
a fin de determinar previamente la celularidad de la médula ósea: normoblástica,
hipoblástica o hiperblástica.
3) Selección de una zona del frote, donde se observe buena celularidad, a la que sigue un
estudio minucioso de los detalles citológicos a gran aumento y con objetivo de inmersión
(100X). Entre los cambios de importancia y significativos es necesario tomar en cuenta
los siguientes aspectos:

i. Celularidad

La celularidad, expresada como la proporción de células con respecto a las vacuolas


de grasa vacías en la vecindad de las espículas óseas. Esta condición varía normalmente
con la edad del individuo y la zona medular examinada. Por lo tanto el extendido puede
clasificarse como celular o relativamente acelular. El informe debe comprender los
aspectos siguientes (ver figura 3):
a) Descripción de la celularidad en general
b) Tipo de eritropoyesis
c) Madurez general de las células eritropoyéticas y leucopoyéticas.
d) Cálculo de los cocientes mieloide/eritroide, basados en un recuento de 500-1,000
células, otros autores proponen un conteo de 300-500 células nucleadas.
e) Un recuento diferencial es útil especialmente en casos seleccionados (ejemplo, en
una leucemia para monitorear el efecto de la terapéutica)

ii. Relación mieloide/eritroide

En un adulto normal la relación M/E viene a ser de 1.5:1 a 3.3:1(con una media de
2.3:1). Una relación aumentada, por ejemplo, 6:1 puede significar la respuesta a una
infección, una reacción leumoide, una leucemia o una hipoplasia eritroide. Cuando la
relación está disminuida, es decir, < 1.5:1 puede significar una reducción de la
leucopoyesis o una hiperplasia eritropoyética.

81
Manual de Hematología

iii. Megacariocitos

Por su gran tamaño y aspecto singular, estas células se reconocen fácilmente a poco
aumento. En la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI), el número de estos suele ser
normal o incluso aumentado. Deben considerarse los cambios cualitativos en su aspecto
como madurez, tamaño, presencia de granulación citoplasmática, citoplasma vacuolizado
y/o hialino y una falta de fragmentación periférica (producción de plaquetas).

Figura 3. Modelo de informe de análisis de médula ósea

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad. Buenos Aires:
Médica Panamericana, 2004. 884p.

G. Características de la médula ósea normal

En condiciones normales por lo general se encuentran muchos tipos celulares. La mayoría de


las células en la médula ósea normal pertenecen a las series mieloides y eritroides en diferentes
estadíos de madurez. La serie mieloide (o granulocítica) está representada por las progenies
neutrófila, eosinófila y basófila. Con respecto a la serie eritroide, algunos laboratorios
diferencian los precursores de los eritrocitos, mientras que otros simplemente informan células

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Manual de Hematología

eritroides nucleadas. A continuación se mencionan las características morfológicas de las series


de maduración celular.
1. Serie eritrocítica
a) Pronormoblasto: La célula más inmadura y grande de la eritropoyesis. El núcleo es
redondo, teñido de color fucsia oscuro, cromatina dispersa pero densamente empacada
y nucléolos prominentes (3-5). El citoplasma es azul con áreas de luz de diferentes
tamaños (hialoplasma) dependiendo de la localización de las mitocondrias que
contienen lípidos.
b) Normoblasto basófilo: El tamaño celular se ha reducido, el núcleo es redondo y la
cromatina presenta poderosos contrastes; se encuentran áreas de luz entre las
partículas de cromatina. El citoplasma es moderadamente basófilo.
c) Normoblasto policromatófilo: El tamaño celular y la estructura nuclear es muy
similar al estadío anterior, pero el diámetro celular sigue reduciéndose. El citoplasma
es de color azul-gris-violeta (una mezcla de coloración causada por la progresiva
producción de hemoglobina oxifílica incipiente).
d) Normoblasto ortocromático: En esta célula se aprecia una marcada reducción del
tamaño celular, con el correspondiente incremento de la densidad de la nucleoproteína
(picnosis), la cual puede ser vista como una estructura homogénea de color negro. El
citoplasma no es de color definido, mostrando matices rojo-amarillo-gris. En este
estadíos del eritrocito la síntesis de hemoglobina es completa.
e) Reticulocito: Fase celular en donde empieza la fase de desaparición del núcleo del
pronormoblasto y la transferencia de elementos no nucleados a la sangre periférica.
El reticulocito es entonces una célula joven, no nucleada, de la serie eritrocítica, que
contiene gránulos retículo-filamentosos de color azul-verdoso pálido, observados con
una coloración supravital especial.

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Manual de Hematología

Figura 4. Muestras de aspirado de médula ósea

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.

2. Serie granulocítica (granulopoyesis)

f) Mieloblasto: Es la célula más inmadura de la granulopoyesis, presente únicamente en


médula ósea y tiene el diámetro celular ligeramente más pequeño que el
pronormoblasto. El núcleo es casi siempre oval y ligeramente dentado de un lado. La
cromatina es fina, compacta, con filamentos transparentes. Los nucléolos (2-5)

84
Manual de Hematología

pueden encontrarse unidos y son claramente visibles. El citoplasma es pequeño,


moderado a débilmente basófilo, sin granulaciones y posee una zona de luz
perinuclear.

g) Promielocito: Grupo de células que varían tanto en tamaño (12-20m) como en su


radio nuclear y citoplasmático (relación 3:1 a 2:1), así como en los grados de
granulación. El núcleo es de forma oval, aplanado o dentado de un lado; cromatina
densa y nucléolos casi siempre visibles (1-3). El citoplasma es de color azulado, con
una pequeña zona irregular de luz en la vecindad del núcleo (centrósfera) y presenta
gránulos azurófilos. Es la célula más frecuente de la granulopoyesis.

h) Mielocito: Esta célula presenta una marcada disminución del diámetro celular (10-
18m) y en el tamaño del núcleo (relación 1:1), presentando aún centrósfera. La
cromatina es más compacta y el nucléolo es raramente visible. El color del citoplasma
va a depender de los gránulos y su afinidad por los colorantes (eosinófilos, basófilos y
neutrófilos). Los gránulos secundarios sustituyen a los azurófilos del promielocito.

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Manual de Hematología

i) Metamielocito: El núcleo tiene una forma arriñonada, la cromatina es bien compacta


especialmente en ambos polos. El citoplasma es similar al del mielocito, pero sin
centrósfera.

3. Serie linfocítica

j) Linfoblasto: Se encuentra principalmente en los nódulos linfáticos y bazo, en


menor cantidad se encuentra en los folículos linfoides de la médula ósea. Es una
célula predominantemente redonda (12-20m), con núcleo de igual forma y su
cromatina reticular tosca. Presenta una relación núcleo-citoplasma de 4:1. Contiene
de 1-2 nucléolos azules o celestes. El citoplasma es moderado y sin gránulos. Se
tiñe más en la periferia que en la parte central y en algunos casos, se observa una
zona hialoplásmica nuclear que siempre se localiza en la periferia.

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Manual de Hematología

4. Serie monocítica
k) Monoblasto: Tiene un diámetro celular ligeramente más pequeño que el
pronormoblasto e igual al del mieloblasto. Es una célula propia de la médula ósea,
con un diámetro de 10-18m. El núcleo es oval y ligeramente dentado, presentando
una relación núcleo-citoplasma de 4:1 a 3:1. La cromatina puede ser fina y compacta
con filamentos transparentes. Los nucléolos están presentes (1-4) y son claramente
visibles. El citoplasma es escaso, moderadamente basófilo, sin granulaciones y con
una zona perinuclear.

l) Promonocito: Es una célula grande, con características de promielocito, por lo cual


se hace necesario el uso de histoquímica para diferenciarla. La célula tiene una
indentación unilateral e irregular, cromatina fina con filamentos gruesos y nucléolos
visibles. El citoplasma es ligeramente basofílico con una pequeña centrósfera.
Contiene gránulos azurófilos.

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Manual de Hematología

5. Serie megacariocítica

m) Megacarioblasto: Célula mononuclear, su núcleo es oval y a veces muestra


indentaciones. La cromatina no es homogénea, además contiene nucléolo oscuro. El
citoplasma es moderadamente basófilo y como en forma de llanta angosta,
ocasionalmente con proyecciones. También existen megacarioblastos con 2-4
nucléolos, o con nucléolos gigantes formadas por endomitosis (división del núcleo
mas no del citoplasma).
n) Megacariocito activo: Se caracteriza por su núcleo grande, de formas variadas,
lobulado, algunas veces con forma de anillo o dando la apariencia de segmentado. La
cromatina es densa y tosca. Se observan nucléolos celestes. El citoplasma tiene un
fondo policromatofílico-acidofílico, con varios gránulos azurófilos finos. Se observa
acumulación de plaquetas en la periferia del citoplasma.
o) Megacariocito inactivo: El tamaño es igual al anterior, el núcleo es más bizarro y
menos segmentado. La cromatina es transparente. El citoplasma es levemente
basofílico con partes acidofílicas y con gránulos azurófilos. Ausencia notable de la
acumulación de plaquetas en la periferia del citoplasma.

Figura 5. Valores de referencia para el aspirado de médula ósea

Fuente: Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad. Buenos Aires:
Médica Panamericana, 2004. 884p.

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Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. Grafique cada una de las etapas de maduración de la serie eritrocítica, monocítica y
megacariocítica.

2. ¿Para qué se utilizan las tinciones de Azul de Prusia y Sudán?

3. ¿Cuáles son las pruebas y/o tinciones citoquímicas comúnmente utilizadas para la
diferenciación celular? Explíquelas brevemente.

4. Con respecto a las anormalidades morfológicas en médula ósea, responda las siguientes
preguntas:
a. Defina los términos hipercelularidad e hipocelularidad. Mencione algunas enfermedades
asociadas a estas anormalidades.
b. Defina los términos hiperplasia e hipoplasia, tanto eritroide como mieloide. ¿Cómo se
encuentra la relación M:E en cada caso? Mencione algunas enfermedades asociadas a
cada situación.
c. ¿Qué son las células linfoplasmocitoides?
d. ¿Qué células predominan en el mieloma múltiple? Descríbalas e ilústrelas.
e. ¿Cuáles son las células características en el linfoma de Hodking? Descríbalas e ilústrelas.
f. ¿Cuál es la diferencia entre una infiltración granulomatosa y una fibrosis medular? ¿Qué
enfermedades se asocian a estas anormalidades?
g. ¿Qué es un sideroblasto anular?

H. Bibliografía
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.
3. Ángel G., Ángel M. Interpretación clínica del laboratorio. 7 ed. Colombia: Médica
Panamericana, 2006. xxviii + 702p.

89
Manual de Hematología

PRÁCTICA # 4
DETERMINACIÓN DE HEMOGLOBINA, HEMATOCRITO Y
VELOCIDAD DE ERITROSEDIMENTACIÓN

A. Introducción

La evaluación del eritrocito y de forma indirecta, la capacidad de la sangre de un paciente


para el transporte de oxígeno, se hace principalmente con la medición de la hemoglobina y el
hematocrito más que con el recuento de eritrocitos.

La hemoglobina es el componente proteico del eritrocito y es la encargada de transportar el


oxígeno y el dióxido de carbono desde y hacia los pulmones. Los métodos empleados en la
determinación de hemoglobina se agrupan en cuatro clases principales: colorimétricos,
gasométricos, densitométricos y químicos. El método de referencia para la determinación de la
hemoglobina es el de la cianometahemoglobina, el cual es un método colorimétrico. Algunos
aparatos automatizados utilizan un método en el que se convierte la hemoglobina a SLS-
metahemoglobina utilizando laurel sulfato de sodio (SLS).

El hematocrito se define como el volumen de eritrocitos con relación al volumen total de la


sangre. Representa la proporción de elementos figurados para 100 mL de sangre, expresado como
porcentaje. Su cifra depende del tamaño, número y forma del eritrocito. Existen dos
procedimientos, el macro-hematocrito de Wintrobe, el cual está en desuso y el microhematocrito.
Es un parámetro muy constante porque solo interviene la centrifugación. Teóricamente, existe
una relación de 1 a 3 del hematocrito y la hemoglobina, pero esta condición no siempre se
cumple, principalmente cuando el paciente padece de anemias microcíticas, en las cuales se
observa un hematocrito alto con una hemoglobina baja.

La sedimentación eritrocitaria, conocida también como velocidad de eritrosedimentación o


velocidad de sedimentación globular; se expresa como la distancia en milímetros que recorren los
eritrocitos al caer por unidad de tiempo, generalmente una hora. Se puede determinar por
métodos manuales o automatizados. El método manual recomendado es el de Westergreen y

90
Manual de Hematología

entre los métodos automatizados está el Coulter Zetafuge y el Vesmatic. Es un proceso


inespecífico y producido por diferentes alteraciones proteicas, cuyo principal componente es el
fibrinógeno. Es útil para monitorizar la evolución de una enfermedad inflamatoria. Un aumento
de la velocidad ocurre en el embarazo normal y en procesos infecciosos por pérdida de la relación
albúmina-globulina.

B. Medición de la Hemoglobina (Hb)

1. Principio
La sangre se diluye con una solución de ferricianuro potásico y cianuro de potasio (reactivo de
Drabkin). La hemoglobina se oxida a metahemoglobina (Fe+3) por el ferrocianuro potásico
(K3Fe(CN)6), posteriormente el cianuro de potasio (KCN) convierte la metahemoglobina en
cianometahemoglobina. La absorbancia de la cianometahemoglobina a 540 nm es directamente
proporcional a la concentración de hemoglobina.

Hb(Fe+2) → metahemoglobina (Fe3+) → cianometahemoglobina.

2. Materiales y reactivos
 Colorímetro fotoeléctrico o un espectrofotómetro.
 Pipetas de vidrio de 5 ml
 Pipeta automática de 5 a 50 μl
 Puntas para pipeta automática
 Aspirador
 Tubos de ensayo
 Papel mayordomo
 Reactivo de Drabkin para dilución

3. Procedimiento
a) Encender el espectrofotómetro y espere a que alcance la temperatura adecuada para su
funcionamiento.
b) Servir 5 ml de Drabkin en un tubo de ensayo.

91
Manual de Hematología

c) Mezclar cuidadosamente la sangre por inversión unas 30 veces para obtener una buena
homogenización de la muestra.
d) Aspirar 20 ul de sangre utilizando la pipeta automática, limpiar con un trozo de papel
mayordomo las paredes externas de la punta de la pipeta.
e) Colocar la pipeta hasta el fondo del tubo y deposite la sangre, aspire y deposite varias
veces para lavar las paredes de la punta de la pipeta con el reactivo (evitando la formación
de espuma).
f) Tapar el tubo y mezclar bien por inversión o utilizando un vortex.
g) Dejar en reposo por 10 minutos.
h) Transferir la solución a las cubetas del espectrofotómetro y lea a 540 nm, usando como
blanco 5 ml del reactivo de Drabkin.
i) La concentración de hemoglobina se lee utilizando la absorbancia obtenida en una curva
estándar que ha sido preparada previamente con soluciones patrones cuya concentración
de hemoglobina es conocida.

4. Valores de referencia
Recién nacidos 13,6 - 19,6 g/dL
Niños de 1 año 11,3 - 13,0 g/dL
Niños de 10 -12 años 11,5 - 14,8 g/dL
Mujeres 11,5 - 16,5 g/dL
Hombres 14,0 - 18,0 g/dL
Fuente: Manual de técnicas básicas para un laboratorio de salud. OPS, Nº 2.

5. Recomendaciones y consideraciones
 Guardar el reactivo de Drabkin en recipientes ámbar porque es sensible a la luz.
 Recuentos leucocitarios mayores de 30,0 x 109/L pueden causar turbidez y elevar
falsamente el resultado. En este caso puede centrifugarse la solución y medirse la
transmitancia del sobrenadante.
 La lipemia puede interferir. Para corregirla, agregar 0.02 ml de de plasma del paciente a 5
ml de reactivo y utilizarlo como blanco del reactivo.

92
Manual de Hematología

 El reactivo de Drabkin contiene cianuro por lo que debe usarse con cuidado; una cantidad
mínima de 4 L de reactivo es mortal. Los reactivos y muestras deben descartarse en
lugares libres de ácidos, porque la acidificación del cianuro produce cianuro de
hidrógeno.
 Los fármacos que aumentan la Hb son la gentamicina y metildopa.
 Las personas que habitan en altitudes elevadas tienen cifras mayores de hemoglobina.

C. Determinación del hematocrito (Ht)


1. Método de Wintrobe
1.1 Materiales requeridos
 Tubo de Wintrobe graduado de 0 - 100 mm
 Pipetas Pasteur o pipetas de transferencia
 Tapón de goma

1.2 Procedimiento
a. Mezclar la muestra de sangre venosa a utilizar para lograr una buena
homogenización.
b. Llenar el tubo de Wintrobe transfiriendo sangre con una pipeta pasteur. La punta
de la pipeta se va elevando pero permanece debajo del menisco de sangre para no
formar espuma. Llegar hasta la marca superior de 100 mm.
c. Tapar el tubo con un tapón de goma para evitar la evaporación.
d. Centrifugar a 3000 rpm por 30 minutos.
e. Del tubo graduado se mide directamente el nivel de la columna de glóbulos rojos y
ese es el hematocrito.

2. Método de microhematocrito
2.1 Material y equipo
 Capilares rojos de 75 mm x 1.5 mm (si se utiliza
muestra directa del dedo)
 Capilares de 75 mm x 1.5 mm azules (si se usa
muestra con anticoagulante)

93
Manual de Hematología

 Plasticina
 Microcentrífuga
 Lector de microhematocrito

2.2 Procedimiento
a. Llenar dos tubos capilares hasta alrededor de las tres cuartas partes de su
capacidad con sangre anticoagulada con EDTA o heparina. También puede
obtenerse la sangre por punción capilar.
b. Sellar el extremo del capilar con el anillo coloreado con plastilina no absorbente.
El tapón no debe tener menos de 4 mm de longitud.
c. Equilibrar los capilares en la centrifugadora con los extremos sellados con
plastilina hacia la periferia, en contacto con el reborde de goma.
d. Fijar el cabezal en la centrifugadora y cerrar la tapa.
e. Centrifugar durante 5 minutos entre 10,000 y 15,000 revoluciones por minuto.
f. Determinar el hematocrito mediante un dispositivo de lectura de
microhematocrito.
g. Sostener el tubo frente a la escala de manera que el fondo de la columna de
eritrocitos (no el extremo inferior del tubo) quede exactamente al mismo nivel de
la línea horizontal correspondiente al cero.
h. Desplazar el tubo a través de la escala hasta que la línea marcada con el número
100 que llegue al nivel del tope de la columna de plasma. Vigilar que el fondo de
la columna de eritrocitos continúe sobre la línea cero.
i. La línea a nivel del tope de la columna de eritrocitos indicará la fracción de
volumen de éstos. Nota: No debe tomarse en cuenta la capa rica en leucocitos y
plaquetas.
j. Los valores de los dos hematocritos deben coincidir con una diferencia de menos
del 1%.

3. Valores de referencia
Hombres: 40% - 54%
Mujeres: 38% - 48%

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Manual de Hematología

Niños (5 años) 38% - 44%


Lactantes (3 meses) 37% - 42%
Recién nacidos 50% - 58%
Fuente: Manual de técnicas básicas para un laboratorio de salud. OPS, Nº 2.

4. Consideraciones
 El sellado inadecuado de los capilares genera una lectura de hematocrito menor que la
real, por la pérdida de sangre durante la centrifugación.
 Una cantidad excesiva de anticoagulante disminuye el hematocrito, como resultado de la
retracción de los eritrocitos.
 La centrifugación insuficiente o una demora en la observación de los resultados después
de la centrifugación aumentan las lecturas del hematocrito. El tiempo necesario para
sedimentación completa debe determinarse para cada centrifugadora y controlarse a
intervalos regulares.
 Algunas enfermedades como la anemia de células falciformes, anemia macrocítica,
anemia hipocrómica, esferocitosis y talasemia, pueden hacer que quede plasma atrapado
entre los eritrocitos aun cuando el procedimiento se realice de manera apropiada. El
atrapamiento de plasma hace que el microhematocrito sea del 1 al 3 % más alto que el
obtenido por instrumentos automatizados que calculan el hematocrito.
 La pérdida de líquido en un cuadro de deshidratación disminuye el volumen plasmático
y aumenta la lectura del hematocrito.

D. Velocidad de sedimentación eritrocitaria (VSE)

1. Principio
Los eritrocitos poseen una carga electrostática negativa en su membrana, lo cual genera
fenómenos de repulsión que llevan a mantener los glóbulos rojos suspendidos, conservando su
individualidad. Esta fuerza de repulsión se denomina potencial zeta. En condiciones normales si
se coloca la sangre en un tubo vertical, las células, debido a la fuerza de la gravedad caen por que
son más densas que el plasma. Si la carga electrostática disminuye, por aumento de proteínas

95
Manual de Hematología

plasmáticas con potencial positivo, los eritrocitos producen mayor cantidad de pilas de
monedas que aumentaran la masa de la partícula y en consecuencia, la velocidad de
sedimentación.

2. Material y equipo
 Pipeta de Westergreen
 Aspirador
 Soporte para pipetas de Westergreen
 Tapón de goma

3. Procedimiento
a) Aspirar sangre con citrato de sodio al 3,8% o EDTA hasta la marca cero de la pipeta de
Westergreen.
b) Colocar la pipeta verticalmente en el soporte.
c) Esperar una hora.
d) Medir los milímetros descendidos de glóbulos rojos mediante la columna de plasma por
encima del paquete globular.

4. Valores de referencia
Hombres: 0 - 5 mm/hora
Mujeres: 0 - 10 mm/hora
Fuente: Manual de técnicas básicas para un laboratorio de salud. OPS, Nº 2

5. Consideraciones
 Si se aumenta el volumen de anticoagulante, la VSE tendrá valores bajos falsos.

96
Manual de Hematología

 Los anticoagulantes oxalatos y heparina hacen que los eritrocitos se contraigan y


producen valores de VSE elevados.
 Un cambio importante en la temperatura altera la VSE.
 Si la pipeta de Westergreen está inclinada, la VSE aumenta.
 Las burbujas de aire en la columna de sangre invalidan los resultados de la prueba.
 Si la muestra de sangre permanece más de 2 horas antes de hacer la determinación, los
eritrocitos empiezan a adaptar forma esférica y pueden inhibir la formación de pilas de
moneda o rodillos.
 No usar muestras coaguladas.

 CUESTIONARIO
1. Describa los principales tipos de hemoglobinas anormales qué existen. ¿Serán causa de
recuentos de hemoglobina anormales?
2. Que factores influyen en la eritrosedimentación.
3. ¿Cómo se realiza una VSE por punción capilar?
4. ¿Cuál es el principio de la VSE automatizada?
5. Describa brevemente el metabolismo de la hemoglobina.
6. ¿Cómo se llaman los productos de la hemoglobina que pueden detectarse en las heces y
en la orina?

E. BIBLIOGRAFÍA
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.
3. Ángel G., Ángel M. Interpretación clínica del laboratorio. 7 ed. Colombia: Médica
Panamericana, 2006. xxviii + 702p.
4. Muñoz M, Morón C. Manual de procedimientos de laboratorio en técnicas básicas de
hematología. Serie de Normas Técnicas No. 40. Perú: Instituto Nacional de Salud, 2005. 88 p.

97
Manual de Hematología

PRÁCTICA # 5

CLASIFICACIÓN DE ANEMIAS: FROTE PERIFÉRICO E ÍNDICES


HEMATOLÓGICOS

A. Introducción

La anemia es una reducción de más del 10 % del valor normal en el número total de
eritrocitos, la cantidad de hemoglobina y la masa eritrocitaria en un paciente y se asocia con una
disminución en la capacidad de la sangre para entregar oxígeno suficiente a los tejidos (hipoxia).
No es una enfermedad en si, sino una manifestación de una enfermedad subyacente.

La determinación de los índices hemáticos permite comprobar y relacionar los resultados


fundamentales obtenidos en los exámenes hemáticos rutinarios completos. Permiten clasificar
objetivamente los diversos tipos de anemia y pueden estudiarse las variaciones específicas de los
eritrocitos. Los datos necesarios para calcular los índices eritrocitarios son: recuento de glóbulos
rojos, hemoglobina y hematocrito.

Los índices eritrocitarios se calculan con base al volumen corpuscular medio, la hemoglobina
corpuscular media y la concentración de hemoglobina corpuscular media. Dependen del tamaño
del eritrocito y de la cantidad de hemoglobina en cada uno de ellos.

El volumen corpuscular medio representa el tamaño del glóbulo rojo, es el volumen medio de
los eritrocitos, expresado en femtolitros (fL) es decir, 10-15 de litros. La hemoglobina corpuscular
media (HCM) es la proporción real de hemoglobina que corresponde por término medio y en
cifras absolutas a cada eritrocito. El resultado se expresa en micro-microgramos o picogramos e
indican el peso medio de hemoglobina que tiene cada eritrocito. La concentración de

98
Manual de Hematología

hemoglobina corpuscular media (CHCM) es la concentración de hemoglobina por eritrocito


expresada en porcentaje.

La evaluación del frote periférico es muy importante para la clasificación de la anemia, donde
debe prestarse particular atención a los eritrocitos y sus variaciones en tamaño, forma, color e
inclusiones y que además funciona como control de calidad para los resultados obtenidos de
equipos automatizados.

B. Cálculo de índices eritrocitarios

VCM = Hematocrito % x 10 .
Recuento de eritrocitos (x 1012 / L)

HCM = Hemoglobina (g/dL) x 10 .


Recuento de eritrocitos (x 1012 / L)

CHCM = Hemoglobina (g/dL) x 100


Hematocrito

Índice de volumen = VCM encontrado


VCM normal

Índice de color = HCM encontrado


HCM normal

Índice de saturación =CHCM encontrado


CHCM normal

Relación del número de glóbulos rojos (IV) = No. eritrocitos encontrados


No. normal de eritrocitos

99
Manual de Hematología

C. Interpretación de los índices eritrocitarios y clasificación de las anemias


Las anemias pueden clasificarse según los criterios siguientes:
1. Volumen
Macrocíticas: VCM mayor que la normal e IV, mayor de 1.10
Normocíticas: VCM normal e IV entre 0.90 y 1.10
Microcíticas: VCM menor que normal e IV menor de 0.90

2. Por su hemoglobina
Hipercrómica: HCM mayor que normal e IC mayor que 1.10
Normocrómica: HCM normal e IC entre 0.90 y 1.10
Hipocrómica: HCM menor que el normal e IC menor de 0.90

3. Por su saturación
Hipersaturada: CHCM mayor que el normal e IS mayor de 1.10
Normosaturada: CHCM normal e IS entre 0.90 y 1.10
Hiposaturada: CHCM menor que el normal e IS menor de 0.90

4. Por el número de eritrocitos


Hipercitémica: No. de eritrocitos mayor al normal e IN mayor de 1.10
Normocitémica: No. de eritrocitos normal e IN mayor de 0.90 a 1.10
Hipocitémica: No. de eritrocitos menor al normal e IN menor de 0.90

Bessman y colaboradores sugirieron la siguiente subclasificación utilizando el VCM y el


RDW (Rango de distribución de tamaño, por sus siglas en inglés), el cual es determinado en
equipos automatizados.

1. VCM disminuido y RDW normal


Anemias microcíticas homogéneas: Talasemias y anemias secundarias a enfermedades crónicas.

2. VCM disminuido y RDW aumentado

100
Manual de Hematología

Anemias microcíticas heterogéneas: Anemia ferropėnica y algunas anemias hemolíticas de tipo


inmune.

3. VCM aumentado y RDW normal


Anemias macrocíticas homogéneas: Anemia megaloblástica, Anemias aplásica, Anemias
hemolíticas, Hemoglobina SS, Presencia de aglutininas frías

4. VCM normal y RDW normal


Anemias normocíticas homogéneas: Anemias secundarias a enfermedades crónicas,
Hemoglobina S y C, Pacientes transfundidos, Pacientes en quimioterapia (LLC), Hemorragias,
Esferocitosis hereditaria.

5. VCM normal y RDW aumentado


Anemias normocíticas heterogéneas: Deficiencia de hierro, vitamina b12 o folato; Anemia
sideroblástica, Pacientes transfundidos.

D. Consideraciones
 La combinación de macrocitos y microcitosis da cómo resultado un VCM normal.
 El VCM aumenta si se elevan los reticulocitos.
 El MCHC puede presentar una elevación falsa en presencia de lipemia, aglutininas frías o
fenómenos de fila de monedas o con concentraciones altas de heparina.
 La hiperlipidemia eleva en forma falsa la MCH
 La cuenta leucocitaria mayor de 50 000 células/mm3 eleva de forma artificial el valor de
la Hemoglobina, que a su vez eleva en forma artificial la MCH.
 Las altas concentraciones de heparina elevan en forma artificial la MCH.

E. Evaluación del frote periférico

Los eritrocitos normales en un extendido teñido con Wright, tienen un tamaño casi uniforme
de 7.0 a 7.9 µm de diámetro. Las células pequeñas tienen menos de 6 µm de diámetro
(microcitos) y los eritrocitos grandes (macrocitos) tienen más de 9 µm de diámetro. También
debe evaluarse la coloración de los eritrocitos y cualquier anormalidad morfológica o inclusión.

101
Manual de Hematología

F. Valores de Referencia

VCM: 82 – 92 fL

HCM: 27 – 32 pg

CHCM: 32 – 36 %

 CUESTIONARIO
1. ¿Qué es el RDW y cómo se obtiene?
2. Realice un cuadro clasificando las anemias en función de su etiología y hallazgos clínicos.
3. Indique cuáles son las pruebas esenciales para el diagnóstico de una anemia.
4. Indique los tratamientos más frecuentes para corregir una anemia, según su etiología.
5. ¿Cuáles son las indicaciones para realizar una transfusión sanguínea en un paciente
anémico?

G. Bibliografía
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed.
Guatemala: Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

102
Manual de Hematología

ARTÍCULO DE REVISIÓN # 3
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA DE LAS ANEMIAS HEMOLÍTICAS

A. FACTORES INTRISECOS (CORPUSCULARES)


1. Defectos de la membrana eritrocítica
a. Esferocitosis hereditaria
b. Eliptocitosis y ovalocitosis
c. Acantocitosis (α-beta-lipoproteinemia)
d. Síndrome de Zteve (hiperlipemia)
e. Cirrosis con hiperlipoproteinemia
f. Hemoglobinuria paroxìstica nocturna

2. Hemoglobinopatías
a. Anemia drepanocítica (HbS)
b. Talasemia (defecto de membrana)
c. Asociación de HbC, HbD, HbE, HbG y Hbl con o sin HbS, talasemia, esferocitosis.
d. Asociada con hemoglobinas inestables

3. Defectos de enzimas intracelulares


a. Enzimas de glicólisis anaeróbica
i. Deficiencia de hexoquinasa
ii. Deficiencia de fosfohexosa isomerasa
iii. Deficiencia de fosfofrucotquinasa
iv. Deficiencia de aldolasa
vi. Deficiencia de triosafosfato isomerasa
vii.Deficiencia de 2,3 difosfoglicerato mutasa
viii.Deficiencia de fosfoglicerato quinasa
ix. Deficiencia de piruvato quinasa
x. Deficiencia de adenonina trifosfatasa

103
Manual de Hematología

b. Enzimas de la vìa hexosa-monofosfato


i. Deficiencia de G-6-fosfato-deshidrogenasa
ii. Deficiencia de glutation
iii. Deficiencia de glutation reductasa
iv. Deficiencia de 6-fosfogluconato deshidrogenasa
c. Enzimas de la formación de metahemoglobina
i. Deficiencia de la glutation sintetasa
ii. Deficiencia de la difofopiridin nucleótido reductasa
iii. Deficiencia de diaforasa

B. FACTORES EXTRINSECOS (EXTRACORPUSCULARES)


1. Anemia hemolítica adquirida autoinmune
a. Idiopática (primaria)
b. Sintomática (secundaria) asociada con:
i. Lupus eritematoso diseminado
ii. Periateritis nodosa
iii.Leucemia linfocítica
iv. Leucemia mielocítica
v. Leucemias agudas (blásticas)
vi. Linfomas (Hodking)
vii.Sarcoidosis
viii.Mieloma múltiple
ix. Síndrome mieloproliferativo
x. Dermoides ováricos y teratomas
xi. Carcinomas diversos
xii. Enfermedad de Gaucher
xiii.Púrpura trombocitopénica (Síndrome de Stevens)
xiv. Púrpura trombocitopénica trombótica
xv. Uremia

104
Manual de Hematología

2. Anemia hemolítica adquirida isoinmune


a. Incompatibilidad Rh
b. Incompatibilidad ABO
c. Otras incompatibilidades (Kell, etc).
3. Hemoglobinuria paroxística nocturna
a. Tipo hemolisinas
b. Tipo hemaglutininas
4. Agentes infecciosos
a. Plasmodium sp (malaria)
b. Bartonella bacilliformis
c. Clostridium perfringens
d. Streptococcus hemolyticus
e. Staphylococcus aureus
f. Treponema pallidum
g. Virus
5. Drogas y químicos en individuos susceptibles
a. Antimalariales (Primaquina, pentaquina)
b. Sulfonamidas (sulfanilamida, sulfisoxazole)
c. Salicilatos y analgèsicos (aspirina, acetanilida, ácido p-amino salicílico)
d. Otras drogas (nitrofurantoína, probenecid, cloranfenicol, quinidina, neosalvarsan)
6. Drogas o químicos en individuos no susceptibles
a. Benceno
b. Plomo
c. Anilina
d. Acetanilida
7. Agentes físicos
a. Quemaduras
b. Luz ultravioleta
8. Daño Mecánico
9. Agentes vegetales o animales

105
Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. ¿Qué es la anemia drepanocítica?
2. ¿En qué consiste la prueba de formación de células falciformes?
3. ¿Cuáles son las anormalidades eritrocitarias que frecuentemente se observan en las
anemias hemolíticas?
4. Clínicamente y con hallazgos de laboratorio, ¿Cómo puede diferenciarse una hemólisis
intravascular de una extravascular?
5. ¿Qué pruebas deben realizarse idealmente para el diagnóstico de una anemia ferropriva?
6. ¿Qué parásito se asocia con anemia megaloblástica?

C. BIBLIOGRAFÍA
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

106
Manual de Hematología

PRÁCTICA # 6

RECUENTOS CELULARES: GLÓBULOS ROJOS Y GLÓBULOS BLANCOS

FORMULA DIFERENCIAL

A. Introducción
Los recuentos celulares constituyen un elemento esencial de un hemograma, ya que permiten
evidenciar la cantidad de células sanguíneas de un paciente y evidenciar procesos
fisiopatológicos como anemia, leucocitosis o leucocitopenia.

B. Recuento leucocitario
1. Principio
La sangre anticoagulada se deposita en un líquido que permite evidenciar los leucocitos,
manteniéndolos visibles, mientras que los eritrocitos son hemolizados. El recuento del número de
leucocitos o glóbulos blancos se expresa por mm3 (milímetro cúbico).

2. Equipo
 Microscopio óptico.
 Hemocitómetro (Cámara de Neubauer).
El hemocitómetro o cámara de Neubauer consta de los siguientes elementos:
♦ Una lámina portaobjeto gruesa, en el centro se hallan dos superficies cuadriculadas iguales
separadas del resto de la lámina por surcos y dos barras transversales algo más elevadas.
♦ Una laminilla cubreobjetos ópticamente plana, que, al colocarse sobre las barras elevadas de la
lámina forma una cámara entre el cubreobjetos y la superficie cuadriculada. La altura
entre el cubreobjetos y la lámina portaobjetos es de 0,1 mm.
Cada cuadrícula mide 3 mm de lado y se divide en 9 cuadrados grandes. Cada uno de los cuales
mide 1 mm2 de superficie, que se subdivide a su vez en 16 cuadrados medianos. El cuadrado
grande central se divide en 25 cuadrados pequeños y cada uno de ellos en 16 cuadraditos. Cada
cuadrado pequeño mide 0,2 mm de lado (0,04 mm2 de superficie), y cada cuadradito mide 0,05
mm de lado (0,0025 mm2 de superficie). Ver diagrama.

107
Manual de Hematología

3. Materiales y reactivos requeridos


 Pipeta de glóbulos blancos (pipeta de Thoma) o pipeta automática (de 0 a 100 mL). Presenta
cerca del extremo superior una marca de 11, inmediatamente continúa una dilatación (bulbo)
que contiene una perla que funciona como mezcladora, luego sigue el extremo más largo de la
pipeta (tallo) que está dividida en 10 partes, con 2 marcas: 1 (parte final del bulbo) y 0,5 (a la
mitad del tallo). Se le acopla a su extremo superior 1 tubo de goma y una bombilla para
aspirar.
 Diluyente de glóbulos blancos: Solución de Turk al 1%.
 Contador manual (Sólo si fuera necesario).
 Papel filtro.

4. Procedimiento
a Una vez obtenida la sangre con anticoagulante o sangre capilar del dedo, se procede a
aspirar la sangre con la pipeta de glóbulos blancos hasta la marca de 0,5 y a limpiar la
punta con papel absorbente.

108
Manual de Hematología

b Introducir la pipeta en el tubo que contenga solución de Turk y absorber hasta la


marca de 11 (no debe haber burbujas).
c Tapar ambos extremos y proceder a mezclar manualmente o en un rotador automático
por 2 ó 3 minutos.
d Montar la laminilla de vidrio en la cámara para recuento que debe estar limpia y seca.
e Agitar la pipeta y descartar las cuatro primeras gotas para luego colocar una gota
pequeña de esta solución en la cámara.
f Dejar reposar por espacio de 3 minutos para que las células se sedimenten.
g Enfocar con objetivo de 10x y contar en 4 cuadrados grandes angulares.

Procedimiento con pipeta automática


 Cuando se usa la pipeta automática, se toma 20 mL (0.02 mL) de sangre total con
anticoagulante o sangre capilar con anticoagulante y se diluye en un tubo que contenga 380
mL de solución de Turk (aquí tenemos una dilución 1:20).
Diagrama Hemocitómetro (Cámara de Neubauer)

5. Recuento
La lectura se realiza en los campos 1, 3, 7 y 9 como está indicado en el diagrama. Además de
los leucocitos contados dentro de cada uno de los cuadrantes, se deben contar todos los leucocitos
que se encuentren adheridos en la línea horizontal superior y vertical exterior, o de lo contrario,
todos los leucocitos, adheridos a la línea horizontal inferior y vertical interior.

6. Resultados
Nº de leucocitos x mm3 = leucocitos contados en 4 campos
altura x dilución x área

109
Manual de Hematología

Reemplazando: = leucocitos contados en 4 campos


1/10 x 1/20 x 4

= leucocitos contados en 4 campos


4/200
= X/1 = Nº leucocitos contados x 50
4/200

7. Valores de referencia
5000 - 10 000 leucocitos / mm3

8. Corrección de valores para restar eritrocitos nucleados


Los normoblastos no se destruyen (lisis) en el líquido de dilución, por lo tanto pueden
observarse al realizar el recuento leucocitario y confundirse con los leucocitos, de tal manera que
se debe emplear la siguiente fórmula:

9. Cálculo
La concentración del número de normoblastos (por litro) es:
= Número de normoblastos contados x concentración o número de leucocitos
100 + Nº de normoblastos contados

10. Ejemplo
Si se cuentan 50 normoblastos y la concentración del número de leucocitos es 16 x 10 9/L, la
concentración del número de normoblastos será:
50 x 16 = 5.3 x 109/L
100 + 50
Y la concentración de leucocitos corregida será: 16 – 5.3 = 10.7 x 109/L
En unidades tradicionales las concentraciones de normoblastos y leucocitos se expresan por
milímetro cúbico. En tales unidades el cálculo correspondiente al ejemplo sería:
50 x 16,000 = 5,300 / mm3
100 + 50

110
Manual de Hematología

Recuento corregido de glóbulos blancos o leucocitos = 16,000 – 5,300 = 10,700 / mm3

C. Recuento de glóbulos rojos


1. Principio
La sangre se diluye en un líquido que nos permite observar claramente los hematíes, luego
esta dilución se coloca en una cámara de Neubauer con la ayuda de una pipeta automática o
pipeta Pasteur y se cuentan en el microscopio a un objetivo de 40x para calcular el número de
glóbulos rojos por mm3.
El recuento de eritrocitos solo, ha perdido su valor diagnóstico por si solo, pero es útil para la
determinación de los índices eritrocitarios. Para el recuento de eritrocitos, la muestra de sangre se
diluye con diluyente de Dacie.

2. Equipo
 Microscopio óptico
 Hemocitómetro (cámara de Neubauer).

3. Materiales y reactivos requeridos


 Pipeta automática (de 0-100 μL).
 Diluyente de Dacie
 Contador manual (sólo si fuera necesario).
 Puntas para pipeta automática
 Tubos de ensayo
 Tubos capilares

4. Procedimiento
a. Mezclar la sangre obtenida con el anticoagulante o tomar sangre capilar.
b. Hacer una dilución 1:200 de sangre y diluyente. Para ello puede mezclar 995 μl de
diluyente con 5 μl de sangre. Agregar al tubo de ensayo primero el reactivo y luego la

111
Manual de Hematología

sangre. Limpiar con papel absorbente el exceso de sangre en las paredes de la punta de
la pipeta automática antes de mezclar con el reactivo.
c. Mezclar bien.
d. Llenar un tubo capilar con la dilución colocarlo entre el cubreobjetos y la cámara
teniendo tapado el extremo opuesto con el dedo índice, dejar que el líquido penetre por
capilaridad entre el retículo de la cámara en una cantidad suficiente para que se llene
pero no se rebase.
e. Llenar el otro retículo de la misma forma.
f. Dejar sedimentar los glóbulos rojos por unos dos a tres minutos. Contar antes de que se
seque.
g. Enfocar la cuadrícula a 10x, luego con el objetivo de 40x contar sobre el cuadrado
grande central de la cámara sólo en 5 cuadrados pequeños: uno central y cuatro
angulares (80 cuadraditos en total).
h. En el recuento se incluyen las células que cubren o tocan por dentro o por fuera las
líneas limitantes superior e izquierda en el cuadrado pequeño de recuento y no se
consideran los correspondientes a los límites inferior y derecho.
i. Calcular el número de eritrocitos.

5. Resultados
Nº de hematíes x mm3 = hematíes contados en 5 cuadrados pequeños
altura x dilución x área

Reemplazando = hematíes contados en 5 cuadrados pequeños


1/10 x 1/200 x 1/5

= hematíes contados en 5 cuadrados pequeños


1/10 000

= hematíes contados x 10 000

112
Manual de Hematología

6. Valores de referencia
(Unidades tradicionales: millones de células/mm3).
Hombres 4 500 000 - 5 500 000
Mujeres 4 000 000 - 5 000 000
Niños (4 años) 4 200 000 - 5 200 000
Lactantes (1 - 6 meses) 3 800 000 - 5 200 000
Recién nacidos 5 000 000 - 6 000 000
Fuente: Manual de técnicas básicas para un laboratorio de salud. OPS, Nº 2.

C. Fórmula Leucocitaria
La fórmula leucocitaria tiene por objetivo determinar los porcentajes de las distintas clases de
leucocitos normales y anormales en la sangre. A partir de los porcentajes puede incluso calcularse
el número real de cada clase de leucocitos por mm3 de sangre (valor absoluto), conociéndose el
total de leucocitos.
Por ejemplo:
Si se tiene 60% de neutrófilos segmentados y el recuento total de leucocitos es de 20 000,
entonces el valor absoluto de neutrófilos segmentados sería: 60/100 x 20 000 = 12 000.
Valores de referencia absolutos de neutrófilos segmentados = 3000 – 5000

Conclusión: Los valores relativos sólo nos sirven cuando los valores totales de leucocitos se
encuentran dentro del valor normal. En caso contrario (leucocitosis o leucopenia) se debe
emplear la fórmula para obtener el valor real, y así determinar que elemento celular se encuentra
fuera del rango normal, sea elevado o disminuido.

1. Procedimiento
a. Examinar la lámina a pequeño aumento para comprobar si los elementos celulares están
bien distribuidos. Si es favorable se examina con el objetivo de inmersión.
b. La parte ideal para visualizar células para la fórmula leucocitaria es en la parte final del
cuerpo y comienzos de la cola, recorriendo la lámina de izquierda a derecha o de arriba

113
Manual de Hematología

hacia abajo hasta contar 100 leucocitos incluidos los agranulocitos y granulocitos. Aquí
no se incluyen los elementos inmaduros de sangre roja.
c. Anotar a medida que se va contando, el número de cada una de las clases de glóbulos
blancos observados.
d. Determinar luego los porcentajes de cada uno de ellos para luego comparar con los
porcentajes normales.
e. Si se tiene en el recuento de leucocitos valores por encima de 10 000 y por debajo de
5000 se debe repetir el recuento.

2. Valores de referencia
LEUCOCITOS VALORES VALORES
RELATIVOS (%) ABSOLUTOS (%)
Neutrófilos segmentados 55-65 3000-5000
Neutrófilos en banda 3-5 150-400
Eosinófilos 0,5-4,0 20-350
Basófilos 0-0,5 10-60
Monocitos 4-8 100-500
Linfocitos 25-35 1500-4000
Fuente: Manual de técnicas básicas para un laboratorio de salud. OPS, Nº 2.

114
Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. ¿Cuál es la composición del diluyente utilizado para el recuento de leucocitos, cómo se
prepara y cuál es su estabilidad?
2. ¿Cuál es la composición del diluyente utilizado para el recuento de glóbulos rojos, cómo
se prepara y cuál es su estabilidad?
3. Describa brevemente el principio de los contadores celulares automáticos.
4. ¿Cuántos leucocitos deben contarse si se encuentran dos basófilos?

D. BIBLIOGRAFÍA
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

115
Manual de Hematología

PRÁCTICA # 7

HEMATOLOGÍA ESPECIAL: RECUENTO DE RETICULOCITOS, EOSINÓFILOS Y


PLAQUETAS

A. Recuento de reticulocitos

Los reticulocitos son glóbulos rojos inmaduros con material de ARN y protoporfirina en el
citoplasma.

1. Fundamento
Los reticulocitos contienen una fina red de ARN y protoporfirina que se puede teñir con el
azul de cresil brillante. Este colorante supravital es mezclada con una misma cantidad de sangre
anticoagulada y con la ayuda de la temperatura (baño maría) se produce la coloración de estos
eritrocitos jóvenes visualizándose en los frotes sanguíneos bajo el microscopio.

2. Materiales y equipo
 Láminas portaobjetos.
 Tubos de ensayos de 12 x 75 mm.
 Embudo.
 Filtro de papel.
 Pipetas Pasteur con bulbo.
 Contador manual (no imprescindible).
 Solución saturada de azul de cresil brillante (filtrada).
 Baño de maria a 37 ºC
 Aceite de inmersión
 Microscopio óptico

3. Procedimiento
a) En el tubo de ensayo colocar dos gotas de sangre total con anticoagulante.
b) Inmediatamente adicionar con la ayuda de una pipeta Pasteur la misma cantidad de
colorante.

116
Manual de Hematología

c) Mezclar la solución.
d) Se coloca luego en baño maría por espacio de 10 a 15 minutos.
e) Se realizan frotis sanguíneos.
f) Se lee con objetivo de 100x.

4. Resultados
a) Examine por lo menos 100 eritrocitos con el objetivo de inmersión. Cuente
cuidadosamente:
♦ Cantidad total de glóbulos rojos.
♦ Número total de reticulocitos que haya entre ellos.
b) El recuento se ha venido haciendo clásicamente de forma manual mediante la
observación en el microscopio óptico. El resultado se da en porcentaje sobre cada 100
hematíes. Es más útil calcular el número de reticulocitos por litro, mediante la fórmula:
Reticulocitos/L = % reticulocitos x número hematíes/L 100
En la actualidad existe la posibilidad de hacer el recuento rutinario de forma automática,
mediante aparatos específicamente diseñados al respecto, bien a través de adaptaciones de los
clásicos autoanalizadores para hemogramas. En estos casos se puede conocer, además, las
distintas proporciones de reticulocitos según su grado de maduración, su volumen medio y el
índice de maduración.

5. Valores de referencia
Adultos 0,5 - 1,5%
Al nacer 2,5 - 6,0%

117
Manual de Hematología

6. Causas de aumento
El número de reticulocitos aumenta en todas las circunstancias en las que existe un incremento
de la eritropoyesis, tales como en la hemólisis, como respuesta a sangrados o tras el inicio de un
tratamiento antianémico que ha resultado eficaz.

7. Causas de disminución
Como la producción de reticulocitos es necesaria para compensar las pérdidas fisiológicas de
glóbulos rojos maduros, una disminución de su número es la expresión de un estado
arregenerativo o hiporregenerativo de la serie roja.

B. Recuento de plaquetas
El recuento de plaquetas es una gran ayuda en el diagnóstico de los desórdenes de la
coagulación. La función principal de las plaquetas es la hemostasia y el mantenimiento de la
integridad capilar.

1. Fundamento
Utilizando como diluyente oxalato de amonio al 1 % para lisar los eritrocitos no
nucleados pueden contarse las plaquetas de una muestra sanguínea con EDTA.

2. Material y equipo
 Tubos de ensayos de 12 x 75 mm.
 Contador manual (no imprescindible).
 Solución de oxalato de amonio al 1 %
 Hemocitómetro
 Microscopio óptico
 Caja de petri de vidrio
 Papel filtro o algodón
 Pipetas automáticas y puntas para pipeta automática

118
Manual de Hematología

3. Procedimiento
a Mezclar la sangre obtenida con el anticoagulante.
b Hacer una dilución 1:200 de sangre y diluyente. Para ello puede mezclar 995 μl de
diluyente con 5 μl de sangre. Agregar al tubo de ensayo primero el oxalato de amonio y
luego la sangre. Limpiar con papel absorbente el exceso de sangre en las paredes de la
punta de la pipeta automática antes de mezclar con el reactivo. Mezclar bien.
c Preparar una cámara húmeda de la siguiente forma: Cortar papel filtro del diámetro
aproximado de una de las partes de la caja de petri. Humedecer el papel filtro y descartar
el exceso de humedad. Colocar el papel filtro en una parte de la caja de petri de tal forma
que se adhiera.
d Llenar un tubo capilar con la dilución colocarlo entre el cubreobjetos y la cámara teniendo
tapado el extremo opuesto con el dedo índice, dejar que el líquido penetre por capilaridad
entre el retículo de la cámara en una cantidad suficiente para que se llene pero no se
rebase. Llenar el otro retículo de la misma forma.
e Colocar en cámara húmeda el hemocitómetro y dejar reposar durante 15 minutos. Esto
favorece que las plaquetas sedimenten y la cámara húmeda evita la evaporación del fluido
de la cámara de conteo.
f Enfocar la cuadrícula a 10x, luego con el objetivo de 40x contar sobre el cuadrado grande
central de la cámara sólo en 5 cuadrados pequeños: uno central y cuatro angulares (los
mismos que para el recuento de glóbulos rojos).
g En el recuento se incluyen las plaquetas que cubren o tocan por dentro o por fuera las
líneas limitantes superior e izquierda en el cuadrado pequeño de recuento y no se
consideran los correspondientes a los límites inferior y derecho. Tener cuidado de no
confundirlas con fragmentos de polvo y detritos celulares. En l fondo puede ser que se
observen “eritrocitos fantasmas”, eritrocitos bastantes refráctiles.
h Calcular el número de plaquetas.

Nº de plaquetas/mm3 = plaquetas contadas en 5 cuadrados pequeños


altura x dilución x área

Reemplazando = plaquetas contadas en 5 cuadrados pequeños


1/10 x 1/200 x 1/5

119
Manual de Hematología

= plaquetas contadas en 5 cuadrados pequeños


1/10 000

= plaquetas contadas x 10 000

3. Valores de referencia
Primera semana de vida 150,000 a 340,000 plaquetas /mm3
1 semana a 2 meses 200,000 a 400,000 plaquetas /mm3
2 meses a adulto 150,000 a 500,000 plaquetas /mm3

5. Consideraciones
 La mezcla inadecuada y la obtención defectuosa de la muestra pueden provocar
aglutinación de las plaquetas en el hemocitómetro.
 Una muestra obtenida por punción capilar es menos adecuada debido a la adherencia
plaquetaria.
 La suciedad en el hemocitómetro, en el líquido diluyente o en la pipeta puede producir
recuentos inexactos.
 Si se cuentan menos de 50 plaquetas en cada lado, el procedimiento debe repetirse con
una dilución de sangre 1:20.
 El fenómeno de satelitosis plaquetaria puede corregirse utilizando citrato de sodio como
anticoagulante, pero debido a la dilución sufrida en los tubos con citrato (recuerde que
este es un anticoagulante líquido), es necesario multiplicar el recuento de plaquetas
obtenido por 1.1 para que sea exacto.

120
Manual de Hematología

C. Recuento de eosinófilos

1. Fundamento
El líquido de dilución para recuento de eosinófilos contiene propilenglicol para lisar los
eritrocitos, carbonato de sodio y agua para lisar todos los leucocitos que no son eosinófilos y
floxina.

2. Material y equipo
 Tubos de ensayos de 12 x 75 mm.
 Pipetas Pasteur con bulbo.
 Contador manual (no imprescindible).
 Solución diluyente de eosinófilos
 Hemocitómetro
 Microscopio óptico
 Caja de petri de vidrio
 Papel filtro o algodón
 Pipetas automáticas
 Puntas para pipeta automática

3. Procedimiento
a Mezclar bien la sangre con EDTA.
b Hacer una dilución 1:10 de sangre y diluyente. Mezclar bien.
c Preparar una cámara húmeda de la siguiente forma: Cortar papel filtro del diámetro
aproximado de una de las partes de la caja de petri. Humedecer el papel filtro y descartar
el exceso de humedad. Colocar el papel filtro en una parte de la caja de petri de tal forma
que se adhiera.
d Llenar un tubo capilar con la dilución, colocarlo entre el cubreobjetos y la cámara
teniendo tapado el extremo opuesto con el dedo índice, dejar que el líquido penetre por
capilaridad entre el retículo de la cámara en una cantidad suficiente para que se llene pero
no se rebase. Llenar el otro retículo de la misma forma.
e Colocar en cámara húmeda el hemocitómetro y dejar reposar durante 5 minutos.

121
Manual de Hematología

f Enfocar la cuadrícula a 10x, contar los nueve cuadros grandes de cada cámara.
g Realizar el cálculo de la siguiente forma:
Eosinófilos/mm3: No. eosinófilos contados en 9 cuadros
Dilución x Profundidad x área.

 CUESTIONARIO
1. ¿Cuál es la composición del diluyente utilizado para el recuento de eosinófilos, cómo se
prepara y cuál es su estabilidad?
2. ¿Cuál es la utilidad del recuento de eosinófilos?
3. ¿En qué casos está indicada el recuento de reticulocitos?
4. Describa el recuento de plaquetas por el método indirecto.

D. BIBLIOGRAFÍA
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

122
Manual de Hematología

PRÁCTICA # 8

OBSERVACIÓN DE PARÁSITOS SANGUÍNEOS

A. Introducción

Son varias las parasitosis que ocurren en el torrente sanguíneo. Son causadas por protozoos
que al menos en una fase de su desarrollo transitan en la sangre, lo que se conoce como
parasitemia. Las más importantes en nuestro país son: las especies del género Plasmodium,
Trypanosoma y Leishmania.
Guatemala es endémica de estas tres parasitosis, siendo la malaria la más comúnmente
diagnosticada en su fase sanguínea. Por tal razón, en este manual se hace énfasis en el
diagnóstico de la misma.

B. Malaria o Paludismo
Es la enfermedad parasitaria más importante en el mundo. Su agente etiológico es un
protozoario del género Plasmodium perteneciente al subfilo Apicomplexa. Existen cuatro tipos
de Plasmodium que parasitan al hombre: P. malariae, P. falciparum, P. vivax, y P. ovale.
Este parásito provoca un amplio espectro de síntomas en el hospedero, desde parasitemias
asintomáticas hasta enfermedades graves con resultados fatales. Hasta la fecha, prácticamente se
atribuye la mortalidad a la especie P. falciparum. Las manifestaciones clínicas de infecciones de
paludismo son los síntomas típicos de un resfriado, acompañados de fiebre y escalofríos cada 48
ó 72 horas dependiendo de la especie.
El diagnóstico de malaria se realiza mediante la observación de los parásitos en la sangre, en
dos tipos de preparaciones: gota gruesa o extendido (frotis), teñidos con los colorantes de
Romanowsky.

1. Examen de Gota Gruesa


Las siguientes son las recomendaciones mínimas necesarias para el diagnóstico de la
malaria por el laboratorio.

123
Manual de Hematología

 El área de toma de muestras debe permanecer idealmente limpia, ordenada y libre de


polvo.
 La toma de muestras debe hacerse siguiendo las normas generales de asepsia y
antisepsia.
 Las láminas de vidrio a emplear deben estar meticulosamente limpias con agua y jabón,
así como desengrasadas con alcohol.
 La solución colorante de trabajo será siempre de preparación reciente, a diferencia de las
soluciones madre, las cuales pueden almacenarse durante mucho tiempo.
 La presunción clínica de malaria en un paciente procedente de zona endémica o con
antecedentes de transfusiones, es el único requisito para el examen de gota gruesa de
sangre.
 El momento de toma de la muestra de sangre es independiente de la presencia del pico
febril en el paciente.
 El diagnóstico idealmente se realiza por medio de gota gruesa y extendido en los cuales
se debe visualizar el parásito. Sin embargo, el examen de rutina debe ser la gota gruesa
debido a su mayor sensibilidad, pues concentra la muestra de 6 a 20 veces más que el
extendido; por lo tanto, es posible detectar entre 10-20 parásitos/ml de sangre. Esto lo
hace muy adecuado en el caso de parasitemias bajas. También facilita el diagnóstico de
infecciones mixtas o asociaciones parasitarias.
 En los bancos de sangre localizados en zonas endémicas de malaria, se debe realizar la
toma y examen de gota gruesa de sangre a los donantes.
 En algunas ocasiones en que las parasitemias son muy bajas (pacientes semi-inmunes,
tratamiento previo, etc.), es necesario el examen de sangre periférica diario seriado (aún
hasta cada 6 horas) para poder establecer el diagnóstico.
 Es preferible el uso de un microscopio binocular con fuente de luz halógena incorporada,
ya que la iluminación es un factor crítico cuando se usa el objetivo de inmersión.
 En los casos de pacientes de la Costa Pacífica o procedentes de esta región es
conveniente elaborar, además de la gota gruesa, el extendido de sangre periférica para
descartar una infección por P. malariae.

124
Manual de Hematología

a. Toma de Muestras
 Anote los datos completos del paciente.

 El área física destinada a la toma de muestras de sangre debe estar limpia y ordenada.

 Proceda a marcar la lámina con un lápiz en el borde esmerilado de la lámina o con un


marcador indeleble; también puede realizar este procedimiento rotulando con cinta de
enmascarar y escribiendo con un marcador de punta delgada. Marque con el nombre del
paciente, número consecutivo y fecha en la cual se realizó el examen.

 Con manos enguantadas realice la limpieza del dedo medio o índice del paciente, con
algodón mojado en alcohol (en el caso de niños se puede tomar el dedo gordo del pie, el
talón o el lóbulo de la oreja); deje secar y puncione con lanceta estéril desechable el borde
lateral del dedo a la altura del nacimiento de la uña.

 Limpie la primera gota de sangre con algodón seco; presione el dedo y proceda a colocar la
siguiente gota a 1 cm de la marca de la lámina portaobjetos; ponga en contacto la lámina
con la gota de sangre, de manera delicada, evitando que la lámina toque el dedo del
paciente. No olvide realizar dos láminas de gota gruesa por paciente.

 Para configurar la gota gruesa, con la ayuda de la esquina de otra lámina limpia, extienda
la gota de sangre a manera de "N" para formar un cuadrado de aproximadamente 1cm x
1cm y un grosor y homogeneidad adecuados y así obtener un mayor número de campos
microscópicos ideales. Presione nuevamente el dedo y coloque otra gota a una distancia de
0.5 - 1 cm de distancia y proceda a extender la gota de la misma manera evitando llegar a
los bordes de la lámina. Tome la segunda lámina de la manera descrita anteriormente. Si se
desea realizar un extendido, presione el dedo para obtener una nueva gota de sangre del
paciente y hacer el frotis con la ayuda de otro portaobjetos.

 Proporcione al paciente una torunda de algodón seco para que presione con ella la incisión
realizada con la lanceta.

 Deje secar la gota de sangre a la temperatura ambiente en una superficie plana y libre de
polvo. Limpie con alcohol la lámina que utilizó para realizar las gotas gruesas con el fin de
evitar contaminar las siguientes muestras.

 Colorear con Giemsa o Wright.

125
Manual de Hematología

 Observar al microscopio con objetivo de 10x y 40x para la selección de los campos donde
se encuentre mayor número de glóbulos blancos. Posteriormente mirar con objetivo de
100x y buscar las formas parasitarias propias del Plasmodium. De no visualizar el parásito,
se deben observar por lo menos 200 campos microscópicos antes de calificar la muestra
como negativa.

Debe tenerse presente que un buen campo microscópico es aquel en el cual se


observan de 10 a 20 leucocitos por campo.

b. Lectura, cuantificación e interpretación de la gota gruesa

El tratamiento adecuado para un paciente con malaria depende de la lectura cuidadosa de la


gota gruesa. Dicha lectura tiene como objetivos específicos establecer la especie del Plasmodium
y cuantificar el número de parásitos por microlitro de sangre, criterios básicos para el tratamiento
y control del paciente.

 Determinar el número de parásitos en los campos microscópicos necesarios para contar 100
leucocitos.

126
Manual de Hematología

 Asumiendo una constante nacional de 8.000 leucocitos/ml de sangre en pacientes con malaria, se
establece la proporción de parásitos por 100 leucocitos encontrados así:

No. parásitos x 8.000 leucocitos / l


 No. parásitos/ l de sangre
100 leucocitos

Para mayor exactitud en el recuento parasitario es importante tomar el hematocrito del


paciente; pero en aquellos casos en los cuales no se tengan los recursos o no resulte práctico, por
el volumen de trabajo que se maneja en el laboratorio, se puede recurrir a la fórmula
anteriormente descrita en los cálculos de la gota gruesa para parasitemias altas.

Se considera Positivo para Plasmodium cuando se observan las formas parasitarias


características. Para el informe de resultados es necesario informar la especie de Plasmodium y
en el caso específico de P. falciparum es indispensable anexar el recuento del parásito por
microlitro de sangre discriminando por formas encontradas.

En casos de P. vivax no es indispensable realizar el recuento parasitológico ya que el


tratamiento es el mismo, independientemente del recuento, exceptuando los casos en los cuales el
paciente se encuentre complicado. Sin embargo, se debe tener cuidado de verificar que no se trate
de una malaria mixta (asociación parasitaria), caso en el cual es necesario realizar recuento
parasitario informando primero la especie que tenga mayor número y posteriormente la que se
encuentra subordinada.

Se considera Negativo cuando no se observan las formas del parásito en por lo menos
200 campos microscópicos observados.
Nota: En parasitemias muy altas cuando no sea posible realizar el hematocrito del paciente, puede
contar el número de leucocitos contra 500 parásitos, como se presenta en la siguiente fórmula:

c. Informe de resultados
Se pueden presentar las siguientes respuestas del examen de una gota gruesa de sangre:

 Negativo.

127
Manual de Hematología

 Positivo para P. vivax.

 Positivo para P.malariae

 Positivo para P. falciparum ( ej. 20.000 trofozoítos/µl, 200 gametocitos/µl 80 esquizontes/ µl)

 Positivo para P. falciparum (100 trofozoítos /µl y 5 gametocitos /µl).

 Positivo para P. falciparum (200 gametocitos /µl).

 Positivo para Infección mixta:

P.vivax (16.000 parásitos/µl) y P.falciparum (40 gametocitos/µl).

 Positivo para Infección mixta: P.falciparum (10.000 trofozoítos /µl) y P.vivax (4


trofozoítos /µl)

 Positivo aunque no se puede precisar la especie.

 Se sugiere nuevo examen.

Nota: Cuando no sea posible realizar el recuento parasitario y el volumen de pacientes a


diagnosticar sea muy grande, es aceptado que se utilice el recuento semicuantitativo. Este
consiste en informar la especie de Plasmodium que ocasiona la infección y el número aproximado
de parásitos (trofozoítos, esquizontes y gametocitos) encontrados en la gota gruesa así:

Equivalencias de parásitos por campo, en el recuento semicuantitativo


# de parásitos # Campos microscópicos # de cruces
1 - 10 en 100 campos +
11 - 100 en 100 campos ++
1 - 10 por campo +++
> 10 por campo ++++

128
Manual de Hematología

En las infecciones por P. falciparum, por la facilidad en el reconocimiento de los gametocitos


y su diferenciación de los trofozoítos, es posible informar separadamente las formas sexuadas de
las asexuadas.

Ejemplo:
- Gota gruesa: Positivo para P.falciparum trofozoítos +++ y gametocitos +.
- Gota gruesa: Positivo para P. vivax ++.

2. Extendido de Sangre Periférica

Para un correcto diagnóstico de especie de Plasmodium de malaria es necesario realizar,


además de la gota gruesa, el extendido de sangre periférica en casos en los cuales existan dudas
sobre la especie del Plasmodium, como también en los casos de parasitemias altas, cuando la
cuantificación exacta en gota gruesa se hace difícil. Al igual que la gota gruesa, el examen del
frotis es sencillo, rápido, confiable y económico.
a. Procedimiento
 Proceda a marcar la lámina de la misma manera descrita para gota gruesa.

 Después de haber tomado la gota gruesa, proceda a presionar el dedo del paciente y
coloque una nueva gota de sangre en el extremo de una lámina portaobjetos. Ponga en
contacto la lámina con la gota, de manera delicada, evitando que la lámina toque el dedo
del paciente, guardando el espacio designado para la marca de la lámina.

 Para realizar el extendido se debe ayudar de otro portaobjetos: coloque en contacto uno de
los extremos de este segundo portaobjetos con la gota de sangre que acaba de tomar; deje
extender por capilaridad la sangre a lo largo del borde del portaobjetos, y con una
inclinación de 30 a 40 grados realice el frotis a lo largo de la lámina.

 Presione nuevamente y tome un microhematocrito. En los casos de confirmación de especie


no es necesario.

 Limpie el dedo del paciente.

 Deje secar la muestra de sangre a la temperatura ambiente, sobre una superficie plana y
libre de polvo.

129
Manual de Hematología

 Limpie bien la lámina que utilizó para realizar el extendido, para evitar la
transferencia de parásitos de una muestra a otra.

 Colorear con Giemsa o Wright.

 Observar al microscopio con objetivo de 10X y 40X; buscar los campos donde los glóbulos
rojos se encuentren separados. Proceder a observar con objetivo de 100 x las formas
parasitarias características de Plasmodium.

b. Lectura de las muestras, cálculos e interpretación


 Utilizar los campos microscópicos en donde la distribución de los glóbulos rojos sea
homogénea y no se encuentren superpuestos, hacia el segundo tercio del extendido.
Determinar el número de parásitos por campo y calcular el número de campos necesarios
para revisar mínimo 10.000 eritrocitos.

 Serían necesarios 33 campos microscópicos si hay 300 eritrocitos por campo.

 Determinar el número de parásitos en 10.000 eritrocitos observando 33 campos


microscópicos.

 Calcular el número de eritrocitos utilizando el hematocrito del paciente. Para un


hematocrito de 40% se estima que el paciente tiene 4.000.000 eritrocitos/ml de sangre.

No. parásitos x No. eritrocitos/ l de sangre


= No. parásitos/ l de sangre
10.000 eritrocitos

Simplificando:
No. Parásitos contados en 10,ooo eritrocitos x hematocrito x 10 = No. Parásitos /µL de sangre

c. Informe de Resultados
Se procede en forma igual que para el informe de gota gruesa descrita anteriormente.

d. Causas de error en el diagnóstico de malaria

 No pensar que puede ser malaria

 No hacer un examen de gota gruesa

130
Manual de Hematología

 No investigar los antecedentes de viajes a regiones de malaria endémica

 No investigar antecedentes de transfusiones sanguíneas

 Subestimar la gravedad

 Diagnóstico parasitoscópico equivocado y exámenes de laboratorio incorrectos

 Ignorar las infecciones asociadas

 Pasar por alto la hipoglicemia

 No hacer un examen oftalmoscópico en búsqueda de hemorragias retinianas

 Diagnóstico equivocado ( p ej. meningitis, encefalitis, gripe, dengue, etc.)

131
Manual de Hematología

Figura 1: Láminas de referencia para el diagnóstico de malaria.

132
Manual de Hematología

133
Manual de Hematología

134
Manual de Hematología

C. Diagnóstico parasitológico de Trypanosoma cruzi

Los tripanosomátidos forman una familia de flagelados que se caracterizan por tener un solo
flagelo; sin embargo, en algunos estadios son aflagelados. Pueden presentar cuatro estadios
evolutivos: amastigote, promastigote, epimastigote y tripomastigote. Hay diversos géneros, unos
son parásitos de vertebrados transmitidos por artrópodos, otros son parásitos vegetales también
transmitidos por artrópodos y otros son parásitos de los artrópodos exclusivamente.
En el hombre afectan dos géneros: Leishmania y Trypanosoma. Los géneros de la familia de
tripanosomátidos se diferencian por el tipo de huésped que infectan y su variación morfológica.
El género Trypanosoma tiene cuatro especies que parasitan al hombre: T. gambiense, T.
rhodesiense, T. cruzi y T. rangeli. Las dos primeras son transmitidas por moscas del género
Glossina (tsetsé) y sólo se presentan en África. Las otras dos se encuentran en América y son
transmitidas por triatomíneos, comúnmente denominadas chinches, de la familia Reduvidae.
Durante el ciclo evolutivo de Trypanosoma cruzi no presenta forma de promastigote.
La transmisión e infección de la enfermedad de Chagas ocurre por diversos mecanismos, el
más frecuente e importante se asocia a contaminación con deyecciones de triatominos infectados
durante la picadura de este insecto en el intra y peridomicilio.
La vía transfusional es otro importante mecanismo de transmisión en receptores sanos que
reciben sangre de donantes infectados por T. cruzi; el tiempo de incubación se extiende entre 3
semanas a 3 meses luego de recibir la sangre infectada, luego de lo cual, se manifiesta
frecuentemente en forma clínicamente aguda y/o oligosintomática. El parásito puede conservar
su vitalidad en la sangre almacenada en refrigeración hasta 2 meses. La transmisión
trasplacentaria condiciona la aparición de formas congénitas de la enfermedad en un 30% de las
gestantes afectadas por este daño. Otras vías de transmisión no comunes ni frecuentes son: la vía
oral, accidentes de laboratorio, leche materna y transplante de órganos.
Entre las características clínicas de la enfermedad es que presenta un periodo de incubación,
una fase aguda, una fase asintomática y una fase crónica.

135
Manual de Hematología

Gráfica No. 1 Ciclo vital de Trypanosoma cruzi

Fuente: Aguilar FJ. Parasitología Médica. 3 ed.

Los procedimientos de laboratorio para confirmación diagnóstica de la enfermedad de Chagas


se correlacionan estrechamente al diagnóstico clínico-epidemiológico efectuado. Dado que la
enfermedad cursa en etapas clínicas definidas, los métodos diagnósticos a aplicarse deben
adecuarse a éstos.
Durante la Fase Aguda de la enfermedad (comprende los casos de Chagas Congénito y Chagas
Transfusional) la parasitemia constituye un signo importante, por consiguiente los métodos
parasitológicos (sangre fresca, gota gruesa, frotis delgado, cultivo, método de Strout y
xenodiagnóstico) son los más indicados y sensibles capaces de demostrar la existencia del
parásito.
En casos de Chagas Transfusional los estudios de confirmación parasitológica deben
realizarse sistemáticamente hasta 90 días luego de la transfusión con sangre infectada.

136
Manual de Hematología

En casos de Chagas congénito los exámenes de laboratorio para confirmar el diagnóstico


incluirán gota gruesa, prueba de Strout o microhematocrito, xenodiagnóstico y serología. La
serología adquiere valor luego del sexto mes de edad, ante valores de parasitemia bajos. Luego
del sexto mes se puede valorar IgM específica.
Durante la Fase Crónica la parasitemia se minimiza hasta alcanzar niveles indetectables para
los métodos parasitológicos, los métodos serológicos están indicados (HAI, IFI, ELISA) y
adquieren una sensibilidad y especificidad alta, pudiéndose indicar un método parasitológico
como el xenodiagnóstico. La confirmación diagnóstica de certeza de la fase crónica se realiza
obligatoriamente por lo menos con métodos serológicos y resultados pareados concordantes de
acuerdo a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

1. Materiales y equipo (para métodos directos)


 Tubos vacutainer para colección de muestras sanguíneas.
 Portaobjetos
 Cubreobjetos
 Gradilla
 Micropipetas plásticas
 Jarra de Coplin
 Microscopio
 Centrífuga
 Guantes
 Papel absorbente
 Alcohol 95%
 Agua destilada

4. Reactivos
 Coloración de Giemsa
 EDTA
 Heparina
 Medio LIT: 4.0 g de cloruro de sodio (NaCl), 0.4 g de cloruro de potasio (KCl), 8.0 g de
fosfato ácido de sodio (Na2HPO4), 1.0 g de glucosa, 5.0 g de triptosa (DIFCO), 10.0 g de
infusión de hígado, 25.0 g de hemina, 100 ml de suero y 1 litro de agua destilada.

137
Manual de Hematología

5. Métodos directos
T. cruzi se encuentra constantemente en sangre únicamente durante las primeras 6-8 semanas
de la enfermedad por lo que la observación directa de los parásitos en muestras frescas de sangre
bajo el microscopio usualmente se realiza y para un diagnóstico certero debe llevarse a cabo
diariamente. Algunos especialistas sugieren 5-6 exámenes por día. El examen de una película
gruesa de sangre debe ser el primer paso. Si se ven parásitos, entonces se examina el frotis fino
para confirmar la especie. La muestra de sangre se recoge preferiblemente cuando el paciente está
febril.

a. Preparación de la gota gruesa y frotis fino de sangre


 Gota gruesa: Coloque una gota de sangre en el centro de un portaobjetos. Con la esquina
de una segunda lámina riegue la gota hasta que adquiera el tamaño de una moneda de
cinco centavos. El espesor debe ser tal que permita ver apenas la impresión del periódico
a través de la lámina. Ver gráfica No. 2
 Los frotis finos se hacen de manera estándar. Permita que los preparados se sequen.
 Cuando las películas estén secas, fije y coloree el frotis fino de la manera convencional
pero cuide que el pH del colorante esté ligeramente alcalino, se recomienda pH 7.2. Un
colorante ácido puede que no muestre los parásitos. La gota gruesa se colorea mejor
usando colorante de Giemsa diluido (1:20). Utilice una jarra de Coplin para que el frotis
se mantenga en posición vertical, esto permite que cualquier escombro caiga al fondo de
la jarra. No fije la muestra antes de colorearse. Coloree por unos 30 minutos, lávese
suavemente y deje que se seque. Si lo tiene, utilice un control positivo.
 Bajo el microscopio examine la gota gruesa primero. Use el lente de inmersión en aceite
o el lente de alto aumento para determinar si los parásitos están presentes. Tome nota del
número de plaquetas y de leucocitos en el paciente.

138
Manual de Hematología

Gráfica No 2. Forma correcta de realizar una gota gruesa y un frote.

 Los métodos de concentración del parásito incrementan la probabilidad de detectar


parasitemia. Considérese acá que luego de efectuado el procedimiento a describir, debe
observarse al microscopio en fresco.
 Para ello debe centrifugarse la sangre anticoagulada con EDTA a 3500 rpm por 10
minutos para luego observar los parásitos en la capa de blancos o intermedia (buffy coat).
La observación puede hacerse en fresco o con tinción. A este método se le conoce como
método de concentración de Strout.
 Otro método de centrifugación consiste en dejar la sangre coagular y luego centrifugar a
velocidad lenta para remover el remanente de células rojas en el sobrenadante. Este es
luego centrifugado a una velocidad mayor (600 x g) para concentrar los parásitos.
 El método de Rohwedder incluye la adición de silicona líquida con densidad de 1.075 a
sangre heparinizada. Luego de centrifugar, el remanente de flagelados queda por encima
de la capa de células rojas con la silicona por debajo. Algunos especialistas sugieren
utilizar la mezcla de Ficoll-Hypaque con una densidad de 1.077 con la cual es posible
recuperar del 95-100% de tripomastigotes de la sangre original infectada.

6. Métodos indirectos
Tienen por objeto multiplicar los parásitos.
6.2.1 Xenodiagnóstico: El método más eficiente para aislar T. cruzi es el
xenodiagnóstico donde chinches triatominos de laboratorio comprobadamente sanos son
colocados sobre la piel del paciente para que al picarlos se alimenten de la sangre. Su

139
Manual de Hematología

contenido intestinal es examinado en búsqueda de parásitos 4 semanas después. Deben


realizarse lecturas a los 30, 60 y 90 días. Cuando se hace con cuidado, este procedimiento
es positivo en casi todos los pacientes con enfermedad aguda y en un 50% de los
pacientes con enfermedad crónica. Sin embargo, por su complejidad y costo es utilizado
únicamente como último recurso.
6.2.2 Hemocultivo: T. cruzi es un protozoo fácil de cultivar en un medio acelular que
contenga derivados de sangre, obteniéndose 55% de positividad en fase crónica cuando se
utiliza el medio LIT (liver infusión tryptosa). Las pruebas mediante hemocultivo son
deseables desde que el xenodiagnóstico presenta una serie de limitaciones como
reacciones alérgicas por la picadura del insecto.
6.2.3 Animales Inoculados: Inoculación de animales como ratas y cerdos guineos con
sangre del paciente o del producto del xenodiagnóstico. En la actualidad este
procedimiento no es utilizado para el diagnóstico sin embargo, es utilizado para aislar
muestras de T. cruzi de sangre infectada de pacientes en fase aguda.

 CUESTIONARIO
1. Realice un diagrama del ciclo de vida del Plasmodium sp.
2. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas y el tratamiento de la malaria?
3. Defina Enfermedad de Chagas y describa brevemente los mecanismos de transmisión.
4. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas y el tratamiento de la enfermedad de Chagas?
Describa algunas características clínicas de la enfermedad de Chagas en fase aguda y
crónica.
5. ¿Es posible observar el parásito Trypanosoma cruzi en sangre en la etapa crónica de la
enfermedad de Chagas?
6. ¿Cuáles son los principales vectores de la enfermedad de Chagas? ¿En qué región
anatómica del vector se localiza T. cruzi? ¿Qué condiciones favorecen el crecimiento del
vector?
7. En Guatemala, ¿Qué departamentos son endémicos para la enfermedad de Chagas?
8. Enumere diferencias entre T. gambiense, T. rhodesiense, T. cruzi y T. rangeli.

140
Manual de Hematología

D. BIBLIOGRAFÍA
1. Aguilar FJ. Parasitología Médica. 3 ed. Guatemala: Litografía Delgado, 1997. x + 366p.
2. Biagi, F. Diagnóstico Microscópico de las Enfermedades Tropicales. Alemania: Bayer. iii
+ 55p.
3. Wendel S., Brener Z., Camargo ME., Rassi A. Chagas Disease (American
Tripanosomiasis): its impact on transfusión and clinical medicine. Brasil: ISBT, 1992. vii
+ 271p.-

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Manual de Hematología

PRÁCTICA # 9

PERFIL DE HEMOSTASIA

A. Principios generales
Cuando se realizan pruebas de hemostasia se debe considerar los cuidados comunes a toda
prueba de laboratorio.
Entre estos tenemos:
 Uso de anticoagulantes indicados: El tipo y la proporción del anticoagulante deben ser
evaluados para cada muestra.
 Luego de centrifugar la sangre, el plasma obtenido es activado por contacto con el vidrio.
Esto puede alterar algunas pruebas, por ello se sugiere usar recipientes de superficies “no
humedecibles“, como el plástico o el vidrio siliconizado.
El material debe estar escrupulosamente lavado, ya que residuos de proteínas pueden contener
sustancias tromboplásticas.
El material de vidrio debe lavarse tres veces con detergente y luego ser puesto en mezcla
sulfocrómica por lo menos durante seis horas, luego debe enjuagarse con agua destilada varias
veces.
Las pruebas deben realizarse lo antes posible y, si hay demora, las muestras se podrán en
congelación a 4 ºC.
Las pruebas se realizan siempre en duplicado y usando controles. Las muestras controles serán
obtenidas usando la misma técnica empleada para obtener las muestras problema (pool de
plasmas) o en forma comercial.

B. Mecanismo de coagulación
Didácticamente podemos dividir el mecanismo de activación de la coagulación en tres etapas:
 La generación de la tromboplastina o activador de la protrombina (primera fase de la
coagulación sanguínea).
 La generación de la trombina (segunda fase de la coagulación sanguínea).
 La formación de la fibrina (tercera fase de la coagulación sanguínea).

142
Manual de Hematología

C. Exploración de la coagulación
La exploración global de la coagulación sanguínea puede realizarse mediante varias pruebas
que miden el tiempo que tarda en coagular la sangre o el plasma. No sirve para el diagnóstico del
déficit de un factor en particular, pero suministra una idea general sobre el estado de la vía
intrínseca y de la vía común. Para ello existe un conjunto de principios elementales y comunes a
todas las técnicas que es necesario conocer para evitar errores.

 Limpieza del material de vidrio


Las pipetas y los tubos de hemólisis deben estar muy limpios. Los restos de detergente o de
plasma influyen sensiblemente en el análisis.
 Disolución y conservación de los reactivos
Para disolver los reactivos debe emplearse agua bidestilada procurando no agitar (evitar la
formación de espuma y burbujas). Cuando se emplee plasma control, el tiempo indicado por las
diferentes firmas comerciales debe ser respetado. Los reactivos que deben conservarse a unos 4
ºC se guardarán en la nevera. Si existe algún tiempo de caducidad, éste viene siempre indicado en
el lote correspondiente. Asimismo, la estabilidad de los reactivos una vez disueltos está indicada
en cada una de las correspondientes metodologías de trabajo. Antes de su empleo, los reactivos
deben estabilizarse a la temperatura indicada en la normativa correspondiente.

D. Obtención del plasma


A una parte de citrato trisódico estéril 0,1 mol/L se le añade nueve partes de sangre (1/10). La
punción debe ser directa en la vena. No debe aspirarse violentamente para evitar la formación de
espuma y con ello la existencia de un cierto grado de hemólisis, lo que haría inservible el plasma
para la realización de las diferentes pruebas. Una vez extraída la sangre, se centrifuga durante 15
minutos a 3500 rpm. El plasma sobrenadante se trasvasa cuidadosamente a otro tubo de hemólisis
y puede conservarse hasta cuatro horas a 4 ºC antes de su utilización.

E. Tiempo de incubación
El tiempo de incubación del plasma con los reactivos correspondientes debe ser muy exacto y
la temperatura siempre a 37 ºC. Cuando no se empleen métodos automatizados, el tiempo se

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Manual de Hematología

medirá mediante un cronómetro, el cual debe dispararse simultáneamente con la adición del
reactivo y pararse en el instante en que se inicia la coagulación.

F. Causas de error

1. En la obtención del plasma


• Estasis venosa prolongada. Favorece la fibrinólisis local.
• Punción venosa inadecuada.
• Dilución errónea del plasma. Proporción de sangre-anticoagulante inexacta. Esta
proporción (una parte de citrato trisódico + nueve partes de sangre) debe mantenerse con
toda exactitud.
• Tiempo de centrifugación inadecuado.
• Presencia de hemólisis en el plasma.
• Conservación prolongada del plasma antes de realizar la prueba. Ello conduce a un
descenso de la actividad de los factores lábiles (V y VIII) y, por tanto, el plasma debe ser
analizado dentro de las dos o cuatro horas de practicada la extracción.

2. En la realización de la técnica
• Errores de pipeteo.
• Empleo de los reactivos inadecuados o caducados.
• Empleo de los reactivos mal preparados.
• Empleo de una temperatura inadecuada.
• Tiempos de incubación inexactos.
• Empleo de agua no destilada.

G. Tiempo de sangría
1. Método de Ivy
a. Principio
Mediante esta prueba se estudia la adhesión de las plaquetas al endotelio vascular y su capacidad
para formar el trombo plaquetario que detiene la hemorragia a nivel de un vaso de pequeño

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Manual de Hematología

calibre. Consiste, por tanto, en realizar una pequeña herida y medir el tiempo que tarde en dejar
de sangrar.
b. Materiales
♦ Esfigmomanómetro
♦ Lanceta (dispositivo descartable estandarizado para tiempo de sangría).
♦ Cronómetro.
♦ Papel filtro Whatman Nº 1, cortado en círculos.
♦ Algodón y alcohol.

c. Técnica
♦ Exponer el antebrazo del paciente y escoger una zona libre de vénulas, hematomas,
heridas y otros. Si el paciente tiene marcada cantidad de vellos, puede ser necesario
depilar la zona.
♦ Limpie con alcohol la zona escogida.
♦ Coloque el tensiómetro en el brazo del paciente y regúlelo a 40 mm Hg.
♦ Se extrae la lanceta de su reservorio estéril y se quita el seguro. No deben pasar más
de 30 a 60 segundos entre la inflada del tensiómetro y la producción de la incisión.
♦ Se presiona el disparador al mismo tiempo que el cronómetro y un segundo después
retire el dispositivo.
♦ Cada 30 segundos secar con el papel de filtro, no tocar los bordes de la incisión para
no interferir con el tapón plaquetario. Se anota el tiempo que tarda en cesar la
hemorragia, lo que corresponde al tiempo de sangría.

d. Interpretación del resultado


El valor normal del tiempo de sangría según esta metodología es de 2 a 8 minutos, por lo que
los valores superiores a 10 minutos pueden ser considerados patológicos. Cuando el tiempo se
alarga más de 20 minutos, puede detenerse la hemorragia aplicando sobre la herida una compresa
de algodón o gasa estéril si es muy profunda.

e. Limitaciones
♦ Si existe trombocitopenia menor de 50 000/mm3 el tiempo debe ser prolongado.

145
Manual de Hematología

♦ Debe tenerse cuidado de que el paciente no haya ingerido medicamentos que interfieran la
función plaquetaria, como aspirina u otros, hasta 7 a 8 días antes de la prueba.

f. Interpretación
El tiempo de sangría por este método es la mejor valoración de la función plaquetaria. La
prolongación del tiempo en esta prueba se encuentra en trombocitopenias o las enfermedades de
alteración funcional de las plaquetas, como son la enfermedad de Von Willebrand, la
tromboastenia de Glasmann, el Síndrome de Bernard-Soulier, la enfermedad de Storage Pool y
otras. Mide in vivo la adhesión, la agregación y la liberación plaquetaria como respuesta del
organismo a la lesión vascular. Al realizar esta prueba, debe tenerse siempre en cuenta que la
ingesta previa de ácido acetilsalicílico puede alterar los resultados.

2. Método de Duke
Con una lanceta se hace una pequeña incisión en el lóbulo de la oreja. La sangre fluye por esta
incisión y se mide el tiempo que transcurre hasta que se detiene el sangrado.

Este ensayo se lleva a cabo:


 Para diagnosticar ciertos padecimientos hemorrágicos.
 Antes de realizar operaciones quirúrgicas.
 Antes de efectuar una punción en el hígado o el bazo.

a. Materiales
 Una lanceta estéril.
 Filtro de papel (o papel secante).
 Cronómetro o un reloj con segundero.

146
Manual de Hematología

b. Resultados
Anote el tiempo de sangrado redondeándolo al medio minuto más cercano.
c. Observaciones
Si el tiempo de sangrado se prolonga examine una extensión de sangre teñida según el método
de Romanowski para observar si las plaquetas son escasas.

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Manual de Hematología

d. Interpretación del resultado


El valor de referencia del tiempo de sangría según este método es de 1 a 4 segundos.

H. Tiempo de coagulación de sangre total (tcst)


1. Método de Lee-White
a. Principio
Se observa la formación del coágulo en tubos de vidrio en condiciones estandarizadas; esta
prueba mide el mecanismo intrínseco de la coagulación.
b. Materiales (Fig. 1)
♦ Un baño maría a 37 ºC, o un recipiente con agua a la misma temperatura.
♦ Dos tubos de ensayo limpios, de 10 x 75 mm, del mismo calibre, marcados en el nivel de 1 mL.
♦ Un cronómetro.
♦ Materiales para punción venosa.

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Manual de Hematología

I. Tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPA)

1. Principio
Esta prueba mide la fase intrínseca de la coagulación, en presencia de una “tromboplastina
parcial” (cefalina), la cual sustituye la acción del factor plaquetario tres. Se obtiene máximo
efecto de contacto por la adición del kaolín.

2. Materiales
♦ Plasma citratado del paciente.
♦ Plasma citratado control.
♦ Cefalina kaolín (comercial).
♦ Cloruro de calcio 0,025 M.
♦ Pipetas automáticas de 0,1 mL.
♦ Cronómetro.

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Manual de Hematología

3. Método
♦ Precalentar el cloruro de calcio a 37 ºC en baño maría por 5 minutos.
♦ En un tubo de 12 x 75 mm a 37 ºC, añadir 0,1 mL de plasma y 0,1 mL de la solución de
cefalina kaolín previamente agitada. Accionar el cronómetro. Agitar. Incubar a 37 ºC por 10
minutos.
♦ Añadir 0,1 mL de cloruro de calcio (Ca Cl2). Accionar el segundo cronómetro. Agitar los tubos
suavemente a intervalos de 10 segundos, hasta 30 segundos, y agitar rápidamente hasta la
formación del coágulo. Anotar el tiempo.
♦ Estudiar el plasma del paciente y control por duplicado. Varias pruebas pueden ser realizadas
simultáneamente a intervalos de dos minutos.

4. Resultados
Se anota el tiempo que tarda en coagular.

5. Interpretación
El TTPA es una prueba importante de despistaje, detectando las deficiencias más
insignificantes (debajo de 25% de los niveles normales) de los factores XII, XI, IX, VIII, X, V.
Esta prueba es mucho más sensible que el TCST para la detección de estas deficiencias. Su
utilidad más importante es en la detección de las deficiencias congénitas de los factores VIII y
IX. No detecta deficiencias del factor plaquetario tres y factores VII y XIII. Esta prueba está
alargada también en presencia de heparina.

6. Valores de referencia
De 30 a 45 segundos.

7. Observación
En el mercado existen varios preparados comerciales. Si se utiliza cualquiera de estos preparados,
seguir estrictamente las indicaciones del fabricante.

150
Manual de Hematología

J. Tiempo de trombina

1. Principio
Mide el tiempo durante el cual el fibrinógeno presente en el plasma se transforma en fibrina por
la adición de una cantidad estandarizada de trombina. Explora la última fase de la coagulación
con excepción del factor XIII.

2. Material
♦ Plasma citratado del paciente.
♦ Plasma citratado control.
♦ Trombina en solución salina 0,9% diluir con 6 mL.
♦ Cronómetro.

3. Método
♦ Colocar en un tubo de 12 x 75 mm en baño maría a 37 ºC 0,2 mL de plasma.
♦ Incubar un (1) minuto.
♦ Añadir 0,1 mL de trombina y poner en marcha el cronómetro.
♦ Medir el tiempo de coagulación.
♦ Hacer igual con plasma control normal (ambos por duplicado).

4. Resultados
Se anota el tiempo que tarda en coagular.

5. Interpretación
Son causas comunes de prolongación del tiempo de trombina: presencia de heparina o
aumento de los productos de degradación del fibrinógeno/fibrina, hipofibrinogenemia,
disfibrinogenemia o presencia de una paraproteína que interfiera con la polimerización del
fibrinógeno.

6. Valores de referencia
De 19 ± 2 segundos.

151
Manual de Hematología

En los casos en que se desea demostrar si existe exceso de heparina se realiza el tiempo de
trombina con adición de sulfato de protamina.

K. Tiempo de protrombina (Prueba de Quick)

1. Principio
Mide el tiempo que tarda en coagular una muestra de plasma, desprovisto de plaquetas y
anticoagulado con citrato sódico, al ponerlo en contacto con una suspensión de tromboplastina
cálcica (sustituto de la tromboplastina tisular fisiológica). El resultado se da en porcentaje
referido al de un plasma testigo.
Según la relación: INR = RISI
En la que R = Tiempo de Quick muestra
Tiempo de Quick testigo
La prueba de Quick también se conoce con el nombre de tiempo de protrombina, explora la
vía extrínseca y común de la coagulación en las que intervienen los factores I (fibrinógeno), II
(protrombina), V, VII y X. Es una prueba de gran interés y muy utilizada con fines de tamizaje,
diagnóstico y control del tratamiento con anticoagulantes orales.

2. Materiales
♦ Plasma citratado del paciente.
♦ Plasma normal de control.
♦ Pipetas de 0,1 mL y 0,2 mL.
♦ Cronómetro.

3. Método
♦ El tubo conteniendo la tromboplastina cálcica (Ortho) debe ser incubado a 37 ºC (dependiendo
del volumen 5 a 10 minutos).
♦ En un tubo de 10 x 75 mm añadir 0,1 mL de plasma del paciente.
♦ Incubar a 37 ºC por 1 ó 2 minutos.

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Manual de Hematología

♦ Añadir 0,2 mL de tromboplastina previamente calentada en el tubo con el plasma del paciente;
simultáneamente, disparar el cronómetro. Mover el tubo para mezclar los reactivos. Dejar el tubo
en reposo a 37 ºC por aproximadamente 8 ó 10 segundos.
♦ Remover el tubo del baño maría y mover el tubo por inclinación hasta que el coágulo se forme.
Anotar el tiempo. ♦ Repetir duplicado del paciente y control.

4. Resultados
Se anota el tiempo que tarda en coagular.

5. Interpretación
El tiempo de protrombina es expresado en segundos con el valor del control (cada cual es la
media de pruebas duplicadas). El valor del control (y paciente) depende de la tromboplastina y de
la concentración del citrato y hematocrito. Un tiempo de protrombina prolongado indica
deficiencia de los factores II, V, VII o X también está prolongado en la hipofibrinogenemia y
heparinemia. El tiempo de protrombina es utilizado como una prueba de despistaje y también
como control para pacientes anticoagulados con drogas antagonistas de la vitamina K.

6. Valores de referencia
12 a 14 segundos.

 CUESTIONARIO
1. Realice un diagrama de la cascada de la coagulación.
2. ¿Cuál es el principio de los aparatos automatizados para medir el TP y TPT?

E. BIBLIOGRAFÍA
1. Rodak B. Hematología: fundamentos y aplicaciones clínicas. 2 ed. Rondinone S, trad.
Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004. 884p.
2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

153
Manual de Hematología

PRÁCTICA # 10

DETERMINACION DEL GRUPO SANGUINEO ABO Y RH


A. Introducción
El grupo sanguíneo es cada uno de los diversos tipos en que se ha clasificado la sangre de las
personas en relación con la compatibilidad de los hematíes y suero de otro individuo que la
recibe. Estos grupos son cuatro, según la clasificación que hizo Landsteiner, clasificación hoy
universal y se denominan: O, A, B, AB. Se caracterizan por las diferentes combinaciones de dos
aglutinógenos existentes en los glóbulos rojos y de dos aglutininas contenidas en el suero. Los
eritrocitos poseen antígenos en su membrana que no son los mismos para todos los individuos;
las pruebas utilizadas para establecer la hemoclasificación sanguínea relacionada a los diversos
grupos sanguíneos, aprovechan las características inmunológicas que expresa cada individuo de
acuerdo a su particular codificación genética.

En dichas pruebas se evidencian los antígenos y/o anticuerpos del grupo sanguíneo, de
acuerdo a su comportamiento in vitro. En cuanto al sistema ABO se investigan tanto antígenos o
aglutinógenos como los anticuerpos o isoaglutininas naturales.

El factor Rh es un aglutinógeno encontrado en 1940 por Landsteiner y Weiner, en los glóbulos


rojos en unos primates (Macacus rhesus) y que también existe normalmente en el 85% de los
humanos, que por esta causa se denomina Rh positivos. En el sistema Rh, existen varios
antígenos: D, C, c, E, e; sin embargo, de rutina, solo se determina la presencia del antígeno D en
los eritrocitos y de acuerdo a su presencia o ausencia se dice que un individuo es Rh D positivo o
Rh D negativo.

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Manual de Hematología

Figura 1. Antígenos y anticuerpos presentes en los diferentes grupos sanguíneos.

B. Material y Equipo
 Suero Anti A, Anti B, Anti A,B y anti D (anti –Rh)
 Glóbulos rojos A, B y O
 Tubos de ensayo
 Solución salina 0.85%
 Pipetas pasteur
 Centrifuga
 Muestra de sangre con EDTA
 Suero del paciente
 Laminas del paciente
 Palillos

C. Procedimiento para la determinación del grupo ABO y Rh


1. Hemoclasificación directa
1.1 Método en tubo
a) Separar el plasma de los eritrocitos de la muestra desconocida.
b) Lavar los glóbulos rojos del paciente 3 veces consecutivos en solución salina y
preparar una suspensión final al 2% en dicha solución.
c) Rotular cuatro tubos con Anti A, Anti B, Anti AB y Anti D.
d) Colocar una gota de suero Anti A, Anti B, Anti AB y Anti D en el tubo respectivo.

155
Manual de Hematología

e) Agregar una gota de la suspensión al 2 % de eritrocitos a cada uno de los tubos.


f) Mezclar cada tubo y centrifugar 15 – 30 segundos a 3400 rpm o 1 minuto a 1000 rpm.
g) Resuspender suavemente los botones celulares y observar aglutinación:
(4+) Botón completo, fácilmente desprendible, fondo limpio
(3+) Botón disperso, 2 o 3 partes, fondo limpio
(2+) No hay botón, pequeños grumos
(1+) Pequeños grumos
(0) No hay señales de grumos (aglutinación).

1.2 Método en lámina


a) Marcar tres láminas portaobjeto como A, B, AB y D.
b) Adicionar una gota de anti A, anti B, anti AB y anti D en su lugar correspondiente.
c) Agregar uma gota de eritrócitos desconocidos a cada antisuero.
d) Mezclar cada preparación con un palillo de madera.
e) Rotar manualmente cada lamina con cuidado de que no se mezclen.
f) Observar aglutinación y registrar los resultados:
POSITIVO: La aglutinación fuerte de los glóbulos rojos en presencia de cualquier
anticuerpo ABO y Rh. Las reacciones positivas muestran 3+ de aglutinación.
NEGATIVO: La presencia de una suspensión uniforme (O) de glóbulos rojos.

156
Manual de Hematología

2. Hemoclasificación inversa

2.1 Método en tubo


a) Marcar tres tubos como A, B y O.
b) Adicionar dos gotas de suero del paciente a cada tubo.
c) Agregar una gota de suspensión de eritrocitos del grupo A al tubo rotulado como A, una
gota de eritrocitos del grupo B al tubo rotulado como B y una gota de eritrocitos del grupo
O al tubo rotulado como O.
d) Incubar de 5 – 15 minutos a temperatura ambiente
e) Centrifugar por 15 – 30 segundos a 3400 rpm o 1 minuto a 1000 rpm.
f) Resuspender los botones celulares y observar aglutinación.
g) Interpretar los resultados.

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Manual de Hematología

Aglutinación de los eritrocitos El suero es del grupo


A B
Positiva Negativa B
Negativa Positiva A
Positiva Positiva O
Negativa Negativa AB

D. Determinación del antígeno D débil (Du)

Consiste en determinar la variante D débil en una muestra previamente tipificada como Rh: D
negativo. La determinación de la variante D débil, solo se realiza a muestras que por el método
manual usual han resultado D negativas.

1. Materiales y reactivos
 Suero Anti D
 Tubos de ensayo
 Solución salina 0.85%
 Pipetas pasteur
 Centrifuga
 Muestra de sangre con EDTA
 Laminas portaobjetos
 Palillos
 Albúmina Bovina 22 – 30 %
 Baño Maria a 37°C

2. Procedimiento
a) Lavar los eritrocitos a tipificar 3 veces con solución salina y suspenderlos al 3 – 5%
b) Marcar dos tubos con D y Control
c) Adicionar:

158
Manual de Hematología

Tubo D Control
Suero Anti-D 2 gotas ---
Albúmina bovina --- 2 gotas
Suspensión eritrocitos del paciente 1 gota 1 gota

d) Mezclar e incubar los tubos a 37°C durante 15 – 30 minutos, según las


especificaciones del fabricante.
e) Centrifugar 15 – 45 segundos.
f) Resuspender los botones celulares suavemente y observar la presencia de
aglutinación. Si en el tubo con anti – D, los eritrocitos están fuertemente aglutinados,
pero no en el tubo control, registrar la prueba como D positiva y no realizar la fase
siguiente con el suero de Coombs
g) Si las células no son aglutinadas o los resultados son dudosos, lavar los eritrocitos 3
veces con abundante solución salina. Decantar la solución salina.
h) Adicionar:
Reactivo/Tubo D Control
Antiglobulina humana 1 gota 1 gota

i) Mezclar y centrifugar 15 – 30 segundos.


j) Resuspender suavemente cada botón celular, examinar para aglutinación y registrar el
resultado teniendo en cuenta la escala de intensidad. Si hay aglutinación en el tubo de
prueba con anti – D, entonces el resultado es D positivo.

OBSERVACIONES: Si se presenta aglutinación en cualquier fase de la prueba en el tubo


control, no se puede realizar la lectura.

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Manual de Hematología

 CUESTIONARIO
1. ¿En qué consiste el fenotipo Bombay?
2. ¿A qué se le conoce como células empacadas?
3. Es posible administrar células empacadas del grupo “O” a un paciente con grupo “A” o
“B”? ¿Si, no y Por qué?
4. ¿Es posible administrar plasma fresco congelado “AB” a un paciente con grupos
sanguíneo “O”? ¿Si, no y por qué?
5. ¿Es posible administrar plasma fresco congelado “O” a un paciente “A”,”B” o “AB”?

E. BIBLIOGRAFÍA
1. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala:
Universidad de San Carlos, 1997. 102p.

160

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