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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
LARA

ENSAYO
VENEZUELA PRODUCTIVA

YOHAN LEON
C.I. 16.234.749
ESTUDIOS JURIDICOS
SECCION D (TORRES)

Carora, noviembre de 2020


Generalmente cuando se habla del modelo productivo inmediatamente nos
trasladamos al ámbito de lo económico. Vienen a nuestra mente categorías como
el Producto Interno Bruto, Valor Agregado, Exportaciones, Importaciones, Balanza
Comercial, etc.. Cuando más nos acercamos al ser humano lo hacemos en
términos de Empleo, Salarios, Eficiencia, Productividad, etc Este sesgo
productivista o economicista sobre el modelo productivo, con frecuencia lleva a
ignorar y desconocer al ser humano como el centro y razón de ser de la actividad
económica y productiva. Así pues, las empresas se crean con el fin de valorizar el
capital a través de la ganancia, y el medio es la explotación de la naturaleza y de la
fuerza de trabajo para la producción de mercancías. Se explotan y depredan de
manera intensiva los recursos naturales y al ser humano para fabricar no sólo y
únicamente los productos básicos de primera necesidad, sino también para
producir masivamente cualquier clase de mercancías que permita obtener más
ganancia, aunque no tengan nada que ver con la satisfacción de las necesidades
básicas y esenciales de la gente

En Venezuela tenemos todo tipo de materia prima, tierras, agua y energía


para lograr la autosuficiencia. También se cuenta con gran talento, aunque
parezca dormido o más bien sometido a los intereses del gran capital. Y por
supuesto, quedó demostrado en la batalla económica contra la especulación, que
fue dirigida por el Camarada Presidente Nicolás Maduro, que el gobierno
revolucionario tiene la voluntad y la fuerza para luchar por una economía
socialista y así construir una sociedad justa y amante de la paz.

Enrumbarnos hacia la Venezuela Productiva exige, fundamentalmente a los


Revolucionarios asumir el Plan de la Patria como la guía fundamental

Para el Gobierno Bolivariano, la producción nacional es prioridad, como


política de Estado para garantizar el cumplimiento del Plan de la Patria y avanzar a
la consolidación de la Venezuela Potencia. Así lo estableció desde su llegada en
1.999, el Comandante Eterno Hugo Chávez, y lo refrenda el presidente
constitucional, Nicolás Maduro.

El sistema económico capitalista nacional que se estableció en las últimas


décadas de la Cuarta República, colapsó en medio de una caracterización que
respondía primeramente a los intereses del capital y alejaba los propósitos
sociales de protección del pueblo y la autosustentabilidad. Bajo esta premisa
sectores dominantes de entonces procuraron la transformación máxima de los
sistemas de distribución, logística y precios y un andamiaje de la apropiación de la
renta petrolera mediante el mercado de divisas.

Ante esto, se hacía necesaria la transformación del modelo económico con


carácter socialista y a favor del pueblo.

El líder de la Revolución, Hugo Chávez, desvistió el sistema capitalista


hegemónico, incapaz para combatir el hambre y la pobreza en Venezuela, y fue
impulsando estrategias para avanzar hacia un nuevo modelo productivo socialista,
junto a un pueblo consciente y organizado para garantizar la soberanía
alimentaria, a través de la participación y empoderamiento de los recursos, la
producción nacional, sustitución de importaciones y el desarrollo de una industria
articulada a las universidades territoriales y todo el sistema de educación, ciencia
y tecnología.

Un modelo autosustentable para favorecer la soberanía alimentaria, así


como el aparato productivo en materia de bienes y servicios ha sido consolidado
con la Revolución Bolivariana. Frente a esto, en la actualidad una feroz guerra
económica se ha puesto en marcha para intentar destruir la economía nacional,
sin embargo, la lucha diaria ha permitido la estabilidad política y social de la
nación y con ello la producción nacional que cada vez se va perfeccionando de
acuerdo a la caracterización de cada región del país.

En medio de la guerra económica, es importante plantear los nuevos


escenarios posibles a fin de avanzar en un modelo socialista venezolano,
bolivariano, productivo y diversificado, que empodere al Poder Popular; que
afiance la unión cívico-militar; que garantice el mayor bienestar posible a la familia
venezolana; y que nos lleve al punto de no retorno al capitalismo salvaje;
Entre las reflexiones del líder revolucionario se apuntaba a garantizar un
importante despertar al pueblo sobre las riquezas que posee Venezuela, para
producir lo necesario con un modelo autosustentable de producción y defender a
la nación de los intereses imperialistas que siempre han puesto sus deseos sobre
las potencialidades naturales del país.

Toda la transformación política y espiritual que se ha vivido en Venezuela,


no es suficiente para tener soberanía productiva, pues mientras seamos:

a) exportadores de materia prima abundante y barata, así ganemos records de


producción;

b) operadores y mantenedores de maquinarias con tecnologías extranjeras y


secretas;

c) importadores de bienes, maquinarias, herramientas, ropa y alimentos; siempre


seremos neoesclavos de las grandes potencias capitalistas.

La Revolución Bolivariana ha hecho posible que Venezuela sea un país


independiente en lo político y se plantea ahora ganar la batalla de la
independencia económica para proclamar nuestra plena e integral soberanía. El
Gobierno Bolivariano se ha planteado la construcción de un Nuevo Modelo
Productivo (en adelante NMP) que sirva de soporte material del nuevo sistema
socioeconómico que garantice la irreversibilidad de la Revolución. Esto pasa por
imprimir una mayor velocidad al cambio de las relaciones sociales de producción
en las que predomina la explotación del trabajoasalariado, tanto por el capital
privado como por el capital estatal. Cambiar las relaciones sociales de producción
prevalecientes pasa entonces por impulsar el desarrollo de un nuevo tejido de
empresas cualitativamente distintas, en las que el carácter de la propiedad nosea
ni privada ni estatal, sino colectiva o comunal; en las que el fin no sea el lucro sino
la producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades básicas y
esenciales de la gente; en las que el trabajo no sea sólo un medio de vida sino un
instrumento para el desarrollo humano integral. Esto implica promover las
Empresas de Propiedad y Producción Social (EPS) como célula fundamental de un
nuevo tejido productivo guiado por principios de solidaridad y cooperación, el
cual persigue el desarrollo integral de las personas, el desarrollo equilibrado de los
diferentes sectores económico, el desarrollo armónico y proporcional de las
regiones.

Dicho esto, la conclusión más importante que hay que subrayar es que
cuando hablemos -de ahora en adelante- de un nuevo modelo productivo nos
referiremos a aquel que tienen al ser humano como centro y razón de ser de toda
su actividad, un modelo productivo que ataque las verdaderas causas de la
pobreza y la exclusión social. Por esta razón, el concepto de MODELO
PRODUCTIVO que adoptamos no puede agotarse única y exclusivamente en la
dimensión productiva o económica del modelo. Es imprescindible rendir cuenta
también de:

• La dimensión política y de las relaciones de poder que en ella se construyen, en


función de transferir el poder a los pobres para acabar con las causas
estructurales del desempleo, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.

• Necesario es también tener muy en cuenta como un derecho ciudadano la


masiva inclusión social en todos los servicios públicos que son básicos y esenciales
para la vida misma.

• En esta visión integral del modelo productivo que hay que construir, un plano
que no se puede olvidar es el territorial, el imperativo de corregir las asimetrías y
disparidades entre las regiones, ofreciendo igualdad de oportunidades para los
habitantes del campo y la ciudad.

• Finalmente, buena parte de los desequilibrios que hay que corregir para
construir un nuevo modelo productivo que tenga al ser humano y no al capital
como centro y razón de ser de su actividad, tiene que ver con el impulso a un
nuevo esquema de relaciones internacionales signadas por los principios de
solidaridad, cooperación, complementación, reciprocidad, equidad y la
sustentabilidad

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