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HISTORIOGRAFÍA

La historiografía, es la manera en que la historia se ha escrito. En un amplio sentido,


la historiografía se refiere a la metodología y a las prácticas de la escritura de la
historia. En un sentido más específico, se refiere a escribir sobre la historia en sí.

CORRIENTES HISTORIOGRÁFICAS
1. El positivismo.
La Historia como un conjunto de fases por las que debe pasar la humanidad en su
avance hacia el progreso. Indicaban que la Historia sirve para progresar, ya que el
progreso implica el avance ascendente del ser humano en la Historia, además de
que plantea que cada era del tiempo es superior a la que le precede.

Para esta corriente, la Historia tiende a la postulación de leyes universalmente


válidas y lógicamente comprobables, como sucedía en las ciencias naturales;
negando así la interpretación para enfocarse en la propia descripción por parte del
historiador.

El historiador positivista, debía evitar la indecisión, pero al mismo tiempo la


estrechez en sus relatos, tampoco podía tomar partido ni debatir sobre los
problemas contemporáneos, debía tener una postura neutral, siempre equilibrada,
evitar las ideas radicales, que eran vistas como un peligro.

La Historia debía tecnificar sus modos de abordar los documentos apoyándose en


la filología, la arqueología, la paleografía y la epigrafía. Leopold von Ranke fue el
máximo exponente de esta corriente.

Según Ranke, el historiador debía reunir la mayor cantidad de documentos de la


etapa histórica, describirlos, hacer una crítica externa que implicaba el uso de la
filología y otra interna que implicaba el uso de la paleografía.

Para ser considerados portadores de la verdad y a partir de ella, el historiador


descartaría los documentos que no concordaran con él, al final el historiador haría
un relato basándose exclusivamente en lo que encontró en los documentos.

2. La escuela de los annales.


Para esta corriente, la historia es un estudio científicamente elaborado de diversas
actividades y de diversas creaciones de los hombres de otros tiempos, captadas en
su fecha, en el marco de sociedades extremadamente variadas y sin embargo,
comparables unas a otras.
La historia sirve para saber las características de un grupo o sociedad en lo
científico, económico, geográfico y social. Se trata de conocer todos los aspectos
del entorno, a su forma de vivir y relacionarse en el contexto.

Se escribe tomando en cuenta todos los aspectos de un grupo y no sólo de un


personaje importante, es escrita por los historiadores y enseñada por los
pedagogos, las personas que tienen el conocimiento y desean transmitirlo.

Su aprendizaje se propicia por la necesidad que tiene la sociedad de transmitir los


conocimientos a las futuras generaciones, se aprende para que la sociedad
comparta sus conocimientos y cada individuo tenga una amplia gama de ellos que
le sirva al interactuar con el medio social y natural.

3. Materialismo histórico.
Le da importancia al materialismo y es una forma de análisis dinámico de los
sucesos históricos de la humanidad. Entienden la Historia como un proceso por el
cual debe pasar la humanidad para progresar.

La Historia sirve para reflexionar como el ser humano vive y se relaciona con su
entorno, considera las necesidades básicas en todo lo que implica vivir en sociedad
y sus modos de producción lo que genera luchas de clases

Se escribe a través de condiciones rigurosas, describiendo las necesidades de la


sociedad a lo largo del tiempo considerando sus rasgos específicos y es escrita por
el historiador quien escribe a través de lo que observa en su entorno social, lo que
da lugar a la lucha de clases entre el dominado y los dominadores, la materia y lo
material es lo primordial.

Su aprendizaje pone atención a las causas materiales, estudia la realidad social, lo


productivo, lo útil para satisfacer las necesidades básicas del ser humano y se
aprende para responder a las condiciones de vida de la sociedad a través del
tiempo, da importancia a la materia en la configuración de la realidad, y la realidad
es la que determina la conciencia humana.

4. Historicismo escuela científica alemana.


La Historia es el conocimiento del suceso individual en su realización completa, sirve
para entender los fenómenos históricos en su individualidad y describir lo sucedido,
de la forma más completa y exacta.

Para escribir la Historia se realiza una investigación imparcial, exacta y critica de los
acontecimientos que incluyan en su narración lo disperso, las incoherencias y lo que
está aislado. Primero se debe seleccionar el material para luego integrar los
fragmentos en un todo.
Es enseñada principalmente por Wilhelm Von Humboldt.

Su aprendizaje es propiciado por el historiador, quien ve los acontecimientos


políticos y las acciones del Estado como los de mayor peso en la Historia señalando
más los aspectos benéficos

Se aprende para percibir ideas detrás de los fragmentos dispersos de la Historia


para poder unirlos.

5. La Historiografía idealista
El idealismo histórico es una de las principales corrientes del pensamiento
historiográfico. Surge con el romanticismo pero se desarrolla con la filosofía de Kant
y Hegel. Sus bases teóricas se formularon en Alemania, donde configuraron el
movimiento nacionalista alemán.

Johann Gottfried von Herder (1744-1803) fue el pionero de esta ideología, con su
libro «Ideas sobre la filosofía de la historia de la humanidad». Herder afirmaba que
la historia de la humanidad, y su evolución diversa, era producto del espíritu o el
alma colectiva de cada pueblo, que se concretan en el lenguaje, la literatura, la
educación, las costumbres, etc. Aquí está el origen de los movimientos nacionalistas
contemporáneos, así como el etnocentrismo europeísta. Y hasta el racismo
moderno.

Immanuel Kant (1724-1804) creó toda una filosofía de la Historia. Herder fue
discípulo de Kant, y en este se encuentran las ideas fundamentales de su doctrina.
Kant expone sus ideas en un breve ensayo titulado «Ideas acerca de la historia
universal desde el punto de vista universal». Según Kant, todas las acciones del
hombre tienen un fin, por lo tanto las acciones de todos los hombres, la historia,
también tiene un fin: conseguir la felicidad y la libertad racional. Pero ¿cuándo y
cómo se alcanza ese fin?. Esto supone que el rumbo de la historia no depende de
la voluntad de los hombres sino de la naturaleza creadora. El fin debía estar en una
sociedad única, con un solo Estado y un una sola ley.

Para Johann Gottlieb Fichte (1726-1814) la misión del historiador era explicar el
presente (presentismo). Cada tiempo histórico posee unas características que le
identifican porque es el resultado de las aspiraciones del pasado. Las ideas
fundamentales de los períodos del pasado forman una secuencia lógica según el
esquema dialéctico de: tesis, antítesis y síntesis. Pero como idealista, Fichte cree
que lo que hace avanzar la historia son las ideas políticas. Fichte concibe la historia
como si su finalidad fuera el presente. Todos los hechos del pasado han de justificar
la situación presente.

Pero el gran representante del idealismo histórico es Georg Wilhelm Friedrich Hegel
(1770-1831). Hegel elaboró una filosofía de la Historia que era en realidad la historia
vuelta filosofía. Es decir, no sólo historia de los hechos, sino historia comprendida.
Hegel elaboró una visión racional de la historia universal, situando en el centro el
espíritu de los acontecimientos que hacen surgir los hechos. La historia universal
es la exposición del espíritu y cómo el espíritu llega a saber de sí. Para Hegel el
espíritu es el espíritu del pueblo. Hegel cree que la historia universal es el progreso
de la conciencia de la Libertad, ya que el fin último es ser consciente de la Libertad,
y ejercerla. En este proceso, el Estado es la representación que el pueblo da a sus
aspiraciones y el que garantiza la Libertad. Sólo en el Estado el hombre tiene
existencia racional. Por lo tanto, la historia es la historia del Estado. Para Hegel todo
lo real es racional y todo lo racional real. Esta es la esencia del idealismo.

6. Estructuralismo
Es una teoría que, como su nombre lo indica, otorga una importancia preeminente
a la estructura, es decir, a la distribución, la disposición, la dependencia mutua y el
orden de las partes de un todo. Según esta teoría, es la estructura del todo la que
realmente forma las partes y les da su valor.

El estructuralismo fue un movimiento filosófico, científico y crítico-literario que,


desarrollado principalmente en Francia durante la década de 1960, extendió a la
antropología, a la crítica literaria, al psicoanálisis, al marxismo y a la epistemología
las teorías y los métodos del estructuralismo lingüístico, denegando así la primacía
a un saber histórico-humanístico que tenía a J.P. Sartre como símbolo. La crítica
estructuralista dirigirá, principalmente, su foco hacia la fenomenología y la historia,
proponiéndose antihistoricista, antihumanística y antiesencialista, sustituyendo el
primado de la historia, del hombre, de la subjetividad de la conciencia y del individuo,
por el primado de la estructura. El movimiento estructuralista se propone
comprender los fenómenos sociales y culturales desde el interior, reconstruyendo
su hacerse histórico a través de la acción consciente y potencialmente libre de los
individuos, los estructuralistas prefirieron tratar el mundo humano como otro campo
cualquiera investigado por la, ciencias naturales, y descubrir desde el exterior qué
relaciones sistemáticas y constantes (o estructuras) mediaban entre los fenómenos
socioculturales y entre qué límites, a menudo inconscientes, se hallaba constreñida
la acción de los individuos.

Desde el propio campo de la filosofía la mejor manera de definir el estructuralismo


es poniéndolo en contraste con las filosofías a las que se opone:

Con el historicismo y el humanismo; no tanto porque el estructuralismo conceda


privilegios necesariamente a la estática social con respecto a la dinámica, sino
porque no admite diferencia de método entre ciencias sociales y naturales e,
incluso, considera los acontecimientos humanos del mismo modo que los naturales;
no existe, por tanto, desde esta perspectiva, ningún círculo hermenéutico, ninguna
comprensión interna del hombre por parte del hombre que otorgue privilegios a la
dimensión del tiempo como aquélla en que los acontecimientos históricos adquieren
un significado propiamente humano, negado a quien pretenda observarlos desde el
exterior; el estructuralismo refuta, en suma, por ambos lados la ecuación en base a
la cual sólo el hombre es un ser histórico y sólo la historia es propiamente humana.

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