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EXAMEN DE FILOSOFIA DE LA CULTURA

UNIDAD 1: LA CULTURA COMO OBJETO DE ESTUDIO FILOSÓFICO.

1. Aproximaciones filosóficas a lo largo de la historia sobre el concepto "cultura".


o Problemas–Ferrater Mora-
o Naturaleza y cultura –Guardini-
o Construccion histórica del concepto
o Concepto evolucionista (Tylor) – U.Hernandarias-
o Concepto funcionalista (Malinowski) de adaptación al medio amb –
U.Hernandarias-
o Etimología.-Millan-
o Usos –Millan-
2. Reflexiones acerca de las distintas interpretaciones acerca de la historia de las
culturas.
o Las épocas de la cultura –Guardini-
o Crisis –Guardini-
o Caminos de salida –Guardini-
3. Relación cultura y sociedad.
o Abordaje de líneas de pensamiento actual sobre la temática. Lenguaje,
organización social y valores (Malinowski)

UNIDAD II: LA CULTURA EN LA REFLEXIÓN FILOSÓFICA.

1. Un análisis sobre la cultura greco-latina Desarrollo cultural de Occidente y de


Oriente.
2. De las sociedades feudales a la modernidad.
3. Kant y la paz perpétua
4. Marx y el motor de la historia.
5. Hacia un nuevo concepto de cultura: la etnografia
6. La figura de Levi-Strauss y la ampliación del concepto.
a. Levi, desde el estructuralismo.
7. El aporte de la Teoría Crítica: Herbert Marcuse.
8. La crisis de la cultura de la modernidad.
9. Planteos del siglo XX: "El malestar freudiano de la cultura".

UNIDAD III: LA CULTURA DESDE EL PRISMA CONTEMPORÁNEO.

1. La cultura como habitar. La dificultad en la comprensión del propio habitar.


a. Mundo del hombre -Ferrater Mora-
b. –Guardini- Responsabilidad en el mundo
2. El relativisimo epistemológico.
a. Otra posición: Popper
3. Los distintos métodos como aproximaciones parciales a distintos aspectos de la
cultura.
 La construcción positivista de la cultura y la sociedad.
o Primero, la visión positivista en la primera mitad del siglo XX.
o Segundo, cultura hacia adentro. –linguistico- Ward Goodenough
o Tercero, cultura –hermeneutica y semiótica-- Clifford Geertz.
 Aportes del marxismo y la sociología de la cultura. –Warley-
 La semiótica y el estructuralismo en la cultura.
 Abordajes desde el constructivismo y el multiculturalismo.

UNIDAD IV: LA CULTURA Y LA REFLEXIÓN LATINOAMERICANA.

1. Teorías prestadas en la comprensión de la cultura latinoamericana.


2. Hacia la Filosofía de la liberación: E. Dussel, L. Zea, J. Martí, R. Kush. La
cultura popular: dimensión, alcance y perspectivas actuales.
3. La cultura del "estar" y la tierra del "ser".
4. Algunas líneas de comprensión en la relación cultura-religión. El surgimiento de
la Teología de la Liberación en tanto crítica de la cultura dominante.
5. Movimientos sociales en Latinoamérica.

CULTURA Y SOCIEDAD. –Warley-


En su intento por dar cuenta y explicar las aparentes regularidades de las acciones
humanas y el hecho de la vida colectiva, los sociólogos han desarrollado dos s",
escribió el sociólogo estadounidense Ely Chinoy desde la perspectiva de una disciplina
particular, "cultura y sociedad. Aunque podamos distinguir entre ellos conceptualmente,
los fenómenos a que se refieren no pueden existir independientemente uno de otro; la
sociedad no puede existir sin la cultura y la cultura sólo existe dentro de la sociedad",
afirma Chinoy en Introducción a la sociología.

Las palabras 'cultura' y 'sociedad' tienen, a la vez, un significado específico y genérico.


Hablamos de «una sociedad», refiriéndonos a un grupo particular, concreto,
identificable y limitado de personas; puede ser lo mismo una partida primitiva de
cazadores que una aldea agrícola, una ciudad o una nación moderna. Y también decimos
«una cultura», con la cual nos referimos, claro está, a la forma particular de vida de una
sociedad concreta. Igualmente, empleamos los adjetivos 'social' (o 'societario') y
'cultural', en un sentido genérico, humano y universal. Podemos hablar de formas
sociales y culturales de la humanidad sin aludir a grupos concretos, y estudiar la
evolución de la cultura y el desarrollo de la sociedad en un sentido igualmente general".
Es decir que al final de la lógica de su análisis, Foster nos devuelve los problemas que
pretendía despejar: la clara distinción entre los sustantivos 'sociedad' y 'cultura' se
oscurece, y sus respectivas predicaciones convierten a los sujetos casi en formas
sinónimas. –Warley –pdf 7-
Buscando profundizar el estudio y asentar la definición sobre la base de la descripción
de sus funciones, a continuación Foster pasa al examen de algunas de las características
fundamentales que según este autor permitirían definir a la cultura en relación a la
sociedad.
Primero, La cultura es aprendida. Es decir que "las normas de conducta que
constituyen una cultura no están genética ni biológicamente determinadas"; la cultura
concentra por lo tanto "la herencia social de la humanidad".
Segundo, la cultura es un todo lógicamente integrado, funcional y razonable. Foster
dice que "no es un conjunto accidental de costumbres y hábitos reunidos al azar. Sin
llevar demasiado lejos la analogía, una cultura puede compararse con un organismo
biológico, porque cada una de sus partes está relacionada de alguna manera con todas
las demás. Cada institución refleja los valores predominantes de la cultura total.
Tercero, todas las culturas están en constante cambio, no hay cultura completamente
estática. Los vectores de la historia y de la transformación social atraviesan todos los
fenómenos culturales.
Cuarto, toda cultura supone un conjunto organizado de valores. "Su sistema de
valores da estabilidad a la cultura. Justifica nuestras acciones y pensamientos, y nos
confiere la seguridad de que nos estamos comportando de conformidad con lo que
espera de nosotros la sociedad".
Quinto, la cultura hace posbile una acción recíproca razonablemente eficiente,
entre los individuos que es requisito previo para la vida social. Éste ítem se observa
cómo aquella confusión inicial entre las nociones de cultura y sociedad se resuelve en
un sólido vínculo lógico que coloca a la cultura como un primero (la causa) que
determina como segundo a la sociedad (su efecto).

TEMAS DE CULTURA. -Warley


Como se podrá juzgar, no son demasiado nítidos los límites que separan los abordajes
filosófico, antropológico e incluso histórico; cada una de estas disciplinas parece
interpelar a la cultura en cuanto a ciertos datos y metodologías particulares, es cierto,
pero también es verdad que éstos se mezclan todo el tiempo. y la sociología también
reclama sus derechos, aunque sin la preocupación por distinguirse mucho. –Warley
pdf.39-

Por debajo de los apellidos, las disciplinas y denominaciones, se podría hablar de una
suerte de "mínimo común múltiplo" conceptual. Por ejemplo, el papel central de los
intelectuales para la construcción de la cultura, su enriquecimiento y reproducción; los
pros y los contras de la democratización cultural; las definiciones universales
enfrentadas, en una oscilación continua, con otras mucho más restringidas
(enfrentamiento que no niega posibles contaminaciones); la cultura estimada como un
organismo, sistema o estructura que supone más que la simple suma de elementos; la
relación entre culturas diferentes y sus resultados, los fenómenos culturales concebidos
como un puro bien del espíritu o como aquellos objetos que ocupan lugar en negocios y
estantes, los valores que, explícitos o no, nutren toda consideración. Aspectos todos que
se tensionan con una vuelta de tuerca más si se agrega la dimensión histórica y se
advierte que, aunque por momentos vayan hacia atrás, todos ellos fueron producidos en
el siglo XX hasta el período inmediatamente anterior y el posterior a la Segunda Guerra
Mundial, o sea cuando, con la incorporación de la llamada "industria cultural" y los
medios masivos de comunicación, se terminan de delinear todos los datos que
completan las discusiones que sobre la cultura son posibles desde nuestro presente. Así
la cuestión de la cultura frente a las masas y de cara a la barbarie, democratización y
manipulación, las culturas nacionales y populares, las formas de imperialismo cultural
(sobre el final devenidas rutina de globalización), para mencionar algunos items
relevantes y que serán retomados.

Ahora bien, aunque el mero intento de deslindar el concepto de cultura de otros que le
son próximos, como sociedad y civilización, plantea un problema: según se apuntó, lo
cierto es que todos ellos parecen unificarse como sinónimos cuando se los concibe en
tanto representación de lo específica y plenamente humano contrapuesto a aquello otro
que es del orden de la naturaleza. –Warley pdf.13-

SE HABLA HOY DE CULTURA.


Un locutor radiofónico rememora una vieja distinción, dice, entre cultura material, o sea
aquella que consiste en bienes o productos tangibles, opuesta a la cultura "espiritual", o
sea "no material", la que atesora conductas, usos, técnicas, ideas, valores. El joven
universitario a quien entrevista apunta que esta segunda acepción es la que se
corresponde con la actual concepción antropológica e informacional de la cultura, y
explica que se sigue usando la expresión "cultura material" en un sentido menos
estricto, indica; pero rasgos culturales como un utensilio o una vasija, como ejemplos de
la cultura material, no son cultura, solamente nos informan sobre aspectos de la cultura
del pueblo o del individuo que los construyó, en cambio las reglas para pergeñar tales
utensilios sí forman parte de la cultura en un sentido estricto. A poco andar establecerá
pedagógicamente una incongruencia que manifiesta toda sociedad entre aquello que la
gente hace ("cultura real") y lo que dice o piensa que debería hacer ("cultura ideal"). –
Warley pdf. 10-
Corre el dial y en la FM Tango se dice "cultura nacional", la misma expresión que se
utiliza para abrir el Festival de Cosquín refiriéndose a otra especie musical; se oye
"cultura popular", "cultura de masas", "industria cultural", "cultura alta", "cultura baja",
hoy resuena la expresión "multiculturalismo", un término que -más allá de cierta
"moda"- refiere a un fenómeno por demás complejo e interesante como es el de la
mezcla de culturas. Ahora, ¿el desfile de ejemplos de la vida cotidiana que se realizó -y
que podría multiplicarse fácilmente por cien- no es el mismo testimonio de ese espíritu
de mezcla?
La constante interacción entre las culturas desemboca en la formación de culturas
híbridas, mestizas y criollas, en todos los grados.
Tzvetan Todorov [1939) se sirve consecuentemente del concepto de "transvaloración",
acuñado por el crítico literario canadiense Herman Northrop Frye [1912-1991],noción
que juzga más ajustada a la descripción de los procesos reales de mezcla cultural.
La catarata nos ha devuelto, ahora a través de senderos más cotidianos, al territorio de la
confusión. ¿De qué se habla cuando se habla de cultura? Como con facilidad puede
deducirse de los ejemplos anteriores -a los cuales podrían sumarse otros muchos, ya se
insistió-, 'cultura' es una palabra omnipresente en la vida de todos los días, en las
escuelas, las calles, los hogares y los medios masivos de comunicación; un comodín que
sirve para designar múltiples significados y acepciones, en muchos casos contrapuestos.

HANNA ARENDT. CULTURA DE MASAS.


"La cultura de masas surge cuando la sociedad de masas se apodera de los objetos
culturales; [... ) ésta [la cultura) es así afectada cuando los objetos mismos son
modificados -reescritos, condensados, seleccionados o reducidos al kitsch en su
reproducción, o en su adaptación para las películas-o Esto no es equivalente a la
difusión de la cultura entre las masas sino que de lo que aquí se trata es de que la cultura
es destruida con el objeto de generar entretenimiento". El entretenimiento precipita la
decadencia y destrucción de la cultura estimada en su sentido tradicional; por lo tanto la
cultura de masas no puede ser considerada cultura en un sentido estricto.
Se puede detectar con cierta frecuencia un sentido usual para "cultura de masas" que, de
una manera un tanto elitista y superficial, indica a aquella que difunden los medios de
comunicación de masas (radio, prensa, televisión, publicidad); ella se caracterizaría por
la mediocridad de sus contenidos (por parte de los medios emisores) y por empujar
hacia la aceptación acrítica y unificadora, por parte de la recepción masiva.

ABORDAJE CIENTIFICO DE LA CUESTION CULTURA.


Otro tanto podría afirmarse sobre los abordajes científicos de la cuestión, es decir, las
disciplinas dedicadas a explicamos qué es lo que significa 'cultura'. Para citar un solo
caso, veamos el del etnólogo y antropólogo francés de origen belga Claude Lévi-
Strauss [1908), quien establece una diferencia entre lo que él denomina "antropología
social" y "antropología cultural" , en sus obras la cuestión se dirige también hacia la
concepción de cultura.
La antropología estructural estudiaria al hombre a partir de sus creaciones, los objetos
por él producidos y las técnicas utilizadas para ello, mientras que la antropología social
tendría que ver, más bien, con las investigaciones en torno de las relaciones entre los
hombres y la estructura social que ellos producen e integran.

ABORDAJE SOCIOLOGICO.
Según el sociólogo Shils más importante que los niveles de creatividad y enajenación es
la capacidad de las habilidades cognoscitivas, valorativas y morales de los hombres.
Esas disparidades producirían notables diferencias, en la comprensión de las tradiciones,
en la complejidad de las reacciones que suscitan. De ese modo, a lo largo del curso de la
historia se habría consolidado un disenso muy diferenciado.
De acuerdo con lo anterior el sociólogoadopta una distinción, "muy aproximativa",
entre los niveles de la cultura, que son niveles de calidad, medidos con un metro
estético, intelectual y moral. Éstos son la cultura superior o refinada, la cultura mediocre
y la cultura brutal. La cultura superior se asienta en la seriedad y el centralismo de los
temas tratados, el análisis profundo y la coherencia de las percepciones, la sutileza y la
abundancia de los sentimientos expresados. Pertenecen a ella la literatura y el arte, la
filosofía y la ciencia, el teatro, la historia, los estudios económicos, sociales y políticos.
La cultura mediocre es menos elaborada que la anterior, a la cual imita. Toma de ella
algunos de sus géneros pero también es capaz de crear los propios. La comedia musical
es el ejemplo que Shils menciona. La cultura brutal es de elaboración simbólica más
elemental. Además de acumular versiones un tanto degradadas de las formas de los
niveles anteriores a las que suma las del espectáculo y el entretenimiento, se caracteriza
por la tosquedad general de la sensibilidad y la percepción.

ABORDAJES BIOLOGISCAS.
La cuestión cultural también se ha sabido ganar abordajes biologistas y consideraciones
sobre sus ritmos evolutivos inspiradas en las concepciones del naturalista y científico
inglés Charles Robert Darwin [1809-1882],los cuales, por definición, estudian la cultura
no como sinónimo de hombre sino, como se ha visto antes a partir de un ejemplo
antropológico, de organismo viviente.
El zoólogo neodarwinista Richard Dawkins [1941], por ejemplo, dice en El gen egoísta:
"La transmisión cultural no es un fenómeno exclusivo del hombre", y tras apoyar su
aseveración con una serie de ilustraciones por las que desfilan monos, aves e insectos,
desemboca en el trazado de un paralelo entre herencia cultural y herencia genética”.
El filósofo John Searle (1932) habla de memes. Sostiene en El misterio de la conciencia
que la noción de meme no es muy clara. Explica que fue inventada por Dawkins para
disponer de un análogo cultural de la noción biológica de gen, pero no parecería tener
un alcance mayor que el de un atractivo símil o una metáfora.

Habitar.
"Existen numerosas definiciones de cultura. Las discrepancias a la hora de dar un
contenido semántica al concepto de «cultura» en edades históricas distintas y por parte
de diferentes estudiosos de nuestro tiempo, no nos desanimarán si recordamos que el
valor de este término es «derivado» respecto del tipo de cultura. Toda cultura
determinada históricamente genera un determinado modelo cultural propio. Por tanto, el
estudio comparado de la semántica del término «cultura» a lo largo de siglos constituye
un material utilísimo para construcciones tipológicas", afirman los semiólogos rusos
Jurij Lotman [1922-1993] y Boris Uspenskij.
De acuerdo con estos investigadores, toda definición de cultura será relativa al hábitat
cultural que la produce, el cual, necesariamente, moldeará de alguna forma específica y
"tendenciosa" tal definición. "Toda cultura es una especificación histórico-geográfica
del amplio trabajo que el hombre realiza sobre el mundo y sobre sí mismo; trabajo que
lo aleja de la naturaleza", define el semiólogo francés Christian Metz en "Imágenes y
pedagogía". –Warley pdf.13-.

Multiculturalismo.
Para el pensador estructuralista, en resumen: "Toda cultura, antes que oponerse a la
incultura, se opone a otras culturas.
Aquello que la tradición humanista de nuestros países llama -rnuy erróneamente-
incultura es lo propio de algunos sujetos, o grupos de sujetos, que participan menos
completamente que otros en la cultura de su sociedad".
Aunque el plural también puede remitir a niveles en el interior de un mismo cuerpo
social.
El ensayista argentino Ezequiel Martínez Estrada [1895- 1965] comenta en "Sentido y
forma de la cultura. Definiciones y conceptos": "Un etnólogo de campo, Ralph Linton
[Estados Unidos, 1893-1953], especifica que: «En los seres humanos la herencia social
recibe el nombre de cultura. El término se usa en un doble sentido. En un sentido amplio
'cultura' significa la herencia total íntegra de la humanidad, en tanto que en un sentido
restringido, una cultura equivale a una modalidad particular de la herencia social. Por
consiguiente, la cultura en su conjunto está integrada por un considerable número de
culturas, característica cada cual de un determinado grupo de individuos», siendo «la
herencia social de los miembros de una sociedad. –Warley pdf.14-
EN LA HISTORIA.
Hubo en la historia de Occidente, la conciencia de la existencia de dos mundos distintos y
peculiares: el mundo de la Naturaleza y el mundo de la cultura. Durante la sofística griega fue
ya familiar la discusión en torno a la superioridad de uno u otro mundo, pero las ideas de la
cultura y de la Naturaleza, del estado natural y del civilizado se presentaban sobre todo como
dos valores entre los cuales era preciso elegir.
Los cínicos proclamaron su oposición a todo lo que no fuera la llamada simplicidad natural, a
todo lo que se apartara de la Naturaleza, considerando la cultura como el signo de la
corrupción y de la decadencia. La lucha contra la cultura como la lucha contra lo artificioso y
antinatural era más bien la lucha contra aquel mundo cultural que rebasaba las posibilidades
del hombre, que, en vez de cumplir la misión de salvarle, lo ahogaba y lo atenazaba.
La actual teoría de la cultura se ha desarrollado al hilo de la filosofía del espíritu y cuenta, por
lo tanto, entre sus cultivadores del siglo XVIII con: Hegel y el romanticismo; Nietzsche, Dilthey;
Windelband, Rickert; Simmel, Spen-gler; Spranger, Litt, Frischeisen-Köhler, Hans Freyer,
Scheler, N. Hartmann, etc.

OBJETOS Y PROBLEMAS.
La cultura se diferencia de la Naturaleza por no ser, como ésta, por decirlo así, mera presencia
o, como dice Rickert, "el conjunto de lo nacido por sí, oriundo de sí y entregado a su propio
crecimiento".
Un objeto natural puede ser también un objeto de la cultura y viceversa: la estatua, que es,
desde el punto de vista de la Naturaleza, un trozo de mármol cuyos caracteres estudia la física
y la mineralogía, es, desde el punto de vista de la cultura, una forma valiosa, un objeto al cual
está incorporado el valor de la belleza o el valor de la utilidad.

Los problemas de la filosofía de la cultura se refieren principalmente, en primer lugar, a la


creación y transformación de los bienes culturales; en segundo término, a los propios bienes
culturales, a su estilo, forma y estructura en cuanto se han independizado de la vida humana y
constituyen, como dice Simmel, "la provisión de espiritualidad objetivada por la especie
humana en el curso de la historia"; finalmente, se refieren a la mutua relación entre los
espíritus subjetivo y objetivo.
Mundo del hombre.
La cultura es el mundo propio del hombre, lo cual no significa que el hombre no viva también
dentro de la Naturaleza y dentro o bajo lo trascendente. Lo que caracteriza al hombre es el
espíritu.
Cultura es, como dice Scheler, humanización, pero esta humanización se refiere tanto al
"proceso que nos hace hombres" como al hecho de que los productos culturales queden
humanizados.
La historia del hombre como historia de la cultura es así el proceso de la transformación de su
mundo y simultáneamente de la transformación del hombre. La filosofía de la cultura implica
así la discusión del sentido de la propia cultura como algo que acontece en la vida humana la
filosofía de la cultura no es meramente el conjunto de investigaciones que tienden a la
clasificación y ordenación de los objetos culturales, sino también y muy especialmente uno de
los capítulos fundamentales de la filosofía de la existencia humana.

Naturaleza y cultura –Guardini-


EL PROCESO DE CREACIÓN DE LA CULTURA.

Si el hombre mismo puede ser entendido como «naturaleza» en su primera existencia, en su


ser anímico-corporal, tal como resulta de su nacimiento y herencia, esa «naturaleza» contiene
por adelantado el elemento del espíritu y de su libertad, que no es «naturaleza», sino
«historia». Reciprocamente, también todo fenómeno cultural contiene a su vez un elemento
de naturaleza, en cuanto que el hombre capta y estructura en él un elemento de la naturaleza,
que existe sin el hombre.

La entera existencia humana está atravesada por un movimiento desde la naturaleza hacia la
cultura. Pero este movimiento se percibe de una manera cargada de contradicciones. Por un
lado, todo lo que resulta de él, lleva acentos positivos de valor. Por otro lado, el hombre
experimenta ante ella una intranquilidad que se hace mayor cuanto más alto llega esta obra.
Eso se manifiesta en figuras míticas, como la de un Prometeo, que aporta la cultura, pero sufre
un destino que, no sólo es trágico, sino que tiene carácter de culpabilidad. Tan pronto como la
cultura llega a ser rica, esa conciencia se condensa en un ataque contra ella, llamando a «la
vuelta a la Naturaleza» -una exigencia que, naturalmente, no se puede cumplir, porque en la
historia no hay marcha atrás.

El núcleo del proceso de que surge la cultura consiste en dos momentos que no pueden
remitirse uno a otro, pero que se condicionan recíprocamente.
El primero es aquel acto en que el hombre se sale del conjunto de la naturaleza y toma
distancia respecto a lo dado naturalmente. Su lugar ontológico es la frontera de la naturaleza.
Esta situación limítrofe la verifica el hombre en el acto cultural, y en éste adquiere libertad
para una conducta que no le es posible al animal. Su requisito previo para ello se llama
«espíritu.
El segundo momento es ese acto en que el hombre va hacia la naturaleza y la capta.
En este acto, el hombre considera, su objeto, lo comprende, lo valora, le da forma. En el
hombre, la realización del sentido procede de iniciativa personal, del conocimiento y la
decisión; cosas posibles solamente porque existe una instancia que crea un distanciamiento: el
espíritu.

Épocas –Guardini-

LAS EPOCAS DE LA HISTORIA.

Si lanzamos desde aquí una mirada hacia la historia, creo que podemos delimitar tres épocas
de carácter diverso y longitud muy desigual. En el comienzo está la cultura primitiva. Esto es,
aquella que la ciencia deduce de los vestigios que se han conservado, pero que también se
puede encontrar en esos pueblos que llamamos primitivos. También aquí está presente y
operante el elemento de la libertad. Las tradiciones tienen gran poder; la vida está encauzada
por todas partes en lo religioso-mágico; los mismos procesos vitales se desarrollan en formas
rítmico-simbólicas; elementos todos ellos que aseguran el fluir de la vida y dan ocasión al
observador de usar la designación de «pueblos naturales».
La segunda época la vamos a designar, de modo provisional, como humana, ,reservándonos
todavía la crítica de esta palabra. La cuestión de cuando empieza, no la podemos examinar
aquí. En todo caso, alcanza desde el comienzo de una conciencia histórica propiamente dicha,
hasta esa irrupción de la ciencia natural y la técnica que se prepara en el curso de la Edad
Moderna, y se cumple en el comienzo del siglo XIX.
Luego empieza una tercera época: ésta en que estamos. La ciencia y la técnica permiten un
modo de disponer de la naturaleza, que no parece, por su fundamento, tener límite ninguno.
Las indicaciones y avisos de la sensación inmediata se debilitan. La libertad pasa a ser antojo.
No se puede decir si esta época puede ser sucedida por otra, y cómo. Ha de considerarse la
posibilidad de que sus elementos negativos, de que se va a hablar en seguida, lleven a un fin
degenerativo o catastrófico, o bien que se logre ver algo más que una utopía en la idea de una
situación de perfección.

LA SEPARACIÓN DE LA BASE NATURAL. –Guardini-

Este tema se trata de la cuestión de en qué forma el hombre queda separado de su base
natural por esta evolución; –ahora Guardini cita algunos fenómenos cuya sucesión, nos
advierte, no será completa ni será un conjunto desarrollado lógicamente-.
El hombre de las épocas precedentes estaba condicionado por los datos inmediatos de la
naturaleza, de sus materias, de sus formas y sus partes. Según se los encontraba y captaba,
ellos le concedían el material para su obra; determinaban la dirección en que tenía que
moverse y trazaban las fronteras de su alcance.
El fenómeno fundamental dela acción cultural era el instrumento, su formación y manejo.
Luego, la ciencia de carácter matemático penetró cada vez con más decisión, a través de lo
inmediatamente dado, hacia lo elemental. La técnica empezó a construir a partir de esto los
esquemas de sus objetivos. Apareció la máquina y se desarrolló con creciente perfección.
Entonces pierden importancia los sentidos y la mano. El hombre pasa más allá de los datos
inmediatos de la naturaleza, entrando en relación con lo elemental. Crea un mundo de formas
intermedias; de signos, de cálculo, de aparatos, y cada vez vive más sumergido en él. Ese
mundo no es natural, sino artificial. No subsiste por sí, no se mueve por tendencias naturales,
sino que debe ser constantemente producido y mantenido en marcha por el hombre.
Puede plantear sus objetivos a su gusto, y está en condiciones de preparar en cada ocasión los
medios necesarios para su realización. Pero con ello pierde el reposo que daba la marcha de la
naturaleza al hombre inserto en ella. Los datos inmediatos de esta naturaleza pierden su
significación de límite, pero también de seguridad; el hombre cada vez está más esforzado y en
riesgo. El mundo de los mecanismos ¿no le obliga a una existencia que a la larga no puede
realizar? ¿crecerá él también, conforme a su ser, a la altura de su obra, que se despliega cada
vez más rápida, o se hundirá bajo ella? -Además acarrea la frialdad del corazón ( los
sentimientos)- Se puede caracterizar con optimismo a esta época, se dice que el hombre
moderno es objetivo. Los impulsos Y obstáculos del sentimiento no harían más que estorbar en
la situación actual; por tanto, hay que hacer que se replieguen. Pero si se piensa qué papel
desempeñan en la economía interior la movilidad. En relación con esto se encuentra la
creciente pérdida de contacto entre persona y persona. Los educadores y los médicos
observan que el hombre moderno está cada vez más aislado. Pues lo que da “comunidad”, no
es la adición de muchos individuos, sino la conexión viviente del esquema orgánico de la
totalidad.

LA SEPARACIÓN DE LA BASE NATURAL. –Guardini-

La «masa» es la gran cifra de individuos pobres en contactos; y que, por su misma pobreza de
relación, se dejan reunir fácilmente y a capricho. La masa es, así, lo que posibilita la
organización, mejor dicho, lo que la requiere. Y también, recíprocamente: las diversas formas
de organización de índole ~profesional, social y política, están interesadas en que los contactos
naturales no tengan ninguna gran fuerza enlazadora y constructiva, porque ahí echa raíz el
individuo y se hace capaz de resistencia. La tendencia totalitaria -que, queramos reconocerlo o
no, atraviesa nuestro mundo entero- presupone el individuo sin contactos, la «pólvora
humana».
Como causa y efecto a la vez encontramos aquí la disolución de la familia, la debilitación del
matrimonio, el aflojamiento de la relación entre padres e hijos.
El hecho de que la esfera de lo privado quede cada vez más destruida, prolonga el fenómeno.
Cada vez se percibe menos que tanto los individuos como las familias deben tener la
posibilidad de vivir en sí y para sí. Por todas partes s e mete la publicidad en el dominio
privado; por todas partes se saca fuera lo que debería permanecer resguardado –¿Gran
Hermano?. La existencia se transforma en publicidad, y el problema es qué clase de persona
surge de esto. En todo caso, se puede decir que se estandariza y que cada vez será menos
capaz de oponer resistencia a las tendencias totalitarias. Esto hace entrar en una fase crítica
eso que se llama cultura.

OCASIÓN y RIESGO DE NUESTRA EPOCA. –Guardini-

El sentido de una época cultural no reside en definitiva en que en ella el hombre logre un
bienestar cada vez más alto y un dominio en la naturaleza cada vez mayor, sino en producir la
forma de la existencia y de la actitud ética humana que exige la historia en cada ocasión.

El mundo existe dos veces. Ante todo, como dado sencillamente, como naturaleza; pero
además como encomendado, esto es, como síntesis de lo que surge de encuentro del hombre
con la naturaleza. El requisito para esta conformación del mundo que ahora tiende a
realizarse, es la enorme libertad que hoy le está dada al hombre.

La cultura no es una imagen objetivista, que permanezca en sí, tenida a las cosas, sino que, a la
vez y en todo lugar, es una imagen existencial, esto es, el mundo donde existe el hombre que
la produce que vive en ella. Así pues, la medida con que se mide no es sólo a cuestión de qué
consigue, sino también qué se hace del hombre en tal cultura.

Mediante el trabajo de la cultura, el hombre se defiende de los peligros de la naturaleza y se


apodera de ésta para sus finalidades. Eso significa que cada vez adquiere mayor poder. Pero el
poder no es en sí un valor. Su valor sólo se define por la pregunta: ¿Poder para qué?
Respecto de ese poder, se tiene la incómoda sensación de que ese poder, en el fondo, ya no
está regido por el hombre, sino que cada vez asume más claramente el papel de un mero
productor o transformador de energía: de que el hombre ya no es su sujeto real, sino tránsito
para una corriente anónima de opiniones, inventos, construcciones. Más aún, no se puede
dejar de pensar que el hombre actual, en el fondo, está de acuerdo con ese papel porque le
descarga de responsabilidad.
Ello se muestra en dos conceptos que adquieren importancia de medida. El primero es el de
«proceso». Con él, el hombre se ve, a sí mismo y su acción, bajo la imagen de un acontecer, en
que cada fase surge por necesidad de la anterior ... El segundo concepto, en cambio, es el de
«progreso», que trata de dar sentido al concepto de «proceso», al decir que éste tiende a lo
mejor.

QUÉ DEBE ACONTECER. –Guardini-

Quisiera expresar dos conceptos que causan escándalo; o así lo espero, pues todo lo que
realmente mueve, hace saltar la costumbre y provocar por lo pronto una actitud defensiva.

Por un lado: Nuestra vida cultural requiere un elemento contemplativo o meditativo; que se ha
perdido en el transcurso del último siglo, por evolución cada vez más rápida de los pueblos
occidentales hacia lo racionalista y activista.
La palabra «contemplativo» no tiene aquí nada que ver con el misticismo, sino que es tan
realista como práctica.
En el debe formarse una auténtica interioridad, que pueda oponerse a las tendencias
superficializadoras y dispersoras de la época. El núcleo personal debe experimentar una
consolidación que, partiendo en cada caso de la conciencia de verdad, le haga capaz de
establecer una posición, que sea más fuerte que las consignas y la propaganda.
No se trata, pues, de una actitud especificamente religiosa, sino que algo que pertenece a la
vida conjunta del hombre; si quieren ustedes, se trata de «meditación" cultural». Por ejemplo,
así podría meditar si es cierto, entonces, que los procesos científicos, técnicos y políticos
forman un proceso que discurre con necesidad, y que por tanto deben ir como van. O bien:
podría plantearse la cuestión de si realmente el «bienestar» es el valor superior en la
construcción interna de la entidad del Estado. El hombre de la época moderna asiente a esa
opinión; pero ¿es cierta? ¿Cierta, incluso cuando se muestra que el bienestar ascendente sólo
puede ser alcanzado mediante un mecanismo de leyes y autoridades, de controles y
obligaciones, que debilitan la autonomía y sepultan la seriedad de su responsabilidad vital?
Una auténtica reflexión que evite el hechizo de lo habitual y penetre hasta la esencia de las
cosas, podría también abrir los ojos sobre esto.

El segundo concepto está estrechamente unido con lo expuesto: el de la ascética. Esta se ha


vuelto un horror para el hombre de cultura de nuestro tiempo: expresión de una enemistad a
la vida.
El hombre queda inerme ante las tendencias del acontecer cultural, y oculta su debilidad tras
la idea de la inevitabilidad de los procesos. El hombre debe volver a establecer posiciones
absolutas; hacerse otra vez capaz de formar un auténtico juicio en las cosas de la vida cultural,
y mantenerlo en pie; de adoptar una actitud y hacerla prevalecer luchando. Pero necesita
precisamente la ascesis; una disciplina de sí mismo, que limite la desmesura de las exigencias
de la vida, y que ponga medida al desenfreno del consumo y el placer, rompiendo la dictadura
de la ambición y el afán de ganancia; y todo ello, no por enemistad a la vida, sino por deseo de
una vida más libre y valiosa.
La opinión común entiende que la sucesión precipitada de los descubrimientos e invenciones
técnicas es simplemente una ganancia. ¿No podría una reflexión más profunda penetrar la
falta de verdad de esta: opinión? Las novedades técnicas deben ser reelaboradas en términos
humanos; pero para eso hace falta tiempo. En referencia a la construcción de las armas
atómicas, se ha hablado de la «tentación de lo técnico»: una expresión feliz para la fuerza que
parte de la posibilidad de hacer que algo funcione. El libro de Robert JUNGK sobre la vida de
los investigadores atómicos habla en forma muy intranquilizadora de cómo la conciencia ha
cedido ante esta tentación, cubriéndose luego su rendición con las palabras «progreso»,
«necesidad militar», «valor futuro para la utilización pacífica», etcétera. Ese libro es un primer
ensayo: habría de continuarse del modo más intenso.
Muchas cuestiones de índole social o económica ya han encontrado sus palabras y sus
terrenos de discusión. Pero su solución no depende, en lo más profundo, de consideraciones
intelectuales, sino de actitudes de carácter la capacidad de penetrar y abarcar con la mirada,
de juzgar y ordenar, de tener prudencia y moderación, todo lo cual puede ser obtenido
solamente por una renuncia interior que se llama precisamente «ascesis».
Es un juego de niños dejar en ridículo lo dicho; yo diría: más fácil, cuanto más superficial sea
uno. En realidad, estas consideraciones son realistas en el más alto sentido, pues parten de la
preocupación por esa realidad que en definitiva lo sustenta todo: el hombre y su integridad
personal. ¿De qué sirve toda la técnica, si el hombre se hace cada vez más pobre en sustancia
humana, y cada vez más débil en su libertad?

Empezamos a mirar a la India con esperanza vacilante. ¿No se ha formado alli una actitud
que empezó GANDHI, ridiculizado como loco, pero que en realidad cimentó la libertad de la
India? Lo nuevo consistiría en que los hombres tomaran posesión de toda la ciencia y la
técnica, pero pensaran y actuaran con una humanidad más completa de lo que es la
humanidad de este superficializado y azuzado mundo occidental.

El concepto de cultura. Su construcción histórica. –Univ.Hernandarias-


Como todo concepto utilizado por una disciplina científica, el concepto de cultura se ha ido
construyendo históricamente. Presentamos a su consideración en esta unidad didáctica un
esbozo de ese proceso de estructuración-desestructuración. El concepto de cultura es un
aporte de la Antropología para dar cuenta de lo que es específicamente humano. Cada escuela
antropológica va a construir y manejar un concepto de cultura.
En latín el término cultura se relacionaba con agricultura, cultivo, mejoramiento.
En el marco del pensamiento Iluminista se configurarán los dos usos del concepto de cultura
que tienen vigencia aún en nuestros días y que Stocking denomina alternativamente:
humanista y antropológica del concepto de cultura.'

Humanista
Etnocéntrica
Singular (la cultura)
Perfectible (existen grados de cultura)

Antropológica
Relativista
Plural (las culturas)
Todos los hombres tienen cultura por igual.

En la alternativa humanista del concepto de Cultura está implícita la idea de que hay grados
de cultura que es posible escalar.
El concepto es absoluto y singular: "la cultura" de la humanidad en su conjunto.
La alternativa antropológica, en cambio, se centra en el relativismo, es decir, la validez de los
valores y Costumbres de todos los pueblos. Por otro lado connota la pluralidad de culturas
como respuestas a las necesidades del hombre en todos los ámbitos.'

Como vemos la cultura Con sentido humanista es entendida como educación, refinamiento,'
información vasta, es decir, como un conjunto de conocimientos y aptitudes intelectuales y
estéticas que se adquieren individualmente. Este es el modo como se concibe vulgarmente la
cultura. Se es "una persona culta" si se conoce mucha literatura, música o historia.
El origen de esta concepción está en la filosofía idealista alemana que adscribe al mundo de la
cultura los valores, las creaciones espirituales, el perfeccionamiento moral, intelectual y
estético.

La alternativa humanista del concepto de cultura realiza como vimos una reducción del
concepto usado para explicar las actividades "nobles" del espíritu según son entendidas por los
hombres occidentales, blancos, de origen europeo.
Frente a esto la alternativa antropológica aparece oponiendo el concepto de cultura al de
naturaleza. Se incluyen en la definición todas las actividades materiales e ideales de todos los
hombres. ¿Cómo se llegó a este concepto? Sin dudas fue preciso superar milenios de
etnocentrismo. Veamos cómo fue empleado el concepto de cultura en el lenguaje de las
ciencias humanas y qué aspectos reunía para hacer de él un concepto valioso.

La noción de cultura fue uno de los resultados intelectuales de la expansión occidental sobre
el resto del mundo que se inició con exploraciones y derivó en relaciones imperiales. Frente a
esta realidad y ante la necesidad de explicar la diversidad de modalidades de vida humana el
concepto de cultura, desarrollado por la naciente ciencia antropológica, fue un medio
importante para tratar de descubrir el orden en la variedad. El concepto reunía tres aspectos:
Universalidad: todos los hombres tienen cultura. La cultura aparece como un atributo
humano.)
Organización: 'toda cultura posee coherencia y estructura. Esta coherencia se da en las pautas
universales a todos los modos de vida (por ejemplo las normas que rigen el matrimonio en
todas las culturas) o en los modelos correspondientes a una época o lugar específico (por
ejemplo, las formas particulares de monogamia o poligamia).
Reconocimiento de la capacidad creadora del hombre: cada cultura es un producto colectivo
fruto del esfuerzo humano.

El concepto de cultura en el Evolucionismo. –U.Hernandarias-

Para Tylor (1871): La cultura, en sentido amplio, es aquel todo complejo que incluye el
conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres Y cualesquiera otros
hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.
Si bien esta definición ha sido la primera dada por el fundador de las ciencias antropológicas,
su formulación apunta más a un contenido humanista que antropológico, como veremos.
Como ya señalamos cuando desarrollamos los principales postulados de la teoría evolucionista
estos autores hablaban de cultura se referían a "la" cultura de la humanidad, no a culturas
particulares Y distintas. La definición de Tylor es descriptiva, enumerativa. Cuando habla de
cultura está hablando de cierto tipo de fenómenos, que son empíricos, observables.
También señala Tylor que los distintos grados deben considerarse etapas de desarrollo o
evolución, siendo cada una el resultado de la historia anterior y colaborando con su aportación
a la conformación de la historia del futuro.
Si bien se recoge la idea de pluralidad de formas de vida a las que se llaman cultura o
civilizaciones, se mencionan los grados de cultura y la referencia es la cultura de la sociedad
occidental que se halla en la cúspide de la evolución. El eje de esta definición pasa por la
oposición entre naturaleza y Cultura.
Para los evolucionistas el hombre había acabado su evolución cuando comenzó la cultura.

El concepto de cultura en el Evolucionismo.

Para Tylor (1871): La cultura, en sentido amplio, es aquel todo complejo que incluye el
conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres Y cualesquiera otros
hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.
Si bien esta definición ha sido la primera dada por el fundador de las ciencias antropológicas,
su formulación apunta más a un contenido humanista que antropológico, como veremos.
Como ya señalamos cuando desarrollamos los principales postulados de la teoría evolucionista
estos autores hablaban de cultura se referían a "la" cultura de la humanidad, no a culturas
particulares Y distintas. La definición de Tylor es descriptiva, enumerativa. Cuando habla de
cultura está hablando de cierto tipo de fenómenos, que son empíricos, observables.
También señala Tylor que los distintos grados deben considerarse etapas de desarrollo o
evolución, siendo cada una el resultado de la historia anterior y colaborando con su aportación
a la conformación de la historia del futuro.
Si bien se recoge la idea de pluralidad de formas de vida a las que se llaman cultura o
civilizaciones, se mencionan los grados de cultura y la referencia es la cultura de la sociedad
occidental que se halla en la cúspide de la evolución. El eje de esta definición pasa por la
oposición entre naturaleza y Cultura.
Para los evolucionistas el hombre había acabado su evolución cuando comenzó la cultura.

El concepto funcionalista de cultura –U.Hernandarias-

Bronislaw Malinowski (1884-1942) es el máximo representante de la escuela funcionalista


británica, y es el creador de la técnica por excelencia del trabajo de campo antropológico: la
observación con participación.
Para Malinowski la Cultura es un sistema complejo en parte material y en parte conductual,
pero también espiritual, cuyo fin es facilitar la supervivencia del hombre en un medio hostil, el
medio natural. Es, a partir de la cultura, que el hombre intenta crear un segundo medio más
favorable.
Malinowski se va a interesar por la función que cumple la cultura; es decir, la cultura como
respuesta adaptativa al medio ambiente.
En la teoría de Malinowski la cultura se relaciona con la satisfacción de necesidades
psicobiológicas individuales que son siete: nutrición, reproducción, cuidados corporales,
seguridad, relajación, movimiento y crecimiento. Para cada una de estas necesidades básicas
todos los sistemas socioculturales han dado una respuesta cultural. La necesidad de nutrición,
por ejemplo, se satisface mediante el empleo de técnicas para conseguir alimentos y se
corresponde con la necesidad derivada de instruir a los miembros del grupo en el uso y
aplicación de esas técnicas. Las necesidades derivadas solo aparecen en el hombre.
Estas necesidades para Malinowski se dividen en cuatro imperativos culturales, cada uno de
los cuales encuentra su respuesta en una de las grandes divisiones o aspectos de la cultura:
Economía, Control
Social, Organización Política, Educación. Estas necesidades son tan importantes como las
básicas y biológicas.

El Funcionalismo como una perspectiva histórica parte de una analogía con lo orgánico. Los
sistemas culturales son presentados como si fueran "organismos" cuyas partes además de
estar relacionadas contribuyen a la conservación, equilibrio y supervivencia. Los funcionalistas
se manejan con estas suposiciones implícitas:

a) La unidad funcional de una sociedad: es decir, que todo está relacionado


funcionalmente con algo.
b) Funcionalismo Universal: todos los elementos culturales cumplen una
función.
e) Indispensabilidad: Cada elemento cultural cumple una función que ningún
otro puede cumplir.

Estos postulados pueden ser rechazados con bases empíricas: las culturas no están completamente
integradas, la misma función puede ser realizada por gran cantidad de elementos culturales y muchos
de ellos pueden ser funcionalmente neutrales o aún disfuncionales. Estos son problemas para una
investigación y no deberían ser bases a priori. La concepción funcionalista enfatiza la cohesión y el
equilibrio, es una análisis ahistórico, las culturas que se estudian van a cambiar lenta y gradualmente.
Para dar explicaciones causales hace falta la historia. Los funcionalistas explican el cómo pero no el por
qué.
Concepto de cultura en Malinowski – U.Hernandarias-
El lenguaje suele ser considerado como algo distinto tanto de las posesiones materiales del
hombre como de sus costumbres. Esta concepción suele emparejarse con una teoría en la que
el significado se considera un contenido misterioso de la palabra, que puede transmitirse
mediante actuación lingüistica de un entendimiento a otro.
La utilización de las palabras en todas estas formas de actividad humana es un correlato
indispensable del comportamiento manual y corporal. El significado de las palabras consiste en
lo que logran mediante la acción concertada, la manipulación indirecta del medio ambiente a
través de la acción directa sobre otros organismos.
El completo conocimiento del lenguaje es el inevitable correlato del completo logro de un
estatus tribal. y cultural. El lenguaje, pues, forma parte Integral de la cultura; no es, sin
embargo, un sistema de herramientas, sino más bien un cuerpo de costumbres orales.

La organización social es la manera estandarizada de comportarse los grupos. Pero un grupo


social siempre consta de personas, El niño, adherido a sus padres para la satisfacción de todas
sus necesidades, crece dentro del refugio de la casa, la choza o la tienda paterna. El fuego
doméstico es el centro a cuyo alrededor se satisfacen las distintas necesidades de calor,
comodidad, alimento Y compañía.
En toda actividad organizada, los seres humanos están ligados entre sí por su conexión con un
determinado sector del medio ambiente, por su asociación con un refugio común Y por el
hecho de que llevan a cabo ciertas tareas en común.
El carácter concertado de su comportamiento es el resultado de reglas sociales, es decir, de
costumbres, bien sancionadas por medidas explícitas. Las reglas sancionadas -leyes,
costumbres y maneras- pertenecen a la categoría de los hábitos corporales adquiridos.

La esencia de los valores morales, por los que el hombre se ve conducido a un


comportamiento concreto mediante la compulsión interior, ha sido adscrita en el pensamiento
religiosos Y metafísico a la conciencia, la voluntad de Dios o un imperativo categórico innato.
La motivación moral considerada empíricamente consiste en la disposición del sistema
nervioso y de todo el organismo a seguir, dentro de circunstancias dadas, una línea de
comportamiento dictada por una restricción interior que no se debe a impulsos innatos ni
tampoco a los beneficios o ventajas evidentes, La restricción interior es el resultado del
gradual entrenamiento del organismo es un conjunto concreto de condiciones culturales. Los
impulsos, deseos e ideas están, dentro de cada sociedad, soldados a sistemas específicos,
denominados en psicología sentimientos. Tales sentimientos determinan las actitudes de un
hombre hacia los miembros de su grupo, sobre todo hacia unos parientes más próximos; hacia
los objetos materiales que le rodean; hacia el país en que habita; hacia la comunidad en que
trabaja; hacia las realidades de su cosmovisión (Weltanschauung), mágica, religiosa o
metafísica.
Los valores o sentimientos fijados suelen condicionar el comportamiento humano hasta el
punto de que un hombre prefiera la muerte a la renuncia o el compromiso, el dolor al placer,
la abstención a la satisfacción del deseo. La formación de los sentimientos y por tanto, de los
valores, se basa siempre en el aparato cultural de la sociedad. Los sentimientos se forman a lo
largo de un gran espacio de tiempo y mediante un entrenamiento o condicionamiento gradual
del organismo.
La cultura es una realidad sui generis y debe ser estudiada .como tal. Las distintas sociologías
que tratan el tema de la cultura mediante símiles orgánicos o por la semejanza con una mente
colectiva no son pertinentes. La cultura es una unidad bien organizada que se divide en dos
aspectos fundamentales: una masa de artefactos y un sistema de costumbres.

Cultura greco-latina. –Vernant-


En los albores del segundo milenio, el mediterráneo nos marca todavía a una y otra orilla, una
factura entre oriente y occidente. Entre los años 2000 y 1900 ac Grecia es invadida por los
minios se instalan en las islas y colonizan el litoral de Asia menor y en dirección al Mar Negro,
llegan a construir el mundo griego como se conoce en la edad histórica.
Paralelamente en la otra orilla del mar, llegan los hititas y se expanden a lo largo de la planicie
Anatolia. El pueblo edifica la Troya VI (1900), ciudad principesca, es pariente de los minios de
Grecia, elaboran la misma cerámica gris, torneada y cocida en hornos cerrados. El caballo
aparece en Troya con los hombres de la Troya VI. La reputación de los caballos de Troya, como
la de sus tejidos era el interés que llevó a los aqueos a esa región. Los equinos eran utilizados
militarmente.
Los mesenios dominaron Creta desde 1450 a 1400.
Los aqueos se apoderan del Mediterráneo y colonizan Rodas, desde donde controlan los
distintos puntos de la costa anatólica.
Finalmente podemos decir que los micenios han conducido su espíritu aventurero y aparecen
ligados a civilizaciones del Mediterráneo oriental, integradas con el Cercano Oriente.

 Monarquía micénica.
La vida social está centrada en torno del palacio, que tiene una función religiosa, política
militar, administrativa y económica a la vez. El sistema de la economía se denomina palatina, el
Rey concentra en su persona, todos los elementos del poder y aspectos de la soberanía. En
esta economía no había lugar para el comercio privado. La administración real, reglamentaba
la distribución e intercambio, así como la producción de los bienes.
Los escribas contabilizaban en sus archivos lo relativo al ganado y a la agricultura.
No se encuentran pruebas que demuestren pago en oro, plata o equivalencia entre mercancías
y metales preciosos. Tenían un gran dominio de los estados fluviales.
La mansión micénica, con el Megaron y la sala del trono en el centro, era una fortaleza
rodeada de muros, que domina y vigila el llano. Esta mansión preserva a los familiares del rey,
jefes militares y dignatarios palatinos, el tesoro real y las reservas acumuladas.
El rey recibe el título de wa-na-ka, ánax. El ánax gobierna también la vida religiosa, ordena su
calendario, vela por los ritos, ordena las oblaciones vegetales y la celebración en honor de los
distintos dioses.
Organización.
En el cuadro provincial aparece el pa-si-re-u como dueño de un dominio rural y vasallo del
ánax. El basiléus, que vigila la distribución del bronce destinado a los herreros que trabajan
para el palacio. Los la-ke-ro-si-ja era el consejo de ancianos de la comunidad. El ko-re-te
asociado al basiléus era el prefecto de la aldea.

 Crisis de la soberanía.
Con la invasión dórica (Año 1150 a.c.), se destruye todo este conjunto y rompe por muchos
siglos, los vínculos de Grecia con oriente para convertirse en una barrera.
La caída del poderío micénico y la expansión de los dorios en el Peloponeso, en Creta y hasta
en Rodas, inauguran una nueva edad de la civilización griega. La metalurgia del hierro sucede a
la del bronce.
La incineración de los cadáveres reemplaza en amplia medida a la práctica de la inhumación.
El cuadro de un pequeño reino como Itaca, con su basiléus, su asamblea, sus nobles
turbulentos, su demo silencioso en segundo plano, prolonga y aclara ciertos aspectos de la
monarquía micénica.
La desaparición del ánax parece haber dejado subsistir en forma simultánea las dos fuerzas
sociales con las cuales había tenido que transigir el poder: de una parte, las comunidades
aldeanas y, de la otra, una aristocracia guerrera.

Búsqueda de equilibrio.
La búsqueda de un equilibrio, hará nacer, en un período de turbulencias, la reflexión moral y
las especulaciones políticas que definirán una primera forma de “sabiduría” humana, que
aparece desde el alborear del siglo VII y va unida a una pléyade de personajes bastante
extraños que Grecia no cesará de celebrar como sus primeros y verdaderos “Sabios”.
La imagen del rey, dueño y señor de todo poder, se reemplaza por la idea de funciones sociales
especializadas, diferentes unas de otras y cuyo ajuste plantea difíciles problemas de equilibrio.
La ciudad está centrada en el ágora, sede de la hestía coiné, espacio público en el que se
debaten los problemas de interés general.
Es la ciudad misma que se rodea de murallas para proteger y delimitar en su totalidad el grupo
humano que la constituye.
Este cuadro urbano define un espacio mental, descubre un nuevo horizonte espiritual. Desde
que la ciudad se centra en la plaza pública, es ya, en el pleno sentido del término, una polis.

 La Polis.
La polis conocerá múltiples etapas y formas variadas. Desde su advenimiento, que se
puede situar entre los siglos VIII y VII, por ella, la vida social y las relaciones entre los
hombres adquieren una forma nueva.
El campo de la arkhé –el mando- está sometido al arte oratorio y deberán zanjarse al
término de un debate.
El arte político es un ejercicio del lenguaje y el logos.
Un segundo rasgo de la polis es el carácter de plena publicidad que se da a las
manifestaciones más importantes de la vida social. Al convertirse en elementos de una
cultura común, los conocimientos, los valores son llevados a la plaza pública y
sometidos a crítica y controversia.

La comunidad ejerce una estricta supervisión sobre las creaciones del espíritu lo mismo
que sobre las magistraturas del Estado. La ley de la polis exige que las unas y las otras
sean igualmente sometidas a “rendiciones de cuentas”, éudynai.

Cambios en la religión.
La verdad del sabio, como el secreto religioso es revelación de lo esencial,
descubrimiento de una realidad superior que sobrepasa al común de los hombres pero al
confiarla a la escritura la expone a plena luz ante la mirada de la ciudad entera.
Los antiguos sacerdocios pertenecían en propiedad a ciertos gené y señalaban su
familiarización especial con una potencia divina, cuando se constituye la polis, ésta los
confisca en su provecho y hace de ellas los cultos oficiales de la ciudad. Los antiguos
ídolos se convierten en “imágenes” sin otra función ritual que la de ser vistos.

 Crisis de la ciudad y primeros sabios.


En un diálogo sobre la filosofía Aristóteles evocando los grandes cataclismos que
destruyen la humanidad describía las etapas que tienen que recorrer sus sobrevivientes:
redescubrir los medios de subsistencia, encontrar las artes que embellecen la vida y en
una tercera etapa organizar la polis, y es aquí donde inventan las leyes. A ese invento lo
denominaron SABIDURÍA. De esta sabiduría estuvieron dotados los Siete Sabios que
establecieron las virtudes propias del ciudadano. La función política y social de los
SIETE SABIOS permite conciliar a personajes opuestos.

Un objetivo que se puede asignar a la expansión griega a través del Mediterráneo es la


búsqueda de tierra, de alimentos y también del metal. A partir del s.Vlll se abren nuevas
fuentes de metales preciosos. La orientación de todo un sector de la economía griega
hacia el comercio marítimo provoca cambios de estructura social. La aristocracia del
s.Vll se ve seducida por el lujo, el refinamiento y la opulencia oriental.
En el seno de la nobleza aparecen nuevos personajes: el hombre bien nacido, que por
espíritu de lucro se lanza al tráfico marítimo. Surge un propietario de bienes raíces
que vigila el rendimiento de sus tierras, las agranda y especializa sus cultivos.

La propiedad territorial pasa a un pequeño número de manos. La cuestión agraria es el


problema clave de este período arcaico. Se ha desarrollado una población de artesanos.

El hierro y un cambio de comportamiento en el ser humano.


En esta edad del hierro los cambios técnicos y económicos suscitan cambios en el grupo
humano. Las relaciones sociales se caracterizan por la violencia, la astucia, la
arbitrariedad y la injusticia. Se pretende poner un límite a la ambición, iniciativa,
voluntad de poder de los gene, sometiéndolos a una regla general aplicada a todos por
igual. Esta norma superior, la dike.
Lo religioso y lo político se orientan en un mismo sentido para lograr ordenar la vida
social, a reconciliar y a unificar la ciudad. Se trata de dar a los ciudadanos el
sentimiento de que son en cierto modo hermanos.. El banquete es una comunión se
realiza entre los comensales una identidad de ser, una especie de consanguinidad.

 Organización del cosmos humano.

La efervescencia religiosa no contribuyó solamente al nacimiento del derecho. Preparó


también un esfuerzo de reflexión moral y orientó especulaciones políticas.
Al ideal de austeridad que se afirma en el grupo como reacción contra el desarrollo del
comercio, la ostentación del lujo, la insolencia brutal de los ricos, corresponde el
ascetismo preconizados por ciertos grupos religiosos.
La esencia de la riqueza es la falta de mesura. Es la forma que adopta la hybris en el
mundo.
En contraste con el hybris del rico, se perilla el ideal de la sóphrosyne . Está hecho de
templanza, de proporción, de justa medida. La formula de la nueva sabiduría es: nada en
demasía. Es la clase media la que podrá ejercer en la ciudad la acción moderadora,
estableciendo un equilibrio entre los dos extremos: la minoría de los ricos que quieren
conservarlo todo y la multitud de los desposeídos que quieren tenerlo todo.

La sophrosyne.
La sophrosyne adoptaría en el clima religioso de las sectas, una coloración ascética. Es
una virtud de inhibición, de abstinencia, y consiste en apartarse del mal, en evitar toda
mancha.
La sophrosyne realiza una ciudad armoniosa y concorde, donde los ricos, lejos de desear
siempre más, dan a los pobres lo que les sobra, y donde la masa, lejos de sublevarse en
rebeldía, acepta someterse a los que, por mejores, tiene derecho a poseer más.

Cosmos, el justo lugar.


Manifiesta Solón que la ciudad forma un conjunto organizado, un kosmos, que resulta
armonioso si cada uno de sus componentes está en su lugar y posee la porción de poder
que le corresponde en función de su propia virtud.

 Las Cosmogonías.
A principios del s.Vl, en Mileto, hombres como Tales, Anaximandro, Anaxímenes,
inauguran un nuevo modo de reflexión acerca de la naturaleza, una investigación
sistemática y desinteresada de una historia y de la cual presentan una theoria, del origen
del mundo.

Las grandes figuras de las potencias primordiales ya se han esfumado; nada de agentes
sobrenaturales, cuyas aventuras, luchas y hazañas formaban la trama de los mitos de
génesis. Nada existe que no sea naturaleza, phisis.

Los hombres, la divinidad, el mundo, forman un universo unificado, homogéneo, todo


él en el mismo plano.
Al hacerse naturaleza los elementos, han perdido el aspecto de dioses individualizados;
pero continúan siendo potencias activas y animadas que se sienten como divinas; la
phisis cuando opera, está toda compenetrada de aquella sabiduría y de aquella justicia
que eran los atributos de Zeus.

Teogonía griega e imagen del mundo:

1. El universo es una jerarquía de poderes, semejante en su estructura a una


sociedad humana. Está formado por relaciones de fuerza, de escalas de
precedencia, de autoridad, de dignidad, de vínculos de dominación y sumisión.

2. Este orden ha sido instaurado dramáticamente por la intervención de un agente.

3. El mundo está dominado por el poder excepcional de ese agente , único y


privilegiado, en un plano superior a los demás dioses: el mito lo proyecta como
soberano sobre la cúspide del edificio cósmico; es su monarkhia, la que
mantiene el equilibrio entre las potencias que constituyen el universo.

 Nueva imagen del mundo.


Dada la revolución intelectual realizada por los milesios, podemos destacar la obra de
Anaximandro de Mileto, donde se encuentra expresado su nuevo esquema cosmológico.
Esta nueva teoría rompe con la concepción religiosa y mitológica que sostenía hasta
entonces que la tierra estaba sostenida por un soporte y que algún poder situado en una
posición predominante ejerciendo el dominio.
Según esta idea de Anaximandro: se localiza a la tierra inmóvil en el centro del universo
(sin soporte alguno), esta a igual distancia de todos los puntos de la circunferencia
celeste y no tiene razón para moverse por lo cual el hombre puede andar con seguridad
sobre el suelo. El nuevo espacio social está centrado y en relación con este centro están
los individuos y los grupos que ocupan posiciones simétricas, la ciudad (polis) está en el
centro y esta valorizada porque está a igual distancia de los puntos extremos de manera
tal que unos con otros están en relación de reciprocidad permanente y perfecta.
Anaximandro: Mileto (-610 al —545), fue conciudadano discípulo de Tales, fue el
primero que dibujo la tierra habitada sobre un plano (mapamundi), e inventó el gnomon
(reloj de sol) por el cual pudo prevenir un terremoto a los habitantes de Esparta.

LA VISIÓN POSITIVISTA DE LA CULTURA: PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX.

–Millán, pdf.8-

Originalmente la cultura fue entendida y explicada como un conjunto de presiones y


acondicionamientos externos al ser humano, (las formas de comportamiento y otros
aprendizajes durante la socialización del niño) que fijaban o determinaban pautas de conductas
como adulto, donde se destacaban las costumbres como el concepto amplio que representaba
casi todo lo que el hombre hacía, es decir, la cultura era vista como un determinante del
comportamiento.
Según esta forma de ver a la cultura, el control social que se ejercía a través de las normas era
impuesta sobre los hombres para adaptarse a las costumbres y tradiciones sin resistir ni darse
cuenta; mientras que los mitos y las creencias representaban a esas mismas imposiciones desde
la religión, a las que los seres humanos se sometían dócilmente.
Importante y completa como es esta forma de definición, y a pesar que encierra toda una época
paradigmática del estudio de la cultura en Antropología, durante la década de los años 50
algunos antropólogos comenzaron a destacar que siguiendo esta línea teórica, producto del
positivismo de comienzos de siglo, la cultura era considerada fundamentalmente un fenómeno
externo a los seres humanos que la viven --más precisamente, externo a la mente humana-- de
tal forma que el ser humano aparece más como objeto de la cultura, que como el sujeto que la
crea, recrea y vivencia cotidianamente. Esto ocurriría porque, como ya se dijo, la cultura es vista
como un conjunto de presiones y acondicionamientos externos al ser humano que fijaban pautas
de conductas, a través de las costumbres, creencias, modos de vida, es etc. con que la cultura era
vista como un determinante del comportamiento, pero no naciendo del ser interior del individuo.
Finalmente esta forma de conceptualizar la cultura resulta en un "molde (o patrón) cultural"
muy rígido en el que los seres humanos, una vez que son formados, difícilmente podrían
escaparse o cambiar readecuando su cultura a nuevos momentos, situaciones o eventos del
diario vivir. La rigidez teórica para aceptar el cambio y la "externalidad" a la mente, fueron las
principales críticas que se le hicieron al paradigma original del concepto de cultura y que
motivaron la búsqueda de una teoría alternativa. Esta forma de conceptualizar la cultura aun es
usada por algunos antropólogos, especialmente latinoamericanos, por ejemplo, Valiente (1993)
dice que "la cultura comprende los artefactos heredados, los bienes, los procesos técnicos.

El concepto lingüístico de cultura: Goodenough y la cultura "en la mente".


Un segundo momento en la búsqueda de una definición que supera a las críticas anteriores está
representado por Ward Goodenough, cuando dice que cultura "es lo que uno debe conocer
(saber o creer) para comportarse aceptablemente de acuerdo a las normas de los demás". Lo que
traslada la cultura al interior de la mente. Esta definición interpreta a la cultura más bien como la
construcción o representación simbólica aprendida por los individuos, durante su periodo de
enculturación, obligando a los antropólogos que buscan describir una forma cultural en
particular, a realizar una descripción de los fenómenos culturales que sean congruentes tanto
con el fenómeno analizado como con las conceptualizaciones de los nativos, poniendo en
primera línea metodológica al conocimiento del informante. Esta posición teórica fue
frecuentemente criticada y acusada de psicologista, como "psicología social carente de base
estadística" y descontextualizada. Un ejemplo de este paradigma de la Antropología lo podemos
encontrar en los trabajos de la antropóloga española María Jesús Buxó i Rey para quien "Toda
identidad (cultural) es una construcción mental..."

El concepto actual de cultura: Clifford Geertz y la hermenéutica antropológica.


En el tercer momento la cultura es entendida como un proceso (o red, malla o entramado) de
significados en un acto de comunicación, objetivos y subjetivos, entre los procesos mentales que
crean los significados (la cultura en el interior de la mente)y un medio ambiente o contexto
significativo (el ambiente cultural exterior de la mente, que se convierte en significativo para la
cultura interior).
Desde este punto de vista es posible comprender a Clifford Geertz cuando dice que:
"El concepto de cultura que propugno... es esencialmente un concepto semiótico. Creyendo con
Max Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha
tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo
tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de
significaciones.
Lo que queda más claramente entendido más adelante, cuando aclara que:
"...la cultura se comprende mejor no como complejos de esquemas concretos de conducta
--costumbres, usanzas, tradiciones, conjuntos de hábitos-- como ha ocurrido en general hasta
ahora, sino como una serie de mecanismos de control --planes, recetas, fórmulas, reglas,
instrucciones (lo que los ingenieros de computación llaman
"programas"-- que gobiernan la conducta").
En otras palabras la cultura es la red o trama de sentidos con que le damos significados a
los fenómenos o eventos de la vida cotidiana.

ETIMOLOGÍA.-Millan-
La palabra cultura proviene de la palabra cultüra, Latín (L), cuya última palabra trazable es
colere, L. Colere tenía una amplio rango de significados: habitar, cultivar, proteger, honrar con
adoración. Eventualmente, algunos de estos significados se separaron, aunque sobreponiéndose
ocasionalmente en los sustantivos derivados. Así, 'habitar' se convirtió en colonus, L. de
colonia. 'Honrar con adoración' se desarrolló en cultus, L. de culto. Cultura tomó el significado
principal de cultivo o tendencia a (cultivarse).
Por lo tanto, el significado primario fue labranza: la tendencia al crecimiento natural.
En castellano la palabra cultura estuvo largamente asociada a las labores de la labranza de la
tierra, significando cultivo (1515); por extensión, cuando se reconocía que una persona sabía
mucho se decía que era "cultivada".
En resumen:
1. "Honrar con adoración" se convirtió en culto (hacer crecer la fe
interior, lo que brota del alma).
2. Habitar un lugar" se convirtió en colono (el surgir de la gente en un lugar no
habitado antes).
3. "cultivar la tierra" se convirtió en cultivar (hacer brotar al reino vegetal, como en
"agricultura", agrícola, etc.).
4. Mientras que, "lo que brota del ser humano" se convirtió en cultura.

USOS Y ACEPCIONES.
Parte de la confusión con el concepto de cultura surge cuando se le usa como expresión y
manifestación de las bellas artes, especialmente en diarios y revistas; de donde se interpreta que
las personas instruidas y conocedoras de las artes y de otras gentes son muy instruidas,
asumiéndose que hay toda una gradación hasta los "incultos" (carentes de cultura); por otro lado
es sabido que también se usa para denominar a grupos humanos no conocidos, como la cultura
Diaguita o Mapuche, pero muchas personas quedan confundidas con esta doble significación.
Los profesores parecen tener una marcada preferencia por la primera acepción, a la vez que se
reconocen ellos mismo y son reconocidos por los demás como personas "cultas", pero
usualmente transmiten en el aula una acepción que --con algunas variaciones de contenidos-- se
acerca más a la segunda: que cultura es el conjunto de costumbres, mores, de un pueblo,
heredados y transmitidos de generación en generación.

La tradición marxista. Sociología de la cultura. –Warley, pdf.38-

De algún modo, este enfoque sociológico del que habla Williams se plantea como un enriquecimiento del
punto de vista del marxismo tradicional. Volvamos atrás. Según el pensamiento del filósofo, economista
y político alemán Karl Marx, el conjunto de las "ideas humanas" y las diversas formas institucionales en
las que éstas se encarnan (formas de gobierno, religión, leyes, arte, etc.) reflejan o están determinadas por
el modo de producción económico propio de cada época.
No es la conciencia la que determina la existencia humana sino que, por el contrario, son esas condiciones
materiales de existencia las que explican, en definitiva, toda construcción del pensamiento. Así, las
particulares formas económicas de una época (la base o estructura) sostienen el edificio social y dan vida
al conjunto de la superestructura ideológica. La cultura, desde este punto de vista, podría ser
considerada simplemente otro modo de nombrar la ideología.
En palabras de Marx:
En la producción social de su existencia los hombres contraen determinadas
relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones
de producción que corresponden a una determinada
fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El
conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura
económica de la sociedad, la base real sobre la que se
eleva un edificio jurídico y político y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción
de la vida material determina el proceso de la vida
social, política y espiritual en general".
-"Prólogo a Contribución a la crítica de la economía política"-

La producción de las ideas y representaciones de la conciencia aparece al principio directamente


entrelazada con la actividad material y el comercio material de los hombres, como el lenguaje de la vida
real.
Según el semiólogo argentino Eliseo Verón "lo que interesa subrayar aquí es que en la intención de Marx
la «teoría de la ideología» debía abarcar en forma unitaria el campo de lo que hoy llamaríamos
«sociologíade la cultura".
"La sociología cultural, por lo tanto, se ocupa de los procesos sociales de toda producción cultural",
subraya Williams, "incluyendo aquellas formas de producción que pueden denominarse “ideologías”. Una
sociología de la cultura debe interesarse por las instituciones y formaciones de la producción cultural,
debe además preocuparse por el estudio de los procesos de reproducción cultural y social".

Theodor W. Adorno ha insistido sobre los peligros de las cuestiones que en torno de los estudios sobre la
cultura se plantean desde la tradición marxista. "Contra la crítica cultural inmanente", escribió Adorno en
"La crítica de la cultura y la sociedad", "puede argüirse que disimula lo decisivo, a saber, el papel de la
ideología en los conflictos sociales. Al suponer algo así como una lógica cultural independiente -aunque
la suposición sea sólo metodológica- se hace uno cómplice de la escisión de la cultura, pues el contenido
de ésta no se halla exclusivamente en sí misma sino en su relación con algo que es su reverso, el proceso
material de la vida.

LEVI-STRAUSS – CULTURA DESDE EL ESTRUCTURALISMO. –U HERNANDARIAS-PDF.17SS

Para el Estructuralismo la cultura es un sistema de reglas de signos compartidos por


todos los integrantes de la misma sociedad. Esta posición teórica está basada en la
lingüística.

Lévi-Strauss no solamente es el líder carismático del estructuralismo contemporáneo,


sino que también parece ser el árbitro final de lo que constituye o no una teoría
estructuralista "genuina". Hablar del estructuralismo es hablar del estructuralismo
francés, y hablar del estructuralismo francés es referirse al esquema teórico de Lévi-
Strauss.

DESDE LA LINGÜÍSTICA.
Para poder comprender mejor la racionalidad que está detrás de las especulaciones
teóricas de Lévi-Strauss, es necesario tener presente la perspectiva y la metodología de
la lingüística estructural. Cualquier lenguaje es un sistema simbólico construido
arbitrariamente.
La mayor parte de los hablantes nativos de una lengua son totalmente inconscientes de
las reglas fonológicas y gramaticales que subyacen a los patrones manifiestos del habla;
sin embargo, son capaces de utilizar su lenguaje como un instrumento de comunicación,
en una forma eficaz y eficiente. De este modo, se argumenta que si estas reglas existen
fuera de la mente del lingüista, deberán ser de naturaleza subconciente.
El trabajo del lingüista consiste en formular y hacer explícito todo lo que está detrás de
la vista, encerrado en el subconciente, los principios estructurales subyacentes. Conocer
los principios estructurales de un lenguaje es explicarlo.

Para Levi-Strauss la cultura es esencialmente un sistema simbólico o una


configuración de sistemas simbólicos. Para entender una serie de símbolos
culturales en particular, se los debe ver, en primer lugar, en relación al sistema del
que éstos son parte.
Cuando Lévi-Strauss habla de fenómenos culturales como fenómenos de naturaleza
simbólica, no está hablando de los referentes empíricos o del significado de los
símbolos, sino más bien se refiere a los patrones formales, a la forma en la que los
elementos simbólicos se relacionan entre sí para integrar un sistema.

Levi-Strauss expresa en "Structural Analysis in Linguisties and in Anthropology":

Pero lo que confiere al parentesco su carácter de hecho social no es lo que debe


conservar de la naturaleza: es el movimiento esencial por el cual el parentesco
se separa de ésta. Un sistema de parentesco no consiste en lazos objetivos de
filiación o de consanguineidad dados entre los individuos; existe solamente en
la conciencia de los hombres; es un sistema arbitrario de representaciones y no
el desarrollo espontáneo de una situación de hecho. (...) El rasgo primordial del
parentesco humano consiste en requerir, como condición de existencia, la
relación entre lo que Radcliffe-Brown llama "familias elementales". No son,
entonces, las familias términos aislados, lo verdaderamente "elemental", sino la
relación entre estos términos.

-Estas relaciones son el objeto de la etnología, que recibe elementos del


estudio de la etnografía que consiste en el estudio de los usos y costumbres de
los grupos.-tri.

En el caso ejemplo del mito también sucede que Levi-Strauss se separa de los
antropólogos como Malinovski que tiende a considerarlo en término de sus funciones
sociales. El análisis del mito, de acuerdo con Lévi-Strauss, debe ser semejante al del
lenguaje; los elementos del mito, al igual que los del lenguaje, no tienen significado por
SI mismos, pero lo adquieren al ser combinados en una estructura. Los mitos contienen
una especie de mensaje codificado, y la labor del analista consiste en descifrar el código
y revelar el mensaje.
La estructura del mito, según Lévi-Strauss, es dialéctica es decir, se plantean ciertas
oposiciones o contradicciones -hombre: mujer, endogamia: exogamia, vejez: juventud,
tierra: cielo, etc. El proceso tiene una gran semejanza con la tesis, la antítesis y la
síntesis de Hegel. El mito, visto en términos de sus funciones, sirve para representar
ciertas contradicciones de la vida y para resolverlas.
El descubrimiento del centro estructural básico subyacente es el principal interés de
Lévi-Strauss en el análisis del mito. Por último, este centro estructural nos revelará la
estructura del pensamiento humano mismo y la lógica binaria en la que éste descansa.
En este sentido, Leach traza una analogía entre la estructura del mito y la estructura de
la música y del drama: Lo que escuchamos es un tono, una melodía; pero la experiencia
de la música no es solamente una colección de tonos. A lo que responde una persona
sensibilizada a la música es a la estructura de ésta como una totalidad, a la complejidad
del contrapunto, y a la relación entre un tema y sus variaciones. De igual forma, en el
drama lo que distingue a una obra emocionante e impresionante, de una trivialidad, no
es una cualidad de la historia, sino una cualidad de la estructura interna a la que
podamos responder, aun cuando no la reconozcamos conscientemente. La tesis de Lévi-
Strauss es que la estructura interna del mito es algo muy semejante.

Para Lévi-Strauss la Antropología es el estudio científico de los productos


culturales generados por las operaciones del intelecto. El significado real de la
cultura son esas operaciones mentales o estructuras. El estudio que demanda la
búsqueda de las estructuras lógicas subyacentes a los fenómenos culturales es
sincrónico. Para Lévi-Strauss el estudio de lo diacrónico, que da cuenta de los
cambios, es objeto de la historia; mientras que las estructuras están a cargo de la
antropología.

MARX Y EL MATERIALISMO HISTÓRICO EN LA CULTURA.

Según el pensamiento del filósofo, economista y político alemán Karl Marx, el conjunto
de las "ideas humanas" y las diversas formas institucionales en las que éstas se encarnan
(formas de gobierno, religión, leyes, arte, etc.) reflejan o están determinadas por el
modo de producción económico propio de cada época. –Warley pdf.39-

Según su célebre fórmula, no es la conciencia la que determina la existencia humana


sino que, por el contrario, son esas condiciones materiales de existencia las que
explican, en definitiva, toda construcción del pensamiento. Así, las particulares formas
económicas de una época (la base o estructura) sostienen el edificio social y dan vida. al
conjunto de la superestructura ideológica. La cultura, desde este punto de vista, podría
ser considerada simplemente otro modo de nombrar la ideología. –ibid-

El pensamiento de Marx implicó, sin duda, un modo revolucionario de concebir la


cultura y los mecanismos últimos que explican su constitución antes que su
funcionamiento. Sin embargo, muchos de sus "herederos" terminaron reduciendo la
problemática cultural a un mero epifenómeno de las condiciones económicas
particulares. –ibid-

-U Hernandarias-
Frente a las teorías de la cultura que ponen el acento en los aspectos simbólicos de la
misma como el estructuralismo de Levi Strauss, las teorías que se basan en el
materialismo dialéctico se interesan por los aspectos materiales de la cultura.

El materialismo dialéctico se basan los trabajos de Marx y de Federico Engels. El punto


de partida de estos autores es la crítica a la sociedad capitalista del siglo XIX que
negaba la libertad y deshumanizaba al hombre. Marx intenta hacer una reconstrucción
histórica, aquí hay un paralelismo con el evolucionismo.
El máximo principalmente es una teoría de la sociedad; para el marxismo todo tema
sociocultural se compone de:
 La base económica.
 La estructura u organización social.
 La conciencia social o ideología.
Es en la base económica donde que buscar el origen de los otros aspectos de la vida
social. La relación entre la base material (estructura ) y la organización social e
ideología (superestructura) es dialéctica.
Marx acentuó el Valor del análisis histórico como proceso; él creía que a partir del
estudio de los pueblos primitivos se podían profundizar otros posibles desarrollos
humanos.
Marx nunca desarrollo una teoría de la cultura; tampoco estableció que la cultura puede
ser reducida a la ideología. Para hablar de una teoría marxista de la cultura es necesario
considerar las contribuciones realizadas por los autores marxista de este siglo. Gramsci
fue el primer marxista que se dedicó a la cuestión cultural sin reducir la economía ni a
política.

GARCIA CANCLINI.
Según la definición propuesta por el autor argentino García Canclini:
“La cultura es un proceso de producción de fenómenos que
contribuyen, mediante la representación o reelaboración simbólica de
las estructuras materiales, a reproducir o transformar el sistema social"

“Afirmamos que la cultura constituye un nivel específico del sistema social y a la vez
que no puede ser estudiado aisladamente. No sólo porque está determinada por lo
social, entendido como algo exterior, sino porque está presente en todo hecho
socioeconómico. Comprar un vestido o viajar al trabajo, por ejemplo, dos prácticas
socioeconómicas habituales, están cargadas de sentido simbólico: el vestido o el medio
de transporte aparte de su valor de uso, cubrirnos, trasladarnos- significan nuestra
pertenencia a una clase social según la tela del vestido o si usamos un camión o un
coche, de qué marca.”

“Tanto el estudio de sociedades arcaicas como capitalistas ha demostrado que lo


económico y la cultura configuran una totalidad indisoluble.
Cualquier proceso de producción material incluye desde su nacimiento ingredientes
ideales activos, necesarios para el desarrollo de la infraestructura. El pensamiento no
es un reflejo pasivo, a posteriori, de las fuerzas productivas; es en ellas, desde e
comienzo, una condición interna de su aparición.”

Decir que la cultura se produce significa para una concepción materialista que la cultura
no es expresión, creación o representación, sino un proceso social de producción. Cada
producción cultural supone una organización material específica. Interpretar los
productos culturales, por tanto, conlleva necesariamente analizar las instituciones y las
condiciones sociales que hacen posible su existencia.
Estudiar la cultura como producción supone también el análisis no sólo del acto de
producir sino del proceso, es decir, la producción, la recepción y la circulación.

La definición de García Canclini hace hincapié también en que la cultura es instrumento


para la reproducción social. Aclaremos este concepto. Para que los sistemas sociales
subsistan, los hombres deben proveer lo necesario; pero no basta sólo producir, deben
también reproducir y reformular las condiciones de producción. Toda formación social
debe reproducir las fuerzas productivas: mediante el salario que les permite a los
obreros mantener a sus hijos, asegurándose así la continuidad de la fuerza de trabajo.

La cultura como escenario de la lucha por la hegemonía.


Mediante la reproducción de la adaptación la clase dominante busca construir y renovar
el consenso de las masas a la política que favorece sus privilegios económicos.
Sin embargo, en ninguna sociedad la hegemonía de una clase puede sostenerse
unicamente mediante el poder económico. En el otro extremo de la competencia
económica encontramos los mecanismos represivos que, mediante la vigilancia, la
intimidación o el castigo, garantizan –como último recurso- el sometimiento de las
clases subalternas.
De este modo, el poder cultural, al mismo tiempo que reproduce la arbitrariedad
sociocultural, cuyo poder deriva de la fuerza económica de la clase dominante, inculca
como necesaria y natural esa arbitrariedad, oculta ese poder económico, favorece su
ejercicio y perpetuación. La eficacia de esta imposición-disimulación de la arbitrariedad
sociocultural se basa, en parte, en el poder global de la clase dominante y en la
posibilidad de implementarlo a través del Estado.
La cultura, como vemos, aparece como un instrumento clave para la reproducción de la
sociedad; para lograrlo ella misma debe reproducirse, Pierre Bourdieu formuló un
método teórico a partir de sus estudios sobre los sistemas de enseñanza y habla del
capital cultural, es decir, de los bienes culturales acumulados en la historia de cada
sociedad. Tal capital es transmitido a través de aparatos culturales y genera hábitos y
prácticas culturales. Es importante hacer notar que coexisten y entran en conflicto en
una formación social distintos capitales culturales, como también se da que un mismo
capital cultural es apropiado por distintos grupos sociales.
Sin embargo, objeta Bourdieu, los bienes culturales acumulados en la historia de cada
sociedad no pertenecen realmente a todos (aunque formalmente sean ofrecidos a todos),
sino a aquéllos que cuentan con los medios para apropiárselos. Esta apropiación puede
ser cumplida por quienes han recibido los códigos e instrumentos necesarios para
valorar ese capital cultural e incorporarlo a sus vidas. Los aparatos culturales son las
instituciones que administran, transmiten y renuevan el capital cultural. En el
capitalismo, son principalmente la familia y la escuela.

RELATIVISMO EPISTEMOLOGICO DE LA CULTURA. –Warley pdf.27-

En "La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas" Derrida


subraya el carácter artificial de la división entre "naturaleza" y "cultura".
Parte de este axioma o de esta definición: pertenece a la naturaleza lo que es universal y
espontáneo, y que no depende de ninguna cultura particular y de ninguna norma
determinada. Pertenece en cambio a la cultura lo que depende de un sistema de normas
que regulan la sociedad y que pueden, en consecuencia, variar de una estructura social a
otra.
Lévi-Strauss, que ha empezado prestando crédito a esos conceptos, se encuentra con lo
que llama un escándalo".

"Evidentemente, sólo hay escándalo en un sistema de conceptos que preste crédito a la


diferencia entre la naturaleza y la cultura. Al iniciar su obra con el factum de la
prohibición del incesto Lévi-Strauss se instala, pues, en el punto en que esa diferencia,
que se ha dado siempre como obvia, se encuentra borrada o puesta en cuestión: pues
desde el momento en que la prohibición del incesto no se deja pensar ya dentro de la
oposición naturaleza/cultura, ya no se puede decir que sea un hecho escandaloso.”
Se empieza a comprender que la distinción entre estado de naturaleza y estado de
sociedad (hoy preferiríamos decir: estado de naturaleza y estado de cultura), a falta de
una significación histórica aceptable, presenta un valor que justifica plenamente su
utilización por parte de la sociología moderna como un instrumento de método.
«La oposición entre naturaleza y cultura, en la que hemos insistido en otro tiempo, nos
parece que ofrece hoy todo un valor metodológico»" concluye Derridá.
Desde otra perspectiva se ha insistido que visiones como las que aquí emblematiza
Derrida terminan abonando el terreno para una suerte de escepticismo epistemológico
que impide el avance de cualquier tipo de investigación. Porque para que un estudio
serio pueda asentarse y desarrollarse es necesaria la convicción de que el fenómeno que
se pretende abordar tenga entidad, existencia, si no todo pensamiento se derrama
finalmente hacia la incomprensión de la cultura humana, en un sentido general, y se toca
con el relativismo cultural, en lo referido a las diversas culturas particulares.

OTRA POSICIÓN : LA TEORIA DE LOS TRES MUNDOS DE POPPER. –Warley


pdf.27-
A partir de 1967, por ejemplo, y siguiendo otros prolegómenos, el epistemólogo
británico de origen austríaco Karl Popper [1902-19941 formuló su teoría de los tres
mundos.
Denominó Mundo 1 al conjunto de estados y de cosas existentes o mundo de las cosas
materiales y los estados físicos; Mundo 2 a los estados de la mente privados e
individuales, es decir, el mundo subjetivo de la psiquis, de los estados mentales o
estados de conciencia; y Mundo 3 al conocimiento objetivo o conjunto de los datos
almacenados en libros, películas, discos, etc., que constituyen el fundamento de la
objetividad, así como el mundo de estructuras objetivas producidas por las mentes .de
las criaturas vivientes, que una vez creadas y almacenadas (en el lenguaje mismo, por
ejemplo) imponen la evidencia de un existir propio.
Estas ideas fueron desarrolladas por Popper especialmente en tres obras: Conocimiento
objetivo, El yo y su cerebro (escrita juntamente con John Eccles, 1903-1997) y
Búsqueda sin término. El Mundo 3 es "el mundo de las teorías, los libros, las ideas, los
problemas", según define en esta última obra, e incluye también a las relaciones
sociales. Sus contenidos son reales, "más o menos tan reales como las sillas o las mesas
físicas", y es un mundo plenamente autónomo, de manera que este Mundo 3, aunque es
creación humana, inventa su propio dominio de autonomía. Por ello, afirma
Popper, podemos hacer descubrimientos teóricos casi de la misma manera en que se
hacen descubrimientos geográficos.
Tanto la teoría popperiana a partir de los años 60 como la defendida por Leslie White
[1900-1975] en los 40 subrayan el carácter autónomo de la cultura, su separación de la
naturaleza y su realidad objetiva, y pueden considerarse precursoras de la actual
concepción informacional e ideacional de la cultura.

SEMIOTICA Y CULTURA.

De hecho, las definiciones o visiones de la cultura desde una perspectiva semiótica o


semiológica pueden detectarse en prácticamente todo pensamiento que haya
reflexionado sobre los signos, su naturaleza y relaciones.
Es necesario hacer una primera distinción entre lingüística y semiología o semiótica.
La semiótica entiende la cultura a partir de la actividad simbólica del hombre. La
lingüística enfatiza que no todos los símbolos que éste utiliza "valen" lo mismo o
cumplen un particular rol estratégico en tanto formadores de la cultura; que hay un
conjunto de signos básicos con un poder tal que no puede distinguírselos del
pensamiento mismo, Se trata de la capacidad lingüística. Desde esta perspectiva, la
lengua se encuentra en el centro de la cultura o, mejor, la lengua proporciona a la
cultura su estructura central.

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