Está en la página 1de 7

1.

P reclásico , C lásico , P osclásico …


y C ontemporáneo : A rqueología ,
H istoria del A rte e H istoriografía M aya

Laura L. Gámez

XXVIII S imposio de I nvestigaciones


A rqueológicas en G uatemala

M useo N acional de A rqueología y E tnología


14 al 18 de julio de 2014

E ditores
B árbara A rroyo
L uis M éndez S alinas
L orena P aiz

Referencia:

Gámez, Laura L.
2015 Preclásico, Clásico, Posclásico… y Contemporáneo: Arqueología, Historia del Arte e Historiografía Maya.
En XXVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2014 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Sa-
linas y L. Paiz), pp. 33-38. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
P reclásico , C lásico , P osclásico …
y C ontemporáneo : A rqueología ,
H istoria del A rte e H istoriografía M aya
Laura L. Gámez

P alabras clave
Guatemala, Arqueología, cronología, ideología sociopolítica.

A bstract
The development of the chronological scheme traditionally used in Guatemalan Archaeology was and
still is, closely related to western thoughts about art. The chronology is primarily based on stylistic judg-
ments about pre-Columbian art, which are assumed to reflect certain social phenomena. The adoption
of the traditional chronology in Guatemala has an impact not only on the practice of archaeology, but
also in the official discourse and public perception of native cultures. While important evidence questions
stablished perceptions, contemporary sociopolitical processes lead to question the role of Archaeology in
Guatemala. This paper focuses its attention in these topics, exploring its origin in hopes of promoting
reflection about it amongst academics.

E l esquema cronológico tradicionalmente utilizado


en la Arqueología guatemalteca es ampliamente
conocido por todos (o al menos por el público intere-
Los tres aspectos a discutir son: la visión lineal/evo-
lutiva del tiempo, el determinismo temporal implícito
y el sesgo ideológico implícito.
sado), siendo el utilizado no sólo por profesionales de Estos tres aspectos se encuentran estrechamente
la Arqueología, sino también por el sistema educativo interrelacionados y afectan no sólo el quehacer arqueo-
nacional, museos, guías de turismo, la prensa, entre lógico y sus productos, sino también el producto que se
otros. De modo general, concebimos el desarrollo cul- transmite al público, que no está libre de implicaciones
tural, específicamente Maya, como una secuencia de sociopolíticas. El objeto de estudio de la Arqueología
tres grandes etapas o periodos temporales: Preclásico, se encuentra tipificado como patrimonio cultural de la
Clásico y Posclásico. nación. Lo cual indica que es de relevancia pública.
Estos términos proporcionan un marco efectivo Pero, ¿qué le hemos transmitido al público acerca de la
para pensar en etapas temporales a lo largo de las cua- historia arqueológica de la nación?
les se desarrolló el devenir histórico antes de la llegada Citando casos de literatura no-especializada dispo-
de los europeos. Es decir, esta estructura podría sim- nible al público guatemalteco, encontramos, por ejem-
plemente referirse a periodos de tiempo subsecuentes. plo, que en una publicación electrónica del Ministerio
El gremio arqueológico la utiliza con tanta naturalidad de Educación del año 2013 titulada Historia de Guate-
que el esquema da forma a nuestro entendimiento e mala, se lee:
interpretación del pasado. Resultaría difícil promover
cambios sustanciales en la misma o aún más improba- “Su historia [de los mayas de la época prehispáni-
ble, su reemplazo. Sin embargo, el esquema acarrea ca] se divide en tres períodos: preclásico, clásico
ciertos problemas dignos de atención. Esta ponencia y postclásico, siendo durante el período clásico
discute tres aspectos que de alguna manera cuestionan cuando esta civilización tiene sus principales
el valor del esquema cronológico tradicional, explo- adelantos científicos y culturales”.
rando sus orígenes y ejemplificando los efectos de la
misma problemática.

33
34 Laura L. Gámez

Cabe preguntarnos ¿A qué se refiere con “adelantos particular en el arte, la literatura, la arquitectura, etc.
científicos y culturales”? En la obra de José Móbil y Se utiliza para referirse, por ejemplo, a la elegante mú-
Ariel Déleon de 1991, se indica: sica europea producida bajo estrictas normas durante
los siglos XVI al XIX, o a la admirable arquitectura
“De acuerdo con el desarrollo de la ciencia y el Greco-Romana de los primeros siglos de nuestra era.
dominio que obtuvieron sobre la naturaleza, la Similarmente, en referencia a la cultura Maya evoca
historia del pueblo maya se ha divido en tres pe- una época durante la que se produjeron admirables
ríodos que se denominan Preclásico, Clásico y obras. El Clásico opaca a los otros dos periodos, que
Posclásico. son de alguna manera inferiores pues el primero resulta
Los pueblos mayas que habitaron las tierras ba- “primitivo” en comparación al Clásico y el otro resulta
jas de Petén y los altos de Guatemala produjeron “decadente.”
escasas muestras del arte cerámico preclásico y Aunque a la mayoría de estudiosos de la cultura
únicamente se han encontrado objetos muy pri- Maya prehispánica esta caracterización pueda parecer-
mitivos… nos ajena, propia de sectores poco familiarizados con la
La civilización maya clásica se difundió por varios materia, es importante notar que la misma forma una
cientos de kilómetros… La escritura aparece des- parte integral de nuestra labor y de lo que se transmite
de los albores del período clásico… Las primeras al público.
ciudades colosales comienzan a construirse… De hecho, encontramos el Clásico de las Tierras
La pintura clásica maya […] alcanzó niveles Bajas Mayas tan atractivo que nuestros esfuerzos se con-
técnicos y simbólicos de gran maestría y excelsi- centran en el mismo. Tomando una muestra de títulos
tud… La cerámica de la época maya clásica tiene de ponencias presentadas en el Simposio de Investi-
un gran valor estético e histórico… gaciones Arqueológicas en Guatemala entre los años
…Sin embargo, promediando los siglos IX y X de 1987 al 2010, encontramos que el 50% (n=133.1) se
fueron despoblándose poco a poco las ciudades refería explícitamente al periodo Clásico. Le sigue el
mayas hasta llegar a su decadencia definitiva y al Preclásico con el 35% (n=94.5); mientras que el Pos-
abandono total de los majestuosos centros cere- clásico ocupaba un 10% (n=27.8) de las ponencias. In-
moniales… [facilitándose la] penetración defini- teresantemente, cierto número de ponencias utilizaba
tiva a finales del mismo siglo [X] o principios del otro sistema clasificatorio, refiriéndose al Formativo
XI, de fuertes grupos de emigrantes toltecas que (5%; n=13) y al Arcaico (0.4%; n=1). De modo general,
dominan económica, política, militar y cultural- lo que estos números reflejan es un interés mayoritario
mente…” (Móbil y DéLeon 1991:75-81). por el periodo Clásico, seguido por un interés en los
orígenes remotos ubicados en el Preclásico o Formati-
En estos ejemplos de literatura educativa en Guatema- vo, después de lo que se encuentra un relativo desinte-
la, que a su vez recopilan su información de fuentes rés por el Postclásico.
académicas, el esquema cronológico se concibe como ¿Cuál es el origen de nuestra fascinación con el
un esquema evolutivo en donde una cultura nace, cre- Clásico? ¿Es que acaso el gremio arqueológico perci-
ce y muere. Se entiende al Preclásico como una época be estos periodos de manera verdaderamente diferente
primitiva en donde no se han desarrollado todavía los que el público que lee a Móbil y DéLeon?
más relevantes indicadores de alta cultura. El Clásico, El Clásico es monumental. Es más probable en-
se entiende como un periodo caracterizado por gran- contrar textos jeroglíficos en contextos clásicos que en
des logros culturales, mientras que el Posclásico es una otros. La iconografía es altamente estilizada y sobre
época decadente durante la que se pierden los logros todo, la representación de la figura humana es la más
anteriores. naturalista del mundo prehispánico (Miller 2009:137-
Ubicado en el centro de la secuencia, el Clásico 151). Por ende, a pesar de su exoticidad indígena, el
es claramente el protagonista. Tanto que los otros pe- Clásico es el periodo en donde las artes son más próxi-
riodos han sido denominados en función del mismo. mas a los cánones occidentales. La cultura material del
Como sus nombres lo indican, el Preclásico, precede al Clásico, y ahora un poco la del Preclásico, satisface
Clásico, mientras que el postclásico le sobreviene. En más nuestros valores estéticos, por lo que lo interpreta-
el lenguaje moderno, el apelativo de “clásico” denota mos como lo más excelso. Pero, ¿es que acaso un estilo
algo digno de remembranza y admiración, una calidad artístico diferente al occidental es menos valioso? ¿Es
Preclásico, Clásico, Posclásico... y Contemporáneo: Arqueología, Historia del Arte e Historiografía... 35

que acaso una sociedad en donde la figura humana no rísticos de diferentes periodos. De tal modo, estableció
se representa de modo naturalista es menos avanzada, las bases de los métodos clasificatorios estilísticos que
es decir, más primitiva? La respuesta debería ser “no” utilizamos aún hoy en día (Trigger 2006:57).
(Pasztory 2005). Winckelmann, como muchos otros de sus contem-
Esta forma de comprender la cultura y el desarrollo poráneos, creía que su secuencia de estilos constituía
de la misma es un legado de la visión historicista e ideo- una trayectoria de desarrollo cultural y decadencia, la
lógica de los siglos XIX y XX, que a su vez se derivaron cual caracterizaba a las sociedades que no practicaban
de ideologías aún anteriores. En la mentalidad europea una fe judeocristiana. Sin embargo, en base al arte
de la época medieval, se creía que el mundo era re- griego, Winckelmann también se esforzó por definir el
ciente y de origen sobrenatural. Se creía que el mundo ideal estándar de belleza artística, con el naturalismo
físico estaba en constante estado de degeneración, los como expresión máxima.
cambios naturales eran parte del proceso de descompo- En nuestra parte del mundo, el interés por el pasa-
sición de la obra divina original. La humanidad había do remoto Maya no podía dejar de generarse con base
sido creada por Dios en el Jardín del Edén ubicado en en las concepciones europeas sobre la Historia, el Arte
el Medio Oriente, desde donde se expandió al resto del y la naturaleza de los mismos Mayas. Durante el siglo
mundo. Se creía natural que los estándares de conduc- XIX se desarrolló cierto interés público por el pasado
ta humana declinaran con el tiempo. De acuerdo al anterior a la Colonia, dentro de lo que los grandes sitios
historiador de la Arqueología Bruce Trigger (2006:52), arqueológicos de Petén y Yucatán eran centrales. No
durante el medioevo el interés en la cultura material obstante, el establecimiento de la identidad de los cons-
de épocas pasadas era altamente limitado, el entendi- tructores de las grandes pirámides representaba un gran
miento del pasado fue creado con base en unos cuantos desafío intelectual. Desde tiempos coloniales se había
textos escogidos. Aunque la Arqueología como discipli- establecido la idea de que las ruinas no habían sido obra
na no se practicaba durante esta época, fue sobre este de los indígenas locales, sino de inmigrantes del Viejo
pensamiento que se establecieron las bases conceptua- Mundo, incluso posiblemente romanos (Chinchilla
les sobre las que posteriormente se desarrolló la Arqueo- 1999:56-58). Las interpretaciones eran variadas, pero
logía (Trigger 2006:48-52). generalmente coincidían en que los indígenas contem-
Durante el renacimiento se despertó un interés por poráneos no podían haber sido los responsables. Por
los orígenes, atrayendo la atención a las ciudades libres ejemplo, el explorador austriaco Friedrichsthal indicó
del antiguo Imperio Romano. El pasado glorioso se uti- en 1841 haber llegado a la conclusión de que los cons-
lizó como fuente de inspiración para la innovación. Sin tructores de las ruinas Mayas de Yucatán pertenecían a
embargo, el razonamiento estaba basado en la idea me- una “raza caucásica en apariencia”, una raza con gran-
dieval de que el pasado era superior al presente, por lo des conocimientos que dominó al pueblo aborigen, es-
que podía servir como guía para el progreso. El pasado clavizándolo (Taracena y Sellen 2006:56). Esta opinión
más reciente (época medieval) fue rechazado. Los inte- contrastaba, por ejemplo, con la de Lloyd Stephens o
lectuales renacentistas aspiraban a emular los grandes José Cecilio del Valle, quienes consideraban que las
logros de la antigüedad (Trigger 2006:55). ruinas sí eran obras nativas. Empero, todos coincidían
Durante el siglo XIV, la atención se centraba en en la idea de que los indígenas contemporáneos serían
textos latinos; mientras que durante el siglo XV se sumó incapaces de tales logros (Chinchilla 1999; Taracena
atención a los textos Griegos. Un interés académico 2006; Taracena y Sellen 2006). Más aún, a pesar de que
cada vez más sistemático fue expandiéndose poco a existiese un reconocimiento de continuidad histórica,
poco de los textos a la Arquitectura y el Arte. Ya para el discurso guatemalteco del siglo XIX tendía a afirmar
el siglo XVIII había mucho interés en el Arte clásico. que la decadencia de la civilización Maya no se inició
Sin embargo, estas obras podían fecharse únicamen- con la conquista en el siglo XVI, sino en el siglo X, por
te mediante textos históricos, ya que muy pocas lleva- lo que los descendientes posteriores y los contemporá-
ban inscripciones. Fue un anticuario alemán, Johann neos no eran representantes del esplendor pasado.
Winckelmann (1717-1768) quién resolvió esta problemá- En Guatemala no se dudaba de la autoría indíge-
tica. Winckelmann se propuso fechar tantas esculturas na de las ruinas de Iximche’ o Utatlan, ya que habían
como fuera posible a través de las inscripciones o textos estado habitadas a la llegada de los españoles. Sin em-
históricos. Después, estudiando los detalles estilísticos bargo, el discurso fue tendiendo a una separación cada
de estas obras, determinó los estilos que eran caracte- vez más marcada entre un pasado Maya glorioso y otro
36 Laura L. Gámez

menos glorioso de los “reinos indígenas”. Con el pasar una pequeña sección relativamente aislada que consis-
del tiempo, se llegó a desvincular culturalmente a los te en una secuencia jeroglífica (Saturno et al. 2006).
Mayas de Tierras Altas y los de Tierras Bajas. A inicios La secuencia es pequeña y aparentemente sencilla. Fue
del siglo XX, con los nuevos hallazgos arqueológicos de dibujada mediante finos trazos negros sobre una banda
exploradores extranjeros, se dio aún mayor énfasis a la amarilla. Su significado continúa siendo un misterio, la
tesis de la descomposición cultural mucho antes de la caligrafía es antigua e indescifrable hasta ahora.
conquista española (Taracena 2006:49). La construcción en la que se descubrió esta secuen-
Todo este bagaje histórico e ideológico, presente cia jeroglífica ha sido fechada para el Preclásico, entre
tanto en el pensamiento nacional como extranjero, el año 400 y el 300 antes de Cristo. Los murales de San
conllevó al establecimiento del esquema cronológico Bartolo se conservan en el estado actual debido a que
tradicional, que se consolidó en su firmeza actual a lo los mismos antiguos ocupantes de la ciudad rellenaron
largo de la segunda mitad del siglo XX. Dentro de un los edificios pintados y los revistieron con nuevas etapas
sistema académico poco crítico, se continúa otorgan- constructivas, dejando secciones de los murales intac-
do mayor valía a la monumentalidad, demeritando a tos y protegidos por el volumen de relleno colocado.
las sociedades que no produjeron una cultura material Este es un caso muy particular. Sin embargo, aunque
placentera al ojo occidentalizado. El problema central es el único que conocemos hasta ahora, es muy proba-
de este esquema es que implica juicios de valor. No obs- ble que sea tan solo una muestra de algo que era más
tante, la labor arqueológica en Guatemala (y el área común de lo que pueda imaginarse ahora.
Maya en general) ha sido altamente prolífera durante Un aspecto importantísimo que este hallazgo evi-
las últimas décadas, otorgando la oportunidad de cues- dencia es que la escritura no es un fenómeno exclusivo
tionar nuestra propia percepción de la historia. del periodo Clásico. De hecho, esta pequeña columna
Por ejemplo, uno de los elementos más común- jeroglífica revela que para el año 300 AC, los antiguos
mente citados como característicos del periodo “Clá- habitantes de San Bartolo ya poseían un sistema de es-
sico” fue la existencia de un sistema de escritura. De critura plenamente desarrollado. Es decir que estaban
hecho, el periodo Clásico se definió originalmente en escribiendo desde tiempo atrás. Revela además que des-
base a la presencia de monumentos con inscripcio- conocemos cuándo tuvo lugar en verdad el origen de la
nes jeroglíficas. Hoy en día conocemos innumerables escritura Maya.
obras de arte Clásico Maya que incluyen inscripciones Este caso de San Bartolo se cita como un ejemplo
jeroglíficas: monumentos labrados en piedra, vasijas de descubrimiento reciente que ha tenido cierta difu-
cerámicas pintadas con complejas escenas, pinturas sión. Sin embargo, no es de ninguna manera el único
murales, dinteles de madera y múltiples objetos portá- ejemplo. De hecho, otras muestras tempranas de escri-
tiles con incisiones. tura en México y Guatemala han sido discutidas por
La presencia de escritura se considera de modo múltiples investigadores desde hace ya varias décadas
general, un indicador de la “alta cultura clásica.” La (véase por ejemplo Marcus 1976) y se siguen discutien-
escritura es un fenómeno que marcó el inicio del Clá- do (véase por ejemplo Houston 2005)
sico; mientras que su desaparición marca su final du- Los Mayas de los últimos siglos antes de la era
rante el llamado “colapso de la civilización Maya”. Es cristiana no solían erigir estelas, que es el medio más
más, la ausencia de escritura es una característica que perdurable en el que los Mayas del Clásico plasmaron
usualmente se cita como propia del Posclásico. Esta inscripciones. El arte arquitectónico “Preclásico” utili-
caracterización perdura fuertemente enraizada en zaba como elemento central los relieves de estuco en
el discurso académico utilizado en Guatemala y por las fachadas de las plataformas piramidales. Tales relie-
ende, en el imaginario del guatemalteco con acceso a ves usualmente retratan rostros míticos o de connota-
la información. ciones cosmológicas (Miller 2009:33). No se asocian a
Algunos de los hallazgos más llamativos de la última escritura. No tenían connotaciones narrativas. El arte
década en Guatemala provienen del sitio arqueológico clásico, en cambio, se centra en la figura de gobernan-
San Bartolo, en Petén. Entre estos hallazgo se encuen- tes semi-divinos. Es un tipo de arte que se desarrolló
tra una serie de fragmentos murales, descubiertos por el como manifestación de la hiper-centralización del po-
equipo multidisciplinario estadounidense y guatemal- der político, económico, religioso y social en la figura
teco del Proyecto Arqueológico San Bartolo. Aunque de una persona. El arte clásico se valió del sistema de
los murales más famosos no incluyen escritura, existe escritura para conmemorar y en algunas ocasiones na-
Preclásico, Clásico, Posclásico... y Contemporáneo: Arqueología, Historia del Arte e Historiografía... 37

rrar las glorias y en otras las derrotas, de los gobernantes esquema cronológico tradicional es que acarrea ciertos
(ver por ejemplo, caracterización en Miller 2009). sesgos que entorpecen de alguna manera el cabal enten-
Ahora, desplazándonos hacia delante en el tiempo, dimiento de la Historia Maya. Por un lado, proporciona
después de complejos procesos de cambio social en el una visión evolutiva lineal del desarrollo histórico. Es
territorio Maya a lo largo de los siglos VIII y IX de la era decir que conceptualiza el tiempo como un flujo unili-
cristiana, el sistema de gobierno fue modificado. Las neal irreversible, obviando la complejidad del devenir
dinastías clásicas aparentemente desaparecieron y los histórico y la diversidad de trayectorias que las múltiples
centros urbanos de la región del centro de Petén fueron sociedades prehispánicas pudieron experimentar. Por
en su mayoría desalojados. Pero esto no quiere decir de otro lado, el esquema cronológico tradicional también
ninguna manera que desapareciese toda la gente. La acarrea una visión determinista de la Historia. Otorga
gente se reestableció en nuevas localidades y nuevos la falsa impresión de que cada transición de periodo co-
sistemas de gobierno fueron establecidos. Aunque las rresponde a cambios profundos y claramente demarca-
sociedades posclásicas continuaron siendo fuertemente dos. Como consecuencia, se tiende a la caracterización
jerarquizadas, el poder central lo ejercían consejos con de las sociedades fechadas para cada periodo de acuer-
representación de más de un linaje (véase por ejemplo, do a la lista preestablecida de rasgos determinantes de
Fox 1987). De tal modo, el arte clásico y su enfoque acuerdo a su asignación cronológica.
en los reyes semi-divinos se tornaron obsoletos. Nuevas Finalmente, el problema más agudo en torno al
alternativas fueron creadas y estas nuevas alternativas esquema cronológico tradicional es que acarrea juicios
simplemente no hacían el mismo uso de la escritura de valor derivados de cuestiones ideológicas, políticas y
para comunicar su mensaje. económicas fuertemente enraizadas en la cultura gua-
Aunque la escritura dejó de ser central para el es- temalteca. Estos juicios de valor no sólo inciden en el
tilo de arte posclásico, esto no puede considerarse evi- grado de interés académico que recibe cada una de es-
dencia de su desaparición. La escritura simplemente tas etapas históricas, sino que continúa respaldando la
se concentró en otros medios más apropiados para la visión peyorativa de la cultura Maya posclásica, históri-
época. La más obvia evidencia de que la escritura je- ca y reciente, particularmente reforzada por el sensacio-
roglífica no desapareció después del Clásico reside en nalismo en torno al final del Clásico.
los códices Mayas que se conocen en la actualidad (Mi- Guatemala se define hoy en día como un país mul-
ller 2009:166-170). Estos obviamente son una pequeña ticultural y plurilingüe en donde casi la mitad de la
muestra de un tipo de artefacto que por su naturaleza población se clasifica como indígena. Una de las más
perecedera ha sobrevivido poco en el registro arqueoló- importantes fuentes de ingresos para el país es el turis-
gico, pero que sin duda era popular durante el Posclási- mo, dentro de lo que probablemente el sector más rele-
co y existió también durante periodos anteriores. vante es el del turismo cultural, que incluye el recurso
Los códices contienen extensas secuencias jeroglí- arqueológico y etnográfico. Sin embargo, los índices de
ficas combinadas con múltiples ilustraciones. El con- desigualdad socioeconómica en Guatemala se encuen-
tenido de estos textos es fundamentalmente cosmoló- tran entre los más elevados del continente. Aunque la
gico, incluyendo registros astronómicos y adivinatorios. pobreza y la falta de acceso a la educación afectan tanto
El monumento de piedra no sería un medio apropiado a indígenas como a no-indígenas, es claro que una ma-
para este tipo de texto. El uso posclásico de la escritura yoría de población indígena es la que se encuentra en
requería de medios más livianos y portátiles, así como de mayor desventaja.
extensas superficies. Es así que el escaso reconocimien- Las ideas sobre el pasado están generalmente rela-
to que la escritura posclásica ha recibido en el estudio cionadas con la legitimización de intereses políticos y
del Arte e Historia Maya se debe más bien a la escasez económicos, mientras que la construcción de la iden-
de códices conocidos y no a la ausencia de escritura. tidad social está estrechamente ligada al conocimien-
to del pasado (Trigger 2006:45). La Arqueología no es
C onsideraciones finales ajena a la vida moderna. De serlo, sería absolutamente
irrelevante. La Historia arqueológica tiene la capacidad
La breve ejemplificación anterior ilustra cómo la carac- de aportar a la construcción de una sociedad más armó-
terización tradicional de desarrollo de la cultura Maya nica y tolerante; pero al mismo tiempo, puede poten-
y el esquema cronológico tradicional son refutables. cialmente contribuir al establecimiento y perpetuación
Como mencionaba con anterioridad, un problema del de estereotipos negativos.
38 Laura L. Gámez

Aunque el esquema cronológico es eficiente en Houston, Stephen


tanto nos ayuda a conceptualizar tres bloques de tiem- 2005 Writing in early Mesoamerica. En The First
po subsecuentes de la historia prehispánica, acarrea li- Writing, Script invention as history and process. Editado
mitantes debido al bagaje ideológico detrás de la misma por S. D. Houston. Cambridge University Press, UK.
conceptualización. No es lo mismo decir “Preclásico-
Clásico-y-Posclásico” que decir, por ejemplo, “Perío- Marcus, Joyce
do 1-Período 2-y-Período 3,” en donde las etiquetas no 1976 The Origins of Writing. Annual Review of An-
tienen más pretensión descriptiva que indicar que un thropology 5:35-67.
periodo es anterior o posterior al otro.
No es esta una propuesta formal de modificar el Miller, Mary E.
esquema cronológico tradicional, sino simplemente 2009 Arte y Arquitectura Maya. Fondo de Cultura
abrir una puerta a la reflexión al respecto de este aspec- Económica, México.
to que aunque en apariencia simple, es un elemento
central de la filosofía implícita en nuestra labor como Móbil, José A. y Ariel Déleon
arqueólogos e historiadores. Claramente, de nada servi- 1991 Guatemala: Su pueblo y su historia, Volumen I.
ría cambiar las etiquetas si únicamente se transfiriese el Serviprensa Centroamericana, Guatemala.
mismo mensaje a otra nomenclatura.
´ Pasztory, Esther
2005 Thinking with Things, Toward a New Vision of
R eferencias Art. University of Texas Press, Austin.

Chinchilla, Oswaldo Taracena, Arturo


1994 Nacionalismo y Arqueología en la Guatemala 2006 La Civilización Maya y sus Herederos. Estu-
de la Independencia. En VII Simposio de Investigacio- dios de la Cultura Maya XXVII:43-55, México.
nes Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P.
Laporte y H. Escobedo), pp. 1-9. Museo Nacional de Taracena, Arturo y Adam T. Sellen
Arqueología y Etnología, Guatemala. 2006 Emanuel von Friedrichsthal: Su viaje a Amé-
1999 Historiografía de los Mayas en Guatemala: El rica y el debate sobre el origen de la civilización maya.
pensamiento de Manuel García Elgueta. Mesoamérica Península I(2):49-80, México.
38:55-75, Guatemala.
Trigger, Bruce G.
Fox, John W. 2006 A History of Archaeological Thought, 2da Edi-
1987 Maya Postclassic State Formation. Cambridge ción. Cambridge University Press, UK.
University Press, UK.

También podría gustarte