Diferencias y semejanzas entre Ambos Tribunales

La primera diferencia que podemos recalcar es que el Tribunal de Ética para Funcionarias del Poder
Judicial está dirigido a los funcionarios del Poder Judicial es decir al personal contratado,
practicantes y pasantes pero el mismo no va dirigidos a los jueces y juezas ya que los mismos
corresponden al tribunal de Ética Judicial para Magistrados. Ambos tribunales tienen un mismo fin,
pero se diferencian en a quienes van destinados. En cuanto a la integración el tribunal de ética para
funcionarios cuenta con 9 miembros (3 jueces o ex-jueces, 3 docentes universitarios y 3
representantes de la sociedad civil), cada uno podrá ejercer el cargo por un periodo de 3 años,
podrán ser reelectos por 2 periodos más, alternados o consecutivos, mientras que El Tribunal de
Ética para Magistrados consta de 5 miembros (3 ex-jueces, 1 abogado que haya ejercido durante 20
años, 1 decente universitario). Tienen semejanzas en la designación, Ya que los miembros de ambos
tribunales son designados por la Corte Suprema de Justicia también en el Juramento ya que ambos
tribunales realizan el juramento ante la Corte Suprema de Justicia. En cuanto a remoción los
miembros de ambos tribunales serán removidos por unanimidad de los demás miembros del
Tribunal, previo proceso sumario, por mal desempeño de sus funciones o pérdida de la idoneidad
requerida para el cargo también en la honorabilidad los miembros de ambos tribunales deben gozar
de una honorabilidad notoria en la incompatibilidad y carácter honorífico, los ejercicios del cargo en
ambos tribunales son de carácter incompatible con todo cargo público permanente y remunerado,
salvo los de carácter docente o de investigación científica. También es incompatible con el ejercicio
de actividades político-partidarias. La función es de carácter honorífico y sin remuneración. Y la del
deber de excusación, los miembros de ambos tribunales tienen el deber ético de separarse de su
función, en caso de que existan causales de excusación con el funcionario o magistrado denunciado,
sin perjuicio del derecho de éste de recusar a aquellos por las mismas causales.