Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La razón de este precepto es que los herederos aceptantes son considerados legalmente poseedores de los bienes
hereditarios desde momento de la muerte del causante. Desde ese instante, pero sólo una vez que haya sido
aceptada la herencia, aunque no haya ocupación ni aprehensión alguna por parte de los herederos, éstos son
considerados verdaderos poseedores, aunque su posesión haya de estimarse incorporal, por disponerlo así la propia
Ley que, además, prevé un procedimiento especial para la consecución de la posesión
como hecho: el interdicto de adquirir.
Lo común a cualquiera de tales supuestos radica en que, temporalmente al menos, resulta imposible determinar con
certeza quién (y/o cuándo) será el titular de los derechos y obligaciones que integran el caudal relicto.
El Código no regula los distintos supuestos de herencia yacente, puede extraerse del conjunto de sus preceptos la
idea de que la situación de yacencia hereditaria reclama de forma necesaria la existencia de la administración de la
herencia, incluso en el supuesto de que el testador no lo haya previsto en sus disposiciones testamentarias (por
supuesto, en este caso, habrá que estar a lo ordenado por él). La administración de la herencia resulta reclamada
expresamente por las disposiciones legales (o es de aplicación por vía de analogía) en todos los supuestos que
pueden identificarse como de herencia yacente y, en particular, en los siguientes:
1- Heredero instituido bajo condición suspensiva (art. 801).
2- Institución de heredero en favor de un nasciturus (art. 965).
3-Formación del inventario de los bienes de la herencia, sea por que el llamado ha solicitado el derecho de deliberar
o el beneficio de inventario (art. 1.020).
4-Juicios de abintestato o de testamentaría o de división de la herencia (LEC).
4. EL DERECHO DE DELIBERAR
El CC permite que "todo heredero" puede hacer uso del derecho de deliberar. No obstante, cualquier heredero, sin
necesidad de recurrir al derecho de deliberar propiamente dicho, puede llevar a cabo de forma particular las
averiguaciones que considere oportunas sobre el haber hereditario, para adoptar la decisión de aceptar o repudiar
la herencia, lo que no debe ser confundido con el derecho de deliberar, que presupone la realización del inventario
del caudal hereditario. En este caso, se deberá manifestar al Juzgado, dentro de 30 días contados desde el [día]
siguiente al en que se hubiese concluido el inventario, si acepta o repudia la herencia. Pasados los 30 días sin
hacer dicha manifestación, se entenderá que la acepta pura y simplemente".
El ejercicio del derecho de deliberar por parte del heredero no obsta a la posible solicitud posterior del beneficio de
inventario en el caso de aceptar la herencia, logrando así responder de las deudas hereditarias únicamente con los
bienes heredados.
Con carácter general, en nuestro sistema normativo la aceptación y la repudiación de la herencia implican la
manifestación de la voluntad del llamado a ser heredero. Si el llamado se pronuncia en favor de la aceptación,
obviamente adquirirá en efecto la condición de heredero, mientras que, por el contrario, si repudia la herencia
habrá de considerarse que nunca ha sido sucesor del causante.
El CC regula de forma conjunta algunos aspectos de la aceptación y la repudiación, así aparecen unos caracteres
comunes a ambas, que son:
Voluntariedad: De manera general, tanto aceptar como repudiar la herencia son actos enteramente voluntarios y
libres". Lo hará atendiendo a sus propios intereses, pues si bien es cierto que en algunos supuestos el llamado a la
herencia carece de facultad para repudiarla, la existencia de tales previsiones normativas no parece suficiente para
destruir la eficacia de la regla general.
Unilateralidad: se trata de un acto unilateral que no se conjuga con la voluntad del testador, y sucesivo al
fallecimiento del causante, una vez tenido conocimiento de que ha sido llamado a heredar. Es un acto unilateral e
intervivos.
Retroactividad: Por muy extensa que sea la situación de yacencia de la herencia, los efectos de aceptar o repudiar
se retrotraen al momento de la muerte de la persona a quien se hereda.
Irrevocabilidad: tomada la decisión de aceptar o repudiar la herencia, será irrevocable y no podrá ser impugnada tal
decisión sino cuando adoleciesen de alguno de los vicios que anulan el consentimiento, o apareciese un
testamento desconocido. La renuncia posterior será ineficaz porque la ley no consiente que de modo temporal se
asuma la cualidad de heredero.
6-LA CAPACIDAD Y PLAZO PARA ACEPTAR O REPUDIAR examen
La regla general sobre la capacidad para aceptar la herencia se encuentra se encuentra recogida en el Cc
estableciendo que "pueden aceptar o repudiar una herencia todos los que tienen la libre disposición de sus
bienes". En consecuencia:
1- Los menores e incapacitados: Si los menores o incapaces siguen bajo la patria potestad, los padres, deben recabar
autorización judicial para repudiar la herencia o legado del hijo o discapacitado. Si el Juez deniega esa autorización,
la herencia solo puede ser aceptada a beneficio de inventario.
Del mismo modo, el tutor y curator necesitan autorización judicial para incorporarla al inventario.
2-Personas casadas: Si la herencia es aceptada sin beneficio de inventario por persona casada y no concurra el otro
cónyuge con su consentimiento, no responden de las deudas hereditarias los bienes de la sociedad conyugal.
3-Herencia en favor de los pobres: La aceptación corresponde a las personas designadas por el testador para
calificarlos y distribuir esos bienes.
4-Herencia en favor de personas jurídicas: Los legítimos representantes de las Personas jurídicas pueden aceptar la
herencia, pero para repudiarla necesitan aprobación judicial con audiencia del Ministerio Publico. Los
establecimientos públicos y oficiales no pueden aceptar ni repudiar herencias
sin la aprobación del Gobierno.
7- FORMAS DE ACEPTACION:
El CC establece que "La herencia podrá ser aceptada pura y simplemente, o a beneficio de inventario".
La diferencia entre ambas radica en los efectos que tiene la aceptación en uno y otro caso. La aceptación "pura y
simple" convierte al heredero en responsable de todas las cargas y deudas de la herencia "no sólo con los bienes de
ésta, sino también con los suyos propios"
La aceptación "a beneficio de inventario" no modifica la situación patrimonial del heredero en cuanto deudor frente
a los acreedores de la herencia, en el sentido de que sólo ha de responder de las deudas hereditarias con los bienes
propios de la herencia.
La aceptación simple puede ser expresa o tácita. La aceptación expresa "es la que se hace en documento público o
privado", exigiendo, pues, forma escrita, lo que implica la imposibilidad de que manifestaciones verbales del llamado
a la herencia sean hábiles para su adquisición. La aceptación tácita "es la que se hace por actos que suponen
necesariamente la voluntad de aceptar, o que no habría derecho a ejecutar sino con la cualidad de heredero”. Se
entiende aceptada tácitamente cuando se dan algunos de los siguientes supuestos:
1. Cuando el heredero vende, dona o cede su derecho a un extraño, a todos sus coherederos o a alguno de ellos.
2. Cuando el heredero renuncia, aunque sea gratuitamente, a beneficio de uno o más de sus coherederos.
3. Cuando la renuncia por precio a favor de todos sus coherederos indistintamente; pero, si esta renuncia fuere
gratuita y los coherederos a cuyo favor se haga son aquéllos a quienes debe acrecer la porción renunciada, no se
entenderá aceptada la herencia".
El plazo de solicitud: se puede solicitar mientras no prescriba la acción para reclamar la herencia: 10 días si el
heredero reside en la misma población en la que fallece el causante; y 30 días si reside fuera. El plazo cuenta si tiene
en su poder bienes desde el momento que conozca s situación de heredero, desde el momento en que acepte la
herencia o si fue interpelado judicialmente para aceptar o repudiar, al día siguiente a que expire el plazo otorgado
por el Juez.
El inventario de los bienes hereditarios: La solicitud, no produce efecto si no va precedida de un inventario fiel y
exacto de todos los bienes de la herencia. El heredero, ante Notario, debe de promover la citación de los acreedores
y legatarios para que acudan a presenciarlo si les conviene.
El inventario comienza dentro de los 30 días siguientes a la citación y finaliza dentro de los 60 días , aunque el
Notario puede prorrogar el plazo, siempre que no exceda del año.
La pérdida del beneficio de inventario: Se pierde el derecho al beneficio de inventario: 1-Solicitud extemporánea o
con falta de las solemnidades necesarias.2-Si de forma consciente no se incluye algún bien en el inventario. 3-Si el
heredero, sin consentimiento de los interesados enajena algún bien de la herencia antes de proceder al pago de las
deudas o, si siendo autorizado para la venta, no diese al precio obtenido la aplicación fijada.
Administración y liquidación de la herencia a beneficio de inventario: Hasta que no se pague a todos los
acreedores conocidos y los legatarios, se entenderá que la herencia se halla en administración. El heredero puede
ser o no el administrador (si no lo es, no pagará deudas de la herencia y otras cargas).
Del articulado del Código se desprenden las funciones que tendrá el administrador de la herencia:
1. Debe ejercitar ciertas acciones y responder a las demandas y exigencias.
2. Debe pagar las deudas y cargas. Una vez abonadas, se entiende el pago de los legados en caso de haber bienes
suficientes para ello.
3. No se puede enajenar bienes, excepto:
• Los que puedan deteriorarse.
• Los de difícil y costosa conservación.
• Los frutos cuya enajenación resulte beneficiosa.
• Los demás bienes cuya enajenación sea necesaria para
el pago de las deudas.
La separación de patrimonios: se dará durante todo el proceso para evitar confusión entre el patrimonio del
causante y del heredero.
LA REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA
La repudiación de la herencia es un acto voluntario y libre, de carácter unilateral y no recepticio, irrevocable,
incondicional y puro. Una vez manifestada la repudiación, el llamado a la herencia pierde de forma definitiva la
posibilidad de adquirirla y se pierde la condición de heredero.
El repudiante no ha adquirido nunca la condición de heredero ni posesión civilísima alguna, aunque en algún
momento haya gozado de la tenencia material de
los bienes hereditarios. Tampoco existirá derecho de representación en favor de los sucesores del repudiante,
quienes, en su caso, heredarán como sucesores abintestato "por su propio derecho y sin que puedan representar al
repudiante" (artículo 923 CC).
• Es un acto de carácter solemne: La herencia solo se puede renunciar de forma expresa y ha de realizarse por
escrito y presentarlo ante Notario en instrumento público.
El tratamiento fiscal de la repudiación o renuncia debe hacerse de forma expresa mediante escritura pública ante
Notario y una vez elevada a público, no habrá obligación fiscal de declaración ni presentación. Es recomendable
presentar copia simple ante la administración autonómica competente.
Los herederos que sustituyan al que renuncia, están obligados a presentar el impuesto en el periodo voluntario si
no ha transcurrido 6 meses desde el fallecimiento o 1 mes desde la firma de escritura de renuncia.
En caso de que exista un poseedor a título de dueño o de usufructuario o si ha transcurrido el período anual de
prescripción de las acciones interdictales, el heredero no podrá recurrir al interdicto de adquirir, sino que habrá de
ejercitar la acción publiciana, o la reivindicatoria, o la petición de herencia.
Legitimación activa: es la que tiene el heredero, ya lo sea testamentariamente, ya tenga la condición de heredero
abintestato. De otra parte, la condición de heredero ha de tenerse en el momento de ejercitar la acción, aunque el
título hereditario no tenga carácter definitivo (por condición resolutoria o sustitución fideicomisaria). En el caso de
sustitución fideicomisaria, podrán ejercitar la acción de petición de herencia tanto el fiduciario como el
fideicomisario. En cambio, la condición de legitimario, en sí misma no atribuye legitimación activa para el ejercicio de
la acción de petición de herencia por la sencilla razón de que la atribución de la legítima puede realizarse a título
distinto del de heredero.
Legitimación pasiva: Ostenta la legitimación pasiva quien, atribuyéndose título hereditario, posee el conjunto o una
parte de los bienes y derechos que integran la masa de la herencia. En el caso de que el demandado alegue que la
tenencia del bien hereditario encuentra fundamento en un acto transmisivo que realizara el causante, ha de
estimarse improcedente la acción de petición de herencia.
En términos prácticos, en la generalidad de los supuestos resulta aconsejable ejercitar de forma cumulativa la acción
de petición de herencia y la acción reivindicatoria (o la acción singular que resultare procedente).
Efectos de la acción de petición de herencia: las relaciones entre el heredero aparente y el heredero real
Al poseedor de los bienes hereditarios se le identifica comúnmente con la denominación de “heredero aparente". La
identificación del heredero real y la pérdida de la condición sucesoria por parte del heredero aparente, plantea la
necesidad de restituir a aquél el conjunto de los bienes hereditarios, así como, la sucesión en la posesión de la masa
hereditaria.
La aplicación del principio de subrogación real implica que el verdadero heredero puede reclamar al heredero
aparente los bienes y derechos que hayan ingresado en su patrimonio a consecuencia de las enajenaciones
realizadas durante el período de apariencia hereditaria.
Plazo de prescripción: Dada la falta de regulación, el TS establece: "en evitación de que alguno de los derechos sobre
bienes inmuebles pertenecientes a la masa hereditaria pudiera tener un plazo prescriptivo superior al de la propia
acción de petición de herencia, y atendiendo a su indudable eficacia real, lo más operativo es
considerar que prescribe a los 30 años contados a partir de la muerte del causante".