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I) HACIA EL CONCEPTO DE SOSTENIBILIDAD.

PRINCIPIOS E
INDICADORES DE LA SOSTENIBILIDAD
Para comprender este tema es preciso analizar algunas relaciones entre el
funcionamiento de los ecosistemas, sus flujos de energía y materiales, que ocurren sin
la presencia del hombre y los cambios que éste impone en los ecosistemas. En otras
palabras,

Las relaciones entre el modelo de sociedad, la economía, y la potencialidad del


ambiente para absorber los disturbios, porque allí radica la motivación que guía. Se trata de
alcanzar el uso más eficiente y eficaz de la energía y de los materiales, con disturbios
compatibles con una nueva estabilidad de los ecosistemas, que se mantenga en el tiempo y
que produzca un mejoramiento en la calidad de vida del mayor número de personas.

La reiterada preocupación por el creciente deterioro ambiental desde mediados del


siglo pasado, requiere un enfoque científico y filosófico de la relación del hombre con
el ambiente para lograr la utilización eficaz de los recursos naturales sin comprometer
el usufructo a las próximas generaciones. Como señala F. Engels: "...nosotros, por
nuestra carne, nuestra sangre y nuestro cerebro, pertenecemos a la naturaleza, nos
encontramos en su seno..." 1 De tal manera, los daños de su manejo irracional,
pondría en peligro nuestra propia existencia.

En esta premisa se basa el desarrollo deseable, como se discute luego. El análisis de


la sostenibilidad de un modelo o proyecto de manejo se realiza a través de
indicadores, son: ecológicos, económicos y sociales, ya que:

“el desarrollo deseable se apoya en el mejoramiento de los rendimientos de los ecosistemas,


dentro de un contexto socialmente equitativo y con el menor disturbio en la naturaleza, de
modo tal que pueda seguirse usando”.

Básicamente se trata de encontrar atributos2 y parámetros3 que sirvan para definir los
cambios en el tiempo entre la potencialidad de los ecosistemas4 y la utilización que de
ellos se realiza5. Se puede hacer una analogía con el funcionamiento de nuestra
economía: tenemos determinada cantidad de dinero (recurso natural) y tenemos cierto
número de necesidades que atender con ese dinero (demanda del recurso). Nosotros
podríamos utilizar la renta que nos da ese dinero en el tiempo (intereses de un "plazo
fijo" bancario), que sería análogo a la producción de ese sistema natural. Pero no
deberíamos utilizar "el capital", porque pondríamos en peligro nuestra reserva a futuro.
En otras palabras: deberíamos utilizar la producción (renta) sin poner en peligro la
estabilidad del sistema (capital o estructura del ecosistema).

Cuando se usa esta perspectiva de análisis las opciones podrían ser:

1
Marx, C. y F. Engels. Obras, T.20, p.496

2
Atributo: propiedad de un sistema que sólo puede compararse por su cualidad (buena, mala, regular),
pero no puede medirse en forma directa, ejemplo: el color de los ojos.
3
Parámetro: variable de un sistema que puede medirse cuantitativamente (número de personas,
biomasa).
4
También llamada "capacidad de uso".
5
Conocida también como “presión de uso” o “uso actual”.

2
1) “Los recursos naturales son infinitos”. En este supuesto, no se presentarían
problemas, ni se estaría abordando este tema, ya que el crecimiento de las
poblaciones humanas y el crecimiento per cápita también podría ser infinito.

2) “Los recursos naturales tienen potencialidad limitada, pero el problema puede


resolverse agregando tecnología, para obtener mayores y mejores rendimientos”.
Esta fue la hipótesis que generó la denominada “revolución verde” y cuyo fracaso está
ampliamente documentado.

3) “Los recursos naturales son limitados y el crecimiento de la población humana sólo


está asegurado dentro de cierto límite, en tanto se consiga modificar las relaciones del
hombre con la naturaleza, que es la postulación de la Economía ecológica o eco
economía que tiene sus raíces en la teoría de Malthus a fines del siglo XVIII y que dió
origen a trabajos posteriores de Georgescu-Roegen y retomados por Daly (1980)6.
Esta es una de las hipótesis actualmente más aceptadas por quienes postulan el
desarrollo sostenible como se verá luego.

IV. i. CONCEPTUALIZACIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE


El contexto histórico de los conflictos ambientales

Al comienzo de este capítulo, se manifestó que, desde el avance del hombre sobre la
faz de la Tierra, se fueron generado impactos en la biosfera, y fue acarreando una
variedad de transformaciones en el medio, derivadas de:

- El crecimiento geométrico de la población humana.

- El crecimiento exponencial del metabolismo externo (confort o energía


exosomática) que aumenta significativamente con la disponibilidad de
tecnología.

- La enorme capacidad para transformar los recursos naturales en tiempos


breves.

- El aumento de la eficiencia y eficacia del transporte de productos y la


conservación de los productos.

- La instalación del dinero en la sociedad, como medio de trueque.

- La consolidación de estrategias globales basadas en tener más, con total


desapego por el bien general, lo que ha comportado enormes asimetrías
sociales a nivel mundial entre los que tienen mucho (y viven en el mundo
tecnológico) y los que poco tienen (y viven aún hoy, en condiciones
prehistóricas), por pérdida de la ética individual y social como señala Fromm.

- En escala global, el cambio en de los combustibles fósiles utilizados y la tasa


de consumo (figura), han representado modificaciones socioeconómicas y
políticas importantes. La sustitución total de paisajes naturales por paisajes

6
Daly, H. 1980. Economics, Ecology, Ethics. Essays toward a steady-state economi. FreemanPublish. San
Francisco.

3
antrópicos (ciudades, cultivos, áreas fabriles), incluyendo la deforestación y
fragmentación de los ecosistemas.

- La sobre-utilización de algunas especies de plantas y de animales,


produciendo la reducción numérica y desestabilización de los ecosistemas.

- La dispersión de especies exóticas que se tornaron invasoras.

- Los impactos producidos por el turismo, que por el sólo hecho de ocurrir en
paisajes naturales, ha sido denominado ecoturismo, sin contemplar
suficientemente la receptividad del medio natural Bertonatti y Corcuera, 2000).

La aceleración del deterioro ambiental se con el inicio de la revolución y la


implantación de técnicas de producción y un modo de consumo predatorio, que
dieron origen a una explotación excesiva de combustibles fósiles, a problemas
críticos de contaminación y a la sustitución del paisaje primitivo por formas muy
simplificadas como los cultivos extensivos.
Hasta la mitad del siglo XX, la degradación de los recursos naturales se presentaba

4
como un problema sectorial, no representando un factor limitante en el área
económica o de decisión política en el proceso de desenvolvimiento de los países
con elevado grado de industrialización después de la segunda guerra mundial
distribución del bienestar para la sociedad.
La explotación sistemática y hasta el agotamiento de recursos naturales limitados y no
renovables, así como el uso por encima de la capacidad de regeneración de los
recursos renovables sensible crecimiento de daños ambientales y la evidencia de una
crisis ecológica global, el aumento de la conciencia ambiental de la sociedad
acompañada de una protesta militante que proyectos públicos y privados, la discusión
en torno a la cuestión de si el Estado es capaz de imponer una regulación que impida
el desarrollo de las tendencias destructivas respecto del ambiente.

En las últimas décadas se produjo un gran crecimiento de la producción, el consumo


y, consecuentemente, un gran incremento en la tasa de transformación de recursos
naturales, especialmente en la producción de sustancias contaminantes y residuos
peligrosos para el ambiente, siendo que el agua, el aire, el suelo, tienen una
capacidad de fija de tolerar cargas tóxicas.

Todo esto, dentro de un patrón tecnológico que cree en la capacidad infinita de los
recursos naturales, en el proceso de autodepuración y movilidad de los
contaminantes, concepción que ha agudizado más la crisis.

Tanto el deterioro, como el uso excesivo de los recursos y pérdida de ciertas


funciones ambientales (transformándolos como bienes raros y objeto de conflicto),
se deben a que, hasta pocos años atrás aquellos eran considerados bienes libres
(tienen valor de uso, pero no de intercambio), disponibles en cantidad ilimitada y en
forma gratuita.

En esta concepción de los recursos naturales, los precios normalmente no


consideran la reposición del stock ("capital" que no se reproduce). Como
consecuencia se han generado algunas guerras, disimuladas en "objetivos nobles".

Las economías capitalistas regidas por los principios del libre mercado tienden a
priorizar las fuerzas de mercado como mecanismo automático de regulación de
empleo de los diferentes factores productivos en el proceso de producción.

El bienestar de una sociedad se daría por la sumatoria de la búsqueda y


maximización de las satisfacciones individuales y por los lucros de cada
empresa. Estas últimas producirían, en este esquema racionalista, que el producto
marginal (o sea cada unidad adicional que se produzca) tenga un costo igual o
menor que el precio vigente en el mercado. Pero, dado que el ambiente es un
patrimonio colectivo, la consideración de sus costos tiende a ser ignorado en el
modelo de la economía capitalista en búsqueda de satisfacciones individuales
maximizadas que no incorporan la variable ambiental en de producción de recursos.

Por ejemplo, la utilización de un determinado arroyo, como medio receptor de cargas


contaminantes, en el que, a medida que las industrias o comunidades lanzan sus
efluentes sin previa depuración, economizan el costo de tratamiento (que, a su vez,
produce un costo social) y deterioran la calidad de las aguas del arroyo, percibida
por otros usuarios que se encuentran en el tramo bajo del (muchos ejemplos
similares pueden darse en la contaminación del aire, o en los impactos negativos
que producen las represas en un río).El capitalismo con su heterogeneidad social, a
nivel nacional y también global, reproduce el incremento de la riqueza en un polo y el
de la pobreza en el otro polo de la sociedad, con la particularidad que obliga a los
poseedores de capital a vivir permanentemente sustituyendo las necesidades reales
como sentimiento de soberbia consumista estos objetos (celulares, autos, ropas) por
otros de mayor tecnología que acuerdan al tenedor mayor prestigio o posición social.
Esta tendencia es conocida como "consumismo" y es un proceso que conlleva la
cultura de lo descartable.

"Al satisfacer no tanto a las necesidades reales, la riqueza destruye y esclaviza a la


persona haciéndola esclava de las cosas que son símbolos de prestigio" (Novik,
1982)7

La gestión ambiental, como veremos en capítulos siguientes, trata de internalizar los


costos externos dentro de la evaluación de un proyecto, mediante la evaluación
ambiental del mismo.

Para compensar efectos adversos del crecimiento, las agencias internacionales han
acordado procedimientos de evaluación de proyectos que tienen componentes
ambientales y sociales. Hay diferentes normativas, que responden a distintos
criterios y contextos de problemas en cada país.

En Europa, la OCDE (Organización de Cooperación y Desenvolvimiento Económico)


ha producido normas que apuntan al desarrollo sostenible, al controlar la calidad de
la producción y del consumo de productos; desarrollar tecnologías adecuadas
que tengan poca alteración sobre los flujos biogeoquímicos; menores impactos

7
Nóvik, I. Sociedad y Naturaleza. Ed. Progreso, 343 p.

6
negativos de los procesos de decisión socioeconómica. En este contexto geográfico,
el grado creciente de contaminación determinó el desarrollo de normativas cada
vez más fuertes para la protección de los recursos hídricos. Finalmente, en el año
2000, la Unión Europea promulgó la DMA (Directiva Marco del Agua) que es una
normativa jurídica para el uso sostenible de los recursos acuáticos. Esta normativa
evolucionó desde el concepto de "calidad de agua para consumo humano hasta
exigir el buen estado de los recursos hídricos para todos los organismos acuáticos,
lo que implica un cambio de paradigma.

En los países del tercer mundo, que concentran más del 75% de la población
mundial, cualquier proyecto tiene impactos diferentes de los que podría tener el
mismo proyecto en el hemisferio norte. Esto es así porque la situación de base es
poco favorable por el mayor crecimiento demográfico, la falta de infraestructura, de
servicios, la pobreza, las deficiencias en la asistencia de la salud pública. Esto debe
tenerse en cuenta cuando se intenta utilizar modelos de evaluación y de gestión
ambiental producidos en los países desarrollados.

La perspectiva de la sustentabilidad del desarrollo surge como oposición a las


vertientes economicistas y desarrollistas que propugnaban el crecimiento económico
sin reparar en otras variables que condicionan a la población del hombre, como
ocurrió hacia la mitad del siglo XX con la Revolución Verde. El economicismo es una
visión unilateral de la realidad, netamente antropocéntrica, enfocada solamente en la
producción y en el incremento de bienes y servicios. En la práctica implica políticas
que no tienen en consideración los aspectos ambientales y sociales. La naturaleza
es vista como un stock para la producción de bienes de consumo. Este enfoque al
fundamentarse en el cálculo económico o valores de intercambio, no considera los
valores de uso ni los valores de uso, ni los valores monetarios de los bienes
ambientales no comercializables en el mercado8. Hasta hoy, los países tienen como
indicador de eficiencia al PBI (Producto Bruto Interno) que representa al valor de la
producción obtenida a lo largo del año. Por lo común los gobernantes usan al
incremento en el PBI como eficiencia de su gestión, aunque para lograr ese
incremento se haya destruido la mitad de la naturaleza o hayan enajenado los
ecosistemas con compromisos de producción a futuro9.

8
Opinión de J.J. Neiff: La valoración económica de los recursos naturales es completamente incorrecta,
debido a que el valor de los bienes naturales se modifica de generación en generación y también, en
razón que algunas funciones de la naturaleza no pueden ser valoradas económicamente (el valor
escénico, mitológico o histórico de un sitio).
9
Se inscriben en esta línea el aumento desmedido de la producción agrícola, de celulosa y la extracción
de minerales en muchos países de Latinoamérica.

7
El Desarrollo Sostenible a escala de la biosfera, es una UTOPÍA.

Con el sentido que da Eduardo Galeano a este término10, y bien vale detenerse unos
párrafos en esta apreciación, para evitar una mala interpretación de la idea.

Como bien señala el escritor uruguayo, señalar que hay utopías, no significa que no
debamos desear alcanzarlas...

El reconocer que el desarrollo sostenible de la biosfera requeriría condiciones tales


como la paz, la solidaridad, la socialización de la naturaleza, el uso compartido y
equitativo de la tecnología, la utilización racional de los ecosistemas, pensando en
las futuras generaciones, no significa que no luchemos por alcanzar esta situación.

Esta Cátedra trata de ser "un caminar hacia un horizonte mejor, más humano, en el
que cada uno de nosotros -desde su actividad profesional- genere situaciones de
mejor convivencia en la sociedad y entre esta sociedad y la naturaleza.

El ecodesarrollo fue una respuesta racional para revertir semejante escenario de


desequilibrio. Surgió como una perspectiva opuesta a ese enfoque, introducido por
Maurice Strong, secretario general de la Conferencia de Estocolmo de 1972.
Posteriormente este concepto fue ampliamente comentado en los trabajos de Ignacy
Sachs (a quien, frecuentemente, se lo considera el padre del ecodesarrollo).

El ecodesarrollo significa el desarrollo de una región o país basado en sus propias


potencialidades, por tanto endógeno, sin crear dependencia externa, teniendo por
finalidad responder a la problemática de la armonización de los objetivos sociales y
económicos del desarrollo con una gestión ecológicamente prudente de los recursos y del
medio que permita a los hombres de nuestra generación y de las generaciones futuras la
posibilidad de realizarse.

Sin duda, esta perspectiva largamente presentada por Sachs, se encuentra en la


plataforma electoral de muchos gobernantes. Pero, en la realidad, existen muy pocos
casos en que la definición se aplique cabalmente, a juzgar por los resultados visibles.

REFERENCIAS

 ALLEN, R. 1980. How to save the world. Barnes & Noble Books. Totowa. New
Jersey.

10
"La utopíaestá en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se
corrediezpasosmásallá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar". Eduardo
Galeano.

8
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