Es adorado (Mat. 2:2,11; 14:33). Adoró al Padre (Juan 17).
Se le ora (Hech 7:59). Oró al Padre (Juan 17:1). No tuvo pecado (1 Ped. 2:22; Heb. 4:15). Fue tentado a pecar (Mat. 4:1). Es omnisciente (Juan 21:17). Creció en sabiduría (Luc. 2:52). Da vida eterna (Juan 10:28). Pudo morir (Rom. 5:8). En El habita la plenitud de la Deidad Tiene un cuerpo de carne y hueso (Luc (Col.2:9). 24:39).