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ENRIQUECIENDO EL FOLCLOR DE MI TERRUÑO

“Una vida, una epoca en coplas”

Gustavo de Jesus López Usuga


GUVO
Aquí venimos toditos
Los amigos de la Diego,
A festejar la amistad
En medio de gran sosiego.
A mis amigos del alma
Hoy los quiero saludar,
En este dia de dicha
Y hasta los voy abrazar.

Septiembre 21/81
TABLA DE CONTENIDO

BIOGRAFÍA……………………………………….…….....9

Una vida, una época en coplas………………….………...11


Amor y amistad…………………………….…………….102
Cabos sueltos…………………………….…………….…103
Personajes típicos………….………………………….….105
El culebrero…………………………………………….…108
Amigos… me ire……………………………………….…109
A dos señoritas……………………………………….…..110
Si yo supiera trovar……………………………………....111
Me dices perrito viejo………………………………….…112
Recordando………………………………………….……113
El cañero………………………………………….……….114
El cacharrero…………………………………….………..115
El arriero………………………………………………….116
El silletero…………………………………………………117
El trovador………………………………………………..118
Recordando otra vez……………………………………...119
Coplas sueltas……………………………………………..120
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BIOGRAFIA

Gustavo de Jesús López Usuga:


Natural de cañasgordas (Antioquia). Nación el 29 de Septiembre de
1.937. De extracción humilde y campesina. Hijo de Belisario
López Higuita y de Evangelina Usuga Betancur. Tienen once (11)
Desempeño todos los trabajos que se efectuan en el campo.
Sus estudios primários los realizo: primero y segundo en la escuela
rural “La manga” en la vereda la chuza. Tercero, cuarto y quinto
em el Pueblo. Los secundários venciendo dificultades los inició en
el Liceo departamental Nicolas Gaviria de Cañasgosdas y los
termino en el liceo departamental de Jesús en el año 1.963 en
Concordia (Antioquia). Los estúdios Universitarios los realizó en la
Universidad cooperativa de Colombia, en Licenciatura en
ejercicios de la educación con especialidad en administración
educativa, en el año 1.988. Un diplomado en território y paisaje en
la universidad Nacional y un posgrado en educación personalizada
de la universidad de Manizales.
El 29 de Diceimbre de 1.971, contrajo matrimonio com Martha
Isabel Naranjo Monsalve, de cuya unión hay tres hijos: Daniel
Fernando, Juán José y Olga Isabel López Naranjo. Cinco nietos:
Maria Camila y Juan Manuel López Marin, Samantha y Simon
López Montoya, y Samuel Valencia López.
Se vinculó a la educación en el año 1.965 en el corregimiento de
Nechí, terminando su carrera como Director Técnico en la escuela
Diego María Gómez Tamayo, Del município de Medellín.

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UNA VIDA, UNA EPOCA EN COPLAS

En la punta de una aguja


Yo me puse a devisar,
Los piones que mi compadre
Tenía en el cafetal.

De la caña sale el guaro


De una pepita el anís,
Si te vas pues tan temprano
Decíme cuando venís.

De sincerín me encargaron
Dos totunas pa beber
El garapo de ña pepa
Que tiene para vender.

En la cima désta loma


Un duende yo me encontré
Es la mesmita vecina
Esa bruja salomé.

Cuando me vine é mi tierra


Me dieron para beber,
Agua é coco de santa rosa
Y limón de san Miguel.

Ya con esta me despido


Muy satisfecho estar
Trovando por los laitos
Casí en cueros y en pañal.

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No es por culpa de mi suegra
Que me quiero divorciar,
Es que ya mi compañera
Me quiere chantajiar.

Por si acaso no te acuerdas


Te lo voy a recordar,
El encuentro que tuvimos
Abajo en el platanal.

Siete cueros, siete cueros


A duro que es pa’ rajar
Así fue el sí de tu boca
Cuando te fui a conquistar.

Aquí me quedo sentado


Sobre este gran hormigal
No importa que me las piquen
Las piernas sobre el costal.

Ya con esta me despido


Sin volver al platanal,
Si queires volver conmigo
No se te vaya a olvidar.

Tengo mi plátano viche


El gecho se me acabó,
Ya se me acabó el negocio
Una negra lo tumbó.

Por tirármela de pispito


Engreído y creídon,
Me dejaron en los cueros

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Sin camisa y pantalón.

El hombre que hace pucheros


Cuando llega el desamor,
No es más que un pobre pendejo
En el vaivén del dolor.

Si te agachas se te monta
Cualquier gallito capón,
Que se sube a las polillas
Y no es más que chapalión.

De la zarza sale espinas


De la amapola la flor,
De la panela guarapo
Y del chuzón el dolor.

Ya no tengo tantos bríos


Como en tiempo e’ moceton,
Se acabaron mis arrestos
¡Pues con tanto barrigón!.

Otra vez me quedo quieto


Sentao en aquel rincón,
Mirando tanto pendejo
Que enloquecen por amor.

A carajo si me quieres
Yo te voy a conseguir,
Un tapete donde puedas
Consecuencias resistir.

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La mugrosa Catalina
Pues no me quiso aceptar,
Un regalito con huesos
Que yo le fui a regalar.

De tabacal ya me echaron
A Llano chiquito fui a dar
¡Caramba la carateja!
Con quien me hicieron casar.

A Ereva lo creen loco


A Chispas muy vivarás,
En el hueco de chunchunco
Yo no me aguanto ya más.

De la costa hasta las secas


Hay un pasito no más,
Si bajas a las verijas
De allí no sales jamás.

Por delgadita me vine


Con rumbo a Buriticá
Y en el camino me han dicho
Negrito vení pa’ cá.

Allí me quede injertando


Con la negrita Pancracia,
Hoy tengo cuatro retoños
Que lloran y ella amenaza.

Si me miras yo te miro
Si te enojas, yo me enojo,
Pero si quieres uvitas

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Vámonos para el rastrojo.

A mico que come guamas


No se le ofrecen castañas,
A la mujer que es coqueta
No se le muestran las ganas.

La tierra que no produce


No se debe cultivar,
A la mujer que no escucha
No se le debe mirar.

Al mico le echaron cola


A mí un rabito no más,
Por si acaso en el camino
Me encuentro con la Alcarás.

De Costas me fui a Chuzá


Y de Chuzá a Cestillal,
Al pasar por loma grande
Pude ver a San Pascual.

De la Manga fuí al Tambor


Donde el cómpa Benjamín,
Allí encontré a mi madrina
Que estaba en el sacatín.

Del Tambor me fui hasta el puerto


Pasando por donde Andrés,
Estaba moliendo caña
Y panelita después.

Estaba el cojo Rosendo

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Caminando como un tres,
Bregando a sacar cangrejo
De la miel y hasta cien pies.

Del puerto fui a Peña Blanca


Con Don Toberio Girón,
Y allí el viejito talao
Nos dió grande requesón.

De allí salí tempranito


Pa’ on de el amigo Zorris,
Y al llegar a las partidas
Me emborrache con anís.

A Don Giraldo Regino


Pues lo van a encarcelar,
Porque le dió la machetera
A un vecino asesinar.

De la casa de Don Lucas


Yo llegué a la soledad,
Del paso por Arenales
No me puedo recordar.

En la casa de mis taitas


Mucho me pude quedar,
Hasta que llegó la aurora
Cuando me volvía a largar.

Don Canchilo se escondía


Bajo un sombrero sin copa,
Cuando desde la alcaldía
Lo denunciaba la coja.

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De Chuzá me fui a la Quiebra
Donde Chiliano el señor,
A beberme el guarapito
Con Milunguito el menor.

Yo me fui a Alto Bonito


Y me encontré a ña Romana
Que bailando más que un trompo
Toditica la semana.

Yo voy a hacer una pausa


Pa’ que puedan descansar,
Pronto estaré de regreso
Para volver a empezar.

En el alto e’ pelao huevo


Un espanto me encontré,
Y en la chirqui me embrujaron
Pues yo no sé ni por qué.

La viejita Celsa Builes


Una bruja debe ser,
A mi compadre Miliano
Chamico le dio a beber.

El señor Ramón Ochoa


Me lo encontré de repente,
Bebiendo chicha en la fonda
De mi compadre Clemente.

Ollas de barro llevaba


Al maltrato espinzo,

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Para vender en el pueblo
Y cambiar por calabazo.

Siete vidas tiene el gato


Una sola tengo yo,
Sólo siento el garabato
Que Don Ramón se volvió.

Vendiendo tamal caliente


A mí, Ramón me topó,
Y se sintió tan hambriento
Que ní uno sólo dejó.

Pues yo me fui muy contento


Porque mi venta acabé,
Y ahora nadita tengo
De lo que ayer me gané.

Toño Ñeque en Alto Bonito


Cacho echivo ratonal,
La chucha cerca a chunchunco
Y el gurre en el helechal.

De nuevo como es costumbre


Me pongo ahora a pensar,
Sabe Dios cuando termina
El títere de cantar.

A Pitasio le dicen gurre


El Mico a Don Aureliano,
A Juan Pablito la Chucha
Y a Don Telesfor Marrano.

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Ya llegó Pablos pelea
Decía José Calunga,
Y Ricardo Tangarife
Con su cabeza gulunga.

Cuatro pelos, cuatro pelos


No más tenía tío Floro,
Que pariente tan peludo
Igualito que el “Cotorro”.

Con su panocha de sueño


En un son de desmayao,
Se presentó muy callao
A quien llaman Maluquiao.

El monito Rafael,
Es un señor afamao
Para grabarse en el coco
Mil encargos del mercao.

Por la tripa fue Gregorio


Del torito que ha rodado,
Y al seguir la huella al fondo
Ni la boñiga ha encontrao.

A Mauro, “viejo tío tigre”


Le gritan del otro lao,
Y a don Juan, de Rancho Abajo
Lo apodan cahi-pelao.

En la lejía a mi papa
Dejó un derecho mi abuelo,
Pensándolo por si acaso

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Valdrá menos que un ciruelo.

Si mí testa tiene piojos


Que no tendrá este zurrón,
So niguatero del diablo
Mugroso, feo y trompón.

De San Cipriano me vine


Pasando por la Quejona,
Y en el rancho de la sierra
Déje la negra jetona.

Ajualá te lleve el patas


Por negáteme a querer,
Te llenes de garrapatas
Por necia e ingrata mujer.

Si supiera cuánto vale


Si pensara cuánto yo,
No fuera tan retrechera
Esa negra que llegó.

No me duele que me dejes


Siento más que te quedés,
Una boca come menos
Que cuatro o cinco después.

La una se llama Toribia


Muy distinta a María Cleta,
Y aunque parezca mentira
La mejor siempre es la Petra.

El hombre que por mentao

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Se crea muy guapetón,
No es más que un pobre gorgojo
En un pozo en remezón.

No canto por date gusto


Es por mera diversión,
Tengo el gaznate pelao
Pidiéndote el corazón.

De Penderisco me vine
Cuando empezaba a llover,
Y al pasar por donde Ustaquio
A nadie pude yo ver.

Me seguí lomita arriba


Pa’ donde tía Ana Rosa,
Y me encontré al primo Lito
Con una perra chandosa.

En el tremendo aguacero
Bajaba don Marceliano,
Montao en la yegua coja
La que le compró a Chiliano.

Aquí me quedo otra vez


Esperando que amanezca
Será pronto de mañana
Y estará mi testa ya fresca.

Angel, Yegua y Benjamín


Se fueron pa’ Chimiadó,
Y hasta mi hermano Perucho
Dizque los acompañó.

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Ollas y todo dejaron
Adentro del montarrón
Porque pronto regresaban
Con perros y aserrador.

De valentía no hablemos
Pues les sobró pantalón,
Para enfrentar al leopardo
Y al perico dormilón.

A sus espaldas llevaban


Calabozo, hacha y regatón,
Y al llegar a Llano gordo
Se agallinó don Simón.

Zamarros de perro e’ monte,


Con que prender el yesquero,
Pero, válgame Diosito santo
Limpiecito el niguatero.

Sale el duende burletero


Y la vieja patasola,
Pidiendo pronto la ausencia
Con su amiga caracola.

Agora los dejo allá


En medio de la manigua
Buscando guineo verde
Pa’ sancochar una nigua.

De la soldedad yo me vine
Arriando una recua e’ pavos

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Y al llegar a la Malena
Se me apagaron los cabos.

Al subir a llano Grande


Donde el señor Piedrahita,
Se me regó la manada
Por una chanda maldita.

Seguimos camino arriba


Hasta el alto pa’ almorzar,
Y en la guambí que llevaba
Naíta pude encontrar.

Bajando ruedan las piedras


Y a las partidas llegué,
Pero Juan Goez decía
Señor, digame quién es usté.

El señor Gabriel Valencia


No se encontraba en la casa,
Y la excursión gallinezca
Por poco casí fracasa.

Otra vez subiendo loma


Se llegó a la serrazón,
Con la lengua entre la boca
Y en los pies el ollejón.

Quince días se quedaron


Los pavos pa’ caminar,
Y yo para ir al monte
No me podía agachar.

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Sabe Dios cuantos tormentos
Tiene aquel que lo desdeña,
Ya que en la vida no llega
A quemar carbón de leña.

Antes de ir al palmar
Donde el cuñado Tomás,
Voy hacer agua e’ panela
Es justo que ya comás.

Es otra noche que quiero


Pues dejarlos descansar
Por si acaso yo amanezco
Otra vez para empezar.

A arriar rastras de comino


Con Peruchito me fui,
Pero este viaje me supo
A pura mierda y ají.

No alcanzaba yo a tenerle
La troza para amarrar
Y con gritos y rabietas
Me quería hasta tragar.

De Rubicón a la Manga
Teja de barro fui a cargar,
Este fue el último viaje
Otro no puede aguantar.

La tripa pedía cambio


En la fonda de Juanón,
Pues por no tener monedita

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No me chupé ni un bombón.

Varias tejas se quebraron


Cuando un táparo se echó,
Cansada de tanto amague
“Y de la culpa fui yo”.

Cuando la carga es pesada


Se le echa culpa al morral,
Cuando hay en quien disculparse
Nunca falla el gamoral.

¡Caramba si somos guapos!


Cuando hay en quien descargar,
No fallamos ni un carajo
Pues hay a quien inculpar.

A veces con el almuerzo


No quería ni arrimar,
Pues me ganaba el regaño
Si tardaba en cocinar.

No hablemos más de la gente


Ni hagamos memoraciones,
De aquellos tiempos ya idos
Volvamos a vacaciones.

Perdonarán lo que he dicho


De mi historia y emociones,
Pero me voy ya a trovar
En otras costelaciones.

Y Don matias Castaño

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Era un viejito felíz
Tres hijos tenía el julano
Uno de ellos: Guabis.

Don Secundino gritaba


Del otro lado a Colis,
Si quieres caldo de venao
Decime cuao venís.

A Colis le dió el embeleco


De acudir aquel llamao,
Y sancochito le dieron
De chucho rabipelao.

Muy serio el diantre de viejo


Lo miraba de miedo lao,
En tanto el comenzal sudaba
Comiendo dizque “venao”.

Y guarapito bebieron
En totuma y totumón,
A sabrosa que es la chucha
Mejor es que gallo capón.

Y las sospechas llegaron


En medio del conversón,
Al mirar dentro de un canasto
Uñas como e’ camalión.

A zurrón pa’ malicioso


Que me daría e’ comer,
Se me ha cuidao usté mucho
Que yo le pueda entender.

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Váyase ya compadrito
Que yo me voy al yucal,
A arrancar otras yuquitas
Para el sancocho del gual.

Ya me hiciste comer chucha


Viejito cochino y bribón,
Ya me invitas gallinazo
Sucio, cochino y picón.

Me siento muerto de náuseas


Por este gran comilón,
Voy a botar ya mis tripas
Por ser un vulgar glotón.

Voy otra vez acostarme


A descansar con razón,
Para volver con más bríos
Con otro nuevo sermón.

Quemando carbón de leña


En la llorona empecé,
Pa’ conseguir salecita
Cuatro bultos arreglé.

Fui chofer en Cañasgordas


De un doble troque manual,
Cuando a la plaza acudía
Por bultos para cargar.

Me tocó de puerta en puerta


En una guambí de cabuya,

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Vender a viejas mantecas
Col, guineo, y cebolla.

Lo hice de colegial
En el Nicolas Gaviria,
Pero me tuve que ir
Por una sucia gavilla.

Me tocó de cantinero
En el marco de la plaza,
Y una vez un puto godo
Por poco casí me caza.

Me corrí más pa’ bajito


Donde Carlos Carvajal,
Y allí don Milo Cifuentes
Nos quiso apuñalear.

Luchamos como leones


En su propia madriguera,
Y al fin de la gazapera
Varios quedan con renguera.

Botellas volaron trizas


Pa’ repeler el ataque
Y llegaron los soldados
Triqui-triqui-triqui-traque.

Una ruana se perdió


Las mesas en media calle,
Corramos con don Reinaldo
Antes de que se desmaye.

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Antes de que me asesinen
Me voy a perder de aquí,
Y sin pensarlo dos veces
De tripa seca me fui.

No recuerdo propiamente
Lo que al momento pasó;
Pero si puedo decirle
Que la violencia llegó.

Una vez en el poblado


Mi hermano Libardo y yo,
Supimos que cerca al río
Raúl Loaiza muerto quedó.

La misma suerte corrió


El mismo terrible día,
Un amigo de la balsa
Era de apellido Diaz.

Con la lengua entre la boca


Llegamos a la montaña,
Y con espanto escuchamos
La matanza en la cabaña.

Decían que el cabo Yepes


Muy justiciero el bellaco,
Mataba poquito a poco
A quien dijiera Juan Manco.

El señor Luis Arteaga


A quien llaman el venao,
¡Oh! ¡Terrible sanguinario!

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No perdonó arrodillao.

En ese sucio festín


La sangre corría a mares
Y solo los que morían
No eran más que liberales.

En otro lugar del circo


Por no decirlo que en todos,
En Uramita y Dabeiba
Morían también los godos.

De la cochina violencia
No quedó más que el encono,
Y en los campos de la patria
Reinó dolor y abandono.

El cabo Giraldo en Saiza


A tres pájaros mató,
Y del Puerto a la Malena
Varios muertos encontró.

En Urama don Anibal


Con sus muchachos luchó,
Y puso en duros aprietos
A la poli que invadió.

Los sacaron a plomazos


De Camparrusia y Región,
Pero en su huída dejaron
Más de un muerto en el cañón.

A Penagos el soldado

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De sus filas desertó,
Y una mañana en el monte
Una bala lo mató.

Sobre el lomo de un muleto


Entre un costal lo ocultaron,
Y a poco los guerrilleros
Luchando lo rescataron.

Una cosa piensa el burro


Y Manuel al otro lao,
Rueda que rueda el muleto
Igualito que el soldao.

Una treta le jugaron


Guerrilla a la policía,
El mito quedó en el monte
“Penagos aún, existía”.

El perro fue a la cabaña


En busca del señor Builes
¡Avaina! ¡Los atajaron!
Soldado casco y fusiles.

Con tristeza regresaron


Sin quemar siquiera un plomo,
Y a la chuzma se encontraron
En el alto de San Polo.

A un laito se hicieron
Sigilosos como el gato,
Mientras pasaba la tropa
Atisban con buen olfato.

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Era un pobre mogigato
El que cerraba la fila,
Y de un certero balazo
Le cerraron la pupila.

Se armó pues la barahúnda


Para pillar los bandidos,
Pero nadie se acercó
Donde estaban escondidos.

Anibal en San José


En Llano Gordo Giraldo,
Alegría allá en el mohan
Y el Mosco sigue picando.

El Gordo en el espinazo
En Ambalema Rionegro,
Antonio José en Iracal
Y ahí arribita, el Conejo.

Antonio José lo mataron


Por la espalda sin remero,
Dicen que fue un puerco negro
Un tal sargento Romero.

Nos dejaron sin el guía


Y en el tropel nos esfumamos,
A taponar los caminos
Porque venganza clamamos.

En Cañasgosdas hervía
Como infierno la godarria,
Y Gallo fino vestía

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Pistola allá en la fanfarria.

Unas veces suena el río


Otras veces suena el rifle,
Tanto liberal que se ha muerto
Es tanto lo que me aflige.

El padre Chalo Jimenez


Y el otro cura Blandón,
Se vieron en gran aprieto
En medio de tanto matón.

Don Travesías y el Ñato


Murieron en puerto Arturo,
No se pusieron de acuerdo
En un reparto muy duro.

El señor Milo Cifuentes


Fue un criminal desalmao,
Debe estar en los iniernos
Ardiendo a culo pelao.

El canónigo Velásquez
Mucho terció en el morral,
Y en el púlpito decía
Hay que matar liberal.

El señor Ciriaco Quiroz


En el puente de Benjamín Vélez,
Le dió por tirar al río
A un campesino de herejes.

El año cincuenta y uno

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La vida se torna tensa,
Y por más que busca y se busca
No aparece la defensa

De Cañasgordas salimos
Con permiso de don Zema,
En el carro de Cantuñas
Con miedo y rabia que quema.

Pues llegamos a Manglar


Con hambre y escalofrío,
Y en el café de don Zarro
Sólo godos hay ¡Dios mío!.

Pasamos pues por las habas


Donde el capitán Rodríguez,
En medio de un gran apuro
Se escondió entre sus confines.

Bajamos por el catorce,


El cinco hasta Santa Fé,
Y en la plaza de la Chinca
Su protección imploré.

Todos aún temerosos


Nos bajamos del chatarro,
Con desconfianza pudimos
Despistar al matón Garro.

En el puente de occidente
Divisé un arroyito,
Y un primo a mío decía
No quiero ver el charquito.

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A hijuemadre tan carajo
El hijo de tía Tiva,
Lloraba a moco tendido
Entre legión fugitiva.

Llegamos a Medellín
Pobres diablos despistaos,
Sólo por ser liberales
De nuestra tierra expulsaos.

¡Ah política maldita!


Gamonales inmorales,
Nos montaron la violencia
Y siguen de generales.

De Medellín a Fredonia
Nos fuimos una mañana,
Y al mirar el alto de Combia
Se nos quitó hasta la gana.

De Fredonia a Gualanday
Nos fuimos por Uvital,
Y el dueño de aquella hacienda
Era hijo e´general.

En casa de mono negro


Un día fuimos a dar,
Y el compadrito decía
Hay trabajo en el cafetal.

Y fuimos a coger grano


En la tonga del guamal,
Y entre tanta gritería

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Nos quisimos enterrar.

Mañeco gritaba duro


El marreno por igual,
Decía con mucha sorna
Aldemar se va a cagar.

Una negra que cogía


Granos rojos con Manuel,
Se puso de casquivana
Y no se las pudo ver.

En cambio el señor Cucúa


Simulando un señorón
Dejó a una chapolerita
Muchachito y biberón.

En medio de tanto estorbo


Estrechez y desazón,
Nos dimos en liar los bártulos
Y voltiar a otro rincón.

Sin pocas vacilaciones


Nos fuimos por travesía,
Y al frente de mono Pérez
Gritamos: si pa’ vivir casa había.

Todas están ocupadas


Nos dijo la vieja Emilia,
Sé que hay una casa abajo…
Abajo en la hacienda Ermilia.

Pués allí nos recibieron

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En forma muy recelosa,
Casí todos nos miraban
En forma muy maliciosa.

Allá en la platanera
Hay una casa vacía,
Le dijo un señor a Marcos
Pués un patrón parecía.

Lleve allá a los señores


Instálelos sin demora,
Y dígales que mañana
Estén aquí a buena hora.

Boquerrana recogedor
El mocho Pérez arriero,
En medio de tanta gente
Yo era un mero jornalero.

En el corte del silencio


Cogiendo café estuvimos,
Los huidos de la violencia
Y muchas latas cogimos.

Cortando caña y maleza


Estuve en la pesebrera,
A ratos con ganas de irmne
Y a ratos con pensadera.

Llegó don Marcos Gutierrez


Creyendo a mi primo tramposo,
Y dijo pronto el patrón
Váyase de aquí mocoso.

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No siendo yo de ninguno
Ni tampoco bien mostrenco,
Le jále para otro lao
Y trabajo casí no encuentro.

Sin saber cuando ni como


Yo me quedé jornalero,
Ensubiendo un poco arriba
Pronto llegué al hormiguero.

Allí apareció don Vicente


Un viejito muy querido,
Fumando grueso tabaco
Y trovando con descuido.

Don Vicente era asistente


De lungos y azadoneros,
En tanto que Martín Yepes
Era un mono bravocunero.

Don Salvador Castañeda


Era un señor casí cojo,
Me acompañó a mí a ratos
A rastrojiar maragojo.

El mohán en la asomadera
El oso allá en el guamal
Se junta de vez en cuanto
Y pronto se oyen cantar.

Mi amigo don Angel Serna


Formal me va a saludar,
Con valentía y arrojo

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Ofréceme en el surco ayudar.

Como leones heridos


En el corte nos batimos,
Y con la forma de trabajo
Sin saber nos impusimos.

En la tonga la pionada
Se sentía satisfecha,
Era la misma manada
Con su costumbre ya hecha.

El señor Lisandro Ochoa


Con su voz lisa y quejona
Se jactaba de su yegua
Que la llamaban chillona.

Allí estuvo el tío Remigio


Con su familia hogareña,
Con gran tristeza y nostalgia
De su estancia ya sin leña.

Malditos sean los diablos


Ya se me olvidó trovar,
Pués me cogió el cutupeto
Ni la lengua puedo soltar.

De Zabaleta a Fredonia
Hay hora y media no más,
Pero si voy con mi negra
Me subo y no me bajo jamás.

El cacaíto hace espuma

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Caliente en el olletón,
Ella me pide bizcochos
Y yo le doy mojicón.

Me subí al alto de Combia


Y me rodé hasta el hoyo,
A visitar a mi tío
Y no me fue tan mogollo.

Donde Remigio Tuberquia


No encontramos cajibrú,
Pero me topé a una negra
Que me creyó a mí un gurú.

Le dije que me mostrara


Arriba del muslo no más,
Y ella me fue contestando
Así que ganas quitás.

Por tímido y mogigato


Nada así conseguirás,
Dájate ya de rodeos
Decime cuánto me das.

Vé esta vieja cogineta


Vos quien sos para exigir,
Negra, mueca y sangareta
Me das, te doy, en un tris.

Ve este pobre niguatero


Si supieras yo quien soy,
No fueras tan retrechero
¡Muerta de ganas estoy!.

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Déjate ya de aspavientos
Que estamos solos tú y yo,
No sea que se malogre
Esta ocasión que llegó.

Ya se acabó el chocolate
Bizcochos y mojicón,
No se demora en la cama
Llevar pronto el barrigón.

Después del gusto, venga el susto


Dice la negra Jesusa,
Sólo siento que esa noche;
Me tumbó la caperuza.

De la selva sale el tigre


Del agua el camaleón,
De la leche sale el queso
Y del pobre; el ricachón.

Las mujeres chapoleras


Son buenas recogedoras,
Si les buscas cualidades
Son hasta rebuscadoras.

Debajo de un palo e’ guamo


Yo le levanté el vestido,
A la vecina del surco
Que se lo bajó al descuido.

No te vayas sin nadita


Déja el susto y ya verás,
Te lo tengo sabrocito

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Volverás y volverás.

Me ufano de cocinar
El sancocho pa’ almorzar,
Te prometo que te chupas
Los dedos al terminar.

Yendo de Ermilia a Fredonia


Abajo se va a Jonás,
Estoy que ya no me muevo
Y vos que ya ni sonás.

De la estación de Palomos
Yo llegué a Camilo cé,
Y estando allí pernotao
Un ojaldre me compré.

A Don Emiliano Martinez


Plátanos le recogí,
Pues pa’ llevar a la plaza
Pasando por Itagüi.

Y Don Octavio Posada


En medio de su negrura,
Se las da de buena gente
Sin pensar en su figura.

Más que un mico allá en la rama


Parece un orangután,
Llorando en la cordillera
Sin más añaje que un truhan.

Se las da de experto en esgrima

40
Y se arrastra como un ciempiés,
Cuando enseña a sus amigos
La parada treinta y tres.

Pa’ arriar parece ayudao,


No espera que le ayudés
Amarra las cargas que quieras
Mientras vos espavilés.

Es un negro delicado
Igualito al capataz,
Si a las seis hay desayuno
El grita ¡Eh! No soy capaz.

El dice ser de Altamira


Puente Iglesias o Cangrejo,
De la nobleza caucana…
¿Cómo? No me crea tan pendejo.

Al negrito yo enfrenté
Por su lengüita gitana,
Y como la cosa era en serio,
Se despidió hasta mañana.

Por oriente sale el sol


Por occidente se oculta,
Un miembro hay que por placer
Tú sepultas y sepultas.

La higuera nunca da frutos


Igual que la hembra mular,
Está maldita su vida
Y no puede fecundar.

41
Me estoy desviando del tema
Del negro en el platanal,
Cuando pensando en viveza
Dizque me quiso asustar.

Al tigre no se le busca
Para poderlo cazar,
Quien quiera salirme alante
Me tiene que madrugar.

El hombre que es precavido


No se sorprende jamás,
Si de dormirse se trata
Cierra un ojito no más.

Allí dejé a don Posada


Detrás de un palo e’ cafeto,
Pensando que me extreviara
Por creer que era chaveto.

Cuando él iba, yo llegaba


Si él oía yo escuchaba,
Dura fue la competencia
Yo siempre me adelantaba.

Pronto se dió por vencido


Aquel negro satanás,
En tratándose de listos
Tú nunca me ganarás.

Y ese mono Martín Yepes


Cascarrabia y vulgaraz,

42
Se le enredó la cobija
Con el compae alcaráz.

La discusión fue grillera


Sin testera y tosudez,
Así quedó asistente
Como larva en desnudez.

A deslumbrar salió el fierro


En gran locura febríl,
Y en el instante se oyeron
Locos golpes sin herir.

Los dos se dieron la mano


Pegados de un pañolón,
Y cambiaron sus heridas
Por un montón de perdón.

Así se saldaron las cuentas


Se escucharon los consejos,
Si no hubiera sido por eso
Los perros no estarían viejos.

De todo tuve en Fredonia


Novias feas y bonitas,
Pero más me acuerdo diuna
Esa de trenzas negritas.

En Zabaletas tenía
A la negrita Guiral,
Que al mirarla yo sentía
El corazón palpitar.

43
A una chapolerita
En el corte me encontré,
Y muchas veces tuvimos
Coge, que coge café.

De la flor salió el granito


Del grano la dulce miel,
Y de los dos juntiticos
El mocoso Rafael.

Tu mamá me echó a la calle


Por cumplido y querendón,
Si no hubiera sido por ella
Cuál sería el familión.

Ya se agotaron las guamas


Se me agotó el surtidor,
Con razón no te conformas
Con mi toque aburridor.

Arriba en el otro puente


Sobre el Cauca a Jericó,
Un grupo de policías
Un rato nos encerró.

Ya casí en el cementerio
Y con rumbo Hacia el caudal,
Mi Diosito en policía
Nos logra de esto salvar.

En la posada que tengo


Donde la negra Raquel,
Me le subo y me le bajo

44
Al zarzo pa’ amanecer.

Tocáme la cucachara
Me dice al anochecer,
Y en esta fiesta pasamos
Hasta el mesmo amanecer.

Después de la cucaracha
Le toco las dos gardenias,
Pues ella mesma me dice
Con palabritas muy tiernas.

Ya gritó el mico en el monte


El gallo en el gallinero,
Apúrate que ya viene
Mi esposo el carabinero.

Es preciso que los deje


Con su tusta algo pensar,
Mientras que mis alpargatas
Yo las vuelvo a remendar.

No se vayan pa´muy lejos


Que los vuelvo a molestar,
Sólo espero que me dejen
Mis talones refrescar.

El año cincuenta y siete


Llega el general Pinilla,
Y en toda parte se dice
Que se entregó a la guerrilla.

Don Eliseo en los llanos

45
Mucha gente comandaba,
Pero con mi general
La paz estaba ya dada.

Don Guadalupe Salcedo


En Arauca se quedó,
Una jugada le hicieron
Y la vida le costó.

En Huila mi charro negro


Muy cerca pájaro azul,
Dos bandoleros muy crueles
Y ladrones de baúl.

En el Tolima Desquite
Con sus andanzas siguió,
Guillarmo Leon Valencia
Al papayo lo pasó.

No me he olvidado de chispas
El que a planadas quemó,
¡Ah sanguinario bellaco!
El que esa tierra parió.

Tiro fijo era así mismo


Partícipe en la manada,
Y con sus viles acciones
La tierra quedó azotada.

Dejémos aquí a Tiro fijo


Dejémolo aquí en Marquetalia,
Que siga sangrando heridas
En su época cavernaria.

46
Y que dirémos de Antioquia,
Igualmente masacrada,
Por la mezquina violencia
Del gobierno decretada.

En Zaragoza y el pato
Se mencionaba cacao,
Quien a infinidad de viudas
Dejó su hogar deshorado.

Si allá en Segovia y Remedios


Se pavonea “Veneno”,
En Puerto Berrio y Perales
No se respeta vida, ni lo ajeno.

De Fredonia hasta Venecia


De Venecia a Bolombolo,
Vuelan los pájaros verdes
Sin molleja, sin congolo.

De Salgar hasta Betulia


Pasando por Filo de Hambre,
Está el temido Juan Angel
Y espera que alguien enjalme.

De Penderisco a Pavón
De Pavón hasta Murrí,
Se encuentra el capitán Franco
En lucha claro que si.

De Urrao a la Encarnación
Muy cerquita de Abriaquí,
Se me acabó el bastimento

47
Y me tuve que ir de aquí.

Volvemos al general
Con su sable y su morral,
Que en medio de esta tragedia
Mucho, mucho pudo arreglar.

Empiece a arreglar los chiros


Dice papá a mi mamá,
Yo me les adelanto un tanto
A echar cosecha por allá.

Fuimos a la serrazón
A esculcar unos cafetos,
Que Castañeda el Miguel
Dejó muertos y resecos.

Allí fue poco el trabajo


Que había pa’ ejecutar,
Y como el cuento era otro
Nos hubimos de largar.

Llegamos pues a Espinazo


En precaria situación,
Y en casa de ña Pablina
Se arregló alimentación.

Se principió la tumbada
Del rastrojo si señor,
Y pronto el mocho Palacio
Escondía su eslabón.

Si me prestan un espejo

48
Yo de aquí lo puedo ver,
Se me mire aventajado
Lo pretendo hacer creer.

Simulando un mago fino


Preperó su payasada,
Y su eslabón lo escondió
Bajo di una palizada.

No nos crea tan tolanas


Negro cabrón engreído,
Pués de pronto un día destos
Por bribón quede perdido.

El tajo subía y subía


Pronto vamos a quemar,
Prepare pues la semilla
De maíz para sembrar.

Caramba que frijolera


La de mi primo Libardo,
Ya casí está en quebrador
La del chino don Ubaldo.

Ya se acabó el recatón
De tanto voltiar cascajo
Échele mano al qüinchón
Da lo mismo ¡Que! Carajo!

Se inicia pues la revuelta


Del maíz en el arado,
Y en cada vara e’ guayabo
Hay un tallo ya enredado.

49
Una media e’ guarapo
Para apagar el rescoldo,
Nos dió el indio Chumilo
¡Pero ah tacaño el jediondo!.

Del cuero salen las riatas


Y la chicha del maíz,
Gallina es, blanco lo pone
Tal vez que es, ¡Me decís!.

Pate tabla del infierno


Madre monte vos quien sos,
Un pobre diablo chiflao
O un duendecito precoz.

Ya se acabo la cosecha
Ni tan mal nos fue señor,
A vaina, nos fue quitao
Arado por el patrón.

Sin más que un chiro encima


Y carangas a montón,
Allí quedó el compañero
¡Que ambicioso y faltón!.

Usté y yo vamos pa’ rriba


Muy cansados de cargar,
Ahuyamas de don Chepe
Para poder almorzar.

Donde Marciano Pineda


Nos fuimos a dominguíar,
Y en la hacienda Gallinazo

50
Leche púdimos comprar.

Allá en la casa de Botón


Cerquita de Beiba Viejo,
Vive Manuel el del mohán
Y lo llaman caratejo.

Siguiendo cañón abajo


Se llegó a patio bonito
Donde está Nando Gonzalez
Sembrando frisol chiquito.

Si quieres seguir bajando


Pronto estarás en el chino,
Tomando chicha en totuma
Y sucio como un cochino.

Ahí arriba está el zábalo


Y el charco del indio Eugenio,
Donde siempre con tarraya
Pescaban de los más bueno.

Por si qujieres trabajar


Pregunta por misia Cleta,
Díle con toda confianza
Que te arriende allá en la horqueta.

Llévale luego guarapo


Del trapiche de los Cuartas
Y destápale el cangrejo
Caminado en cuatro patas.

Si su cangrejo te asusta

51
Pregúntale a Pedro Guisao,
Qué le dió la india Mereja
Que lo tiene enchamicao.

A Dios Chamico compadre


Me dijo el indio Cholele,
A india, libre no gusta
Ni mirarle, ni güelerle.

Mi hermano fue Amparradó


A comprar a Aguacatales,
Solo quedó entusiasmado
De ver tantos platanales.

No te entusiasmes con cuentos


De ríos con mucho oro,
Lo mismo que el alcanfor
Si me miran me evaporo.

Si buscas en otra parte


Lo que tienes en tu casa
Muy pronto sé que te encuentras
Sin chicha y sin calabaza.

El hombre que es ambicioso


Sólo vive de ilusión,
Habla siempre de riquezas
Y sin mái en el pilón.

Apenas tengo un yesquero


Pa’ encender mi cigarrón,
Me he quedado sin perrera
Sin camisa y pantalón.

52
Malaya la suerte mía
Vida puerca e’ camalión,
Como serpiente me arrastro
En medio del canalón.

Una falla tiene el patas


Una virtud tengo yo,
La santa cruz que es insignia
Donde mi cristo murió.

El hombre con sucursales


No es más que un pobre bribón,
Nunca sabe si está en casa
O en aras de una ocasión.

El que reparte su vida


Con tres o cuatro percantas
Pronto se ve como un perro
Caminando en cuatro patas.

Y la mujer que por galga


Más de un amor acostumbra,
Nadie le llena en la noche
Ni en la luz, ni en la penumbra.

Por más que me digan déme


Yo lo pienso y no lo doy,
Pues lo tengo enrolladito
Igualito al mojojoy.

De Sabanalarga llegó
Una bruja volantona,

53
Sin cordel y sin escoba
¡Pobre vieja, cucarrona!.

A yo me vieron husmiando
A la india Dorotea,
Ella quedó de irme al río
Con canoíta y batea.

Esa india patuleca


Me dejó esperanzao,
Entre cachimba y cachimba
Allá en la orilla parao.

La malicia de la india
No la dejó adivinar,
Ah hijuepucha pa’ si sabe
Las ganas disimular.

Cuando me buscas me encuentras


Cuando me encuentras no estoy,
Por eso a veces me asusto
Como están las nubes hoy.

A mí me dicen Hilachas
Por la forma de vestir,
Pero es que casi no alcanzo
Con mi sueldo a subsistir.

Me dieron chucha por liebre


En la tierra de Efraín,
Parece que sí es más rata
Que el fraticida caín.

54
No me abandone la ruta
Si con yo quiere trovar,
No me aparente frescura
Que lo voy a agallinar.

Yo me voy para Antasales


En medio de la tormenta,
Si acaso hay nueva historia
Más después me la comenta.

Ya me estoy desentumiendo
De este duro reumatismo,
Parece que poco a poco
Se acaba mi fanatismo.

Yo no me enredo con viuda


Por estar manoseda,
Mejor es de primera mano
Que no está muy resabiada.

No más volví a la Llorona


Por falta de garantías
Varios por ser liberales
De vez en cuando morían.

Nos fuimos para Uramita


En el carro de Ignacio Burro,
Y al llegar a Rubicón
Nos asusto el negro Mapuro.

El se quedó en Chorodó
En vía para Frontino,
Pues en el puente los micos

55
Lo esperaba Catalino.

Al pasar por el Añil


Divisé a Isabel Zapata,
En una piedra sentada
Con otra negra mulata.

Al llegar a Cabuyal
En la casa de Reyes Borja
Yo casí estiro la pata
Por mi tremenda congoja.

Llagando al pueblucho aquel


Sumido en el abandono,
No tuve siquiera con que
Comprar medio pandebono.

Pasamos por el Totumo


Llevando pocos trebejos,
Y en la cañada del tigre
Vamos sudando pellejos.

Pasando por el lindero


Divisé la serranía,
Y allá lejos en la cumbre
Nuestra meta allí sería.

No supe cuantos desmayos


Pude en el camino tener,
Solo por hoy te digo
Desde ayer no he vuelto a comer.

Ni agua que pueda beberse

56
En la vereda encontré,
Hoy por siempre me arrepiento
Del día que me embarqué.

Llegamos al cementerio
En medio de un arrieral,
Por fin ánimas benditas
Llegamos a Murrapal.

A casa de Rosa Manco


No quisimos arrimar,
No pudimos ver ni humo
Ni gente a quien saludar.

El señor Jesus Rengifo


Era bígamo el jediondo,
Dos mujeres él tenía
Y vivía muy horondo.

Las dos puritas hermanas


Sus nombres me los reservo,
Solidarias entre sí
Compartían duro ñervo.

En la cañada del duende


Una bruja me encontré,
Sin patas y sin cabeza
Y allí mismo me oriné.

Allí donde Tomas Pérez


Nos topamos con el guale,
Pa’ coger gallinas de noche
No hay nadie quien me iguale.

57
Llegamos donde Agustín
Ña Matilde y don Julian,
Pa’ nosotros gran sorpresa
Saber que son familiar.

Por fin al Limón llegamos


Maltrechos y muy hambriaos
Como rejos estirados
Pálidos y culichupaos.

Para acabar de ajustar


Me agarro una cagadera,
Que varios días me tuvo
Directo como manguera.

Tomé agua de pronto alivio


Yerba buena y limoncilla,
Pero el dolor no me amainaba
Ni con agua e’ manzanilla.

Varios días me quedé


Tirado en una camilla
Hasta que pude curarme
Con frutas de granadilla.

Con paico yo me purgué


Para botar el asiento,
Más de una lombriz arrojé
Como marrano cursiento.

Con yerbas se cura el indio


Igual se puede embrujar,
Puaí está la vieja Carlina

58
Que es la bruja de Murrapal.

Después de muchos tropiezos


Se pudo, poco a poco pelechar,
Aunque varios desayunos
Fueron agua e’ cebolla con sal.

Ah ricos pa’ majaderos


Los vecinos de la izquierda,
Se aprovechaban del pobre
En tiempos de la cogienda.

Por pobre que sea el pobre


No es así tan infeliz,
Porque el manjar se olfatea
Con cualesquiera nariz.

Abajo en el llano de Buga


Vive Francisco el Araño,
Quien violín con Claudino
Tocan allí cada año.

El señor don Tulio Caro


Es un guaquero de Antaño,
Que sólo con sus desdichas
Vive solito y huraño.

Más de un hueco a cavao


Allá en morros y planadas,
Y cuando más se entusiasma
No son más que envolatadas.

Después volví a Cañasgordas

59
Con la idea de estudiar,
Y encontré que todavía
Violencia no podía faltar.

Por problemas de estudiante


Un profe me interpeló,
Y en menos que canta un gallo
Concordia nos recibió.

Termine el bachillerato
En el año sesenta y tres,
Y quedamos tururatos
Como en la arena: el pez.

El año sesenta y cuatro


Me entregué a la agricultura,
Y no aguanté la tacada
Me dolió mucho, la cintura.

Allá en el año sesenta y cinco


Al magisterio ingresé,
Por lo que veo hasta ahora
Por completo me amañé.

Fui de murgas y conjuntos


En mi época estudiantil,
Hoy según por lo que veo
Ya se me apagó el candil.

Me fui a la cola de Antioquia


Al pueblito de Nechí,
No fue mucha mi estadía
Y a Caucacia volví.

60
Trasládese a Zaragoza
Una órden recibí,
Y en una puerca chalupa
Por el Nechí me subí.

Como una cosa maluca


Me voltiaron p’ alla, y p’ aquí
Estuve en muchos pueblitos
Y hasta occidente me fui.

Aterricé en Uramita
Cuando menos lo pensé,
Y por mi mucho aguardiente
En problemas me enredé.

El padre Sixto González


Me llamo pa’ regañar,
Y muy disgustao quedó
No me le quise callar.

Una vez en el Totumo


Cerquita a barrio cagao,
De tanto beber guarapo
Me quedé panzi pelao.

¡Ah! Hermano pa’ borrachín


Si se volvió sinvergüenza,
Siempre se encuentra sin cinco
Le falta mucha prudencia.

Así de excomulgao
De la familia en unión
Pero yo sigo en escena

61
Aún presidiendo la función.

¡Andáte hombre a Urabá!


Me dijo don Fabio Hurtado,
Arreglarme un problemita
Donde el director está untado

Me fui para Chigorodó


Abajito de Mutatá,
Con una promesa buena
De pronto llegar Aburrá.

Aquí llegue a los infiernos


Le dije a Luis Hincapié
Si Fabio Hurtado no puede
Lo puede pedir usté.

Mi jefe fue muy cumplido


Y me ubico en San Antonio,
Allí trabajé muy sabroso
Pues conocí hasta Montoño.

Luego me pasé a Envigado


A la Fernando González,
La mejor escuela del pueblo
Cerquita a los terminales.

Por azares del destino


Aquí estoy con mi presencia,
Desde el diez y ocho de Febrero
Me encuentro fresco en Florencia.

Después me dio la gomita

62
De ir a la universidad,
Y por poco me destemplo
En tanta dificultad.

En la casa, en la escuela
Fuerza se hizo: sí señor,
Y por fin logre graduarme
En docente administrador.

Me voy ahora, de guaquero


En un pirú de San Pablo,
Pa’ ver si por este medio
Salgo de mi descalabro.

Del chorrón la pitonisa


Comenta de oro y escoria,
Narra de allá de San Pablo
Una fantástica historia.

Dicen que adivinaba


Lo secretos de ultratumba,
Y el que a ella llegaba
Hasta bailaba macumba.

El oro no es para todos


Decía la pitonisa,
En teniéndolo en las manos
Como el humo se desliza.

Al viejo Eugenio Usuga


Un secreto le contó,
Sobre el tesoro de San Pablo
Que un cacique allí enterró.

63
Que muy cuidado si estaba
Por medio de un arroyito,
Que cuando se va trabajando
Brota poquito a poquito.

Que nadie saca el tesoro


Si el agua no se desvía,
Lo que me doy cuenta ahora
Es que allí está todavía.

Una cuadrilla de guaqueros


Subieron a trabajar,
Y fue tanto el entusiasmo
Más no se pudo empezar.

Ocurrió en una ocasión


Eugenio el cazador,
Que tras un gurre, su pica;
Perfora el tubo surtidor.

Vuelve el guaquero a la guaca


Otra vez para insistir,
Y de chicha se empetaca
Para poder resistir.

Se reúnen más parientes


Dispuestos a zurronear,
Pero el maldito guarapo
Los dispone a perequiar.

Muñeco de barro en su silla


Encuéntrase sin pensar,

64
Creyendo su panza llena
Lo van a despedazar.

Cae el chorro a la totuma


De chicha pa’ celebrar,
El diablo se carcajea
Porque van a blasfemar.

Se acaloraron los ánimos


La ambición volvió a relucir,
Y del orito y la guaca
Tuvieron que desistir.

Varios años transcurrieron


Pa’ pensar en guaca otras vez,
Pues no por los primeros
A los que venció la vejez.

Surge otro grupo de locos


Sin miedos y sin escrupulos
Cavan y cavan sin tregua
Del alba hasta los crepúsculos.

Guillermo Herrera y familia


Los López y los Cardonas,
Emprenden dura odisea
Con caminadas cansonas.

Allá en la cima del morro


Un rancho se logra armar,
Donde poder los guaqueros
Las noches frías pasar.

65
Hacía de mozo y ranchero
Traga loma y garitero,
Y mientras Miguel respiraba
Lo hacia de garruchero.

A una primera guaca


Llegamos con gran sorpresa,
Y muy poco demoramos
Pa’ dolernos la cabeza.

Siguió el trabajo muy duro


En medio de la zozobra,
Y en cada instante el trabajo
Aumenta y misterio cobra.

En forma e’ piedra e’ fogón


Decían que estaban las guacas,
Y por falta de experiencia
Más de una vez, metimos las patas.

Pronto se barrió la primera


En medio de la inquietud,
Pensando empezar la otra
Pues había juventud.

Dicho y hecho compañeros


La otra guaca aquí está,
Según me decía aquel indio
Cuando estaba en Mutatá.

Se expresan mil comentarios


Sobre el trabajo en relato,
En tanto Pablo Cardona

66
Se para y dice no aguanto.

Don Jorge Cardona el jefe


De todos el veterano,
Encuentra hermosa pared
Muy distinto del pantano.

La alegría creció a momentos


Por el arte del trabajo,
Y cada golpe que damos
Vamos pa’ abajo y pa´abajo.

Fue un grito de emoción


Al encontrar otra orilla,
Y más aún divisar
En otro extremo una silla.

Labrada en arcilla pura


Con pasamanos de barro,
Con asiento hacia el oriente
Dura y de color de zarro.

No sabíamos de contentos
Como hablar de este hallazgo,
Pero perdió los estribos
Quien tenía el cacicazgo.

Se profundó un poco más


Y llegó lo inesperado,
Pues un cajón a Miguel
Lo dejó casí privado.

Llegaron los improperios

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Maldiciones, las blasfemias,
Más alguien a Dios decía:
Lo se; envidias no premias.

Interrogando al momento
¿A quién con palabras insultas?
Aquí no enterraron nada,
Esos indios hijueputas.

Aumentó la confusión
Entre momento y momento,
Pero si voy a decirles,
Éste mi error lo lamento.

Voy a dejar por ahí


La epopeya no acabada,
Pues por falta de mi malicia
Se declaró terminada.

Quiero dejar largo espacio


La guaquería en suspenso,
Hasta que llegue el momento
Más indicado y propenso.

Yo ya me voy pa’ otra parte


En busca de otra aventura,
Ahí los dejo quieticos
Hasta nueva calentura.

Voy a cambiarme de estilo


Para volver a trovar;
Les ruego que me disculpen
Si los llego a molestar.

68
Les trovaré con malicia
Picantico y con ardor,
Pa’ que le pique en el cuello
O bragueta del pantalón.

La piquiñita que tengo


Al frente del braguetón,
Se la debo a la indiecita
Que me topé en Boquerón.

Con la cabeza pelada


Tiecito, duro y tierno,
Se pasa mi gallo fino
Con su espuelita de cuerno.

Ella las tiene paradas


Las oculta el pañolón,
Opuestas a sus espaldas
Y empujan el camisón.

Tengo mi plátano verde


No se pudo madurar,
Sólo una mancha desprende
Hasta te puede ensuciar.

Siempre la tiene peluda


No se la hace peluquiar,
Única gracia que tiene
Y siempre así debe estar.

Camina pa’ la quebrada


Tu cuerpecito a bañar,

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Yo te echaré mi pomada
Y te la voy a estregar.

Me encontré a ña Petronia
Que iba pa’ al platanal,
A cortar el platano viejo
De Ricardo Madrigal.

En cañas, el tamborero
En cestillal avichucho,
En Uramita la vaca
Y en Dabeiba pico e’ chucho.

Don Sebastían de las gracias


Se fue para Camparrusia,
En busca de una morocha
Que le quite la cachucha.

Con los recuerdos que tengo


De la moneca Garcia,
Una vez tando en la cárcel
No me lo saque decía.

No recuerdo que me has dao


Pelo bajo y muy tostao,
Para estar loco e’ remate
Y todo desbaratao.

Si me diste pega, pega,


Y polvo de pingo raspao,
No entiendo porqué mantienes
El sentadero pelao.

70
No se desvista comadre
Delante de esos chinitos,
Déle con que vayan lejos
Y nos dejen tranquilitos.

No me lo empaque sentado
Que se le puede quebrar,
Espere yo me le acuesto
Pa’ que lo pueda guardar.

Estoy como un camalión


O verde como la iguana,
Vuelvo y hoy me despido
Hasta pasado mañana.

Vuelve el agua al bebedero


Para el ganado abrevar,
Otra vez llegan guaqueros
A San Pablo a trabajar.

Se hizo un fuerte exorsismo


Por don Julio el caporarl,
Y en medio de la jornada
Cayó un fuerte aguaceral.

Por la noche fue el acabóse


De perros y aves volar,
Alguien pedía pista
Pa´poder aterrizar.

La brujería hace estragos


No dejan ya descansar,
A Rosa don Julio le dice

71
Váyase un credo a rezar.

Se aplacó la algarabía
Ya casí al amanecer,
Cuando todo parecía
Que íbamos a enloquecer.

Al otro día temprano


Salimos a Maderal,
A fijar en las esquinas
Las cruces para cuidar.

Por último a la esperanza


Como a las tres yo fuí a dar,
Y a la propia cordillera
Subimos pa’ conjurar.

Por fin primera jornada


Pudimos organizar,
Con regatones y palas
Subimos para empezar.

¡Apenas veinte años hacía!


Las anteriores jornadas,
Y ni una huella quedaba
De las etapas pasadas.

Como en la primera vez


Se levantó a un lao,
Un rancho de palo parado
Con cubierta de rabi-horcao.

Se desmontó el capotero

72
Al espacio señalado,
Y pronto se vió descubierto
Lo de ayer abandonado.

Pantanero se iba haciendo


Con las pisadas frecuentes,
Pero nos iba animando
El veranito incipiente.

A un metro de ir cavando
Una grieta se encontró,
Que por querer seguir viendo
Don Joaquín se envolató.

Siguiendo un poco hacia abajo


La silla otra vez se encontró,
Y una pared con reboque
Más adentrico se vió.

Con buenas indicaciones


El trabajo sí rindió,
Y a medida que avanzamos
Mucho más se mejoró.

A don Jjulio le avisamos


Lo del hallazgo en mención,
Y al igual que a nosotros
Se le creció el corazón.

A tres metros de la silla


Algo mejor se verá,
Pero muy pronto parece
Que el tiempo se acabará.

73
Las vacaciones cesaron
Y el trabajo se paró,
Hay que esperar otra etapa
Pa’ seguir donde quedó.

Muy largo se volvió el tiempo


De esperar las vacaciones,
Y mientras tanto giramos
En unos y otros salones.

Otra vez Alfonso López


Se fue por orientación,
Y ña Socorro le dijo
Iré en otra ocasión.

Recibimos los detalles


Para evitar contra tiempos
Y preparamos muy prestos,
Hasta muchos padres nuestros.

En transportes Urabá
Y muy de madrugadita,
Sin pensar más de tres veces
Llegamos a Uramita.

Por fortuna allí esperaba


Sentado en un duro banquito,
Aquel que dice mi papa
Ese es el indio Juanchito.

Salimos casí de noche


Por el lado de Murrapal,
Y en la cañada del tigre

74
Pues tuvimos que alumbrar.

Seguimos y en el lindero
Estaba don Beto Higuita,
Quien muy formal nos decía
Ya van para la finquita.

Ahí vamos sube que sube


En medio de las tinieblas,
Y en el chorro de Tomás Pérez
Veo que paras y tiemblas.

Salieron como cien perros


Ladrándole a los viajeros,
Mientras por una orillita
Nos pasamos de primeros.

Llegamos ya muy oscuro


En medio de una llovizna,
Todos roncaban seguro
“bulla no había, ni brizna”.

Así amaneció al otro día


Mirando siempre hacia el morro,
Mientras se muele en la píedra
Arepa de maíz cacorro.

Ese día no subimos


Al monte pa’ trabajar
Quisimos mejor quedarnos
La cosecha a desyerbar.

En un principio toditos

75
Interés fue demostrar,
Pero luego poco a poquito
Los vimos desanimar.

Así: muchas veces trabajamos


Y a veces a renunciar,
Nos vimos muy precisados
Tímidos a denunciar.

Queriendo saber que hacer


Después la silla destapar,
Nos dijo don Julio Aguirre
Esa la deben quebrar.

Así se hizo al instante


Con la joya del sillón,
Quedando solo la cola
Incrustada al paredón.

Se nos enredó la pita


Se dijo al orientador,
A tres metros hacia abajo
Se encuentra un señalador.

Varios días nos gastamos


Para sacar y que terrón,
Quedando con buen espacio
Pa’ iniciar el socavón.

Pero se llegó el invierno


Y se formó un pocetón,
Teniendo que chicar agua
Halando en garrucha el galón.

76
Trece mestros tiene el hueco
Para entrar al socavón,
Veinte pasos la escalera
Donde queda el jalador.

Once metros las dos vigas


De sur a norte tendidas,
Muy fijos hierro y polea
Donde giran suspendidas.

Treinta metros de manila


Para poder rescatar,
Un tarro lleno de tierra
Y a la falda derramar.

Ah dura que está la pica


Y algo más para entrar,
Se fueron las vacaciones
Otra vez hay que parar.

Ya se empezó la otra etapa


Hay tiempo pa’ descansar,
Debemos ir ligerito
Donde Julio a consultar.

Pronto pasaron los días


La fecha pronto llegó,
Velas, velones y botas
Pa’ llevar se consiguió.

Tres de la tarde en la flota


El bus pronto se abordó,

77
Muchos trastornos tuvimos
Pero a las doce se llegó.

Con un litro de aguardiente


Por esa vega marchamos,
Y al llegar al alto del uvo
Del frío nos empachamos.

Ladran los perros muy fuerte


Al abrir suave portón,
Y en el corredor decían
¿Por qué tanto madrugón?.

Nada se durmió esta vez


Nos vamos a asegurar,
Como ha de ser que ese indio
Nos pueda otra vez madrugar.

Nos fuimos para San Pablo


Y todo se preparó,
Para seguir en la empresa
Que con pocos se quedó.

A chicar agua señores


Una voz claro, se oyó,
Y a sacar algo de tierra
Que en ese tiempo cayó.

Pronto llegamos al fondo


Quedando libre la entrada,
Solo una falla tenía
Muy fría y empantanada.

78
Hubo inspección en el túnel
No se encontró nada extraño,
Sólo que a veces brillaban
Piedritas como de estaño.

Pudimos cavar adentro


Hasta llegar a una peña,
Quedando como una joya
Que se detiene en la empeña.

Hay que seguir por un lado


Pa’ continuar adelante
Hasta que llegue el momento
De una dirección constante.

Más adelante muchachos


Sorpresas nos esperaban,
Llegó un momento y entonces
Chorros de agua brotaban.

Se nos daño la jornada


Al seguir el aguacero,
Si la cosa sigue así
Nos inundamos ligero.

Al pisar sobre el arroyo


Se nos vuelve un pantanero,
Estamos en un embrollo
¡Qué tremendo atolladero!.

En esto con mucha prisa


Lo pensamos de primero,
Vamos a llamar al viejo

79
Le hablamos llano y sincero.

Esa agüita no es problema


Para que puedan seguir,
Por una grieta de la peña
Se puede hcer resumir.

Y eso fue lo dicho y hecho


Una grieta se encontró,
Por allí muy derechito
La fuente corrió y corrió.

Van por allí equivocados


Nos dijo no muy contento,
Midan de allí hacia atrás
Cuatro metros de descuento.

Se hizo la medición
Hasta el lugar indicado,
Y por allí nos entramos
Pues fue un giro delicado.

Ya apereció aquí el compadre


Tratando de envolatar,
Se oyen sonidos raros
Tal que parece gritar.

Por quinta vez pedregoso


El terreno se encontró,
Pero pronto el indiecito
Con su ruido envolató.

Salimos a refrescarnos

80
Y hacer un plano mejor,
En detalle dedujimos
Un despiste embrujador.

Todos entramos al hueco


A tirar metro sin afán,
Convencidos que con calma
Nada nos puede fallar.

Nos pasamos de la ruta


Que nos pudo señalar,
Un chorro de agua y un canto
Que nos llegó a orientar.

Retroceda mi hermanito
Que a Batambal va a parar,
Si no ponemos cuidado
Donde queremos entrar.

El mojojoy le hizo trampa


A la liebre pa’ ganar,
Una vez en competencia
Y nadie logro imaginar.

No me hables de malicia
Que también indio yo soy
A nadie digo me espere
Que él diga: ¿cuándo llegó?

A devolverse paisano
No siga en esa dirección,
Así no llega ni a viejo
Por tanta equivocación.

81
Tres metros de puro atajo
Pa’ volver al callejón,
Tuvimos que reventarnos
Sin tristeza ni emoción.

Ahora si en clara vía


Muy difícil y estrechón,
Nos trazamos una guía
Para llegar al salón.

Una cosa piensa el burro


Y otro el que lo va a enjalmar,
Yo sueño que estoy entero
Estando de rematar.

Pensando en el hueco adentro


No es cosa de descuidar,
Saque, saque y saque tierra
Y no hay cuando terminar.

Hoy se nos taquió la guaca


Muy peligrosa está,
Todo día menos gente
Y siempre sacá y sacá.

Desecha está la madera


Pronto se va a derrumbar,
No atropelle demasiado
Que se puede sepultar.

Logramos llegar a un pedrero


Encarraita mi dón,
Más pronto nos informaron

82
Que caía un chaparrón.

Afuera como endiablados


Nos tiramos en montón,
Y por poco nos aplasta
Un tremendote terrón.

Esta labor se enredó


Entre desgano y dolor,
Así la cosa era tesa
Más que así, a otro tenor.

Cabizbajos nos quedamos


Después que el agua escampó,
Pero nadie dijo nada
No se oró, ni blasfemó.

Caratejos nos quedamos


Sin saber que resolver,
Pero si allí, hoy dejamos;
Mañana debemos volver.

Esto quedó muy jodido


Con riesgo y embrujador,
Parece que el diablo fuera
Su misterio encantador.

Se alcanza a limpiar la entrada


Y botar gran cantidad,
De piedras grandes, medianas,
Y dejar gran cavidad.

Quebrando piedra quemada

83
Poco trecho se avanzó,
Déle aquí con la almadana
Con la barra no zafó.

No hay más que esta semana


Para dejar de escarbar,
Hoy yo me estoy retirando
Esto no se va acabar.

Esto dice don Alfonso


Delante de don Perucho,
En cuanto a lo que a mí toca
Este es mi último cartucho.

Perucho se sugestiona
De lo que dice el ahijado,
Y en esta expresión propone
Nos hemos encarajao.

Libardo mi otro hermano


Pocas veces se ha tallao,
Y expone con desparpajo
Está muy envolatado.

El uno tercia pa’ allá


El otro hala pa’ cá,
Casí todos están alejados
Ya no dicen cavé y cavá.

Triquiñuelas se presentan
Y burlas a no contar,
Hasta de los mismos socios
Que algo iría a tocar.

84
Ahí pararon las cosas
En la última ocasión,
Con un invierno tremendo
Como dura maldición.

Con chismes de Merceditas


Y mala fe de otros dos,
Se trastorno aquel trabajo
Una decisión atroz.

Hubo viaje clandestino


A Girardota veloz.
Se equivoca yo lo digo,
Yo, llego; apenas vas vos.

Ahí, si supieron ir solos,


Antes: vos vas y me llevas,
¡Ah ironía de la vida!
Ayer sí, hoy no soplás.

Que se lleve el diablo al patas


Y a Girardota me fui,
Para aclarar con don Julio
Y ese cambio, ¿Por qué así?.

Ambos nos emberracamos


Y nos dijimos verdades
Pues si vienes con espada
Buscamos enfermedades.

Con ira salí de allá


Sin saber que me encontraba,

85
En el camino a don Pedro
Agente de la embarrada.

En Caribe lo alcancé
Cuando subía al Diamante
No más alegue que alegue
Hasta en tono desafiante.

Así quedo todo el rollo


Por causa del egoísmo,
Y se quedó todo opaco
Como si fuera espejismo.

A los que son tan bellacos


No se les debe ni hablar,
De frente pelan la muela
A espaldas golpe aguantar.

No mala es la suerte mía


No me tengo que quejar,
Pero sí tener malicia
Y no dejarme engañar.

Idiotas los que aún sueñan,


Que voy a desanimar,
Les digo quieto me quedo,
El día que me han de enterrar.

No me inflan los elogios


Ni me encumbran los orgullos,
Sólo sé que tengo fallas
Y no temo los murmullos.

86
Todo ha quedado en cero
Por un mal entendimiento
Nos fuimos a otros quehaceros
Y estoy que casí reviento.

Yo le insistía a don Julio


Para continuar la empresa
Él me decía espérate
Que la tormenta decrezca.

No te aconsejo que vayas


Por este tiempo a la casa,
Aquel está hecho una fiera
Y así el trabajo fracasa.

Tu hermano es capaz de tirarte


Así tú no me lo creas,
No poca rabia te tiene…
En familia ¡Ah cosas feas!.

Así pasaron dos años


Sin volver donde el cacique,
Y mi hermanito seguía
Como masticando fique.

En aras de hipocresías,
A reunión convocaron,
Una tarde en el diamante
Y allí mi ayuda encontraron.

Se acordó una compañía


Entre libardo y mis hijos,
Y en doce años quedaron

87
Sin peso, rial y sin cincos.

A vos una vaca te dieron


A mí me dijo mi madre,
Me hice el disimulado
Eso lo hizo tu padre.

Bien sé, el agua que memoja;


Me dije pa’ mis adentros,
El vacuno se aumenta
Y se oíran padres nuestros.

Les ayudé con jornales


Con sal y vitaminas,
Más poco valía eso
Ya existían las consignas.

Si el Antioqueño repite
Yo soy reequete Antioqueño,
No me le doblego a nada
Aunque me vean pequeño.

Nadie se muere otro día


Para el que no esta destinado,
Y nadie le quita a nadie,
Lo que a él está asegurado.

Yo volveré a la montaña
Aunque me muera en la ida,
No importa que me hagan muecas
Muecas no dejan heridas.

Estando presto a volver

88
A subir y subir la loma,
Sucedió cosa muy grave
Que nos dejó casí en coma.

Ayer murió Julio Aguirre


Me dijo una voz llorando,
Herido quedo don Dario
A Socorro la están enterrando.

Me quedé petrificado
Oyendo triste noticia,
Pensando quien sería entonces
Orientador con pericia.

Muchos días nos quedamos


Sin acatar quien nos guiara,
Difícil será encontrar
Y lograr que si, acertara.

Salí donde doña Ines


Allí me llevó un gran amigo,
Algo le pude exponer
Por poco no lo consigo.

Pareció cambiar un poco


El problemita en San Pablo,
Y por más que pretendía
No entendí ni un vocablo.

Allí supe del abuelo


Y le caí una mañana,
Déjeme aquí estos datos
“Vuelva la otra semana”.

89
Como me dijo así fue
Igualito que si juras
Pero tiene un hermanito
Que es más falso que Judas.

Nuevamente lo intentamos
Sacar del hueco el tesoro,
Pero igualito quedamos
Como las uvas y el zorro.

En Caldas con Misael


Dialogamos tono a tono,
Pero todo en eso paró
Y no reventó el encono.

Es mucho lo que hay allí


Dicen: el abuelo y Misael,
Están que llegan y llegan
Hay que echar a Luzbel.

Llevarán agua bendita


Y cristos para alumbrar,
Este frasco con polvitos
Esto los puede cuidar.

Todo se cumplió a la letra


Sin una coma faltar,
Pues hubo un inconveniente
Que nos puso a meditar.

Donde se inició primero


Lo tuvimos que dejar,

90
Para evitar que un alud
Nos pudiera sepultar.

Se pidió mucha asesoría


Pues medición se empleó,
Y un atajo en línea recta
Ese día se trazó.

Una brecha a campo abierto


Con ganas se principió,
Pero el tiempo disponible
Muy pronto se nos cumplió.

Se quedó para otra etapa


Seguir en el socavón,
Hasta ver si se podía
Acercarnos al salón.

Volvimos a los seis meses


Con entusiasmo y tesón,
Y a lado y lado encontramos
Grandes piedras de estorbón.

Avanzamos con cautela


Entre pared y pared,
Revisando el maderamen
Y esto fino está su “merced”.

Llagamos a una piedra


Brillante como sal,
Y pensamos a momentos
De allí no poder pasar.

91
Con mucha maña logramos
Un agujero labrar,
Y un mechón de pelo de indio
Allí cerquita encontrar.

Otra vez se hizo una pausa


Pues el tiempo se acabó,
Y quedamos como el gallo
Haciendo cocorocó.

Una vez muy temprenito


Donde el abuelo se bajó,
Y se encontró el nido frío
Como el viento se esfumó.

Otra vez la desventura


Sin brújula nos dejó,
Y el trabajo allí en el monte
Por cierto se embolató.

Si Dios no puede, se dice;


Despacha su muchachito,
Pueda ser que otro aparezca
San Antoñito Bendito.

Donde Misael Tejada


Por la mañana fui a dar
Me dijo con gran ligereza
Usted puede continuar.

Pues yo me fui a continuar


Un poquito temeroso,
Y entre más piedra sacaba

92
Se ponía más sabroso.

A cinco metros del pelo


Con dirección hacía el frente,
Encontrarán la entrada
Se debe ser consecuente.

Los cinco metros se hicieron


La seña a la izquierda giró,
Siguiendo todo un vallado
La puerta no se encontró.

Encontramos pura tierra


Sueltecita y de colores,
Después de un enchape de rocas
Que nos costaron sudores.

Por expresivo el trabajo


Subió hasta mi hermano Pedro,
Si esto no es por aquí
Yo si me quedo muy piedro.

Dentro del túnel aquel


Apareció lo increible,
Pues una piedra de frente
Se presento inamovible.

Se luchó por todas partes


Para poderla quebrar,
Al fin todo fue inútil
El poder adelantar.

Otra etapa se quemó

93
Pero vale la consulta,
Al parecer hacia atrás
De la piedra algo se oculta.

Aceite, mecha y madera


Para poderla falsear,
Una vez le colocamos
Y así luego regresar.

A donde el señor tejada


Yo me fui pa’ preguntar,
Si sólo con dinamita
La podíamos reventar.

Pólvora no le aconsejo
Pa’ poder de allí pasar,
Pues con la onda explosiva
Se puede todo falsear.

Hágale otro cateo


Que lado si puede dar,
Por la izquierda le aseguro
Se puede fácil pasar.

Se cuadró la otra ida


Si señor para tarriar,
Y como Misael lo dijo
La piedra se pudo desviar.

Continuamos varios metros


Entre el frío y la humedad,
Pero, ¡Ah difícil que es el trato!
Con la hipócrita humanidad.

94
La malquerencia de la gente
De repente allí llegó,
Y hubo duro palabreo,
La paz también se enredó.

Fuimos el centro de ataques


Verbales y hasta de acción,
Y entre chismes y amenazas
Se prendió la confusión.

Prometí no volver más


A dentrar al socavón,
Me dí cuenta de la envidia
Tan gratuita ¡Y que monton!.

Nos fuimos Daniel y yo


A ver que poder hacer,
Y en un momento de ira
Yo propuse suspender.

Sacamos cuanto allí había


Tarros, velas, cruces, cordel,
Carreta, palas y barras
Pero quedó Lucifer.

Lucifer se fue al infierno


Porque eso ya no era de él,
Más de una cruz esculpida
Se encuentra entre la pared.

Una vez serenos los ánimos,


Nos pusimos a pensar,

95
Que quien quiere bocachico
Debe salir a pescar.

Quien al primer resbalón


Se entrega ciego al dolor,
No tendrá nunca en la vida
La vida del luchador.

Se me olvidó compadrito
Las veces que he suspendido,
Voy a volver otra vez
Aún no me encuentro vencido.

Por oriente sale el sol


Por occidente se oculta,
Si eso le pasa a mi vida
Sólo será por tu culpa.

Otra vez aquí en la brega


Guaquería si señor,
Los mismos van con las mismas
Como en época anterior.

Salimos desde Uramita


A las cinco de la mañana,
Y hace que estamos aquí
Muy cerca de una semana.

Nos fuimos hasta San Pablo


El día de la llegada,
Encontramos pa’ sorpresa
La boca del túnel tapada.

96
Las cosas siguen lo mismo
De indiferencia total,
Como simple chandas flacas
Es el trato en general.

Aguante pues mi compadre


Le dije siempre a Daniel,
Haga de tripas pulmones
Por lo que puedan joder.

No importa que cante el gallo


Donde no debe cantar,
Más pierde el que chapalea
Que quien habla, después de pensar.

A las chanzas le hago el quite


Porque no quiero gastar,
Mi pólvora en gallinazo
La que debo atesorar.

Desde hoy quedé en el suelo


Como cualquier animal,
Vale más ser lo que es
Que vilmente aparentar.

Si a Cosiaca lo tildaban
De muy verde y vulgaraz,
Digan de mí lo que quieran
Yo peo, peo y algo más.

Salta el gallo al gallinero


En medio e’ la oscuridad,
A mí nadie me madruga

97
Hablando e’seguridad.

Un saludo no se niega
Ní al peor criminal,
El cortés siempre es valiente
Así le digan muérgano animal.

El putas siempre es el putas


Así lo quieran cambiar,
No hay un remedio que sirva
Si no se quiere aceptar.

Aquí me estoy calladito


No voy abrir más mi jeta,
No le hace que me pierda
La lechita de la teta.

Aquí me quedo peyendo


En este puerco arrieral,
Voy a poner cuidadito
No me piquen el ojal.

Se quedó indio y tesoro


Arriba en el cominal,
Que quede también la envidia
Pues yo me voy a largar.

Esto dijo el armadillo


Pasando por Yarumito,
Como estamos en ayunas
Tomemos pues guarapito.

Hasta aquí llego trovando

98
Mi historia es de buen luchar,
Y sigo siempre tan fresco
Yo no me voy a enchonchar.

Hasta luego pues compadres


No me vayan a olvidar,
Muy pronto me doy la vuelta
Siempre dispuesto a trovar.

Permita que yo me ría


Satisfecho de volver,
Después de diez y ocho años
Sin nada por resolver.

Muchas aguas me aguanté


Por la espalda gotear,
Pero nunca a yo hicieron
Vanguardia regatear.

Ese trabajo es de mulas


No es pa’ simple patuletos,
Perdone que así les diga
A esos pobres esqueletos.

No me pesa esta experiencia


Pocos la pueden contar,
Vale más gozar historia
Que tener que lamentar.

GUVO
Diciembre 31 de 1.991

99
AMOR Y AMISTAD
Septiembre 12/95
Yo te brindo el corazón
En este día feliz
Disfrutémoslo juntitos
Con un traguito de anís.

La amistad nunca se mide


Cuando existe lealtad,
No hay diferencia ninguna
Entre el amor y amistad.

Voy cantando a todo pecho


El eco de la amistad
No nos ocultemos nada
Si todo es sinceridad.

A todos les tengo aprecio


Sea quien fuere el julano,
Venga pues mi buen amigo
Celebremos a lo hermano.

100
CABOS SUELTOS
Abril 22 /98

Compadre metáse al monte


A rebuscar los bejucos,
Y fabrique pues los canastos
Para sembrar en los surcos

Al sembrar el grano e´ mai


Déjelo bien tapaito,
Para evitar que así sea
Comida del pajarito.

Los hijos del alacrán


Alacranes hijos son
No importa la pequeñez
Al fin y al cabo escorpión.

Los arrayanes del monte


Hechan hermosas pepitas,
Lo mismo que las mujeres
De mi tierra son bonitas.

En mi tierra siembran yucas


Para engordar los marranos,
Las mías ya se pudrieron
Pues no comen los julanos.

Me duele a mi mucho el alma


Por no tenerte a mi lao,
No estoy loco ni engreído

101
Solo estoy enamorao.

A negra pa’ ser creida


Que tal que fuera bonita,
Camina de lao a lao
Como quien da, pone y quita.

De las mujeres coquetas


Líbrame diosito bendito,
Nadie las sacia en el mundo
Ni en grande, ni en lo chiquito.

102
PERSONAJES TIPICOS

Por tradición cada pueblo


Tiene típico personaje,
Que sobresale en el tiempo
Con su chispa y desparpaje.

Fueron de Antioquia notables


Cosiaca y Pedro Rimales,
Con la piragua y marañas
Verduleros sin ambages.

Una legión de estos tipos


Pueblan mi pueblo querido
Rabian, se alegran, se ríen
Y no les duele ni el alma.

Con esto nos despedimos


De este acto de gloria,
Esperamos muy frecuente
Volver a revivir la historia.

La piragua cualquier día


Se fue hasta la guandoca,
Por coger a un secretario
De una divina pelota.

Despés llegó don Canchilo


Con el señor Tulio Higuita
Que iban pa peña blanca
A cazar una guagüita.

103
En la manga estaba el gurre
Con su eterna vaca loca,
Pa’ hacer reír a la gente
Con su festín que provoca.

En travesías Rosendo
Con Gregorio que es su hermano,
Estaban en la molienda
Con remellón en la mano.

Fidel Arteaga y su giba


En la manga se encontraba
Esperando a cagarrancio
Que de la chilquí bajara.

No me acuerdo si milungo
Estaba con don Matias,
Muy cerca estaba Cleofe
Conversando con mis tías.

Y mi abuelita Polonia
Con mi abuelito Gabriel,
Sentados en una banca
Y el monito Rafael.

Eso fue en San Agustin


Yo que bajo, vos que subis,
Pues puallí también estaba
Ese loco Luis Guabis.

La soledad está ahí


En el mismo sitio de antes,
Esperando a todos ellos

104
Viejos, jóvenes o infantes.

En la cañada del duende


Ya no hay duende, ni hay espanto,
Pues ya toditos se fueron
A otro lugar con su canto.

En la travesia que va
De don Benja, a donde Andres,
Allí sale una barbacoa
Que hace orinar de una vez.

Y Don Silvestre Gonzalez,


Pacho colorado y la chocha,
Están en la casa de Najo
Asándose una panocha.

También está Luis Emilio,


El papá y su hermana la Chela,
Moliendo unos chocolitos,
En que tremenda rochela.

Parece que Luis Arteaga


Con su chuzma y con su junta,
Se pasaron de la cuenta
Y se perdió el hijueputa.

Muy cerca de loma grande


Está la tienda de Juanón,
Pa´ comprar unos confites
Al subir de Rubicón.

Ya llegó Ramón Ochoa

105
Y viene de Cestillal,
De vender ollas de barro
Seguro compra un tamal.

Va pa´ llano chiquito


Pa´ la costa y ratonal,
Y pasa por pelagüevo
Que irá allí a pelar.

Igual que doña Romana


También esta Toño Ñeque,
Vendiendo guarapo en la quiebra
Como hermanos, sin pereque.

El señor Emiro usuga,


A doña Encarnación le trajo;
A la india Marangola
Para aliviarle el trabajo.

106
EL CULEBRERO
Agosto 6 de 2002

Enredado en su garganta
Viene el señor culebrero,
Con boas y patoquillas
Siempre es un aventurero.

Arretirese pa´ llá


Grita con voz alarmante,
Lo muerde ese verrugoso
Y yo no tengo calmante.

A la brava margarita
La guarda en un cajón viejo,
Será que sabe el carajo
O me cree a yo pendejo.

Aquí le doy el remedio


Contra el veneno e’ serpiente
No sea que se quede muerto
Como mi tío Clemente.

Al culebreo y secretos
Dejémolo enculebrao,
Con pomadas y menjurjes
Pues lo veo embolatao.

107
AMIGOS… ME IRÉ
Septiembre 29 de 2002
Cuantas cosas tú me dices
Cuantas cosas te diré,
Me recuerdan, los recuerdo
Pero me iré y me iré.

Seguimos siendo amigos


Bajo este mesmito cielo,
No importa que tanto espacio
Nos separe de suelo en suelo.

No me hablen de barreras
Ni menos de larga ausencia
Aunque nos salpiquen el alma
Esa anhelada presencia.

108
A DOS SEÑORITAS
Agosto 11 de 2003
A Rocio y Rosa Elena
Que dejen de joder tanto,
Que de tanto echar lápiz
Estoy mamao y mamao.

No se cuánta es la carrera
De estas brujas maliciosas,
Creen también que mi vida
Esta siempre muy ociosa.

No me culpen “señoritas”
Por tan duras retahílas,
Les presento mis disculpas
Por si están adoloridas.

Aquí está compendiao


Mucho folclor de mi tierra,
Nunca si sigo yo acabado
Así por siempre siguiera.

109
SI YO SUPIERA TROVAR
Febreo 29 de 2004
Si yo supiera trovar
No dominaría un segundo,
Me largaría a llevar
Mis coplas por todo el mundo.

Culebra no me mordás
Que me mata tu veneno,
Quedáte allí enrolladita
Tu en lo propio, yo en lo ajeno.

La gallina pone el huevo


El hombre se lo degusta,
Por eso cuando lo ve
Cacarea ella y se asusta.

110
ME DICES PERRITO VIEJO
Marzo 5 de 2004
Si fuera un perrito viejo
Tendría sarna y garrapatas,
Y nadie se atrevería
Conmigo a meter la pata.

Si yo te engañé algún día


No sería por pendeja,
Pues varias veces te vi.
Mostrandome la molleja.

Vos te mostrás muy ardiente


Porque estoy enjaulado,
Esperáte que me suelten
Que aún no estoy acabao.

111
RECORDANDO
Febrero 5 de 2004

Otra vez volví a chuzá


A mi terruño de infancia,
Refresco yo mi memoria
De mi niñez y mi estancia.

Estando yo allá en el puerto


Donde Calixto Giraldo,
Me encontré con don Talao
El cotorro y Maluquiao.

Estaba también Cacho e Chivo,


Don Chiliano y Siesiabierto,
Hablando con Secundino
Que ya se iba por cierto.

112
EL CAÑERO
Febreo 5 de 2004
Nadie le cree al cañero
Pues habla hasta por los codos,
Quiera Dios que no se enrede
Pa´ que le creamos todos.

Tiene finca hasta en el cielo


A boca llena lo dice,
Pobrecito el pobre diablo
Que se ensalza y se maldice.

La caña, caña es de azúcar


Y el cañero es un simplón,
Perdonen que lo maltrate
Sin motivo y sin razón.

113
EL CACHARRERO
Febrero 5 de 2004
Allí viene el cacharrero
Vendiendo sus cachivaches,
Viene vendiendo de todo
Peinetas, coletas y encajes.

Camina más que un espanto


Parece un anima en penas
Ayer, quedó en peña blanca
Hoy la encuentro en la Malena.

Que le rinda su negocio


Usted no paga alquiler,
Igualito al caracol
Lo mismo es sol que llover.

114
EL ARRIERO
Febrero 6 de 2004
Aquí yo traigo estas mulas
Más resabiadas que el patas,
Se parecen a ti, negra Juana,
Sino te enjalmo me matas.

La mulera y el cinchón
Son los trebejos del alma,
Que cada arriero en su brega
Prepara en noches de calma.

Los arrieros son arrieros


Berracos como ninguno,
Si no me cree paisano
Se los presento uno a uno.

Mejor es dejarlos quietos


Son emblema de mi raza,
Del desarrollo de Antioquia
Paladines de mi casta.

115
EL SILLETERO
Febrero 6 de 2004
Aquí en mi Antioquia querida
Hay también un pregonero,
Que lleva trancado a su espalda
Flores mil el: silletero.

De Santa Elena y sus riscos


Flores mil vienen bajando,
A la hermosa Medellín
Y con su olor perfumando.

De San cristobal también


El silletero hace encanto,
Con lirios y crisantemos
Bambuco, poema y canto.

Con su parcela de ensueño


Feliz vive el silletero
Dios lo cuide, Dios lo premie
¡Que no sea un pordiosero!...

116
EL TROVADOR
Julio 24 de 2007
Pa´ trovar el antioqueño
Cuando le busca lo encuentra,
Ábrame campo compadre
Que yo vine por mi cuenta.

Aquel le tiembla el cerebro,


Cuando le hablan de trova;
A mi me duele hasta el pelo
Y me pica la joroba.

Felicito al repentista
Felicito al trovador,
Ellos nos dicen la ciencia
Del pueblo y del gran señor.

117
RECORDANDO OTRA VEZ
Julio 24 de 2007
Cerca a la cabaña yo iba
A comprar unos quesitos
Y luego de remasarlos
Quedaban diez centavitos.

Me iba en el alazán,
El caballo de la finca;
Y por ir desentendido
Casi me daño esta pinta.

Al abrir un portón viejo


Se me zafaron las riendas,
El caballo salió corriendo
Casi me quiebro las muelas.

Será en otra oportunidad


Si Dios me presta la vida
Que vuelvo puaquí a trovar
¡Oh virgencita querida!

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COPLAS SUELTAS
11 de Agosto de 2016

Si me quieres yo te quiero
Si me olvidas yo te olvido,
Si vuelves yo te recibo.
Nada por fin se ha perdido.

Dijiste que me querías


Con todito el corazón,
Y ahora que vuelves me dices;
Que ya olvidaste mi amor.

Muy agrio que es el limón


Y muy dulce la miel del panal,
Pero más amargo el veneno
Que medió tu desamor.

Que importa que seas bonita


O más fea que un espanto,
Al fin y al cabo tu y yo
Nos queremos por encanto.

Yo escribo porque me nace


No por complacer a nadie
Yo gozo con lo que digo
Aunque a nadie satisface.

Que importa que no me quieras,


Que yo te quiera que importa;
Se que más tarde que temprano
Te vas con toda la torta.

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La persona mentirosa
Siempre dice yo no fui;
Aunque esté comiendo sancocho
Come mierda con ají.

Ahora el que mucho pondera


De riqueza y buen perfil,
No es más que un pobre hijueputa
Que no tiene, ni en que morir.

Necio, pendejo y cabrón


Me dijeron a mi un día,
Creo que ya se olvidaron
Y no me traten, así; todavía.

Salta el tigre por aquí


Ruge el león más allá,
Los políticos siempre han sido
Un coro de bla bla bla.

En este mundo no hay nidos


Que sean muy iguales;
Somos todos diferentes,
Aunque amigos, o rivales.

Por eso esta vida es buena,


Por la riqueza de ideas;
Pero en valores tenemos:
Principios muy similares.

Y que tal las vanidades;


Que lucidemos los humanos,

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Al igual que los lagartos;
Frecuente nos camuflamos.

Y que decir de esos micos,


Que fabrican los ilustres
Polítiqueros ladrones
¡Oh! No los tratemos de ampones.

A Colombia le hacen falta:


Gobiernos que sientan patria,
Y no patanes que de aquí salgan;
A raniar y a meter la pata.

Y no se asombren si digo:
En Colombia hay mucho Iscariote,
Que venden su propio hermano;
Y que se las dan de muy Santos.

Hipócritas levenden a rial,


Decía un fraile romano;
Ya la epidemia llegó
Hasta ciudad del Vaticano.

Se nos corrompió este mundo;


Se lo digo compadrito;
Pues la justicia de hoy día,
Goza premiando el delito.

Por más que corra la liebre,


No me gana; dice fresco el Mojojoy,
Mientras ella salta y salta
Yo se: donde estoy y para donde voy.

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