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poe El Virreinato del Rio de la Plata ee a comienzos del siglo x1x = Soe ed Entre 1806 y 1807 se produjeron dos invasiones briténicas al Riod la Plata, Estos acontecimientos contribuyeron a desacreditar autoridades espafiolas, que no actuaron eficazmente en i a ciudad. En cambio, los habitantes de Buenos Aires se organizaros militarmente y salvaron at Rio de la Plata del dominio inglés. Esto les permitié reconocer su capacidad para gobernarse. Una ciudad mirando al rio Como ya estudiaron en el capitulo 6, en 2776 las reformas borbénicas convirtie- on a Buenos Aires en capital del nuevo Virreinato del Rio de la Plata. Dos afios después, Espafia autorizé la apertura del puerto, pero mantuvo el monopolio co- ‘mercial. Estos cambios, sin embargo, no modificaron sustancialmenteel aspecto- dela ciudad ni las costumbres de sus habitantes. Acomienzos dei iglo xix, Buenos Aires era una ciudad pequefa, muy expuesta @ ataques o invasiones, ya que carecia de fortificaciones y murallas. El edificio ‘mas Importante era el fuerte, ubicado en el actual sitio de la Casa de Gobierno, donde residia el vitrey. Otro edificio representativo del poder colonial era el Ca- bildo, donde se reunian las autoridades de la ciudad y funcionaba la carcel local. La mayor concentracién de poblacién se haliaba al sur de la Plaza Mayor (ac- ‘tual Plaza de Mayo}, en el actual barrio de Monserrat. Alli habian levantado sus casas los integrantes de la elite portefia, compuesta sobre todo por familias de comerciantes. Se calcula que la poblacién total de la ciudad apenas superabalos 40.009 habitantes. Cambios en el contexto internacional Desde fines del siglo xvi, la allanza de Espafa con Francia la habla convertido en enemiga de Gran Bretafia. En 2805, laflota franco-espafiola fue derrotada por cancatura quemuestaa Napolesny aivey "2 2"Mada briténica en la batalla de Trafalgar. Como consecuencia, se confrmé inglés compitiendo porelreparto éelmungo, &! poder inglés en los mares y Espafa perdié el control de las comunicaciones representade porelbudinguecortanen | _maritimas con sus colonias. sebanadas. Sin embargo, Napoleén puso en dificultades al comercio briténico en Europa al deciarar el blaqueo continental. Ante esta situacién, Gran Bretafa debi6 buscar nuevos mercados en otros lugares del ‘mundo. Por eso, en 1806 fuerzas britanicas se apoderaron dela colonia holandesa de Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de Africa, lugar estratégico para las relaciones comerciales entre ese continente y Asia. En la ciudad del Cabo, algunos militares ingleses idearon el plan de invasién de Buenos Aires, ciudad puerto donde el mo- nopolio espafiol perjudicaba los intereses de os comerciantes britanicos. De esta manera, se unian dos objetivos, el military el econémico, Segin este plan, Gran Bretafla ganariauna base militar para la expansién desu comercioy, a lavez,golpeariaa Espatiaen un punto débil de su imperio colonial. | t : | i z APRA HEE CLAVES 2 hnvasonesInteses La primera invasion inglesa fe ouisene tt Elcomandante britanico de Ciudad del Cabo, sir David Baird, y algunos militares OEFENSA decidieron organizar una expedicién para ocupar Buenos Aires Sin autorizacion — ASOMOA de la Corona inglesa, 1.600 hombres al mando de sir Home Popham y William Carr Beresford partieron en abril de 2806. Los jefes ingleses suponian que seria una conquista facil, ya que obtendrian el apoyo de los criollos a través de la li- bertad de comercio. El 25 de junio las tropas inglesas desembarcaron en Quilmes, al sur de la ciu- dad de Buenos Aires. Ante las noticias del avance inglés, el virrey Sobremonte abandoné la ciudad, rumbo a Cordoba, para buscar refuerzos militares. Esta de cislén del vieray dej6 alos habitantes de Suenos Aires sin una autoridad que or ganizara los exiguos recursos militares de que dispontan. = Favorecidas por el desconcierto que produjo la ausencia del virrey, las tropas de Beresford ocuparon la ciudad el 28 de junio. Las autoridades espafiolas, tanto civiles como religiosas, no ofrecieron resistencia yjuraronfidelidad al monarca inglés Jorge il. Para que los invasores no confiscaran bienes privados, entregar ron parte de los caudales reales y los depbsitos militares. En cambio, la mayorla de los criolios no acepts la presencia inglesa,en la que velan otra forma de do- minacién colonial Beresford se proclamd gobernador de la ciudad y dio a conocer un bando diri- gido ala poblacién de Buenos Aires. En ese documento aseguré que mantendria a los funcionarios y magistrades en sus puestos, respetaria la celigion catolica yy no favoreceria los planes de independencia. Ademés, estableci6 la libertad de comercio con bajas tasas aduaneras y redujo los impuestos que gravatar las ex: portaciones de cueros. La Reconquista de Buenos Aires ‘Mientras la ciudad se hallaba ocupada por los ingleses, el capitan de navio San- tiago de Liniers (de nacionalidad francesa, pero al servicio de Espata), el mili tar criollo juan Martin de Pueyrredén y el comerciante espafiol Martin de Alzaga organizaron tropas. Liniers buscé ayudaen la Banda Oriental (actual Uruguay), donde reunié unos 3.000 hombres. Con ellos desembarcé el 3 de agosto cerca de San Fernando, al norte de la ciudad. El 22 de agosto, las tropas de Liniers entraron a la ciu- dad parainiciarla Reconquista. Los habitantes de Buenos Aires se sumaron a la lucha en las calles del centro y en lazonadel Retiro. Finalmente, los briténicos se rindieron, Ante la ausencia del virrey, los vecines celebraron un Cabildo Abierto el 14 de agosto. Decidieron, entonces, que ef mando militar recayera en Liniers y la autoridad politica en el presidente de la Audiencia, Como era posi- ble una nueva invasién, Liniers dispuso la obligacién de prestar servicio de armas para todos los varones de 26 a so aflos y organiz6 cuerpos de mi Caricaturainglesa sobre lesinvasiones al Rio Ge ia Plata La imagen muestraa Whitelocke egracade luego desu rencicién ante las nilicias porteias. CET Rio de to Plate La segunda invasion al Rio de la Plata En febrero de 1807, una nueva expedicién inglesa,integrada por unos 12.000 hom bres, al mando del brigadier Achmuty, se apoder6 de Montevideo. De esta ma nera, los militares y comerciantes britanicos dispusieron de una base para sus actividades comerciales y, a la vez, para planear un futuro ataque a Buenos Aires. Sobremonte, quien habla vuelto a ocupar su lugar de virrey, no opuso resis- tencia alguna. Par es0, el 10de febrero los habitantes de Buenos Aires exigieron su deposiciéa frente al Cabildo. Una junta de guerra, es decir, integrada por los altos jefes militares, decidié destituira Sobremonte y reponer a Liniers en el mando military a la Audienciaen el gobierno E128 de junio, unos 8.000 soldados ingleses, al mando del teniente general John Whitelocke, desembarcaron en el puerto de Ensena- da, aun mas al sur que el arribo de Beresford en Ia primera inva- sin Liniers intent6 detanerlos pero fue vencido, primero enla zona del Riachuelo y luego en los Corrales de Miserere (actual plaza Once). ‘ante el avance inglés, Liniers y el alcalde del Cabildo Mar- tin de Alzaga prepararon a los habitantes de la ciudad parala defensa, Cuando las tropas invasoras penetraron en la ciudad el 5 de julio, toda fa poblacién colaboré con las milicias en la lucha en las calles y desde las casas, El7 de julio, Whitelocke se rindié, sin haberse apoderado de la ciudad. Las consecuencias de las invasiones Las invasiones inglesas pusieron en evidencia la fragilidad del orden colonial El comportamiento sumiso de las autoridades espatiolas frente alos invasores y Ia faita de fuerzas militares suficientes mostraron las dificultades de la Corona espafiola para controlar el Rio de la Plata, Las autoridades locales, como el Cabildo, o figuras clave en la defensa de la ciu- dad, como Alzaga o Linters, adquirieron prestigio ante la sociedad. En cambio, la autoridad virreinal quedé totalmente desprestigiada por la conducta del virrey Sobremonte, Su destitucién por una junta de guerra constituyé un hecho inédito en la América espariola, ya que hasta entondes solo el rey podianombrar yremo- ver a este ripo de funcionarios. Por otra parte, la militarizacién de la ciudad por medio de la formacién de mili- cias favorecié a los criollos, que asi ad. quitieron poder militar y capacidad de decisién en cuestiones antes reservadas a los peninsulares, Para el sostenimien- to de estos cuerpos militares se dispuso de parte del dinero que hasta entonces iba.a€spafi. En materia econémica, la experiencia, del libre comercio dispuesto por los in- gleses en Buenos Aires y Montevideo au- ment6 los reclamos a favor de este sis- temay el rechazo al monopolio espafiol. El virreinato de Liniers Tras la la victoria sobre los ingleses, un Cabdildo Abierto reunido en Buenos Aires designe a Santiago de Liniers como virey provisorio del Rio de a Plata. A princ- pios de 1808, el rey Carlos IV confirmé este nombramiento. Al poco tiempo, se inicié la invasion napoleénica a Espafia. Esta situacion exter- na dificulté la gestién de Liniers, quien por su origen francés fue acusado por los integrantes del Cablldo de querer entregarel virreinato a Napolesn. Los problemas de Liniers se agravaron cuando la corte por:uguesa se establecié en Rio de Janiero. Desde alli, la infanta Carlota Joaquina, espesa del regente portugués y hermana de Fernando VII, reclame su derecho a gobernar los dominios espajtoles en América. Como consecuencia de los sucesos de la épaca se formaron dos grupos politicos. ElTlamado Partido de la Independencia, integrado por criollos como Juan José Cas- tell, Manuel Belgrano ¢ Hipdlito Vieyres, scaba apayo inglés para separarse de Espafia. Incluso estaban dispuestos a aceptar una monarquia encabezada por Car- Jota Joaquina. En cambio, el grupo encabezado por Martin de Alzagae integrado por una mayoria de peninsulares y unos pocos criollos pre- tendia formar una junta bajo control de los espafioles. lade enero de 1809, dia de recambio de las autorida- des del Cabildo, los integrantes de esa institucién, apoya- dos por las milicias espafiolas, produjeron una asonada* contra Liniers, Las tropas rodearon la Plaza de la Victoria (hasta 1808, Plaza Mayor) para pedir la renuncia del virrey ylacreacién de una junta. Aunque Liniersofrecié su renun: cia no pudo ser destituide porque recibié ayuda militar por parte de Cornelio Saavedra, comandante de la milicia crio- lla de Patricios, y el apoyo del Partido de la Independenci enemigo de los cabildantes. A los pocos dias, las autorida: des espatiolasjuraron fidelidad ala junta Central de Sevilla, y. como castigo, las millcias espafiolas que participaron de la asonada fueron disueltas. De este modo, las milicias crio- Has aumentaron su poder frente a las milicias espafiolas y el Cabildo. CAMBIOS Y PERMANENCIAS Lean el siguiente fragmento de un documento y luego respondan, i i i con Ae rest “ASONAOA: Protesta vidlenta contra ‘las autoridades que no tiene el ‘cardcter dé una revolucién. EI Cabildo de Buenos Aires acomienzos del siglo xixestabe en manos de comerciantes ligados ai monopoly alosintereses del puerto de Cécis, ultima centro de resistencia ‘espafolaa la invasién napolednica. BB U6 dispuso el gobernador inglés mediante esta proclama? BB or qué creen que Beresford dijo: “asta que se sepa la voluntad de su Majestad Briténica’? FB Nombren los actores sociales que se beneficiaban con esta decision. Expliquen porque. EB quienes se perjudicaban con esta decisién? justifiquen su respuesta BB 2qué consecuencias tuvo esta megidaalfinaizarlas invasiones inglesas?

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