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Algunos tipos de caracter dilucidados por el trabajo psicoanalitico (1916) Nota introductoria «Einige Charaktertypen aus der psychoanalytischen Arbeit Fediciones en alemin 1916 Imago, 4, n° 6, pigs. 317-36 1918 SKSN, 4, pigs! 321-52. (1922, 2 ed.) 1924 GS, 10, paps. 287-314, 1924 Dicbtung and Kunst, pie. 59-86. 1925 Almanach 1926, pigs. 216, (1° ensayo solamente) 1935. Paychoun. Padnon, 9, vis. 1934. (3 ent so lamente) 1946 Gi, 10, pigs. 364-91 1975 SA, 10, pags. 229°53 Tradueciones en castellano * 1943 «Algunos tipos earactéricos revelados, por el psico- anilisiso. EA, 18, pigs. 131-62, Traduccién de Lu: dovico Rosenthal. 1948 «Varios tipos de caréeter descubiertes en la labor analiticas. BN (2 vols.), 2, pigs. 990-1002. Traduc Cién de Luis Lépez Ballesteros 1954 eAlgunos tipos enractéricos revelados por el_ pico: andlisis». SR, 18, pags. 111-34. Traduccidn de Lue dovico Rosenthal. 1968 . Lava sus manos salpicadas de sangre ¥ gue 1 sangre halen, y se hace conciente de la vanidad de tse empefio. El artepentimiento parece haberla postrado a ella, In que parecia tan despiadada. Cuando Lady Macbeth Imutre, su esposo, que entetanto se ha vuelto tan infleaible como ella se mostrtba al comienzo, slo le dedica este breve epitafio: “Bien pudo haberse muerto Iuego: tiempo habria habido para exa palabras, (Acto V, escena 3.) YY shora uno se pregunta: ¢Qué fue lo que destuys exe cater que pact forjado del metal mis duro? ¢Fue sélo in deslusién, a otra cara de le hata cumplida®™ 2Acaso debemor infer que también en Lady Macbeth ina vida aoi- nica en eu origen dulce y de femenina landura se fae empi- rnando hasta aleanaa® una coneentacin y una tensin exte- ina que no podian ser daraderas,o tenemos que salir en busca Ae indicios que-nos hagan comprender humanamente ee de rrambe por tina motivacién mas profunda? 2 (Alun. dos versns de Die Brout von Mersina (acto 1¥, cena 3), de Schill] 326 Considero imposible sertae aqut con una decisidn. Aa: beth, de Shakespeare, es una pieza de ocasién, compursia pare la coronaciGn de Jacobo, hasta entonces rey de Escoci EL material precxistia y habia sido tatado contemporsnes mente por otros autores, euyo trabajo, ex probable, Shakes- sate aprovechs de Ja manera habitual, Presentaba ‘notables analogias con It situacién presente, La wvitpinal» Isabel, de quien las habladuries decian que en verdad habia sido inf funda y cicita vez, cuando le dieton la noticia del nacimiento de Jacobo, en un doloroso estllido se definis como eun tro ‘co estérils,# se vio forzada,justamente por sa falta de hijs, « dejar que ia sucediese el rey de Escocis. Peto este era el hijo dde'aquclla Maria cuys cjecucisn ella hebia dispuesto aun a dlisgusto, y que a pesar de todo lo que se empaiaron las 1e- laciones'por causas politicas, no dejaba de ser su parienta consanguinea y su huésped. ‘ia ascensin al trono de Jacobo T fue como un testimonio de In maldicién de In esteilided y de la bendicién de una sgeoeracién continuada. Y por este mismo contaste se rige el desartollo de Macbeth, de Shakespeate* Las Pagcas le habian augueado que él seria rey, pero « Banguo, que sus hijos habréan de ceftirse In corona. Macbeth se subleva contra este veredicto del destino, no se conforma con satisfacer su propia AmbiciGn, quiere ser el fundador de uns dinastia y no haber tendo prt bef de uno exo, Se dee se ppunto cuando sdlo se quiere dicernir en la pieza de Shakes- Peare Ja tragedia de Ja ambicién. Resulta claro que, como Macbeth no puede vivir eternamente, no Te queda més que tun camino para desvituar la parte de la protecia que le es desfavorable, a saber, tener él mismo hijos que pucdan suce derle. Es lo que parece esperar de au fuerte mujer: <4iNo des a luz més que hijos varones, pues 1a temple in- tuépido s6lo puede crear machos!». (Acto T, escena 7.) Ys igualmente claro que si es defraudado en esta expec: tativa deberd someterse al destino; de oto modo, su obrar perderia toda meta, toda finalidad, y se mudacia en la futia ciega de alguien que esti condenado a desaparecer, pero que antes quiere aniquilar lo que se ponga a su akcance. Vemos ‘que Macbeth recorre este desarrollo, y en el dpice de In 1a. 8 Cf, Mecbeth (aco I, esens 1): «Cieron sobre mn cabera una corona infers, 7 me dieron a empufat un cvs eal ue te Sane una mano ota, oes 80 tengo fio gee me socom [Freud ya hula supetilo esto en la prints ica dee intcrpreacé de fos ses (19000), AB, 4, ple 214) 327 gedia hallarmos aquel grito conmovedor, caya multivecided se ha reconacido tantas veces y que podria contener Ja clave de Ja mudanea de Macbeth; nos referimo: al grito de Macduff: ql no tiene hijos!», (Acto IV, excena 3.) tr di din des So por no ene is ‘matat a los infos»; pero puede esconder algo més, y sobre todo para despejac el motivo mis profundo que em puja a Macbeth s rcbasar en mucho su nataraeza y que tam Bi seme x dra ue en io puro Sl, Poo si se contempla el panorama de la tragedia desde el punto e rminante que marcan Jas palabras de Macduff, se Ia. ve toda cella recorride por referencias @ la relacin padrehijs. El asesinato del bondadoso Duncan es poco menos que un pat cidio; en el caso de Banquo, Macbeth ha matado al pact, mientras que el hijo se le escap6; en euanto a Macdoff, le tnaté los hij porque el padre se Je habia escapado. Ein la escena del conjuro, las Pateas le hacen aparece un aio ensangrentado y un ni coronado; la cabeza cubierta con un casco que apatecié antes es, sin duda, Macbeth mismo, Peto en el ttasfondo se fevanta la sombria figura del vengador Macduff, él mismo una excepcién a las leyes de la geners- cidn, puts no nacié de su madee, sino que lo sacaron de si vientre. ‘Ahora bien, serfa de una justcia pofticaerigida totalmente sobre la ley del talign gue la falta de hijos de Macbeth y la esterilidad de su mujer fueran el castigo por sus crimenes con- tra Ie santdad de la generac, que Macbeth no podiera se padre porque arrebat los hijs al padte y el padte a los hijos, ¥ que en Lady Macbeth se cumpliera ese despojamiento de su sexo, que pidié a los espiitus de la muerte. Creo que se compredideria sin més la enfermedad de Lady Macbeth, la mudanza de su temeridad en artepentimiento, como reaccién frente 2 su falta de hijos, que la convence de su impotencia contra los decretos de Ja naturaleza y al mismo tiempo le secuerda que por su props colpa a sido privads dels mejores frutos de su ctimen, En Ie crdnica de Holinshed (157), de ln que Shakespeare tomé el tema de Macbeth, Lady Macbeth es méncionsds una sola vex como una ambiciosa que instigé a su marido al ase- sinato para convertirse en reina. Nade ee dice de sus uteri res destinos ni de un desarrollo de su eatéctet. En cambio, patece como sila modanza del carfcier de Macbeth en una ficra sanguinaria tuviera ah motivos parecidas a fos que aci- 328 ramos de aventurat, En efecto, en Holinshed, entie el ase sinato de Duncan, por el cual Macbeth se hace rey, y sts pos- tetiores fechorfas tascurten diez ais, en los que él se mues- tra como un monarea seveto, pero justo, Slo pasado eae Tapso le sobreviene aquela ateracién, dominado por el marti tnt enor de ge protec aga «Bann pale Ccumplitse, como en efecto ocurré con la de su propio des tino, Sélo entonces hace asesinat a Banquo, y es levado, eo- imo en Shakespeare, de un crimen a otto, Bs verdad que en Ta crdnica de Holinshed no se dice expresamente que su falta cde hijos lo empujara por ese camino, pero en ella queda tiem- po y espacio para esa eugerente motivacion, No ast cn Shae Fespeare, En la tragedia, os acontecimientos se precipitan sates co tis gue spend lea, 2 pet ls indicaciones. de los personajes s¢ puede caleular que Ja tevin dela piensa inks) menos cba sean® Esta precipitacién resta base a todas nuesiras construcciones sabre los motivos del vueleo de caricter de Macbeth y su ‘mojer, Falta el tempo de un continuo desengafo en Ia es fa del hijo, que pudiera desmoralzar ala mujer y empujat al hombre a una furia temeraria, y queda en pie fa contradic cin: dentro de la pieza, y entre ella la ocasién que evs ‘esctbirla, son muchos fos finos nexos que convergen colt entemente en el motivo de la falta de hij; no obstant, la ‘economia temporal de le ttagedia deseutotia de manera ex press tuna evolucién del cadeter no debida os motivos mis interno. ‘2Cudles pueden set esot motivos, que en un lapso tan bce hacen de un embicioso puslénie tna feta desenftena- dda y dela instigadora de temple de acero una enferma con- trta por el strepentimiento? He aqu algo que # mi uicio ro puede averiguarse. Creo que no tenemos ms remedio que Fenunciat a ello en esa triple oscuridad en que se han com Sensado la mala conservacin del texto, le ignorada intenci6n de ou creador y cl sentido reereto de la saga. Y yo n0 adm tinfa, por otta parte, que alguien objetase tales indagaciones por ociosas en vista del grandioso efecto que Ia tragedia pro- Gnice en el espectador, Mientras dua la representaciéo, sin dda, cl dramatargo puede dominarnos gricas a s1 arte y fralizar ‘mierto pensamiento, pero no. puede impeditnes {que nos empefiemos, con postevioridad, en aprchender el me- anismo psiclégico de ese efecto. También me parece fu Ae lugar aqut Ia observacin de que el artista es libre de com ppendiar atbiteariamente In succsién natural de fos acontect srmesteer (1881, pi. bx) 229 imientos que presenta si mediante eve sactficio de la comin ‘vetosimilitad puede abtener un realce del efecto dramético Un sacrifici ast s6lo puede justifcarse si menoscaba mera mente la verosimilitad® mas no si suprime el enlace causal el efecto dramética no quedatia roto si el discursir tempo Tal se dejara indeterminado en lugar de citcunseribirlo a unos ppocos diss mediante declaraciones expresas. Es tan penoso abandonat por insoluble un problema como el de Macbeth, que me atrevo todavia a sefalar algo. que sponta a una salida novedosa. Ludwig Jekels, en un reciente estudio sobre Shakespeare,” ha crefdo entrever un resorte de Ta téeniea del poeta que tambign padria operar en Macbeth, pina que Shakespeare con frecuencia parte un cardeter en dos personajes, cada uno de Jos cuales, como bien se com- prende, parece después incompleto hasta que no se Jo recom: pone en unidad con el otro. Ese podria set también el caso fon Macbeth y Lady Macbeth, y entonces seria vano, desde Tuego, el empesio de concebira a ella como una persona aut roma y de buscar los motivos de su modanza sin tomar en cucnta el Macbeth complementario. No he de seguir adelan- te por esta pista; empero, quiero aducit algo que de manera hhatto llamativa apoya esta concepeién, a saber, que los gé- rmenes de angustia que la noche del asesinato brotan en ‘Macbeth no prosperan en él, sipo en Lady Macbeth El fue duien antes del crimen tuvo la alucinacién del pul, pero es la la que después ae presa de la enfermedad mental. EI, tras fel asesinato, oy6 que gritaban en la casa: «jNo dorminis finds! {Macbeth ha asesinada al suefio!n, y entonces Macbeth no écberia dormis més, pero nada de eso percibimos; no vyemos que el rey Macbeth no duerma més, y sf a Ja reina evantarse dotmida y, sondmbula, delatar su culpa; él estuvo ineeme ahi, con las manos ensangrentadas, Jamentindose de que el inmenso oeéano de Neptuno no bastaria para limpiar- Tas; en ese momento ella le infundis confianza: «Un poco agua nos limpiard de esta accién», pero después es ella Ia gue firante un largo cuatto de hora se lava y no puede quitarse las salpicaduras de la sangre: eNi todos los perfumes de Ars- bia parificarten esta pequeia mano mfa» (acto V, escena 1) © Como en el cortejo de Ricrdo THt a Ara junto a fete det Bice laf mo pee haere publica, En wn an cei kee Matt, Je (O9E1) pena sade x ot SEY SES patton ot bao, edar Pocele Kembdien (1926), Joels vuelve sobre el tema pro, una wer M45, muy someranent.) © GE Datmesteer (1881, pig. bow). 330 Asf se cumple en lia lo que él, en los remordimicntos de su ‘onciencia mora, temia; ella pasa a ser la arrepentida tras el crimen, él pasa a ser el temezario, y entre los dos agotan las osbiidades de reaccién frente al ctimen, como dos partes ssunidas de una tnica individualided pelquiea y quiz co- pias de un solo modelo. Si en J figura de Lady Macbeth no hemos podido aver var por qué ells ts el tiunfo, se derrumba en In enferme quis nos result mds promisria Ia creaciOn de tro fem aatrgeae git leaecon igo inoepcado 9 urea del examen guicldgico.* Rebeca Gamvik, It hija de tna comadrona, foe educada por spade adoptive, el doctor Wert, como lbrepeneadora Yen el despreco por las cadcnay con que una moraidad fan- dada cola veligina quetia shea fos deseo de a vi. Tae mere ei ose, cl cnt cop nT hocen ln rsa y han sacrifcado i slegla al rigido cumpli Irento del deter in Roumershol moran el pastor Johannes Roumer y as esposa Best, enfermia y in fijor. Dominada por «unt pisén tlvae © indomabley tala ese hombre de Doble cna, Rebeca resulve guitar deen medio a ia mujer «que le extorin el camino y para eso se vale de sa voluntad ‘sada y nade Ubten, no dnhibida por miramient algun, Como al desuid le dei en as mance un ro medica donde senda gl del matin sone, de er te que la pobre se pregunta, extrovinds, por la justi dea propio matione; le deja entever que Roser, cases lectrasy pensamientos ella compart, esta punto de aban. dona ie sigue fe y abraar el partido de le Thsteién, y dlespnés de haber studio ale confanza de In mojer en a ses lid I ac nes, por ln, ells misma, Rebecs, pronto abandoosrd Ie cuca part oct ie comer i came cr Prokibigo Son Rox met. Ese plan ctminatronfa, La pobre moler, que std por depimidaeiresponsibe © aroj al agua desde parla df molin, imbuida del senmiento de una Y pata noestorar la dicha del hormre amado 'Y ahora, largo tiempo viven Rebeen y- Rese arusolsiny 8 een eheity en See 2 ies fer oar amistad ideal’ypotamente epiital. Pero coando deede fue: 1 {Se tefiee a Theen, cayo diama Rosmerstolm examina a com tinue) 331 + eaen sobre ellos las primeras sombras de la murmucacién, y al mismo tiempo una dud martrizante mueve a Rosmer ‘ preguntarse por los motivos que levaron a su mujer a darse muerte, pide « Rebeca que sea su segunda mujer, para opo- net al itste pasado una realidad nuova y viviente (acto T1), A ella por un instante la lena de jbo esa propuest, pero enseguida declara que eso es imposible y que si la s. Dejemos a la investigecién fotura of decidir cufntos delincuentes han de contarse entre estos «pilidos».. 2 Ci one anne #194, eons sano, — La idea de’ aie el seninieno de clps es ane motivacion pare comet (eth se nin ene total tnt eto Has {5036}, Ta pie 3, ant como vambien ent al sions Js Lass (uid) abi, pl al ca ang pn 1st Beste dimo pase 22 inaes,complicando ef aut. al Taco del masogsame.) 339

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