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TEMA 11 LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA

1. LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA EN DERECHO ESPAÑOL


De forma general, nuestra doctrina y jurisprudencia han defendido desde antiguo que en Derecho español la
adquisición de la herencia tiene lugar mediante la aceptación. Hoy, nuestro sistema sigue el sistema romano de
adquisición de la herencia (frente al denominado sistema germánico, caracterizado por seguir la regla de que los
llamados eran ipso iure herederos, salvo que renunciaran a la herencia), fundamentándola, en el que, como regla,
sin aceptación no se produce la adquisición de la cualidad de heredero, pues aunque ciertamente el art. 657 indica
que "los derechos a la sucesión de una persona se transmiten desde el momento de su muerte", el conjunto del
sistema normativo trata de evitar la inexistencia de continuidad entre la titularidad del causante y la del heredero,
pero no imponer ipso iure la condición de heredero por la mera institución o llamamiento. Ello frente a la tesis del
Prof. Valdecasas que sostenía que nuestro Código Civil es más tributario del Derecho germánico que del Derecho
romano.

2. LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN examen


El CC contempla una forma especial de adquisición de la posesión referida a los bienes hereditarios: la posesión
civilísima, el CC le dedica un artículo donde establece que "La posesión de los bienes hereditarios se entiende
transmitida al heredero sin interrupción y desde el momento de la muerte del causante, pero esto solo ocurrirá en
el supuesto de que acepte la herencia, por ello, en el mismo artículo dice que quien válidamente repudia una
herencia se entiende que no la ha poseído en ningún momento".

La razón de este precepto es que los herederos aceptantes son considerados legalmente poseedores de los bienes
hereditarios desde momento de la muerte del causante. Desde ese instante, pero sólo una vez que haya sido
aceptada la herencia, aunque no haya ocupación ni aprehensión alguna por parte de los herederos, éstos son
considerados verdaderos poseedores, aunque su posesión haya de estimarse incorporal, por disponerlo así la propia
Ley que, además, prevé un procedimiento especial para la consecución de la posesión
como hecho: el interdicto de adquirir.

3. LA HERENCIA YACENTE examen


La expresión herencia yacente hace referencia a una variedad de supuestos en los que tras producirse la apertura
de la sucesión no se ha producido todavía la aceptación del heredero.
Esto plantea un problema teórico y práctico propio de aquellos sistemas en que la adquisición de la herencia tiene
lugar mediante la aceptación, tal y como ocurre en nuestro Derecho; estando excluida en aquellos sistemas en los
que la adquisición de la condición de heredero se produce ipso iure por la mera delación hereditaria.
Esta situación de yacencia hereditaria puede producirse por la falta de aceptación del llamado a la herencia, que
puede ser algo incidental o circunstancial, por el mero hecho de que el heredero, siendo conocido, aún no se ha
pronunciado sobre la aceptación de la herencia o ha solicitado un plazo para deliberar acerca de ello (el derecho de
deliberar). En otros supuestos, la yacencia hereditaria puede resultar connatural a la propia institución de heredero,
como ocurre en el caso de que el testador haya sometido la institución de heredero a condición suspensiva, o haya
ordenado la constitución de una fundación hasta entonces inexistente, o en los supuestos en que haya sido llamado
a la herencia un nasciturus.

Lo común a cualquiera de tales supuestos radica en que, temporalmente al menos, resulta imposible determinar con
certeza quién (y/o cuándo) será el titular de los derechos y obligaciones que integran el caudal relicto.

Titularidad y administración de la herencia


La herencia yacente presenta un problema practico puesto que habrá que plantear si los posibles acreedores pueden
soportar esta situación de interinidad. El TS admite que el patrimonio hereditario en situación de yacencia puede ser
demandado y que, dado que la interinidad en su titularidad supone la existencia de personas encargadas de su
administración, goza igualmente de facultades para actuar, sea excepcionando o reclamando, en los diversos
procesos judiciales.

El Código no regula los distintos supuestos de herencia yacente, puede extraerse del conjunto de sus preceptos la
idea de que la situación de yacencia hereditaria reclama de forma necesaria la existencia de la administración de la
herencia, incluso en el supuesto de que el testador no lo haya previsto en sus disposiciones testamentarias (por
supuesto, en este caso, habrá que estar a lo ordenado por él). La administración de la herencia resulta reclamada
expresamente por las disposiciones legales (o es de aplicación por vía de analogía) en todos los supuestos que
pueden identificarse como de herencia yacente y, en particular, en los siguientes:
1- Heredero instituido bajo condición suspensiva (art. 801).
2- Institución de heredero en favor de un nasciturus (art. 965).
3-Formación del inventario de los bienes de la herencia, sea por que el llamado ha solicitado el derecho de deliberar
o el beneficio de inventario (art. 1.020).
4-Juicios de abintestato o de testamentaría o de división de la herencia (LEC).

Facultades del llamado antes de la aceptación


Si no existieran previsiones testamentarias o de disposiciones legislativas respecto de la herencia yacente que
impongan una peculiar forma de administración del caudal hereditario (la normalmente denominada administración
judicial), el CC establece que el llamado o los llamados a la herencia pueden, como regla, gestionar los bienes
hereditarios sin que ello implique la aceptación de la herencia.

4. EL DERECHO DE DELIBERAR

El CC permite que "todo heredero" puede hacer uso del derecho de deliberar. No obstante, cualquier heredero, sin
necesidad de recurrir al derecho de deliberar propiamente dicho, puede llevar a cabo de forma particular las
averiguaciones que considere oportunas sobre el haber hereditario, para adoptar la decisión de aceptar o repudiar
la herencia, lo que no debe ser confundido con el derecho de deliberar, que presupone la realización del inventario
del caudal hereditario. En este caso, se deberá manifestar al Juzgado, dentro de 30 días contados desde el [día]
siguiente al en que se hubiese concluido el inventario, si acepta o repudia la herencia. Pasados los 30 días sin
hacer dicha manifestación, se entenderá que la acepta pura y simplemente".
El ejercicio del derecho de deliberar por parte del heredero no obsta a la posible solicitud posterior del beneficio de
inventario en el caso de aceptar la herencia, logrando así responder de las deudas hereditarias únicamente con los
bienes heredados.

5. CARACTERES COMUNES A LA ACEPTACIÓN Y LA REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA

Con carácter general, en nuestro sistema normativo la aceptación y la repudiación de la herencia implican la
manifestación de la voluntad del llamado a ser heredero. Si el llamado se pronuncia en favor de la aceptación,
obviamente adquirirá en efecto la condición de heredero, mientras que, por el contrario, si repudia la herencia
habrá de considerarse que nunca ha sido sucesor del causante.

El CC regula de forma conjunta algunos aspectos de la aceptación y la repudiación, así aparecen unos caracteres
comunes a ambas, que son:

Voluntariedad: De manera general, tanto aceptar como repudiar la herencia son actos enteramente voluntarios y
libres". Lo hará atendiendo a sus propios intereses, pues si bien es cierto que en algunos supuestos el llamado a la
herencia carece de facultad para repudiarla, la existencia de tales previsiones normativas no parece suficiente para
destruir la eficacia de la regla general.

Unilateralidad: se trata de un acto unilateral que no se conjuga con la voluntad del testador, y sucesivo al
fallecimiento del causante, una vez tenido conocimiento de que ha sido llamado a heredar. Es un acto unilateral e
intervivos.

Retroactividad: Por muy extensa que sea la situación de yacencia de la herencia, los efectos de aceptar o repudiar
se retrotraen al momento de la muerte de la persona a quien se hereda.

Indivisibilidad e incondicionalidad: la aceptación o repudiación se hará en su totalidad, aunque el llamado a heredar


haya ejercido su derecho a deliberar, no puede aceptar parcialmente la herencia, ni puede someterla a plazo ni a
condiciones.

Irrevocabilidad: tomada la decisión de aceptar o repudiar la herencia, será irrevocable y no podrá ser impugnada tal
decisión sino cuando adoleciesen de alguno de los vicios que anulan el consentimiento, o apareciese un
testamento desconocido. La renuncia posterior será ineficaz porque la ley no consiente que de modo temporal se
asuma la cualidad de heredero.
6-LA CAPACIDAD Y PLAZO PARA ACEPTAR O REPUDIAR examen

La regla general sobre la capacidad para aceptar la herencia se encuentra se encuentra recogida en el Cc
estableciendo que "pueden aceptar o repudiar una herencia todos los que tienen la libre disposición de sus
bienes". En consecuencia:

1- Los menores e incapacitados: Si los menores o incapaces siguen bajo la patria potestad, los padres, deben recabar
autorización judicial para repudiar la herencia o legado del hijo o discapacitado. Si el Juez deniega esa autorización,
la herencia solo puede ser aceptada a beneficio de inventario.
Del mismo modo, el tutor y curator necesitan autorización judicial para incorporarla al inventario.
2-Personas casadas: Si la herencia es aceptada sin beneficio de inventario por persona casada y no concurra el otro
cónyuge con su consentimiento, no responden de las deudas hereditarias los bienes de la sociedad conyugal.
3-Herencia en favor de los pobres: La aceptación corresponde a las personas designadas por el testador para
calificarlos y distribuir esos bienes.
4-Herencia en favor de personas jurídicas: Los legítimos representantes de las Personas jurídicas pueden aceptar la
herencia, pero para repudiarla necesitan aprobación judicial con audiencia del Ministerio Publico. Los
establecimientos públicos y oficiales no pueden aceptar ni repudiar herencias
sin la aprobación del Gobierno.

El plazo para aceptar o repudiar (examen)


El Código no establece un plazo o término en relación con la manifestación de la voluntad de heredero (aceptar o
repudiar). Incluso en la aceptación con beneficio de inventario puede solicitarse "mientras no prescriba la acción
para reclamar la herencia". Por tanto, mientras no prescriba la acción para reclamar la herencia se puede aceptar o
repudiar en el momento que lo estime oportuno.
Si a esto se añade la circunstancia de que el plazo de prescripción de la acción de petición de herencia es
extraordinariamente largo (según la mayoría, 30 años) puede darse la circunstancia insostenible de una herencia
yacente, con perjuicio para el resto de herederos, si los hubiere. Ante ello, nuestro Derecho sucesorio ha establecido
simultáneamente a este derecho, la posibilidad de que cualquiera de los interesados en la herencia pueda instar al
heredero que no se haya pronunciado sobre su aceptación para que, de una vez, decida al respecto. En este caso, la
autoridad notarial señalará plazo de 30 días para el pronunciamiento, que de no producirse se entenderá la herencia
aceptada.
Por razones morales, el CC ha establecido que "hasta pasados 9 días después de la muerte del causante, no podrá
intentarse acción contra el heredero para que acepte o repudie".

7- FORMAS DE ACEPTACION:
El CC establece que "La herencia podrá ser aceptada pura y simplemente, o a beneficio de inventario".
La diferencia entre ambas radica en los efectos que tiene la aceptación en uno y otro caso. La aceptación "pura y
simple" convierte al heredero en responsable de todas las cargas y deudas de la herencia "no sólo con los bienes de
ésta, sino también con los suyos propios"
La aceptación "a beneficio de inventario" no modifica la situación patrimonial del heredero en cuanto deudor frente
a los acreedores de la herencia, en el sentido de que sólo ha de responder de las deudas hereditarias con los bienes
propios de la herencia.

La aceptación simple puede ser expresa o tácita. La aceptación expresa "es la que se hace en documento público o
privado", exigiendo, pues, forma escrita, lo que implica la imposibilidad de que manifestaciones verbales del llamado
a la herencia sean hábiles para su adquisición. La aceptación tácita "es la que se hace por actos que suponen
necesariamente la voluntad de aceptar, o que no habría derecho a ejecutar sino con la cualidad de heredero”. Se
entiende aceptada tácitamente cuando se dan algunos de los siguientes supuestos:

1. Cuando el heredero vende, dona o cede su derecho a un extraño, a todos sus coherederos o a alguno de ellos.
2. Cuando el heredero renuncia, aunque sea gratuitamente, a beneficio de uno o más de sus coherederos.
3. Cuando la renuncia por precio a favor de todos sus coherederos indistintamente; pero, si esta renuncia fuere
gratuita y los coherederos a cuyo favor se haga son aquéllos a quienes debe acrecer la porción renunciada, no se
entenderá aceptada la herencia".

LA ACEPTACIÓN A BENEFICIO DE INVENTARIO


La solicitud del beneficio de inventario: Esta forma de aceptación, puede ser solicitada por cualquier heredero,
incluso en los casos en los que el testador haya pretendido excluir esta posibilidad. Se trata de un régimen especial
que permite al heredero responder frente a las deudas hereditarias únicamente con los bienes de la herencia pues
mantienen por separado los bienes de la herencia y el de los herederos hasta que se haga frente a todas las deudas.
Exige una actuación cuidadosa por parte del heredero, de manera que, si el heredero oculta o sustrae alguno de los
bienes, la aceptación a beneficio de inventario queda excluida. Habrá de formalizarse ante Notario.
La solicitud corresponde a todos los herederos, pero no se requiere unanimidad, si uno lo solicita su aplicación no
supone que se aplique al resto de herederos.

El plazo de solicitud: se puede solicitar mientras no prescriba la acción para reclamar la herencia: 10 días si el
heredero reside en la misma población en la que fallece el causante; y 30 días si reside fuera. El plazo cuenta si tiene
en su poder bienes desde el momento que conozca s situación de heredero, desde el momento en que acepte la
herencia o si fue interpelado judicialmente para aceptar o repudiar, al día siguiente a que expire el plazo otorgado
por el Juez.

El inventario de los bienes hereditarios: La solicitud, no produce efecto si no va precedida de un inventario fiel y
exacto de todos los bienes de la herencia. El heredero, ante Notario, debe de promover la citación de los acreedores
y legatarios para que acudan a presenciarlo si les conviene.
El inventario comienza dentro de los 30 días siguientes a la citación y finaliza dentro de los 60 días , aunque el
Notario puede prorrogar el plazo, siempre que no exceda del año.

La pérdida del beneficio de inventario: Se pierde el derecho al beneficio de inventario: 1-Solicitud extemporánea o
con falta de las solemnidades necesarias.2-Si de forma consciente no se incluye algún bien en el inventario. 3-Si el
heredero, sin consentimiento de los interesados enajena algún bien de la herencia antes de proceder al pago de las
deudas o, si siendo autorizado para la venta, no diese al precio obtenido la aplicación fijada.

LOS EFECTOS DEL BENEFICIO DE INVENTARIO

Se producirán los siguientes efectos:


1-El heredero pagara las deudas y cargas de la herencia con los bienes que alcancen para ello.
2- Conserva todos los derechos y acciones que tuviera contra el difunto.
3- No se confunden sus bienes particulares con los que pertenecen a la herencia.
Son manifestaciones de la separación de patrimonios del heredero y el causante, lo significativo es que cuando sean
pagados los acreedores y legatarios, el
heredero gozará de la herencia.

Administración y liquidación de la herencia a beneficio de inventario: Hasta que no se pague a todos los
acreedores conocidos y los legatarios, se entenderá que la herencia se halla en administración. El heredero puede
ser o no el administrador (si no lo es, no pagará deudas de la herencia y otras cargas).
Del articulado del Código se desprenden las funciones que tendrá el administrador de la herencia:
1. Debe ejercitar ciertas acciones y responder a las demandas y exigencias.
2. Debe pagar las deudas y cargas. Una vez abonadas, se entiende el pago de los legados en caso de haber bienes
suficientes para ello.
3. No se puede enajenar bienes, excepto:
• Los que puedan deteriorarse.
• Los de difícil y costosa conservación.
• Los frutos cuya enajenación resulte beneficiosa.
• Los demás bienes cuya enajenación sea necesaria para
el pago de las deudas.

La separación de patrimonios: se dará durante todo el proceso para evitar confusión entre el patrimonio del
causante y del heredero.

LA REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA
La repudiación de la herencia es un acto voluntario y libre, de carácter unilateral y no recepticio, irrevocable,
incondicional y puro. Una vez manifestada la repudiación, el llamado a la herencia pierde de forma definitiva la
posibilidad de adquirirla y se pierde la condición de heredero.

El repudiante no ha adquirido nunca la condición de heredero ni posesión civilísima alguna, aunque en algún
momento haya gozado de la tenencia material de
los bienes hereditarios. Tampoco existirá derecho de representación en favor de los sucesores del repudiante,
quienes, en su caso, heredarán como sucesores abintestato "por su propio derecho y sin que puedan representar al
repudiante" (artículo 923 CC).

• Es un acto de carácter solemne: La herencia solo se puede renunciar de forma expresa y ha de realizarse por
escrito y presentarlo ante Notario en instrumento público.

La renuncia de la herencia en perjuicio de acreedores: Si el heredero repudia la herencia en perjuicio de sus


propios acreedores, pueden estos pedir al Juez que les autorice para aceptarla en su nombre, pero sólo lo que
cubra la deuda.

El tratamiento fiscal de la repudiación o renuncia debe hacerse de forma expresa mediante escritura pública ante
Notario y una vez elevada a público, no habrá obligación fiscal de declaración ni presentación. Es recomendable
presentar copia simple ante la administración autonómica competente.
Los herederos que sustituyan al que renuncia, están obligados a presentar el impuesto en el periodo voluntario si
no ha transcurrido 6 meses desde el fallecimiento o 1 mes desde la firma de escritura de renuncia.

LOS EFECTOS DE LA ACEPTACIÓN

La adquisición y la protección de la cualidad de heredero


Una vez aceptada la herencia, el llamado a la herencia adquiere la condición de heredero (o coheredero, si son
varios), y, por tanto, deviene titular del conjunto de las posiciones activas de las relaciones patrimoniales de la
herencia, convirtiéndose en responsable del conjunto de las deudas y cargas de la herencia, con responsabilidad
ilimitada, que alcanza sus propios bienes.

El interdicto de adquirir: la posesión de los bienes hereditarios


Es un recurso procesal cuyo objeto y finalidad exclusiva es hacer efectiva la posesión civilísima, regulada en el
artículo 440 CC, invistiendo al heredero en su condición de poseedor. Carece de sentido alguno si el heredero ya
tiene la posesión de los bienes o puede adquirirla por sí mismo.

En caso de que exista un poseedor a título de dueño o de usufructuario o si ha transcurrido el período anual de
prescripción de las acciones interdictales, el heredero no podrá recurrir al interdicto de adquirir, sino que habrá de
ejercitar la acción publiciana, o la reivindicatoria, o la petición de herencia.

LA ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA


En general, aunque el CC no haga mención a ello, para doctrina y jurisprudencia, el heredero goza de legitimación
activa para ejercitar una acción de carácter
universal (referida al conjunto de bienes y derechos) que se denomina "acción de petición de herencia".

Legitimación activa: es la que tiene el heredero, ya lo sea testamentariamente, ya tenga la condición de heredero
abintestato. De otra parte, la condición de heredero ha de tenerse en el momento de ejercitar la acción, aunque el
título hereditario no tenga carácter definitivo (por condición resolutoria o sustitución fideicomisaria). En el caso de
sustitución fideicomisaria, podrán ejercitar la acción de petición de herencia tanto el fiduciario como el
fideicomisario. En cambio, la condición de legitimario, en sí misma no atribuye legitimación activa para el ejercicio de
la acción de petición de herencia por la sencilla razón de que la atribución de la legítima puede realizarse a título
distinto del de heredero.

Legitimación pasiva: Ostenta la legitimación pasiva quien, atribuyéndose título hereditario, posee el conjunto o una
parte de los bienes y derechos que integran la masa de la herencia. En el caso de que el demandado alegue que la
tenencia del bien hereditario encuentra fundamento en un acto transmisivo que realizara el causante, ha de
estimarse improcedente la acción de petición de herencia.
En términos prácticos, en la generalidad de los supuestos resulta aconsejable ejercitar de forma cumulativa la acción
de petición de herencia y la acción reivindicatoria (o la acción singular que resultare procedente).

Efectos de la acción de petición de herencia: las relaciones entre el heredero aparente y el heredero real
Al poseedor de los bienes hereditarios se le identifica comúnmente con la denominación de “heredero aparente". La
identificación del heredero real y la pérdida de la condición sucesoria por parte del heredero aparente, plantea la
necesidad de restituir a aquél el conjunto de los bienes hereditarios, así como, la sucesión en la posesión de la masa
hereditaria.
La aplicación del principio de subrogación real implica que el verdadero heredero puede reclamar al heredero
aparente los bienes y derechos que hayan ingresado en su patrimonio a consecuencia de las enajenaciones
realizadas durante el período de apariencia hereditaria.

Plazo de prescripción: Dada la falta de regulación, el TS establece: "en evitación de que alguno de los derechos sobre
bienes inmuebles pertenecientes a la masa hereditaria pudiera tener un plazo prescriptivo superior al de la propia
acción de petición de herencia, y atendiendo a su indudable eficacia real, lo más operativo es
considerar que prescribe a los 30 años contados a partir de la muerte del causante".

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