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Título: Contribución del proceso de enseñanza-aprendizaje a la cultura

científica de los estudiantes.

Autores:
Dr.C. Noemí Pupo Lorenzo
Dirección electrónica: nopulo85@gmail.com
Función que desarrolla: Profesor.
Institución: UCP Enrique José Varona
País de procedencia: Cuba

RESUMEN

Los sistemas educativos contemporáneos tienen entre sus aspiraciones la


apropiación de la cultura en los estudiantes. El proceso de transmisión cultural
es complejo, ya que aspira a influir en el desarrollo integral de las
potencialidades humanas, por medio de un pensamiento, reflexivo, crítico,
emancipador; acorde con la época y lugar en que se forme, propiciador de un
actuar protagónico y transformador de la sociedad a favor del desarrollo
sostenible. En el presente artículo se abordan requisitos generales a tener en
cuenta en la materialización de esta aspiración, obtenidos por experiencia de la
autora durante su investigación del tema para la obtención del grado científico
de Doctor en Ciencias Pedagógica en Cuba y la tutoría de procesos de
formación doctoral que abordan la temática, fundamentalmente en Colombia y
Venezuela.

Palabras claves: cultura científica, proceso de enseñanza-aprendizaje.

ABSTRACT

Contemporary educational systems have among their aspirations the


appropriation of culture in students. The process of cultural transmission is
complex, since it aspires to influence the integral development of human
potentialities, through thought, reflective, critical, emancipatory; according to the
time and place in which it is formed, propitiator of a leading and transforming act
of society in favor of sustainable development. This article addresses general
requirements to take into account in the materialization of this aspiration,
obtained from the author's experience during her research on the subject to
obtain the scientific degree of Doctor of Pedagogical Sciences in Cuba and the
tutoring of training processes doctoral studies that address the subject, mainly in
Colombia and Venezuela.

Keys words: scientific culture, teaching-learning process

INTRODUCCIÓN:

El siglo XXI ha estado marcado por acelerado crecimiento de del conocimiento


como resultado de investigaciones científicas y la innovación, lo que repercute
en los avances tecnológicos y estos a su vez en todos los ámbitos de la vida; sin
embargo el empleo desmedido y no equitativo de estos recursos, en ocasiones
con fines agresivos y contaminantes, generan, marginalidad en daños en lugar
de beneficios.
Esta situación constituye un urgente desafío que sólo puede resolverse por vía
educativa y cultural, ya que la educación permite a las personas prepararse
para acceder racional y solidariamente a los beneficios del progreso, para la
comprensión del mismo y de su entorno, no sólo tecnológico; sino natural y
social, de forma que pueda adaptarse, participar, transformar e innovar
garantizando un desarrollo humano sostenible que contribuya al bienestar de las
presentes y futuras generaciones.
La mayoría de los autores consultados coinciden en que el desarrollo humano
sostenible, es aquél, que no sólo suscita un crecimiento económico, sino que
también distribuye equitativamente sus beneficios; que regenera el medio
ambiente en lugar de destruirlo; que fomenta la autonomía de las personas en
lugar de marginarlas. Es un desarrollo que otorga prioridad a los pobres, que
amplía sus opciones y oportunidades y que prevé su participación en las
decisiones que afectan sus vidas. Es un desarrollo que favorece a los seres
humanos, favorece a la naturaleza, favorece la creación de empleos y favorece a
la mujer.

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Para alcanzar las anteriores aspiraciones, los contenidos de la enseñanza que
se trabajan en las escuelas no pueden quedar en las limitadas fronteras de
conocimientos específicos de las asignaturas particulares sin vínculo con la vida,
con los crecientes problemas que agobian a la humanidad. Hay que estructurar
un currículum y propiciar una práctica escolar que contribuya directamente a la
formación de un hombre culto que es mucho más que saber Física, Matemática,
Química, Biología o Geografía o asignaturas de Humanidades.
Al respecto han reflexionado múltiples autores de diferentes ámbitos, entre los
que se encuentran Cámara E. (2018), Santos I. (2013), Rodríguez R. (2012),
Bosque R. et.al. (2008), Macedo B. (2006), Sifredo C. (2004) Núñez V. (2004),
Valdés P. (2004), Torres R. (2008), Rivera H. (2008) y otros, que coinciden en la
necesidad de:
1. Imprimir una orientación cultural a la educación científica.
2. Considerar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las cualidades
individuales para propiciar el desarrollo de la personalidad y su pensamiento.
3. Reflejar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características
fundamentales de la actividad investigadora contemporánea.
4.- Desarrollar una cultura científica que les sea útil para la vida, que les permita
interpretar algunos de los fenómenos cotidianos, desarrollarse como personas y
comportarse como ciudadanos conscientes, solidarios, activos, creativos,
críticos y transformadores.
5.- Aplicar estrategias y competencias para la resolución de situaciones
problemáticas; el desarrollo de capacidades de valoración de la ciencia que les
permita reconocerla como empresa humana en continua construcción, con
avances y retrocesos permanentes, en el marco de un contexto social, político,
económico e histórico que condiciona su evolución.
6.- Reconocer al método científico como una herramienta fundamental para
todos los ámbitos de la vida y del saber humano; no solo para el aprendizaje de
las asignaturas comprendidas en el área de las ciencias.
La divulgación de estas ideas y el reconocimiento de su utilidad ha traído como
consecuencia que desde hace algunos años haya crecido el interés por la

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educación científica en toda la sociedad y en las instituciones educativas y en
particular. Especialmente importante resulta el desarrollo de la cultura científica
de los estudiantes de Educación Media, pues en muchos sistemas educativos
constituye la culminación de estudios obligatorios. Además en este nivel tiene
lugar la consolidación y avance de los objetivos propuestos desde la educación
Preescolar y Básica y tener entre sus propósitos: la profundización en los
conocimientos de las Ciencias Básicas y Humanísticas, preparar para el
desarrollo laboral, en el caso de la Media Técnica y articular con la Educación
Superior si los talentos e intereses de los estudiantes lo permiten. Además en
las edades de los estudiantes en los niveles básicos y medio tiene lugar el
desarrollo del pensamiento abstracto.
A pesar de los pasos dados para favorecer el desarrollo de la cultura científica y
el reconocimiento de su importancia, resultados de investigaciones precedentes,
estudios diagnósticos realizados, revisiones documentales y la experiencia de la
autora, permiten evidenciar que en el proceso enseñanza-aprendizaje de los
países en que se ha investigado el tema aún persisten dificultades que afectan
la adquisición de cultura científica por parte de los estudiantes.
Insuficiente solidez e integración de los contenidos y posibilidad de aplicarlos en
la solución de problemas prácticos
 Desmotivación de los estudiantes por el aprendizaje de las ciencias
 Resistencia a la modificación de los preconceptos
 Deformada visión del trabajo científico e insuficientes habilidades
prácticas
 Desinformación sobre los avances científicos y tecnológicos de su época
e insuficientes habilidades sobre su manipulación y empleo adecuados; así
como la explicación científica de su funcionamiento.
 Insuficiente reconocimiento de las dificultades por parte de los estudiantes
y desconocimiento de las vías para resolverlas.

Las dificultades de los estudiantes antes mencionadas, se encuentran
relacionadas con otras no menos complejas tales como: la deficiencia en la

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atención a la diversidad social de los estudiantes y la insuficiente preparación de
los profesores para abordar esta arista formativa, que requiere actualización
permanente, trabajo interdisciplinario y cooperativo por parte de los docentes,
vínculo de la cultura científica con la formación de valores, entre otras no menos
importantes.
Por lo anterior se necesita un proceso de perfeccionamiento del trabajo que
desarrollan los docentes para el logro de la Cultura científica de los estudiantes,
lo cual debe partir de un estudio diagnóstico, que revele las dificultades
existentes en cada época y lugar y proponer acciones pertinentes. Para ello se
requiere de un conjunto de dimensiones e indicadores que permitan determinarlo
científicamente.

DESARROLLO
En el presente artículo se toman como referencia por su universalidad, las
dimensiones e indicadores propuestos por Rodríguez R. (2012) durante su
investigación en opción al grado científico del Doctor en Ciencias pedagógicas,
que fueron perfeccionados por la autora de este artículo en el 2020. Para la
determinación de los referidos indicadores se consultaron las propuestas de
autores como Campistrous L. y Rizo C. (2002), García A. (2003) Añorga (2001),
así como las tesis doctorales de: Roca A. R. (2001) , Santiestéban M. L ,
(2003),), Torres G. (2004),. Santos J. (2005), R. Addine F. (2006), Pupo N.
(2006), Pino L. (2006) Rodríguez R. (2012), Cámara E .(2018) entre otros, y la
determinación la caracterización del término cultura científica asumido y de sus
particularidades para estudiantes de nivel medio.
Además se asumió como contenido de la cultura todos los conocimientos
teórico prácticos, costumbres y creencias creadas por el hombre, verificables o
no, que forman parte de la identidad de determinados grupos sociales, que se
trasmite de generación en generación. Se comprenderá que todo el contenido de
las culturas de los pueblos no es científico, ni contribuye al alcance de
determinados objetivos formativos necesarios en un momento del desarrollo
socio histórico de la humanidad.

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Por lo que se precisa identificar, seleccionar, sistematizar y potenciar la
asimilación de los elementos de la cultura que se corresponden con saberes
científicos verificables acumulados por la humanidad en una actividad peculiar
de su devenir histórico, que permiten identificar, explicar, concatenar y predecir
hechos y fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento en
constante transformación, los cuales al ser asimilados e interiorizados por los
individuos, contribuyen a la regulación de su comportamiento.

La mencionada autora Rodríguez R. (2012), plantea que la cultura científica


debe propiciar en los estudiantes la apropiación de conocimientos significativos
sobre la realidad, desarrollo del pensamiento crítico, reflexivo, divergente, que
favorezca la identificación de contradicciones, su modelación en forma de
problemas, la formulación de hipótesis, el empleo de habilidades generales para
la aplicación del método científico durante su aprendizaje; es decir que sean
capaces de buscar antecedentes, aspectos teóricos Todo lo cual es alcanzable
por vía educativa; siempre que los sistemas educativos alcancen ciertas
condiciones, como:
• Currículos que incluyan conocimientos de la ciencia, la técnica y las
humanidades de manera integrada.
• Aplicación de métodos, procedimientos, medios y formas de organización
docente que contribuyan al desarrollo de habilidades en los estudiantes para
realizar aplicaciones del conocimiento científico a la solución de problemas en
situaciones reales o simuladas de la vida cotidiana y profesional.
• Preparación de los estudiantes para aprender de forma independiente y
durante toda la vida.
• Integración de la relación ciencia-técnica-sociedad con los contenidos
curriculares para resolución de problemas prácticos y el desarrollo de
habilidades experimentales, intelectuales y otras.
• Contextualización de los conocimientos para ser interpretados como
necesidades socio-económico-políticas y ético-morales en la ciencia y la
tecnología con enfoque histórico-dialéctico.

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• Conducción de los estudiantes a la asimilación de conocimientos sobre
manifestaciones artísticas, para su apreciación y disfrute adecuado, desde la
interpretación científica.
• Creación de un clima socio afectivo positivo durante la enseñanza y el
aprendizaje de las ciencias, por medio de la participación y la atención a las
diferencias individuales.
. Vínculos entre el conocimiento cotidiano y el científico.

La cultura científica favorece el reflejo de la realidad objetiva como conocimiento,


sistematizado, en leyes, categorías y principios; criterios a partir de los cuales
también se contribuye a que los estudiantes alcancen la Cultura General
Integral.
La cultura científica se potencia por medio de la educación escolarizada, debido
a la relación entre educación, cultura y ciencia, que puede expresarse
sintéticamente como:
1.- El contenido del currículum escolar es parte de la cultura seleccionada con
sentido pedagógico para la formación integral del educando, ese currículum
incluye conocimientos, habilidades, actitudes, valores, modos de pensar, sentir y
actuar. El contenido curricular es la parte material que da base cognitiva a la
espiritualidad cultural.
2.- El proceso educacional no puede ser entendido al margen de la cultura social
predominante, por cuanto significa inculcación y asimilación de pautas
culturales, morales, normativas, vigentes en la comunidad en que tienen lugar
como formas de lograr la educación para la vida.
3.- La cultura puede ser trasmitida de generación en generación; pero es local
asistémica, poco diferenciadora y medible, no siempre se desarrolla sobre bases
cognitivas y costumbres deseables, no siempre atiende a las mayores
necesidades sociales, es espontánea. La cultura institucionalizada en la escuela
resuelve la mayoría de las limitaciones de la cultura popular y alcanza la
universalidad, por lo que tiene que insertarse en el proceso educativo como
parte de la formación integral de las nuevas generaciones.

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4.- Por la diversidad de saberes científicos y humanísticos, naturales, artísticos,
literarios, físicos y políticos, en la escuela se produce una tamización de
saberes, por lo que se priorizan, consensuadamente, aquellos que son de
interés para una determinada época histórica y sociedad específica.
5.- El proceso de apropiación y creación de cultura, como fenómeno educativo
con enfoque pedagógico, debe partir, orientarse y dirigirse desde la escuela
mediante la estimulación a las potencialidades de cada individuo, propiciándole
los conocimientos y habilidades adecuadas para su actuación positiva, según
los ideales sociales.
6.- La cultura tiene un contenido o componente cognitivo, que al ser
significativamente asimilado por un individuo, influye en la formación de sus
actitudes y valores.
Los procesos educativos escolarizados del mundo de hoy, sólo resultarán
pertinentes para la satisfacción de las demandas sociales, si trabajan por la
formación de ciudadanos preparados para contribuir a resolver los problemas
más acuciantes que la amenazan. Sin lugar a dudas entre ellos se encuentra el
desarrollo de la cultura científica para el ahorro y conservación de medios
técnicos y recursos (humanos y materiales), entre ellos la energía y el medio
ambiente.
Las actividades que se desarrollen deben ser debidamente controladas y
evaluadas como vía de garantizar el perfeccionamiento continuo y la
retroalimentación del proceso. Requieren de integración, interdisciplinariedad,
participación, vínculos de la teoría con la práctica científica y cotidiana,
motivación y sistematicidad.
Los análisis realizados muestran la pertinencia de asumir las dimensiones
cognoscitiva, afectiva y comportamental.
La dimensión cognoscitiva contiene dos subdimensiones que son los
conocimientos y las habilidades. Se refieren a la suficiencia y calidad de los
conocimientos del currículo que poseen los estudiantes, con potencialidades para
el desarrollo de la cultura científica concebida. Las habilidades son de naturaleza

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intelectual y prácticas estrechamente vinculadas con la vida en el entorno en que
se desenvuelven los estudiantes.
La dimensión afectiva caracteriza por la observación de manifestaciones externas
como la motivación, el nivel de compromiso, la espontaneidad, la independencia,
creatividad, la toma de partido y la voluntad con que los estudiantes asumen las
tareas asignadas o se autoproponen nuevas de naturaleza investigativa; así como
de los resultados obtenidos. .La dimensión comportamental se refiere a la
frecuencia, calidad y eficiencia con que los estudiantes asumen de manera
espontánea la aplicación de sus conocimientos y habilidades a la solución de
problemas reales cotidianos o modelados por los profesores; así como su
capacidad de comunicación y transferencia oral y escrita.
Con el objetivo de favorecer el control y la evaluación de los efectos de las
acciones desarrolladas por parte de los docentes se asumen los indicadores que
a continuación se relacionan con su correspondiente operacionalización.
La caracterización anterior comprende dos dimensiones fundamentales: la
preparación de los profesores y el aprendizaje de los estudiantes, ambas
relacionadas con el desarrollo de una cultura científica.
La preparación teórica que requieren los profesores para el desarrollo de la
cultura científica de los estudiantes, está integrada por el dominio de un conjunto
de conocimientos actualizados permanentemente de la ciencia, que
contribuya a que expliquen, comprendan, investiguen y predigan, desde lo más
avanzado de la ciencia, hechos, fenómenos y procesos del pasado, del presente
y del futuro, pertenecientes al entorno inmediato y universal con carácter
tecnológico, científico, social y de sostenibilidad, coherentes con el concepto de
cultura científica asumido.
La preparación metodológica permitirá a los profesores, la aplicación de
métodos y procedimientos de la enseñanza problémica, con enfoque
interdisciplinario e investigativo, durante el tratamiento de los contenidos de
los programas, para que los estudiantes se apropien activamente de los
conocimientos antes mencionados, desarrollen habilidades y transformen sus
comportamientos en función de los aprendizajes propios de la cultura

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científica. Además, esta preparación, permitirá controlar y evaluar las
transformaciones en el aprendizaje de los estudiantes, tanto en el orden
cognoscitivo como en el procedimental e interpretar los resultados para tomar
decisiones que perfeccionen el proceso.
El aprendizaje de los estudiantes relacionado con la cultura científica, como
se ha planteado, no se limita al saber; sino que comprende el saber hacer y
el saber ser. De ahí que contenga dos dimensiones: una cognoscitiva y otra
procedimental.
La subdimensión cognoscitiva, está dada por la aplicabilidad, actualidad y
solidez de los conocimientos de Física que poseen para interpretar, explicar,
predecir y transformar hechos, fenómenos y procesos; así como para valorar
el impacto social y natural del desarrollo tecnológico y la actividad científica
en general.
La subdimensión procedimental está integrada, por habilidades generales,
e investigativas para la solución de las tareas asignadas y de los problemas
cotidianos, naturales y sociales a que se enfrenten, despertar la curiosidad
científica y el espíritu crítico investigativo; así como la responsabilidad ante el
cuidado del medio ambiente.
Conclusiones
 El conocimiento científico y su método están afectando cada vez más todo el
dominio del pensamiento, la cultura y la política. La ciencia es una gran
institución humana, distinta de las otras instituciones más antiguas aun cuando
está ligada íntimamente a ellas.
 La cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la
que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y
éticamente comprometidos.
 Las acciones que se desarrollen en su formación deben ser debidamente
controladas con un enfoque integral durante su evaluación en los estudiantes
al incluir, los conocimientos, los afectos y el comportamiento.

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