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Universidad Tecnológica de Santiago

UTESA

Sustentante
Cesarina E. Martínez

Matricula
3-14-3588

Profesor/a
_______________________________

Materia
Psiquiatría

Trabajo
Ensayo

Tema
Creatividad y Locura
INTRODUCCIÓN

Creatividad y personalidad son dos constructos que han recibido diversa investigación a lo

largo de la historia por su implicación en el desarrollo de la persona. Ambos se forjan

durante el ciclo vital, estando influenciados por multitud de factores y situaciones; la

personalidad guiará los comportamientos y la manera de actuar ante determinadas

situaciones y la creatividad, por otro lado, aportará diferentes formas de actuar, más simples

o complejas, pero siempre ajustadas al momento.

La personalidad se entiende como un constructo que permite conocer “los motivos que

llevan a un individuo a actuar, a sentir, a pensar y a desenvolverse en un medio” (Seelbach,

2013, p. 8), es una estructura dinámica conformada por atributos psicológicos, emocionales,

conductuales y sociales.

Sin embargo, las enfermedades mentales siguen siendo, significativa y socialmente, poco

conocidas. Demasiada gente cree que la enfermedad mental es una ‘debilidad’ o una ‘culpa’

de la persona que la padece y no se reconoce como una enfermedad más, lo que

verdaderamente es.

Miles de personas viven con una enfermedad que altera sus relaciones sociales, su trabajo,

su educación, etc. A diferencia de lo que frecuentemente se nos muestra en cine, televisión

o literatura, la mayoría de las personas con enfermedad mental pueden llevar una vida llena

y normalizada, siempre y cuando cuenten con un tratamiento y soporte social adecuado.


CREATIVIDAD Y LOCURA

La creatividad se ha combinado durante mucho tiempo a los trastornos mentales,

personificados en la afirmación de Aristóteles de que "no ha existido nunca un gran genio

sin una pizca de locura". En la época actual, se sigue siendo una opinión común que las

personas creativas destacadas suelen padecer un trastorno psiquiátrico y que la creatividad

se ve potenciada en determinados como trastornos mentales. Una de las razones para

estudiar la supuesta relación entre la creatividad y la psicopatología es obtener una

comprensión más profunda de las necesidades

Una de las razones para estudiar la supuesta relación entre la creatividad y la psicopatología

es obtener una comprensión más profunda de las necesidades y experiencias de los

pacientes. La creatividad es una fuente de bienestar y la pérdida de creatividad se

experimenta como algo desagradable. 3 Las personas con esquizofrenia y trastorno bipolar4

a menudo dejan de tomar la medicación debido a la pérdida de creatividad y otros

trastornos cognitivos.

Referencia

Hernan-Gomez, M. y. (2018). Creatividad y personalidad. Reidocrea 7,404-411.

El estudio de la asociación entre creatividad y trastornos psiquiátricos se ha abordado

principalmente en dos tipos de estudios. Algunos estudios evalúan los trastornos

psiquiátricos en individuos eminentes y creativos utilizando entrevistas de diagnóstico

estructuradas o análisis retrospectivos de biografías escritas.


El estudio de la asociación entre creatividad y trastornos psiquiátricos se ha abordado

principalmente en dos tipos de estudios. Algunos estudios evalúan los trastornos

psiquiátricos en individuos eminentes y creativos utilizando entrevistas de diagnóstico

estructuradas o análisis retrospectivos de biografías escritas. Basándose en algunas

biografías escritas por autores, se descubrió una sobrerrepresentación del trastorno bipolar,

la psicosis de tipo esquizofrénico y la depresión en el grupo de las artes creativas.

Unos pocos estudios han evaluado la creatividad en personas con psicopatología manifiesta.

Santosa et al. compararon a individuos con trastorno bipolar, trastorno unipolar, controles

sanos creativos y no creativos utilizando la Escala de Arte de Barron-Welsh.

Descubrieron que las personas con trastorno bipolar y los controles creativos sanos

obtuvieron puntuaciones más altas que las personas con depresión unipolar y los controles

no creativos. Otro estudio informó de un aumento de la creatividad en 40 adultos

estadounidenses con trastorno bipolar en comparación con los controles sanos utilizando el

mismo instrumento. Para evitar el sesgo causado por los efectos debilitantes de la

enfermedad mental, algunos estudios han incluido a familiares de personas con trastornos

psiquiátricos. Por ejemplo, Karlsson investigó a 486 familiares varones de personas con

esquizofrenia nacidas en Islandia entre 1851 y 1940. En comparación con la población

general, los familiares estaban más representados en una lista de personas destacadas.

Los diagnósticos se codificaron según la CIE-8, la CIE-9 y la CIE-10.22-24. Y se asigna un

enfoque jerárquico para diferenciar entre esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión

unipolar.
Cualquier individuo con un evento en el Registro de Altas Hospitalarias de uno de los

diagnósticos asignados a la esquizofrenia (CIE-8: 295,0-295,6, 295,8, 295,9; ICD-9: 295A-

295G, 295W, 295X; CIE-10: F20) se codificó como esquizofrenia. Los individuos con un

evento de trastorno bipolar (CIE-8: 296.1, 296.3, 296.8; CIE-9: 296A, 296C, 296D, 296E,

296W; CIE-10: F30, F31), pero no esquizofrenia, se codificaron como trastorno bipolar.

Por último, cualquier individuo con un evento de depresión unipolar (CIE-8: 296.2, 300.4;

CIE-9: 300E, 311; CIE-10: F32.0-F32.2, F32.4- F32.9, F33-F39), pero no esquizofrenia o

trastorno bipolar, se codificó como depresión unipolar. Los familiares de todos los que

tenían un diagnóstico psiquiátrico y los controles no podían tener ningún evento de ninguno

de los tres diagnósticos.

El trastorno esquizoafectivo no se investigó en el presente estudio. No se disponía de

información sobre los individuos tratados únicamente en centros ambulatorios.

La información sobre las ocupaciones se basa en cuestionarios obligatorios de auto

declaración que se enviaron por correo a todos los hogares en el país de Suecia donde

fueron realizados estos estudios de enfermedades mentales. Los censos están completos en

más de un 99%. La validez de la información ocupacional de los censos también se ha

investigado comparando los datos de las encuestas recogidos durante las entrevistas

personales en 1977 y 1979-1981 con los datos del censo de 1980, con un alto nivel de

concordancia entre las dos fuentes (es decir, la Clasificación Nórdica de Ocupaciones de 3

dígitos: aproximadamente el 70%; el nivel de 2 dígitos: aproximadamente el 80%; el nivel

de 1 dígito: aproximadamente el 90%).

Se utilizó una estrategia de casos y controles anidados para realizar el estudio de las

asociaciones entre tener una ocupación creativa y ser diagnosticado de esquizofrenia,


trastorno bipolar o depresión unipolar o ser pariente de primer, segundo o tercer grado de

estas personas.

Se seleccionaron aleatoriamente diez individuos emparejados por sexo y año de nacimiento

como controles del Registro Multigeneracional para cada persona del grupo de casos y cada

uno de sus familiares; los controles tenían que estar vivos, dentro del país y sin ningún

episodio de hospitalización por el trastorno estudiado en la fecha de la primera

hospitalización del individuo del grupo de casos (muestreo de densidad de incidencia).

Los diagnósticos de esquizofrenia en pacientes internos tienen una validez de buena a

excelente, con una concordancia del 94% cuando se comparan con los diagnósticos de la

investigación, basados en entrevistas semiestructuradas e historias clínicas. La validez

sobre un único episodio depresivo en el Registro Psiquiátrico Nacional Danés ha

demostrado una precisión suficiente para la práctica clínica, con una validez creciente

correlacionada con el aumento de la gravedad (65-83%). 26 Hasta donde sabemos, no se ha

publicado ningún estudio sobre la validez de los diagnósticos de depresión unipolar o

trastorno bipolar en el Registro de Altas Hospitalarias de Suecia.

Referencias

Lema AL, Clark JR. La paradoja del genio y la locura: Séneca y su influencia. Cuadernos

de Filolog'ıa Cla' sica. Estudios Latinos 1992; 2: 189-200.

Post F. Creatividad y psicopatología. Un estudio de 291 hombres famosos del mundo.

Br J Psychiatry 1994; 165: 22–34.

Nelson B. Su propia recompensa: un estudio fenomenológico de la creatividad artística.


J Phenomological Psychol 2007; 38: 217-55.

Schou M. Artistic productivity and lithium prophylaxis in manic-depressive illness. Br J

Psychiatry 1979; 135: 97-103.

Lewis A. Fertiliy and mental illness. Eugen Rev 1958; 50: 91-106.

Essenmoller E. Patrones de apareamiento y fertilidad en familias con esquizofrenia.

Eugen Quart 1959; 6: 142-7. y personalidad. Reidocrea 7,404-411.

Desde estas premisas, bajo que patrones decidimos donde comienza la “locura” y se

diferencia de la “normalidad”. Cómo pueden coexistir diferentes subjetividades con

espacios comunes y diferentes. Es posible que en estas consideraciones se encuentren la

locura y la creatividad. Ambos conceptos son creaciones de los procesos

de comunicación, pues a través de ellos transmitimos información que crea situaciones de

vida y las dotan de sentido. Es pues nuestra responsabilidad la recreación de unos

conceptos u otros; así pues, desarrollamos clasificaciones sobre enfermedades,

diagnósticos, patologías, etc.; o por otro lado, consideramos las expresiones de

desequilibrio personal como manifestaciones de un proceso de cambio personal que tratan

de dar un sentido nuevo a la vida de la persona.

Entre la razón y la sinrazón, el sentido y el sinsentido, entre locos y cuerdos, podemos

vislumbrar una rendija que tal vez desemboque en la creatividad. Potencial que escapa a las

razones, a los dioses, a los sentidos inmediatos y que en cada momento histórico se impone

como guía del ser.


El concepto de creatividad entra en la cultura europea en el siglo XVII, referido al mundo

del arte, si bien es la esencia del hacer artístico, por excelencia es lo que subyace al hecho

de vivir, y en nuestro entorno cercano se nombra a partir de ese siglo, ya que hasta ese

momento la creatividad fue considerada como una expresión de los dioses, de las musas y

por último, de la locura, relación que en estos tiempos sostienen incluso algunos

profesionales de la salud.

En el ámbito de la psicología, para Winnicot, la creatividad es lo que hace que la persona

sienta que la vida vale la pena ser vivida, es la apercepción creadora, la motivación a

innovar. Por el contrario la relación con la realidad exterior es de acatamiento, el mundo es

algo que hay que encajar e implica un sentimiento de inutilidad y se puede reconocer que la

mayor parte del tiempo se vive de manera no creadora.

Esto conduce a una paradoja que es la de que la sociedad que dice querer curar es la que

ayuda a enfermar. Hasta el medioevo la creencia religiosa explicaba la locura, y desde

entonces es el conocimiento científico el que la explica, ambos tratan de restablecer la

cordura, sin considerar si las manifestaciones de la locura son creaciones necesarias en un

contexto determinado, para el que tienen sentido, y son una razón de ser y estar. En la

psicoterapia Gestalt se considera que el método es creativo y que se desarrolla la

creatividad de los pacientes. Estas características asumidas de forma incondicional por los

terapeutas, necesitan ser llevadas hasta la consideración social de la relación persona y

medioambiente en el que aquella se exprese.

En estas enfermedades se plantea al terapeuta al abordar la relación con un paciente, que se

adapte al mundo exterior, o que realice su creatividad y exprese su potencial de ser. Porque

vivimos en un momento social en que el conocimiento científico se ha convertido en


creencia y tiende a la adaptabilidad, la psicoterapia puede ser el camino que ayude a pensar

desde afuera, para que el complejo sintomático no cristalice en “enfermo”. El terapeuta,

como alguien de afuera puede proveer lo que el sistema mismo es incapaz de generar: un

cambio de sus propias reglas.

La subjetividad es el producto de factores personales biológicos y de cómo se “jugó” el

medio ambiente, como se relacionó en el lugar que tuvo el ser que se incorporaba al mundo.

Los humanos necesitamos expresar la subjetividad mediante la capacidad creadora, que es

un universal, que es un juego constante de muerte y resurrección, y que se asienta en las

raíces de la supervivencia en la tierra, es el área donde podemos ligarnos, unirnos, sin

diferencia.

La vinculación entre subjetividad y creatividad facilita el fluir a través del ciclo de la

experiencia durante nuestras vivencias, aumentando la capacidad de tomar conciencia de la

propia situación vital, respecto a uno mismo, a los otros y a la sociedad.

Para Zinker, la tarea del terapeuta es como la del artista que conoce su oficio y se entrega

como persona curiosa, con sentido del humor, sensible a lo estético, que le interesan los

misterios de la vida y que siente un inmenso respeto por los demás. El terapeuta creativo

aporta el ambiente, y la atmósfera rica y densa dentro de la cual la integridad de una

persona pueda realizarse más plenamente.

El profesional facilita un medio, un ensayo para que el paciente despliegue su “locura”, esa

forma por la que se conforman nuestras vidas; y así que busque el sentido propio a su vida,

más allá de la salud y de la enfermedad. Y ambos procuran que la sociedad que cambia

acepte lo diferente, lo loco, que lo distinto real pueda integrarse en lo cultural.


Por lo tanto, en ausencia de una enfermedad debilitante, los familiares de quienes padecen

esquizofrenia o trastorno bipolar podrían beneficiarse de una mayor creatividad, lo que a su

vez podría aumentar la aptitud física.

La creatividad, por ejemplo, se ha asociado a un mayor número de parejas sexuales. Esta

podría ser una explicación de por qué estos trastornos han prevalecido a lo largo de la

historia de la humanidad.

Sin embargo, los trabajos teóricos y los datos empíricos disponibles son contradictorios;

entre otros, los hallazgos de una menor fertilidad en las personas con esquizofrenia y sus

familiares discrepan de esta noción. Esto ha llevado a algunos autores a proponer la

hipótesis alternativa de la selección de mutaciones, que en cambio sugiere que los

trastornos psiquiátricos simplemente reflejan la carga mutacional.

En primer lugar, las personas con esquizofrenia tenían menos probabilidades de ejercer una

profesión creativa que las personas con trastorno bipolar. En segundo lugar, los familiares

de las personas con esquizofrenia y trastorno bipolar estaban sobrerrepresentados tanto en

las ocupaciones artísticas como en las científicas; sin embargo, mientras que los familiares

de las personas con esquizofrenia tenían su mayor índice de aumento en las ocupaciones

artísticas, los familiares de las personas con trastorno bipolar estaban en cambio más

sobrerrepresentados en las ocupaciones científicas.

Referencias

Kyaga S, Lichtenstein P, Boman M, Hultman C, Långström N, & Landén M (2011).

Creativity and mental disorder: family study of 300 000 people with severe mental disorder.

The British journal of psychiatry : the journal of mental science PMID: 21653945.
CONCLUSIÓN

En definitiva, la idealización del aspecto creativo de la locura, proviene de la

institucionalización de todos los graves perjuicios que han perseguido a los entornos

sociales más desprotegidos. Y mantener ese mito, es reafirmar el prejuicio velado tras la

cosificación de las personas diagnosticadas con “enfermedades mentales”, para así tratar de

integrarlas, aunque sea a golpe de “electroshocks”, no en la comunidad de los afectos, sino

en la acrítica realidad del mercado.

A nadie se le escapa que históricamente y con obstinada insistencia, se ha intentado

encontrar cierta relación entre “creatividad” y “locura”, o entre “genio” y “locura”. No

quisiera entrar a dilucidar cuál sería mi opinión sobre cada uno de estos términos (por eso

los escribo entre comillas), sino partiendo de una supuesta idea, que parece instalada en el

consciente colectivo, desarrollar mi hipótesis acerca de ello.

La creatividad y personalidad son dos constructos muy estudiados a lo largo de la historia

por su implicación en el desarrollo vital de la persona. El objetivo de esta investigación es

estudiar si existen diferencias en creatividad y personalidad entre personas con trastorno

mental y personas sin trastorno mental y la relación entre las variables en cada grupo.

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