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Compraventa:
En esta primera etapa, las cabezas de ganado (pecus) fueron el primer medio de
cambio común utilizado por los romanos (pecunia), antecedente de nuestro dinero.
Las primeras compraventas, por tanto, consistían en el intercambio de cosa por
pecunia.
Con la aparición del dinero, surge en Roma el negocio jurídico precursor de la compraventa,
aunque todavía sin haber adoptado el carácter contractual y consensual que la caracteriza,
bajo la forma de la mancipatio.
Elementos arcaicos:
La mancipatio sólo transfiere la propiedad sobre las res mancipi, o cosas mancipables. Esta
categoría romana hace referencia a aquellas cosas a las que los romanos del periodo arcaico
otorgaban una importancia mayor. La categoría de cosas mancipables es numerus clausus, y
comprende los fundos situados en Italia, con sus servidumbres rústicas, los esclavos y los
animales que pueden ser domados para tiro o carga.
Posteriormente, la mancipatio sería codificada en la Ley de las XII Tablas (siglo V a.C.), primera
suerte de codificación romana; particularmente en la Tabla VI, correspondiente a los negocios
jurídicos. En esta categoría figuraba junto a la in iure cessio como las dos únicas formas de
transmitir la propiedad sobre las res mancipi. Esta figura, la in iure cessio, era otro negocio
jurídico de gran solemnidad procesal e indudable antigüedad, pues surge con anterioridad a
las XII Tablas, aunque con posterioridad a la mancipatio.
In iure cessio: La in iure cessio era un clase de addictio, es decir, una decisión constitutiva de
un magistrado romano. Se trataba de un proceso de reivindicación judicial fingida, en el que,
ante un magistrado romano (un pretor), el titular de la propiedad no contesta (confessio in
iure) a la declaración del demandante que dice que es suya. En consecuencia, el pretor
atribuye formalmente la propiedad (addictio), al demandante, adquiriendo carácter público el
acto de apoderamiento.
Una particularidad de la in iure cessio es que no sólo permitía la transmisión de las cosas
mancipables sino también de las no mancipables. Incluso podían ser transmisibles mediante
la in iure cessio las cosas incorporales (v.gr. el usufructo, la herencia, etc.).
La traditio no transmite por sí misma la propiedad, sino que se requiere que además exista la
denominada iusta causa traditionis. Este otro requisito para la adquisición de la propiedad,
claro antecedente de nuestro título traslativo de dominio, no es otra cosa que el acuerdo de
voluntades entre adquirente y transmitente de adquirir y transmitir la propiedad,
respectivamente. Si falta iusta causa se adquirirá solamente la posesión, no la propiedad. Gayo
admitía como iusta causa los siguientes supuestos:
La distinción entre los conceptos de acto de transmisión o entrega (traditio) y la justa causa de
dicha entrega (datio) se mantuvo durante el resto de etapas del Derecho Romano y ha
permanecido en el Derecho español hasta la actualidad14 (no así en otros ordenamientos
jurídicos europeos), dando lugar a la actual teoría del título y el modo, de plena actualidad en
Derecho español (vid. art. 609 Código civil español)
El periodo clásico (130 a.C-230 d.C.) fue la etapa de mayor desarrollo del Derecho Romano. En
términos históricos coincide con la época final de la República y continúa durante el
Principado. Es en este ciclo cuando la jurisprudencia y las disciplinas jurídicas romanas
alcanzan su máximo grado de esplendor y sofisticación. Surgen en este periodo los grandes
jurisconsultos romanos (Ulpiano, Gayo, Paulo, Papiniano y Modestino), cuya aportación al
Derecho Romano es incalculable.
La consensualidad
No formalidad
Obligatoriedad
La onerosidad
Bilateral
El consentimiento
La cosa u objeto
El precio
El período postclásico se extiende aproximadamente entre los años 230 d.C. y 530 d.C.35 En
términos históricos se inicia con la crisis política que pone fin al Principado tras la muerte de
Alejandro Severo y continúa durante el Dominado. En torno al 230 d.C., la jurisprudencia
propia de la época clásica ha desaparecido para dar paso a un derecho fuertemente
burocratizado e influenciado por las administraciones provinciales. La reforma administrativa
de Diocleciano (284 d.C.) que conforma la nueva constitución política del Imperio, que
denominamos Dominado, no hará sino acentuar la crisis que sufre el Derecho Romano en este
periodo.
Es un derecho real en cabeza del dueño es el uso, goce y disposición de la cosa, y el dueño es el
propietario de la cosa corporal mueble o inmueble.
Usar= Utilizar la cosa con forme a su naturaleza y destino pero teniendo en cuenta una
limitación de orden público que es la ley.
Gozar= percepción (recogerlo para satisfacer necesidades ya sean naturales como los
frutos o civiles de capital- bien inmueble) y disposición (vender, regalar enajenar
frente a terceros) de los frutos.
Disponer= Titula de la propiedad lo puede enajenar.
Enajenar en sentido amplio= transferir, limitar y gravar
Enajenar en sentido estricto= Solo es transferencia
Cuando se tiene el uso-goce y disposición ese el propietario pleno.
Usufructo= Derechos reales que se constituyen en cosa ajena el uso y el goce.
La nuda propiedad = Es la propiedad separada del uso y del goce, solo queda con la
titularidad de disposición, hizo una desmembración, pero este pude hipotecar.
El arrendamiento = No desmiembra, no esta se está desligando de mis facultades,
tampoco el contrato de comodato, NUNCA EL CONTRATO DESMIEMBRA EL USO- GOCE
Y DISPOSICIÓN.
Lo anterior no puede ir en contra de la ley ni el derecho ajeno, la propiedad tiene que cumplir
una función social (art 58) en Colombia se garantiza la propiedad privada pero si llega haber un
interés público sobre el particular, prevalece el público; utilidad pública e interés social. La
propiedad no es ilimitada.
Posesión
Artículo 762: es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el
dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en
lugar y a nombre de él.
Elementos de la posesión:
Título: dominio Modo: prescripción, adquisición, posesión y ocupación (Para tener dominio
debo tener el corpus y el ánimo de señor y dueño.)
Las cosas se pueden adquirir con la prescripción adquisitiva durante 5 (buena fe) a 10 (mala fe)
Los modos de adquirir el dominio son los hechos o actos jurídicos que constituyen su origen.
Ellos producen la adquisición del dominio sin una declaración de voluntad del adquiriente
(hechos jurídicos), y otros, en cambio, lo hacen como consecuencia de una declaración de
voluntad en tal sentido (actos jurídicos)
Solo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella
y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social.
Son modos de adquirir los siguientes:
La ocupación
La pesca y la casa.
Los animales feroces, todos podían ser cazados. Consiste en la aprehensión de la cosa con el
ánimo de ser dueño.
En cuanto a los animales que fueron domesticados, y este animal se arrancaba y volvía a ser
salvaje, cualquiera se podía hacer de él.
En cuanto a las abejas y los pájaros, el dueño sabe que volverán y solo debe procurar que no le
pase nada. En cuanto a las abejas que iban y venían y las palomas que iban y venían, no se
puede aplicar ocupación, mientas que si estos animales se van y no vuelven más, son
susceptibles de ocupación.
Ocupación bélica
Respecto de los motines de guerra, eran del pueblo romano y del emperador, los generales a
veces le entregaban algunas cosas.
Operan dos modos de adquirir, la ocupación ya que las cosas del mar no son de nadie. Y en el
caso de que el ahora dueño, las regale, la entrega por tradición, ya que lo entrega con ánimo
de darlo, regalarlo, donarlo.
La res derelictae
Aquellas cosas que tuvieron dueño y que su dueño las abandono, con el ánimo de
abandonarlo.
La accesión
Modo de adquirir que tiene el propietario de una cosa principal, y puede adquirir los frutos de
esa cosa.
Aluvión
Retiro lento, casi imperceptible de las aguas, el dueño del fundo se hace dueño de la tierra que
el agua va dejando.
Alveus derelictus
Se refiere a un rio, cuando el rio cambia de curso, los dueños rivereños, se hacen de esa tierra
que dejo las aguas.
Avulsión
Si la isla esta justo al medio de un rio, los dueños rivereños se dividen la isla a la mitad, y si la
isla se ubicaba un lugar más alla, ese es el dueño de la isla.
En este caso se plantean varias teorías, para algunos, el dueño de la cosa mas grande es el
dueño de la especie mientras que para otros puede ser el dueño de la cosa nueva el que
coloque la materia o la cosa de más valor. Había que probar cual era la cosa de mas valor.
La tradición
Requisitos:
La entrega se hacía con un objeto perteneciente a lo que se quiere entregar. (ej. Llaves de la
casa)
Longa manus
Brevi manus
La persona que ocupa un bien, como arrendatario, pero luego lo compra y sigue viviendo, no
como arrendatario sino como dueño
Constitussium posesorium
De acuerdo con un principio general de derecho, por caso fortuito "no responde nadie"
(Ulpiano, D. 50, 17, 23); así, por ejemplo, el propietario de una cosa sufría las pérdidas
causadas por caso fortuito, a menos que otro asumiera esa responsabilidad. En el campo
contractual, el caso fortuito podía hacer imposible el cumplimiento de una obligación.
En el antiguo derecho, no se había distinción alguna, pues bastaba la existencia del error, ya
fuera de hecho o de derecho, para que el consentimiento fuera inexistente.
Error in negotiatio: En la naturaleza del contrato. Este error consiste en que una de las
partes cree celebrar determinado negocio jurídico y la otra piensa realizar un negocio
diferente, como si una parte entendiera préstamo y la otra, donación. Esta clase de
equivocación hacía inexistente el consentimiento, por carecer de sus elementos
esenciales citados anteriomente.
Error in corpore: Es la carencia de identidad respecto del objeto, como si uno de los
contratantes entendiera comprar al esclavo Titio y el otro vender al esclavo Sticko.
Aunque ambos son esclavos, su identidad es diferente. Este error, como el anterior,
excluye totalmente el consentimiento.
En Derecho romano tiene varias: como vicio de la voluntad negocial; como elemento subjetivo
y presupuesto de delitos como el hurto; como delito autónomo, configurado por el ius
praetorium, cuya acción es subsidiaria y engloba toda actuación maliciosa no reclamable por
otros medios; y como nivel mínimo exigible de responsabilidad en una relación obligatoria.
Las XII Tablas son el cuerpo normativo más conocido, y probablemente el más importante, del
Derecho de la antigua Roma. Vamos a analizar a continuación su elaboración, la influencia en
ella del mundo griego, y el contenido de cada una de sus doce tablas.
A la vuelta de esta comisión el Senado decidió constituir otra comisión integrada por diez
magistrados patricios y presidida por un cónsul para la elaboración de la Ley. El trabajo de la
comisión duró un año elaborándose las diez primeras tablas en el año 451 a.C.
En el año 450 a.C. se crea otra comisión, esta vez formada por patricios y plebeyos, que
elabora las tablas once y doce. A estas tablas se las denominó injustas porque mantuvieron la
prohibición de contraer matrimonios mixtos entre patricios y plebeyos.
Las XII Tablas serían ratificadas por el Senado y definitivamente aprobadas por las asambleas
populares en los comicios centuriados.
Influencia del mundo griego en las XII Tablas
El grado de influencia que pudo tener el mundo griego sobre el espíritu y contenido de las XII
Tablas se reduce según los estudiosos más al formal que al material. Las influencias se
limitaron así a:
El contenido de las XII Tablas es pues producto genuino de las convicciones romanas. En ellas
se recogen por escrito de manera más o menos ordenada una serie de normas jurídicas que
hasta entonces eran costumbres, algunas de las leyes del Regnun y normas redactadas ex
novo por las comisiones que elaboraron las tablas.
Aunque no se sabe con certeza el contenido exacto que tuvieron las XII Tablas debido a las
referencias que hay hacia ellas en la historiografía romana se puede decir que contendrían lo
siguiente:
Tablas I, II y III: Derecho procesal privado
Las Tablas I, II, III contendrían Derecho procesal privado. El procedimiento que regulan es el de
las acciones de la ley, acciones judiciales en que en virtud de la Ley de las XII Tablas podrían
ejercer los ciudadanos romanos para la defensa de sus derechos. El proceso se caracterizaba
por su excesivo formalismo, las partes debían pronunciar determinadas palabras, a veces muy
complicadas, obligatoriamente si querían tener posibilidades de ganar el litigio o debían
realizar ritos. Detrás de este formalismo estaba la impronta religiosa.
En estas tablas por primera vez se limita legalmente el poder absoluto del paterfamilias sobre
su familia . En relación con la mujer se estableció el divorcio a favor a la mujer, la mujer se
divorciaba ausentándose durante tres días del domicilio conyugal con ese propósito. En
relación con los hijos, el paterfamilias perdía la patria potestad de sus hijos si los explotaba
comercialmente en tres ocasiones, ya que el hijo quedaba emancipado.
Las Tablas VI, VII contendrían negocios jurídicos de la época, serían Derecho de obligaciones
y Derechos reales. Regulan el negocio jurídico del nexum, en la que el deudor asume la
obligación de hacer la prestación al acreedor, en caso de incumplir quedaría sometida a la
potestad del acreedor sin necesidad de sentencia judicial. El nexum fue derogado por la
ley Poeteliae-Papiliae.
En el campo de los derechos reales se regularían la mancipatio y la in iure cessio, negocios
jurídicos que hacían posible la transmisión de la propiedad de las res mancipi (medios de
producción; capital, trabajo –fincas, edificios, esclavos, animales de tiro y carga, etc.–).
En la Tabla VII además se contendrían normas relativas a relaciones de vecindad entre fincas
colindantes.
En estas Tablas aparece implícitamente la distinción entre dos ámbitos del Derecho Penal, el
público y el privado.
El público se ocuparía de los crimina o ilícitos penales que eran atentados contra el pueblo
romano, como el perduleio o traición al pueblo romano y de los ilícitos más graves como
el parricidium o homicidio. Los crimina eran perseguibles de oficio y sancionados con la pena
capital o en su caso el exilio.
Rebelión de la plebe
La lucha social y política librada entre los patricios (patricii, patres) y los plebeyos (plebs,
plebeius) de la Antigua Roma. El conflicto surgió del deseo de los plebeyos de lograr la igualdad
política. Se inició con la Secessio plebis del 494 a. C., y culminó en el 287 a. C. con la Lex
Hortensia, después de dos siglos de confrontaciones que dominaron la vida política de los
inicios de la República romana (República romana temprana).
Según el relato tradicional de Tito Livio, Ab Urbe condita libri, desde la deposición del último
rey, Tarquinio el Soberbio, en el año 509 a. C., las familias patricias se arrogaron el poder de
limitar a los miembros de su orden el gobierno de la ciudad, monopolizando el acceso al
Senado y al colegio sacerdotal. La incapacidad de los plebeyos para acceder a las magistraturas
contrastaba con sus plenas obligaciones militares, que arruinaban a las familias de pequeños
propietarios a causa de las continuas movilizaciones para la guerra, que les impedían mantener
sus explotaciones agrícolas y les hacían endeudarse. Dadas las dificultades de la plebe, los
patricios utilizaron sin restricciones el nexum, la servidumbre por deudas de los ciudadanos
empobrecidos, sometiendo de hecho a sus clientes, que serán cada vez más dependientes.
Como respuesta a la dura aplicación de las leyes sobre la deuda por el cónsul Apio Claudio
Sabino, los plebeyos salieron de Roma en 494 a. C. para instalarse en el Monte Sacro (Montem
Sacrum) y rechazaron prestar el servicio militar; fue la primera secessio plebis (‘secesión de la
plebe’). Crearon un Estado paralelo, eligiendo sus propias asambleas: los Concilia plebis, y sus
propios representantes: dos tribunos de la plebe. La respuesta de los patricios, retrasada lo
más posible, fue la promulgación de la Ley de las XII Tablas en 450 a. C., redactada por los
decemviros, un conjunto de leyes escritas y publicadas, cuya mera existencia suponía un límite
a los abusos de los patricios. No obstante, por su contenido, a estas tablas se las denominaba
«injustas», porque mantuvieron la prohibición de contraer matrimonios mixtos entre patricios
y plebeyos (Tabla XI), formalizaban la distinción entre las dos clases y mantenían el nexum.
Los avances en favor de la plebe fueron lentos pero constantes. Algunos cónsules fueron
reemplazados por tribunos militares con poder consular. La impopular prohibición del
connubium de la Tabla XI fue abolida en 445 a. C. por la Lex Canuleia, permitiendo así los
matrimonios mixtos. En 367 a. C., las Leges Liciniae-Sextiae permiten que uno de los dos
cónsules sea plebeyo. Se crean nuevas magistraturas, la pretura y la edilidad curul. Los cargos
de censor en 351 a. C., de pretor y de dictador se abren a los plebeyos. El nexum es abolido
por la Lex Poetelia Papiria en 326 a. C. En 367 a. C., los hijos de esclavos liberados pueden
acceder al Senado y los humiliores y libertos pueden inscribirse en las tribus rurales. Esto va a
revolucionar el funcionamiento político de Roma y, aunque es anulado por los patricios en 304
a. C., se fija al electorado por su lugar de residencia y no por el clientelismo y el origen étnico,
ya perdido desde muchos años antes.
Algunos autores ven una influencia de la democracia griega. Para celebrar la pacificación entre
patricios y plebeyos tras la aprobación de las Leyes Licinias en 367 a. C., el Senado ordenó la
remodelación circular del Templo de la Concordia, como en las asambleas griegas. Gneo Flavio,
hijo de un liberto y edil curul, promulgó el Ius Flavianum que daba nuevos procedimientos de
derecho y abolía el monopolio patricio.
La crisis final de la lucha se produjo con la Lex Ogulnia en 300 a. C., que permitía a los plebeyos
ejercer poderes religiosos, y con la Lex Hortensia en 287 a. C., que daba igual peso a la
legislación, fuera promulgada por el Senado o por la asamblea de la plebe. Ya no existirán
diferencias jurídicas entre los dos órdenes y se consolidó el dominio social de una nobilitas
patricio-plebeya.
El precedente judicial
El precedente en términos generales aparece cuando una decisión proferida por una autoridad
sirve de fundamento o soporte para un nuevo pronunciamiento sobre la misma materia. En la
línea del tiempo puede aparecer multiplicidad de decisiones, pero en el fondo se mantiene el
fundamento que dio origen al derecho que le asiste al tema relevante.
Se trata de asumir como ley, como norma jurídica, la solución que brinda un tribunal ante
ciertos casos, porque en realidad no existen casos idénticos en la vida, deben resolverse según
esa doctrina o solución anterior de un tribunal.
Doctrina probable
Con la expedición de la Ley 61 de 1886 y la Ley 57 de 1887, se dijo, al respecto, que “[e]n casos
dudosos, los Jueces aplicarán la doctrina legal más probable y, que por tanto, “tres decisiones
uniformes dadas por la Corte Suprema, como Tribunal de Casación, sobre un mismo punto de
derecho, constituyen doctrina legal más probable.”
Doctrinal legal
También constituyen doctrina legal las declaraciones que la misma Corte haga en dos
decisiones uniformes para llenar los vacíos que ocurran, es decir, en fuerza de la necesidad de
que una cuestión dada no quede sin resolver por no existir leyes apropiadas al caso.
El desconocimiento de la doctrina legal, según la Ley 1095 de 1890, fue tipificada como causal
de casación, considerada como una violación de la ley sustancial (art. 369 Num. 1º) .
Doctrina probable
Sin embargo, con ello no se estaba avalando la plena autonomía de los jueces inferiores para
interpretar la ley, pues la misma Ley 169, en su artículo 2º, determinó que, como causal de
casación, la violación directa de la ley sustantiva, podía surgir por “efecto de una
interpretación errónea de la misma”, o por la “indebida aplicación de ésta al caso del pleito”.
El artículo 4º de la Ley 169 de 1896, fue declarado exequible por la Corte Constitucional,
“siempre y cuando se entienda que la Corte Suprema de Justicia, como juez de casación, y los
demás jueces que conforman la jurisdicción ordinaria, al apartarse de la doctrina probable
dictada por aquella, están obligados a exponer clara y razonadamente los fundamentos
jurídicos que justifican su decisión” (Sent. C 836 de 2011).
Significa que el juez, no solamente debe tener en cuenta la doctrina probable a la que refiere
el artículo 4º de la Ley 169 de 1896, sino que debe atender su propio precedente, frente a
casos análogos.
La fuerza normativa de la doctrina probable impone las directrices de cómo deben resolverse
temas similares para evitar disonancias en la aplicación e interpretación de determinadas
normas. Se caracteriza, entonces, porque,
Es deber de los jueces respecto de a) la igualdad frente a la ley y b) la igualdad de trato por
parte de las autoridades y;
Del principio de buena fe que obliga también a la rama jurisdiccional, prohibiéndole actuar
contra sus propios actos.
Pero según Carlos Medellín los historiadores distinguen tres grandes épocas: la
del ius civile, la del ius Gentium y la del derecho bizantino, romeo o heleno-
romano.
La época del ius civile arranca del año 753 a.C y llega hasta el 201 a.C, año en
que finaliza la segunda guerra púnica, este se entrega con reglas formalistas,
elementales de gran rigidez y de carácter consuetudinario, un ejemplo es la ley
de las XII tablas ya que la actividad del derecho es esencialmente
jurisprudencial basada primero en la interpretación de los pontífices y luego de
los jurisconsultos.
La época del ius Gentium comprendida de los años 201 a.C al 235 d.C
cuando muere Alejandro severo, es tan universal como el imperio la amplitud
de las instituciones romanas ya que no son solo para romanos sino tambien
para extranjeros. La actividad jurídica del pretor constituye al ius honorarium,
dando complemento al ius civile. Tiene como fuente fundamental la
jurisprudencia, generando una renovación de las instituciones jurídicas;
además genera un cambio en la familia ya que se vuelve por los lazos
sanguíneos, mas que por los lazos civiles, se mantiene la emancipación como
negocio jurídico, y surge la traditio para los demás bienes y aparecen los
contratos de buena fe en los que se atiende más a la equidad que a las formas
solemnes, por ejemplo, la compraventa, el arrendamiento, la sociedad y el
mandato.
En el año 235 d.C nace el derecho bizantino, romeo o heleno- romano que va
hasta justiniano que es el siglo VI d.C, tras la crisis de la desaparición del viejo
mundo romano. Las invasiones bárbaras generan una nueva restauración del
imperio siendo como centro de todo Constantinopla, la caída política de romano
no acaba las institucione, sino que estas se extienden por toda roma gracias a
la constitutio antoniniana en el año 212 d.C.
EMANCIPATIO
La emancipación era el acto voluntario y solemne del padre de familia por el
cual ponía fuera de su patria potestad a quien estaba a ella sometido. El hijo de
familia emancipado dejaba de serlo y se hacía sui iuris. Esta requería el
consentimiento del padre y del hijo; la observancia de determinadas
formalidades que variaron según las distintas épocas.
En el más antiguo derecho de la emancipación se llevaba a efecto mediante
tres ventas simuladas sucesivas del hijo de familia, hechas por el padre a favor
de un tercero quien adquiría por ese medio sobre el hijo la potestad llamada
mancipium, las ventas eran hechas mediante la solemnidad llamada
mancipatio; la primera y la segunda ventas el comprador ficticio renunciaba a
sus derechos mediante una manumisión y así volvía el hijo al poder del padre;
pero la tercera venta se consideraba definitivamente extinguida la patria
potestad puesto que ya no podía recobrarse.
Más adelante se estableció una forma sencilla para efectuar la emancipación
del hijo de familia el padre dirigía por escrito una suplica al emperador en que
le solicitaba la emancipación y el emperador la decretaba por medio de un
rescripto que debía inscribirse en los registros públicos.
Bajo el poder de justiniano simplemente bastaba una declaración de voluntad
consentida por el hijo elaborada ante el magistrado y la cual debía quedar una
constancia escrita.
DERECHOSREALES Y DERECHOS PERSONALES
DERECHOS REALES Y
PERSONALES
Los derechos que componen el patrimonio de los particulares se dividen en
derechos reales y derechos de crédito.
DERECHOS REALES: Un grupo de derechos subje vos se reúne bajo la
denominación de derechos reales o
derechos sobre cosas. Tal denominación no es romana, pues la expresión
ius in re, es propia de los romanistas del medioevo. Los derechos reales, que
consisten en los diferentes beneficios que el hombre puede obtener de una
cosa, son en número limitado. “El derecho real es un derecho, oponible a
cualquier tercero, que permite a su titular el goce de una cosa, sea en forma
máxima que conoce el orden jurídico (propiedad), sea en alguna forma limitada,
como en el caso de los derechos reales sobre cosas ajenas.” Es característico
de estos derechos ser oponibles a todos, razón por la cual, la dogmática
moderna los considera como relaciones jurídicas en las que todos los
habitantes del planeta, con excepción del titular del derecho, figuran como
sujetos pasivos.