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1. EL CARÁCTER
El carácter es adquirido.
El carácter de un líder es conocido por los amigos que tiene. Los amigos que
escoja pueden ser una bendición o una maldición. Ellos pueden ayudarle a
edificar un buen carácter o a caer bajo en un camino desagradable de malas
decisiones.
Un líder es una persona de buen carácter, confiable, que guarda su palabra (Se
puede conocer el carácter de un hombre a través de sus palabras - Ed
Cole), con valores morales y que quiere hacer lo correcto. Cuando esa persona
con carácter peca, está dispuesto a arrepentirse, delante de Dios y de las
personas afectadas.
1 Crónicas 11:6 → “David había dicho a sus tropas: «¡El primero que ataque a los
jebuseos será el comandante de mis ejércitos!». Así que Joab, cuya madre era Sarvia,
una hermana de David, fue el primero en atacar, y entonces llegó a ser el
comandante de los ejércitos de David.”
Joab aparentemente era un luchador innato y las escrituras registran muchos de sus
triunfos (contra los jebuseos, los edomitas, los sirios, y los amonitas). Era fiel
compañero y amigo de David, genio militar, valiente conquistador, hombre leal a
David, consejero con destellos de humildad.
Pero a pesar de que era un hombre poderoso en la batalla, que parecía tener buenas
intenciones y humildad, vamos a ver que era un hombre que tenía muchos defectos
en su carácter.
Algo que debemos tener siempre presente es que para Dios es más importante el
carácter que las habilidades y los talentos.
La historia nos enseña que Dios ignorará a alguien con inmenso potencial tan solo para
escoger a alguien que aparentemente no tiene “lo que se necesita”. Ejm: Pedro,
Andrés, USTED Y YO.
La habilidad o el talento quedarán muy abajo en la lista de requisitos para ser líderes
porque Él quiere que aprendamos lo que significa confiar en Él para que las cosas
sucedan.
Es más, Jesús dijo que muchos han hecho cosas grandes sin que él los conozca.
Mat. 7:21-23 → No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del
cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que
está en el cielo. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu
nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu
nombre”. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que
violan las leyes de Dios”.
Dios te puede usar, pero no quiere decir que te apruebe. Ya que el Carácter va a ser un
reflejo de nuestra obediencia al Padre.
23 Cuando Joab llegó, le dijeron que Abner acababa de visitar al rey y que David lo
había enviado en paz. 26 Con eso Joab dejó a David y envió mensajeros para que
alcanzaran a Abner y le pidieran que regresara. Ellos lo encontraron junto al pozo
de Sira y lo trajeron de regreso, sin que David supiera nada. 27 Cuando Abner llegó
de nuevo a Hebrón, Joab lo llevó aparte, a las puertas de la ciudad, como si fuera a
hablar en privado con él. Pero lo apuñaló en el estómago y lo mató en venganza
por la muerte de su hermano Asael.30 Joab y su hermano Abisai mataron a Abner,
porque este había matado a su hermano Asael en la batalla de Gabaón.
Abner, comandante de las fuerzas de Is-boset (el cuarto hijo de Saúl, y quien reinó
en su lugar) mató en defensa propia a Asael, el hermano menor de Joab, después
de advertirle varias veces que no lo persiguiera. Joab jamás olvidó este
acontecimiento y, en la primera oportunidad que se le presentó, vengó fría y
cobardemente la muerte de su hermano, matando a Abner.
Luego de que Absalón matara a su medio hermano Amnón por haber deshonrado a
su hermana Tamar, tuvo que huir a la casa de sus familiares de parte de su esposa.
Siendo el segundo hijo, era el heredero natural. Pero David no demostraba ningún
interés en traerlo de vuelta. Joab, sabiendo esto, ideo un astuto plan para engañar
a David y traer a Absalón de vuelta. El plan resultó un éxito. David no se dio cuenta
de la manipulación de la que había sido objeto, concebida por Joab, y dio permiso
para el regreso de Absalón. Joab ideo todo esto con fines político, ya que si Absalón
volvía podía regresar a ser sucesor de David y de esa forma Joab conservaría su
puesto de comandante.
Para que no rechacen nuestras ideas, es muy fácil recurrir al sutil engaño de
distorsionar hechos u omitir cosas que podrían afectar nuestra presentación.
En 2 Sam 19:11-14, Joab había encontrado una forma de lidiar con su sucesor,
matándolo. A medida que la historia avanza, nos encontramos con el hermano de
Joab, Abisay, quien se subordinó a él y le permitió a Joab una vez más tomar el
lugar de comandante del ejército. (2 Sam. 20:22b-23).
Después de que Joab matara a Absalón con total frialdad y sin piedad, David tomó
dos medidas, mezclando administración y política. En primer lugar retiró a Joab del
comando de las fuerzas militares. Esta fue una decisión administrativa, motivada
por la desobediencia explícita de Joab al matar a Absalón contrariando las órdenes
expresas de David. En segundo lugar, en el puesto de Joab colocó a Amasa (quien a
su vez era primo de Joab) para que fuera el comandante general de las fuerzas
militares del reino. Como Amasa había sido el comandante de las fuerzas militares
de Absalón, David lo favoreció con el puesto más elevado en el ejército para
congraciarse y atraerlo hacia él. Pero Amasa duró muy poco en el puesto. Joab,
junto con su hermano Abisai, se encontraron con él, y Joab lo mató fría y
traicioneramente.
¿Por qué David no tomó alguna acción? David decidió que este era el camino de
menor resistencia y mayor bien para Su Reino. Aun así, Dios no estaba complacido.
Observemos lo que David dijo unos años después, cuando reveló su deseo de
justicia sobre la vida de Joab.
1 Reyes 2:5-6 → Además, tú ya sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, cuando
mató a mis dos comandantes del ejército: a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de
Jeter. Él fingió que fue un acto de guerra, pero estábamos en tiempo de paz, con lo
cual manchó con sangre inocente [b] su cinto y sus sandalias. Haz con él lo que mejor
te parezca, pero no permitas que envejezca y vaya a la tumba en paz.
Joab conocía bien la religión. Teóricamente, conocía bien a Dios. Pero su vida
mostró que dejó de lado a Dios completamente cuando deseaba algo. Aunque
pudiera tener todo el conocimiento teológico sobre Dios, éste parecía no tener
relevancia en su vida.
a. Tu palabra, o tu promesa, sin importar lo pequeña que sea la situación, debe ser
tan fidedigna y confiable como lo es la Palabra de Dios. Si no estás en control de
la situación, entonces no hagas promesas:
Las personas con integridad caminan seguras, pero las que toman caminos
torcidos serán descubiertas. (Proverbios 10:9)
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¿Pero quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte algo a ti?
¡Todo lo que tenemos ha venido de ti, y te damos solo lo que tú primero nos
diste!
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Yo sé, mi Dios, que tú examinas nuestro corazón y te alegras cuando
encuentras en él integridad. Tú sabes que he hecho todo esto con buenas
intenciones y he visto a tu pueblo dando sus ofrendas por voluntad propia y con
alegría.
Pablo decidió que como un líder cristiano era importante para él sentar un
ejemplo de trabajo duro. El trabajar duro también incluye el área espiritual de
uno mismo, tu familia, tus hijos. El insistió en que siguieran su ejemplo.
7
Pues ustedes saben que deben imitarnos. No estuvimos sin hacer nada cuando
los visitamos a ustedes. 8 En ningún momento aceptamos comida de nadie sin
pagarla. Trabajamos mucho de día y de noche a fin de no ser una carga para
ninguno de ustedes. 9 Por cierto, teníamos el derecho de pedirles que nos
alimentaran, pero quisimos dejarles un ejemplo que seguir. 10 Incluso mientras
estábamos con ustedes les dimos la siguiente orden: «Los que no están
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dispuestos a trabajar que tampoco coman». Sin embargo, oímos que algunos
de ustedes llevan vidas de ocio, se niegan a trabajar y se entrometen en los
asuntos de los demás. 12 Les ordenamos a tales personas y les rogamos en el
nombre del Señor Jesucristo que se tranquilicen y que trabajen para ganarse la
vida. (2 Tesalonicenses 3:7-11)