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Hoja del árbol de Cambur o Banana (Musa acuminata) de San Juan Bautista, isla de
Margarita, Venezuela.
Índice
1 Concepto y origen
2 Tipos de hojas según su momento de aparición durante la vida de la planta
3 Morfología foliar
3.1 Lámina o limbo
3.2 Pecíolo
3.3 Estípulas
3.4 Tipos de hojas de acuerdo con su morfología
4 Vernación o prefoliación
5 Filotaxia
6 Diversidad foliar en las plantas vasculares
6.1 Las hojas de las pteridófitas
6.2 Las hojas de las gimnospermas
6.3 Las hojas de las monocotiledóneas
6.4 Las hojas de las dicotiledóneas
7 Anatomía
7.1 Epidermis
7.1.1 Estomas
7.1.2 Tricomas
7.1.3 Hidatodos
7.2 Mesófilo
7.2.1 Clorénquima
7.2.2 Estructura del mesófilo
8 Funciones
8.1 Transpiración
8.2 Fotosíntesis
8.3 Productividad
9 Adaptaciones especiales de las hojas
10 Heterofilia foliar
11 Falsas hojas
12 Senescencia foliar
12.1 El color de las hojas en otoño
12.2 Mecanismo anatómico y regulación hormonal de la abscisión
13 Evolución de las hojas
14 Usos de las hojas
15 Notas
16 Referencias
17 Enlaces externos
Concepto y origen
Las hojas típicas son estructuras laminares o aciculares que contienen sobre todo
tejido fotosintetizador, situado siempre al alcance de la luz. En las hojas se
produce la mayor parte de la transpiración, provocándose así la aspiración que
arrastra agua y nutrientes inorgánicos desde las raíces. Adicionalmente, las hojas
pueden modificar su estructura de modo tal de funcionar como órganos de
almacenamiento de agua.910En las plantas vasculares las hojas están
característicamente asociadas con yemas que se hallan en sus axilas. Estas yemas
pueden crecer para formar ramas vegetativas laterales o estructuras reproductivas.
Detalle de un pétalo de clavel (Dianthus). Los pétalos, al igual que las restantes
piezas de la flor, son hojas modificadas para cumplir funciones específicas
distintas a la fotosíntesis.
se vuelven sésiles y la coloración de las mismas suele ser diferente, como es el
caso de Euphorbia pulcherrima y de Bougainvillea spectabilis). Cuando las hojas
preflorales se encuentran sobre el eje principal se llaman brácteas o hipsófilos y
cuando se encuentran sobre un eje lateral reciben el nombre de bractéolas. Estos
son órganos foliáceos que rodean a las flores y, por ende, son diferentes tanto de
los nomófilos como de las piezas del perianto. A pesar de ser generalmente verdes,
su función principal no es la fotosíntesis, sino la protección de las flores o de
las inflorescencias. Su tamaño es muy variable. En ciertos casos, como en el tilo
(Tilia cordata) o en las espádices, son más grandes que la inflorescencia. En otros
casos, como en la familia de las compuestas, son muy pequeñas; por ejemplo, las
brácteas que forman el involucro alrededor de la base del capítulo en el diente de
león ( Taraxacum officinale). Generalmente son verdes, pero es frecuente que
presenten pigmentos complementarios que les confieren otro color.
Antófilos u hojas florales: son las hojas modificadas que constituyen los órganos
florales. Los denominados antófilos estériles son los que forman el perianto o el
perigonio, es decir, los sépalos y los pétalos. Los pétalos son casi siempre las
partes más visibles de la flor, generalmente son de vivos colores, con función
atractiva, organizados en una envoltura de las restantes piezas de la flor llamada
corola. A veces son portadores de nectarios o glándulas productoras de néctar. Los
sépalos son más semejantes a hojas normales que los anteriores. Suelen ser verdes y
se sitúan debajo de los pétalos, cerrando la flor desde abajo. Cuando la flor está
brotando, ellos encierran y protegen las partes internas más delicadas. Tépalo es
el término utilizado cuando todos los antófilos del perianto son similares en forma
y color y, por ende, no están claramente diferenciados los sépalos de los pétalos,
como habitualmente ocurre en las plantas monocotiledóneas. Los antófilos fértiles,
por otro lado, son las hojas muy modificadas sobre las que se desarrollan los
órganos productores de las células sexuales. Se distinguen los estambres y los
carpelos.
Morfología foliar
Un nomófilo consta usualmente de una lámina plana y expandida, de un corto tallito
llamado pecíolo que une la lámina al tallo y, en su base, de un par de apéndices
similares a hojas —llamados estípulas—. La presencia o ausencia de cada uno de
estos elementos y la extrema diversidad de formas de cada uno de ellos ha generado
un rico vocabulario para categorizar la multiplidad de tipos de hojas que presentan
las plantas vasculares y cuya descripción se denomina morfología foliar.1
Lámina o limbo
Artículo principal: Limbo foliar
La parte plana, delgada y expandida de la hoja, que contiene la mayor parte de los
cloroplastos, se denomina lámina o limbo foliar. Presenta dos caras: la adaxial,
superior, ventral, haz o epifilo dirigida hacia el ápice del vástago, y la cara
abaxial, inferior, dorsal, envés o hipofilo dirigida hacia la base del tallo.
Cuando ambas caras son del mismo color, la hoja se llama concolora; cuando son de
distinto color, generalmente la adaxial es de color verde más oscuro, la hoja se
llama discolora.5
Pecíolo
Artículo principal: Pecíolo
Muchas hojas tienen un tallito proximal, llamado pecíolo en el caso de los
nomófilos de las espermatófitas o estípite en el caso de los frondes de los
helechos. Ese tallito usualmente es estrecho, puede ser cilíndrico o deprimido en
la cara superior, o aplanado y ancho. En muchas ocasiones las hojas no tienen
pecíolo y el limbo se une directamente al tallo. En esos casos la hoja se llama
sésil o sentada. Cuando hay dos hojas sésiles insertas en cada nudo, a veces se
unen entre sí rodeando completamente al tallo como es el caso del clavel
(Dianthus).14
Hay estructuras similares a pecíolos pero que, en realidad, no lo son. Por ejemplo,
una hoja o parte de la hoja, normalmente en la base, que encierra parcial o
totalmente al tallo por encima del nudo es una vaina foliar, como ocurre en las
familias de las gramíneas y en muchas apiáceas. Un pseudopecíolo, por otro lado, es
una estructura similar a un pecíolo que surge entre una vaina de la hoja y la
lámina, como se encuentra en varias monocotiledóneas, tales como los bananos y los
bambúes.14
Estípulas
Artículo principal: Estípula
Vernación o prefoliación
Artículo principal: Vernación
La disposición del limbo de las hojas jóvenes que se hallan dentro de las yemas
presenta una disposición característica de cada especie, llamada prefoliación o
vernación. Se distinguen varios tipos:1810
Microfilos
Son hojas reducidas, enteras, desprovistas de pecíolo, que no presentan haces
vasculares o su venación se halla reducida a una sola vena que en algunas especies
no supera la base del microfilo. Los géneros Selaginella, Lycopodium e Isoetes, por
ejemplo, presentan este tipo de hoja.2
Megafilos
Los megafilos de las pteridofitas se denominan frondes. Son hojas de gran tamaño,
frecuentemente compuestas, con venación muy desarrollada. El crecimiento de los
megáfilos se debe a la actividad de un meristema apical persistente, cuya actividad
—contrariamente a lo que ocurre en las espermatófitas— se prolonga durante mucho
tiempo después que la hoja se ha desplegado. Las frondes simples presentan una
lámina alargada, entera —como por ejemplo en Ophioglossum— aunque puede ser
pinnatífida o pinnatisecta. En las frondes divididas la lámina puede ser pinnada
con raquis simple —como en Polypodium vulgare— o bi- o tripinnada con raquis
primario y ráquises secundarios o terciarios, como en Polystichum filix-mas. La
venación más frecuente de las frondes es la venación dicotómica abierta, aunque
puede ser reticulada, similar a la de las espermatófitas, como es el caso de
Ophioglossum.2
Un primer tipo, ejemplificado con Zea mays, Tulipa y Convallaria, presenta limbo
entero, alargado, con venación paralela, y se fija al tallo por medio de una vaina
que lo abraza más o menos completamente. En la unión de lámina y vaina puede haber
un apéndice laminar, denominado lígula, en posición vertical. La lámina presenta
dos caras bien definidas, homólogas de las caras del limbo de las hojas de las
dicotiledóneas. El haz mediana puede ser más grande y estar asociada a una costilla
prominente.4
Otro tipo de hoja de monocotiledónea se presenta en las aráceas, en las que existe
un pecíolo entre la vaina y la lámina. En el camalote el pecíolo está inflado y
cada hoja presenta una única estípula, membranácea, situada entre la hoja y el
tallo. En Potamogeton las hojas presentan un par de estípulas, una a cada lado, que
pueden estar parcialmente soldadas a la hoja. Las hojas de las marantáceas
presentan pulvinos entre el pecíolo y la lámina, que les permiten cambiar la
posición de la lámina foliar de horizontal (diurna) a vertical (nocturna).
En la familia de las palmeras puede haber hojas sectadas. La venación puede ser
pinnada como en Acrocomia totai (mbocayá), Arecastrum romanzoffianum (pindó) y
Butia yatay, (yataí); o palmada como en Copernicia alba (carandá), Trithrinax
campestris (caranda-í). En Caryota la hoja es doblemente sectada.4
Las hojas de las dicotiledóneas pueden adoptar distintas formas, si bien usualmente
son retinervadas. En la imagen, limbo foliar del roble (Quercus robur).
Las dicotiledóneas usualmente presentan hojas con limbo foliar, pueden ser
pecioladas o sésiles y la base foliar puede ser estipulada o no. En este grupo de
plantas puede haber hojas simples o compuestas. En el primer caso la hoja puede ser
entera —como en el caso de Citrus o Ligustrum—, hendida o lobada —Pelargonium—,
partida —Quercus robur— o sectada — Dahlia, Petroselinum—. En el caso de presentar
hoja compuesta, la lámina foliar está dividida en varias subunidades llamadas
folíolos, los cuales se hallan articulados sobre el raquis de la hoja o sobre las
divisiones del mismo. Cada folíolo a su vez, puede tener peciólulos o ser sésiles.
Cuando hay más de tres folíolos y según la disposición que adopten los mismos, la
hoja puede ser pinnada cuando las subunidades o pinnas se hallan dispuestas a lo
largo de un eje o raquis. En este caso las hojas pueden ser imparipinnada
(Fraxinus) o paripinnada según se presente o no un folíolo terminal,
respectivamente. Según el grado de división la lámina puede ser: bipinnada,
tripinnada, cuadripinnada. En dichos casos hay raquis secundarios, terciarios, etc,
y las porciones de lámina se llaman pínulas. Cuando las subunidades o folíolos se
encuentran insertos en el extremo del raquis las hojas se llaman palmaticompuestas,
el lapacho y el palo borracho son dos ejemplos. Si los folíolos están divididos, la
disposición de los foliólulos será pinnada. No se conocen hojas bipalmadas o
bipalmaticompuestas.5
Anatomía
Epidermis
La epidermis es usualmente el tejido protector de la hoja, aunque excepcionalmente
las pérulas —escamas que rodean la yema— de algunas dicotiledóneas leñosas pueden
desarrollar una peridermis para cumplir idéntica función. Las células epidérmicas
de la mayoría de las especies carecen de cloroplastos. Sin embargo, en las
hidrófitas sumergidas y en las higrófitas las células tienen cloroplastos. La
cutícula es generalmente más gruesa en la epidermis adaxial. En plantas de
ambientes húmedos la cutícula es delgada, en cambio en las plantas adaptadas a
climas áridos, la cutícula puede ser tan espesa que le da a las hojas una
consistencia coriácea.22 La epidermis está generalmente formada por una sola capa
de células, pero puede ser múltiple o pluriestratificada como en el caso de Nerium
y de Ficus. En Peperomia la epidermis múltiple puede tener hasta quince capas de
células, siendo aún más gruesa que el mesófilo.22
Estomas
Los estomas están formados por dos células especializadas, llamadas células
oclusivas, que delimitan una abertura llamada ostíolo o poro. Adyacentes a las
células oclusivas, y asociadas funcionalmente a ellas, muchas especies presentan
dos o más células denominadas células anexas, subsidiarias o adjuntas. Por debajo
del ostíolo hay un amplio espacio intercelular llamado cámara subestomática, el que
comunica el sistema de espacios intercelulares del mesófilo con el aire exterior.
Cuando los estomas se disponen en filas, las cámaras estomáticas se encuentran
interconectadas.24
La pared celular de las células oclusivas que delimita el ostíolo es, en todos los
casos, más gruesa que la pared opuesta, las cual es más delgada y flexible que las
paredes tangenciales. Esta característica está relacionada con la capacidad de las
células oclusivas de cambiar de forma e incrementar su volumen para controlar el
tamaño del ostíolo. Los movimientos estomáticos son el resultado de los cambios en
la turgencia relativa de las células oclusivas y anexas, causados por cambios en el
potencial osmótico.27 Se ha comprobado que los plasmodesmos que conectan a las
células oclusivas con sus vecinas están interrumpidos a la madurez del estoma; la
ausencia de comunicaciones intercelulares con otras células es lo que les permite a
las oclusivas funcionar independientemente para controlar su turgencia.28
Tricomas
Artículo principal: Tricoma
Hay diversos tipos de tricomas. Entre ellos se encuentran las papilas, las cuales
son abultamientos poco pronunciados, muchas veces sensitivos, pueden ser delgadas,
parecidas a pelos, como los de los pétalos de la rosa. Los pelos tectores son otro
tipo de tricoma, los que pueden estar compuestos de una o de varias células. Los
pelos simples unicelulares presentan una porción basal que se inserta en la
epidermis y que se denomina «pie» y una porción distal que se llama «cuerpo». Los
pelos simples pluricelulares presentan una o varias filas de células. Los pelos
ramificados unicelulares pueden tener forma de «T», o sea con dos brazos opuestos y
se llaman pelos malpighiáceos. También pueden presentar varios brazos, en ese caso
se deonominan pelos estrellados. Los pelos ramificados pluricelulares pueden
recibir diferentes denominaciones según como se dispongan las células. Así, los
pelos dendríticos son semejantes a árboles; los pelos estrellados presentan ramas
en el mismo plano o en planos diferentes. Las escamas o pelos peltados son tricomas
pluricelulares que presentan todas las células en el mismo plano, tomando la
apariencia de un escudo. Los pelos glandulares o secretores, finalmente, pueden ser
unicelulares y simples o pluricelulares y bastante complejos, generalmente tienen
un pie y una cabeza secretora uni o pluricelular. El producto secretado
frecuentemente se aloja entre la pared externa de la célula y la cutícula, que se
levanta y al final se rompe. Esa cutícula en algunos casos puede regenerarse y
repetirse la acumulación de líquido, o el tricoma puede degenerar después de una
sola excreción.29
Hidatodos
Los hidatodos pueden ser de tipo activo o de tipo pasivo. Estos últimos, frecuentes
en las gramíneas, eliminan agua por ósmosis cuando aumenta la presión radical. Los
hidatodos activos, en cambio, eliminan agua con independencia de la presión de las
raíces. Los hidatodos epidérmicos o tricómicos secretan una solución acuosa con
algunos compuestos orgánicos o inorgánicos (secreción ecrina, por bombeo de iones
metálicos a través de la membrana plasmática). En las hojas jóvenes de Cicer
arietinum los hidatodos epidérmicos consisten en un pedúnculo uniseriado y una
cabeza oval pluricelular. La solución acuosa se acumula bajo la cutícula y cuando
alcanza un cierto volumen se abren poros en la cutícula y aparecen gotitas en la
superficie. Los hidatodos epitémicos presentan un tejido parenquimático
especializado, el epitema, situado al final de una o varias vénulas de las hojas.
Rodeando el epitema hay una vaina de células dispuestas apretadamente, a menudo con
las paredes adyacentes cutinizadas, formando una capa de tipo endodérmico, que
impide el reflujo hacia el apoplasto. Muchas de estas células están diferenciadas
como células de transferencia. Hacia el exterior, el epitema está limitado por la
epidermis, y la salida del agua se produce a través de uno o varios estomas
modificados, que se diferencian porque las células oclusivas usualmente no pueden
cerrar el ostíolo.35
Mesófilo
El interior de la hoja, entre la epidermis adaxial y abaxial, se denomina mesófilo.
El mesófilo está constituido por tejidos vasculares, que forman las venas de las
hojas, y un tejido parenquimático especializado para realizar la fotosíntesis
denominado clorénquima.
Clorénquima
Funciones
Transpiración
Fotosíntesis
La fotosíntesis es el proceso por el cual la materia inorgánica se convierte en
compuestos orgánicos gracias a la energía aportada por la luz. En este proceso la
energía lumínica se transforma en energía química estable, siendo el adenosín
trifosfato (ATP) la primera molécula en la que queda almacenada esa energía
química. Con posterioridad, el ATP es utilizado en interior de la célula para
sintetizar moléculas orgánicas de mayor estabilidad, tales como carbohidratos. Cada
año los organismos fotosintetizadores fijan en forma de materia orgánica en torno a
100.000 millones de toneladas de carbono (3000 toneladas de carbono por segundo
aproximadamente).4142
Heterofilia en la hiedra (Hedera helix). Las hojas de las ramas fructíferas son
enteras, no lobuladas a la manera característica de la especie.
Es el fenómeno consistente en que en una misma planta aparezcan hojas asimiladoras
(nomofilos) diferentes. En muchas plantas existen diferencias entre, por ejemplo,
las hojas de las ramas más altas y las más bajas, o entre los ejemplares arbustivos
y los arbóreos. Hay heterofilia propiamente dicha cuando hay dos o más clases de
hojas con diferencias cualitativas de morfología o tamaño.
Falsas hojas
Filodios y filocladios: Son órganos laminares semejantes a hojas, pero que por su
origen evolutivo, su ontogénesis (su proceso de desarrollo) y su anatomía interna,
resultan no serlo. En general se trata de peciolos y tallos dilatados que cumplen
en algunas plantas la función asimiladora que normalmente corresponde a las hojas,
a las que funcionalmente sustituyen. Uno de los ejemplos más conocidos de filodios
lo ofrecen especies de los géneros Acacia y Ruscus; los ejemplares nuevos y las
ramas del año llevan hojas verdaderas compuestas, mientras la mayor parte del
"follaje" está constituida por filodios o filocladios que son más duros y
alargados.
Filoides. Es el nombre que se da a órganos semejantes en su morfología y función a
las hojas, pero sin su anatomía interna, que se encuentran en plantas terrestres
(musgos y hepáticas) que divergieron evolutivamente de las plantas vasculares,
portadoras de verdaderas hojas, antes de la evolución de la anatomía foliar.
Senescencia foliar
La senescencia de las hojas es una serie de eventos ordenados y cuidadosamente
controlados que permiten a las plantas conservar sus recursos, prepararse para un
período de reposo y descartar tejidos ineficiente.6En las plantas anuales algunas
de las hojas mueren precozmente si bien la mayor parte de las hojas mueren al mismo
tiempo que el resto de los órganos. En los árboles, arbustos y plantas herbáceas
perennes, en cambio, la defoliación es un fenómeno periódico, muy complejo, que se
produce, en la mayoría de las especies por un mecanismo de abscisión.7Siguiendo el
ritmo y el modo en el que ocurre la defoliación, se pueden distinguir distintos
tipos de plantas. Así, hay plantas con defoliación anual (Caducifolias), en las que
las hojas viven solo algunos meses, generalmente desde la primavera hasta el otoño.
Dentro de este grupo se reconocen aquellas —como los encinos— en las que las hojas
amarillean y mueren sin separarse del tallo, de las plantas de hoja caduca en las
que la defoliación es un fenómeno activo que ocurre a través de tejidos
especializados que forman la denominada zona de abscisión. En las primeras, las
hojas que quedan sujetas a los tallos por mucho tiempo ya que su caída es pasiva y
generalmente determinada por el viento. En las segundas, la caída de las hojas es
precedida por una migración de sustancias desde las hojas hacia el tallo. Las hojas
amarillean y, a veces, enrojecen por la acumulación de antocianinas y se separan
del tallo estando todavía vivas, muriendo después de caer.7Por otro lado, hay
plantas con follaje persistente (Perennifolias) —como los pinos— cuyas hojas viven
de dos a cinco años. El conjunto de las hojas, el follaje, se renueva parcialmente
cada año. La caída de las hojas en este caso es también un fenómeno activo ya que
está determinado por la formación de una zona de abscisión.7
En el otoño, las hojas de muchos árboles se tornan de color rojo, como se aprecia
en este ejemplar de Acer rubrum.
Reconstrucción del aspecto general de Aglaophyton major, una planta del Devónico
inferior, cuyos fósiles fueron hallados en el yacimiento Rhynie Chert. Los rizoides
son unicelulares y se localizan en la zona ventral del rizoma creciendo a partir de
protuberancias formadas en la zona a partir de las células corticales.47
Durante la evolución de las plantas las hojas se han originado al menos en dos
ocasiones independientes. El legado de estos eventos evolutivos históricos está
representado en las floras actuales por los microfilos de las licofitas
(licopodios, Selaginella e Isoetes) y los megafilos de las eufilofitas (helechos,
gimnospermas y angiospermas). Se considera que los microfilos, con su vasculatura
característica y su ausencia de ramificación, han evolucionado a partir de
excrecencias espinosas y son anteriores a los megafilos en el registro fósil de las
plantas terrestres. De mayor importancia, sin embargo, fue el origen de los
megafilos en las plantas vasculares a través de la modificación del desarrollo de
las ramas laterales debido a que la gran mayoría de las aproximadamente 250.000
especies de plantas con flores existentes, así como la mayoría de las gimnospermas,
utilizan un megafilo de lámina plana con una red de venas para la captación de la
energía solar y la asimilación de carbono fotosintético. Los megafilos alteraron,
de hecho, la trayectoria evolutiva de las plantas y de los animales terrestres, los
ciclos biogeoquímicos de los nutrientes, del agua y del dióxido de carbono y el
intercambio de energía entre la superficie terrestre y la atmósfera.48 Una medida
de su éxito en ambientes terrestres es la capacidad de las hojas para soportar
condiciones climáticas extremas entre los trópicos y la tundra, mientras que al
mismo tiempo facilitan la fijación neta de aproximadamente 207 mil millones de
toneladas de CO2 (56,4 × 1015 g C) año-1 a escala global. Esta producción primaria
proporciona energía para casi todas las formas de vida terrestre en la Tierra,
especialmente a los tetrápodos y a los insectos, y enlazan muchos ecosistemas y
procesos biogeoquímicos.49
Asteroxylon mackiei es una especie extinta que vivió durante el Devónico inferior y
descrita a partir de su descubrimiento en el yacimiento escocés de Rhynie Chert.50
las espinas o enaciones que cubrían su tallo presentaban trazas foliares.
En casi todas las plantas actuales las hojas constituyen una adaptación para
incrementar la cantidad de luz solar que puede ser capturada para realizar la
fotosíntesis. Se acepta que las hojas han evolucionado más de una vez en el
transcurso de la evolución de las plantas y que, probablemente, se originaron como
estructuras espinosas que actuaban como estructuras de defensa contra los
herbívoros.
Las hojas más familiares, los megafilos, han evolucionado en cuatro oportunidades
diferentes y de modo independiente: en los helechos, las colas de caballo, las
progimnospermas y en las plantas con semilla.64 Parece que se han originado a
partir de la dicotomización de ramas, que por primera vez se superpusieron entre
sí, y, finalmente se desarrolló una "palma" que gradualmente evolucionó en
estructuras similares a hojas. Entonces, según esta teoría del teleoma, los
megafilos se componen de un grupo de ramas palmeadas62 En cada uno de los cuatro
grupos que habrían de desarrollar megafilos, sus hojas evolucionaron por primera
vez durante el Devónico tardío y el Carbonífero temprano, diversificando
rápidamente hasta que los diseños estructurales básicos quedaron establecidos en el
Carbonífero medio.64 La falta de diversificación posterior puede ser atribuida a
limitantes de desarrollo.64 No obstante, persiste también la duda acerca de las
razones por las cuales las hojas tardaron tanto tiempo en aparecer sobre el
planeta. De hecho, las plantas han estado sobre la superficie por lo menos por 50
millones de años antes de que los megafilos se hicieran significativos. Sin
embargo, los mesófilos se conocen desde el Devónico temprano (el género
Eophyllophyton) por lo que el desarrollo no pudo ser una barrera o una limitante
para la aparición de las hojas ya que uno de sus constituyentes principales ya
existía.65 la mejor explicación indica que el CO₂ atmosférico estaba declinando
rápidamente durante este tiempo, cayendo cerca del 90% durante el devónico.66 Esto
se correspondió con un incremento de 100 veces en la densidad de los estomas.
Parece ser que la baja densidad estomática en el Devónico temprano significaba que
la evaporación era limitada y que las hojas se sobre-calentarían si alcanzaban un
mayor tamaño. La densidad estomática no podría incrementar, ya que las primitivas
estelas y los sistemas radicales limitados no serían capaces de suministrar
suficiente agua para suplir la tasa de transpiración.67
Endivia.
Las hojas adultas se usan para techar casas rurales (Sabal mexicana entre otras
palmeras) Las hojas de huano que se usan para techar, si están bien trabajadas,
duran de 15 a 20 años. Las hojas preferidas para el techado son las de los
individuos jóvenes ya que estos aún no alcanzan grandes alturas y se obtienen más
fácilmente y además son de mayor tamaño. 6869
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