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UNIVERSIDAD VIZCAYA DE LAS AMÉRICAS

32020
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
ASIGNATURA: PSICOTERAPIA 2
[Escriba el subtítulo del documento]
MAESTRA: KARLA TORRES RANGEL
SEXTO CUATRIMESTRE MODALIDAD MIXTO: MAYO-AGOSTO DE 2020
ALUMNA: EDNA DURÁN QUINTAL
FECHA DE ENTREGA: VIERNES 22 DE MAYO DE 2020

ACTIVIDAD # 2: “INVESTIGACIÓN DE LAS PRIMERAS


TERAPIAS PARA NIÑOS”
INSTRUCCIONES: Investiga:
-¿Cuáles fueron las primeras terapias para niños?
-¿Quiénes sentaron las bases de la psicoterapia infantil?
-¿Qué modelos de terapia se utilizan en la psicoterapia infantil y cuáles son sus
métodos?

Pregunta # 1: ¿Cuáles fueron las primeras terapias para niños?

Ninguna ciencia se ha desarrollado de manera abrupta y a la ligera y


la psicología infantil tampoco es una excepción. El desarrollo infantil es y ha sido
objeto de estudio de numerosas culturas.

Amos Comenius (1592-1670), fue uno de los primeros en estudiar al niño/a


como un sujeto inmerso en pleno proceso. Los planteamientos de este autor
impulsaron la realización de dos tipos de trabajos:
• Los tratados filosóficos.
• Los registros de observación, que se comentarán en los siguientes párrafos.

Generalmente, las primeras consideraciones en relación con la educación


infantil, se remontan a los autores griegos. En la época del Renacimiento vuelve a
aparecer la preocupación por la educación de los infantes de la mano de autores
como Rabelais, Montaigne, Erasmo o Vives, etc. Ya en el siglo XVIII, surge un
nuevo interés sobre los niños/as y su educación. En este siglo la infancia es vista
como una fase importante de la vida. Rousseau es conocido como el portavoz de
estas nuevas ideas sobre la infancia, aunque otros muchos autores opinaban y
consideraban esta etapa del mismo modo que él.

Además de éstos, existe una gran variedad de sucesos que pueden ser
considerados como antecesores de la Psicología Infantil. Entre ellos se
encuentran las llamadas “biografías infantiles”, que no son más que diarios
escritos por los propios padres u otras personas sobre el comportamiento de los
niños/as. Los primeros estudios de observación se desarrollaron a lo largo del
siglo XIV. En Francia, existía la costumbre de registrar en los llamados “Livres de
raison” los acontecimientos familiares relevantes y entre ellos algunos aspectos
relacionados con el desarrollo de los niños/as.
También los tratados sobre el parto y las observaciones sobre los niños/as
y su cuidado empiezan a extenderse en el siglo XVI. A comienzos del siglo XVII se
realiza un extenso diario con observaciones sobre el desarrollo de un niño, Luís
XIII, el futuro rey de Francia por entonces, su autor fue Jean Héroard.

Pero la primera biografía infantil a la que la historia otorga un talante


científico es la que Tiedemann escribió sobre su hijo desde su nacimiento hasta la
edad de los dos años y medio. En 1787, Tiedemann publica el trabajo que
comenzó un 23 de agosto de 1781, al nacer su hijo, en una pequeña revista en la
que él participaba como editor. Realizó observaciones periódicas sobre su
conducta durante dos años, siete meses y diez días. Sin embargo, había periodos
de tiempo en el que no se realizó ninguna observación. Se habían hecho trabajos
similares anteriormente, pero era la primera vez que se publicaba un trabajo con
estas características, mostrando las observaciones realizadas sobre el desarrollo
de un niño/a normal. No se arrojaron datos de especial importancia sobre las
etapas del desarrollo del niño/a, pero este trabajo supuso una base para futuras
investigaciones de carácter similar.

A lo largo del S. XIX otros personajes favorecieron con sus observaciones y


anotaciones sobre los niños/as, el camino hacia la Psicología Infantil.
Los investigadores dedicados a esta rama de la Psicología, como pueden ser
Debesse (1972), Kessen et al. (1970) y Wallace, Ranklin y Keegan (1994),
apuntan a Pestalozzi, quien escribió un diario sobre su hijo que se publicó
después de su muerte por uno de sus colaboradores, el Dr. Niederer, como uno de
los grandes precursores de la Psicología Infantil. Creó durante un tiempo
determinado, un diario sobre el desarrollo y la educación de su hijo. Son
observaciones anecdóticas en las que se mezclan consideraciones psicológicas y
educativas.

El movimiento pedagógico de esos años favoreció la aparición de estudios


sobre el desarrollo del niño/a. Jaeger (1985) apunta la influencia de los llamados
filantropistas. Muy conocido es el pedagogo alemán J. B. Basedow, (1723-1790),
que estaba bajo la influencia de Rousseau. Basedow fundó en 1774 el
“Philanthropinum”, un instituto dedicado a la formación de maestros, al mismo
tiempo que era un colegio para niños/as de 6 a 18 años.
Este instituto se hizo bastante popular y surgieron otros bajo su misma inspiración.
Su colaborador, Joachim Heinrich Campe, quién le sustituyó, publicó junto con
otros colegas, una revisión general de todo el sistema de la escuela y la
educación. En esta obra se proponía realizar una tarea que generaría un gran
beneficio: “la preparación de un diario exacto sobre todos los cambios físicos y
mentales observados en un niño, que empezaría en el nacimiento y continuarían
sin interrupción” (Campe, 1785, cit. Jaeger, 1985).

Otro precursor de la Psicología Infantil fue Charles Darwin, el cuál había


recogido en 1840 datos sobre el nacimiento y desarrollo de su hijo, estos datos
fueron publicados años más tarde en la revista “Mind” (1877).
Así, ya en el siglo XIX, en el año 1822, Preyer publica su libro Die Seele des
Kindes (el alma de los niños), considerado como uno de los primeros clásicos de
la Psicología del niño. Para Debesse, el valor del estudio de Preyer radica, por un
lado, en que establece de forma definitiva el estudio del niño/a sobre unas bases
científicas y, por otro lado, traza los problemas de aparición y de evolución en el
desarrollo, que posteriormente analizarán sus sucesores.

Cabe resaltar que la obra de Preyer se aproxima mucho más a lo que


actualmente se entiende por Psicología Infantil que la obra realizada por
Tiedemann. La idea principal de Tiedemann era innovadora. Este autor intentaba
valerse de las historias de caso, originadas desde la medicina, y recopilar datos
sobre los niños/as en un formato reconocido como científico.

Otro de los personajes citados como relevantes en la historia de


la Psicología Infantil es Stanley Hall. Gracias a él, la psicología del niño traspasa
las fronteras, llegando a los Estados Unidos.
La tendencia a desarrollar biografías infantiles no acaba aquí. En la obra de
Piaget, Naissance de l’intelligence chez l’enfant y su continuación, se consideran
biografías infantiles.
Los diarios infantiles siguen siendo utilizados a día de hoy para estudiar por
ejemplo la adquisición del lenguaje.

El valor de estas biografías en general, radica en su gran variedad de


información recogida y en su objetividad, teniendo eso sí, en cuenta el sesgo
atribuible a los vínculos afectivos entre el observador y el observado.
Finalmente, Debesse apunta a éste género, las biografías infantiles, como un
método de observación psicológica que actúa como matriz de la investigación
científica sobre la que se han basado otros métodos de estudio. Además, añade
que este género fundamenta los métodos clínico y longitudinal que tienen un uso
muy extenso en la Psicología Infantil.

Por su parte, las principales teorías que han aparecido a lo largo de la


historia sobre la Psicología Infantil son:
• Platón, filósofo griego, opinaba que los niños/as nacen con unos talentos
especiales que deben ser guiados por los padres.
• Aristóteles desarrolló métodos que ayudaban a observar a los niños/as y a
identificar sus diferencias individuales.
• Jean Jacques Rousseau, filósofo francés, afirmaba que los niños/as debían ser
libres para que desarrollaran sus propias capacidades.
• Teoría de la evolución de Charles Darwin, que valoraba la influencia genética en
la Psicología Infantil. La genética ayuda a comprender las diferencias individuales,
aunque no explica ni el comportamiento infantil ni su evolución.
• Teoría del conductismo. John B. Watson, afirmaba que únicamente el entorno del
niño/a ejercía influencia sobre su comportamiento, rechazando las influencias de
tipo biológico.
• Jean Piaget, psicólogo suizo, propuso la teoría más acertada y aceptada en la
actualidad: la genética ejerce su influencia pero también hay que considerar la
influencia ejercida por el entorno del niño/a. Esta postura es la más equilibrada.

La Psicología del Desarrollo Infantil en la actualidad   


A partir de los años sesenta esta disciplina sufre un cambio radical. Los
acontecimientos que favorecieron este cambio son:
• La aplicación de los métodos de la Psicología del Aprendizaje al desarrollo
humano.
• Los cambios en el movimiento psicoanalítico asociando los métodos clínicos de
observación con los etológicos.
• Simulación del comportamiento con ordenadores.
• Consideración del hombre como un procesador de datos e información.
• Redescubrimiento de la obra de Jean Piaget.

Este cambio condujo al abandono del estudio de la Psicología mediante


la observación artificial simple para centrarse en problemas más reales y
complejos. En la actualidad existe una tendencia por abordar los problemas del
primer año de vida y por los problemas de adquisición del lenguaje.

La Psicología del Desarrollo Infantil es considerada actualmente como


una disciplina avanzada dentro de la psicología, que ofrece un amplio campo de
investigaciones orientadas a la educación y a la clínica.

Pregunta # 2: ¿Quiénes sentaron las bases de la psicoterapia infantil?

La psicoterapia infantil ha logrado desarrollarse y enriquecerse con el paso del


tiempo. A continuación realizaremos un recorrido por las principales corrientes de trabajo
psicoterapéutico, la mayoría, se forjan a partir de la técnica y teoría aplicada a adultos. Se
lograron adaptar y crear nueva teoría para intervenir en niños de manera integral.
    
      El primer precedente que encontramos viene del método psicoanalítico. Freud
creo una vasta literatura sobre el desarrollo infantil, haciendo énfasis en el desarrollo
psicosexual y sus consecuencias en la vida adulta. Freud, aunque en lo común no trataba
niños, tuvo por paciente a un infante; Juanito a quien no trató directamente si no que guardó
una frecuente correspondencia con sus padres a quienes les compartía sus consejos
terapéuticos. En la actualidad ese caso guarda algunas semejanzas con la técnica de la
terapia filial, esta última se basa en el trabajo de Axline y la terapia centrada en el niño y en
la terapia de reforzamiento de la conducta de Skinner, los padres son quienes aplican la
terapia de juago supervisados por un profesional.
 
          Psicoanalistas posteriores han aportado muchísimo a la psicoterapia infantil,
tanto teórica como técnicamente. Anna Freud, por ejemplo, propuso que el objetivo de la
terapia infantil era lograr una mayor tolerancia entre el Ello, Superyó y Yo para favorecer
un desarrollo más armónico de la personalidad. Por su parte Klein fijó su atención en el
complejo de Edipo y sostuvo el análisis precoz del niño, incluyendo la interpretación del
juego y los sueños. Otros, como Winnicott y Dolto propiciaron el énfasis en el estudio de
los apegos.
 
          El conductismo juega un rol importante pero se ve un mayor aporte de parte
de la terapia cognitivo conductual (tcc). Lo que la TCC busca es hacer una intervención en
las cogniciones y conducta usando terapia de juego, este debe ser observado para
comprender los sentimientos, pensamientos y la visión del mundo que el menor tiene. Lo 
que parece más importante destacar es que busca que los niños participen activamente
aprendiendo a modificar su propia conducta enfocándose en objetivos terapéuticos.
         
Abraham Maslow y Carl Rogers entre otros, en los que incluiría también a Fromm,
impulsaron las corrientes humanistas permeadas por la filosofía existencialista. Rogers ideó
el enfoque centrado en el cliente que propone que el terapeuta no fija los objetivos de la
terapia y se trabaja a partir de comprensión y de reflejar la vivencia propia del sujeto. A
partir de este enfoque Virginia Axline propuso una terapia no directiva para el trabajo con
niños. Tomando el juego como una manera de autoexpresión natural en el niño,
fomentando el dibujo, el juego libre y recomendando materiales para lograr el juego
simbólico. Autores posteriores sustentan este marco a partir de la afirmación que el niño
posee experiencias que se están transformando continuamente y donde el niño es el centro
de todo, también agregan una dirección general a la terapia, ayudar al niño para formar un
autoconcepto positivo y que le permita tomar responsabilidad de su persona.
 
          Durante la posguerra y basado también en el existencialismo  se desarrolló la
terapia Gestalt gracias al trabajo de Fritz y Laura Pearls.
Ellos proponen que la persona emocionalmente sana logra organizar sus
experiencias para tomarlas como referencia para organizar su conducta. Para la terapia con
niños Oaklander propone dirigir el trabajo a favor del desarrollo del niño tomando en
cuenta sus sensaciones, emociones, cuerpo e inteligencia. Es un enfoque holístico que
busca el darse cuenta en el niño para promover la elección de cambio.
 
          Desde Oceanía llega un estilo de terapia que busca utilizar formas de
expresión propias de la infancia como lo son la fantasía,  la imaginación y el juego. 
Propone que al resultar agradable es por eso motivante y permite a los niños sentirse
comprendidos mientras ellos se hacen responsables de la resolución de sus conflictos. Lo
que la terapia narrativa busca es hacer una diferenciación entre el problema, y la persona
que sufre el problema.
 
          Finalmente, en esta revisión de propuestas terapéuticas, aparece el enfoque
integrativo para la psicoterapia infantil. Lo que caracteriza a este enfoque es su flexibilidad
y la claridad que ofrece en la comprensión del desarrollo normal y sus problemáticas,
separa los conocimientos que no son consistentes para tener un cúmulo de información
coherente que pueda guiar los procesos terapéuticos. Este modelo toma en cuenta que el
niño es un ser biológico, insertado en un medio ambiente, que expresa conductas, realiza
proceso cognitivos, recibe y da afecto y todo dentro de un sistema familiar (usando el
término “familiar” en su dimensión más amplia).
 
          Como hemos podido observar los enfoque son muy diversos y se basan en
teorías distintas. Pero lo fundamental aquí es resaltar que todas buscan como objetivo el
bienestar del niño y comparten una técnica común, el juego.
 
Pregunta # 3: -¿Qué modelos de terapia se utilizan en la psicoterapia infantil
y cuáles son sus métodos?

La psicoterapia infantil hace referencia a las técnicas y métodos usados


para poder ayudar a niños que tienen problemas con sus emociones y en su
comportamiento. Tras una evaluación inicial, normalmente es el psicólogo infantil,
junto con los padres, los que deciden la necesidad de recurrir o no a la
psicoterapia en base a: el historial médico, los problemas detectados en el niño, su
capacidad intelectual y nivel de desarrollo, así como también sus habilidades
sociales y de comunicación.

Los métodos de psicoterapia infantil se encuentran muy influidos por


las tres características claves y distintivas en relación a las terapias para
adultos de la psicoterapia infantil:

1) El juego como elemento clave

El lenguaje por definición de los niños es el juego, especialmente en los


primeros años de edad. Por lo tanto, no es de extrañar que las terapias infantiles
se basen sobre todo en actividades lúdicas. El juego es para los niños el
equivalente al lenguaje en los adultos, y a través de éste pueden divertirse,
comunicarse, descubrir y explorar el mundo, adquirir conocimientos y también
representar sus miedos, deseos, conflictos, preocupaciones y problemas.

Los especialistas en psicología infantil tienen la preparación suficiente


para interactuar con sus pacientes de corta edad mediante el juego, detectando
sus traumas y ayudándoles en su resolución. Desde el juego se pueden trabajar
los distintos aspectos terapéuticos y aplicar los aspectos básicos de las principales
métodos psicológicos.

2) Implicación de la familia 

La psicoterapia infantil se puede realizar junto a los padres, en sesiones


mixtas y de forma individual, es decir, a solas entre el terapeuta y el niño. Pero en
todos los casos es necesaria la implicación directa de los padres, por lo que se
les cita regularmente en sesiones con el doble objetivo de informarles de los
avances de su hijo y darles indicaciones de participación e intervención:
continuación de la terapia en casa, cambios en la relación con sus hijos,
necesidad de intensificar la comunicación o los lazos afectivos, etc.

3) Distintos niveles de objetivos

La influencia de la implicación familiar va más allá de la asistencia o


seguimiento de la terapia de sus hijos, puesto que influye también en los objetivos.
En la psicoterapia infantil hay que tener en cuenta, por supuesto, las necesidades
y problemas de los niños, pero también las esperanzas y expectativas de los
propios padres, que al fin y al cabo son los que toman la decisión final de enviar a
su hijo a terapia.

Es habitual que cada parte, el niño por un lado y sus padres por otro,
tengan expectativas distintas en relación al proceso terapéutico y, por lo tanto,
una percepción diferente de los logros obtenidos y, en consecuencia, distintos
grados de satisfacción sobre el trabajo realizado. En este sentido, el terapeuta
debe intentar adaptarse lo mejor posible a esta situación, a veces conflictiva, de
coincidencia de distintos intereses y objetivos.

Los modelos de psicoterapia infantil

Como hemos visto, la psicoterapia infantil difiere en cuanto a método a la


psicoterapia de adolescentes y adultos, lo que significa que hay que entenderla en
su contexto y realizar un ejercicio de adaptación de las metodologías utilizadas
actualmente en psicología:

Técnicas infantiles basadas en el método cognitivo-conductual

El método cognitivo-conductual ha mostrado una gran eficacia en una


amplia variedad de problemas psicológicos, por lo que se trata de una línea de
intervención predominante dentro de la psicología clínica en adultos y niños. Este
método se basa en el supuesto teórico de que los problemas o trastornos
psicológicos se producen por pensamientos y/o comportamientos disfuncionales o
inadecuados. A partir de esta premisa, la mejoría se consigue con la modificación
de aquellos esquemas de pensamiento y conductas negativas que producen
malestar.

Para realizar este tratamiento en niños es imprescindible la colaboración y


máxima implicación de los padres, siendo necesarios cambios de comportamiento
para ayudar a mejorar la conducta de su hijos. Por lo tanto, el terapeuta guiará al
niño y a sus padres en la adquisición de estas nuevas habilidades mediante
sesiones y «tareas para casa» que padres e hijos deberán realizar de forma
conjunta.

La terapia de juego

El juego tiene una importancia tan vital en el niño que incluso existen


modelos de intervención terapéutica enfocados esencialmente en el juego. De
esta forma, es posible crear un contexto seguro, en el que los niños pueden
expresarse, aprender cómo son las personas y cómo interactuar con ellas,
explorando y buscando soluciones para sus problemas.

En los niños de edad preescolar se utilizan juegos básicos como bloques,


plastilina, puzles o dramatizaciones básicas, a las que se pueden sumar juegos en
grupo y representaciones teatrales más elaboradas a medida que tienen mayor
edad. Son muchos y muy variados los beneficios del juego, destacando su utilidad
como herramienta de evaluación proyectiva, la mejora del desarrollo socio-
emocional del niño o la liberación del potencial creativo.

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