Investiga acerca del origen y evolución de nuestra Lengua y describe ambos
procesos en forma de relato. O sea, vuelves a contar la historia, pero a tu
manera. El idioma español es de origen latín que era la lengua de Roma. En el año 218 a.n.e. los romanos comenzaron a conquistar las penínsulas Ibérica que se mantuvo como una provincia del imperio durante seis siglos. Se mezclaron los invasores con los naturales del país que hablaban diferente lengua debido a esto terminaron hablando el latín vulgar. En el siglo v el imperio romano fue destruido por pueblos barbaros que venían del norte y centro de Europa. Una rama de esos pueblos, los visigodos invadieron a España y lo dominaron por tres siglos, pero no acabaron hablando la misma lengua todo lo contrario los visigodos aprendieron a hablar el latín modificándolo a su modo. Una influencia notable en los cambios del latín vulgar que e hablaba en Iberia la ejercieron los pueblos del norte de África que invadieron a España en el comienzo de siglo VIII, vencieron a los visigodos y ocuparon la mayor parte del territorio. Esto pueblos, que hablaban lengua árabe, vivieron juntos en la península en distintas ciudades y regiones. Su cultura era superior a la cultura española en muchos aspectos esto permitió que asimilaran en su conversación muchas palabras en lengua árabe que favorecieron su lenguaje. Varios siglos después aquel latín vulgar que impusieron los romanos había evolucionado tanto que se convirtió en leguas diferentes que estaban surgiendo en distintas regiones de Ibérica: eran la lenguas romances o neolatinas que aún se hallaban en estado rudimentario. El castellano era unas de las lenguas del Romance llamada así por haber surgió en la region Castilla de España. El catalán también es una lengua romance, fue nacido en el oriente de España y el gallego – portugués nacido hacia el occidente. Se denomina lenguas romances a las nacidas del latín, esto es de las lenguas de los romanos. El castellano se convirtió en lengua oficial de toda la nación española ha tomado también la denominación de español. Son lenguas romances surgidas en territorios de Europa, el franco, el italiano y el rumano. Todas las voces que constituyen el castellano no proceden del latín. El 50% de esas voces son de origen latino; el resto tiene diversos orígenes. El antiguo griego ha proporcionado numerosas raíces al léxico español. Con el descubrimiento y la conquista de América, el romance español se enriqueció con numerosas palabras de origen americano. Han contribuido igualmente a enriquecer la lengua española. Se calcula que el año 2025 habrá alrededor de 500 millones de hispanohablantes. Escoge un fragmento de cualquier filme dominicano en el que aparezca un diálogo entre diferentes personajes representativos de nuestra cultura El campesino, el hablador, el político, el poblano, el capitaleño, el cibaeño, el sureño, otros) y localiza en el mismo expresiones lingüísticas que constituyan variantes dialectales. Luego transcribe la conversación, subraya dichas variantes y determina si constituyen sociolectos o geolectos, según convenga. Explica cómo los has reconocido. Colao. —No´ vemos más tarde. (Sociolecto) —No me haga pasar vergüenza, eh. —Antonio, ¿Trajo dinero? —El chino me dijo que me iba a pagar trimestral, pero ahora tengo quiniento pesos. (Sociolecto) —Eperese, eperese, eperese. (Sociolecto) — ¿Quiniento peso? (Sociolecto) Ah pero el primo anda buchu. (Sociolecto) ¿Y eso e’ cualto? (Sociolecto) —No tengo ma’ na. (Sociolecto) —Mire gallo, (Geolectos) ella fue la que lo invitó, su único trabajo e come y bebe (Sociolecto) y ya. Hágase el loco. —No, no, no. Yo no puedo deja’ (Sociolecto) que ella paigue. (Geolecto) —Eh, no le haga caso a ete’, (Sociolecto) el primo tiene razón. Tenga, emergencia solo, eh. —Ah no, pue eperese’ porque a mí no me van a echar vaina tampoco, no. (Geolecto) —Mire ahí no hay límite, se la pasa hasta por los sobacos y ahí tiene domilonga (Sociolecto) sentimental pa’ (Sociolecto) que de propina. Gracia, gracia. (Sociolecto) ¿Se aprendió el guion? Si pero, yo lo que tengo que decirle e’ que no tengo carro y ya. (Sociolecto) —Oye esa vaina. (Geolecto) —Porque ete’ va a decir, mire mi primer carro fue una burra. —Mire caballo (Geolecto), la mitad del sueldo se gana con aguaje. (Geolecto) —Dígale que el carro suyo está dañado y hay una pieza que hay que buscársela en Suecia. —Eso, hágase el sueco. Y camine como que uted’ tiene cualto ya. (Sociolecto) —Si. —No se puede dejar solo, va y se pielde. (Geolecto) Construye una breve historia en la que sus personajes variantes dialectales para comunicarse y esto sea una barrera. Luego reescribe la misma situación, dotando a los personajes de un nivel parejo, propiciando la comunicación entre ellos. Una joven entra en un café algo abrumada, toma asiento en la silla y espera a ser atendida. Llega el mesero y le pregunta: Dígame que desea señorita y se lo traigo en bola de humo–.Esta no responde. — El camarero vuelve a insistir. o siento es que no me siento muy bien. Vengo de que me sucedan un montón de cosas. Bueno no le dé mente a eso. — La joven se queda un poco confundida. Me gustaría un jugo de mango. —Pide esta mientras suena su teléfono. El mesero va en busca del pedido, mientras ve como la muchacha se encuentra peleando por teléfono. —No me interesa. — Dice esta y cuelga. —Acá tiene lo que ordenó. ¿Y sabe que, mi pana? Cógelo con suavena. —No entiendo lo que me quiere decir. —Con lo que se armó, esa vaina suya. —No lo puedo comprender. Pero con respeto a lo que me pasa no creo que sea de su incumbencia. —Bueno, solo quería ayudar. Pues ya veo que ta quillao. Que disfrute. Parte dos. Una joven entra en un café algo abrumada, toma asiento en la silla y espera a ser atendida. Llega el mesero y le pregunta: — Dígame que desea señorita para traerlo en seguida–. Esta no responde.—El camarero vuelve a insistir. —Lo siento es que no me siento muy bien. Vengo de que me sucedan un montón de cosas. —Bueno no se preocupe por eso. — La joven se queda un poco confundida. —Me gustaría un jugo de mango. —Pide esta mientras suena su teléfono. El mesero va en busca del pedido, mientras ve como la muchacha se encuentra peleando por teléfono. —No me interesa. — Dice esta y cuelga. —Acá tiene lo que ordenó. ¿Y sabe que, señorita? Cójalo suave. —No entiendo lo que me quiere decir. —Con la riña que hubo, ese problema suyo. —Bueno, aunque no es algo que tenga que ver con usted, gracias por decirme eso. Creo que debería tomarlo con más calma. —Bueno, solo quería ayudar. Que disfrute.