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A través de la comunicación, podemos compartir información con otras personas, siendo una actividad que
nos define como seres humanos en sociedad.
Por tanto, el lenguaje es la comunicación consistente en emitir e interpretar señales, las cuales son parte de un
código o sistema, que nos permite generar entendimiento, por ejemplo:
1. Lenguaje mímico, son las señales de las personas con discapacidades auditivas, y representan un
código para comunicarse.
2. Lenguaje gráfico, son las señales que se encuentran en las calles y carreteras.
3. Lenguaje oral o escrito, es el alfabeto a partir del cual nos comunicamos, y representa nuestro
código común.
Sin códigos comunes no podríamos entender los mensajes. Así mismo, los mensajes solo pueden ser
comprendidos en tanto que representen un orden, de lo contrario no podríamos entender lo que queremos
transmitir.
Argumenta el sociólogo alemán Jürgen Habermas, que la acción comunicativa es una acción social
orientada al entendimiento, que actúa sobre todas las funciones del lenguaje, y que tiene como objetivo el
entendimiento en el sentido de haber comprendido lo dicho, aunque se esté en desacuerdo con ello.
“…es un discurso, una forma especial de comunicación, donde, por medio de la argumentación se determina
lo que es válido o verdadero. Es decir, la verdad no es una copia de la “realidad” a la cual se refieren los
argumentos de los participantes en el discurso, sino que es un resultado consensual sobre el cual no actúa
ninguna influencia que lo distorsione. Ese consenso se logra cuando se dan cuatro condiciones de validez
aceptadas por todos los participantes: a) que el enunciado que hace un hablante sea comprensible; b) que el
hablante sea fiable; c) que la acción pretendida sea correcta por referencia a un contexto normativo vigente; y
d) que la intención manifiesta del hablante sea, en efecto, la que él expresa”.
En este sentido, la forma en que ordenamos las ideas, y las transmitimos convertidas en mensajes, es lo que
definimos como comunicación.
La forma en la que nos comunicamos e interaccionamos con los demás es fundamental, ya que determina la
expresión de emociones, opiniones y expectativas. En el acto de comunicación, cada persona, mediante
códigos comunes, y en determinado contexto o situación, define su tipo de estilo de comunicación.
Los estilos de comunicación son patrones que determinan la forma para el intercambio de información, los
cuales podemos identificar como siguen:
1. Estilo vulgar, es un vocabulario de una región o zona específica, pero también lo podemos encontrar
ligado al vocabulario correspondiente a un determinado grupo social.
2. Estilo coloquial, el cual en su uso incorpora regionalismos y expresiones que han sido aceptadas por
quienes lo hablamos.
3. Estilo formal o académico, que implica el uso de un vocabulario científico-técnico, y que es propio
del lenguaje formal.
El lenguaje oral es accesible a todos puesto que tiene ciertas características que así lo permiten, es
espontáneo y natural, y está ligado a formas afectivas que dependen del tono y de los gestos que empleamos,
por ejemplo:
En cambio, el lenguaje escrito, posee un sistema ortográfico y gramatical, es decir un conjunto de signos
gráficos que tienen reglas que se deben respetar. Codifica el lenguaje hablado, en este sentido, encontramos
un lazo entre oralidad y escritura, teniendo rasgos particulares, que son:
Lenguaje y orden.
En términos generales podemos decir que el lenguaje escrito es mucho más complicado que la expresión oral,
ya que requiere más formalidad y no podemos auxiliarnos de muchos apoyos como es el caso de la expresión
oral.
Un problema muy frecuente de quien escribe es “la hoja en blanco”, con ello nos referimos a “cómo
empezar”. En el lenguaje escrito, el comienzo es lo más difícil, lo cual no ocurre con el lenguaje oral.
Por tanto, para escribir nos obligamos a ordenar lo que queremos expresar. A diferencia del lenguaje oral, en
el cual ordenamos sobre el habla misma, apoyándonos en los elementos mencionados anteriormente, ello
permite que el mensaje sea comprendido con mayor facilidad, y por ende el orden de las ideas y las
palabras nos preocupe un poco menos.
El lenguaje escrito nos exige pensar y ordenar las ideas por medio de lógica, así mismo, ordenar las
palabras por escrito implica usar efectivamente la gramática, es por ello que la lógica y la gramática
resultan ser inseparables al momento de redactar.
Redactar es ordenar a través de un proceso dinámico, lo que nos permite comunicar ideas con las palabras
correctamente escritas.
Lenguaje y comunicación.
Entendemos por comunicación la transmisión e intercambio de mensajes entre un emisor y un receptor. La
palabra proviene del latín “communicatĭo” que significa compartir, participar en algo o poner en común.
A través de la comunicación, podemos compartir información con otras personas, siendo una actividad que
nos define como seres humanos en sociedad.
Por tanto, el lenguaje es la comunicación consistente en emitir e interpretar señales, las cuales son parte de un
código o sistema, que nos permite generar entendimiento, por ejemplo:
1. Lenguaje mímico, son las señales de las personas con discapacidades auditivas, y representan un
código para comunicarse.
2. Lenguaje gráfico, son las señales que se encuentran en las calles y carreteras.
3. Lenguaje oral o escrito, es el alfabeto a partir del cual nos comunicamos, y representa nuestro
código común.
Sin códigos comunes no podríamos entender los mensajes. Así mismo, los mensajes solo pueden ser
comprendidos en tanto que representen un orden, de lo contrario no podríamos entender lo que queremos
transmitir.
Argumenta el sociólogo alemán Jürgen Habermas, que la acción comunicativa es una acción social
orientada al entendimiento, que actúa sobre todas las funciones del lenguaje, y que tiene como objetivo el
entendimiento en el sentido de haber comprendido lo dicho, aunque se esté en desacuerdo con ello.
“…es un discurso, una forma especial de comunicación, donde, por medio de la argumentación se determina
lo que es válido o verdadero. Es decir, la verdad no es una copia de la “realidad” a la cual se refieren los
argumentos de los participantes en el discurso, sino que es un resultado consensual sobre el cual no actúa
ninguna influencia que lo distorsione. Ese consenso se logra cuando se dan cuatro condiciones de validez
aceptadas por todos los participantes: a) que el enunciado que hace un hablante sea comprensible; b) que el
hablante sea fiable; c) que la acción pretendida sea correcta por referencia a un contexto normativo vigente; y
d) que la intención manifiesta del hablante sea, en efecto, la que él expresa”.
En este sentido, la forma en que ordenamos las ideas, y las transmitimos convertidas en mensajes, es lo que
definimos como comunicación.
La forma en la que nos comunicamos e interaccionamos con los demás es fundamental, ya que determina la
expresión de emociones, opiniones y expectativas. En el acto de comunicación, cada persona, mediante
códigos comunes, y en determinado contexto o situación, define su tipo de estilo de comunicación.
Los estilos de comunicación son patrones que determinan la forma para el intercambio de información, los
cuales podemos identificar como siguen:
1. Estilo vulgar, es un vocabulario de una región o zona específica, pero también lo podemos encontrar
ligado al vocabulario correspondiente a un determinado grupo social.
2. Estilo coloquial, el cual en su uso incorpora regionalismos y expresiones que han sido aceptadas por
quienes lo hablamos.
3. Estilo formal o académico, que implica el uso de un vocabulario científico-técnico, y que es propio
del lenguaje formal.
Permite regionalismos.
Emplea palabras comodín, es decir, que están de moda y que nos permite expresar
situaciones muy variadas.
En cambio, el lenguaje escrito, posee un sistema ortográfico y gramatical, es decir un conjunto de signos
gráficos que tienen reglas que se deben respetar. Codifica el lenguaje hablado, en este sentido, encontramos
un lazo entre oralidad y escritura, teniendo rasgos particulares, que son:
Gramática estándar, a fin de que lo expresado pueda ser entendido por cualquier
persona.
Lenguaje y orden.
En términos generales podemos decir que el lenguaje escrito es mucho más complicado que la expresión oral,
ya que requiere más formalidad y no podemos auxiliarnos de muchos apoyos como es el caso de la expresión
oral.
Un problema muy frecuente de quien escribe es “la hoja en blanco”, con ello nos referimos a “cómo
empezar”. En el lenguaje escrito, el comienzo es lo más difícil, lo cual no ocurre con el lenguaje oral.
Por tanto, para escribir nos obligamos a ordenar lo que queremos expresar. A diferencia del lenguaje oral, en
el cual ordenamos sobre el habla misma, apoyándonos en los elementos mencionados anteriormente, ello
permite que el mensaje sea comprendido con mayor facilidad, y por ende el orden de las ideas y las
palabras nos preocupe un poco menos.
El lenguaje escrito nos exige pensar y ordenar las ideas por medio de lógica, así mismo, ordenar las
palabras por escrito implica usar efectivamente la gramática, es por ello que la lógica y la gramática
resultan ser inseparables al momento de redactar.
Redactar es ordenar a través de un proceso dinámico, lo que nos permite comunicar ideas con las palabras
correctamente escritas.
Lógica en el lenguaje.
La lógica es un instrumento indispensable para la redacción. Podemos decir que la lógica es el arte del
correcto pensar, y se expresa en la adecuada argumentación, en el correcto hablar y en el acertado escribir.
La palabra lógica procede del griego “logos” que tiene dos significados: razón y palabra. En tal sentido, esta
doble significación obedece a la naturaleza de que no hay lenguaje sin pensar, ni tampoco hay pensamiento
sin lenguaje.
Orden lógico.
Sin lógica todo pensamiento es desordenado, es por ello que el orden lógico implica poner cada parte
gramatical en su lugar, por ejemplo: Sujeto-Verbo-Complemento.
La redacción, por tanto, procede en un orden lógico, cuando expresamos en cada enunciado un pensamiento
completo, por ejemplo:
Las falacias.
Dentro de la lógica, se entiende por falacias los razonamientos incorrectos, que debido a una cierta forma de
argumentación parecen correctos. Sin hacer mucho análisis del tema o situación, en un mensaje que contiene
falacias, el receptor frecuentemente puede dejarse llevar por este tipo de argumentos, ya que la forma en que
se expresan pueden ser muy convincentes.
1. Falsa generalización. Son conclusiones que sacamos a partir de conocer una parte y las hacemos
generales al todo.
2. Conclusión inatingente. Es utilizar una conclusión particular para probar una conclusión diferente.
7. Argumentum ad misericordiam. Es una falacia que se utiliza llamando a la piedad. Es decir, se apela
a la piedad para conseguir que se acepte una conclusión.
8. Argumentum ad populum. Se encuentra presente cuando se hace un llamado al pueblo, por lo cual
se liga a llamados de tipo emocional.
9. Argumentum ad vericuandiam. Esta falacia apela a la autoridad, al respeto que siente la gente por
las personas con un estatus alto, para ganar en el asentimiento de una conclusión.
12. La causa falsa. Esta falacia toma como causa de un efecto algo que no es real, es decir, tiene dos
variables la non causa y la pro causa.
13. La pregunta compleja. Se exige una sola respuesta a dos o más preguntas.
14. El énfasis. Son enunciados que adquieren significados diferentes según las palabras que se subrayan
o destacan.
15. Composición y división. Se cometen estas falacias cuando concluimos que alguna de las
propiedades de las partes son un todo en el todo mismo.
la gramática.
La gramática es un elemento fundamental de la redacción. Es la parte de la lingüística que estudia
el conjunto de normas y principios que rigen una lengua. Proviene del latín grammatĭca, que significa
‘letra o escrito’.
Sintaxis, que estudia las maneras en que estas se enlazan en una oración y las
funciones que dentro de ella cumplen.
Una vez que le damos orden a nuestros pensamientos, los expresamos con propiedad y corrección. Y es en
ese caso cuando la gramática a través de su morfología, atiende la lógica en la expresión escrita.
Tipos de Vocabulario.
1. Activo, es el que usamos con las palabras de nuestro acervo activo. En algunos casos puede ser
pobre o reducido en comparación con todos los vocablos que existen en nuestro idioma, o que
intentamos comprender.
2. Pasivo, que es el que entendemos o que intentamos comprender, el desconocimiento de las palabras
nos impide utilizarlas, es por ello que se da el hecho de que a menor nivel de conocimiento de las
palabras sea menor vocabulario utilizado.
Un buen estilo literario tiene ciertas cualidades o características, de las cuales podemos identificar los
siguientes principios:
1. Claridad. Escribimos claro cuando penetramos sin esfuerzo en el pensamiento del lector.
2. Concisión. Cuando utilizamos las palabras que son indispensables, justas y significativas para
expresar lo que queremos decir.
3. Precisión. Usamos un lenguaje directo sin términos antiguos, ni expresiones confusas o equivocas, a
esto se refiere la precisión del lenguaje.
4. Sencillez. Somos sencillos cuando utilizamos un lenguaje de uso común, lo cual no implica
forzosamente que estemos utilizando un lenguaje de tipo vulgar.
5. Naturalidad. Usamos un lenguaje natural cuando utilizamos expresiones propias de nuestro acervo
personal.
En términos generales, podemos decir que el lenguaje escrito tiene ciertas cualidades y características,
algunas de las cuales podemos enumerar en los siguientes puntos:
Todo el escrito debe integrar una unidad, de modo que no desviemos la atención
del eje central del tema.
Al utilizar palabras enfáticas, éstas siempre debemos considerarlas como uso final
de nuestro tema.
2. El uso del diccionario es una herramienta que no debe faltar al momento de escribir, ya que con su
uso conocemos más palabras, y sumado a ello fortalecemos y enriquecemos nuestro acervo léxico.
Otra razón importante en su uso, es que nos permite no repetir exageradamente las palabras, por lo
cual tanto el diccionario de definiciones, como el diccionario de sinónimos es importante al
momento de redactar.
3. Antes de escribir debemos elaborar un esquema previo, es decir, un borrador con las ideas
principales que nos van a permitir desarrollar el texto de manera lógica y secuencial.
4. Dependiendo del tipo de texto, conviene evitar el uso de los verbos fáciles por ejemplo el hacer,
proponer, decir. Así mismo el uso de las muletillas y los vicios del lenguaje.
5. Debemos procurar que el uso de los adjetivos sea lo más exacto posible, sin abusar de ellos.
6. Si pretendemos que nuestro texto sea objetivo, no debemos ponderar demasiado, ya que en la
narración de los hechos será más convincente si tiene una estructura limpia, que evite los elogios y
ponderaciones.
8. Debemos evitar el uso de las conjunciones parasitarias: que, pero, aunque, sin embargo, entre
otras, pues reflejan un alargamiento o entorpecimiento del texto, en cuanto a su ritmo y desarrollo.
9. Tenemos que evitar el abuso de los pronombres, sobre todo hay que tener cuidado con el empleo
de los pronombres posesivos.
10. La puntuación es la respiración de la frase, pues no debemos olvidar que, una frase mal puntuada,
no queda clara ni es precisa al momento de redactar.
11. En el sentido de la claridad no debemos emplear vocablos rebuscados, en tal sentido la redacción
de cualquier tipo implica sencillez y naturalidad.
12. Debemos tener cuidado con los barbarismos ya que eliminan la limpieza de nuestro texto.
13. En el idioma español se tiene preferencia por la voz activa. La voz pasiva está dada por alguien
desconocido, por tanto, si pretendemos que nuestro texto encuentre una forma enunciativa, debemos
escribir con voz activa, ya que, dependiendo de la función de nuestro escrito, la voz pasiva puede
parecer indiferente.
15. El orden lógico implica la construcción de frases ordenadas de acuerdo con la estructura de sujeto,
verbo y complemento, en ese sentido no debemos escribir el verbo al final de la frase.
16. Para la debida cohesión entre las oraciones, debemos procurar ligar la idea inicial a la final, esto
nos permitirá tener una construcción armoniosa, que exige evitar por un lado las repeticiones, y por
otro ligar el tema en torno a lo que venimos argumentando desde el inicio.
17. Debemos evitar las transiciones bruscas entre párrafos, manteniendo un nivel de ritmo y
sincronía en la estructura total del texto.
18. La originalidad del estilo radica principalmente en la sinceridad que plasmamos, por lo tanto, se
recomienda no ser lo suficientemente superficial, sino tener en cuenta el tono y la sinceridad
apropiados y adaptarlos al tema.
19. Debemos leer el escrito como si fuéramos otro, de esta manera podemos observar todo aquello que
está de más, defectos de estilo y tono que se escaparon en la redacción.
Estilo y ortografía.
a. Uso de mayúsculas.
b. División silábica.
3. Ortografía de la oración:
a. Signos de puntuación.
Letras B, V, W
Las letras B, V y W, representan el mismo fonema labial sonoro, lo que origina algunas dudas al momento
de escribirlas.
En el caso de las palabras homófonas, el empleo de una u otra letra implica una diferencia sustancial de
significados por ejemplo:
Baca: que se refiere al fruto del árbol del laurel, o al soporte que algunos
vehículos tienen en el techo para colocar equipaje.
Vaca: nombre de la hembra del toro, del dinero que reúne un grupo de personas
para un gasto o compra determinada, entre otras cosas.
La letra B
Se escriben con K palabras procedentes de otras lenguas en las que se ha intentado respetar la ortografía
originaria.
La letra Q
La letra Q aparece agrupada siempre con la letra U. Es el fonema por ejemplo de queso y quizá.
La letra Z
La letra Z representa el fonema para las vocales A, O, U, que están en posición final de sílaba o de palabra,
como sucede en el caso de zanahoria, rezo, sumo, hazmerreír, paz.
Además, en algunas palabras precede a las vocales E, I, como es el caso de zéjel o zinc.
El dígrafo CH.
Los dígrafos son dos letras en secuencia que representan una sola letra o fonema. En 2010 La Real Academia
de la Lengua Española eliminó del abecedario las letras CH y Ll por considerarlas dígrafos, y de 29 letras
existentes en nuestro abecedario, quedaron 27 y cinco dígrafos: CH, LL, RR, GU, QU.
El dígrafo CH representa el fonema presente en palabras tales como achaque, noche, choza, chuzo.
Las letras G, J.
La letra G.
Representa la G dos fonemas:
La letra H
Esta letra, en el idioma español, no representa sonido, lo cual origina problemas ortográficos para distinguir
qué palabras han de llevar h y cuáles no; los problemas son mayores cuando la grafía sirve para distinguir
significados, como en los homófonos: hojear / ojear, honda / onda, hecho / echo, etc.
Las letras I, Y, dígrafo LL.
El fonema vocal I puede ser representado por las letras I, Y. Así mismo, la letra Y representa también un
fonema consonante sonoro.
En la pronunciación como Y de la letra Ll, que representa el fonema consonante de llave, se articula con la
misma pronunciación que la letra, de manera que podemos pronunciar igual halla y haya aunque en
significado son distintas.
La letra Y
El fonema consonántico que usamos en palabras como yo, reyes, cayado, hoyo.
La letra I
La letra I representa un fonema vocal que se puede encontrar inicial, medio, o final, por ejemplo: ibero,
infame, rico marroquí, viaje, bien.
El dígrafo LL
La letra M
La letra Ñ representa el fonema que usamos para escribir algunas palabras como España o ñandú.
La letra P.
La letra P es la letra que en posición inicial de palabra, en general se conserva como PS, por ejemplo,
psicología, psitacismo, psicosis.
La letra R
En el final de sílaba y en los grupos consonánticos BR, CR, DR, FR, GR, KR, PR
y TR.
En posición inicial de palabra y después de una consonante que no pertenezca a la
misma sílaba como rosa y honra.
La R detrás de los prefijos tales como AB, SUB y POST, pertenece a una sílaba distinta, por ejemplo,
abrogar, subrogar, subrayar, postromántico.
El dígrafo RR.
El dígrafo RR sólo aparece escrito entre vocales, tal como carro y perro.
La letra X.
Nombres propios.
Atributos divinos.
Apodos.
Títulos de obras.
Mayúsculas diacríticas.
Se llama diacrítica a la letra mayúscula que sirve para distinguir un nombre propio de un nombre común, Por
ejemplo:
Fundación. Se escribe con mayúscula cuando forma parte del título de una entidad
o institución.
Ley. Se escribe con mayúscula cuando se cita el nombre oficial completo (Ley
Federal de Austeridad Republicana).
Minúsculas
Días de la semana.
Puntos cardinales.
Escritura de cantidades.
Algunas de las principales reglas para la escritura de los números, se enlistan a
continuación:
Se escriben con palabras separadas el resto de los casos: treinta y uno, doscientos
cinco.
Números ordinales.
Se escriben con terminación CIMO a partir de “décimo” y con terminación SIMO, a partir de “vigésimo”.
Números romanos.
La numeración romana se escribe con letras mayúsculas. Este tipo de numeración es de uso muy frecuente
para indicar los tomos de una obra, el orden de los capítulos o partes de un tratado, la numeración de los
siglos, así como los nombres de reyes, emperadores y papas. La representación es la siguiente:
letras I V X L C D M
Reglas para la numeración romana
Para leer o para escribir una cifra de la forma romana hay que tener en cuenta estas normas:
Si a continuación de un signo aparece otro igual o menor, el valor del primer signo
se suma con el valor del siguiente.
Abreviaturas y Siglas.
Abreviaturas.
Las abreviaturas son representaciones gráficas de las palabras mediante algunas de sus letras, seguidas de un
punto. Se utilizan:
Son inoperantes las que ocupan el mismo número de espacios que las palabras
completas: “Sn.” = San.
Son inadecuadas las que presentan la misma forma para varias palabras: “pte.” ya
que podría significar presente, presidente, puente y poniente.
No deben ser confundibles con otras palabras del idioma: “Paje.” = pasaje.
Siglas.
En su significado más usual, sigla es una palabra nueva que resulta de simplificar un enunciado más amplio.
En algunos casos se confunde con la abreviatura, pero generalmente se diferencian por su lectura textual, su
escritura con mayúscula y su ausencia del punto final.
Con las siglas se ha originado un lenguaje en clave, creador de problemas fonéticos, ortográficos y
comunicativos que son un reto para los usuarios.
En un principio, se utilizaban letras mayúsculas, iniciales de las palabras abreviadas. Con el tiempo, por
razones prácticas se fueron aceptando variantes. Y hoy existen, entre otras, estas posibilidades de formación:
ivisión silábica.
El alfabeto
Las 27 letras de que consta el alfabeto se dividen en consonantes y vocales. Las consonantes no pueden
pronunciarse solas, necesitan la ayuda de las vocales; por su parte, las vocales pueden pronunciarse solas y a
veces forman grupos entre ellas mismas, sin la necesidad de las consonantes.
Diptongos
Se llama así a la reunión de dos vocales que se pronuncian en una sola emisión de voz. Los diptongos que
son catorce en total, se pueden formar de la siguiente manera:
Triptongos.
Se les llama triptongos a la reunión de tres vocales que se pronuncian en una sola emisión de voz.
Para que se forme un triptongo es necesario que se reúnan dos vocales débiles y una fuerte,
acentuada, y que estén colocadas así:
Cuau-tla
Las sílabas.
Se llama sílaba al conjunto de letras que se pronuncian en una sola emisión de voz. Dependiendo
de su número y de sílabas, las palabras pueden ser:
Con una vocal, monosílabas.
Con dos, bisílabas.
Con tres, trisílabas.
La acentuación.
Tipos de acentos
Se llama acento a la mayor elevación de voz, que recae en una sílaba al pronunciar una palabra. El acento
puede ser:
1. Prosódico.
Es el que va en todas las palabras por el hecho natural de pronunciarlas. Según el acento prosódico, las
palabras se dividen en:
Es el que se representa con una tilde, es decir que se escribe. Esto sucede en los siguientes casos:
3. Diacrítico.
Aunque las palabras de una sola sílaba no se acentúan, porque lógicamente el acento prosódico cae en la
última sílaba que tienen, se deben acentuar con el llamado acento diacrítico cuando deben distinguirse de
otras de igual escritura, pero diferente significado y función.
4. Enfático.
Los párrafos como parte del sistema de comunicación escrita, observan la dinámica de introducir, desarrollar
y concluir fragmentos que pueden constituir por sí mismos un pequeño universo.
En términos generales, podemos decir que un párrafo es la unidad mínima de un texto compuesto por una o
más oraciones que desarrollan una idea, se forma por un conjunto de oraciones principales y secundarias,
ordenadas de manera lógica y coherente entre sí a fin de desarrollar un tema.
En la estructura de su composición, se debe observar la importancia del orden de las ideas por las que se
compone, manteniendo coherencia a lo largo de todo el texto. Es decir, entre un párrafo y otro debe haber un
hilo conector que los relacione sin perder el sentido de la información, para que el lector pueda percibir el
texto como una unidad de información clara.
En cuanto a su tamaño no existe un límite que determine su extensión máxima, pues es variable según la
temática y el estilo de aquel que escribe.
Como representación gráfica, adquiere importancia el uso de mayúsculas y minúsculas, así como de los
signos de puntuación, lo cual permite dar ritmo y entonación al texto: la coma con un tiempo, el punto y
coma con dos y el punto con tres.
El punto indica la pausa que se produce al final de un enunciado. Después de punto siempre se escribirá con
mayúscula, salvo en el caso de que aparezca en una abreviatura. Existen tres clases de punto:
El punto y seguido: se emplea para separar los distintos enunciados que forman
un párrafo. Después de un punto y seguido se continúa a escribir en la misma
línea.
El uso de la coma.
La coma es un signo gráfico que representa una pausa más breve que la del punto, y se utiliza con frecuencia
en toda clase de textos. Las reglas para su uso son las siguientes:
Se utiliza la coma:
“En el comedor contiguo la mesa estaba servida para el espléndido desayuno criollo: tamales de hoja,
morcillas de arroz, huevos revueltos en cazuela, una rica variedad de panes dulces sobre paños de encaje...”
Para separar los vocativos, es decir, las palabras que se usan para llamar la
atención de un interlocutor, que pueden ser nombres propios, apodos o sustantivos
asignados:
Separa sustantivos:
“El poeta debe volcar su creatividad en palabras, es decir, en signos convencionalmente comunicables”
Omisión de un verbo:
Señala una pausa y un descenso en la entonación, los cuales no suponen, como el punto, el fin de la oración
completa, sino un mero descanso que separa dos de sus miembros.
Cuando yo era chica, no existían los celulares; ahora son un objeto de culto.
Podía hasta imaginar que eran sus amigos; pero no quería hacerlo.
El señor que escribe la presente es caballero; su abuelo fue duque; su bisabuelo estuvo a las órdenes del
mismo Cid Campeador.
Para separar oraciones largas que son parecidas y están escritas en serie:
El cielo está obscuro; la niebla asciende de los valles a la cumbre; el castillo del conde no es más que una
mancha oscura.
Señalan pausa precedida de un descanso de tono, pero, a diferencia del punto, denotan que no se termina con
ello la enunciación del pensamiento completo. Se utilizan en los siguientes casos:
Las cuatro estaciones del año son: primavera, verano, otoño e invierno.
Estimados participantes:
Entre oraciones relacionadas sin nexo cuando se expresa causa y efecto, o una
conclusión:
Perdió el trabajo, la casa, el carro: todo por el juego.
Los puntos suspensivos señalan que una frase queda incompleta o su sentido inacabado. Son siempre tres,
colocados uno detrás de otro y se utilizan de acuerdo con lo siguiente:
Cuando se citan párrafos para indicar que falta un fragmento que consideramos
prescindible:
¡Fue extraordinario...!
Ayer vi algo realmente inusual: ¡una tarde en la Ciudad de México… sin tráfico!
Las comillas son signos ortográficos, que tienen como cometido separar y resaltar palabras, frases, párrafos o
citas textuales.
El uso de paréntesis.
Los paréntesis sirven para delimitar. A través de ellos pueden aislarse palabras, frases o párrafos incluso.
Esto permite aclarar o aportar alguna información complementaria al texto principal.
El uso de corchetes o llaves.
Los corchetes se usan de una forma similar a los paréntesis, pero son menos frecuentes y se ajustan a
determinadas salvedades.
El guion se utiliza para separar palabras o para unirlas, de modo que permite establecer relación entre sílabas
o palabras.
Cuando una palabra no cabe al final de una línea se separan sus sílabas con guion y se continúa en la línea
siguiente: arma-rio, luce-ro, ra-tonera. Asimismo, cuando se necesitan más de dos términos para describir un
asunto, se usa guión: socio-económico, anglo-parlante.
Las formas del discurso.
Entendemos por formas de expresión, las formas del discurso, que son
las manifestaciones de la comunicación en las que utilizamos diversas formas para
expresar pensamientos y emociones.
1. Descripción
2. Narración
3. Argumentación
4. Exposición
Cabe señalar que estas nunca aparecen solas, sino que se combinan entre si.
Descripción
Es una forma del discurso o de expresión, que tiene como propósito evocar la impresión producida por
objetos, seres y paisajes; explica sus diversas partes, cualidades o circunstancias.
a. Descripción técnica, la cual nos da información, y que es esencialmente un texto de tipo expositivo.
por ser una técnica con recursos que evocan a las emociones.
Para realizar un texto descriptivo debemos hacer uso de la observación, ya que esta técnica implica recursos
emocionales. Por ende, es necesario seleccionar un punto de vista apropiado, esto es, establecer lo relevante,
en especial cuando hay muchos puntos de vista.
De preferencia el escritor no debe aparecer en la descripción, lo cual implica escribir con voz pasiva.
Así mismo, debemos tomar en cuenta los principios de la organización descriptiva, los cuales son:
De esta manera, podemos definir detalles concretos, evitando las descripciones con adjetivos que no
desarrollan el tema en lo absoluto.
Narración.
Es una forma del discurso o expresión que tiene como propósito contar una historia en tiempo y acción.
1. Experiencia personal, donde el material reside en nuestras propias vivencias, lo cual implica tener
un análisis juicioso al momento de redactar. En este tipo se selecciona analíticamente la experiencia
que tenga un significado particular.
2. Narrativa de ficción, la cual ejercita la imaginación creativa, con toda la emoción e intensidad para
el desarrollo del tema.
Para realizar una narración de forma correcta debemos tomar en cuenta que la selección del material implica
tener cuidado con suprimir aquello que se considere superfluo o inapropiado.
Así mismo, como regularmente el patrón es de tipo cronológico, debemos tener cuidado en el uso de los
tiempos verbales, considerando lo siguiente:
a. El marco de referencia, es decir el tiempo y espacio donde se desarrolla la narrativa, y que deben
estar claramente definidos.
b. La profundidad con la que abordemos los detalles descritos en la narrativa, deben tener una
coherencia y vigencia dentro del texto.
c. En el caso de la narrativa de ficción, debemos considerar a los personajes, así como el tiempo de
duración de la descripción en la que participan, o en su caso de los lugares y situaciones en los que se
desarrolla su acción.
Argumentación.
Es un tipo de texto que tiene como propósito convencer o persuadir al público para que adopte cierta
doctrina, actitud o que tome un curso de acción.
Este tipo de texto combina la exposición con la descripción y narración, ya que razona y fundamenta con
recursos emocionales para persuadir con más facilidad.
1. Argumentación sobre asuntos públicos, que son aquellos que involucran temas de interés general
o común. Para realizar una argumentación de este tipo, debemos estar bien informados sobre el
tema, así como contar con una opinión personal sobre el suceso o situación.
Formular una tesis. La tesis es una idea central para la que estructuramos
oraciones. Por lo cual debemos emitir una proposición clara y directa, donde se
implique el juicio, y que será aprobada o demostrada.
Evidencias. A partir de las evidencias nosotros podemos reforzar los puntos que
debemos probar con los hechos. Nuestra argumentación debe estar obligada a
saber más del conocimiento común, a fin de que nuestro escrito cuente con
postulados científicos y profesionales.
b. Contenido
Exposición.
La exposición es una forma del discurso, que tiene como propósito explicar a través de enunciados
ordenados y sistemáticos, hechos e ideas. Se dirige hacia la inteligencia y es por ello que utiliza un lenguaje
claro y directo.
1. Definición. Es una exposición del significado de las palabras. La definición más breve, concisa y
que mejor logre interpretar nuestro lector, va a ser la de mayor utilidad.
2. Análisis. Es una fragmentación ordenada de un objeto o de un sujeto en sus distintas partes
lógicas, las cuales son la clasificación, la división, y el proceso.
5. Informe. Es una exposición escrita de una investigación sistemática que da respuesta lógica a una
pregunta concreta. Se organiza sistemáticamente, y se escribe con un lenguaje claro y sencillo.
Al terminar nuestro texto, debemos hacer una revisión detallada en términos técnicos, lo cual entendemos
como corrección de estilo.
La corrección de estilo es un proceso por el cual se identifican los errores de forma y fondo, esto nos
permite corregir e incluso incorporar algunas ideas que hayan quedado fuera de nuestro texto.
Para su correcta lectura, se recomienda dejar pasar un tiempo suficiente una vez que hayamos terminado
nuestro escrito, ya que de esta manera detectaremos fácilmente los errores.
Puntuación. Revisar en voz alta el texto, ya que los signos de puntuación son la
respiración del texto.
Créditos. Si usamos una cita textual no debemos olvidar entrecomillarla, esto para
hacer alusión a las referencias y todas aquellas ideas que tomamos de otros, es
decir citar al autor en el cual encontramos el fundamento de nuestra idea.
Objetividad. Debemos respetar sin alterar las ideas y palabras de otras personas,
sobre todo cuando escribimos textualmente.