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Se me conectaron las preguntas así que contesté todo junto.

El arte es el lente a través del cuál podemos ver el mundo de forma diferente. El arte nos
permite cnocernos como individuos, no ver el mundo como un todo, sin entender las partes que lo
forman. Nos permite ver lo que está más allá de nosotros. Hacer arte es trazar un mapa a una
experiencia, a un sentimiento que todos podemos sentir, porque todos somos humanos.
Creo que todos los que hemos hecho arte hemos tenido esa sensación de que algo más grande
que uno mismo a abierto su camino a través de uno. El proceso creativo, la creatividad, viene a través
de ti, pero no de ti. Aunque esté contigo, no te pertenece. Cuando creamos “belleza”, cuando nos
sentimos inspirados, ¿qué es exactamente lo que hacemos? ¿Estamos creando algo que no está ahí, o
estamos transcribiendo? La noción de inspiración quiere decir que estamos inhalando y exhalando todo
eso que tomamos. Ernest Becker dijo: “El artista toma el mundo, pero en lugar de sentirse oprimido por
él, lo reelabora en su personalidad, y recrea la obra de arte.” Entonces estamos transcribiendo la
observación de lo que es. Estamos reportando, somos cosmonautas. Y el proceso creativo es lo que
trajimos de regreso como reporteros de lo numinoso. Cuando vamos al mundo de las ideas de Platón,
somos como navegantes, somos como Drothy yendo a Oz, viendo el mundo a través de un nuevo lente,
viendo la realidad a través de un diferente sistema operativo, a través de un nuevo filtro, volviéndonos
capaces de leer diferente, ver algo que otros no pueden, y traerlo de regreso, y compartirlo. Hacer arte
es una especie de ejercicio. Debes morir y renacer. Al resucitar puedes encontrar en tu lienzo a dónde
fuiste, sea lo que sea ese lienzo. Nuestras pinturas, nuestras canciones, nuestras historias, son mapas de
a dónde fuimos. Es el equivalente a dejar un rastro de migas de pan mientras viajamos por nuevas
modalidades de pensamiento. El arte es evidencia. Es lo que traemos de regreso. Lo que transmutamos
desde esa otra dimensión para compartir con el resto, para compartir con nosotros mismos. Para
integrarnos, para reformarnos, para expandir los parámetros de lo que es.
El arte es la foto que traemos tras viajar a ese otro mundo, es el mapa que dibujamos de regreso,
es la anécdota que contamos, es el reflejo de la verdad que estuvimos cerca de ver. El arte no se trata
del objeto, si no de su origen, y hay algo de la experiencia que queda impregnado en él, que lo
trasciende, que hace que yo pueda verlo y entenderlo. Arte es comunicación, es enteder y ser
entendidos. Es estar cerca de ser Dios. Y es estar cerca de ver a los dioses. Es entender que aquello que
es más grande que nosotros está dentro de nosotros, y es la suma de todos nosotros. Es entender que en
el fondo somos uno. Es atreverse a encender una luz que nos trascienda, tomar nuestra pequeñez y
darle valor.
Enfrentarse al objeto de arte, que puede ser una pintura, una escultura, una foto, una canción, un
cuento, un poema, una performance, etc., y ser transportados es enfrentarse a la experiencia artística.
Cuando seguís el mapa para llegar al nuevo mundo. Cuando se conectan los puntos que en tu mente
estaban sueltos y se forma una nueva imagen. Cuando ves algo nuevo en el mundo, algo que salió de
un ser humano, y de repente sos transportado fuera del mundo y se entiende que los humanos somos
más que humanos. Cuando se establece un diálogo utilizando un lenguaje que nos trasciende a todos,
con alguien que está ahí materializado en el objeto pero que a la vez se encarna en uno mismo ya que el
diálogo sucede en realidad dentro de uno, en ese dentro que en realidad es afuera.
Esta experiencia nos puede llevar a crear. ¿Qué le sucede a la conciencia humana cuando está en
un estado de génesis cognitivo, cuando una nueva idea está naciendo? Solemos escuchar que debemos
salir de nuestro propio camino, que lo único que se interpone en nuestro camino somos nosotros
mismos. Debemos entrar en estos estados de flujo que silencian al crítico interior que pueden
producirse a través de la experiencia artística como también a través de la experiencia de la vida
misma. Esa parte nuestra responsable por autoeditarse se apaga cuando entramos en estos estados de
gran creatividad y pensamientos asociativos, cuando decondicionamos nuestro pensamiento. Hablar de
la práctica artística es hablar de la búsqueda. Buscar ese estado de creatividad ese estado de flujo, ese
creación pura. Surfear con el universo. Es tirarse al agua y atravesar ola tras ola sin poder montarlas
hasta finalmente atrapar una y de repente estar flotando, y entonces las canciones se escriben solas, y
las obras se están coreografiando, y nuevas realidad están naciendo, están comenzando a ser. Estas
experiencias de creatividad son catalizadoras. Canalizan nuevas expresiones, son descargas de algún
otro lugar de algún otro momento. La experiencia se siente como un entendimiento visionario. Las
palabras vienen a la mente sin tener que ser llamadas. Es este sentimiento de estar completos, de ser
poderosos. Es una sensación que se motiva a sí misma, que tiene su propio significado, que no lo haces
por otro motivo que no sea existir ahí. Y cuando sales de la experiencia te sientes saciado.

Lucía Fidalgo

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