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Si cortamos el imán en dos partes, observaremos que se crean dos imanes nuevos, cada uno con

sus dos polos, Norte y Sur, y sus correspondientes líneas de flujo magnético.

Esta característica de los imanes es la que permite encontrar las fisuras abiertas a la superficie, y
los defectos internos en una pieza, como se explicará a continuación.

La magnetización de un material ferromagnético se puede lograr mediante la inducción de un


campo magnético fuerte, desde una fuente externa de magnetización (un electroimán), o
mediante el paso de corriente directamente a través de la pieza.

La fuerza del campo generado es resultado de la cantidad de corriente eléctrica que se aplique y el
tamaño de la pieza, entre otras variables.

Una vez magnetizado el objeto de estudio, éste se comporta como un imán, es decir, se crean en
él dos polos magnéticos Sur y Norte.

Estos polos determinan la dirección de las líneas de flujo magnético, las cuales viajan de Norte a
Sur.

Teniendo la pieza magnetizada (magnetización residual), y/o bajo la presencia constante del
campo magnético externo (magnetización continua), se aplica el polvo de limadura de hierro seco,
o suspendido en un líquido (agua o algún destilado del petróleo).

Donde se encuentre una perturbación o una fuga en las líneas de flujo magnético, las
pequeñas partículas de hierro se acumularán, formando la indicación visible o fluorescente,
dependiendo del material usado.

1.    Limpieza de la pieza o superficie a inspeccionar. Se deben limpiar las piezas para evitar que
haya elementos como aceites, virutas y otros elementos que puedan falsear el ensayo. El grado de limpieza
dependerá de la norma que se deba seguir, ya que puede realizarse limpiezas con trapo impregnado el algún
limpiador a limpiezas mecano química.
2.    Rociado con las partículas magnéticas. Se tiene que rociar o espolvorear la superficie a
inspeccionar con una capa fina de las partículas magnéticas.
3.    Aplicación del campo magnético: Se debe generar un campo magnético contínuo durante un
periodo de tiempo corto sobre la superficie a inspeccionar en todas las orientaciones. En caso de utilizar
yugos manuales, se deberá realizar esta operación en varias orientaciones, para detectar defectos en esas
orientaciones. En el caso de utilizar bancadas, estas pueden llegar a magnetizar la pieza en todas las
orientaciones.
4.    Inspección: Tras la magnetización y fijación de las partículas según las líneas de campo generadas, se
podrán ver los defectos presentes en la superficie, Para este paso, habitualmente se suelen utilizar accesorios
como la laca de contraste o lámparas ultravioletas para resaltar las indicaciones.
5.    Realizar Un registro de los defectos
6.    Limpiar las piezas: Dependiendo de los procesos posteriores que tengan las piezas a inspeccionar, se
deberán limpiar las piezas en mayor o menor medida. Lo más habitual suele ser la desmagnetización de la
pieza y la eliminación de las partículas magnéticas, para evitar que se oxide la superficie

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