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El principio, el sujeto y el fin de toda institución social es y debe ser, la persona humana, ya
que es ella quien por su propia naturaleza lleva la indigencia absoluta de la vida social. La
vida social no es para el hombre algo postizo, corresponde desarrollarla en todas sus
facultades por el trato con los otros, la ayuda mutua, el diálogo. Gs 25.
S. Jerónimo
Tiene una visión universal de todos los bienes, su destino es toda la humanidad. El recto
uso de la riqueza no es otra cosa que la comunicación cristiana de bienes. La avaricia es la
raíz de todos los bienes es un vicio idolátrico.
San Basilio
El sentido social del hombre incluye la solidaridad. En la vida social y la convivencia se
necesita la comunicación de bienes para ayudar al necesitado, por eso los cristianos deben
evitar la injusticia social. Recomienda una distribución equitativa de los bienes.
San Ambrosio
Dar a cada uno lo suyo.
La igualdad.
Un buen cristiano es el que pone su atención en los demás más que en sí mismo.
Juan Crisóstomo
La riqueza es injusta si no se comunica y justa si se comparte, el propietario tiene
disposición sobre las cosas pero no tiene derecho absoluto sobre sus propiedades. La
riqueza es vehículo de la caridad y está dispuesta por Dios para comunicarlas con los
necesitados.
Tesis:
- La riqueza en si no es mala.
- No es obstáculo para la salvación
- Todo depende del origen y uso que se haga de ella.
- Toda riqueza está orientada al servicio de los demás
- La riqueza debe estar orientada al bien común.
San Agustín
Un justicia humana que no es encarnada que no es enmarcada por la fe es un justicia como
caridad imperfecta. La justicia perfecta es la caridad.
San Cipriano
Insiste sobre la necesidad de la limosna para restaurar una situación de igualdad.
Casiodoro
La justicia eleva al príncipe.
JUSTICIA EN EL MAGISTERIO