Migrel Ildefonso
POtr,SIA SI DICtr, TODO:
tr,SCIJCHANDO LA VOZ Dtr, LOS
NOVtr,NTA
I-a poesía de /os nouenta, sas características, experiencias 1 propuestas, en esta
entreuista qae realiqada Mrguel Ildefonso
milenio.
<Para sentrr que existo v no sólo como
negacirin de la nada que se repite en el
inccsante error cle los/ subyugaclos, vo te cliré
entonces la alternativa petdida de los orígenes
que no es una barbarie abierta c¡ue/ se expresa
mrnera clramática en el cle stierro
f*:ifd.
Davicl Abant<r, en e.¡tc antbianle de ciúad...
efinitivamente en la década
del 90 algo cambió en el
significado dc la poesía, en
la manera dc ser poeta v en la forma
cle haccr crítica. Pensando en estos
fenómenos cultr-rrales, poco estr-rdiados
hasta el día de hor', la noche del 30 de
encro del 2004 se dio a cab<¡ esta
convetsa en un lugar de Lima, en un
piso 1(r desde el cual se podía ver tocla
so .$lercuums
¡
a poetas de la generación
la capital; más allá, la periferia de los
conos se podía adivinar, y más allá el
Perú todo (el Pcrú es una experiencia
personal). Roxana Crisólogo, autora de
cle Abajo, sobre el cie/0, Aninal de camino;
Ericka Ghersi, Zenobia o el anciano,
Contra /a aasencia; Rodolfo Ybarca,
.\'infonía del caos, Vómitos; Leo Zelada,
Deliiun Treruen¡, Diaio de un ciberpank;
Carlos Villacorta, [:/ grito, Tríptico; y
David Abanto, crítico lite rario,
clialogaron l discutieron a lo largo cle
trcs horas. He ac¡uí la cdicirin clc lo que
se dijo:
LOS GRUPOS POETICOS DE
LOS NOVENTA (LA
CUESTION POLITICA Y DE
GENERO)
<FIasta ahr>la mc preglrnto para c¡ué sirvierc¡n
t¿ntcls años cle caminar en círculo>
Roxana (-risólogo, Aninta/ del canino
Villacorta: Inmanencia nace cn el
No era cla:a la idea de ser fyupo, y
98.
por lo mismo, luego, se disolvió.
Nuestra preocupación era el lenguaje.
En La Católica veíamos la poesía com<;
hijn de Cisncros, para nosotr()s csc tipo
dc lenguaje se había agotado,
banalizado. Lucho Hernández era otro
clue había pcrdido su scntido original,
entre el humor televisivo I'la anécdota
de fn de
urbana. Teníamos en lá cabeza lo <1ue
había hecho Echarri, no conocíam<>s
mucho de los noventa. Por oídas
conocíamos a Neón, a I{aterba.
Regresamos a Westphalen, a Moro, a
Eielson, a Adán. Ese era el lenguaje que
nos interesaba. Reivindicar la palabra:
Tralk, Holderlin, Rilke.
Zelada: Neón nacc en 1990. Tuvcr
una intención de sacar un manifiesto,
una nueva propucsta literaria. Pero fuc
posmoderno, porquc si bien yo fungía
dc lídcr, cra Lrn no-lídcr prrrquc carla
uno mane jaba su cstética. Hubo
diferencia con la propuesta de los 80,
que era político ideol<igica; también
difercncia con la retririca dc los (r0.
Hubo más bicn un lccrcamicnto a
Hora Zer>, la propuesta primera cle
Verástegui, también con la propuesta
de los migrantcs, lo undergrounci, la
lírica integradora. En los 90 hubo un
retorno al espacio público, clue
convoc¿ba a un público heterogéneo,
más allá de las Universidade s; a
diferencia de l(loaca que se
cr>ncentraba cn Quilca. En ese tiempo
había que entrar con el pie en alto,
porcluc había gente anterior que <1uería
negar la existencia de una nueva
generación. Neón fue el último grupo
que pretendici ser un grupo literario, el
que lo ha1,a logrado o no queda para el
juicio de la historia.
 Ghersi: clijiste alEo sobre los
rnigrantcs.
Zelada: h,n krs 70 hubo el discurso
de los migrantes con Flora Zero, cn los
90 el discurso es de los hijos cle los
mrgrantes que crean una nueva poesía
librc de complejos v prejuicios,
cnftrentándonos al discurso oficial.
F,jemplo, Oliva y su propuesra urbana
marginal.
Crisólogo: Noble l(aterba no fue
Lrn grupo al estilo Nerin. No quiso
e laborar un manifiesto,
porque cra
difícil conciliar posiciones diferentes.
Un l¡ando creía en la caída de las
ideologías v el orro no. A mí, como
mujer, me fue difícil trabajar con un
Erupo androcénrrico, donde estaba
mLl\¡ marcado cl punto de vista
masculino. Fln Necin sucedió eso con
Isabel Mata, en llstación 32 con yuli
Tinoco, también. Los medios a)/uclaron
a encasillar la poe sía cle las mujere s al
tcma del cuerpo 1, el crotismo. E,so
invisibiliz<i propuesras que se apartaban
cle ese clichó v que cortaban con los
80. El primer libro de Monserrat, de
Ana Varela se apartaban de esa
temática. Si 1'o hubiese sido de los g0
tal vez hubiera hecho cso, p()rcluc era
cntonccs una mane ra de gritar y
maniFe star una posición politica. F.n los
90 ya no; conrinuarlo sí, pero ciescle
otro punto de vista.
Ghersi: En la U. Dc Lir¡a sí hubo
la participación dc mujcres porquc no
había esa tradición de grupo como en
La Católica o San Marcos, con poeras
hombres quc los respaldan. No tenía
Facultad de Literatura, por lo ranto
todos los que se acercaban al taller
literario eran sujetos que estaban en las
mismas condiciones. No había
iiderazgo. Los aglutinaba el c1r-rerer
escribir. Los primeros organizadores
fueron Bellarin 1, Rocío Silva
Santiste ban.
Ybarra: Lo c¡ue he visto en lc¡s
grupos es
lluc culrrían un vacío, eran
cftrs o tres nomás los poetas. Eso me
hizo desconfiar de los grupos. pcro sí
sabía dc los grupos, cso cle la poesía
masiva, de los recitalcs; pero eso para
mí no era poesía. Poesía es cl texto cn
sí, el resto es populismo poético.
Zelada: Pero tú pcrtcnccistc
Acdosmil.
Ybarra: Ircrtenecía a la ¿\ne¡
también. A fines dcl g0 sc formri
Aedosmil, ahí estabar.r Benavente,
Aponte, Bradio, pero jamás creí en
ellos. Mc nombraron presidente
incluso, pcro esa experiencia, que fuc
de unos mcscs, mc hizo vcr quc no
ayudaba mucho, excepto el leerse,
compartir libros. Dcsdeñábamos la
tradicirin peruana, desde Flinostroza,
Cisneros, Verástegui. La mayoría de los
poetas peruanos habían asimilado
poéticas extranjeras, pound, Eliot. t.r-o
había una corriente peruana. Lo que
de;ó Vallejo, al fin y al cabo, .1,_,. nc, f.,.
mucho, fue una curva quc sc fue
al
sótano. Paz en los Hiias del /inole dedica
poco a Vallejo, \¡ cncima lc dice c1r-re n9
fue un gran poeta, que tu\¡o crrores.
También una visión chauvinista nos
hacc daño.
Zelad,a: Uste cles te nían la visión cle
la poesía social.
, Ybarca: Y partidaria v política, <1ue
lindaba con lo panfletario. Demasiacla
emoción política y poco talento. Las
a reuniones eran clc mucha cliscusicin.
.ShbcütcDns 5l
 Julio Chiroque con sus Gallo¡ uigihntes
fue importante en Aedosmil, quien
muriera arrollado por un tren en Puno,
aunque dicen que luego le encontraron
r¡ na bala en el cuerpo. Chiroque
pcrtenece a esa corriente trágica de los
90, con Oliva que murió atropellado,
Tomas Ruiz que se dejó morir, Elí
Martín, .Josemari Recalde.
CARACTERISTICAS DE LOS 90
(POESIA DESDE LIMA)
<Una tormenta está por a.cabar. Otra se
viene. /Miro sorprendido la naturaleza
retorcida del ser. /Niego mi pertenencia al
árbol genealógico. /Desciendo del yo
execrado y viperino.
Desciendo y vuelvo al árbol de lo prohibidor
Rodolfo Ybarra, Por la boca mmrtos
I-eo: Hay un retorno a la propuesta
lírica, r' una nueva estética de la
posmodernidad. Algo que pasó en los
90 fue el paradigma de unir vida y
poesía: los de Neón (Oüva, Vega, Eli),
Tomás Ruí2, Josemari, asumieron la
poesía con intensidad.
sz $rro*r
l
Yba¡ra: Todos querían ser poetas,
Presentarse en recitales. Pero luego
quedaron pocos. La búsqueda de la
perfección hizo demorar la publica-
ción de sus libros. Hubo carencia de
editoriales.
Crisólogo: Yo discrepo con Leo en
enn paÍ^
que la mayoría de los recitales
los aspirantes a poetas. Ante la
proliferación de poetas se abrieron
espacios: Mammalia, Anea, etc.
Ghersi: Las editoriales no apo-
yaban a los nuevos, sino a los
conocidos. Se corra la llegada de übros
extranieros, por eso se relee a los
peruanos: Varela que fue reeditada por
el FCE.
Villacorta: El intimismo de los 90
es un rasgo. La preocupación personal
por el lenguaje. Y la vuelta a la difusión
de la poesía.
Abanto: La experiencia urbana se
da en pequeños grupos, exclusivamente
en Universidades. Hablan de poesía
peruana, pero de esta manera con-
tribuyen más bien a mantener las
irregularidades que se han señalado con
respecto al fenómeno de la divulgación.
Si dentro de los mismos creadores
existe ese paradigma de centralizar la
experiencia cercana para referirse a la
nacional, este prejuicio, es obvio que
dentro del público no especializado
esta idea se va a perennizar. Tiene que
haber una actitud más flexible del
creador al proceso creativo, más libre,
no tan rígido. Yo he üsto una üsión
adanista, como Neón que habla de una
tradición de la ruptura, que viene cn
realidad de mucho antes, del siglo XIX,
luego con Chocano, la poesía masiva.
Algo que me gustaría destacar de la
tradición es la experiencia de la revista
Amauta, que tuvo aportes políticos,
estéticos de renovación ligados a las
provincias.
I-A E)GERIENCIA
INDIVIDUAL (I-A BUSQUEDA
Y LA INFLUENCIA)
<No es pasión Io que busco.
Pasión fuiste en el momento iusto.>
Ericka Ghersi, Lo pffdi¿r txw nombre

Leo: Empczó cn San Marcos.
Profesorcs comri lJenclezú, Belli,
Ilonccros, trlartos. E,llos hablaban de
crimr> ellos r-e í¿n la literatura. Allí
c()mpertía con orros jrivenes el diálogo,
las lccttrras, Ser poeta es lo máximo.
Sicrnprc he estado cn contra de la
palabra tcxto, es algo anoréxico,
reclucrora de la pocsía a la palabra.
csc sentido me consiclero Romántico,
cluc viene cle Alemania, InElaterra, los
malditos trance scs. f.istol, cn c<tntra clc
la pocsía pura. lrl pocta vivc la poesía.
Ybarra: Ils tácito <1uc cluien escribe
vive. ()scar Wildc clecía que para
cscribir como pocta hav clue vivir comr>
p<>cta. Pero ha1'c1r_rc lccr, también. \b
creo cllre la palabra texto es neccsaria.
FIa sido dcsdeñada por aqucllos que no
conoccn la poética ni la estética, por la
falta clc lccrr"rras. Mi experiencia
alcatoria, que vienc de clados, que se
tiran cn Ia mesa. Lccturas variaclas,
llukowski, Ilar-rclelairc, pcro otros más
ocuitos. No los veía en las Uni_
r-crsidades. l,os tallcristas cran apren-
diccs clc srup()s, cloncle habían
I
f
st
6Á1
catedráticos qr-re crcían sal¡e r toclo. No
tengo un libro dc cal;cccra, tcngo
muchos, de rnuchacho leí a C<;llin
Wilson, a los inslescs, a los bcatnil<s,
Ginsbe(¡ cllrc se me cayó luego.
Crisólogo: Itmpccé en Iiatcrba
como va dijc. No estudié literatura, por
eso leía toclo, pcro más narrativa. yo
Iln cstaba compromcrida políticamcntc,
pero rni pocsía no iba por ahí. B,stuclió
cn la Villarr:eal cloncle tuve problemzrs
para rerminar. Me fui clel país y
es<r
permiti<i rcflcxionar, distcnclcr csa
violencia política. N,Ii primer ljbro toca
cstc especto clc la violencia. pcnsé, sc
iba a entcnder más dcsclc la clistancia,
p()r eso clemoré en publicar tar.nbión.
Ghersi: Venso de las Cicncias cle
la Comunicación. El primer libro sc cla
en el momento cn que sicnto mi
es posición política. Iln estc libro la
cxperimentacirin se da cn cuanto l
temas. El segundo libro iba a salir cl
98, pero clemorrj hasta cl 2002. Acluí
hay rnás expcrimcntacion ,,,crbal la
\,
v()z sc frlgmcntr. \li por.sí:r sc
influencia por la anglosajona: pouncl,
Eliot. También Stcin v N,[oore, c1r-rc
ticncn clLrc ver con la cucstitin cle
géncro, con mi búrsc1r_rcda c.le un espacio
pcrsonal en un mcclio masculino.
Villacorta: N{i prirner rrtorrcnto es
con Inmanencia, cluc fueron clos libros,
fue un aprendizrje {¡rupal. Dcspués mi
búscluccla está por la comunirin de la
pcrs()n¿ con sLr cntorno, kr cluc significa
vivir en una urbc cr¡mo l_ir¡a. I-le leírlo
,lc t,,d6, pcrrr l\[6,.,, cs t¡Lricn mc
cncanta, es clemasiac.lo. [_co tambión
narrativa, la italiar-ra rrlás.
I.AS NUEVAS PROPUESTAS
(PODER Y FRAGMENTACION)
<¡\t¡arg:r e s la virla tlc
r-rn pocta / r.nientr.as
esctibc sotcrraclo cn cl a\.crno))
Lec¡ Zcleclt, Prtí/ic¿t
Leo: Rctorno a la esfcra íntima, y
la fragmcntaci<in social. [il tcma clc la
i-rlgmcnrrción socirl mc intcrr.sr r nir.t.l
pcrs<rnal. Milillro lo problcmati 2,,t. llat.
gcntc que crce cn r-rn a iclcnticlacl
nacional, \.() n(); otros cn iclcnticlarl
$bcucbra$ b3
 En un contexto de
lin-reña, yo no.
fragmento no se puede hablar de
conccptos csenciales.
Abanto: ¿Y cirmo hablas de
gcnerácií)n?
Leo: F,n todo caso uno habla
hermenéuticamente, al hablar de uno
hablas clc todos. Lo mío es la
fragmentacirin social, eso es De/iriun
Trentent, sobre todo el final que es como
un guión de cine. En los 90 no hay
urandes libros totalizantcs. E,l internet
está gencrando un nuevo tipo dc
cultura, visual y minimalista.
Ybarra: La fragmentacitin viene de
mucho antes, dc los 40,.Nfatos Mar
habla cle la fragmentacirin dcl
crecimiento de las cir-rdades. Los 90
sería el colofirn de lo que se hacía en
k¡s 70 y 80. Si no se aclara esto podría
crearsc un falso piso por el que vamos
a seguir.
Villacorta: La fragmentación es
también por la reducción de los grupos
en espacios peclueños y cerrados. La
poesía pot ahí que sc vuelve intimista.
Ybarra: Esa es una visión macro.
Pero cxistc un podcr quc n() pcrmitc
que cl arte, la poesía se desarrolie.
Villacorta: Entrar a los medios
también es difícil.
Ybarra: Luis Brito García dice c¡ue
los verdaderos grupos <¡ue pueden
enfrcntar al sistema son cstos grupos
minoritarios como los homosexuales.
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Zelad,a: Yo tengo un flran
descreimiento de las vanguardias
políticas, estov en contra de lo que fue
la guerra interna...
Crisólogo: Pero al decir <guerra
interno estás usando un término usado
por Sendero, podrías usar un término
técnico <conflicto armado>.
Zelada: Qué pasó con Scndero, su
dirección vivía en lugares lujosos de la
capital, mientras sus llases morían en
el campo. Por eso a mí que no me
\¡engan con cl cuentazo. La mayoría cle
los dc izqi-rierda lucran con las
ncccsidrdcs ticl pucbl,r.
Abanto: Lo que hasta ahora se ha
qLrerido subrayar cs deflnir el context<r
en rclaci<in con las propuestas
o por
individu¿le s. Por ncgacirin
accptlción. veo quc cxistc unl
rcferencia al contexto que marca la
propuesta personal. Propuesta criollcr
moderno. Lo romántico es
exploración de lo indtvidual en la
sociedad sin dcsprenderse de esa
exploración. Me asombra que descle la
perspectiva poética, toclos aplauden el
inf<¡rme dc la Comisión de la Verdad,
que dice clue los 90 fue una época
perdida; sin ernbargo en cl aspecto de
la litcratura habría que reformulado.
CODA
<¡\hom mc alcjo v escribo cn l¡ ciuclrd dccapiracla
con srr cabeza tambaleánclose cn nris brazr¡s
Palacio del Alm¡rante. sede d6l Museo lnka
con cl pétrco rnt¡rc¡ cle sus ruinas.>
(larl<¡s Villacorta, Iluteo en la iuld
Hasta aquí fuc la mitad de la
c()nvcrsa. Iin la segunda parte se
tocaron varios punros más e specíficos.
Sobre si hav crítica litcraria en el Pcrú,
no había mucho <.¡uc c{iscutir, la opini<in
es gcncral. Zcladt dijo <no e xisrcu,
adcmás, a su criterio: <los únicr¡s
críticos que )'o conozco, dijo, son los
de Declo Crítico.> Se trat<i también de
por quó en los 90 no hubo el mito clel
poeta jor-en consaErado, cs decir por
qué no se siguiri es¿ tradicirin cle
Eielson, Heraud, Cisncros, Ve rástegr.ri,
Chirinos. Una rcspuesta dio Crisólogo:
<ha sido por la situación social crítica,
demasiados hechos complejos para
f<¡calizar en un solo poe ta.l). Por su parte
Ybarra: <En los 90 es difícil coger cl
rcferente e\acto para unir todo>.
Ghersi: <vino l<> del Nfuro de Berlín, la
caída de las idcologías, rodo eso se va
la
filtrandr> en la generación nueva, hay
muchas cosas nue\¡as en qué mirar para
asumir ese rol de genio creador>. Y
Villacorta: (en los 90 no hay el Eran
libro, pero sí una obra intere sante quc
r.a creciendo, es un proceso.) El restcr
de la conversa abarcó, de manera más
prccisa, el asunro de los libr<ts
represcntativos dc los 90, las nlrevas
propuestas poéticas y la cuesticin cle la
poesía escrita por mujeres. Pero la
publicación de dicho documcnro será
para otra oportunidad. I
MUSEO
INI(A
Horario de Atención:
De Lunes a Viernes:
De 8 a'18 horas
Sábados y Feriados:
De9a16p.m.
Cuesta del Almirante 103
CUSCO