Está en la página 1de 13

Trastornos relacionados con anfetaminas (o sustancias de

acción similar)
 Criterios para el diagnóstico de Intoxicación por anfetamina

A. Consumo reciente de anfetamina o sustancias afines.


B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente
significativos (Euforia o embotamiento afectivo; cambios de la sociabilidad;
hipervigilancia; sensibilidad interpersonal; ansiedad, tensión o cólera; comportamiento
estereotipada; deterioro de la capacidad de juicio o de la actividad social o laboral) que
aparecen durante o poco tiempo después del consumo de anfetamina o sustancias
afines.
C. Dos (o más) de los siguientes signos y síntomas, que aparecen durante o poco
tiempo después del consumo de anfetaminas o sustancias afines:

1. taquicardia o bradicardia
2. Dilatación pupilar
3. Tensión arterial aumentada o disminuida
4. Sudoración o escalofríos
5. Náuseas o vómitos
6. Pérdida de peso demostrable
7. Agitación o retraso psicomotores
8. Debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor en el pecho o arritmias cardíacas
9. Confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma
D. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.

Criterios para el diagnóstico de Abstinencia de anfetamina

A. Interrupción (o disminución) del consumo de anfetamina (o sustancias afines)


después de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. Estado de ánimo disfórico y dos (o más) de los siguientes cambios fisiológicos, que
aparecen horas o días después del Criterio A:
1. Fatiga
2. Sueños vividos, desagradables
3. Insomnio o hipersomnia
4. Aumento del apetito
5. Retraso o agitación psicomotores
C. Los síntomas del Criterio B causan un malestar clínicamente significativo o un
deterioro laboral o social, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.

 Trastornos inducidos por anfetaminas 

 Intoxicación por anfetamina


 Intoxicación por anfetamina, con alteraciones perceptivas
 Abstinencia de anfetamina
 Delirium por intoxicación por anfetamina
 Trastorno psicótico inducido por anfetamina
 Trastorno de ansiedad inducido por anfetamina
 Trastorno del sueño inducido por anfetamina
 Trastorno sexual inducido por anfetamina
 Trastorno del estado de ánimo inducido por anfetamina
 Trastorno relacionado con anfetamina no especificada

Criterios para Dependencia de sustancias


Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o
malestar clínicamente significativos, expresado por tres (o más) de los ítems
siguientes en algún momento de un período continuado de 12 meses:

1. tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:


(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para
conseguir la intoxicación o el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su
consumo continuado
2. Abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para la sustancia (v. Criterios A y B de los
criterios diagnósticos para la abstinencia de sustancias específicas)
(b) se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas
de abstinencia
3. la sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período
más largo de lo que inicialmente se pretendía
4. existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el
consumo de la sustancia
5. se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la
sustancia (p. ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en el
consumo de la sustancia (p. ej., fumar un pitillo tras otro) o en la recuperación de los
efectos de la sustancia
6. reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al
consumo de la sustancia
7. se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas
psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o
exacerbados por el consumo de la sustancia (p. ej., consumo de la cocaína a pesar de
saber que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a pesar de que
empeora una úlcera)

Codificación del tipo de sustancia en el tercer dígito. Codificación del curso de la


dependencia en el quinto dígito:
0 Remisión total temprana
0 Remisión parcial temprana
0 Remisión total sostenida
0 Remisión parcial sostenida
2 En terapéutica con agonistas
1 En entorno controlado
4 Leve/moderado/grave

Especificar si: Con dependencia fisiológica: signos de tolerancia o abstinencia (p. ej., si
se cumplen cualquiera de los puntos 1 o 2) Sin dependencia fisiológica: no hay signos
de tolerancia o abstinencia (p. ej., si no se cumplen los puntos 1 y 2)
Criterios para Abuso de sustancias A. Un patrón desadaptativo de consumo de
sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado
por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:

1. consumo recurrente de sustancias, que da lugar al incumplimiento de obligaciones


en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre
relacionados con el consumo de sustancias; ausencias, suspensiones o expulsiones
de la escuela relacionadas con la sustancia; descuido de los niños o de las
obligaciones de la casa)
2. consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es
físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los
efectos de la sustancia)
3. problemas legales repetidos relacionados con la sustancia (p. ej., arrestos por
comportamiento escandaloso debido a la sustancia)
4. consumo continuado de la sustancia, a pesar de tener problemas sociales continuos
o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de
la sustancia (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la
intoxicación, o violencia física)
B. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la dependencia de
sustancias de esta clase de sustancia.

Trastornos inducidos por sustancias

Intoxicación por sustancias


Abstinencia de sustancias
Criterios para Intoxicación por sustancias
A. Presencia de un síndrome reversible específico de una sustancia debido a su
ingestión reciente (o a su exposición). Nota: diferentes sustancias pueden producir
síndromes idénticos o similares.
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente
significativos debidos al efecto de la sustancia sobre el sistema nervioso central (p. ej.,
irritabilidad, labilidad emocional, deterioro cognoscitivo, deterioro de la capacidad de
juicio, deterioro de la actividad laboral o social), que se presentan durante el consumo
de la sustancia o poco tiempo después.
C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.

Criterios para Abstinencia de sustancias

A. Presencia de un síndrome específico de una sustancia debido al cese o reducción


de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. El síndrome específico de la sustancia causa un malestar clínicamente significativo
o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras áreas importantes de la
actividad del individuo.
C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.

Criterios para Abstinencia de sustancias


A. Presencia de un síndrome específico de una sustancia debido al cese o reducción
de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. El síndrome específico de la sustancia causa un malestar clínicamente significativo
o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras áreas importantes de la
actividad del individuo.
C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.

El trastorno por consumo de alcohol


Descripción general
El trastorno por consumo de alcohol (que incluye un grado que, a veces, se denomina
«alcoholismo»)
Es un patrón de consumo de alcohol que comprende problemas para controlar tu
consumo, situaciones en las que te sientes preocupado por el alcohol, el consumo
continuo de este aun cuando te cause problemas, la necesidad de tener que beber
más para lograr el mismo efecto o la presencia de síntomas de abstinencia cuando
disminuyes o suspendes rápidamente el consumo.
El consumo no saludable de alcohol comprende todo consumo de alcohol que pone en
riesgo tu salud o tu seguridad, o que provoca otros problemas relacionados. También
incluye el consumo muy elevado de alcohol, un patrón de consumo de alcohol por el
cual un hombre consume cinco o más bebidas en dos horas, o una mujer ingiere, al
menos, cuatro bebidas en dos horas. El consumo muy elevado de alcohol provoca
riesgos significativos para la salud y para la seguridad.
Si tu patrón de consumo de alcohol te produce una gran angustia reiterada y
problemas para desenvolverte en la vida diaria, es probable que padezcas el trastorno
por consumo de alcohol. Puede oscilar entre leve y grave. Sin embargo, incluso un
trastorno leve puede intensificarse y dar lugar a problemas graves, por lo que el
tratamiento temprano es importante.

Síntomas
El trastorno por consumo de alcohol puede ser leve, moderado o grave, según la
cantidad de síntomas que presentes. Entre los signos y síntomas pueden encontrarse
los siguientes:
Incapacidad para limitar la cantidad de alcohol que consumes
Deseo o intentos fallidos de reducir la cantidad de alcohol que consumes
Pérdida de mucho tiempo bebiendo u obteniendo el alcohol, o recuperándote de su
consumo
Deseo fuerte o necesidad de beber alcohol
Incumplimiento de obligaciones importantes en el trabajo, la escuela o el hogar debido
al consumo reiterado de alcohol
Consumo continuo de alcohol incluso cuando sabes que esto causa problemas físicos,
sociales o interpersonales
Abandono o reducción de actividades sociales o laborales y pasatiempos
Consumo de alcohol en situaciones donde no es seguro, como al conducir o nadar
Desarrollo de tolerancia al alcohol, de manera que necesitas más cantidad para sentir
su efecto o tienes un efecto reducido por la misma cantidad
Presencia de síntomas de abstinencia, como náuseas, sudoración y temblores,
cuando no bebes, o beber para evitar estos síntomas
El trastorno por consumo de alcohol puede incluir períodos de intoxicación por alcohol
y síntomas de abstinencia.

La intoxicación por alcohol


Se genera a medida que aumenta la cantidad de alcohol en el torrente sanguíneo.
Mayor la concentración de alcohol en sangre, mayor el deterioro en tu organismo. La
intoxicación por alcohol causa problemas de conducta y cambios mentales. Estos
pueden incluir comportamiento inadecuado, estados de ánimo inestables, alteración de
la capacidad de juicio, dificultad para hablar, problemas de atención o memoria y mala
coordinación. También puedes tener períodos denominados “apagones”, donde no
recuerdas los hechos. Los niveles muy altos de alcohol en sangre pueden provocar un
coma o incluso la muerte.
La abstinencia al alcohol
Puede suceder cuando el consumo de alcohol ha sido intenso y prolongado y luego se
suspende o reduce considerablemente. Puede suceder en el plazo de varias horas o
hasta cuatro o cinco días después. Los signos y síntomas consisten en sudoración,
aceleración de los latidos del corazón, temblores en las manos, problemas para
dormir, náuseas y vómitos, alucinaciones, inquietud y nerviosismo, ansiedad y, a
veces, convulsiones. Los síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para
afectar tu desempeño en el trabajo o en situaciones sociales.
¿Qué se considera un trago?
Define un trago normal como cualquiera de los siguientes:
12 onzas (355 mililitros) de cerveza común (aproximadamente 5 por ciento de alcohol)
Entre 8 y 9 onzas (de 237 a 266 mililitros) de licor de malta (aproximadamente 7 por
ciento de alcohol)
5 onzas (148 mililitros) de vino (aproximadamente 12 por ciento de alcohol)
1.5 onzas (44 mililitros) de licor fuerte con 80 por ciento de graduación alcohólica
(aproximadamente 40 por ciento de alcohol)
Cuándo debes consultar con un médico
Si crees que a veces bebes mucho alcohol, si beber te está causando problemas o si
tu familia está preocupada porque bebes, habla con tu médico. Existen otras maneras
de pedir ayuda, como hablar con un profesional de salud mental o buscar asistencia
en los grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos o grupos de autoayuda similares.
La negación del problema
Es muy común, por lo que quizá no sientas que tienes un problema con el alcohol.
Puede que no te des cuenta de cuánto bebes o cuántos problemas en tu vida están
vinculados al abuso de alcohol. Escucha a tus familiares, amigos o colegas cuando te
digan que analices tus hábitos con el alcohol o que busques ayuda. Reflexiona sobre
la posibilidad de hablar con alguien que haya tenido este problema y se haya
recuperado.

Si tu ser querido necesita ayuda


Muchas personas que padecen un trastorno relacionado con el consumo de alcohol
dudan en tratarse ya que no reconocen que tienen un problema. La intervención por
parte de los seres queridos puede ayudar a algunos a reconocer el problema y aceptar
que necesitan ayuda profesional. Si te preocupa alguien que bebe en exceso, pide a
un profesional con experiencia en el tratamiento del alcoholismo que te asesore sobre
cómo acercarte a esa persona.

Causas
Los factores genéticos, psicológicos, sociales y ambientales pueden influir sobre la
manera en que el alcohol afecta tu organismo y tu conducta. Hay teorías que sugieren
que en algunas personas el alcohol tiene un impacto diferente y más fuerte que puede
causar trastornos relacionados con el consumo de alcohol.
Con el paso del tiempo, tomar demasiado alcohol puede cambiar el funcionamiento
normal de algunas áreas del cerebro asociadas con la experiencia de placer, el
razonamiento y la capacidad de controlar tu conducta. Eso podría ocasionar un fuerte
deseo de tomar alcohol para intentar recuperar los sentimientos positivos o disminuir
los negativos.

Factores de riesgo
El consumo de alcohol puede comenzar en la adolescencia, pero el trastorno por
consumo de alcohol se manifiesta con mayor frecuencia entre los 20 y los 40 años,
aunque puede presentarse a cualquier edad.
Consumo constante a lo largo del tiempo. El consumo excesivo frecuente durante
un período prolongado o el consumo compulsivo frecuente pueden ocasionar
problemas relacionados con el alcohol o trastorno por consumo de alcohol.
Comenzar a una edad temprana. Las personas que comienzan a beber,
especialmente de manera compulsiva, a una edad temprana tienen un mayor riesgo
de padecer trastorno por consumo de alcohol.
Antecedentes familiares. El riesgo de padecer trastorno por consumo de alcohol es
mayor en las personas que tienen un padre u otro familiar cercano con problemas con
el alcohol. Esto puede verse influenciado por factores genéticos.
Depresión y otros problemas mentales. Es frecuente que las personas con
trastornos mentales, como ansiedad, depresión, esquizofrenia o trastorno bipolar,
tengan problemas con el alcohol u otras sustancias.
Antecedentes de trauma. Las personas con antecedentes de problemas emocionales
u otros traumas tienen un mayor riesgo de padecer trastorno por consumo de alcohol.
Cirugía bariátrica. Algunos estudios de investigación indican que someterse a una
cirugía bariátrica puede aumentar el riesgo de padecer trastorno por consumo de
alcohol o de tener una recidiva después de recuperarse de este trastorno.
Factores sociales y culturales. Tener amigos o una pareja que beben con
regularidad podría aumentar el riesgo de padecer trastorno por consumo de alcohol.
La manera atractiva en la que a veces el consumo de alcohol se presenta en los
medios de comunicación también puede transmitir el mensaje de que beber mucho
está bien. En el caso de los jóvenes, la influencia de los padres, compañeros y otros
modelos a seguir puede afectar el riesgo.

Complicaciones
El alcohol deprime el sistema nervioso central. En algunas personas, la reacción inicial
puede ser la estimulación. Sin embargo, a medida que sigues bebiendo, te vas
sedando.
La ingesta excesiva de alcohol te afecta en el habla, la coordinación muscular y los
centros vitales del cerebro. Una borrachera excesiva puede, incluso, provocar un coma
potencialmente fatal o la muerte. Esto es particularmente preocupante si tomas ciertos
medicamentos que también deprimen el funcionamiento del cerebro.
Impacto en la seguridad
Consumir bebidas alcohólicas en exceso puede reducir las habilidades de
razonamiento y disminuir las inhibiciones, lo que da lugar a decisiones erróneas y a
situaciones o comportamientos peligrosos, como los siguientes:
Accidentes automovilísticos y otros tipos de lesiones accidentales, como ahogarse
Problemas en las relaciones
Un desempeño deficiente en el trabajo o en la escuela
Mayor probabilidad de cometer delitos violentos o de ser víctima de un delito
Problemas legales, laborales o económicos
Problemas con el consumo de otras sustancias
Participación en relaciones sexuales riesgosas y sin protección, o ser víctima de abuso
sexual o de violación
Mayor riesgo de intentar suicidarse o de realmente hacerlo
Efectos sobre tu salud
Beber demasiado alcohol en una sola ocasión o a lo largo del tiempo puede ocasionar
problemas de salud, como los que se nombran a continuación:
Enfermedad hepática. El consumo elevado de alcohol puede aumentar la grasa en el
hígado (esteatosis hepática), producir inflamación del hígado (hepatitis alcohólica) y, a
lo largo del tiempo, ocasiona la formación de cicatrices y la destrucción irreversible del
tejido hepático (cirrosis).
Problemas digestivos. El consumo elevado de alcohol puede provocar la inflamación
de la pared que recubre al estómago (gastritis), así como úlceras estomacales y
esofágicas. También puede interferir con la absorción de vitaminas B y otros
nutrientes. El consumo elevado de alcohol puede dañar el páncreas o producir
inflamación del páncreas (pancreatitis).
Problemas del corazón. El consumo excesivo de alcohol puede ocasionar presión
arterial alta y aumenta el riesgo de padecer cardiomegalia, insuficiencia cardíaca o
ataque cardíaco. Incluso un solo consumo excesivo de alcohol puede causar una
arritmia cardíaca seria llamada fibrilación auricular.
Complicaciones de la diabetes. El alcohol afecta la liberación de glucosa del hígado
y puede incrementar el riesgo de tener niveles bajos de azúcar en sangre
(hipoglucemia). Esto es peligroso si tienes diabetes y te inyectas insulina para bajar el
nivel de azúcar en sangre.
Problemas con la actividad sexual y la menstruación. El consumo excesivo de
alcohol puede provocar disfunción eréctil en los hombres. En las mujeres, puede
interrumpir la menstruación.
Problemas en la vista. Con el tiempo, el consumo excesivo de alcohol puede
provocar un movimiento ocular involuntario y rápido (nistagmo), así como debilidad y
parálisis de los músculos oculares, debido a una deficiencia de la vitamina B1
(tiamina). Si no se trata rápidamente, una deficiencia de tiamina también puede estar
asociada con otros cambios cerebrales, como la demencia irreversible.
Anomalías congénitas. El consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar
un aborto espontáneo. También puede provocar síndrome alcohólico fetal, por lo que
se da a luz a un niño con problemas físicos y de desarrollo que padecerá durante toda
su vida.
Daño en los huesos. El alcohol puede afectar la producción de masa ósea. Esta
disminución de la masa ósea puede causar un adelgazamiento de los huesos
(osteoporosis) y un mayor riesgo de sufrir fracturas. El alcohol también puede dañar la
médula ósea, encargada de producir los glóbulos de la sangre. Es posible que esto
provoque un recuento de plaquetas bajo, lo que puede ocasionar hematomas y
sangrado.
Complicaciones neurológicas. El consumo excesivo de alcohol puede afectar el
sistema nervioso, lo que provoca entumecimiento y dolor en las manos y en los pies,
trastornos del pensamiento, demencia y pérdida de la memoria a corto plazo.
Sistema inmunitario debilitado. El uso excesivo de alcohol puede dificultar la
resistencia del cuerpo a las enfermedades, lo que incrementa el riesgo de sufrir
diversas enfermedades, en especial, la neumonía.
Aumento del riesgo de padecer cáncer. El consumo excesivo y prolongado de
alcohol se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer muchos tipos de cáncer,
como cáncer de boca, garganta, hígado, esófago, colon y mama. Incluso el consumo
moderado de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Interacciones entre los medicamentos y el alcohol. Algunos medicamentos
interactúan con el alcohol, lo que incrementa sus efectos tóxicos. Beber mientras
tomas estos medicamentos puede aumentar o disminuir su efectividad o hacerlos
peligrosos.

Prevención
La intervención temprana puede prevenir problemas relacionados con el alcohol en
adolescentes. Si tienes un hijo adolescente, presta atención a los signos y síntomas
que puedan indicar un problema con el alcohol:
Falta de interés en las actividades y los pasatiempos, y en la imagen personal.
Ojos colorados, balbuceo, problemas de coordinación y lagunas mentales.
Dificultades o cambios en las relaciones con los amigos, como juntarse con un nuevo
grupo.
Calificaciones más bajas y problemas en la escuela.
Cambios de humor frecuentes y comportamiento defensivo.
Puedes ayudar a prevenir el consumo de alcohol en adolescentes de la siguiente
manera:
Da un buen ejemplo con tu propio consumo de alcohol.
Habla abiertamente con tu hijo, dedica tiempo para estar juntos e involúcrate de
manera activa en su vida.

Cómo comprender los trastornos por


consumo de alcohol y su tratamiento
Para muchas personas, tomar alcohol es solo una forma placentera de
relajarse. Sin embargo, las personas con trastornos por consumo de alcohol
toman en exceso, poniendo en peligro sus vidas y las de los demás. Esta hoja
informativa de preguntas y respuestas explica los problemas ocasionados por
el consumo de alcohol y cómo los psicólogos pueden ayudar a las personas a
recuperarse.

¿Cuándo es que tomar alcohol se


convierte en un problema?
Para la mayoría de los adultos, el consumo moderado de alcohol, no más de
dos bebidas por día para los hombres y una para las mujeres y personas
mayores, es relativamente inofensivo. (Una "bebida" significa 1,5 onzas de
bebidas fuertes, 5 onzas de vino o 12 onzas de cerveza, que en todos los
casos contienen 0,5 onzas de alcohol).
El consumo moderado, sin embargo, reside en un extremo del rango que va
desde el abuso de alcohol hasta la dependencia del alcohol:
 El abuso de alcohol es un patrón de consumo de bebidas que deriva en
consecuencias adversas importantes y recurrentes. Las personas que abusan
del alcohol pueden no cumplir con sus obligaciones importantes en la escuela,
el trabajo o la familia. Pueden tener problemas legales relacionados con el
consumo de alcohol, como repetidos arrestos por conducir bajo los efectos del
alcohol. Pueden tener problemas de relación asociados con la bebida.
 Las personas con alcoholismo "técnicamente conocido como
dependencia del alcohol" pierden el control confiable de su consumo de
alcohol. No importa qué tipo de alcohol uno tome y ni siquiera la cantidad: las
personas dependientes del alcohol a menudo no pueden dejar de tomar una
vez que comienzan. La dependencia del alcohol se caracteriza por la tolerancia
(la necesidad de tomar más para lograr la misma euforia) y el síndrome de
abstinencia si la bebida se interrumpe bruscamente. Los síntomas de
abstinencia pueden incluir náuseas, sudoración, inquietud, irritabilidad,
temblores, alucinaciones y convulsiones.
Si bien se da la mayor atención pública a los problemas graves por consumo
de alcohol, hasta los problemas leves y moderados provocan importantes
daños a las personas, sus familias y la comunidad.
Según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA por sus
siglas en inglés), 1 de cada 13 adultos en los Estados Unidos abusa del alcohol
o es alcohólico en un momento determinado. En 1997 una encuesta del
gobierno reveló que los problemas por consumo de bebidas alcohólicas
también son comunes entre las personas más jóvenes en los Estados Unidos.
Por ejemplo, casi 5 millones de jóvenes, entre 12 y 20 años, beben cantidades
muy elevadas de alcohol en cortos períodos de tiempo, según lo cual las
mujeres consumen como mínimo cuatro bebidas una tras otra y los hombres
como mínimo cinco.

¿Qué provoca los trastornos


relacionados con el alcohol?
Los problemas con el alcohol tienen múltiples causas, y los factores genéticos,
fisiológicos, psicológicos y sociales desempeñan un papel importante. No todas
las personas se ven igualmente afectadas por cada causa. Para algunas
personas que abusan del alcohol, los rasgos psicológicos como impulsividad,
baja autoestima y una necesidad de aprobación provocan que se beba alcohol
de manera inapropiada. Algunas personas toman para sobrellevar o "curar"
problemas emocionales. Los factores sociales y del entorno, como la presión
de los compañeros y la fácil disponibilidad del alcohol, pueden jugar roles
clave. La pobreza y el abuso físico o sexual aumentan las probabilidades de
desarrollar dependencia al  alcohol.
Los factores genéticos hacen que algunas personas sean especialmente
vulnerables a la dependencia del alcohol. Contrariamente a lo que se cree, ser
capaz de beber sin que se le note, significa que usted está en un mayor riesgo,
y no menor, de tener problemas con el alcohol. Sin embargo, los antecedentes
familiares de problemas con el consumo de alcohol no significan que los hijos
de quienes tienen estos problemas automáticamente crecerán y tendrán los
mismos problemas, del mismo modo que la ausencia de problemas con el
consumo de alcohol en la familia no necesariamente protege a los niños de
desarrollar estos problemas.
Una vez que las personas comienzan a tomar en exceso, el problema puede
perpetuarse. Consumir bebidas alcohólicas en exceso puede causar cambios
fisiológicos que hacen que beber más sea la única forma de evitar el malestar.
Las personas con dependencia del alcohol pueden beber en parte para reducir
o evitar el síndrome de abstinencia.

¿Cómo afectan a las personas los


trastornos por consumo de alcohol?
Si bien algunas investigaciones sugieren que pequeñas cantidades de alcohol
pueden tener efectos cardiovasculares beneficiosos, existe un consenso
generalizado de que tomar mucho puede provocar problemas de salud. De
hecho, 100.000 personas en los Estados Unidos mueren por causas
relacionadas con el alcohol cada año. Los efectos a corto plazo incluyen
pérdida de memoria, resaca y amnesia alcohólica. Los problemas a largo plazo
asociados con el consumo excesivo de alcohol incluyen trastornos
estomacales, problemas cardíacos, cáncer, daños cerebrales, pérdida de
memoria grave y cirrosis hepática. Los bebedores empedernidos también
aumentan de forma notoria sus posibilidades de morir debido a accidentes
automovilísticos, homicidios y suicidios. Si bien es más probable que los
hombres desarrollen el alcoholismo que las mujeres, la salud de las mujeres se
ve más afectada hasta con bajos niveles de consumo de alcohol.
Los problemas con el alcohol también tienen un impacto muy negativo en la
salud mental. El abuso de alcohol y el alcoholismo pueden empeorar
condiciones existentes como la depresión o provocar nuevos problemas como
la pérdida grave de memoria, la depresión o la ansiedad.
Los problemas con el alcohol no solo lastiman al bebedor. Según la NIAAA,
más de la mitad de las personas en los Estados Unidos tienen como mínimo un
familiar cercano con un problema por consumo de alcohol. Es más probable
que las esposas y los hijos de los bebedores empedernidos experimenten
violencia familiar así como que los niños enfrenten abuso físico y sexual,
abandono y desarrollen problemas psicológicos. Las mujeres que consumen
alcohol durante el embarazo corren serios riesgos de causar daño al feto.
Amigos y familiares pueden morir o resultar heridos en accidentes y asaltos
relacionados con el alcohol.

¿Cuándo se debe buscar ayuda?


A menudo las personas ocultan su consumo de bebidas alcohólicas o niegan
tener un problema. ¿Cómo puede saber si usted o alguien que conoce está en
dificultades? Los signos de un posible problema incluyen tener amigos o
parientes que expresan preocupación, enojarse cuando las personas critican
que bebe demasiado, sentirse culpable por beber y pensar que debe dejar de
hacerlo pero sentirse incapaz de lograrlo y/o necesitar una bebida por la
mañana para calmar sus nervios o aliviar la resaca.
Algunas personas que tienen problemas con el alcohol hacen un gran esfuerzo
para resolverlos, y con frecuencia, con el apoyo de familiares y/o amigos,
pueden recuperarse por cuenta propia. Sin embargo, aquellas personas con
dependencia del alcohol no suelen dejar de tomar sólo con fuerza de voluntad;
muchas necesitan ayuda externa. Pueden requerir una desintoxicación
supervisada por un médico para evitar los síntomas potencialmente mortales
del síndrome de abstinencia como las convulsiones. Una vez que las personas
están estabilizadas, pueden necesitar resolver los problemas psicológicos
asociados con el consumo de alcohol.
Hay varias maneras disponibles para abordar el tratamiento de los problemas
con el alcohol. Ninguna es la mejor para todas las personas.

¿Cómo puede ayudar un psicólogo?


Los psicólogos que están capacitados y experimentados para tratar los
problemas con el alcohol pueden ayudar de muchas maneras. Antes de que el
bebedor busque ayuda, un psicólogo puede guiar a la familia u otras personas
a ayudar a que la motivación para cambiar aumente en el bebedor.
Un psicólogo puede comenzar con el bebedor evaluando los tipos y grados de
problemas que experimenta. Los resultados de la evaluación pueden ofrecer
una guía inicial al bebedor sobre qué tratamiento debe buscar y ayudar a
motivarlo para que se someta al tratamiento. Las personas que tienen
problemas con el consumo de alcohol mejoran indudablemente sus
posibilidades de recuperación al buscar ayuda temprano.
Al recurrir a uno o más tipos de terapias psicológicas, los psicólogos pueden
ayudar a las personas a abordar los problemas psicológicos subyacentes a sus
problemas con el alcohol. Varias de estas terapias, incluyendo la terapia
cognitiva conductual que facilita el desarrollo de habilidades para sobrellevar
situaciones difíciles y la terapia de estimulación motivacional (MET por sus
siglas en inglés), fueron desarrolladas por psicólogos. Las terapias adicionales
incluyen terapias de facilitación en 12 pasos que asisten a quienes tienen
problemas con el consumo de alcohol a usar programas de autoayuda como
Alcohólicos Anónimos (AA). Las tres terapias, terapia cognitiva conductual para
sobrellevar situaciones difíciles, terapia de estimulación motivacional y terapia
de facilitación en 12 pasos, demostraron su eficacia a través de ensayos de
tratamiento a gran escala bien diseñados. Estas terapias pueden ayudar a las
personas a estimular su motivación para dejar de tomar, identificar las
circunstancias que desencadenan el consumo de bebidas alcohólicas,
aprender nuevos métodos para sobrellevar situaciones de alto riesgo que
propician la bebida y desarrollar sistemas de apoyo social dentro de sus
comunidades.
Muchas personas que tienen problemas con el consumo de alcohol tienen
también otros problemas de salud, como ansiedad y depresiones graves, que
ocurren al mismo tiempo. Los psicólogos pueden ser de gran ayuda para
diagnosticar y tratar estos problemas psicológicos que ocurren al mismo tiempo
cuando comienzan a crear problemas. Además, un bebedor en tratamiento
puede recibir servicios de muchos profesionales de la salud y un psicólogo
puede desempeñar un papel importante en la coordinación de estos servicios.
Los psicólogos también pueden brindar terapias de pareja, familiares y de
grupo, que a menudo resultan útiles para reparar relaciones interpersonales y
el éxito a largo plazo para resolver los problemas ocasionados por el consumo
de alcohol. Las relaciones familiares influyen en la conducta relacionada con el
consumo de alcohol y estas relaciones suelen cambiar durante la recuperación
de la persona. El psicólogo puede ayudar al bebedor y su pareja a recorrer
estas transiciones complejas, ayudar a las familias a entender el problema del
consumo de alcohol, aprender a brindar apoyo a familiares en el proceso de
recuperación y remitir a los familiares a grupos de autoayuda como Alcohólicos
Anónimos y Alateen.
Dado que una persona puede experimentar una o más recaídas y volver a
consumir alcohol, puede ser fundamental contar con un profesional de la salud
adecuado como un psicólogo de confianza con el que la persona pueda
analizar y aprender de estos hechos. Si el bebedor no puede resolver sus
problemas con el consumo de alcohol enteramente, un psicólogo puede
ayudarlo a reducir el consumo de alcohol y minimizar los problemas.
Los psicólogos pueden también hacer remisiones a grupos de autoayuda.
Incluso al terminar el tratamiento formal, muchas personas buscan apoyo
adicional continuando su participación en dichos grupos.
Los trastornos relacionados con el consumo de alcohol afectan gravemente el
funcionamiento y la salud. Sin embargo, las posibilidades de una recuperación
exitosa a largo plazo para quienes buscan la ayuda adecuada son buenas. Los
psicólogos ponen en práctica sus sólidos conocimientos para ayudar a las
personas a resolver los problemas con el consumo de alcohol y trabajan para
poner a disposición servicios de tratamiento cuando sea necesario.

También podría gustarte