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APURIMAC
La cultura
2006
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2
LA CULTURA
6
costumbres y cualquiera de los hábitos y
capacidades adquiridas por el hombre en cuanto
miembro de la sociedad."
Agregando que:
"La condición de la cultura en las diversas
sociedades de la especie humana, en la medida en
que puede ser investigada, según principios
generales, es un objeto apto para el estudio Leslie
White Leslie White Leslie White de las leyes del
pensamiento y la acción humanos" (6).
El concepto formulado por Tylor tiene la gran
cualidad de ser inmensamente amplio y
circunscrito a la vez, lo cual permite innumerables
variantes, según el énfasis que se desee poner en
cualquier aspecto de la cultura, es decir, de todo lo
que significa las diferentes aptitudes y hábitos
adquiridos por el hombre en la vida social. Así, por
ejemplo, otro famoso antropólogo, Melville
Herkovits, ha caracterizado también la cultura
como "algo que puede ser aprendido, estructurado
analizado y divisible en diversos aspectos, algo
dinámico y variable que emerge de todos los
componentes de la especie humana" (77). Por su
parte, Leslie White dice: "Cultura es el nombre de
un orden o clase distinto de fenómenos, es decir, de
cosas y acontecimientos que dependen del ejercicio
de una habilidad mental peculiar de la especie
6
Tylor, Sir Edward Burnett: The Origins of Culture. Harper &
Brothers Publishers. Nueva York. 1958. p.1.
7
Herskovits, Melville J.: El hombre y sus obras. Fondo e
Cultura Económica. México, 1969. Cap. II. Pp.35 y 743-745.
7
humana, que hemos llamado simbolización" (8). En
tanto que Clyde Kluckhohn, en una de sus
definiciones, la entiende como "todos los modos de
vida históricamente creados, explícitos como
implícitos, racionales y no racionales, que existen
en cualquier tiempo determinado como guías
potenciales del comportamiento de los hombres"
aunque la concibe también como "la parte del
ambiente hecha por el hombre" (9). Así como éstas,
son innumerables las definiciones y la literatura
antropológica escrita sobre el concepto de cultura
que difieren no sólo en los alcances que se confiere
al concepto sino también en sus orientaciones
teóricas. Prácticamente no hay antropólogo que no
haya tenido que discernir o escoger un concepto
funcional de cultura acorde con su formación y su
manera de pensar en las realidades que le
preocupan.
En todo caso y como quiera que se tomen las
definiciones, en todas ellas se entenderá
necesariamente que la cultura es un fenómeno
social, es decir, algo más que un fenómeno
biológico, que si bien tiene base biológica se
trasmite de cerebro a cerebro a través de la
información y la comunicación y que se puede
observar, analizar y comprender como un sistema,
puesto que constituye un todo estructurado,
funcional y racionalizable. La cultura, como ya se
8
White, Leslie A.: La ciencia de la cultura. Un estudio sobre el
hombre y la civilización. Paidós. Buenos Aires, 1964. p. 337.
9
Kluckhon, Clyde: "The Concept of Culture". En: Ralph Linton
(Ed) The Science of Man in the World Crisis. Columbia
University Press. Nueva York, 1963. pp. 78-106.
8
dijo, incluye los conocimientos, técnicas, ideas,
creencias, hábitos y valores heredados. Si bien hay
quien sostiene que la cultura no incluye os objetos
materiales, éstos, como resultado de los actos, se
consideran formas de la cultura explícita. En todo
caso, son necesariamente productos culturales
-cultura material- y objeto de estudio de algunas
disciplinas como la arqueología y la historia de la
técnica (10).
Radcliffe-Brown, uno de los investigadores más
connotados de la antropología social británica, al
referirse a esta discrepancia en el uso del término
cultura escribe:
"… los antropólogos utilizan la palabra 'cultura' en
muchos sentidos diferentes. Creo que algunos la
utilizan como equivalente a lo que yo llamo forma de
la vida social" (Radcliffe-Brown, 1969:31).
10
Muchas de estas preocupaciones por el concepto y sentido
de la cultura propuestas por los más destacados filósofos,
humanistas, antropólogos, historiadores, sociólogos y otros
estudiosos, han sido recogidas por Alfred Kroeber y Clyde
Kluckhohn en un extraordinario trabajo que tiene por título
Culture, a critical reiew of concepts and definitions (1963),
hacen un recuento histórico y un análisis crítico de 161
definiciones de cultura, trazan la historia del término, recogen
los conceptos según el énfasis de sus contenidos, histórico,
normativo, psicológico, funcional, estructural y de otros
géneros; exponen consideraciones sobre el carácter y
significado de la cultura en cuanto a sus relaciones con la
naturaleza, la sociedad, sus significados en la sociología, la
psicología, el lenguaje, los individuos, el entorno y los
artefactos, para efectuar el sumario y las conclusiones sobre
las particularidades de los conceptos y todo cuanto tiene
efecto en sus relaciones con el término.
9
Pensamos, en efecto, que esta equivalencia a la que
se refiere R-B viene a ser una de las definiciones
más claras y totalizantes de cultura, esto es, como
las formas de la vida social.
En el orden epistemológico, una pregunta que no
puede dejar de inquietarnos es: ¿qué clase de
realidad posee la cultura? Pregunta que ha dado
lugar a diferentes respuestas y naturalmente a
discusiones, planteamientos y propuestas que sería
largo referir aquí, pero que pueden ser agrupados
en tres clases de enfoques diferentes, uno
denominado superorgánico, otro conceptualista y
un tercero realista.
El enfoque superorgánico, propuesto y sustentado
principalmente por Alfred Kroeber, entiende a la
cultura como a una súper realidad que existe por
encima y más allá de sus portadores individuales y
establece sus propias leyes, que no se debe
confundir con el hecho generalmente aceptado de
que la cultura es supraorgánica, esto es, que no
está directa e inmediatamente sujeta a las leyes
biológicas.
Según el enfoque conceptualista, la cultura no es
una entidad per se sino el concepto que usan los
científicos sociales para relacionar y unificar
conceptualmente una gran variedad de hechos que
de otro modo permanecerían separados y no
podrían ser relacionados y discernidos y, según el
criterio realista, es tanto un concepto como una
realidad empírica; es un concepto porque es la
principal teoría explicativa del objeto fundamental
de la ciencia antropológica y es una realidad
10
empírica porque el concepto está reflejando la
forma en que realmente están organizados ciertos
fenómenos que se agrupan bajo su contenido.
Partiendo del hecho de que la cultura es algo
observable, comprensible y analizable se aclara la
cuestión de la naturaleza substancial de la cultura.
12
podríamos llamar una racionalidad universal, como
los valores e instituciones, patrones y costumbres
que contribuyen a la supervivencia de la especie y a
la integridad de cada grupo social. El relativismo
cultural se justifica como una posición
metodológica en la investigación de culturas
específicas y para ello resulta de gran ayuda, mas
no como principio orientador en la teoría
antropológica, puesto que negaría la adopción de
valores de otras culturas que se consideren
ventajosos. Además, como dice Erich Fromm, el
relativismo no puede admitir lógicamente que sea
la propia cultura la que distorsione el desarrollo de
sus miembros porque niega que haya criterios
realmente válidos para el enjuiciamiento de las
demás culturas. Eso significaría que sólo son los
individuos los que pueden ser inadaptados y no las
culturas. Gravísimo problema para el cambio
cultural dirigido.
Los universalistas sostienen que todos los seres
humanos comparten la misma naturaleza, la cual
requiere de los mismos principios y valores para su
expresión. Si los individuos tienen o siguen valores
diferentes no es por que sus naturalezas sean
diferentes sino porque no cumplen con la
naturaleza que poseen en común. Sostiene
Kluckhon que todas las culturas son esencialmente
respuestas específicas a las mismas exigencias que
plantean la biología y las generalidades de la
condición humana. Las pautas de vida de cada
sociedad deben ofrecer modos aprobados y
sancionados de afrontar circunstancias tan
universales como la existencia de dos sexos, la
13
desvalidez de los niños pequeños, la necesidad de
requisitos biológicos como la alimentación, etc. Del
mismo modo hay ciertas necesidades de la vida
social para esta clase de animal que no importan
para el caso donde se las viva o a qué cultura
pertenezcan. La cooperación para la adquisición de
los elementos imprescindibles parta la subsistencia
o para otros fines requiere de un mínimo de
conducta recíproca, de un sistema común de
comunicaciones y, por cierto, de valores
mutuamente aceptados. Los hechos de la biología
humana y el carácter gregario de la especie lo
proporcionan determinados puntos de referencia
invariables a partir de los cuales puede iniciarse la
comparación intercultural (11)
Algunas de las características que Robert Redfield
sostiene como universales de la cultura son:
-todas las culturas establecen límites morales a la
violencia;
-todas plantean algún tipo de sentimiento de
lealtad;
-todas poseen ciertas formas de ganarse la vida;
-todas tienen sistemas familiares y de parentesco
calificados que generan sentimientos y
dependencias;
-todas tienen alguna concepción del universo y del
lugar que en él ocupa el hombre;
-todas tienen un código moral;
11
Kluckhon, Klyde: Antropología. Fondo de Cultura Económica
(Breviarios). Mexico, 1962. Cap. II.
14
-todas son creativas más allá de la llana y lisa
supervivencia.
George Murdock es más explicito y ha elaborado
una lista alfabética de un número
sorprendentemente grande de elementos que son
comunes a todas las culturas conocidas,
comenzando por la clasificación de los individuos
por edades, las formas de medir el tiempo, las
creencias mitos y rituales, las restricciones
sexuales, la diferenciación de los niveles sociales,
las formas de curar, la fabricación de
herramientas, etc ( ).
12
18
los cuales se destacan las relaciones sociales y los
productos pero también otros elementos más
sutiles como el arte y la religión- son elementos
constitutivos del pensamiento humano y no
simples accesorios. En este sentido, el sistema
nervioso humano depende inevitablemente del
acceso a estructuras simbólicas públicas para
elaborar sus procesos autónomos: no hay
pensamiento sin comunicación y no hay
comunicación sin información, inclusive biológica.
Es decir, contrario sensu, la identidad del ser
humano no sólo se piensa, sino que "se
experimenta" (13).
17
Steward, Julian: Theory of Culture Change. Un iversity of
Illinois Press. Urbana, 1855.
Kaplan, D. and R. Manners: Culture Theory. Prentice-Hall.
Englewood Cliffs N.J.1972
23
entonces cuando se objetivan las realizaciones
colectivas y nos referimos a ellas como a "una"
cultura concreta, que existe o que ha existido en un
determinado tiempo y lugar. Así hablamos de
cultura minoica o de cultura incaica y ampliando
más los alcances del término podemos hablar de
civilización occidental o de civilización andina,
porque la civilización no es otra cosa que el grado
máximo de desarrollo y complejidad de la cultura.
En los dos primeros ejemplos se aplica el concepto
a dos formas de vida y expresiones peculiares de
sociedades que han existido en distintas épocas de
la historia y en diferentes lugares del planeta, en los
últimos a las manifestaciones culturales de dos
diversos conjuntos de sociedades de Occidente y de
América que estuvieron caracterizados por notorias
tendencias y rasgos culturales en sus respectivos
procesos de desarrollo.
Acerca de la naturaleza, relaciones y
correspondencias que se refieren a los conceptos de
sociedad y cultura, de manera muy sucinta se
puede establecer las siguientes premisas:
1. La sociedad no es condición exclusiva de la
especie humana, puesto que existen sociedades de
animales que tienen por objeto la misma función
primordial: la supervivencia de los individuos de la
especie.
2. La condición social es necesariamente previa a la
existencia de la cultura, ya que la cultura como
resultado del aprendizaje y de la acumulación de
información es consecuencia de la interacción
social.
24
3. Tampoco la cultura es atributo exclusivamente
humano. Está bien documentada la existencia de
cultura animal, y las diferencias entre la cultura
humana y la cultura animal no son de orden
cualitativo sino de grado cuantitativo. Pero existe
una enorme distancia entre el psiquismo y las
formas de cultura animal y el pensamiento humano
como resultado del lenguaje simbólico y la
capacidad de abstracción.
4. Sociedad y cultura no son sinónimos. En la
esfera de lo humano la sociedad es un pueblo, un
conjunto orgánico de individuos en interacción.
Mientras que una cultura consiste no en el grupo
propiamente sino en sus modos de pensar y actuar,
esto es, en el comportamiento social. Por tanto, una
sociedad es un conjunto de individuos que obra de
acuerdo con su cultura.
5. La cultura es el resultado de la interacción entre
los individuos de los grupos humanos cuanto de los
grupos humanos y la naturaleza exterior.
6. Son las necesidades humanas, sociales e
individuales, las que originan el dinamismo de la
cultura.
18
Adaptación, como en la evolución orgánica, es un concepto
clave en el estudio de las formas de vida social de los seres
humanos. La estabilidad de todo sistema cultural depende, en
primer lugar, de su efectividad en la adaptación y, luego, de la
eficacia con que se realiza la transformación del medio que lo
rodea. En otras palabras, el desarrollo de la cultura como una
espiral creadora está determinado por una dinámica
permanente de acción y reacción entre la adaptación al medio
y la transformación de la naturaleza
26
"Las predisposiciones genéticas se introducen en la
cultura, ésta afecta a la supervivencia y a su vez la
supervivencia y la reproducción determinan qué
genotipos se extienden entre la población. En otras
palabras, existe un abrumadoramente complejo
intercambio entre la transmisión genética y la
cultural (19)."
No fue precisamente en el campo de la antropología
donde se produjo el renacimiento del interés por la
evolución cultural del hombre sino en los campos
de la biología, donde algunos investigadores se
dieron cuenta de la importancia potencial del
mecanismo socio genético que permite al hombre
trasmitir información a través de las generaciones.
Fue Julian Huxley quien ya en 1929 empezó a
llamar la atención sobre este nuevo horizonte ( 20). Le
siguieron biólogos como Waddington, Sinnott y
Needham, entre los más destacados.
En su libro El animal ético, escribe C.H.
Waddington:
"Los individuos de la especie Homo sapiens
muestran, por supuesto, la misma estructura
biológica que los demás animales. Del mismo modo
que sus parientes subhumanos transmiten
información genética a través de sus gametos de una
generación a la siguiente, y esto proporciona la
materia prima por medio de la cual la selección
19
Waal, Frans de: El simio y el aprendiz de suchi. Reflexiones
de un primatólogo sobre la cultura. Paidós. Barcelona, 2002.
pp. 228-229
20
Huxley, Julian S.: Evolution and Ethics. Pilot Press Harper.
Nueva York, 1947. p. 185
27
natural lleva a cabo la selección darwiniana. Pero,
además de este mecanismo biológico de la
transmisión hereditaria, el hombre ha desarrollado
otro sistema de transmitir información de una
generación a la siguiente. Dicho sistema consiste en
el proceso de la enseñanza y el aprendizaje social y
constituye, en realidad, un segundo mecanismo por
medio del cual opera la evolución, al que denomino
sociogenético (21)."
Cada vez queda menos duda de que los genes
aseguran que una cultura es adquirida, aunque no
directamente transmitida. La capacidad para
adquirir cultura, como asume Dobzhansky, es una
característica genética de la especie. Al modificarse
la cultura por el ambiente se inducen también
modificaciones en los genes. Asimismo nos explica
este destacado evolucionista que la herencia
biológica se lleva en los genes y es transmitida de
padres a hijos en línea directa, en tanto que la
herencia cultural se transmite por la enseñanza-
aprendizaje o por imitación y es independiente de la
descendencia. Una cosa es clara, los cambios
histórico-culturales son mucho más rápidos que los
genéticos, como el hecho de que las diferencias
entre padres e hijos son más culturales que
genéticas. Pero, como quiera que sea, existe una
interrelación entre ambas herencias (22).
21
Wadington, C.H: El animal ético. Eudeba. Buenos Aires,
1963. pp.30-31
22
Dobzhansky, Theodosius: "El Problema de la evolución
humana" En: Alfredo Méndez (Ed.) Antropología
contemporánea. La antropología y las ciencias naturales.
Universidad del Valle. Guatemala. 1974.- "La base genética de
la evolución" En: H. Blume (Ed.) Psicología fisiológica.
28
En suma, como escribe Carlos París, la cultura
viene a ser un proceso que culmina en la realidad
humana y el análisis de la evolución biológica nos
permite comprenderlo como desarrollo y
desembocadura de la vida en la condición humana
(23).
Los memes
Richard Dawkins en El gen egoísta (The selfish
gene. 1976) formula su tesis sobre la existencia de
losmemes, un nuevo tipo de unidades de
transmisión cultural o entidades auto-replicativas
que se propagan de cerebro a cerebro mediante el
proceso de imitación, "proliferando y
darwinizándose en el río de la cultura" (24). Con el
término memes Dawkins quiere destacar por una
parte cierta analogía con el término genes
-introducido en 1909 por Wilhelm Johannsen para
designar las unidades mínimas de transmisión de
herencia genética- y por otra parte subrayar
también una cierta similitud con memoria y con
mimesis.
Según Dawkins, nuestra naturaleza biológica se
constituye a partir de nuestra información genética
articulada en genes, mientras que nuestra cultura
se constituye por la información acumulada en
nuestra memoria y captada generalmente por
25
Williams, George C.: "Un paquete de información" en: Jonh
Brockman (editor) La tercera cultura. Más allá de la revolución
científica. Tusquets Editores, Barcelona, 2000. p. 39
30
Mente y cultura (26)
De acuerdo con Rodolfo Llinás, uno de los líderes de
la neurociencia moderna, el primer paso para
explorar desde el punto de vista científico cómo
evolucionó la mente es rechazar la premisa que ésta
apareció súbitamente como "resultado de una
intervención espectacular". La mente, o el "estado
mental", es producto de los procesos evolutivos que
han tenido lugar en el cerebro de los organismos
dotados de movimiento y apareció para permitir las
interacciones predictivas entre las criaturas vivas y
su medio, porque para moverse con seguridad en el
medio ambiente una criatura, cualquiera que sea,
debe prever el resultado de cada movimiento sobre
la base de los datos que le llegan de los sentidos.
Por lo tanto, para Llinás la capacidad de previsión
es probablemente la función primordial del cerebro,
hasta el punto de que podría decirse que el "sí
mismo" (self) es el centro de la predicción que surge
de los sistemas motores del cerebro ( 27). Escribe
Llinás:
"Desde mi perspectiva monista, el cerebro y la mente
son eventos inseparables. Igual importancia tiene
entender que la "mente", o el estado mental,
26
El genial humorista estadounidense Ambrose Bierce (1842-
194) en su Diccionario del Diablo define la mente como:
Misteriosa forma de la materia segregada por el cerebro. Su
principal actividad parece consistir en el esfuerzo por
determinar su propia naturaleza, tentativa que parece fútil,
puesto que la mente, para conocerse, no dispone de otra cosa
que sí misma
27
Llinás, Rodolfo R.: El cerebro y el mito del yo. El papel de las
neuronas en el pensamiento y el comportamiento humanos.
Grupo Editorial Norma. Bogotá .Colombia, 2003
31
constituye tan solo uno de los grandes estados
funcionales del cerebro en los que se generan
imágenes cognitivas sensomotoras, incluyendo la
autoconciencia (28)."
Por su parte Steven Mithen, profesor de arqueología
de la Universidad de Reading, en su
libroArqueología de la mente, se refiere a la
evolución de la mente humana como un largo y
escalonado proceso -sin meta ni dirección
predestinadas- que ha necesitado varios millones de
años para llegar al estado que actualmente ostenta
nuestra especie. Sostiene que no se puede alcanzar
a comprender la inteligencia humana y, con ello, a
comprendernos a nosotros mismos, sino
averiguamos como ha nacido y ha evolucionado la
mente. Acudiendo a la paleoantropología y a la
psicología cognitiva, Mithen propone la historia del
nacimiento y evolución de la inteligencia humana
como una historia que comienza hace unos seis
millones de años, con un simio cuyos descendientes
evolucionaron en dos direcciones divergentes, una
de las cuales condujo hasta los humanos
modernos. Un segundo acto -dice- se inició hace 4,5
millones de años con el primer productor de
utensilios de piedra, y el tercero se desarrolló entre
1,8 millones y 100.000 años, cuando apareció el
Hommo sapiens, sapiens y fue cuando se produjo
una explosión cultural de la que nacerían el arte, la
religión y la ciencia: un momento de asombrosa
creatividad para el que Mithen traza una nueva y
28
Ibidem, p.1
32
fascinante historia de la mente y del conocimiento
(29).
Steven Pinker, filólogo y catedrático del
Massachusetts Institute of Technology, dice que el
concepto de "mente" ha venido desconcertando
desde que las personas empezaron a reflexionar
sobre su pensamiento y sus sentimientos. La propia
idea de mente -subraya- ha generado
contrasentidos, paradojas, supersticiones y
singulares teorías en todos los tiempos y en todas
las culturas.
"Pero a partir de la revolución cognitiva de los años
cincuenta todo cambió. Hoy es posible entender los
procesos mentales e incluso estudiarlos en el
laboratorio. Y con una concepción más firme del
concepto de mente vemos que muchos principios de
la Tabla Rasa que en su momento parecían
tentadores, hoy resultan innecesarios e incluso
incoherentes… (30)"
Pinker desarrolla cinco ideas o principios de la
revolución cognitiva que han cambiado las formas
de pensar y hablar sobre la mente. La primera: el
mundo mental se puede asentar en el mundo físico
mediante los conceptos de información,
computación y retroalimentación, por lo que
también la llama teoría computacional de la mente.
Como segunda idea se refiere al hecho de que la
mente no puede ser una tabla rasa, porque las
29
Mithen, Steven: Arqueología de la mente. Ed. Critica
(Dakontos). Barcelona , 1998. Contratapa
30
Pinker, Steven: La tabla rasa. La negación moderna de la
naturaleza humana. Paidós. Barcelona, 2003. p.61.
33
tablas rasas no hacen nada. En la tercera explica
como se puede generar una variedad infinita de
conducta mediante unos programas combinatorios
finitos de la mente y el ejemplo más claro -señala-
es la revolución chomskiana del lenguaje, del
lenguaje como la personificación de la conducta
creativa y variable. La cuarta: bajo la variación
superficial entre las culturas puede haber unos
mecanismos mentales universales, explica como los
seres humanos hablan más de seis mil lenguas
mutuamente incomprensibles y, no obstante, todas
las lenguas pueden servir para comunicar los
mismos tipos de ideas porque todas están cortadas
bajo el mismo patrón. Los estímulos y las
respuestas pueden diferir pero los estados mentales
son los mismos, con independencia de que en
nuestro idioma se puedan o no expresar
perfectamente. En la quinta idea manifiesta lo
siguiente: la mente es un sistema complejo
compuesto de muchas partes que interactúan y hoy
sabemos que la mente no es un orbe homogéneo
dotado de poderes unitarios o de rasgos uniformes:
"La mente es modular -subraya- con muchas partes
que cooperan para generar un pensamiento
hilvanado o una acción organizada".
En este libro realmente sorprendente Pinker explora
la idea de la naturaleza humana y de sus aspectos
éticos emocionales y políticos. Demuestra la
inexistencia de los tres famosos dogmas
entrelazados en "la tabla rasa", como son 1) que la
mente no tiene características innatas, 2) el dogma
del "buen salvaje" (la persona nace buena y la
sociedad la corrompe) y 3) el "fantasma de la
34
máquina" ("todos tenemos un alma que toma
decisiones sin depender de la biología"). Dogmas
que sobrellevan cada uno una carga ética que no
corresponde a la realidad de la condición humana
que viene develado la ciencia.
Podemos concluir entonces con la definición que
empezamos: la cultura no es otra cosa que el
contenido total de la mente.
35
“La cultura, como resultado de la
interacción entre los grupos sociales y la
naturaleza exterior y de esos grupos con
otros grupos sociales, se revela como un
conjunto de rasgos y productos de la
actividad social que denotan la
especificidad de un grupo social”
F. S. Santisteban
36