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LA NUEVA ESCUELA MEXICANA

Principios en que se fundamenta la NEM:

A. Fomento de la identidad con México. La NEM fomenta el amor a la Patria,


el aprecio por su cultura, el conocimiento de su historia y el compromiso con los
valores plasmados en su Constitución Política. “La cultura puede considerarse
actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella
engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos
fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí
mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos,
racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos
los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma
conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en
cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden” (UNESCO 1982).
B. Responsabilidad ciudadana. La responsabilidad ciudadana implica la
aceptación de derechos y deberes personales y comunes. Bajo esta idea, las y
los estudiantes formados en la NEM respetan los valores cívicos esenciales de
nuestro tiempo: honestidad, respeto, justicia, solidaridad, reciprocidad, lealtad,
libertad, equidad y gratitud, entre otros.
Son formados para responsabilizarse y velar por el cumplimiento de los
derechos humanos; desarrollar conciencia social y económica, lo que significa
que están a favor del bienestar social, sienten empatía por quienes están en
situación de vulnerabilidad y promueven una cultura de paz para el
fortalecimiento de una sociedad equitativa y democrática. Respetan y practican
los valores cívicos esenciales de nuestro tiempo: amistad, bondad, fraternidad,
generosidad, gratitud, honestidad, humanismo, humildad, igualdad, justicia,
laboriosidad, lealtad, libertad, perseverancia, prudencia, reciprocidad, respeto,
solidaridad, superación personal, tolerancia.
Poseen conciencia social, están a favor del bienestar social, sienten empatía por
quienes están en situación de vulnerabilidad y promueven una cultura de la paz.
Encuentran en la adquisición de saberes y habilidades la base para su
desarrollo individual y también la responsabilidad de utilizarlos en favor de su
comunidad. Promueven la participación en la búsqueda del bienestar social,
reconociendo los canales y espacios en que sus causas se pueden atender,
fomentan la convivencia armónica y resuelven los conflictos priorizando el
consenso en una cultura de paz y con un hondo sentido comunitario. Respetan
el derecho ajeno y exigen respeto al propio derecho. Favorecen el respeto y
ejercicio de los derechos humanos en el marco de la diversidad para el
fortalecimiento de una sociedad equitativa y democrática.
La NEM promueve la formación ciudadana y a través de ella, la responsabilidad
que implica el ejercicio de libertades y la adquisición de derechos. Las y los
estudiantes desarrollan la conciencia social que les permite actuar con respeto a
los derechos humanos, y comprender que su participación es importante y tiene
repercusiones en su grupo y comunidad.
C. La honestidad es el comportamiento fundamental para el cumplimiento
de la responsabilidad social, que permite que la sociedad se desarrolle
con base en la confianza y en el sustento de la verdad de todas las
acciones para permitir una sana relación entre los ciudadanos
D. Participación en la transformación de la sociedad. En la NEM la
superación de uno mismo es base de la transformación de la sociedad. El
sentido social de la educación implica una dimensión ética y política de la
escuela, en cualquier nivel de formación, lo que representa una apuesta por
construir relaciones cercanas, solidarias y fraternas que superen la indiferencia
y la apatía para lograr en conjunto la transformación de la sociedad.
La formación ciudadana es un camino para la transformación social y depende
de educar personas críticas, participativas y activas que procuren procesos de
transformación por la vía de la innovación, la creación de iniciativas de
producción que mejoren la calidad de vida y el bienestar de todos.
Quienes son formados en la Nueva Escuela Mexicana emplean el pensamiento
crítico gestado a partir de análisis, reflexión, diálogo, conciencia histórica,
humanismo y argumentación fundada para el mejoramiento de los ámbitos
social, cultural y político. Asimismo, poseen capacidades que favorecen el
aprendizaje permanente, la incorporación de métodos colaborativos e
innovadores, avances tecnológicos e investigación científica y usan la libertad
creativa para innovar y transformar la realidad en beneficio de una mejor
distribución de la riqueza.
Las y los estudiantes formados en la NEM tienen el conocimiento y las
capacidades para promover la transformación de la sociedad y asumen que una
nación soberana tiene en el centro al conjunto de su población, en el contexto
de la diversidad que la integra como nación y llevan a cabo acciones de
transformación: en su organización, en la producción y en sus condiciones de
bienestar.
Luchan porque la transformación busque el bienestar de todas y todos y que
combata la desigualdad en todos los ámbitos en los que les toque intervenir;
para ello utilizan con justicia los saberes, habilidades y herramientas que han
obtenido en su educación.
Tienen las capacidades para lograr el conocimiento necesario en métodos y
avance tecnológico para lograr el aprendizaje permanente. Propician la libertad
creativa para innovar y transformar la realidad. Comprenden que las
humanidades y la filosofía, las ciencias sociales, naturales y experimentales, las
matemáticas, el civismo, la historia, las artes, la tecnología, la literacidad, el
deporte, la salud, el cuidado del medio ambiente, constituyen factores centrales
para el desarrollo integral y armónico del individuo y del país.
E. Respeto de la dignidad humana. La NEM contribuye al desarrollo integral
del individuo, para que ejerza plena y responsablemente sus capacidades.
Promueve el respeto irrestricto a la dignidad y los derechos humanos de las
personas, con base en la convicción de la igualdad de todos los individuos en
derechos, trato y oportunidades.
La NEM asume la educación desde el humanismo, base filosófica que
fundamenta los procesos del Sistema Educativo Nacional, permitiendo desde
ella establecer los fines de la educación y los criterios para nuevas formas de
enseñanza y aprendizaje; así como para vislumbrar nuevos horizontes de
avance social, económico, científico, tecnológico y de la cultura en general, que
conducen al desarrollo integral del ser humano en la perspectiva de una
sociedad justa, libre y de democracia participativa. (Arteaga, 2014, p. 184)

La educación vista desde un paradigma de nuevo humanismo, postula a la


persona como el eje central del modelo educativo. Dentro de esta perspectiva
las y los estudiantes son vistos de manera integral, como una totalidad, con una
personalidad en permanente cambio y constante desarrollo e imbuidos en un
contexto interpersonal (Aizpuru, 2008).

La importancia de la orientación humanista en el Sistema Educativo Nacional,


radica en hacer hincapié en la ineludible dimensión colectiva de toda vida
humana, es decir todas y todos formamos una comunidad de seres humanos
que se vinculan entre sí; mediante el reconocimiento de su existencia, de su
coexistencia y la igualdad con todos los demás.

El humanismo es una herramienta para el acercamiento y la forja de una visión


compartida. Por ello, la NEM insta a que todo estudiante sea capaz de participar
auténticamente en los diversos contextos en los que interactúa. Al mismo
tiempo, las orientaciones educativas fortalecen el acercamiento de los alumnos
a la realidad cotidiana para afrontar en lo colectivo los problemas que se viven
en los diversos contextos del país. Esto obliga al Estado a garantizar una
educación que exige que logremos la igualdad entre hombres y mujeres, y que
ambos tengan el mismo acceso al conocimiento y el derecho a la educación.

La NEM no considera al estudiante como un sujeto aislado, sino como un sujeto


moral autónomo, político, social, económico, con personalidad, dignidad y
derechos. Prevalecerán en su formación los valores basados en la integridad de
las personas, la honestidad, el respeto a los individuos, la no violencia y la
procuración del bien común.

La NEM suscribe los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda


2030 de lOrganización de las Naciones Unidas; en particular atiende el ODS4
“Educación de Calidad”, que refiere a: “garantizar una educación inclusiva,
equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la
vida para todas y todos” (ONU México, 2017).

La UNESCO declara que recibir una educación de calidad a lo largo de toda la


vida es un derecho congénito de cada niña, niño, mujer u hombre y que la
educación, en particular la que se imparte a las niñas y las mujeres, contribuye a
la consecución de todos los objetivos del desarrollo (UNESCO 2019).
Más aún, la educación, por su carácter de derecho habilitante, es un
instrumento poderoso que permite a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes
que se encuentran marginados social y económicamente salir de la pobreza y
participar plenamente en la vida de la comunidad (UNESCO, 2011).

Para la NEM se sustenta como dice la UNICEF, en que la educación es quizás


el más importante de los derechos sociales y, sin duda, uno de los más
importantes derechos de la niñez. A través de la educación en sus distintas
formas y modalidades, el ser humano deviene en ser social, en persona, y es a
través de ella que adquiere las condiciones y capacidades necesarias para vivir
en sociedad. En este sentido, la educación en todas sus manifestaciones es la
vía por excelencia de la socialización humana, es decir, la vía de su conversión
en un ser social (Turbay, 2000).

La NEM se compromete con el cumplimiento de la igualdad sustantiva


independientemente de las preferencias sexuales y de género, entre mujeres y
hombres, entendida como el acceso al mismo trato y oportunidades, para el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades
fundamentales.

F. Promoción de la interculturalidad. La NEM fomenta la comprensión y el


aprecio por la diversidad cultural y lingüística, así como el diálogo y el
intercambio intercultural sobre una base de equidad y respeto mutuo.

La UNESCO declara que “la cultura, en su rica diversidad, posee un valor


intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz. La
diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que
respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida
intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora.”

Es necesario que no se aborde la interculturalidad como un programa bilingüe,


algo muy común en Latinoamérica, sino que permee el sistema, es decir
“trabajar la interculturalidad desde una perspectiva que incluya elementos
históricos, sociales, culturales, políticos, económicos, educativos,
antropológicos, ambientales, entre otros” (UNESCO). En este sentido, debe
concebirse la interculturalidad como la posibilidad de entender las ciencias,
matemáticas y los fenómenos sociales desde la forma de pensamiento y
cosmovisión propias de cada lengua originaria.

La NEM busca formar en el conocimiento profundo la diversidad de las


múltiples culturas existentes, generar relaciones con éstas, siempre basadas en
la equidad y el diálogo, y que esto lleve a una comprensión mutua. Esto impulsa
a los y las estudiantes a ampliar sus perspectivas, brindándoles opciones y
elecciones en todos los ámbitos, y motivándolos a construir proyectos vida de
mayor calidad.
Los individuos formados desde la interculturalidad tienen conocimiento y
experiencia en el intercambio de ideas, la empatía, no se sienten amenazados
por las diferencias que encuentran en otras personas, y son mayores sus
capaces de comprensión y adaptabilidad.

Desarrollan una alta autoestima, despliegan una visión abierta y universal, a


partir de conocer y respetar las identidades personales, cívicas y culturales
como raíces de México. Reconocen en las culturas indígenas y
afrodescendientes, entre otras, el fundamento para una sociedad sin
marginación ni racismo que viva en la interculturalidad. El sentido de
pertenencia es una de las necesidades humanas más importantes, solo
después de las fisiológicas y de seguridad (Maslow, 1991). Contar con ello
genera bienestar mental y desarrollo propicio dentro de la sociedad.

G. Promoción de la cultura de la paz. La NEM forma a los educandos en una


cultura de paz que favorece el diálogo constructivo, la solidaridad y la búsqueda
de acuerdos que permiten la solución no violenta de conflictos y la convivencia
en un marco de respeto a las diferencias.

La cultura de paz promovida por la NEM acoge las disposiciones previstas


desde la Organización de las Naciones Unidas en la Agenda 2030 y en los
trabajos del Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los
niños del mundo, promovido por UNESCO de 2001 a 2010.

En la Agenda 2030, el objetivo 16 “Paz, justicia e instituciones sólidas”, refiere a


promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar
el acceso a la justicia para todos y construir, a todos los niveles, instituciones
eficaces e inclusivas que rindan cuentas.

UNESCO refiere que la cultura de paz son una serie de valores, actitudes y
comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos tratando
de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la
negociación entre las personas, los grupos y las naciones. En el Programa de
Acción para la Paz de 1999 se identifica la educación como uno de los ámbitos
de acción, y participa mediante la revisión de planes de estudio para promover
valores, actitudes y comportamientos que propicien la cultura de paz, como la
solución pacífica de los conflictos, el diálogo, la búsqueda de consensos y la no
violencia. Además, es desde el ámbito educativo que pueden impulsarse
también: la promoción del desarrollo económico y sostenible, el respeto a los
derechos humanos y de la niñez, la garantía de igualdad entre mujeres y
hombres, la participación democrática, la comprensión, la tolerancia y la
solidaridad, la comunicación participativa y la libre circulación de información y
conocimientos.

La NEM reconoce y revalora la diversidad cultural de país y del mundo, así


como las lenguas originarias, y fortalece el ejercicio de los derechos culturales
de todos los individuos y los pueblos. Promueve el respeto y la valoración de la
diversidad cultural de México y el mundo, además colabora con el cumplimiento
de los compromisos internacionales adquiridos por el país y que contribuyen al
bienestar mundial y a la preservación de la vida en el planeta. Todo ello en el
marco del respeto a la independencia y autodeterminación de los pueblos.

H. Respeto por la naturaleza y cuidado del medio ambiente. La NEM


promueve una sólida conciencia ambiental que favorece la protección y
conservación del entorno, la prevención del cambio climático y el desarrollo
sostenible. Toma en cuenta los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la Agenda
2030 de la Organización de las Naciones Unidas; le es de suma importancia
desarrollar acciones para poder cumplir con el ODS13 (Acción por el Clima), de
la mano con ODS14 (Vida Submarina), ODS15 (Vida de Ecosistemas
Terrestres) y el ODS11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles).

El sentido de pertenencia, nacional e intercultural es clave en este apartado, ya


que gracias a estos valores las y los estudiantes pueden sentirse parte de algo
más grande que ellos y les genera motivación de involucrarse activamente en la
protección y desarrollo sostenible del mundo, ya que no sólo es hogar sino
también origen de alimento, techo, vestido, recursos locales intercambiables con
otras regiones, etc.

Es este un momento decisivo para el futuro del planeta y del legado para las
futuras generaciones. La NEM proporciona educación y práctica ambiental que
busca la preservación del entorno; además promueve el pensamiento crítico,
tanto para generar nuevas ideas de desarrollo sostenible, como para analizar
los patrones de vida y consumo actuales.

La NEM incorpora desde la educación inicial el cuidado y amor por sí mismos,


por las demás personas y seres vivos, para que las y los estudiantes sean
conscientes que cada aspecto y manifestación de la vida se encuentra
interconectado, y se espera que mediante este aprendizaje consigan que su
actuar sea a favor del medio ambiente a lo largo de su vida.

Fragmentos tomados de La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones pedagógicas, (SEP, 2019).

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