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Índice
1Historia
o 1.1La Palestina histórica
1.1.1Origen del topónimo
o 1.2Antigüedad
o 1.3La llegada de los árabes
o 1.4Imperio otomano
o 1.5Mandato Británico
o 1.6Después de la Segunda Guerra Mundial
2Reconocimiento internacional
3Gobierno y política
o 3.1Organización para la Liberación de Palestina
o 3.2Autoridad Nacional Palestina
3.2.1Consejo Legislativo Palestino
3.2.2Presidencia y Consejo de Ministros
o 3.3Conflicto entre Hamás y Fatah
4Organización territorial
o 4.1Gobernaciones
4.1.1Cisjordania
4.1.2Franja de Gaza
5Geografía
o 5.1Cisjordania
o 5.2Franja de Gaza
6Economía
7Demografía
o 7.1Diáspora palestina
o 7.2Principales ciudades
o 7.3Idioma
8Religión
9Cultura
o 9.1Fiestas nacionales
o 9.2Literatura palestina
9.2.1Escritores palestinos
9.2.2Poetas palestinos
o 9.3Pintores palestinos
o 9.4Patrimonio de la Humanidad
10Deportes
11Véase también
12Notas
13Referencias
14Enlaces externos
Historia[editar]
La Palestina histórica[editar]
Artículo principal: Palestina (región)
Antigüedad[editar]
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Este aviso fue puesto el 28 de octubre de 2017.
La historiografía del territorio llamado Palestina está marcada en gran medida por dos factores
relacionados que son las tradiciones religiosas y las disputas territoriales. Algunos autores,
como Dever o Pfoh, sostienen que para evitar la lectura fundamentalista o nacionalista debe
interpretarse de manera crítica la evidencia arqueológica y epigráfica utilizando los textos
bíblicos con extrema cautela, dado su carácter secundario. Pfoh destaca que: "... la historia
que obtendremos siguiendo esta metodología será bastante diferente de la que podemos leer
en la narrativa bíblica, o incluso en ciertos estudios históricos modernos". 34
Uno de los antecedentes más remotos de asentamientos humanos en la región del levante
mediterráneo corresponden a la Cultura Natufiense que tuvo presencia entre el 12,500–9,500
a.C., extendiéndose por los actuales territorios de Siria, Jordania, Líbano, Israel y Palestina. 35
Los cananeos por su parte, serían los primeros habitantes históricos de la región, conocida
entonces como Canaán (un término que aparece en documentos egipcios del Antiguo
Imperio)36. Durante el III milenio a. C. los cananeos establecieron ciudades-estado, entre
ellas Jericó, Megido y Hazor. Desarrollaron un alfabeto a partir del cual se derivaron otros
sistemas de escritura; por otro lado, su religión tuvo una importante influencia en las creencias
y prácticas del judaísmo, y, más tarde, en el cristianismo y el islamismo. 37 38 39 40 En el siglo
XIII o XII a. C. aparecieron en el territorio los filisteos, un pueblo ligado a las migraciones de
los pueblos del mar41, quienes se instalaron en la costa, la actual franja de Gaza, formando
una federación de cinco ciudades42.
En la misma época aparecieron en la región interior las tribus hebreas, seminómadas y
ganaderas emparentadas con los posteriores arameos, las cuales formaron
una confederación que aparece testimoniada hacia el 1210 a. C. (estela de Merenptah).
Según sus propios relatos, conservados en la Biblia y puestos por escrito siglos después,
estas tribus habían sido oprimidas en Egipto hasta que el profeta Moisés, por orden de su
dios Yavé, las liberase y condujera hasta Canaán. El lugarteniente y sucesor del
Moisés, Josué, habría conquistado la mayor parte de Canaán, la "Tierra Prometida" por Yavé
a los Patriarcas hebreos.
Estas tribus hebreas tenían el mismo origen que los cananeos y hablaban su mismo idioma,
por lo que los investigadores se inclinan a considerarlas un emergente de las poblaciones
locales que tomó el control del territorio a expensas de las ciudades estado al final de la edad
de Bronce.
Los israelitas, una confederación de tribus hebreas, parecen haber controlado el territorio
interior en torno al siglo XII a. C., pero no ocurrió lo mismo con los filisteos, que habrían
establecido un estado propio en la costa meridional de Palestina y controlaban varias
ciudades al norte y al este, pero siempre en la costa, quedando sus límites territoriales
aproximadamente entre la franja terrestre de Gaza, Ascalón y Asdod. Con una organización
militar superior y gracias al uso de armas de hierro, derrotaron severamente a los israelitas en
torno al 1050 a. C. La amenaza filistea obligó a los israelitas a unirse y a establecer una
monarquía. Según la Biblia, David, rey de Judá e Israel, derrotó a los filisteos poco después
del año 1000 a. C.
La federación filistea perdió su autonomía temporalmente durante el siglo X a. C. bajo la
hegemonía egipcia, y definitivamente tras la conquista asiria de 722 a. C. Nabucodonosor
II devastó el territorio filisteo en 604 a. C. y, como el resto de Oriente Medio, cayeron en
manos del imperio de Alejandro Magno. Para dicho momento, parece que los filisteos ya
habían perdido buena parte de o prácticamente toda su identidad cultural. Con todo, el
término Pəlešet (y posteriormente sus versiones griega; Παλαιστινή, Palaistinḗ y
latina;Palæstina) siguió utilizándose como término geográfico, referido a un área cada vez
más extensa, en la cual se solía incluir las ciudades de la costa además de Samaria y Judea.
La unidad de Israel y la debilidad de los imperios adyacentes permitió a David , según el relato
bíblico, establecer un gran reino independiente, cuya capital fue Jerusalén. Bajo su hijo y
sucesor, Salomón, Israel disfrutó de paz y prosperidad, pero a su muerte en el año 922 a. C. el
reino fue dividido en dos: Israel, al norte, y Judá, al sur. Algunos autores
como Finkelstein y Silberman, sin embargo, basándose en la interpretación de los restos
arqueológicos y el estudio crítico de los textos bíblicos, consideran problemática esta
reconstrucción de la historia de Israel. Sostienen que el reino de Israel, basado en las
ciudades de la región central (la tribu de Efraím) surgió en torno al siglo IX a. C. y que Judá, el
reino del sur, era un estado menor hasta la invasión asiria 42.
Cuando los imperios cercanos reanudaron su expansión, los israelitas, divididos, no pudieron
mantener durante más tiempo su independencia. Israel cayó ante Asiria en los años 722 y
721 a. C., y Judá fue conquistado en el año 586 a. C. por Babilonia, que destruyó Jerusalén y
exilió a gran parte de los judíos que la habitaban. Las tribus israelitas fueron deportadas y,
según la Biblia, su lugar fue ocupado por una población extranjera; los samaritanos. Este
pueblo, sin embargo, sostiene que es descendiente directo de los antiguos israelitas. 43
Los judíos deportados a Bablionia, sin embargo, mantuvieron su identidad nacional y religiosa
en el exilio; algunos de sus mejores escritos teológicos y muchos libros históricos del Antiguo
Testamento fueron escritos durante este periodo. El recuerdo de la tierra de Israel estaba
patente en sus escritos. Cuando Ciro II el Grande de Persia conquistó Babilonia en el
año 539 a. C. les permitió regresar al antiguo territorio. Bajo el dominio persa los judíos
recibieron una considerable autonomía. Reconstruyeron las murallas de Jerusalén y
codificaron la ley mosaica, la Torá, que se convirtió en el código de la vida social y la práctica
religiosa.44
A la dominación persa, le siguió el gobierno griego cuando Alejandro Magno conquistó la
región en el 333 a. C. Los sucesores de Alejandro, miembros de la dinastía Tolemaica de
Egipto y de la Seléucida de Siria, continuaron gobernando la zona. Estos últimos intentaron
imponer la cultura y religión helenística a la población. En el siglo II a. C., sin embargo, los
judíos, dirigidos por la familia de los Macabeos, se rebelaron y organizaron un estado
independiente (entre el 141 y el 63 a. C.) que sería llamado o conocido como el Reino
Asmoneo hasta que Cneo Pompeyo Magno conquistó el Reino Asmoneo para Roma y la
convirtió en una provincia gobernada por dirigentes judíos cambiando su nombre a Provincia
de Judea. Durante el reinado del rey Herodes el Grande (desde el 37 hasta el 4 a. C.),
nació Jesús de Nazaret, figura central del cristianismo.
Estallaron dos revueltas judías contra la dominación romana (del 66 al 73 d. C. y del
año 132 al 135), pero fueron reprimidas. Después de la segunda, la destrucción de Jerusalén
y la dura represión sobre los judíos provocó su diáspora hacia otros territorios. Según algunos
autores el territorio de la provincia de Judea pasó a llamarse Palestina con el fin de desligar a
los judíos del territorio. Prohibiéndoseles, además, entrar en la ciudad de Jerusalén que fue
renombrada Aelia Capitolina.
La región, ahora conocida como Palestina, recibió una atención especial cuando el emperador
romano Constantino I el Grande legalizó la actividad de la hasta entonces perseguida Iglesia
cristiana en el año 313 a través del denominado Edicto de Milán. Su madre, Elena,
visitó Jerusalén. Palestina, considerada la Tierra Santa, se convirtió en el centro de las
peregrinaciones cristianas. La consecuencia de esto fue una época de prosperidad, seguridad
y desarrollo de la actividad cultural. La mayor parte de la población se helenizó y cristianizó.
No obstante, el gobierno bizantino fue interrumpido durante una breve ocupación persa (614-
629) y finalizó por completo cuando los ejércitos musulmanes conquistaron Jerusalén en el
año 638.
Jerusalén es ciudad santa para los judíos pero también para los musulmanes ya que la tradición sitúa
aquí el punto donde Mahoma ascendió al cielo. En la imagen la Mezquita de la Roca que alberga el
punto exacto.