Testimonio por parte de Diego Peña solicitado por Michael Enrique Torres Franco,

acerca de la agresión entre Julián Soler y Juan Peláez.

Los hechos tuvieron acontecimiento en el cuarto piso de la universidad EAN sede el Nogal,
fueron un Martes del mes de Abril justo después de haber finalizado el parcial de
introducción a la administración (no recuerdo exactamente el día). Me encontraba en el
pasillo afuera del salón charlando con mis compañeros de clase acerca de cómo nos había
ido en el parcial, en un momento salió Julián Soler del salón y le pregunté que cómo le
había ido en el parcial, me respondió diciendo que ahorita hablábamos, después Julián
Soler de dirige hacía la mesa en el pasillo donde se encontraba Juan Peláez.

La verdad no pude escuchar nada de la conversación que tuvieron ellos dos por la distancia
que había entre nosotros, después de eso vi que Juan Peláez se levantó de su silla, se paró
en frente de Julián Soler como incitándolo a pelear, luego de eso Juan Peláez le pegó un
leve cabezazo a Julián Soler al mismo tiempo que le dio un empujón, después de eso Julián
Soler responde a la agresión pegándole un cabezazo también.

Después de haber visto lo que pasó, decidí llamar Julián Soler para que no siguieran
peleando, Juan Peláez se retiró de igual manera. Eso fue lo que pude observar en ese
momento teniendo en cuenta que no pude escuchar la conversación que tuvieron ellos antes
de que pasará la situación ocurrida.

 Aprovecho para contar que recién entre a la universidad en primer semestre, estaba
viendo la materia de Principios y teorías de los negocios internacionales, la cual era
dictada por Andrés Aguilera, nuestro coordinador de programa, en mi grupo para
desarrollar un proyecto correspondiente al plan exportador, se encontraba Juan
Peláez, el cual más o menos a la altura del segundo-tercer corte no colaboraba ni se
interesaba por el proyecto, por lo cual yo asumiendo el liderazgo del grupo, decidí
sacarlo del grupo, a lo cual él me respondió de una forma un poco agresiva, yo tome
la decisión de irme del salón de clases donde estábamos. Días después me enteré
que Juan Peláez había decidido no volver a la clase, perdiendo el contacto con él.