La aparición del Covid – 19 implica la comprensión de los patrones de transmisión, la
gravedad, las características clínicas y los factores de riesgo en caso de contagio. Dado que los casos de coronavirus suelen causar síntomas respiratorios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió recomendaciones de protección personal contra la infección, para evitar el contagio de otras personas. Dichas medidas
En el marco del desarrollo de esta enfermedad y teniendo en cuenta que toda la
población es susceptible de infectarse se han adoptado medidas de salud pública para reducir la velocidad de propagación del Covid. Estas incluyen el aislamiento, la identificación oportuna, el seguimiento de casos, la desinfección ambiental y el uso de elementos de protección personal (Otoya-Tono AM, García M, Jaramillo-Moncayo C, Wills C, Campos AM, 2020). Hasta el momento la mejor medida de control es evitar la exposición al virus. Un artículo publicado por Imperial College London analiza dos estrategias fundamentales que se pueden adoptar para la contención del COVID-19: la mitigación que es la combinación de estrategias como el aislamiento en casos sospechosos, cuarentena a aquellos que viven con casos sospechosos y el distanciamiento social en personas en riesgo, como adultos mayores o con comorbilidades, la estrategia de supresión consiste en la combinación de medidas drásticas, como el distanciamiento social a toda la población, aislamiento de casos, cuarentena a personas que viven con casos y cierre de colegios y universidades. Dichas definiciones similares a las adoptadas por la OMS (2020), la cuarentena restringe actividades y separa a las personas que no están enfermas pero con posibilidad de exposición al Covid, el aislamiento separa a las personas que sí están enfermas y que pueden ser contagiosas, mientras que el distanciamiento físico implica estar físicamente separado.