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PARTICIPACIÓN DE LAS MINORÍAS EN LAS MESAS DIRECTIVAS DEL

SENADO Y CÁMARA - Designación en la primera Vicepresidencia /


CONGRESISTA DE PARTIDO MINORITARIO - Participación Mesa Directiva
de Senado y Cámara

Entre las minorías, la normatividad jurídica, atendiendo a criterios de participación


democrática y pluralista, otorga al partido o movimiento mayoritario la primera
vicepresidencia de las mesas directivas de los cuerpos colegiados. Es, por tanto,
un derecho propio que no está sujeto al criterio de las mayorías. El espíritu de la
Constitución y de la ley consiste en dar participación a las minorías en las mesas
directivas de las corporaciones de elección popular, mediante la designación en
la primera vicepresidencia de un miembro del partido o movimiento mayoritario
entre aquéllas, de manera que en todo caso se impida el monopolio de los
puestos directivos por el partido o la coalición mayoritarios. Un congresista,
miembro de un partido o movimiento político minoritario, puede ser elegido y
ejercer la presidencia de la mesa directiva del H. Senado de la República o de la
H. Cámara de Representantes. En el evento de que dicha elección ocurra, se
haría obligatorio elegir al primer Vicepresidente de un partido o movimiento
diferente, el que tenga la mayoría entre la nueva minoría.
NOTA DE RELATORIA: Menciona las sentencias de 15 de mayo de 1997 y 23
de abril de 1998, expedientes 1615 y 1717. Autorizada su publicación el 16 de
julio de 1998

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE CONSULTA Y SERVICIO CIVIL

Consejero ponente: JAVIER HENAO HIDRÓN

Santafé de Bogotá, D.C., catorce de julio de mil novecientos noventa y


ocho.

Radicación número: 1134

Actor: MINISTRO DEL INTERIOR

Referencia: Participación de las minorías en las mesas directivas de Senado


y Cámara.

El señor Ministro del Interior, atendiendo solicitud presentada por dos senadores
de la República, formula a la Sala los siguientes interrogantes:

1. Un congresista miembro de un partido o movimiento minoritario


puede ser elegido y ejercer la Presidencia de la Mesa Directiva del
H. Senado de la República o de la H. Cámara de Representantes ?

2. En el supuesto que esta elección ocurra, se haría obligatorio elegir


al Primer Vicepresidente también de las minorías, específicamente
de las minorías mayoritarias, o puede ser un miembro de un
partido o movimiento diferente ?
Según el señor Ministro, son dos las tesis que se exponen en cuanto a la
participación de las mayorías y minorías en las mesas directivas del Congreso de
la República, a saber:

Primera. Las minorías tienen la participación en las primeras


vicepresidencias de las mesas directivas de Senado y Cámara, a
través del partido o movimiento mayoritario, siempre y cuando esta
minoría no ejerza la presidencia.

Lo anterior implica que la presidencia de las mesas directivas de


Senado y Cámara, sí podrían estar en cabeza de algún congresista
que pertenezca a un partido o movimiento minoritario. Lo contrario
sería discriminatorio, pues sólo la mayoría podría acceder a dicha
dignidad, y en consecuencia se estaría vulnerando el derecho a la
igualdad consagrado en el artículo 13 de la Carta Política.

Además, no existe prohibición constitucional o legal que preceptúe en


forma taxativa que las minorías no pueden tener participación en las
presidencias de las mesas directivas. Simplemente el inciso 2º. del
artículo 40 de la ley 5ª. de 1992, en desarrollo de los principios y
derechos inspiradores de la Constitución Política, otorga un mínimo de
participación a los grupos minoritarios del Congreso de la República, y
por lo mismo les consagra el derecho a participar en las primeras
vicepresidencias de las mesas directivas de la corporación.

Atendiendo esta tesis, en virtud del postulado de la participación


democrática, consagrado en el preámbulo de la Constitución Política,
la cual inspira los derechos políticos de participación y fundamenta el
principio de igualdad, en caso que la presidencia de la mesa directiva
del Senado sea ejercida por las minorías, las mayorías deben tener
participación en las primeras vicepresidencias, pues sólo así se
garantizaría la participación en términos de equidad con los principios
fundamentales que rigen la Carta Política de 1991.

Segunda. Podría afirmarse también que es obligación por mandato de


la ley 5ª. de 1992, que las minorías sólo tendrían participación en las
primeras vicepresidencias de las mesas directivas del Senado y
Cámara y únicamente a través del partido o movimiento mayoritario
entre éstas.

De conformidad con la tesis esbozada, las minorías así asumieran la


presidencia de las mesas directivas de Senado y Cámara, por
obligación legal, conforme a lo prescrito en el inciso segundo del
artículo 40 de la ley 5ª. de 1992, tendrían también participación en las
primeras vicepresidencias de las referidas mesas, relegando de dicha
participación a las mayorías.

LA SALA CONSIDERA Y RESPONDE :


I. Participación de minorías políticas. El constituyente de 1968, al dictar
normas relacionadas con el llamado “desmonte” del Frente Nacional o sistema de
responsabilidad compartida entre los partidos tradicionales, el liberal y el
conservador, que encontraba su fundamento en la alternación presidencial cada
cuatro años y en la paridad política en los cargos públicos, estableció dos
preceptos con los cuales se buscaba impedir el retorno a la hegemonía de
partido. El primero consistió en que con el propósito de preservar “con carácter
permanente el espíritu nacional en la rama ejecutiva y en la administración
pública”, a partir del 7 de agosto de 1978 el nombramiento de funcionarios en los
ministerios, las gobernaciones, las alcaldías y los demás cargos de la
administración que no pertenezcan a la carrera administrativa, se hará en forma
tal que se dé participación adecuada y equitativa al partido mayoritario distinto al
del Presidente de la República, sin que esta prerrogativa fuese obstáculo para
que otros partidos o miembros de las fuerzas armadas puedan ser llamados
simultáneamente a desempeñar cargos en la administración pública (artículo 120,
numeral 1º., parágrafo, de la codificación constitucional de 1968). El segundo
precepto correspondió al siguiente texto:

Las minorías tendrán participación en las mesas directivas de las


corporaciones de elección popular (artículo 83 de la codificación
constitucional de 1968).

La Constitución de 1991, como consecuencia de proclamar en el artículo 1º. una


República democrática, participativa y pluralista, en su Título IV, denominado “De
la participación democrática y de los partidos políticos”, amplía los mecanismos
de participación del pueblo en el ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el
referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la
revocatoria del mandato; garantiza a todos los nacionales el derecho a fundar,
organizar y desarrollar partidos y movimientos políticos, y la libertad de afiliarse a
ellos o de retirarse; determina la obligación para el Estado de contribuir a la
financiación del funcionamiento y de las campañas electorales de los partidos y
movimientos políticos con personería jurídica, así como de los demás partidos,
movimientos y grupos significativos de ciudadanos que obtengan el porcentaje de
votación que señale la ley, y además consigna el siguiente postulado:
Los partidos y movimientos minoritarios tendrán derecho a participar
en las mesas directivas de los cuerpos colegiados, según su
representación en ellos (artículo 112, penúltimo inciso).

Si bien el mencionado derecho de participación se encuentra dentro del capítulo


3, “Del estatuto de la oposición”, tiene carácter general y no está circunscrito a las
minorías que no participen en el Gobierno. En este sentido se ha pronunciado
también la sección quinta o electoral del Consejo de Estado (sentencias de 15 de
mayo de 1997 y de 23 de abril de 1998, expedientes Nos. 1615 y 1717).

El referido artículo 112 de la Constitución termina con un inciso que dice: “Una ley
estatutaria regulará íntegramente la materia”. Como esta ley estatutaria que
contendrá el Estatuto de la Oposición, aún no ha sido expedida, y el principio de
participación de las minorías es de alcance general, sin que sea válida su
aplicación exclusivamente a los partidos y movimientos que no participen en el
Gobierno, resulta admisible buscar puntos de referencia en otras leyes, que si
bien no pueden en sentido estricto desarrollar el texto constitucional, si
encuentran en él su fuente de inspiración. Tal es el caso de la ley 5ª. de 1992,
por la cual se expide el Reglamento del Congreso, el Senado y la Cámara de
Representantes, pues el Estatuto Básico de los Partidos y Movimientos Políticos
(ley 130 de 1994), no trata el tema de la participación de las minorías en las
mesas directivas de los cuerpos colegiados.

La ley 5ª. de 1992 trae entre los principios de interpretación del Reglamento del
Congreso, el Senado y la Cámara, la regla de mayorías y la regla de minorías.
Según la primera, “el Reglamento debe aplicarse en forma tal que toda decisión
refleje la voluntad de las mayorías presentes en la respectiva sesión y consulte,
en todo momento, la justicia y el bien común”. Y conforme a la segunda regla, “el
Reglamento garantiza el derecho de las minorías a ser representadas, a
participar y a expresarse tal como lo determina la Constitución” (artículo 2º.,
numerales 3 y 4).

Al referirse en forma concreta a la composición, período y no reelección de las


mesas directivas de las Cámaras y a la participación en ellas de las minorías, la
ley 5ª. Preceptua:
ART. 40. La mesa directiva de cada Cámara se compondrá de un
presidente y dos vicepresidentes, elegidos separadamente para un
período de un año y a partir del 20 de julio.

Las minorías tendrán participación en las primeras


vicepresidencias de las mesas directivas de Senado y Cámara, a
través del partido o movimiento mayoritario entre las minorías.

Ningún congresista podrá ser reelegido en la respectiva mesa directiva


dentro del mismo cuatrienio constitucional. (Destaca la Sala con
negrilla).

(Inspirado en la disposición transcrita, el artículo 28 de la ley 136 de 1994 señala


que la mesa directiva de los concejos se compondrá de un presidente y dos
vicepresidentes, elegidos separadamente para un período de un año, y agrega:
“Las minorías tendrán participación en la primera vicepresidencia del concejo, a
través del partido o movimiento político mayoritario entre las minorías”).

Inicialmente, el partido mayoritario es aquel que obtiene la más alta votación en


los respectivos comicios, efectuados en la forma dispuesta por la ley; por ende,
suele disponer de la mayoría de las curules en la correspondiente corporación.
Los demás partidos y movimientos, constituyen las minorías.

La certificación de la Registraduría Nacional del Estado Civil sirve para mostrar


con claridad cuál es el orden en que los distintos partidos y movimientos políticos
fueron votados en el día de elecciones y cómo quedaron representados -
composición numérica - en el correspondiente cuerpo colegiado.

Entre las minorías, la normatividad jurídica, atendiendo a criterios de participación


democrática y pluralista, otorga al partido o movimiento mayoritario la primera
vicepresidencia de las mesas directivas de los cuerpos colegiados. Es, por tanto,
un derecho propio que no está sujeto al criterio de las mayorías.

En Colombia, ni la Constitución ni la ley - a diferencia de como ocurre en


regímenes parlamentarios - han señalado que al partido o movimiento político
que tenga la condición de mayoritario, conforme al resultado electoral, le
corresponda en forma inexorable la presidencia de la corporación, aunque lo
ordinario es que haga valer sus mayorías para el propósito indicado. No hay
mayorías institucionalizadas, ni mayorías rígidas. Tampoco han dispuesto en
forma expresa que sea prohibido a las minorías acceder a la presidencia, lo que
es posible por la vía de la coalición, o que estén impedidas para desempeñar esa
dignidad; su derecho a ocupar la primera vicepresidencia, se entiende vigente
cuando la mayoría elige a uno de sus miembros como presidente.

El espíritu de la Constitución y de la ley consiste en dar participación a las


minorías en las mesas directivas de las corporaciones de elección popular,
mediante la designación en la primera vicepresidencia de un miembro del partido
o movimiento mayoritario entre aquéllas, de manera que en todo caso se impida
el monopolio de los puestos directivos por el partido o la coalición mayoritarios.

Pues bien, como es precepto superior que las decisiones en el Congreso pleno,
en las Cámaras y en sus comisiones permanentes, se tomarán por la mayoría de
los votos de los asistentes, salvo que la Constitución exija expresamente una
mayoría especial (ibídem, artículo 146), el Reglamento de la corporación
legislativa dispone que “toda decisión debe reflejar la voluntad de las mayorías
presentes en la respectiva sesión”. Así la mayoría inicial - la surgida del resultado
electoral - puede ser rebasada en votos por una coalición que se convierta en
mayoritaria y que, como tal, podrá acceder a la presidencia y a la segunda
vicepresidencia . En esta hipótesis, se formará eventualmente una nueva
minoría, con legítimo derecho a tener a uno de sus miembros en la primera
vicepresidencia de la corporación, conforme al procedimiento indicado en el
inciso segundo del artículo 40 de la ley 5ª. de 1992.

II. Se responde.

1. Un congresista, miembro de un partido o movimiento político minoritario, puede


ser elegido y ejercer la presidencia de la mesa directiva del H. Senado de la
República o de la H. Cámara de Representantes.

2. En el evento de que dicha elección ocurra, se haría obligatorio elegir al primer


vicepresidente de un partido o movimiento diferente, el que tenga la mayoría
entre la nueva minoría.

Transcríbase al Ministro del Interior. Igualmente, envíese copia a la Secretaría


Jurídica de la Presidencia de la República.
Augusto Trejos Jaramillo Javier Henao Hidrón
Presidente de la Sala

César Hoyos Salazar Luis Camilo Osorio Isaza

Elizabeth Castro Reyes


Secretaria de la Sala

PARTICIPACIÓN DE LAS MINORÍAS EN LAS MESAS DIRECTIVAS DEL


SENADO Y CÁMARA - Elección de mesas directivas

Para los efectos de la elección de Mesas Directivas de Senado y Cámara el


carácter de minoría deriva directamente del número de representación que cada
partido o movimiento tenga en el respectivo cuerpo colegiado y no del resultado
de la elección de presidente del mismo. La participación de las minorías en las
primeras vicepresidencias de Senado y Cámara se ejerce “a través” del partido o
movimiento mayoritario entre las minorías, lo que no significa que el partido o
movimiento mayoritario tenga de manera automática y exclusiva derecho a que
uno de sus miembros sea elegido para esa dignidad.
NOTA DE RELATORIA: Autorizada la publicación con oficio 341 del 16 de junio
de 1998.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE CONSULTA Y SERVICIO CIVIL

SALVAMENTO DE VOTO

Consejero: César Hoyos Salazar

Santafé de Bogotá, quince (15) de julio de mil novecientos noventa y ocho


(1998).-

Radicación número 1.134


Referencia : Participación de las minorías en
las mesas directivas de Senado y Cámara.
Con todo respeto me aparto de la decisión adoptada por la mayoría de los
integrantes de la Sala, por las siguientes razones:

1. Normas que regulan la materia objeto de la consulta.

El inciso 2º del artículo 112 de la Constitución establece : “Los partidos y


movimientos minoritarios tendrán derecho a participar en las mesas directivas de
los cuerpos colegiados, según su representación en ellos”. El artículo 40 de la
ley 5ª de 1992 (reglamento del Congreso) concreta ese derecho al disponer que
“Las minorías tendrán participación en las primeras vicepresidencias de las
Mesas Directivas de Senado y Cámara, a través del partido o movimiento
mayoritario entre las minorías” (la negrilla no es del texto original).

Las anteriores normas se complementan con las que regulan el procedimiento de


elección en el Congreso. Dichas disposiciones son :

a) El artículo 37, según el cual “Instaladas las sesiones del Congreso, los
Senadores y Representantes se reunirán por separado con el objeto de
elegir sus Mesas Directivas y dar comienzo al trabajo legislativo”.
b) El artículo 116 en cuanto a quórum.
c) El artículo 118 que determina la aplicación de la mayoría simple en todas las
decisiones que adopten las Cámaras legislativas, cuando las disposiciones
constitucionales no hayan dispuesto otra clase de mayoría. Por tanto, se
trata de la mayoría de los votos de los asistentes. Como no existe norma
constitucional que instituya otra clase de mayoría para la elección de Mesas
Directivas, se aplicará entonces la mayoría simple.
d) El artículo 131 que ordena votación secreta cuando se deba hacer una
elección. Esta especie de votación no permite identificar la forma como vota
el Congresista.
e) El artículo 136 que fija el procedimiento específico en caso de elección.

2. Breve reseña histórica de las normas antes indicadas.

El inciso 2º del artículo 112 fue consignado en un proyecto de artículo sobre


estatuto de la oposición, presentado a la Asamblea Nacional Constituyente por la
“Subcomisión : partidos políticos, sistema electoral, estatuto de la oposición”, con
el siguiente texto : “Las minorías electorales tendrán derecho a participar en las
mesas directivas de los cuerpos colegiados de acuerdo a su representación”.
Posteriormente, la comisión codificadora elaboró la versión del artículo
incorporado al texto definitivo de la Constitución.

En relación con las minorías, el representante del P.R.T. en la Asamblea Nacional


Constituyente incluyó un artículo dentro de su proyecto “Modernización de los
partidos políticos, el sistema electoral y los órganos de representación”, que
ilustra el espíritu que inspiró las garantías establecidas en la Constitución a favor
de las minorías. El texto, aunque no se incorporó al ordenamiento constitucional,
era el siguiente :

“Artículo 8º. De las minorías. El Estado defiende el derecho de las


minorías a expresarse, organizarse y a participar en política.
La mayoría no representa los derechos de la minoría sino en los casos
específicos en que un caso haya sido decidido por votación
reglamentaria. La mayoría no tiene un derecho constituido
permanente.
La democracia no se expresa tanto en el reconocimiento de los
derechos de la mayoría, como en las garantías concretas para el
ejercicio de la acción política de las minorías”. (Gaceta Constitucional
No. 29, página 28).

Por su parte, el artículo 40 de la ley 5ª de 1992 tuvo como antecedente un


proyecto de ley presentado por el gobierno nacional, cuyo artículo 6º disponía:
“Las elecciones de Presidente, Vicepresidente primero, Vicepresidente segundo,
Secretario y demás funcionarios que hagan las corporaciones legislativas, lo
serán por el sistema de la mayoría simple, salvo que para cualquier elección haya
consentimiento unánime sobre un candidato, caso en el cual se prescindirá de la
elección y se aclamará por la Corporación”.

En la Cámara de Representantes, el coordinador de la comisión accidental


incorporó la siguiente redacción, sugerida por la Representante Viviane Morales
H. : “La primera Vicepresidencia corresponde a quien represente los partidos,
grupos o movimientos minoritarios, en decisión que las mismas adopten. Si no
hubiere acuerdo, decidirá por mayoría la Plenaria de cada Cámara, preservando
la presencia de las minorías en cada Cámara”.

Para segundo debate en el Senado se propuso un nuevo texto redactado así :


“Las minorías tendrán participación en las primeras vicepresidencias de las
Mesas Directivas de Senado y Cámara, a través del partido o movimiento
mayoritario entre las minorías”. Y en esta forma quedó finalmente aprobado.

Nótese que el alcance del texto propuesto en la Cámara definía claramente que
quien fuera elegido primer vicepresidente representaba a los partidos o grupos
minoritarios y para que ello fuera así, esos mismos partidos o movimientos
minoritarios debían decidirlo, o en caso de desacuerdo la plenaria de cada
Cámara, pero preservando el derecho de esas minorías. En cambio, en el texto
propuesto y aprobado en el Senado la participación de las minorías en las
primeras vicepresidencias se logra “a través del partido o movimiento
mayoritario entre las minorías”. La locución adverbial “a través” denota que
algo pasa de un lado a otro.

3. Interpretación de las normas citadas en el punto 1.

De las normas mencionadas se deduce que las Mesas Directivas de Senado y


Cámara deben ser elegidas:

a) Dando participación a los partidos y movimientos minoritarios, según su


representación en los cuerpos colegiados.
b) La participación en las primeras vicepresidencias a los partidos o movimientos
minoritarios se hará “a través” del partido mayoritario entre las minorías. Por
tanto, no le corresponde de manera inexorable al partido mayoritario entre las
minorías.

¿ Cómo se determina cuáles son los partidos o movimientos minoritarios ? Ni la


Constitución, ni la ley definen el procedimiento para hacerlo. Sin embargo, con
base en el inciso 2º del artículo 112 puede concluirse que son aquellos partidos o
movimientos con menor representación en los cuerpos colegiados, esto es, con
menor número de miembros en la respectiva corporación (Senado o Cámara). La
norma constitucional no defiere ese carácter de minoría al resultado de una
elección interna en la corporación, sino que la vincula a la representación en los
cuerpos colegiados.

La minoría se concreta a los partidos o movimientos que tengan representación


en los cuerpos colegiados, y no a las “electorales”, como de manera ambigua
indicaba el proyecto de norma constitucional, dando lugar a entender que incluía
aún a aquellos partidos o movimientos que no obtuvieran representación.

La participación corresponde, según el artículo 40 de la ley orgánica por medio de


la cual se adoptó el reglamento del Congreso, de manera inexorable a los
partidos o movimientos minoritarios que tengan representación en el respectivo
cuerpo colegiado. No es al partido o movimiento que tenga la “mayoría entre las
minorías”, sino que “a través” de dicho partido se adoptará la decisión de la
postulación de quien ha de participar en la primera vicepresidencia en
representación de los partidos o movimientos minoritarios.

Como la norma está inspirada en la defensa del derecho de participación de las


minorías, el procedimiento que se adopte para decidir su representación no
puede conducir a que en la práctica se les desconozca atribuyéndola de manera
automática a la mayoría entre las minorías. Si como resultado del ejercicio
democrático entre los partidos o movimientos minoritarios se opta por dar la
representación al partido o movimiento que es mayoritario entre esas minorías,
esa decisión será legítima, al igual que lo sería la que decida otorgar esa
representación a un partido o movimiento que tenga representación minoritaria

Si no se trata de una minoría surgida del resultado de la elección de la


presidencia del cuerpo colegiado, sino de la que se tenga por razón del número
de representación del partido o movimiento en el mismo, se tendrá entonces que
si el partido o movimiento que tiene la mayor representación en la respectiva
corporación (Senado o Cámara) no logra obtener la elección de uno de sus
miembros como presidente de la misma, tampoco podrá aspirar a que se le elija
como primer vicepresidente; esto es, que en esta hipótesis no se formará
eventualmente una nueva minoría, con legítimo derecho a tener a uno de sus
miembros en la primera vicepresidencia de la corporación. El partido mayoritario
en la respectiva corporación no dejará de serlo porque pierda una elección, o
porque se fraccione.

En un sistema político presidencialista, como el colombiano, las mayorías no


afectan el gobierno como si ocurre en un régimen parlamentario y por tanto es
posible que se establezcan diferentes coaliciones.

Es verdad que no hay norma que de manera expresa otorgue la presidencia del
respectivo cuerpo colegiado al partido o movimiento que tiene en él la mayoría,
como tampoco existe norma que convierta a ese partido o movimiento en mayoría
entre la minoría por perder la elección de la presidencia.

En síntesis, para los efectos de la elección de Mesas Directivas de Senado y


Cámara el carácter de minoría deriva directamente del número de representación
que cada partido o movimiento tenga en el respectivo cuerpo colegiado y no del
resultado de la elección de presidente del mismo. La participación de las minorías
en las primeras vicepresidencias de Senado y Cámara se ejerce “a través” del
partido o movimiento mayoritario entre las minorías, lo que no significa que el
partido o movimiento mayoritario tenga de manera automática y exclusiva
derecho a que uno de sus miembros sea elegido para esa dignidad.

4. Crítica al artículo 40 de la ley 5ª de 1992.

Si bien el artículo 112 de la Constitución instituye derechos en favor de los


partidos y movimientos que no participen en el gobierno y precisa que los partidos
y movimientos minoritarios tendrán derecho a participar en las mesas directivas
de los cuerpos colegiados, la misma norma defiere la reglamentación íntegra de
esa materia a una ley estatutaria, que aún no se ha dictado.

Esa ley, a mi juicio, al dictarse deberá corregir o reducir las incongruencias a que
actualmente conduce, en la práctica, la aplicación del artículo 40 de la ley 5ª de
1992. En efecto:

a) Como la norma no establece un procedimiento para que las minorías se


expresen entre ellas, en orden a definir la postulación de quien ha de
representarlas a través del partido o movimiento mayoritario, la
consecuencia es que el partido mayoritario entre las minorías es quien
finalmente logra la primera vicepresidencia en coalición con el partido que
tiene la mayoría en el respectivo cuerpo colegiado (Senado o Cámara). Es
esa coalición la que selecciona, postula y elige el primer vicepresidente
dentro de quienes conforman el partido o movimiento mayoritario entre las
minorías, pero con total desconocimiento de las demás minorías.

b) No está previsto cómo se dilucida cuál es el partido o movimiento mayoritario


entre las minorías, en caso de tener, dos o más de ellos, igual número de
representación dentro de un cuerpo colegiado.

c) No está previsto que en el evento en que el partido o movimiento mayoritario


entre las minorías forme coalición con el partido que tenga la mayor
representación en el respectivo cuerpo colegiado, aquél perderá su derecho a
participar en la escogencia de candidato a la primera vicepresidencia, o por lo
menos a que uno de sus miembros pueda ser elegido.

Los anteriores argumentos me apartan de la ponencia aprobada, particularmente


de los razonamientos que sustentan la segunda respuesta, que es propiamente el
fondo de la discusión.

CESAR HOYOS SALAZAR

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