Está en la página 1de 4

Señores

JUECES ADMINISTRATIVOS DE BOGOTÁ (REPARTO)


E. S. D.

PROCESO: ACCIÓN POPULAR


ACCIONANTES: SONIA AYALA, ÁNGELA MANJARRES Y
RICARDO MONTOYA
ACCIONADO: POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA
DERECHOS EN RIESGO: SEGURIDAD PÚBLICA
ASUNTO: ESCRITO DE ACCIÓN POPULAR

El suscrito ANDRÉS MAURICIO MEDINA RODRÍGUEZ, mayor de edad identificado con cédula
de ciudadanía número 1.010.025.657, Abogado en ejercicio con Tarjeta Profesional número
586.970 del Consejo Superior de la Judicatura, actuando en calidad de Apoderado Especial de
los señores SONÍA MARCELA AYALA HERNÁNDEZ, identificada con cédula de ciudadanía
número (*), ÁNGELA CAROLINA MANJARRES RIVERA, identificada con cédula de ciudadanía
número (*), y RICARDO MONTOYA RAMIREZ, identificado con cédula de ciudadanía número
(*), todos mayores de edad con domicilio y residencia en la ciudad de Bogotá, por medio del
presente escrito me dirijo respetuosamente a su Despacho con el fin de formular ACCIÓN
POPULAR en contra de la POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA, de conformidad con lo dispuesto
en el Artículo 88 Superior, e igualmente, lo consagrado en la Ley 472 de 1998.

Lo anterior, conforme los siguientes:

HECHOS

PRIMERO. El día 09 de septiembre de 2020, el señor JAVIER HUMBERTO ORDÓÑEZ


BERMÚDEZ fue requerido por la accionada autoridad por estar aquel consumiendo licor en
compañía de otras personas en espacio público y en horas de la madrugada, aduciendo la
POLICÍA NACIONAL que se estaban transgrediendo las disposiciones adoptadas por la Alcaldía
Distrital de Bogotá y Gobierno Nacional para mitigar los efectos de la Emergencia Sanitaria
derivada de la propagación de COVID-19.

SEGUNDO. Durante el procedimiento efectuado por la fuerza pública, se generó un altercado


entre el señor ORDOÑEZ y sus acompañantes, y los miembros de la accionada, lo que derivó en
la reducción por la fuerza de JAVIER ORDOÑEZ.

TERCERO. Reducido el señor ORDÓÑEZ BERMÚDEZ, los miembros de la fuerza pública le


infligieron, en repetidas ocasiones, descargas eléctricas haciendo uso del dispositivo de control
electrónico denominado “Taser”, elemento que es considerado por la misma entidad, POLICÍA
NACIONAL DE COLOMBIA, como un “Arma No Letal”.

CUARTO. Sin embargo, y aunque el señor JAVIER HERNÁNDEZ no oponía resistencia, los
entonces patrulleros DAMIÁN RODRÍGUEZ y JUAN CAMILO LLOREDA, quienes efectuaban el
procedimiento, continuaron con las descargas en contra de aquel, sin que mediara necesidad
aparente para dicha conducta.

QUINTO. Haciendo caso omiso a las solicitudes de los presentes y del propio JAVIER
HERNÁNDEZ, los patrulleros continuaron efectuando descargas eléctricas en su contra, para
finalmente, y tras solicitar la concurrencia de más miembros de la fuerza pública, trasladar al
ciudadano hasta el Comando de Atención Inmediata – CAI del barrio Villa Luz, localidad de
Engativá de la ciudad de Bogotá.

SEXTO. Ya en el mencionado Comando de Atención Inmediata, como da cuenta el material


probatorio obrante en el plenario, tanto del proceso disciplinario como penal que se adelanta
en contra de los señores DAMÍAN RODRÍGUEZ y JUAN CAMILO LLOREDA, y que ha sido de
público conocimiento por su difusión a través de diversos medios de comunicación, los
miembros de la fuerza pública propinaron múltiples golpes al señor JAVIER ORDOÑEZ, los
cuales, como quedó visto en el informe forense de Medicina Legal, resultaron fatales.

SÉPTIMO. Tras evidenciar la condición de salud en la que se encontraba el señor ORDÓNEZ


BERMÚDEZ, los patrulleros decidieron trasladarlo desde el Comando de Atención Inmediata
hasta el centro médico CLÍNICA SANTA MARÍA DEL LAGO, donde falleció minutos más tarde.

OCTAVO. Como se mencionara, una vez efectuado, el correspondiente dictamen forense de


Medicina Legal arrojó como causa de muerte del señor JAVIER HUMBERTO ORDÓÑEZ una
hemorragia abdominal interna, informando, además, señales de tortura en sus miembros
superiores e inferiores, determinando que las lesiones de ninguna manera podían ser
autoinfligidas (como intentaron hacerlo creer los investigados patrulleros), y que la naturaleza
de los traumas correspondían a conductas de terceros, señalando el Médico Forense JOSÉ
CALLE, en el juicio que se adelanta en contra de los señores DAMÍAN RODRÍGUEZ y JUAN
CAMILO LLOREDA que “Esa es nuestra (Medicina Legal) definición más amplia del homicidio.”

NOVENO. El presunto homicidio del señor JAVIER HUMBERTO ORDÓÑEZ, desencadenó una
serie de manifestaciones y protestas en diferentes partes del país en los días siguientes a la
ocurrencia del hecho, situación que fue más notable en la ciudad de Bogotá, en especial en los
días 09 y 10 de septiembre de 2020, presentándose disturbios en algunas de las instalaciones
de la Policía Nacional alrededor de toda la capital.

DÉCIMO. Como consecuencia de lo anterior, las autoridades competentes ordenaron la


actuación de la fuerza pública, implementando efectivos de la Policía Nacional y del Escuadrón
Móvil Antidisturbios – ESMAD, los cuales tuvieron fuertes choques con los manifestantes.

UNDÉCIMO. En estos choques, sin hasta el momento existir claridad al respecto, algunos
miembros de la POLICÍA NACIONAL accionaron armas de fuego, que se presuponen son
aquellas de dotación, en contra de los manifestantes, causándole la muerte a once (11) civiles
en circunstancias aún por esclarecer.

DUODÉCIMO. Los hechos anteriormente descritos, así como la conducta de sus miembros,
permiten determinar que al interior de la entidad accionada no se están cumpliendo a
cabalidad los protocolos ni se han atendido los lineamientos previstos en su manual interno, e
igualmente, debe advertirse que su accionar durante el procedimiento efectuado al señor
JAVIER ORDÓÑEZ, así como aquel desplegado durante las manifestaciones posteriores,
desconoce los preceptos constitucionales y legales que rigen a la institución, y se avizora una
extralimitación en el ejercicio de las funciones de sus miembros y en el uso de la fuerza en
contra de los ciudadanos, atentando en contra de la seguridad y el orden público.

Todo lo anterior, hace necesario formular las siguientes:

PRETENSIONES

PRIMERA: (*)
SEGUNDA: (*)

TERCERA: (*)

SOLICITUD ESPECIAL DE MEDIDA CAUTELAR

(*)

PRUEBAS y ANEXOS

Al presente escrito anexo para su valoración probatoria y fines pertinentes, las siguientes
documentales:

1. (*)
2. (*)
3. (*)
4. (*)

DERECHO COLECTIVO EN RIESGO

PROCEDENCIA y COMPETENCIA

El Artículo 88 de la Constitución Política Colombiana prevé el lineamiento superior


concerniente a las Acciones Populares, y al tenor señala que será procedente “…para la
protección de los derechos e intereses colectivos” (…).

Así, y conforme lo descrito en este documento, es dable acudir a esta instancia, toda vez que lo
que se busca es la protección, para el caso preciso, del derecho a la seguridad pública, e
igualmente, y por conexidad, del derecho al orden público, el cual se advierte en riesgo a razón
de la conducta desplegada por la POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA, autoridad accionada.

Al respecto, y sobre la finalidad de la misma, la Corte Constitucional ha manifestado sobre la


Acción Popular, que:

“…Estos instrumentos buscan proteger esa categoría de derechos e intereses


[Constitucionales y colectivos] en cuanto se relacionan con el patrimonio, el espacio, la
seguridad y la salubridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre
competencia y otros de similar naturaleza que se definan por el legislador.” 1 (Negrilla
fuera del texto original.)

En suma, la ley 472 de 1998, por la cual se regula el Artículo 88 Superior, en el literal g) del
Artículo 4º, enmarca el derecho a la seguridad pública como uno de aquellos entendido
colectivo, y por tanto, emanando esta acción del interés de la comunidad, ha de deprecarse la
protección del derecho a la seguridad y orden público por este mecanismo constitucional,
siendo procedente también, conforme lo reglado en el Artículo 9º de la misma normatividad.

Por todo, la Acción Popular que aquí se impetra es absolutamente procedente, al ser clara
muestra del interés por amparar un derecho colectivo, siendo entonces un procedimiento
preventivo, sobre lo que el Alto Tribunal, en sentencia C-215 de 1999, manifestó:

1
Sentencia C-215 de 1999, Corte Constitucional.
“Otra característica esencial de las acciones populares es su naturaleza preventiva, lo
que significa que no es ni puede ser requisito para su ejercicio, el que exista un daño o
perjuicio de los derechos o intereses que se busca amparar, sino que basta que exista la
amenaza o riesgo de que se produzca, en razón de los fines públicos que las inspiran.”

Adicionalmente, es menester señalar que usted, Señor Juez, es competente para conocer de
esta Acción Popular, de conformidad con lo reglado en los Artículos 15 y 16 de la Ley 472 de
1999, tanto por la jurisdicción (Contencioso Administrativa) como por el lugar donde
ocurrieron los hechos descritos en el correspondiente acápite.

NOTIFICACIONES

Para los fines pertinentes, me permito manifestar que:

ANDRÉS MAURICIO MEDINA RODRÍGUEZ, suscrito apoderado, recibiré notificaciones en la


Carrera 11 No. 101 – 80, de la ciudad de Bogotá, en el correo electrónico
andres.medina@consultoriojuriumng.com, e igualmente, en el teléfono celular 300-471-2626.

Los accionantes SONIA AYALA, ÁNGELA MANJARRES y RICARDO MONTOYA recibirán


notificaciones en la Carrera 7 No. 9 – 96 de la ciudad de Bogotá, así como en el correo
electrónico comunicaciones@pazcolombia.co.

La entidad accionada, POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA hará lo propio en la Carrera 59 No.


26 – 21, Centro Administrativo Nacional, de la ciudad de Bogotá. Así también en el correo
electrónico decun.notificacion@policia.gov.co.

Para su conocimiento y trámite Señor Juez,

ANDRÉS MAURICIO MEDINA RODRÍGUEZ


C.C. No. 1.010.025.657
T.P. No. 586.970 del Consejo Superior de la Judicatura

También podría gustarte