Síntesis del Código Iberoamericano de Ética Judicial.

El código Iberoamericano de Ética Judicial nace cuando se reconoció como “un derecho fundamental
de la población a tener acceso a una justicia independiente, imparcial, transparente, responsable,
eficiente, eficaz y equitativa” cosa que inspiro en la Declaración Copán-San Salvador, 2004 a los
Presidentes de Cortes y Tribunales Supremos de Justicia y de Consejos de la Judicatura
pertenecientes a los 22 países que integran Iberoamérica aprobaron en su declaración sexta:
Impulsar la elaboración de un Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial, el mismo aprobado
en la XIII Cumbre Judicial Iberoamericana de Santo Domingo, República Dominicana, en Junio de
2006, De acuerdo a la Opinión Consultiva Nº 5 del Consejo Consultivo de Ética Judicial es de
aplicación complementaria en nuestro País. Los países que la integran son: Andorra, España,
Portugal, Costa Rica, Cuba, Guatemala, República Dominicana, Honduras, México, Nicaragua,
Panamá, Puerto Rico, El Salvador, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay,
Perú, Uruguay y Venezuela. En este código nos encontramos con principios modelos que son
Independencia, Imparcialidad, Motivación, Conocimiento y Capacitación, Justicia y Equidad,
Responsabilidad Institucional, Cortesía, Integridad, Transparencia, Secreto Profesional, Prudencia,
Diligencia y Honestidad Profesional. El alcance que posee el mismo en nuestro país como una valiosa
fuente e instrumento fundamental que, si bien no tiene carácter obligatorio, complementa el Código
de Ética Judicial de la República del Paraguay, en síntesis el Código Iberoamericano de Ética Judicial
aprobado en la Cumbre Judicial Iberoamericana de junio de 2006 constituye no sólo una
herramienta valiosa para la interpretación de las normas de nuestro Código de Ética Judicial, sino un
instrumento de aplicación supletoria para el sistema de responsabilidad ética vigente para los
magistrados judiciales de nuestro país.