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Así, tenemos que Lucio Mendieta y Núñez señala que “Es el conjunto de normas, leyes,
reglamentos y disposiciones en general, doctrina y jurisprudencia, que se refieren a la propiedad
rústica y a las explotaciones de carácter agrícola” definición que no cumple con la totalidad de la
materia al no incluir lo relativo a las explotaciones, ganaderas, forestales e industrias periféricas.
Por su parte, Mario Ruiz Massieu afirma que es “el conjunto de normas jurídicas que
regulan la actividad en el campo derivada de la tenencia y explotación de la tierra, con el fin
primordial de obtener el bien de la comunidad en general, y en especial a la comunidad rural”,
Definición que se limita a la propiedad social, excluyendo a la privada.
De las anteriores definiciones, la que más se acerca a la realidad y alcance del Derecho
Agrario, es la proporcionada por la Maestra Martha Chávez Padrón, al incluir tanto a la propiedad
privada como social, permitiendo su aplicación sin que se pierda vigencia, al definirlo como “Parte
del sistema jurídico que regula la organización territorial rústica, todo lo relacionado con las
explotaciones y aprovechamientos que este sistema considera como agrícolas, ganaderos y
forestales y algunos otros aprovechamientos colaterales y la mejor forma de llevarlos a cabo”.
En cuanto a la ubicación del Derecho Agrario, éste lo encontramos como una sub-rama del
Derecho Social, el cual va encaminado a proteger y tutelar a una clase económicamente
desprotegida, como es el campesino.
AUTONOMÍA DEL DERECHO AGRARIO. - Es común que se crea que nuestro derecho en
general nació o evolucionó del derecho civil y éste a su vez del derecho romano, sin embargo la
mayoría de los tratadistas reconoce la existencia de un derecho agrario autónomo con respecto de
otras ramas, que le permite existir por si mismo. Subdividiendo su autonomía en:
Autonomía Histórica. - Tiene un origen propio, independiente del derecho romano aún y
cuando con posterioridad adopta algunos principios de éste, por lo que podríamos afirmar que es
un Derecho Autóctono a diferencia de las demás ramas del derecho, que son adaptaciones de un
tronco común que se localiza en el Derecho Romano.
Martha Chávez Padrón afirma que “todas nuestras actuales instituciones agrarias, se
explican claramente por nuestras referencias históricas, así como la importancia de las mismas
para la resolución de los grandes problemas nacionales.
Autonomía Jurídica.- Se poseen principios propios, normas jurídicas particulares que nacen
en la época prehispánica; mencionando la regulación de los Calpulli y las normas para la asignación
y aprovechamiento de los Calpullalli; En la época de la Corona, encontramos aspectos legislativos
en cuanto a la propiedad comunal indígena, las Leyes de Indias, las mercedes reales, cédulas y
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ordenanzas; Las disposiciones libertadoras de la Independencia; Las Leyes de Reforma, en cuanto a
la colonización y baldíos, y; Durante la Revolución, la Ley del 6 de enero de 1915 y el artículo 27
Constitucional, entre otras y tantas leyes que le dieron un perfil específico y diferente al de las
otras ramas del derecho.
Autonomía Didáctica. - Para efectos de estudio en las aulas, esta materia adquiere su
autonomía al estudiarse por separado de otras ramas jurídicas desde 1939, considerándose que
debe cursarse al final de la carrera por ser indispensable para su conocimiento otras asignaturas
estrechamente relacionadas.
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3 de febrero de 1983.- Se Adicional 2 nuevos e importantes conceptos: la impartición de
justicia agraria y desarrollo rural integral: Conformándose con el primero de ellos, la base para el
desarrollo de programas para solucionar controversias y seguridad jurídica en la tenencia de la
tierra, lo que constituye el sustento constitucional de los tribunales agrarios.
a) Dar certidumbre jurídica al campo; el fin del reparto agrario; la justicia agraria.
b) Capitalizar al campo; la pequeña propiedad; nuevas formas de asociación.
c) Proteger y fortalecer la vida ejidal y comunal.
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Con el decreto se realizan las reformas al párrafo tercero y a las fracciones IV, VI primer
párrafo, VII, XV y XVII; adicionándose los párrafos segundo y tercero a la fracción XIX; y
derogándose las fracciones X a la XIV y la XVI del citado artículo, en los siguientes términos:
● Con las reformas al párrafo tercero, última parte, y la derogación de la fracción X, se da fin a la
fase del reparto agrario, así como la entrega masiva de tierra a los núcleos solicitantes,
suprimiéndose las figuras de la dotación, ampliación de ejidos y creación de nuevos centros de
población ejidal, con lo que se deja de ser un medio para la constitución de nuevos ejidos.
● Se deroga la prohibición a las sociedades mercantiles y civiles para adquirir bienes raíces
(FRACCIÓN IV). En cuanto a las sociedades mercantiles por acciones, su modificación permite
que tengan capacidad para adquirir, poseer y administrar los bienes que le son indispensables
para su objeto social, con los límites de la propiedad territorial para éstas, debiendo en su caso
los socios ajustarse respecto de la superficie señalada como pequeña propiedad.
● Se respeta la voluntad de ejidatarios y comuneros para adoptar las condiciones que más les
convengan en el aprovechamiento de sus recursos productivos, regulándose el ejercicio de los
derechos de los comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre su parcela; Se establecen
los procedimientos por los que ejidatarios y comuneros puedan asociarse entre sí, con el
Estado o con terceros, otorgando el uso de sus tierras y para el caso de ejidatarios, los
procedimientos para la transmisión de sus derechos parcelarios entre los propios miembros del
Núcleo de Población; Además, una vez que se cumplan los requisitos y procedimientos, se
permitirá a la Asamblea Ejidal otorgar al ejidatario el dominio pleno sobre su parcela,
disponiendo la enajenación de ésta, respetando los derechos de preferencia.
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● A su vez se establece que ningún ejidatario podrá ser titular de mas tierra que el equivalente el
5% del total de las tierras ejidales; estableciéndose que la titularidad de tierras de un solo
ejidatario deberá ajustarse a los límites de la pequeña propiedad (FRAC XV).
● Respecto a la Asamblea General, se considera como el órgano superno del núcleo de población
ejidal y comunal, con la organización y funciones que la ley señale. Siendo el Comisariado Ejidal
el órgano de representación del núcleo y responsable de ejecutar las resoluciones de la
Asamblea.
● Por lo que hace a la restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos de población, se
establece que se realizará en los términos de la Ley Reglamentaria.
● Con la derogación de las FRACCIONES X a la XIV, se culmina con la fase del reparto agrario,
desapareciendo las anteriores autoridades agrarias y el procedimiento de dotación de tierras.
Sin embargo, es importante recordar que el proceso continua en virtud de la existencia de una
gran cantidad de expedientes en trámite.
● Para efectos de su equivalencia, se computará una Has. de riego por 2 de temporal, por 4 de
agostadero de buena calidad y por 8 de bosques, montes o agostadero en terrenos áridos.
● También se considera pequeña propiedad, aquella superficie que no exceda por individuo de
150 Has. Cuando se dediquen al cultivo de algodón si reciben riego, 300 Has. cuando se
dediquen al cultivo de plátano, caña de azúcar, café, henequén, hule, palma, vid, olivo, quina,
vainilla cacao, agave, nopal o árboles frutales.
● Como única sanción para el caso de violación a la extensión de los límites de la pequeña
propiedad, se establece el fraccionamiento y enajenación de la excedencia, en forma voluntaria
dentro de un año, o en rebeldía, después de ese plazo, mediante pública almoneda (fracción
XVII).
● Por último, con motivo de las reformas constitucionales, se inicia el establecimiento de órganos
jurisdiccionales dotados de plena autonomía (Fracción XIX), elevándose a rango constitucional
el actuar de la Procuraduría Agraria.
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TEMA IV. EJIDO
Proviene del vocablo latino exitus, que significa “salida”; en la actualidad podemos definirlo
como una sociedad de interés social con personalidad jurídica y patrimonio propio, integrado por
el conjunto de tierras, aguas y bosques y en general, todos los recursos naturales que lo
constituyen. Su finalidad es el mejoramiento de la vida campesina mediante el uso y la explotación
lícita, integral y respetuosa del medio ambiente y de las tierras de su propiedad que hubieren sido
entregadas por dotación o se hayan adquirido mediante cualquier otro título (Art. 9°).
EJIDATARIO Y AVENCINDADO
Desde el punto de vista de la ley Agraria, Ejidatario son todos los hombres y mujeres
titulares de derechos Agrarios (Art. 12), correspondiéndoles el derecho de uso y disfrute sobre sus
parcelas (Art. 14), los derechos que el reglamento interno de cada ejido les otorgue sobre las
demás tierras ejidales y en general las que legalmente les pertenezcan.
En cuanto a los requisitos para adquirir la calidad de ejidatario o comunero, el Art. 15, señala
que:
1. Ser mexicano mayor de edad o de cualquier edad si tiene familia a su cargo o se trate de
heredero de ejidatario, o
2. Ser avecindado del ejido correspondiente (no será necesario si se trata de heredero) o
cumplir con los requisitos que establezca cada ejido en su reglamento interno.
En cuanto a los avecindados (Art. 13), son aquellos mexicanos mayores de edad que han
residido por un año o más en las tierras del núcleo de población ejidal, debiendo contar con el
reconocimiento de la Asamblea o del tribunal agrario competente.
SUCESIONES AGRARIAS.
Las sucesiones agrarias pueden ser legítima o testamentaria, teniendo derecho el ejidatario de
escoger entre una y otra.
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La sucesión testamentaria tiene lugar cuando ésta se sujeta a la voluntad expresa del titular
de los derechos agrarios (Art. 17), sin que se cuente con una formalidad especial por lo que bastará
con que se exprese por escrito la voluntad del testador respecto de quienes deben sucederle a su
fallecimiento, incluso pudiéndose establecer un orden de preferencia.
Como única formalidad, la ley exige que el testamento debe depositarse en el Registro Agrario
Nacional o ser pasado ante Fedatario Público. Teniendo el testador la facultad de modificar su
voluntad cuantas veces lo desee, en cuyo caso prevalecerá el último testamento o lista de
sucesión.
Por su parte la sucesión legítima se configura cuando no existe testamento agrario o los
sucesores designados están imposibilitados material o legalmente, en este caso la adjudicación de
los derechos agrarios se deberá someter al orden de preferencia establecido por la ley (Art. 18).
Estando encabezado dicho orden de preferencia por el cónyuge, la concubina o concubinario,
seguido por uno solo de los hijos, ascendientes o cualquier otra persona que dependa
económicamente del ejidatario.
Para el supuesto de que existan 2 o más personas con derecho a heredar, en igualdad de
condiciones, deberán ponerse de acuerdo entre ellos mismos para que dentro del término de 3
meses contados a partir del fallecimiento del titular de derechos ejidales, establezcan a quien de
ellos les corresponderán los derechos ejidales, ya que en caso contrario el Tribunal Agrario
proveerá lo conducente para la venta de los mismos y el producto se repartirá entre las personas
con derecho a heredar, teniendo preferencia cualquiera de los herederos en caso de posturas
iguales (última parte del Art. 18).
Por otro lado, para el supuesto de que no existan sucesores de la lista señalada en el artículo
18, el núcleo de población ejidal será el propio beneficiario, vendiéndose los derechos ejidales al
mejor postor entre los ejidatarios y avecindados (Art. 19).
La calidad de ejidatario se pierde por cesión legal de los derechos parcelarios y comunes
(tierras de uso común), por renuncia a los derechos ejidales, por prescripción negativa y/o por
sentencia dictada por el Tribunal Agrario competente (Art. 20).
En cuanto a la pérdida de los derechos ejidales por cesión de derechos parcelarios y de uso
común, encontramos los siguientes supuestos:
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⮚ Si existe sesión de derechos tanto de la parcela como de las tierras de uso común, se
pierde la calidad de ejidatario.
⮚ Si existe cesión de derechos sobre las tierras de uso común, pero no de la parcela, no
se pierde la calidad de ejidatario.
⮚ Por último, si existe cesión de derecho de la parcela y no de las tierras de uso común,
aun y cuando no lo contempla la Ley Agraria, tampoco se pierde el carácter de
ejidatario.
La renuncia a los derechos agrarios (Art. 20 frac. II), significa su cesión en favor del núcleo de
población ejidal correspondiente.
En cuanto a la pérdida de los derechos ejidales por prescripción, el artículo 48 establece que
operara la prescripción en favor de quien hubiere poseído las tierras ejidales en concepto de titular
de derechos ejidales, de manera pacífica, continua y pública durante un período de 5 años, si la
posesión es de buena fe, o de 10 si fuera de mala fe; Requisitos que son evidentes en términos de
la Ley Civil (Arts. 1151 y 1152 del Cód Civ.), por lo que es evidente que se trata de los mismos
requisitos para que la posesión surta efectos prescriptivos.
LA ASAMBLEA. - Es el órgano supremo del ejido, en el que participan todos los ejidatarios, por
lo que y con el fin de llevar un control actualizado y confiable del número de miembros, se
establece la obligatoriedad de llevar un libro de registro de los integrantes del núcleo de población
bajo la responsabilidad directa del comisariado ejidal y la supervisión de la propia asamblea (Art.
22).
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COMISARIADO EJIDAL. - Órgano encargado de la ejecución de los acuerdos de la asamblea, de
su representación y de la gestión administrativa del ejido. Integrado por un presidente, un
secretario y un tesorero, con sus respectivos suplentes.
CONSEJO DE VIGILANCIA. - Órgano encargado de vigilar que el comisariado ejidal cumpla con
sus funciones, además de desarrollar tareas propias. Está integrado por un presidente y dos
secretarios, con sus respectivos suplentes.
Además de los anteriores órganos del ejido, existe la JUNTA DE POBLADORES (algunos autores
le han dado el nombre de órgano opcional), que es el órgano de participación de la comunidad,
integrado por los ejidatarios y avecindados del núcleo de población (Art. 41). Sus atribuciones y
obligaciones generales consisten en opinar, informar, proponer, sugerir, y coadyuvar ante las
autoridades municipales, junto con el comisariado ejidal, en cuestiones relacionadas con los
servicios sociales y urbanos del poblado (vivienda, sanidad, servicios públicos, solares urbanos y su
regularización, así como los trabajos comunitarios en general (Art. 42).
ASAMBLEA EJIDAL. - Tal como se señaló anteriormente, es el órgano supremo del ejido, en el
que participan todos los ejidatarios, señalándose respecto de la periodicidad de las misma, que
ésta deberá celebrarse cuando menos una vez cada seis meses o con mayor frecuencia cuando así
lo determine su reglamento o su costumbre (Art. 23). Siendo competencia exclusiva de la
Asamblea los asuntos a que se refieren las 15 fracciones del artículo 23 de la Ley.
En este sentido, podemos señalar que la Asambleas Blandas u Ordinarias, son las que tratarán
cualquiera de los asuntos señalados en las fracciones I a la VI del artículo 23 y las Asambleas Duras
o Extraordinarias se tratarán de los asuntos señalados en las fracciones VI a la XIV.
Convocatoria de Asamblea. - Puede ser por iniciativa del comisariado ejidal y del consejo de
vigilancia, indistintamente, o a petición de cuando menos 20 ejidatarios o el 20% del total de ellos,
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debiéndose llevar a cabo la convocatoria dentro de los 5 siguientes a la solicitud, por lo que y para
el supuesto de que exista negativa a convocar a asamblea, los ejidatarios podrán solicitar a la
Procuraduría Agraria realice la correspondiente convocatoria.
Es responsabilidad del convocante fijar las cédulas de notificación en los lugares más visibles
del ejido, cuidando su permanencia.
Lugar de la Asamblea. - la asamblea deberá celebrarse dentro del ejido o en el lugar habitual
para ello (Art. 25).
Quorum para la Instalación Válida de la Asamblea. - Es importante señalar que para efectos
prácticas y dependiendo de los asuntos a tratar en Asamblea, las mismas se identifican como
Asambleas Ordinarias o Blandas, cuando los asuntos a tratar son de los contemplados en las
fracciones I a la VI del artículo 23; se consideran Asambleas Extraordinarias o Duras cuando se
refiere a las fracciones VII a la XIV del citado numeral.
En este sentido, tenemos que en primera convocatoria, el quorum legal se integrará con la
mitad más uno de los ejidatarios y deberá convocarse en un término no menor de 8 días ni mayor
de 15 de anticipación (Art. 25), cuando los asuntos a tratar sea de los contemplados en las
fracciones I a la VI, Ordinaria o Blanda; para los asuntos contemplados en las fracciones VII a la XIV
(Asamblea Extraordinaria o Dura), el Quorum legal será con la asistencia de ¾ de los ejidatarios,
debiéndose convocar con un mes de anticipación (Arts. 25 y 26).
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Para el caso de que exista un empate en los acuerdos tomados, el Presidente del Comisariado
Ejidal, tendrá voto de calidad, siempre y cuando los asuntos a tratar sean de los contenidos en las
fracciones I a la VII, ya que para los asuntos de las fracciones VII a la XIV del artículo 23, las
decisiones deberán ser tomadas por las 2/3 de los asistentes.
Asistencia de Autoridad y Fedatario Público.- Cuando los asuntos a tratar en Asamblea, sea de
los contenidos en las fracciones VII a la XIV del Art. 23 (Extraordinaria o Dura), además del Quorum
obligatorio de los ejidatarios, ya sea en primera o segunda convocatoria, deberán acudir a la
Asamblea un representante de la Procuraduría Agraria y un Fedatario Público, siendo
responsabilidad del convocante a asamblea el notificar a la dependencia con una anticipación de
30 días, proveyendo lo necesario para la asistencia del fedatario público, quien deberá firmar y
sellar los documentos que acompañen al acta (Art. 14 del Regl.)
Las actas y/o acuerdos levantadas en Asamblea deberán ser por escrito y firmadas por los
miembros del Comisariado Ejidal y consejo de vigilancia, además de los ejidatarios presentes que
quisieren hacerlo, ya sea de conformidad o bajo protesta. En las cuestiones de las fracciones VII a
la XIV, el Acta deberá ser pasada ante la fe del Notario Público y firmada por el representante del a
Procuraduría Agraria para finalmente inscribirse en el Registro Agrario Nacional (Art. 31).
Está integrado por un Presidente, un Secretario y un Tesorero, con sus respectivos suplentes,
ejerciendo sus funciones de manera conjunta, salvo cuando el Reglamento interior de cada ejido
les señale funciones específicas (Art. 32).
Facultades y Obligaciones.- Son las de representar al ejido y administrar sus bienes con
facultades de apoderado general para actos de administración y de pleitos y cobranzas, en
términos de lo establecido por la asamblea; Está obligado a procurar el estricto respeto de los
derechos de los ejidatarios; Convocar a Asamblea y cumplir los acuerdos; informar a la Asamblea
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sobres sus labores, movimientos de fondos, así como el aprovechamiento de las tierras de uso
común y el estado en que se encuentren.
Facultades y Obligaciones. - Son las de vigilar al Comisariado Ejidal para que sus actos se
ajusten a la ley y/o al Reglamento Interno de cada ejido; revisa las cuentas y operaciones del
comisariado ejidal, pudiendo denunciar a la asamblea las irregularidades que detecte; convocar a
asamblea cuando no lo haga el comisariado ejidal.
Es importante establecer que la ley no señala para el consejo de vigilancia el impedimento que
tiene el Comisariado Ejidal, relativo a la adquisición de tierras o derechos agrarios en tanto dure en
sus funciones, por lo que en su caso se deberá estar al o establecido en el reglamento interno de
cada ejido.
Requisitos. - Para ser integrante de cualquiera de estos dos órganos, se requiere ser miembro
del núcleo de población ejidal, haber trabajado el ejido en los últimos 6 meses, estar en pleno goce
de sus derechos, no haber sido sentenciado por delito intencional que merezca pena privativa de
libertad y trabajar en el ejido durante su encargo (art. 38).
Elección. - Serán electos por la asamblea mediante voto secreto, escrutinio público e
inmediato. En caso de empate se repetirá la votación y de persistir el empate, la asignación se hará
por sorteo de entre los que hubieren obtenido el mismo número de votos (art. 37).
Duración. - Todos los elegidos duraran en funciones 3 años, pudiendo ser reelegidos después
de haber transcurrido un período igual; una vez concluido su encargo y no se hubieren celebrado
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elecciones, serán suplidos automáticamente, en estos casos, los propietarios por los suplentes; en
cualquier otra circunstancia la suplencia tendrá que ser acordada por la asamblea y/o el
Reglamento Interno. Siendo obligación del Consejo de Vigilancia, convocar a elecciones en este
caso dentro de un plazo de 60 días inmediatos a la conclusión del encargo (Art. 39).
PARTIMONIO EJIDAL
El régimen general de la propiedad ejidal cuenta con varios principios cuyas características
especiales conforman el nuevo Derecho Agrario.
Así, de acuerdo con la Ley, la propiedad ejidal se divide, según su destino, en Tierras para el
Asentamiento Humano; Tierras de Usos Común, y; Tierras Parceladas (Art. 44).
De acuerdo con la Ley Agraria (Art. 56), corresponde a la Asamblea determinar el destino de
las tierras no parceladas formalmente, ya sea para el asentamiento humano, uso común o
parcelamiento. De donde se desprende que primeramente deberá respetarse el parcelamiento
formal o de derecho y después proceder a destinar la tierra restante, ya sea para la creación de
más parcelas, el reconocimiento de las existentes de hecho, crear o ampliar el asentamiento
humano, o dejarlas como de uso común.
Son las tierras necesarias para el desarrollo de la vida comunitaria del ejido, compuesta por los
terrenos en donde se ubique la zona de Urbanización y su fundo legal (Art. 63).
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Zona de Urbanización y Fundo Legal. - La nueva Ley no menciona 2 figuras distintas con
características diversas, sino que se trata de la misma, pero de origen diferente. El Fundo Legal es
el área específica del poblado cuando su constitución se realizaba por medio de cédulas y
ordenanzas, contando con un área mayor que comprende las reservas para el crecimiento de la
zona de urbanización y la superficie destinada a los servicios públicos que requieran superficies
externas como caminos, sistemas de riego, etc. Por su parte la Zona de Urbanización es más
específica, ya que cuenta con un área menor que comprende los solares y la superficie necesaria
para los servicios públicos, localizables en edificios e instalaciones especiales como escuelas y
edificios públicos.
Uno de los puntos importantes de los solares urbanos, es que los certificados expedidos por el
Registro Agrario Nacional acreditan la propiedad de su titular sobre el solar que amparan,
regulándose por el derecho común, por lo que deberán ser inscritos en el Registro Público de la
Propiedad de la Entidad Federativa de que se trate (Art. 70). Por lo que, con la asignación del solar
al ejidatario y su inscripción en el Registro Público de la Propiedad, se produce la
desincorporación del régimen de propiedad social para quedar sujeto al derecho común como
propiedad privada.
Son aquellas tierras que la Asamblea no ha reservado para la asignación de parcelas ni para el
Asentamiento Humano y cuyo aprovechamiento se destina al sustento de la vida comunitaria del
ejido (Art.73). los bosques y selvas tropicales se mantendrán invariablemente dentro de este
régimen por lo que cualquier asignación parcelaria en ellos es nula de pleno derecho (Art. 91).
Cuando la asamblea resuelva sobre la aportación de las Tierras de Uso Común a una sociedad
civil o mercantil, deberán satisfacerse determinados requisitos, entre los que se encuentra la
necesidad de que la aportación sea de manifiesta utilidad para el núcleo de población y la
obtención de opinión favorable de la Procuraduría Agraria.
TIERRAS PARCELADAS.
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Son aquellas tierras que están formalmente parceladas en favor de los ejidatarios. Dicho en
otras palabras, son las superficies definidas que ha sido adjudicadas en forma individual o colectiva
(copropiedad) a miembros del núcleo de población, a quienes les pertenece el derecho de su
aprovechamiento, uso y usufructo, sin más limitaciones que las que marca la ley. Amparándose los
derechos parcelarios con el certificado correspondiente o con la resolución del Tribunal Agrario
(Arts. 76, 77 y 78).
Contratos de uso y usufructo.- El titular de la parcela puede aprovechar los derechos de uso y
usufructo por sí o por terceros, sin que sea necesaria la aprobación de la asamblea; pudiendo
aportar los derechos de usufructo a sociedades civiles y/o mercantiles; en cuanto a la celebración
de contratos con terceros, podrán celebrarse contratos de aparcería, mediería, asociación,
arrendamiento o cualquier acto jurídico no prohibido por la ley (Art 79), y cuya duración de los
contratos deberá ser acorde con el proyecto productivo, con límite de 30 años prorrogables (Art.
45).
Enajenación de parcelas. - Sin que implique desincorporación del régimen de propiedad social,
los derechos parcelarios podrán ser enajenados a ejidatarios o avecindados del mismo núcleo de
población, bastando el perfeccionamiento de su transmisión, que sea pro escrito, ante 2 testigos y
que se notifique al Registro Agrario Nacional, para que en su caso sea éste el que expida nuevos
certificados parcelarios. Informándose también de dicha enajenación al Comisariado Ejidal, para el
asentamiento de dicha operación en el Libro de Control.
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Dominio Pleno. - La asamblea puede otorgar a los ejidatarios que así lo soliciten, el dominio
pleno de sus parcelas, siempre que la mayor parte de las parcelas hayan sido delimitadas y
asignadas, previa celebración de asamblea prevista en el Art. 23, fracs. VII a la XIV.
Una vez adoptado el dominio pleno de la parcela, en la primera enajenación, desde el punto
de vista del derecho común, tiene derecho del tanto en el siguiente orden de preferencia las
siguientes personas: Los familiares del enajenante, las personas que hubieren trabajado la parcela
por más de un año, los ejidatarios, los avecindados y el núcleo de población, quienes contarán con
30 días naturales a partir de la notificación fehaciente de la enajenación, bajo pena de nulidad de la
operación de compraventa; siendo obligación del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia,
verificar que se cumplan las notificaciones a aquellas personas que pueden ejercer el derecho del
tanto, por lo que las notificaciones deben efectuarse por conducto del comisariado ejidal ante dos
testigos o personalmente ante fedatario público (Art. 84), debiendo publicar en cualquiera de los
dos casos la relación de bienes o derechos a enajenar.
Cuando la parcela sea transferida en la primera enajenación, ésta se hará cuando menos al
precio que establezca la Comisión de Avalúos de Bines Nacionales (CABIN) o cualquier institución
de crédito, estando libre de impuestos o derechos federales a cargo del enajenante (art. 86).
Cuando las tierras ejidales se ubiquen dentro de las áreas de crecimiento de un centro de
población, los ejidos pueden beneficiarse de la urbanización de sus tierras sujetándose a las leyes,
reglamentos y planes en materia de asentamientos humanos (Art. 87), excluyéndose por supuesto
aquellas áreas naturales protegidas y las zonas de preservación ecológica (Art. 88).
Es necesario que los ejidos y ejidatarios localizadlo cerca de los centros urbanos, tengan
cuidado de hacer valer este derecho en el momento oportuno para la obtención de beneficios a
partir de la urbanización de sus tierras, sin esperar a que las autoridades las expropien con el
mismo fin.
Uno de los aspectos importantes de las tierras que forman parte del ejido es el de recibir
privilegios y estímulos fiscales y crediticios, facilidades y sistemas simplificados, líneas de crédito
con intereses bajos, amén de otras ventajas como insumos, asesoría técnica agropecuaria forestal
y de organización en general.
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