Está en la página 1de 37
SEE La psicologia social en la industria por J.A.C. Brown FONDO DE CULTURA ECONOMICA ‘México INTRODUCCION El titulo de esta obra indica acertadamente su objeto. Se ocipa fuudamentalmente de los aspectos emociona- ies de las interclaciones humanas en la industria, sin «que pretenda ser un estudio de psicologia industrial pro- Diamente dicha. ‘Tampoco se propone especficamente Gar detalles prictios sobre To que pudiera hacerse para nigjorar las condiciones de la industria. Lo que he tratado de hacer 6 preseatar ala consideracin del ge- Tente de fabrica, dal jefe, de personal, del “ingeniero de tiempo y movimiento” y del lego ‘que se intercse, clertos apectos fundamentales de la “naturaleza huma: na” y de la organizacion social, que debe tomar en ‘cuenta ctalquiera que intente reorganizar la vida fabri TEn in lbro que toca tal vaniedad. de disiplinas —psicologia, historia, medicina, antropologia, economia 9 direc de empresar— mucho deo que se dice pa Teceri sumamente elemental a los expertos en una tia de estas materis. Confio solamente en que no pareaca, ademis, ertinco. JACB. I OJEADA HISTORICA La preocupacién cientifica por el trabajador manual y sus problemas es de reciente origen, aunque dispersas referencias a la materia pueden rastrearse en épocas re~ motas, Desde el punto de vista de la medicina indus- tral, 1a monografia de Paracelso Enfermedad del mi- nero y otros padecimientos de los mineros, publicada en. 1567, ¢ un hito importante, pero el libio de texto ‘mas antiguo parece haber sido Enfermedades de los ar- tesanos, de Bemardino Ramazzini (1633-1714). Bor su parte, el psicélogo industrial puede pretender haber estado representado en cl siglo xv1, El libro del médico y humanista espafiol Jun Huarte, Examen de ingenios, fue el primer intento de estudiar lo que ahora se eonoce ‘como orientacién vocational, Huarte reconocié que las personas varian en inteligencia general y en habilidades ‘especiales y recomendaba que se hiciera un esfuerzo por descubrir Las inclinaciones especiales de cada individu, ‘eon objeto de que se le pudiese impartir la clase de adiestramiento a que mejor se prestaba. Importantes studios sobre trabajo, movimiento y fatiga fueron efec- tuados por los fisidlogos Coulomb y Marey en los glos xvn y xrx, respectivamente. Pero la modema psi ologia. industrial mo podia comenzar hasta que. la psicologla general legara a ser ciencia experimental; su- eso que data de 1879, cuando Wilhelm Wundt fundé na Universidad de Leipig el primer lborstorio ded cado al estudio cientifico de la conducta humana? ‘Antes de esa fecha, a pesar del trabajo de hombres como Weber, Fechner y Helmholtz, la psicologia era 1 Lor libor de texto de_picolgia invaiablemente, conceden ‘una gi iportancis papel dcscmpesado por Wondten cl eta. become de I picolops cialis experincatl, cual no hace justia Francs Galton, (18221911), que 0 solsente fonds la 0 2 ‘OFEADA nsrORICA ‘considerada como una rama de la filosofia,y Ta informa- ‘ién de que se disponia se basaba en teorias de gabincte, © bien era el resultado de una observacién y una intut cién mis © menos sagaces, Los répidos avances efec tuados por las ciencias fisicas del siglo xvit en adelante, desviaron la atencién cientifca de los problemas més especificamente humanos, y_no fue hasta los primeros afios del siglo xx cuando se hicieron intentos de aplicar eerie iste piven gee industria, Uno de los pioneros en este campo (aunque 19 era tin psiedlogo adiestrado). fue Frederick Wins- low Taylor, cudquero de Filadelfia, conocido por sus colegas como el “Veloz” ‘Taylor. Cando estudinte Taylor fue an, miembro enty siasta del fe beisbol, y estu nica juego con Ta chriondad y empederimiento tpicos de todas sus aventuras posteriores. Pronto descubrié que cl método de tiar le pelota por debajo del hombro, de uso general entonces, era inefectivo, y procedié. a sus- tituirlo por el método de lanzarla por encima del hom- bro, el Gual segin dij, “dio resultados”. Cuando otros jugadores protestaron contra el nuevo estilo, angumen- fando que no estaba permitido por las reglas del juego, contesto qu, en todo caso, las teglas deberlan ser carn” biadas, con el resultado de que el método de Taylor acabé por ser universal. En tenis, igualmente, disené su propia raqueta (en forma de ) a ual, sin embargo, pr eiciente que haya podido ser, todavia no haa sido aceptada por los acérrimos tradicionalistas que practican ese d Si Taylor hubiese seguido go- zando de buena salud, no habria sido mas que una spina clavada en el costado de sts compatieros depor- tistas, pero siendo atin estudjante empezd a padecer de la vista, por lo que st médico le aconsejé que abando- iene de la eugenesiay sino que ided nuevos métodosetadsios Fs ein de dena inal, etude tas Siem herediaria del talento, etnvestigd la imagincin y ls seat ‘el oido del afte. ‘OyEADA msTORICA B tase aide de hacer una carer univenitatiay que en ae oe apes tbjo mane fe “io de su sal sum0s mas tard yués de habe tomado vavior unc de hiestsmicato'ce make fas tenis yobtendo alguna experiencia en dfereats Empl, Teer a st ingenio fe dels ene Brea Migiale Iron Works. Bn esta poscn, encod de que el modo tradicional de hacer las cosas era a menudo deficiente, y que en la industria, a dife- icia del deporte, la fe Seite sae: Tam- 1ot6_que, en tanto que el industrial tiene una eves Q0 roe Je ohare ae see “a conocimiento comparable sencia de les tabayjadors vider: tases Shes pallets Soe ee edicts un ober tealmeite cape, en ua ope ada, trabajando “como se debe”, aarti tendria centonees um estindar muy util, por medio del cual po- dria cstimar la eficiencia de otfos empleidos al ejecutar €l mismo tiabajo. Se ents. cmine par i Sie re epee de cada traba- jad y Ia ong lentes del trabajo pera aie “oh ae on led gi de : objetivo, Taylor eno en akin Secon tions leases Bee 2) ‘Selecionar los mejores hombre paral tra jo. 2) Tnstruiclos en tos métodos més eficientes y ‘os movimientos més econémicos, que debian aplicar_a su trabajo. 3) Conceder incentives en forma de salarios mas altos para los mejores trabajadores. Estos postulados fucron puestos a prucha inicialmen- te en un famoso experimento efectuado por la Beth- chem Steel Company, de la que Taylot habia sido nombrado ingenicrto consultor de ditceciin de empre- “4 ‘oyEaDa msrOnica ‘25; fue, por cierto, el e los muchos que ha- brian de ostentar ese titulo, Encontsé que sctenta y cinco obreros cargaban en furgones de ferrocarrl um io de 12 44 toneladas de lingotes de hierro por Gabe ca dia, Despds de una ohenacin, atts iota de la operacion, Taylor decidié que era posible que ce toncladas por jomada. La gerencia de la compatia, tStndo seTe pis st opnidn, tehsd creer que cual ‘quier trabajador pudiera cargar mas de 18 a 25 tonela- das al dia en cicnstancias ordinaras. ‘Taylor, entomces, se dispuso a demostrar la validez de sus opiniones ‘Con este propésito, seleccioné a un operario holan- és notable por su fuerza ¢ industria y ahorrativo con si salario, y le pregunté si deseaba ganar més dinero. Al contesiar afirmativamente, Taylor le hizo saber que si cumplia exactamente con las instrucciones, obtendria ‘una paga ‘onal a la cantidad de trabajo efectua- do, No habria discosiones, ni répicas, ni deberla tomar injciativas; nada, sino el mero llevar a cabo hasta el mis minimo detalle lo que se le ordenara_cjecutar. Cuando se le dijese que levantara algo, tendria que Te vantarlo; cuando se le ordenase que caminara, debe- ‘fa caminar, cuando se Te indicard que pusicra en el suelo el material, obedeceria; cuando se le permitiese descansar, Io haria. Al final del dla, este trabajador ‘ergs 47 toneladas y media de lingotes de hiro; du- rante los tres afios que permancci6 en observacién con tinud cargando esa cantidad, y obtuvo un aumento el 60 por ciento en su salario. Més tarde los otros ope- trios fueron adiestrados en la misma forma, pero s¢ Aescubrié que, aunque su capacidad productiva subié apreciablemente, s6l0 un hombre de cada ocho del gra- ‘de setenta y cinco soportaba el esfuerzo de car far 47 toncladas y media al dia. Taylor tambien aplicé Sus métodos para inerementar la eficiencia de los obreros {que manejaban palas en la fundicién. Se les instruyé de acuerdo con la clase de material traspalado y se ‘OyEADA misrOnIcA 1s ieron incentivos en forma de salarios mayores pot incxe- ‘mento de la produccién. El primer ingeniero de efi tlenclaconsigtié reduce de 004 140 cl mero de ope- rrios mlecesarios para cargar furgones, con una eleva- én de un 60 por ciento en los salaics diarios, y un ahoro para la empresa de unos 75,000 ddlares anvales, ‘Sin embargo, esta historia de éxitos tenia otra cata Taylor, que se pasaba la vida con su reloj marcador al lado de Tos trabajadores, cronometrando la duracién de sus descansos y de cada uno de sus movimientos, que alteré la disposicién de Ia planta y cambié la manera tradicional de hacer las cosas, no se hizo muy popular. ‘Mos mis tarde, esrbia acta de este period de st ra yo joven, pero te doy mi palabra de que Pept ech ial ed tasgeee eer oe cupacin, la mezquindad y lo despreciable de aquella maldita cosa. Es horrendo para cualquiera vivir sin Bese ine de frente aun Eaajador para no verso tilda, y sintiendo. que cada hom que te redea cs un enemigo potencial”"| El movimiento que, segin ‘vemos ahora, Taylor experd que aumentaria no’s6lo la cficiencia industrial, sino también el nivel de vida y Ia salud del trabajador, les parcefa a muchos de cellos como una forma de exploticién, como un medio de inerementar la produccion para beneficio de los propie tao, Dado qhe el éuto de st abajo se mela, en parte por el numero de tabajadors que peda elimi arse al ser introduces los nuevos metodos, y como el mismo Taylor opinaba que “todos los empleados deben tener presente que toda fabrica existe, en primera y i tima istancia, yen todo tiempo, con el propésito de i dividendios a sus propietirios”, Ja actitud de Tos Heitatadored Wittaiments”sorprendes! uaa envcsligh ines de Taylor ¥ de su sucesor Frank B. Gilbreth sirieron de base a lo que se conoce actualmente como “estudios del tiempo y el movimiento”; en tanto que los psico- logos profesionales se ocupaban principalmente de los problemas de la fatiga, de las condiciones de trabajo 16 ‘OyEADA misTORICA © de la formulacién de, pruebas de seleccién para la ‘orientacién vocacional. Entre los que mas destacaron en ‘este tltimo grupo estd Hugo Miinsterberg, antiguo alum- no de Wundt, y profesor de psicologia en Harvard; en 1913 publicd ina. obra titulada Psychology and Indus- trial Bfficieney. ‘Con la primera Guerra Mundial, 1914- 18, la psicologia industrial adquitié una creciente im- pottancia prictica, En 1920, C. S. Myers, ex director del laboratorio de psicologia de Cambridge, fund6 en Jnglaterra el “National Institute of Industrial Psycho- ogy”, orgenizoci6n. privada, Haca.la misma 6pora,-cl ‘gobiemo britinico promonié la fundacién del “Industrial Fatigue Research Board” (mis tarde conocido con el nombre de “Industrial Health Research Board”). Como en el caso de la obra de Taylor sobre el tiempo y el mo- vimiento, estas primeras investigaciones, provocaron.a meno el reeatimiento de les tabajados que con sideraban que los psicdlogos sc hallaban del lado de: los patzonos y'se cuidaban mis del ineremento de la prov ‘duccin industrial que del bienestar general. EI profe sor J. C, Flugel eseribe en su obra A Hundred Years of Paychology que, “aunque muchos de aquellos estudios “obtuvieron algita éxito real, los primeros investigadores, segiin se admite gencralmeate hoy en dia, adoptaron una posicion crudamente mecanicista, ante sus. problemas; Acentuaron el factor de la produccién en forma dema. siado exclusiva, y asi, convirteron en enemigos @-mu- ‘chos de los obreros, que consideraban los nuevos mé- todos como meros attificios de sus patronos para ob- fener ms abajo con un costo menoc ‘Lo que para el estudioso motemo es més notable de estos primeros trabajos, no ¢s tanto su contenido ‘expecifico, como los supuestos en que se fundan. Es ‘lato que los psicdlogos y los expertos en eficiencia de ‘este periodo aceptaron las actitudes de la dircccién dde empresas que surgieron en las primeras etapas de la Revolucion industrial, y éstas tendieron a formar el fon- do de todas sus investigaciones, Cada experimento se ‘OyBADA musrORICA "7 apoyaba en el supuesto tito de que la naturalezahu- iia pose ier, propiedades fs, que determinan oe lt mayor de les hombres enctntren desagrada- he at trabajo, sean naturimente perezosos ¥ sblo los mucran cl ido y la colicin (lo qe ahora se Hama a grate’), qe bn sempre lene ae a psibe, por el mayor slatio. Porque el hombre eco- bed ca extrania perversion de fs naturaleza huma- ta, ideada po los fisiocatas sesponsible de este cus Gio cs una crfatura raconal que tat s0 fon ante todo para cleuat con exetitad cunts siistccin telefon vn nn deo Beso, que guido de incomodidad poste ext face6n no significa orgllo por Iss props fares el tentimiento de haber realizado algo mi siquier expesa In consderacion de los demas, se referesblo al dinero. Similrmente, la “incomodidad, nose flaciona con las as en ls bores propias, ni con Ta pédida del re peto de los companere sino que rfl solamente el Thedo la mise. El hombre econémico ex compet Gor por nataleza intexesdo ante todo en ist, ¥ fo Tb lich de la vida se ener tenazmente por sobre pasar alos demds; los de ayudar al deb o al miserable, Sr unica preocupicon sla propa supesvencia. Adam Smith, af ocupase del “amor por uno mismo", pine pio gobetnante dela eaciones de la sociedad humana, Eoabes “No es de la bencvlenea del canicero, del teryeceo 0:dl panadero de quienes espramos la €o- mids, sino dela'atencion que prestan a sus propies in- fereses, No nos aiginos s su homanitrno, si al mor que sienten por eos mismos, y nunca Tes habla fos de musta plopias necsidade, sno de sus bene Fos. Solo un mendigo prefiewe depender senciamen: te de In benevolencia de sus congedadanos.” Final mente, semejantehipétesis supone que el hombre s una iguing, un mecapimo (pata aplacat al ortodoxo) do ted en alguna forma de na entidad impress Tamada mente, Pero la mente dé tabsjador no conceria al 18 ‘OyEADA msrémica patrono, ni —contra lo que! podrfa_ suponerse— era ‘causa de graves preocupaciones por parte de los prime- 10s psicélogos industriales. Imaginaban una buena fi- ‘rica como aquélla que produjese con la. mixima eft ‘iencia 2 cambio de un minimo de esfuerzo; aunque con dl correr del tiempo, cuando la salud fisica del trabajador se vinculara al concepto de eficiencia, no importara que tal factoria ideal se pareciese mucho a un ¢stablo mo- delo. {Oué derecho tendria cl operario para quejarse ceanda mae, In ealaclo a Yeti, ‘humedad y todos los factores imaginables de la fabtica © taller fueran tan perfectos? En al resto del presente capitulo intentaremos ras- treat los origenes de este punto de vista, en el cual casi todos los detalles son completamente ‘falaces. No es verdad que exista una naturaleza humana fija, ya sea buena o mala, que determine en detalle la actitud de las personas. No hay prucbas cle que los hombres sean competidores por naturaleza, o egoistas, y existen mu- has otras cosas més importantes que el salatio para el trabajar Los sere humanos no sn miguias en in sentido significativo de la palabra, ni basta tampoco Et'bcen mods amblente pas aceon fcr in as, En realidad, cualquier yeidad que ¢l euadro contenga se retire slo a las condiciones peculiar de cierto pate ses altamente industralizados en el siglo xr« y comienzos del xx. Con todo, es posible afirmar con bastante cer- fidumbre que la diteccién cle la mayoria de ls fricas se sustenta en esos anticuados supncstos. La mayorta de los problemas que el psicdlogo indusiril se plantea suele redictse, por ejemplo, a Ia invenciéa de pruebas seecionar al hombre mis adcouno para cit bor a averiguar si trabaja con la méxima cficieneia y hast {qué punto lo afectan la temperatura, la ilominacién, Ia fhumedad y el ruido en el loca; cudles som Tas eausas de 1a fatign, y cémo pueden eliminarse por medio de inter- valos de deseanso; cuiles son los efectos del fastidio al realizar una tarea monétona, y asf por cl estilo. Es ind OyeADA mistOnica 19 til insistit en que dichas cuestiones son importantes, y ue tales investigaciones, en la forma en que se Hevan a gab, proucen a menndo resultados wes tes, rientras el panorama general no se altere. Sin embargo, te alten con feeuenea, como Elion Mayo deseubns fn sus investigaciones en la planta Hawthome, El tra bajador no es una maquina aislada que produce resulta- dos depenclientes solamente de su estado-de salud fis y.de las condiciones buenas o malas que lo circundan, Es un ser humano incluido en un grupo de trabajo, Por ejemplo, no tiene caso elegir por medio de la técnica mis itreprochable al “hombre mis adecuado para el trabajo”, si no puede mantener sclaciones amistosas con sus compafieros. La buena iluminacién y las instalacio- te de caefaccin sven ien poco si as reacioney entre los trabajadotes y la diteccion son insatistactorias, Calquier gerente 0 supervisor atento sabe lo absurdo aque es suponer que, si cuatro hombres pueden traspalar Cada no 25 toneladas de material divamente taba jando los cuatro juntos podrin traspalar 100., Segura- mente pueden, pero glo hardn? El énfasis en la psicolo- gia industrial se ha desplazado del estudio de los indivi- duos aislados y del medio ambiente, a la consideracion de estados de énimo y motivaciones. En la actualidad resulta claro que el factor més importante que determina Ja produceién cs la actitud emocional del operario hacia gu boo sus compaecs. "Ningin grupo pus ae far com cfciencia a fats el concetor sgh. Bo puede actu en concierto falta Ia confines, ningun ‘grupo puede actuar con confianza si no se halla ligado ‘Por opitiones comunes, afectos comunes e intereses cO- ‘munes.” Estas palabras de Edmund Burke, politico del siglo xvm, contienen Ia clave que debe regir toda Ta ‘modema investigacién en la psicologia industrial. Volviendo al campo de la direccién de empresas, pont dscubntemos que ain se efecian intents para Ia disciplina en sobomes y amenazas, “el pan 0 €l palo”, Pero resulta més evidente cada dia que esas 20 ‘OJEADA misronica sanciones no son ya tan efectivas como antes. Existen, después de todo, limites a ls posibilidades de los incen- tivos pecuniarios, y si la disciplina se ha de basar en amenazas, ¢5 clato que slo dos de ellas son eficaces: 1) El temor al desempleo. 2) Legislcion gubemsmental contra In ins plina, En la actualidad, el primer recurso no es ya prac- ticable, en primer lugar porque parece seguro que cual- git gobiemo futuro del pls s¢ vera compelido hasta londe sea posible a mantener la ocupacion plena; en segundo Iga, lo menos que se puede doi és que te sulta degradante mantener un ejército de desoeupados con objeto de obligar a los demés a trabajar mis. La segunda alternativa se aplica, por ejemplo, en Ta Unién Sovietica, donde, al parecer, Ia industria ¢s considerada como una fuerza part-militar dotada de sistemas de pre- ‘ios y castigos aprobados por el Estado. Sin embargo, oss peronas etarian dispuestas a intoduc te me todo en Inglaterra, El. principal problema al que. se tnfrata ta nds ach cl, ension de ft doe trina del pan y el palo, en una situacién en que los em- pileos se hallan abiertos a las preferencias de las perso- has, y los despidos se reducen a cambios de ocupacin, En forma figurada: e6mo se puede lograr que el buro ‘trabaje, si hay pienso por todas partes y no hay estacas @ mano? El modemo gerente ae fabrica se encuentra Berpljog menudo por Ia aparente indisping, I falta le interés, incluso el sabotaje que parece rodcarlo; sin duda reflexiona larga y_profundamente sobre estos asuntos y se hace innumerables preguntas. Los tinicos Puntos que raramente 0 nunca toca son sus suposicio- nes fundamentales, y si fracasa al buscar las respuestas no €3 porque sean dificiles de encontrar, sino porque sus preguntas estin mal formuladas. Si esos supucstos no deformaran su. perspectiva, veria que el auténtico ‘OyEADA misrontca a problema, lo verdaderamente sorprendente, ¢s que sus trabajadores no estén dispuestos a trabajar, ni dispues- fos a reunirse para realizar un trabajo en comiin en su fabries, y quieren sabotear sus esfuerzos. Visto ast el problema, solo queda preguntar: Qué induce @ esta te a actuar con tal resentimiento-o indiferencia? O en, planteando la cussion, desde un punto de vista negativo, como ha hecho el Dr. R. F. ‘Fredgold en su ‘excelente obrita, Human Relations in Modern Industry: “Bastarla —se dice— que los operatios tabajaran bien hhasta la hora de salida, en lugar de interrumpir Ta Ta- ber var de hora ants para lavas 0 para ame jase a ropa, o simplemente por interrumpirla( cll de ete procelimientovaran slo con la tole rancia del capataz) para que, hubiera un incremento diario de un 3 por clento”. Pero los trabajadores, por tuna u otra razén, no cambiarin de habitos. ;Por qué lo habrian de hacer? “Si los trabajidores —se afiade— no pretextaran vagos dolores en la espalda, cuando real ‘mente no los tienen, elevariamos muestra produccién en tun 5 por ciento.” Pero siguen quejindose. Por qué no lo habrian de hacer? Estas preguntas —",por qué To habrian de hacer?” y “spor qué no lo habrian hhace:?”— no son pura retoriea, Requieren una con- testacion, y la necesitan urgentemente. La modema psicologia industrial debe buscar causas. Si dl gerente de'la fabrica encuentra que sus operatios 2 “Haraganes", debe progantate Ia tain.” Debe no: tr que ellos, como individuos, se hallan lejos de set hrolgazanes cuando cultivan su jardin los. domingos. Por qué, entonecs, son_perezosos en la fabrica? Ade. as, Is holgazaneria dificilmente puede alojarse “den- tro” de cada trabajador. Algunas personas, es verdad, pueden ser “naturalmente” perezosas, ya sea por mala Salud fisca o a causa de una neurosis; sin embargo, la mayoria de la gente no lo es, y seria una extrafa coinci- dencia cue todos los “naturalmente” perezosos de la regién se congregaran en la fabrica que él dirige. Algu- a ‘OyEADA misrémica nas personas son “naturalmente” agresivas o suspicaces, no obstante, no seria menos extrafio que todas llas deliberadamente se dedicaran a molestarlo de consuno, De esto se infiere que la conducta de la cual se queja el Bong debe ser fein de la situacion que l ftece en a fabrica, mis bien que refleo de rasgos de la personal dics individuales. Supongamos que en el ejéreto convi- yen un pelotén bueno y otto malo dentro del mismo reg miento, Es claro que al comandante del pelotén malo no le serviria de disculpa aleger que todos los incom- petentes del regimiento coineidieron en su propio pelo: ton, Inmediatamente se le recordaria, con razén, que “no ay mals soldados sino malo oils”. De ui se desprende. que, enando enteros se conducen mal et instil buscar la casa en pectlaridads ind duaies (como no sca en la personalidad de su jefe). Debemos preguntarnos, pues, qué marcha mal en las condiciones bajo las.cuales esa gente actia? Los primeros psicdlogos industriales dieron por se- guras demasiadas cosas. La estructura completa de la industria, sus tradiciones y supersticiones, fueron act tadas casi sin critica, produciendo la incémoda impresi dde-que los seres hnumanos estaban hechos para set adap- tados a la industria, y no a la inveisa. Por supuesto, el jecutivo tiene derecho a confiar (y la nacién lo exige) fen que el trabajo del psicélogo debe ayudar a incremen- {ar la produccion y Ia eficiencia general, Pero esto. no basta, El psicblogo industrial deberia, como el médico industrial, ser neutral, y no set nunca To que el obrero dkseribe despctvamente como “hombre del jt" Los incrementos en la“‘eficiencia” a expensas de la salud y cl bienestar no son humanos ni, en el fondo, eficaces 2 aue, coma trataremos de mostra postesiormente, no & ninguna imprecisa trivialidad moral alegar que, cual- uice cosa aue perjndique a otros perjudicard. a la s0- Giedad, yen tia instancia a nosotros mismos. Es necesatio, por lo tanto, considerar a la industria en una amplia perspectiva, y primariamente, con el propésito ‘OyEADA misrénica B de observar no solamente su capacidad productiva, sino fsmbién s infcncia social en fox que se velacionan con lla. Nos preguntamos si los hati mejores miembros de ia sociedad, y el problema no es tedrico. Una so- Giedad democritica no puede subsistir a menos que sus ‘miembros poscan un sentido critica y sean inteligen- tes y responsables. ;Procuce la industria gente de esta ase? {0 debemes Convenit con Charles Péguy en que “no hay lugar de perdicidn mejor hecho, mejor dispuesto y mejor abastecido de herramientas; por decirlo asi, no yy arma de perdicién mas adecuada que el local mo- demo de trabajo”? Por otra parte, este problema ha sido también expresado por el Dr. Tredgold, y més valdria Sar sss palabras “Exist... en lgumos lates Tam presién de oue el individuo debe adaptarse al ambiente, ¥ que si no corresponde al tipo —o, quiza més exact mente, a los preceptos de su patrono— mis valdria que dejase el empleo. Advirtamos desde ahora que de ninguna manera sugerimos que no deba estimularse la adaptabili- dad: cvidentemente es deseable y conveniente. Lo que no loes tanto es esperar que la adaptabilidad sea unilate- ral. Quizd diriamos que esta acttud existio (antes de la gucrms), pero que esti cambiando en la actualidad, por 1s sencilla raz6n de que la mano de obra es demasiado Sy Ins condiciones demasiado ges pars pemiti sequear a la gente. Es un motivo cinico para empezat e pronto a considerar al trabajador como un ser hue ‘Sasa, sin embargo, dicho esti, y ahora no necesitamos Gscetr les razones, Por otra parte, no es realmente ‘sos que nuestra actitud coincida ‘efectivamente con Ig comecta. Ya sea que en lo ‘correcto” incluyamos los Gerecinos del hombre, o los derechos de la eficiencia pro- octiva, el hecho es que tendemos a una posicién en (que se presta una atencién considerable, de labios para fuera, 2 los derechos humanos, aungue’ a menudo ten gamos mumerosss reservas privadas. Pero al mismo tiem- po sucede que ea algunas empresas todo lo que se hace por el individuo es administrarle un exeeso de biencstar 4 ‘OyEADA misrOnIcs 4 cucharadas (asi le parece al trabajador), en ver de fntentar estudiar lo que realmente necesita como set Jnumano que es, y lo que desde el Angulo de la eficiencia industrial lo impulsaré a realizar una mayor cantidad de trabajo oe impeit tabs, peo.” Deall'se sigue, entonces, que debemos preocuparnos por las siguientes cuestiones: 1) Cuil es Ia naturaleza del hombre como inidi- viduo y cudles son sus necesidades basicas. 2) Cul es la naturaleza del hombre como ani- ‘mal social y cémo se relaciona con lx so ciedad. 3) Cul es la naturaleza de la industria, y hasta énde se ajusta a lo que sabemos del hombre ‘como ser humano, enfocado social e indivi- dualmente. Tas dos prinieras preguntas sern’estndiadas"en el capitulo slgulente pore momento segutrmos conside: lca a dtnilsig leaaiees ade (SS acids low plaice inet it Kase eae Con vistas a la deserpeibn, eonviewe dials feat inte mer yo ce eae ie ttant ses mil te es fe rae ge Se tuperponen parcalmente entre sla etapa medieval Calg Hae a ero evi Mogi rociere ‘Aumave cada una de estas tres etapas corresponde apro: ene ie petek ca Mee pr tnt locales el chticha detas wcaceriatiipal Eompljos teenoldgicos sticulares, El socidlogo norte amercano Levis Mumford, en su OBEa Tevniy and Givilization, describe el complejo teenaligico,caracte _tsico de la €poca medieval_(ane peristié en diferentes Be compe tal tea Ree alee tecnolégico de la Revolucin i Snie “paleotéenico”. La fase moderna, descrita OyeADA misTéRICA 25 por. Mumford. como complejo “neotéoica” todavia othe alccacdos eu form 7 PERRET capecttes, 9 todavia no ha desptaada completamente al eomplcio Faleotéenico. Notamos en reicin + cada une. ce Eics complcjos teenclogios que tuviron su ofgen en regione definidas, tendieron tliat los propies recur fox y materis primas,poseyeron recusor tipicos pars In ubilzscibn y gencrscton de energa, ovginaron pes articles de (abajdores,adistedes efor eye Ea, desarollzron en ellos Ciertas aptitodes y strofaton tas, y los oganizaron en forma peculiar [Asi a fase fatéenica, por lo que toca a enciga y utlietion de Sater, fue un complejo de modera'y fuera hid bay ie plete fe wom dec Tate paleotlonier ae tn complaa de GabOn y Subir osiers cy oot tetas ye fisidad (y_probablemente’ de encegia attmica):[Una Sesrcteur oe es ctupar; que Muiond mio que formularon ideologias especificas con objeto de explicar ojpatificar su organivacion socal. Aunque la mayer pa felde lo que sigue set sin dada foil al lector, Ben odie auniiao a entender el tasfondo hatrco de ee orgs tereno, petiole con prce: der como se lcrazd el estado seta), yen segunda, Sit Sendo de saludable reordatorio det hecho de. que la Bespectiva del industrial moderne, que ahora se consi: ea “natural” y fruto del sentido comin, no siempre SS peptada ast ee eotecnita o medieval de la industria se ex ‘Sede sproximadamente del ao 1000 d. C.a 1750. Du saote ls mavor parte de este periodo, 1a madera fue el secipal material ntilizado, y el viento y el agua las focates mis importantes de’ cnergia, La energt animal tambien se atilad en muchas operaciones, ET molino Ssdrialico encontré aplicacién para bombear agua 0 smoker grano y, 2 parti del siglo xvit, para cortar hietto asexrar madera: en tanto. que los molinos de viento 4 otilzaron para el rego de los campos. Los metales, ‘per supucsto, provenian de las mins, pero se aplicaban 26 OFEADA mIsTORICA Fre acter! Pere eras pei cise iace saat Slee alee eee el cin oetene fame fee recep aaa eee ee ae aera eee eionee See rer an eee ert eae seanere ees ae re a ee oa ee aoe oe ee meron eee oe ee ae cee tee et Sera emu Core ee een ree Ses eae cee ane ae eee ‘Placiones, abandonaron sus labores agricolas. Los villa- er nies eee ae areata en peas seins OyEADA masrRICA n vicios por pagos monctarios. Hein 1300 casi Ta mitad de los campesinos eran libres. La terrible mortandad ausada por la Peste Negra en 1549 sirvié meramente ata apresurar este proceso, que ya estaba en marcha Durante la Edad Medi Is industria cist nunca cofsiguié hacer algo que no fuera abastecer Ins necesi dades locales, pero el expitita emprendedor de los mer- ‘eaderes no tirdo en engendrar un floreiente comercio de exportacién. zn los primeros dias de Ia economia medieval, fueron los meteaderes mis bien que los ar- tesanos quienes mostraran el camino, pero cuando las condiciones mejoraron, los artsanas los artifice co- menzaron a adquirir mayor importaneia, Se formaron Bes tna pata protege a Kos productres ante istrbuidores. En tanto due los gxemios de mexta exes so formaron con cl objeto primordial de_ ganar bertads 2 Tos nobles feudales, los remics. de arese ros surgicton a fin de proteger los intereses. de sus ‘Bron ef tia coma defor madres, de ‘cuales dependian sus mercados. Pero aparte de cum Pix ests funcidn, los gremios artesanales se esoreaon foccsantemente por organizar la vida comin; sus repla Beaton proteguia a productores y consumidores; sus : utaban de muchas de las ventajs de una Sid modeina fundada nla amistad: incluso alg ‘bos de los gremios mas prosperos sostuvieron escuclas, EStstcson, sobre todo, ch visio la eilidad de trabajo fectaada ¥ 1a igualdid de aquellos que lo realizaban. Les sparatos utilizades por le industria medieval cram So Smples y no eran precisa. maquinaris complicadas ycestosss. El gremio artesanal er tna ssociacion cuyes ‘icmbros poseian, sus propins herramientas y equi Sere En i ia cza et muchacho- ue aprendla"un- ofc, ‘vig com el macstro artesano, ayudandolo en su taller rccibia su instruccion en retuibucién. Cuando termi: ‘aba esta etapa, pasaba a ser jomnaleo, y podia ofrecer ss servicios a cambio de un salario a otros macstros del 28 ‘OyEADA misronIca aficio, Yin étina instanca, coniaba en cstablecrse tomo maesto artesano, cuando hbiese ahortado suf Siente dinero. Taine), en sv obxa Religion and the Rive of Capitalism, mista las pequeias dimensiones de squels primitvas comunidades mdustiales al ind ear que a fins del siglo xm, sm on una gran ciudad come Pars, los 128 gremios sdlo incuan 5,000 macs fron que empleaban eoectivamente a n0 mas de 6,000 O70 jomaleres. Es importante tambien reerdae que Sélo und minora de Tos teabajadores medicals pette evan a. giemios ateama Tin Ingatena, mas de neve décimos dela poblcion estaba foeada por eam pesinesyaungue no em rao encontrar entre ellos certas ocieiones amistos lmadasgremios, so obo ore tascton greml Tawney eee que también en as cu der eben de haber abundado fos trabajadores casas, gue nunca se orgnizron, En Ta cumbre de 0 pode, Tip sremios ateinaes fueron an prbspero instment tn anos de la justia ecm Freeventemente, las Hors de tito dl tanec mach pr le pio amo, tabula cuando queria y dexansabaeuan Se ee esta. Tra prope en y fexpetado por ls comunidad; euyos siembros_ con dade nordbre,¥ por quienes cry st ver, conocido, Fra un Tiembrd necctro part sociedad, orzo fisioa trabajo y de su vail, adaptndes 3 Tas nece Sidades de los cents TL ideo, stra de ideas, vtizad para ex plicato stint organizacion social fenal, er my Eimple: Tawney en labia citada ecrbe que “del st Blobs al xvi desde ta obra del seectari de Becket, En 1159, hasta adel apelin de Enrique VII, en 1537, $e utiliza la misma anslogia pars deveibic 1 sociedad “ina analogia fundamental yevidento—.. el evrpo irumano. La sce cep ian, 8 erganiom compa Spar etna de Tap eles tiene su propia fidn: i defensa, Ia ore clin, el comerio el cultivo de la tera. Cada mem ‘OJEADA mistOnica a bro debe recibie los medios precisos para su oficio y no che pedir més. Dentro de las clases debe haber igual dad si uno ge apropia de To que cacesponde a dos el ecino suftird escasez. Entre las clases debe haber des- ‘gnaliad; de otra manera, la clase no podrs desempetar Su funcion, 0 —extrafa opinidn para nosotros— disfra- tar de sus’ derechos. Los campesinos no. deben abusat de las clases superiores. Los sefiores no deben despojar 2 los campesinos. Los artesanos y los mercaderes deben recibir lo.que los mantenga en si! empleo, y nada mas En la sociedad medieval no habia absoluta division entre Ja csfera religiosa y la cotidiana, Se suponia que cada éfera de accion se Sometia al juicio de Dios. Este punto de vista condujo a las dos premisas que fundamentaron 4 pensimiento econ6mico medieval: primero, que todos las intereses econdmicos estin subordinados al fin teal de Ia vida, que es la salvaciOn; segundo, que en Ta con Gusta econdmica y personal, ls reglas morales son def sitivas, La usura estaba prohibida y las ganancias no Gebian exceder al salario del artesano. Las riqueras, de- 2 San Antonino, exsten para el hombre, y no el hom. Bre para las riguezas. De agui el concepto del “precio esto”, basado en el valor intrinseco de ta mercancia € independiente de factores tales como las preferencias Seaividuales y Ja escasex material, En el mundo medie- ‘sa las transacciones financieras, la competencia, Ia. mo- SBited social y Ta organizacion en gran escala jugaron Sees muy limitado, Le Edad Media, apenas es necesario decitlo, no fue = Sein sentido’un mundo ideal. Las condiciones SSeS en muichos aspectos fueron como las que pre SS Stelmente en Asin el pueblo wan ehozs smserables. l campo cra asolado por las plagas y la Seeckdad y Ua superstcion crm ingrtientes Comune de Ee mada daria. Los conceptos morales a que nos refer smcs estaban lejos de llevarse sicmpre a la préctica aum- ===, como dice Tawney, quizi con elo no perdian toda = valor, que era pagar al ideal un tributo superficial. 30 OEADA misrOnica En las grandes ciudades comerciales no era rara la com petencia feroz, y los conflictos de clases entre artesanes ‘mercaderes eran frecuentes, especialmente cuando en alta Edad Media apareeid una clase capitilista de tipo modemo, los “‘capitancs de la industria”. Por otra rte, parece probable que las condiciones en Ia esfera je las telaciones humanas fueran a menudo. mucho mejores y mis satisfactoris que To que han sido desde entonces, El Dr. Gregory Zilboorg, cminente historia- dor de la. psiquiatria, ha mostrado en su obra Mind, Medicine, and Man la importancia del concepto de la familia como base de sustentacin de la vida medieval. En el mejor de los casos, existia una actitud afectuosa ¥y obediente no solamente hacia la familia propiamente Gicha, sino hacia los susttutos del padre en la jerat- guia de las clases: el maestro del gremio, el sefior de la sep y finalmente, I autrkad benevol des Ilesia. “Prevalecia el principio de obtener amor, ensefanza y proteccién, y de ser agradecido, amante y responsable a cambio del amor y la proteccién del padre, Ira, casi, la constelacién psicologica ideal de la edad aduita, a juzgar por el acierto en Ia orientacion de los impulos instintivos.”| ‘Aunque una sociedzd en que Ia condicién se fija al nacer parece tener muchas desventajas desde el punto de vista Gel individuo moderne, no hay que olvidar que también tuvo sus ventajas. Se evitaban In angustia y cl sentimento de inszuridad inherent am sociedad competidora en que la condicion del individuo es va ably cada que e sents en su stio¥, contra To que pudiera suponerse, las relaciones sociales entre las diver. sas clases erat mucho mis ficiles que en la sociedad industrial, que leg6 después. El Dr. Paul Halmos en su obra Solitude and Privacy: a Study of Social Tsole- tion lo ha demostrado claramente, por lo que toca a la Edad Media (considérense, por ejemplo, los peresri- nos de los Cuentos de Canterbury de Chaucer), y re firiéndose al siglo xvi, C. S. Orwin eseribe: “Existia. .. ‘oyeaDa mnsronica 31 tuna libertad en las relaciones entre las class social el pas completamente desconocila en nuestios dan le la desigualdad social era aceptada sin discusién Bor ambas partes, la fratemidad ers posible hasta un Paste gue fe sido imposible desde que la Revolucion Ssnccsa explt la det de un orden natu predestina 0. ¥ asi, Parson Woodforde comia con su ste, para satisfaccién de ambos, en tanto aue-el Rev. Porte ebia con el mercer, y después 1o sacaba desnudo de 4 cama, en pos de un “placer inocente’. El Dr. Taylor, ‘Tey’ de’Ashbourne, amigo de Johnson durante toda si ‘a, contaba entre sus amigos a dos posaderosretrados, 4 an quesero, a dos curtidores ya un caballero granjero ‘odes ellos acostumbraban reunirse en. su inansién” {Jotenson's Enslond, editado por A. S. Turberville). El De apunta que “esto no e tan extraordinario ‘como pudiera aparecer al principio. En una sociedad en eels condicién de cada uno esté igidamente definida Eos Bor scender po el socal rato J nonea opatene, ‘no pueden infectar g muchos SBéesdoo Todo el mondo ‘conoce su lugar’ con, Sia, cernads ember de be tcgeidad y la morte esi Decracadamente hemor atguido ef Mo pear ea tcrminos Se paro bienestty material y are Sees grvementc gue un surtido infinite de shares Bees fede 0 tcmprano inintamente fr a (ole See Se duds los bens materals 2 menice a suentes lb felicidad de Ia gente, pero no son su fun- Seeste Uns sociedad no pute crt» monte ae Satie cartes equsos pocllsicn, asf come as be Ss mates iamedta, yen en needs Tris importants etin Tas de tener cond, Sa y foncion. Esto significa que cada mienioo des Sele So operat des abel debe sat &: te momento que tiene na condiebn © posses Sic definda en su comunidad y que desempena une 32 OJEADA musTORICA fancién que, aunque en. forma lige, preci Js fines fiiicecin daceniaetaememinl mee. toca Hammond comentan en su libro The Bleck Age el dex pret que elude del siglo xix sents hata ualguct Peer cu aoeeaueee ee fe woiny guano cole ce pega ge eects si de cn ao ot Pane as Deel Nepoteno,,ptiemable querieoy ellarmeaa, ni dgaba por ello d'valo. Agegtn que “sn emargo, eee ees oe ciate ee esa mena lgebiewisnees eon, arene gobiemo, y- que. bombres.y. mujeres, han vivido con coanimidad bajo sstemas politicos que no silo los dex Dwlaron de sus derechos poiicos sino tabiea de coal ter pretension de Iibead pasonal. Ea tales casos ct Claro os alguna forma) por medio da.cigin ait feos hominy ja eae a eee eet a aero otal faa cectoat eases eee TEN aiguones pot goa digposeinneso dusints Pa aus Fembrs mj Nn de oi na oe Fhe iene pet ape ante poate como vn radon eeu lo gue legs ets team enn na grado pra nel Sete fencnel aly spa fa thee yea Se ee ee eee Tanente tecedon que eno etliyes ‘ogee lot leas fe pial, i'l untied Gaatateeria’ Ni ase Serie oem cattle moments do el despolunes smplemcate seule. que ningun sosetad puede sobre a menoe due jroparcone 2th micas on Sendo de patacn o a ws onttay Ta, mew eficencia ea peter, mata al ono as-epinones teévcts" no euentan para nada eter ee eget ae pe crise task michlonus ingenicos en estar, ame a eee eee feria instil acoermenevnnde eet aa | ) | OyeADA mustORIcA 33 Portancia de la eficiencia pura. La eficiencia funcional Seer sc La een oni erat ate he a qe ‘que cs la del capitalismo, trajo tonsigo muchas un motable progreso cintfico y tex Y por primera vez en Ia historia humana re. e6ricamente posible satisfacer las necesidades bist $5.5, Poblacion entera. Gon el tiempo se elev Penman, be tots Ia poblacdn, de paso la ibe. {24 Personal se incrementd grandemente, y_aparecis posbilidad de ascender y descender por la esis se importar accidentes como el otigen y la casta, ‘atélica perdié su autoridad para ‘coartar la Ge pensamiento y de investgncion cients, do se olvida que en los primers tem: Pos rotestantes fueron aun’ mis titénicas gue al poor de los drdenes anteriores. Peto lv eredcion rcs, Bae es ass eb De ar dere 95 cab epocs motel “dee SS ee rte cam em categoria general”. Los estudias de von Socio of the Rensieneh 's Se ser of Felons hy Cade ‘a cambiar a sSeciados del Siglo vm. El deste el indica tans lclamente en las esferas social y cultural y en aémica, fomentando la empresa privada. En un EaasPio, slo estan como miembros de un grupo ‘0 de un, gremio, pero ahora comenzaron a ter Ssplemente ellos mismos. En las piezas teatrales de Fessipios del Renacimiento, los caracteres dependen 4 ‘OVEADA MisTORICA ante todo de su papel social; son, antes que nada, reyes, soldados, sacerdotes o cortesanos. Los dramas posterio: tes se reiren a pewonas res, La novela, qué es una it de expresion literaria que se presta a fa explora- cin de las pociliatidades pesonal, adquii un pues to prominente? La miisica, hasta entonces convenci nal en su mayor parte, y expresin de actitudes sociales mis bien que personales, perdid formalismo; semejante transformacién. condyjo al. colosal_ individvalismo de Beethoven y sus sucesores. En todos los campos del arte, l formalismo cedié el paso al individualismo, a To ‘extrafio y exético y, finalmente, al subjetivismo ‘puro ‘de la actualidad. En el eampo de la ciencia, Ia medicién fexacta (que es de importancia fundamental para el financier) emperd a adgui so importancia moderna, ‘Todo esto estaba bien hasta cierto punto, pero en algiin lugar ed el camino y ls onscovencias ftom muy tes eras esperanzas de los humanistas da Reucimiente —~"Yrascenso gradual del nivel de: vida debido a las demandas nuevas y siempre erecientes y a los nuevos ‘medios de satisfacerlas, con igui- cotécnica.| Las viejas definiciones “precio justo” y de justicia social. se al Pec rates ee pee mentar también el capital necesario para’adquirir com- en enema ‘oodward, en si. History of England, que surgié un nuievo tipo de negociante “despiadado y sin escripules”, ire pet eaents Getto sentiment ecbigzen te. cia sus semejantes. Si los defectos de la fase’ eotéenica residen_en su rigidez y fala de iniciatva, Tos de Ta fase” Doo a 5 de afecto y amistad que tinfan a Tos individuos. “hk diferencia det stea Teal de la Edad Media, en al cual cada quien oeupaba wm lugar fj en un sistema 2 Véase también AMter the Deloge, de Leonard Woolf. OJEADA msronrca 35 importante os an alta modema." Ber a eo Mberacién de esto y'lo ot ete principio ayniaen “eds Ths ue in aon tds al indviduo de ses semejntes dei Sei ign, Tie ar of ron le Bets boscar muchas de las espucts «I ones © be inquietad en [a industria de le neues y nes SS = Stinuo aumento y dl agudo sentiinvo te Semper y falta de sentido en fe vide te eyes FeSee. Sin dads foto cto ctl intimamente tees ‘sfx de ot ‘guper polos tua’ ea lo delemble dc sus pretesiones legen yeomacadena, Pose a TTS — = setties d doarol de SP, 7 dessbrimicato de ni oes i que una o més personas suministran FEA aitams no dete haber cates deaetadores Ere Socdoscointets de sence a SE eg es, poten « cede Tels SS STEEL See Scena o> Sstactils foron cliinaiat "Canam VA De ‘2d the Decline of Capitan, ' i 36 OyEADA mistORICA, de tejidos de Amiens ocupé a 120 trabajadores, y hacia el afio de 1450 un impresor de Nuremberg empled el mismo mimero, “A principios del siglo xvi, el famoso Jack de Newbury construy6 una fabrica de’tejidos con ‘mas de 200 telates, que empleaban cerca de 600 ope- ratios. Antes de 1660 las empresas en gran escala de este tipo, que requieren la acumulacidn de un capital considerable, fueron haciéndose més frecuentes, especial: ‘mente en Inglaterra. El capital requerido por la mineria aumenté de 100 libras, més o menos, en los_primeros tiempos isabelinos a varios miles bajo los Estuardos. Los de fundiciOn, a un costo de varios miles de libras, aparecieron a mediados del siglo xvn. En 1649 dos capitalistas invittieron 6,000 libras en una fibrica de alambre de cobre en Esher. Un cervecero Tondinense en la época de Carlos 1 poscia un capital de 10,000 libras. Sin embargo, todo esto es silo un ‘esbozo del gran cambio hacia el sistema fabril que se fet durante os sigos xv 5x” (S Ll, Men, Machines, and History). El comienzo de la edad paleo. técnica puede ser fechado hacia 1750, cuando el ccionamiento de la miquina de vapor inicié la v prod scala y exigié ofertas Tye, Wie eaten ae Resale aurora a pron iclmente creible en la actualidad. Mujeres y nits trabajaban.con los hombres rant jomadasinterminabesy vivian apiados entre Ja inmandiia yp nfeccign.Hegaban de una soi la organizacién familiar y se les obli- gaba a trabsjar con otros individuos, provenientes de todo el pais, en fabricas emplazadas sin la menor con- sideraciOn hacia las mis elementales necesidades hhuma- nas, en las regiones donde el carbon, el hietro y otros requerimientos tecnol6gicos resultaban ficilmente acce Sibles. Estas nuevas zonas industriales se bassban a menudo en una actividad iinica, dando por resultado oyeADA nisténrca 7 PoE Sualauier vicisitud de la industria local Nevara a todos al borde de la miseria. La habitacién y dl sane. ‘Sento se encontraban en un nivel de construccién y spantosamente bajos, y los encantos de Ia SSeS se destruian despreocupadamente. El trabajo sate gate, Gs puesto socal, de de sr part in Sssante de la vida del trabajador, perdié todo sentido & convirtié en una odiosa actividad que se evitaba ‘Sempre que era posible. El ordinario era decie ‘= 4 patrono no habia comprado al operatio sino me. 3 ws nae concent. Al sens den lcion industria, s=cjor a las miquinas que a los trabejadores, ‘ios podlan resplnare eines ‘mientras que las maquinss eran mas dt, pene ered con el transeu Jos snndades industisles tumentaton ie ‘ntemas en el 'Ge ens fibrica no podia ya reu- Ssanciat Su propio negocio, y evils Teunicran sas ios indepen- a fcctuar peticones = staf neo ss eo SSS ae Peete Se Lo snd atone eS tee B= pes de jms de ly smo ales Focron explictamente decrees 1s Combination Act de 1799, put ve ae sacro en 1824, gracias aa influences de Fane 38 ‘OEADA misrORica is Place, Los Marttes de TTolpuddle fueron deportados en 1834, no por el acto de formar una wnidn, lo cual rem sino sobre el aspecto formal de que sbian prestado juramentos falsos. (Una excelente re- Tacign de la historia de las primeras uniones de traba- adores se encontrard en la obra de Henry Collins Trade Inions Today, cap. I.) Tampoco necesitamos exami ra el proceso de reforma y la obra de Lord Shaftes que reali26 un inmenso servicio a favor dela disminucion de los horrores del trabajo infantil y fue fn grin parte responsable de la promolgicion de ls Factory, Acts on 1533 y 1842 nomeey | idcologia ppaleottenico derivaba de fuentes numerosasy varaas, la dea de mchos gan des hombres se utiiz6 para fandamentar sus racional zaciones. En 1859, cuando Darwin expuso en El origen de las especies una teorla de la cvolucién basada en el ‘eoncepto de Ta “supervivencia del mais apto”, su tesis, aunque denunciada por teblogos y clérigos éomo una amenaza. para las creencias religiosas, encontré la entu- siasta aprobacién de los industriales (al menos en lo to- cante a lo que tomaron por implicaciones priticas). Se Dh es aera ea lerbert Spencet, por ejemplo, afir- catia dle crt si misma si bien, en vista de que silo sobrevvia el més apto, los menos aptos estaban. condenados a petecer, ppor lo cual los hombres deben ser libres para competir asi demostrar su aptitud para sobrevivir. La compe- tencia_y la lucha incesante se aceptaron como leyes fundamentales de Ia vida. Lo que la teoria de Darwin fue para el bidlogo, lo epresentd la doctrina del laissez faire para el economista. De acuerdo con esta éltima, ideada por los fisidcratas y sostenida por Adam Smith, 44 Pura mayor detalles, viase Lord Shaftesbury, de J. Le y Asia Hamel y Eng the Nicenth Conary, de Dad Thon amber poise a Colecaién Pelican. ‘OyEADA nisrénica 3% Ricardo y otros, se esperaba que la libre competencia [almecad cecilia mins Ce order de Dig’ Et Suse ee ES Marre) Sealed in ae ge eetham 5 peenie oe que siguen influyendo sobre nuestras opi- Se ee Senne sina te esis one he Ee mayor mimero de personas” omitié el hecho at los “bienes” difieren en calidad. Sos- ‘Sala que Jas acciones humanas son en si mismas ‘Stesades y motivadas fundamentalmente por el deseo ee se ne eren Ei steep tolesari trabajo y sulrimientos (los dos se SS oe SG EE Sa Cree ; ae te —— Esta. oct dd Sa ee en ee ee sttedes 28 madustral del siglo xix. ‘de Bentham y su deseo de apl- ‘Seteocse pare di biencstar gencral estaba de Say humanist. Sin cnbage, ‘pocion resultante del ‘hombre eco. ‘gee c motivado exclusivamente por el placer gue encour as ee en ue ron en ella la ley incrita ‘enducts socal , de pro, ls stiionso Seesl de todo acto enderezado al propio interés Lan es Se Seantarimo se unban « menudo para ssscmslicaciin de las duras realidades de la Revoli- ‘See Sedestral,y aun en la actuslidad la creencia en la Seeczsble y cvidente exactitud del hedonismo psicold. o> penctsa el pensimiento de los ‘hombres practicos & © sociedad industrial” (Dr. Gardner Murphy A suficien- —— a 40 ‘OFBADA mIsTORICA Historical Introduction to Modem Psychology). Quies Pope expuso més sucintamente la tesis de Bentham: Asi Dios y la Naturleza formaron el marco general, 'Y mandaron que lo mismo fuesen el amor propio y el toda Muchas de las actitudes tipicas de Ja revolucién leohienica ‘encontinion exprenta Chet Gr TGR “protestant, To cual har-aprovethado los marxistas para afirmar que el protestantismo es ante todo una justi- ficacién ideol6gica del capitalismo. En cualquier caso, 5 indiscutible que existio una relacién entre los dos, Max Weber en The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism y R. H. Tawney en Religion and the Rise (of Capitalism io han demostrado desde diferentes pun- tos de vista. Convenia a la nueva clase mercantil ibe- arse de las trabas impuestas por la Iglesia catdlica me- dieval a la organizacion capitalista, pero la situacion real tocaba planos mucho mis proftnds. ‘Tanto protestante como el capitalista eran individualistas; am- bas ignoraban l espiritu de Ta comunidad. En efecto, dl protestante mantuvo su alma desnuda y aislada ante su Dios, sin la intercesiOn de la Iglesia o de la Comu- ion de os Smtos, Se consdeata Ia religion como tun asunto personal entre cada hombre y su Dios. Los ‘mereaderes capitalistas y los fabricantes quetian libe- rarse de los reglamentos y controles de Jos gremios y corporaciones y del concepto de la condiciGn fija de las instituciones. Querian sustituir la nocion de’ “precio justo” por la idea de que el precio de una rvercancia, 0 dl salatio de un trabajador eran To que se poaia obtener fen el mercado de competencia, “EI comerciante se con- Virtio al protestantismo, no. porque considerase que €l Drotestantismo cuadraba mejor que el catolicismo a los Intereses dest) negocio, sino porque ya. aplicaba_el ppunto de vista individualista a los problemas de la vida 6 Hay tad. ep. IT]. } i i ‘oyeADA musTORICA a otidiana, y una religién que insstia en sus relaciones ¥ tesponsbiidads ‘ndviduates conf Gender too Satie eaeitedcipintual que precsaba. Su rligisdad ra insincera, ni mucho menos; slo seguia el ejem- ter eran od feligion de acuerdo con sus deseos y valores” (G. D. HE Cole, The Meaning of Marxism). ’or supuesto, no hay contradiocién entre lo que cbumos de detiry ln siimacon pateaments Soe edera de que la primitiva Tglesia protestante fue prt ‘ordialmente una revuelta en contra de una Iglesia atélica demasiado mundane, un intento para volver a seligion eopirtual.Segiin Sombart, el protestan: smo fue al principio, “en todos los aspectos un grave piritu del capitalismo”. Sin embargo, ‘sto pueda ser, as manifestaciones pos. Pemiten dudar de que la fe protestante Ja clase comercial emergente y se adapt esspectiva basada en él principio = Desde este punto'de vista, eei6 ex aceptarse como un signo de SS LE PES cove on pec, En Media se opinaba que See ee ee ae We a Glass”. y Rests era necesatio que los manuales ¥ Hy ii far if a i i = 1" SSG 5 socoro, sino una falta moral condenable, ESE shite de Sopechan angat como cealauier ot70 don, pucle set cbjte ve Smo, sino is bendiooey Gul prema et teats Sb cocczia y de la yoluntad, El igo es el soets Prictco, templado en el autoexamen, la autodisip 2 ‘oyBADA msronica na y el autocontrol, cuyas victorias no se obtienen en el laustro, sino en el campo de batalla, en el mostrador yen el mercado” (Tawney). El modo de vida extrafio piste que aporea6 demos alas das que ls hom res no pasan por el mundo para disfrutar, sino. para trabajar y ganat su subsstencia “con cl sor de oy frente”. El capital, al servicio del hombre, se convirtié en su amo, El dinero, que siempre se habia considerado tun medio para alcanzar un fin, se convictié en un fin cn si mismo. El capitalista que amasa enormes sumas de dinero, entregando su vida entera al trabajo (muy a menudo para produc objetos casi completamente ini tiles a la sociedad) y haciendo poco uso de su riqueza fines personales —como no sea para pagar al mé- fico por ef tratamiento de enfermedades eatcadas por su implacable energia— es un fendmeno muy peculiar fen verdad. No obstante, cualesquicra que sean sus de- fectos, fue el tipo de individuo que creé la industria modema, ese triunfo colosal que ha cambiado més la faz del mundo durante los iltimos cien afios que en los ‘mil anteriores. Hasta ahora hemos considerado las actitudes psico- Tégicas de la direccién de empresas tal como se des arrollaron durante la era paleoténica. Pero zcudl fue la reaceién del obrero en relacién con su cambio de situacién? Nietzsche nos dice en La gaya ciencia, que nau actitd hacia el patono se mezsarn el temoty desprecio. “La gente quiere vivir y tiene que ven- dln ai mis; peo desdetia a quien explo su no ‘esidad y compra al trabajador. Es curioso que la sumi- si6n a poderosos e incluso terrbles individuos, a tiranos yy generales, de ninguna manera causa una’ sensacion tan dolorosa como la sujecién a. personalidades tan in- eye Dome be eee ‘cambio de una fenomenal dislocacién social. [Capitalismo} en sa ese fal nes yoga ences como oe at "Canon Dement, op. oyeADA musTORICA 8 istintas y poco interesantes como los ditigen isda nbjadr scl wen Spee Ses ‘tuto, chupador de sangre humana, explotador de-cada SSSeas, cwve nombre, forma y ‘caricter le son del Ge Raiferentes"_ Lewis Way, en una obra titulada MEV Quest for Significance, describe cémo el tbe. EES 55 bate despojada de toda significacion Sisal de todo sentido, tab por aeptariacon el ve jade por el propictario de'la fabrica. Las horas ‘Se dedicaba a sui trabajo eran un tiempo tomado a Eas te a pation ‘cambio del piv ir el resto como se descara Se le habia enschado, la anttss de todo : a convertir el servis = as wirtud se negé a intervenir i SSS Sk Case mantels peaemne ni Fe SSE ie erent cua fuse posible sn atrar la = supervisor y cometia equivoca- ‘Shes: deliberadas, ya fuese por sabotaje directo > inter estado las Grdencs demasiado lteralmente. Semejante = circulo vicioso en cuanto el director ‘2 actitud iresponsable y redujo més ain las rn ‘OyEADA tisrORICA jrtunidades de que disponia el operatio para aplicar $8 propia inkcstva. De acuerdo con las sugetioncs de ‘Taylor y otros, el trabajo se simplificb y se hicieron in- tentos de volverio “a prueba de bobos y a prueba de sabotaje”. Finalmente, legamos a la etapa en que el trabajador se hace casi completamente pasivo, quedando 2 diseeién del patrono fo que debe hacene. Este teme @ sus operarios (aunque no le gustaria admitilo) mo se arriesga a concederles responsabilidades. Lo inico que se le ocurre para estimularlos en el trabajo cl aumento de jomales y, en los iltimos tiempos, el aumento de “bienestar”. ‘Ahora distinguimes més claramente los origenes his- stro Ue Hed Oller motel Bien ‘ensefid a sus empleados aue el trabajo es una necesidad ppenosa y desagradable, y ahora se encuentra consternado ‘porque ellos lo creen; ids ha tratado como méquinas y se sorprende cuando se comportan. como tales. AFirmé que cl temor a la miseria era cl principal incentivo para el trabajo, y ahora un atolondrado gobierno ha elimina do.el temor y sus implicaciones por medio del “Estado benefactor’ ET industrial vanamente Busca ros me- ios para convencer a Tos operatios de que deben traba- i fc pls pars lenge dis sto ‘Con paga, bales, excursiones, tratamiento médico gra- tito y demés; algunas de estas ideas som excelentes, ‘otras verdaderos insultos a Ta inteligencia. En summa, todas las necesidades fiscas posibles quedan satisfechas, pero las psicolbgicas —responsabilidad, orgullo por ei ‘oficio, respeto propio, condicién y sentimiento de uti- lidad social— no se toman en cuenta. “itimamente i industria ha cambindo en muchos ectos en comparacién con la primera etapa de Ta eco ae ere pportantes datan de principios del presente siglo (aun- ‘que sus origenes pueden ristrearse en tiempos muy an- teriotes) y no podemos dejar de tomarlos en cuenta, El primero es el desarrollo de ta téenica de produccién OyEADA misronica 45 $Hmasa;, el segundo, el florecimiento de las gra pret lads, prodeton eo mou aot es % Practica, parece baber sido aplicada en los Estadey Pinidos fines del siglo pasado, en la produccién de fargones de ferocarnil, pero su_uso en estala verdadee, mente grande se.debié, como se sabe, a Henry Ford, Gee Pace cuarenta afios utilizs este principio para pro, 2sir sus automéviles “modelo T” en. una febriee de Detroit. Desde entonces, cl principio de la production €2 masa ha conguistado el mundo, convitigaflose en an PHineipio:bisico para la organizaciin de todas las seth Bdades manufactureras. Incluso fuera de las fSbricas 96 luccion en, masa. (aunque sin el lel Tinea de ensamble, la banda transpor- ¥ las partes intercambiables}: en la cultura {Gono fa ganar lest ree plans Sones mecaniadat de aigodén dal del ise Ses ssniadas de slendon del dls det Mis ‘ientifica (como en ias in. iba atémica durante la guerra), (como la Dra. Powder Hollywood, F.C. E., Mexico, bajo burocratico de las-grandes oft as. De hecho, scfala Peter Drucker, la produccién en sass no silo debe considerarse como un prineipio me ‘Sinica, sino también como un principio sora, Ua pin $B de organizacion humana, de acuerdo con el cual individuos se organizan para una tarea comin, ‘Ta eres Sirtee ae Semin SSpertantes. ‘En primer lugar y hablando en tzmin generale, en la organizacion de la produccion ene adi rece tareasespecalizadas, cl individuo que se he ‘Bielo ls vida en una tbrice de zapatos, pute com nt ope prclancnte cite de ura equipo unos cuantos di Ssiamieno. La undad de tebe ee sino una sola operacion 0 inclusive un solo fo. Beiento, En segundo Tugar, hoy en dia el trabsjador ‘S4 completamente aislado del producto y de los me. $$ 46 ‘OyEADA misrontca dios de producién, Sin ta organizacibn de la fibric, Stee ion pecse tase aaa Wo csc fem, lo productive la orgnizacion, mis bien que e perio, En vista de la importania adgurila por 1a ‘iganizacién, algunas capacidades se han vacto indie Perstble, Lo que ahora se require no e tanto desteza anal o famcidad con Heramientas 0 materiales tno ira habiided parcaimente nica tefnca 7 paclalmente soil, Elempresariomodemo no se poo rpc perie elo aaa te ae Sino por cl maneo del personal e un Principio bsico de ta moderna drcccign de enipress —-comno_en el taxo del tabajador modemo— que el mismo individu f igualmenteeapor de dirigr una fbrica de sapatos que ttn laminadors de acer. sts isstencin en os requ Sits sociales es un razén mis del interés motrado 20 faslseate pr lo prcblenasplanteodos por la motive cline ete de Sin. : El segundo cambio sgntcaivo en ta industia mo ene emis

También podría gustarte