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Los

manuscritos

griegos del

nuevo

testamento
P46
Introducción

Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos unos 14 siglos antes de que se
inventara la imprenta en el mundo occidental. El único método de reproducir la
Biblia fue, durante largos siglos, copiar su texto a mano. Todos los manuscritos
originales de las Escrituras se han perdido, por lo tanto, el Nuevo Testamento que
ahora tenemos es hecho a base de copias, las más antiguas de las cuales se
escribieron muchos años después de la muerte de sus autores originales. Es casi
seguro que ninguna de las copias que existen fue hecha de los escritos originales,
sino de otras copias; y en el proceso de recopiar las Escrituras durante siglos, en
manuscritos posteriores de la Biblia se filtraron algunos errores de copia.

La exactitud de las obras impresas se puede comprobar si se dispone de los


manuscritos originales del autor; se pueden hacer cambios o correcciones cuando
se publica una nueva edición, y esos cambios se ven fácilmente comparando todas
las ediciones.

Pero el proceso es diferente cuando se trata de obras que durante siglos han sido
escritas a mano y no tenemos los manuscritos originales. En este caso se necesita,
con frecuencia, una laboriosa comparación científica antes de que el erudito pueda
pensar que probablemente han llegado al texto original de cada pasaje.

Aunque sólo unas pocas de las miles de variantes en el Nuevo Testamento son
teológicamente significativas, ya que el teólogo cristiano y el estudiante de la
Biblia deben basar su fe en las declaraciones auténticas de los escritores de la
Biblia, es sumamente importante la tarea de procurar un texto digno de confianza.

Por lo tanto, al erudito bíblico le corresponde la tarea de estudiar cuidadosamente


los manuscritos neotestamentarios, a fin de restablecer un texto que esté tan cerca
del original como sea humanamente posible. Generalmente una obra tal se conoce
con el nombre de “crítica textual” o “baja crítica”.

Mediante un proceso de diligente estudio crítico, la crítica textual se esfuerza por


descubrir y eliminar errores de copistas para llegar a un texto bíblico que, en todo
lo posible, sea el mismo que salió de las manos de los escritores originales. Esta
obra ha sido sumamente fructífera, y en los últimos años lo que ha logrado la
crítica textual y sus descubrimientos, han hecho mucho para restablecer la
confianza en el texto de la Biblia.
LA LENGUA GRIEGA

El idioma griego proviene de las antiguas civilizaciones griegas. Y es la lengua


indoeuropea con la mayor historia documentada, puesto que cuenta con más de 34
siglos de evidencia escrita, entre ellos el Nuevo Testamento de las Sagradas
Escrituras.

En la antigua Grecia (del siglo XII aC) no existía una lengua uniforme que sea
común a todos los pueblos griegos, sino que existían diversos dialectos de un
mismo bloque lingüístico. Si bien muchos dialectos eran mutuamente
comprensibles había diferencias gramaticales, sintaxis sistemática y diferencias
fonológicas entre ellos.

Primeras variantes
Entre las variantes griegas registradas durante el período del siglo VII al II aC se
encuentran:

- El griego jónico-ático, hablado en el Ática (la región de Atenas), las islas Egeas,
la Jonia microasiática y las colonias jónicas de ultramar. Es el griego que mayor
relación tiene con el griego bíblico.

- El griego dórico, hablado en el Peloponeso del sudeste, Creta y la Doria


microasiática; además de ser la lengua franca en la colonia itálica de Magna
Grecia.

- El griego eólico, hablado en Beocia, Misia, Larisa y otras regiones circundantes


menores.

- El griego noroccidental, hablado en el Peloponeso del noroeste, la Grecia central


y Epiro; aunque los griegos consideraban "μιξοβάρβαρος" (semibárbara) a la
lengua de las regiones periféricas del noroeste);

- El griego arcado-chipriota, último reducto del griego micénico, propio de los


descendientes refugiados micenos asentados en los Pueblos del Mar, hablado en
Arcadia y Chipre.

- El griego panfilio, también considerado "μιξοβάρβαρος" por los griegos de la


madre patria, hablado en la costa de Panfilia; y efectivamente contaminado por las
influencias extraídas de la lengua epicórica no griega.
Ejemplos de variantes lingüísticas o rasgos distintivos

Entre las variantes lingüísticas podemos mencionar casos sencillos tales como:
En el griego occidental la a se mantiene, mientras que en el griego jónico-ático
pasa a ser h y otra vez a detrás de e, i aunque esto último solo suele darse en el
griego ático.

El grupo de vocales cerradas e, o se contrae en el griego ático de forma


independiente del griego jónico: e en eu, y o, en ou aunque esto último solo
suele darse en el griego ático.

Otro grupo a destacar es la situación jónica tt que se transforma en ss en el griego


ático

Como puede verse el idioma griego a lo largo de su existencia ha sufrido muchos


cambios, pero podemos distinguir tres clases o tres tipos de idioma griegos que
han sobresalido y han prevalecido: El Griego Clásico, El Griego Koiné y el
Griego Moderno

¿Qué son y qué diferencia hay entre el griego clásico, el griego koiné y el griego
moderno?

- El griego clásico: Es un idioma que pertenece a la familia de lenguas


indoeuropeas (Jafecita); Puntualmente es el griego antiguo, culto, un griego puro,
bien hablado y utilizado por los filósofos helenos y el utilizado en obras literarias
seculares griegas como las de Homero, Heródoto, Platón, etc.

El griego clásico es un idioma flexivo, contiene una amplia gama de expresiones


por medio de vocablos raíces, juntamente con prefijos y desinencias. Este idioma
ha sido de gran influencia para los demás pueblos en tiempos de los imperios.

Actualmente no se habla, pero es motivo de estudio en muchas universidades


seculares para la interpretación de obras literarias de las antiguas culturas (obras
como la Ilíada y la Odisea).

- El griego koiné: koiné significa común o sencillo. Este lenguaje es una variante
del griego clásico que actualmente tampoco se habla, y que algunos eruditos lo
han considerado como un idioma mezcla de cuatro dialectos (en su mayoría el
griego ático, jónico con matices del griego dórico y eólico).
Este es un lenguaje que se había extendido desde los años 330 aC por medio de
Alejandro Magno y se ha usado hasta el 500 dC en todos los pueblos sometidos
por el imperio griego y se sostuvo durante todo el imperio romano como lengua
internacional.
El griego koiné es un idioma inteligente que ha sido utilizado como base de
expansión para las relaciones internacionales del imperio greco-romano, de allí el
derivado "koiné" o "común para todos". Una referencia bíblica de esta afirmación
puede verse en Juan 19:19-20 en el título cabecera con el que crucificaron al
Señor Jesús que fue escrito en hebreo, en griego koiné “ellhnisti y en latín.

Lo interesante de este lenguaje es que permitía el surgimiento de varios dialectos


basados en la lengua griega.

El que nos interesa es el griego koiné ático-jónico que fue el idioma con el que los
apóstoles judíos, los hermanos de Jesús y Lucas han escrito el Nuevo Testamento.
Estos judíos que creyeron en el Señor Jesucristo, siendo semitas, no difundieron
su idioma hebreo, ni el arameo, ni el griego clásico, sino el griego koiné, porque
este lenguaje era el ideal para expresar con precisión la sutil complejidad de la
Verdad de la doctrina del Señor Jesucristo. Estos hombres inspirados por el
Espíritu Santo, nos han dejado como legado mediante el griego koiné el
testimonio de la Verdad.

Es importante destacar que la antigua escritura en griego koiné era una escritura
corrida, sin separación entre vocablos, sin signos de puntuación, sin acentos y sin
tildes.

- El griego moderno: Este es el idioma que actualmente hablan los griegos, una
lengua rica, bien estructurada y que deriva del desarrollo evolucionado del griego
koiné.

Después del siglo V al griego koiné se le agregaron rasgos fonéticos, y un


acrecentamiento en el léxico y en la gramática, formulando un sistema de
puntuación, acentos y tildes. Desde entonces el griego koiné paso a ser un griego
medieval mejor estructurado e interpretativo y de allí a un griego bizantino, que se
conoce también como griego cursivo por usarse un griego minúsculo que ocupaba
menos espacios y era a su vez más rápido de escribir y hasta en cierta forma una
escritura más elegante que posteriormente fue evolucionando más para
desembocar en el griego moderno.
El idioma griego común

En fonética, gramática, sintaxis y vocabulario, el griego del Nuevo Testamento


difiere del de las obras clásicas. En los siglos XVII y XVIII comenzó un arduo
debate de erudición entre los que propugnaban varias explicaciones para este
problema.

Los hebraístas atribuían estas diferencias a la influencia del hebreo, pues


generalmente se creía que todos los autores del Nuevo Testamento habían sido
judíos. Se afirmaba que aunque esos hombres podían escribir en griego, pensaban
en hebreo, y por eso eran influidos por su lenguaje semítico. Por lo tanto, se
clasificaban como hebraísmos todas las palabras y formas del Nuevo Testamento
que no se encuentran en el griego clásico. Pero los puristas explicaban que, bajo la
inspiración del Espíritu Santo, los autores del Nuevo Testamento habían usado el
griego más puro posible. Mientras sólo se conocieron las obras de los autores
clásicos y el NT, no podía resolverse el problema mediante comparaciones con
otras obras griegas.

Hacia fines del siglo XIX comenzó una nueva era con el descubrimiento y la
publicación de documentos no literarios, escritos mayormente en papiro pero
también en alfarería (ostracones). Estos documentos eran cartas y esquelas de
gente común, anuncios públicos, facturas y recibos, contratos y licencias. El
griego de estos documentos es sorprendentemente parecido al del Nuevo
Testamento.

El mérito de haber hecho este descubrimiento decisivo corresponde a Adolf


Deissmann, quien en los 40 años posteriores a 1895 demostró en numerosos
artículos y libros que el lenguaje de los papiros y ostracones es el mismo del
Nuevo Testamento.

Esto significa que los apóstoles escribían en el idioma del pueblo, y no en el de


los historiadores, comediógrafos y científicos, lenguaje que hubiera sido
completamente extraño para el pueblo común.
La obra de Adolf Deissmann, Light From the Ancient East, presenta muchos
ejemplos para demostrar este hecho. Porque era común entre los que hablaban el
griego en el Mediterráneo, este idioma del pueblo recibió el nombre de ἡ κοινὴ
διάλεκτος [hê koiné diélektos], o κοινή [koinê] “koiné” (común) en su forma
abreviada, para distinguirlo de diversos dialectos griegos, como el ático, dórico,
jónico o eólico. El koiné es una mezcla de estos cuatro dialectos, pero depende
más del ático que de los otros.

Un estudio del Nuevo Testamento revela que cuando el ático se transformó en


koiné, abandonó algunas de sus características peculiares. Por ejemplo, la forma
ττ [tt] del ático se volvió σσ [ss] (θάλαττα [thálatta], “mar”, se convirtió en
θάλασσα [thalassa]), y ρρ [rr] se transformó en ρσ [rs] (ἄρρην [arrên], “varón”,
dio lugar a ἄρσεν [ársen]). Se extinguió la clásica forma verbal dual, y el modo
optativo (forma verbal que expresa deseo) así como el llamado “futuro ático”, que
rara vez aparecen en koiné.

El dialecto koiné tomó algunas palabras y expresiones del jónico y el dórico, y


evolucionó creando otras independientemente de cualquier dialecto griego. Entre
estas últimas se encuentran los imperfectos εἴχομεν [eíchomen], “teníamos” y
εἷχον [eîchon], “tenían”, del verbo ἔχω [échô], “tener” (“yo tengo”), y el
imperfecto ἔλεγον [élegon], “decían”, de λέγω [légô], “decir” (“yo digo”).
En koiné también se formaron muchas palabras nuevas uniendo sustantivos y
verbos usados comúnmente con preposiciones.
El koiné y los otros idiomas

El Nuevo Testamento revela que el idioma griego común también era rico en
palabras de origen extranjero.

Del latín tomó: centurio, “capitán”, que aparece como κεντυρίων [kenturíôn] en
el Nuevo Testamento (Marcos 15: 39), y que a veces se usa en vez de la legítima
palabra griega ἑκατοντάρχης [hekatontárchês];

Representación de un Centurión romano del 70 a.C.

census, “impuesto”, κῆνσος [kênsos] (Mateo 17: 25); titulus “título”, τίτλος
[títlos] (Juan 19: 19, 20).

Además del latín, otros idiomas prestaron palabras a los escritores del Nuevo
Testamento, como γάζα [gáza] “tesoro” (Hechos 8:27), que viene del persa;
κύμινον [kúminon], “comino” (Mato 23:23), del malayo; βύσσος [bússos], “lino”
(Lucas 16:19, Apocalipsis 18:12), del fenicio; βάϊον [báïon], “rama de palmera”
(Juan 12:13), del egipcio; νάρδος [nárdos], “nardo”, del sánscrito; y ῥέδη [rhédê],
“carruaje de cuatro ruedas” (Apocalipsis 18:13), del celta.
Recibieron un nuevo significado muchas palabras que son del griego clásico. Por
ejemplo, λαλιά [laliá], que en la literatura clásica significa “vano parloteo”,
“locuacidad”, recibió la nueva definición de “dicho”, “lenguaje” (Mateo 26:73;
Juan 4:42; 8:43); δαιμονίον [daimoníon], el “dios” de los autores clásicos, llegó a
significar “espíritu malo”; y κοίμησις [koímêsis], “sueño natural”, se le dio la
acepción de “muerte” (en Juan 11:13 aparece en el caso genitivo τῆς κοιμήσεως
[tês koimêseôs] “del reposo”).

En el diccionario del koiné entraron algunas palabras procedentes de la


administración civil y militar romana. Entre ellas, ῥάβδουχος [rhábdouchos],
literalmente “que lleva la vara”, el lictor (“alguacil”, Hechos 16:35 – caso
acusativo τοὺς ῥαβδούχους [toús rhabdoúchous]) que llevaba las insignias
romanas ante los magistrados; y χιλίαρχος [chilíarchos], (Juan 18:12) el
comandante de un millar de soldados, que era el tribunus militum de la jerarquía
militar romana.

Reproducciõn de un Tribuno Militar


Fuentes para el estudio del griego koiné

Aunque debe hacerse todavía un estudio mucho más amplio para poder
comprender bien el griego koiné en todos sus aspectos lingüísticos, los resultados
de años de estudio han aclarado muchas dificultades. Algunos elementos se
destacan entre los que los eruditos han usado en estudios comparativos para
explicar el koiné.

Gregory-Aland P66 (Dublin)


(a. k.a. Dublin, Ireland, Chester Beatty Library, BP XIX)
Fuentes para el estudio del griego koiné

Las obras helenísticas escritas en prosa, como las de Polibio (m. c. 120 a.C.),
escritas antes de que el dialecto ático experimentara un resurgimiento en los
círculos literarios del mundo de habla griega, han ayudado a los eruditos a
comprender el koiné. Algunos escritores del período imperial – tales como
Diodoro (m. c. 20 a. C.) y Plutarco (m. c. 120 d. C.) – también escribieron en el
idioma griego del pueblo común. Son valiosas especialmente las obras
de Filón (c. 20 a. C. – 50 d. C.), ya que, como Pablo, fue un judío que adquirió
su erudición fuera de Palestina y escribió en griego. La Carta apócrifa de
Aristeas (de fecha incierta) y las obras del historiador judío Josefo (m. c. 100 d.
C.) también sirven para establecer comparaciones en los estudios lingüísticos del
koiné.

Además de las fuentes documentales literarias hay numerosos documentos


oficiales preservados en piedra o en papiro que tienen las características del
lenguaje común, aunque – como ocurre en obras de esa naturaleza – se emplean
algunos términos legales estereotipados y expresiones de la misma naturaleza.

La traducción del Antiguo Testamento conocida como la Septuaginta


(LXX) proporciona una de las principales fuentes para entender el koiné. Como
la LXX era una traducción y no una obra originalmente escrita en griego,
introdujo en el mundo de habla griega muchas expresiones y conceptos hebreos
y arameos. De ese modo proporcionó a la iglesia cristiana primitiva una
terminología teológica en griego que ya era familiar entre los judíos helenísticos,
y así se convirtió en un medio en las manos de los apóstoles para proclamar las
enseñanzas de Cristo a los judíos de la dispersión, en palabras que ellos
entendían en todas partes.Además, desde Mesopotamia hasta Italia la LXX era
la Biblia de millones de judíos. Por eso la mayor parte de las citas del Antiguo
Testamento que aparecen en el Nuevo son reproducidas de la LXX. Como
resultado de todos estos factores, el Antiguo Testamento en griego (koiné)
ejerció una poderosa influencia en la forma lingüística del Nuevo Testamento.

La literatura griega cristiana del siglo II también sirve como un material de


comparación para comprender el Nuevo Testamento en griego. Entre las obras
de este período están los escritos de algunos de los primeros padres de la iglesia,
los evangelios apócrifos, los hechos de los apóstoles, también apócrifos, y las
leyendas acerca de mártires.
Ostracón

Sin embargo, la principal ayuda para comprender las expresiones del Nuevo
Testamento ha sido proporcionada por los escritos acerca de la vida cotidiana,
encontrados en papiros y ostracones. Estos documentos descubiertos por millares
en los basureros de las antiguas ciudades egipcias y como relleno en los vientres
de los animales momificados que se adoraban, proporcionan un cuadro acertado
de la vida diaria y el lenguaje del pueblo común de Egipto en los tiempos del
mundo helenístico y romano. Se trata de decretos oficiales y reglamentos,
peticiones de particulares, quejas y pedidos, archivos de transacciones
comerciales, licencias matrimoniales, certificados de divorcio, testamentos y
cartas de toda especie imaginable. Las cartas escritas en estilo natural y sin
artificios tienen un valor especial, pues dan a conocer una multitud de expresiones
usadas en la vida cotidiana de la antigüedad. Muchas de ellas fueron escritas por
esposos a sus esposas, por hijos a sus padres, por amigos, esclavos, soldados,
oficiales y estudiantes.
Es lamentable que estos documentos, que se han convertido en verdaderos tesoros
para una mejor comprensión del Nuevo Testamento, sólo se hayan conservado en
el clima seco de Egipto. Si tuviéramos un material semejante procedente de Asia
Menor, Siria o Grecia, no hay duda de que proyectaría más luz sobre el koiné,
pues probablemente había diferencias dialectales en esos territorios.
Algunas peculiaridades del Griego del NT

No puede afirmarse que todas las expresiones y palabras del Nuevo Testamento
hayan pertenecido al idioma griego común. Algunas tienen una procedencia
claramente hebrea o aramea, y otras son creaciones nuevas que sólo se encuentran
en la Biblia. Estas últimas palabras a veces son llamadas voces Biblicae, “palabras
bíblicas”. A principios del siglo XX los eruditos las contaban por centenares, y
con frecuencia creían que eran creaciones del apóstol Pablo y de otros escritores
bíblicos; pero como muchas han sido descubiertas en papiros y en otros
documentos antiguos, sólo hay en el Nuevo Testamento unas pocas de esas
palabras que todavía no se han hallado en escritos extrabíblicos.
Algunos ejemplos de esas palabras son:
– 1. El substantivo femenino ἀντιμισθία [antimisthía] “recompensa”,
“retribución”. Aparece dos veces en el NT:
(1) Romanos 1:27
y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío. – τὴν ἀντιμισθίαν [tên antimisthían] acus. sing.

2 corintios 6:13 ἀντιμισθίαν [antimisthían]


(2) 2 Corintios 6:13
Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos
también vosotros. – τὴν ἀντιμισθίαν [tên antimisthían] acus. sing.
– 2. El verbo ἀποκαταλλάσσω [apokatallássô] “reconciliar”. Aparece 3 veces en
el NT:
(1) Efesios 2:16
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en
ella las enemistades.
ἀποκαταλλάξῃ [apokatalláxê] Aoristo Subjuntivo Activo, 3ª sing.
(2) Colosenses 1:20
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra
como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
ἀποκαταλλάξαι [apokatallaxai] Aoristo del Infinitivo Activo.
(3) Colosenses 1:21
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra
mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado (“reconcilió”).
ἀποκατήλλαξεν [apokatêllaxen] Aoristo del Indicativo Activo, 3ª sing.
Algunas palabras presentan problemas de interpretación, aunque aparecen en
fuentes no bíblicas. Por ejemplo, la
palabra ἀλλοτριοεπίσκοπος [allotrioepískopos]
-Textus Receptus- o ἀλλοτριεπίσκοπος [allotriepískopos] -WH/Nestlé-Aland- (1
Pedro 4:15), que aunque se encuentra fuera de la Biblia, es de significado tan
oscuro que los traductores han sugerido los siguientes cinco significados:
(1) “el que recibe u oculta bienes robados”,
(2) “un espía policial”,
(3) “un informante”,
(4) “el que se entromete en asuntos de otros”, y
(5) “un rebelde”.
La palabra ἐπιούσιος [epioúsios], traducida “cada día” en el Padrenuestro (Mateo
6:11), se halla en documentos extra bíblicos, pero su significado es aún incierto,
hasta el punto de que los lexicógrafos han propuesto cuatro interpretaciones
diferentes:
(1) “necesario para la vida”,
(2) “para este día”,
(3) “para el día siguiente” y
(4) “para el futuro”.
Además de estas palabras, hay otras en el Nuevo Testamento que no aparecen en
forma idéntica en obras no bíblicas, y que sin embargo pertenecen al koiné. Son:
παροικία [paroikía], “una permanencia” (Hechos 13:17; 1 Pedro 1:17), que se
encuentra fuera de la Biblia únicamente en la forma πάροικος [pároikos];
ἀνακαινόω [anakainóô], “renovar”, usada por Pablo (2 Corintios 4:16;
Colosenses 3:10) en lugar de la forma más común ἀνακαινίζω [anakainízô]
(Hebreos 6:6).
δολιόω [dolióô], “engaño” (Romanos 3:13) en vez de δολόω [dolóô] (2 Corintios
4:2).
Algunas palabras bien conocidas del koiné recibieron en el Nuevo Testamento un
significado religioso particular que no tenían en el lenguaje común. Por ejemplo:
τὰ ἄζυμα [ta ázuma], “lo no leudado”, “los sin levadura”, se convirtió en un
término fijo para la fiesta judía de los panes sin levadura que seguía a la pascua.
(Marcos 14:1 – ἦν δὲ τὸ πάσχα καὶ τὰ ἄζυμα μετὰ δύο ἡμέρας “Dos días
después era la pascua, y la fiesta de los panes sin levadura“).
ἀνάθημα [anáthêma], “el don consagrado”, se convirtió en “la cosa maldita”;
βαπτίζω [baptízô], “zambullir” o “sumergir”, según el uso que le daban los
cristianos se aplicaba especialmente al rito del bautismo, y ha llegado al castellano
como una palabra prestada del griego;
ἡ κιβωτός [hê kibôtós], “la caja”, se usaba en el Nuevo Testamento para designar
el arca de Noé y el arca del testimonio; (Mateo 24:38; Apocalipsis 11:19).
ἡ παρασκευή [hê paraskeuê], “la preparación”, llegó a ser el nombre del día que
precede al sábado, nuestro viernes.
EL IDIOMA DEL NUEVO TESTAMENTO
Semitismos en el Griego del NT

Un semitismo es la traducción literal de una palabra o modismo de los pueblos


semitas (descendientes de Sem, hijo de Noé): babilonios, asirios, arameos, árabes
y hebreos. Una cantidad de tales expresiones aparecen en el Nuevo Testamento.
Por ejemplo:

Lucas 20:21 Gospel of Luke, f 71v, 13th century, (Gregory-Aland 449; Scrivener
evan. 449; von Soden ε 330): this volume contains the Gospels of Luke and John.
http://www.bl.uk/manuscripts/Viewer.aspx?ref=add_ms_4951_f001r#

1. La expresión λαμβάνεις πρόσωπον [lambáneis prosôpon] (de λαμβάνω


[lambánô] “tomar” o “recibir”, y [prosôpon] “rostro”, es una traducción de la
expresión hebrea nasa’ fanim, literalmente, “elevar el rostro”, que significa
“considerar con favor”, demostrar parcialidad”, “hacer acepción de personas”,
“discriminar”, “dejarse llevar por la apariencia”.
Lucas 20:21:
“Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y
que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con
verdad“.
καὶ ἐπηρώτησαν αὐτὸν λέγοντες Διδάσκαλε οἴδαμεν ὅτι ὀρθῶς λέγεις καὶ
διδάσκεις καὶ οὐ λαμβάνεις πρόσωπον ἀλλ᾽ ἐπ᾽ ἀληθείας τὴν ὁδὸν τοῦ θεοῦ
διδάσκεις
2. La expresión στόματα μαχαίρης [stómata machaírês] – (de στόμα
[stoma] “boca”, y μάχαιρα [máchaira] “espada”) es la misma que la forma
hebrea pi jéreb, literalmente, “boca de la espada”, que realmente significa “filo de
la espada”, o “espada afilada”.
Hebreos 11:34:
“apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de
debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros”.
ἔσβεσαν δύναμιν πυρός ἔφυγον στόματα μαχαίρης ἐδυναμώθησαν ἀπὸ
ἀσθενείας ἐγενήθησαν ἰσχυροὶ ἐν πολέμῳ παρεμβολὰς ἔκλιναν ἀλλοτρίων
3. El término γέεννα [géenna] es la transliteración de las palabras hebreas ge
hinnom, “el valle de Hinnom”, o ge’ ben hinnom, “valle del hijo de Hinom”
(Josué 15:8), expresión que no podía entender un griego que no estuviera
familiarizado con la topografía de Jerusalén. Para los judíos de Palestina ese valle
se convirtió en un símbolo del lugar del castigo final para los impíos, y los
escritores del Nuevo Testamento usaron ese término con ese sentido.
Mateo 5:22:
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de
juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio;
y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”.
ἐγὼ δὲ λέγω ὑμῖν ὅτι πᾶς ὁ ὀργιζόμενος τῷ ἀδελφῷ αὐτοῦ ἔνοχος ἔσται τῇ
κρίσει ὃς δ’ ἂν εἴπῃ τῷ ἀδελφῷ αὐτοῦ ῥακά ἔνοχος ἔσται τῷ συνεδρίῳ ὃς δ’
ἂν εἴπῃ μωρέ ἔνοχος ἔσται εἰς τὴν γέενναν τοῦ πυρός
Este valle está al sur y al oeste de Jerusalén y se encuentra con el valle de Cedrón,
inmediatamente al sur de la ciudad de David y el estanque de Siloé. El impío rey
Acaz parece haber iniciado en los días de Isaías la bárbara costumbre pagana de
quemar los niños, ofrendándolos a Moloc en un alto llamado Tofet, en el valle de
Hinom (2 Crónicas 28:3). Manasés, nieto de Acaz, restableció esa práctica (2
Crónicas 33:1, 6; cf. Jeremías 32:35). Años después, el buen rey Josías profanó
ceremonialmente los altos del valle de Hinom donde se había realizado ese atroz
tipo de culto (2 Reyes 23:10), con lo cual se acabaron esos sacrificios. Como
castigo por ése y otros males, Dios advirtió a su pueblo que el valle de Hinom un
día sería el “Valle de la Matanza” por causa de los “cuerpos muertos de este
pueblo” (Jeremías 7:32-33; 19:6; cf. Isaías 30:33).
Por eso los fuegos de Hinom se convirtieron en un símbolo del fuego consumidor
del último gran día de juicio y del castigo de los impíos (cf. Isaías 66:24). Según
las ideas escatológicas judías, derivadas en parte de la filosofía griega, γέεννα
[géenna] era el lugar donde se reservaban las almas de los impíos bajo castigo
hasta el día del juicio final y de las retribuciones. La tradición que afirma que el
valle de la Gehenna (forma latina del nombre) era el lugar donde se quemaban los
desperdicios, y que por lo tanto era una figura del fuego del día final, parece
haberse originado con el rabí Kimchi, erudito judío de los siglos XII y XIII. La
antigua literatura judía no contiene nada de esto. Los rabinos más antiguos
basaron la idea de la Gehenna como un símbolo del fuego del último día en Isaías
31:9 “Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor, dejarán sus
banderas, dice Jehová, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén“.
4. El frecuente uso de υἱός [huiós], “hijo”, acompañado de un concepto abstracto
en el caso genitivo, también tiene su origen en hebreo y en arameo. (En muchos
pasajes no se nota este uso de la palabra en la traducción española. Por ejemplo,
Ezequiel 25:4 dice “los orientales”, cuando el texto hebreo expresa “hijos de
oriente”. En el hebreo y en la RVR-1960 de Joel 3:6 dice”los hijos de los griegos”,
pero en la LBLA y DHH se tradujo “los griegos”). Los escritores evangélicos
usaron esta palabra con frecuencia al reproducir las palabras de Jesús, quien sin
duda hablaba en arameo. Estos escritores, al redactar los dichos de Jesús en griego
tan fielmente como les fue posible, usaron términos tales como:
οἱ υἱοὶ τοῦ νυμφῶνος [hoi uioí tou numphônos] (lit: “los hijos de la cámara
nupcial”) “los que están de bodas” (Mateo 9:15; Marcos 2:19; Lucas 5:34) = “los
invitados a la boda” (BJ).
υἱοὶ βροντῆς [huioí brontês] “hijos del trueno” (Marcos 3:17) = temperamento
vehemente y genio fiero.
υἱὸς εἰρήνης [huiós eirênês] “hijo de paz” (Lucas 10:6) = persona pacífica. Este
hebraísmo describe al que es digno de recibir la paz que se le desea, y también se
siente inclinado a recibir, y hospedar a los misioneros y a escuchar su mensaje.
οἱ υἱοὶ τοῦ αἰῶνος τούτου [hoi huioí tou aiônos toútou] “los hijos de este
siglo” (Lucas 16:8; 20:34) = los que viven para este mundo. – τοὺς υἱοὺς τοῦ
φωτὸς [tous huious tou phôtos] “los hijos de la luz” (Lucas 16:8) = los que viven
para el mundo venidero.
τῆς ἀναστάσεως υἱοί [tês anastáseôs huioí] “hijos de la resurrección” (Lucas
20:36) = los que serán resucitados.
υἱοὶ φωτός [huioí phôtós] “hijos de luz” (Juan 12:36) = los que viven para el
mundo venidero.
Se nota claramente la influencia de la Septuaginta (LXX) en estos semitismos,
porque los autores del Nuevo Testamento al escribir sobre temas espirituales
inconscientemente se expresaban en el lenguaje del Antiguo Testamento en griego,
la Biblia de su tiempo. Algunas peculiaridades lingüísticas que no se encuentran
en el griego secular penetraron en esa forma en el Nuevo Testamento. Por
ejemplo, la palabra hebrea ‘im es una conjunción que generalmente significa “si”
(condicional), pero a veces es una partícula que indica una pregunta, algo así
como un signo de interrogación. En otros casos – en juramentos o maldiciones –
es una negación enfática que corresponde con una expresión como “ciertamente
no”. Sin embargo, en la LXX se usa regularmente el griego ει [ei] como
equivalente del hebreo ‘im, aunque ει [ei] normalmente sólo tiene el significado
de “si” (condicional) y nunca esas otras acepciones. Las traducciones al español
de Hebreos 3:11; 4:3 ocultan esta construcción especial:

“No entrarán en mi reposo” (RV -1960)


εἰ εἰσελεύσονται εἰς τὴν κατάπαυσίν μου
ei eiseleiusontai eis tên katapausin mou
¡Si entrarán en el reposo de mí!

Algunas palabras griegas del Nuevo Testamento, no son más que transliteraciones
de términos hebreos, tales como:

Aleluya [“alabad al Señor”] (Gr. Ἁλληλουϊά [hallêlouïá] Apocalipsis 19:1)


Amén [“sea así”]” (Gr. ἀμήν [amên] Mateo 6:13)
Maná, el pan del cielo dado a los hijos de Israel en el desierto, Gr. μάννα
[mánna] Juan 6:31).
Sabaoth, Gr. Σαβαώθ “[Sabaôth], “huestes”, “ejércitos” (Romanos 9:29; Santiago
5:4)
Hosana [“salva ahora”] Gr. ὡσαννά [hôsanná] (Mateo 21:9); y muchas otras. La
forma en que estas palabras se han vuelto tan comunes en castellano ilustra el
proceso por el cual primero se popularizaron en griego.

En el Nuevo Testamento también hay unas pocas expresiones arameas, tales


como:
Abba [“padre”]” (Marcos 14:36)
Efata [“sé abierto”]” (Marcos 7: 34)
Corbán [“una ofrenda dedicada”]” (Marcos 7:11)
Maranatha [“el Señor viene”]” (1 Corintios 16:22, RVA).
Diferencias literarias en los libros del NT

Chester_Beatty

Cualquiera que lea el griego bíblico puede reconocer diferencias en estilo literario
dentro del Nuevo Testamento. El que sabe poco griego, que lee sin dificultad lo
que escribió Juan, quizá se desespere cuando trate de leer la segunda Epístola de
Pablo a los Corintios o la Epístola a los Hebreos. Los autores del Nuevo
Testamento pertenecían a diferentes estratos sociales y habían pasado por diversas
clases de instrucción y educación. Esas diferencias del ambiente de donde
procedían se reflejan en su lenguaje. Algunos usaban las formas más sencillas del
griego familiar, mientras que otros procuraban expresarse en forma literaria en su
estilo y expresiones.El griego más sencillo del Nuevo Testamento es el del
Apocalipsis, en tanto que el más refinado y elegante estilo se aprecia en la
Epístola a los Hebreos. Los escritos de Lucas están muy cerca de esta epístola por
la excelencia de su estilo, y las cartas que llevan el nombre de Pablo quizá sigan a
continuación. El Evangelio de Marcos está en el extremo opuesto, o sea, escrito
en un lenguaje muy sencillo. E autor se preocupó más por el importante contenido
de su estudio que por la forma literaria. De todos los autores del Nuevo
Testamento, Marcos es el que usa mayor cantidad de palabras extranjeras.
Entre éstas hay términos semíticos:

“Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro (ῥαββί [rabbí ], del hebreo Ro [rab]
“rabino”), bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas,
una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías” (Marcos 9:5)

– En los relatos paralelos Lucas (9:33) usa el título griego ἐπιστάτης [epistátês]
“maestro, “amo”, “Señor”, y Mateo (17:4) usa κύριος [kúrios] “Señor”.
“Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le
dijo: Maestro (ῥαββουνί [rabbouní ], voz aramea, “mi maestro”, ) que recobre la
vista” (Marcos 10:51)

“Y decía: Abba (ἀββα [abba] “padre”, del arameo [‘ab] “padre”), Padre,
todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo
quiero, sino lo que tú” (Marcos 14:36)

“Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi (ταλιθα κουμ [talitha koum],
del arameo ʓ ʬ [taleh] y Ro [kowm]); que traducido es: Niña, a ti te digo,
levántate” (Marcos 5:41)

“Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre:


Es Corbán (Κορβᾶν [korbân], del hebreo ʬ ˎ ʬo [qorban] “dádiva”, “ofrenda”,
literalmente “lo que es traído cerca”) (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo
aquello con que pudiera ayudarte” (Marcos 7: 11)

“Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado


por Satanás (Σατανᾶς [Satanâs] “adversário”, “acusador”, del hebreo ʕ ʕ
[satan]) , y estaba con las fieras; y los ángeles le servían” (Marcos 1:13),
“a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes
apellidó Boanerges (Βοανηργές [boanêrgés] “hijos del trueno”, del arameo Ro
[ben] “hijo”, y ʔ ˎ [rĕgaz] “rabia”, “ira”) , esto es, Hijos del trueno” (Marcos
3:17),
y palabras latinas:

“Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te
cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con
verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo (Gr. κῆνσος [kênsos],
latín: census) a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?” (Marcos 12:14).
“Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que
vayamos y compremos pan por doscientos denarios (Gr. δηνάριον [dênárion],
latín: denarius) , y les demos de comer?” (Marcos 6:37).
“Y el centurión (Gr. κεντυρίων [kenturíôn], latín: centurio) que estaba frente a él,
viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este
hombre era Hijo de Dios” (Marcos 15:39).

“Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús,


después de azotarle (verbo “azotar”, Gr. φραγελλόω [fragellóô], latín: flagello ) ,
para que fuese crucificado” (Marcos 15:15).

Un amante del griego culto no podría haberse sentido satisfecho con las muchas
palabras extranjeras del Evangelio de Marcos ni con su indudable uso monótono
de la conjunción καί [kai], “y”, “también”. En estos aspectos los autores de los
otros Evangelios han proporcionado un texto mucho más fluido.

Por ejemplo, Mateo evitó κράβαττος [krábbatos], “una camilla”, “una cama”
(palabra extranjera de dudoso origen, empleada por Marcos), y en su lugar usó la
palabra griega correcta: κλίνη [klínê] :

Marcos: “Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el


techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho
(κράβαττος [krábbatos]) en que yacía el paralítico”… ¿Qué es más fácil, decir al
paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho
(κράβαττος [krábbatos]) y anda? (Marcos 2:4, 9).

Mateo: “Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama


(κλίνη [klínê]); y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus
pecados te son perdonados… Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene
potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate,
toma tu cama (κλίνη [klínê]), y vete a tu casa” (Mateo 9:2, 6).

En lugar de la expresión semítica “hijos de los hombres” (τοῖς υἱοῖς τῶν


ἀνθρώπων [tois huiois tôn anthrôpôn]) (Marcos 3:28), Mateo sencillamente habla
de “los hombres” (τοῖς ἀνθρώποις [tois anthrôpois]) al presentar la misma
declaración de Jesús (Mateo 12:31). En otras partes eludió así mismo otras frases
semíticas. En vez de usar monótonamente la conjunción καί [kai], “y”, “también”,
con frecuencia unió sus cláusulas por medio de las partículas
τότε [tóte], “entonces”, y δέ [de], “pero”, o recurrió al uso del participio.

Lucas empleó un griego más elegante que el de Marcos y Mateo; casi no usó
palabras de procedencia extranjera. En vez de los vocablos latinos equivalentes a
“impuesto”, “capitán”, “centavo”, “azotar”, empleó términos griegos
apropiados. La construcción de sus frases también muestra un uso más refinado de
las cláusulas griegas. Une las oraciones subordinadas con las principales mediante
formas participiales o por pronombres relativos. Lucas siempre define claramente
el sujeto de la oración, pero Marcos usa con frecuencia el pronombre “él” en
forma ambigua.

Lucas y Mateo narran ciertos relatos omitidos por Marcos, en donde se advierte el
uso de un griego más refinado en el primero que en el segundo. Lucas se expresa
mejor en griego en aquellas partes de Hechos donde informa como testigo
presencial, que en su Evangelio y en la primera parte de Hechos donde basa su
narración en el testimonio escrito u oral de otros. La forma como Lucas se expresa
en griego revela que tuvo una instrucción muy buena; a veces se aproxima al
estilo clásico.

Pablo también demuestra en sus cartas que conocía el uso culto del griego, y sus
expresiones y la elección de palabras revelan a veces que estaba bien
familiarizado con el ático clásico. Sus epístolas manifiestan claramente su
educación en la ciudad universitaria de Tarso, y que conocía bien los mejores
escritos de su tiempo. Las siguientes palabras literarias, tomadas del gran número
de las que aparecen en sus epístolas, demuestran esto, aunque su excelencia se
pierda en la traducción:

(1) δίψος° [dípsos], “sed”. – “En trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre
y sed (δίψει [dípsei] dat. sing. neutro), en muchos ayunos, en frío y en desnudez”
(2 Corintios 11:27).

(2) ἐγκρατεύομαι° [egkrateuomai], “ejercer dominio propio”, “ser


temperante”. – “Pero si no tienen don de continencia
(ἐγκρατεύονται [egkrateúontai] – Presente Indicativo, 3ª pl.), cásense, pues mejor
es casarse que estarse quemando” (1 Corintios 7:9).

“Todo aquel que lucha, de todo se abstiene (ἐγκρατεύεται [egkrateúetai] Presente


Indicativo, 3ª sing.); ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible” (1 Corintios 9:25).

(3) ἀθανασία [athanasía], ” inmortalidad”. – “Porque es necesario que esto


corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y
cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya
vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida
es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:53, 54).

“El único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno
de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.
Amén” (1 Timoteo 6:16).
(4) ἐλευθερία [eleuthería], “libertad”. – “Porque el Señor es el Espíritu; y donde
está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17).

(5) ἀνακεφαλαιόω [anakephalaióô], “resumir”. – “Porque: No adulterarás, no


matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro
mandamiento, en esta sentencia se resume (ἀνακεφαλαιοῦται
[anakephalaioûtai] – Presente Indicativo Pasivo, 3ª sing.): Amarás a tu prójimo
como a ti mismo” (Romanos 13:9).

“de reunir (ἀνακεφαλαιώσασθαι [anakephalaiôsasthai] – Aoristo Infinitivo


Medio) todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Efesios
1:10).

(6) δώρημα [dôrêma], “don”. – “Y con el don no sucede como en el caso de


aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado
para condenación, pero el don (χαρισμα [charisma]) vino a causa de muchas
transgresiones para justificación” (Romanos 5:16).

(7) πολιτεύομαι [politeúomai], “comportarse”. – “Solamente


que os comportéis (πολιτεύεσθε [politeúesthe] – Presente del Imperativo Medio,
2ª pl.) como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o
que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu,
combatiendo unánimes por la fe del evangelio” (Filipenses 1:27).

(8) πλεονέκτης [pleonéktês], “avaro”. – “no absolutamente con los fornicarios de


este mundo, o con los avaros (τοῖς πλεονέκταις [tois pleonéktais] – dat. pl.), o
con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del
mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose
hermano, fuere fornicario, o avaro (πλεονέκτης [pleonektês] – nom. sing.), o
idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis” (1
Corintios 5:10, 11).
“ni los ladrones, ni los avaros (πλεονέκται [pleonéktai] – nom. pl.), ni los
borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1
Corintios 6:10).

“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro


(πλεονέκτης [pleonektês] – nom. sing.), que es idólatra, tiene herencia en el reino
de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5).

A veces Pablo usa recursos literarios impresionantes para que sus palabras sean
gratas al oído. La lectura en griego de Romanos 12:3 muestra cuán notablemente
empleaba las palabras ὑπερφρονεῖν
[huperphroneîn], φρονεῖν [phroneîn] y σωφρονεῖν [sôphroneîn].

“λέγω γὰρ διὰ τῆς χάριτος τῆς δοθείσης μοι παντὶ τῷ ὄντι ἐν ὑμῖν
μὴ ὑπερφρονεῖν παρ’ ὃ δεῖ φρονεῖν ἀλλὰ φρονεῖν εἰς τὸ σωφρονεῖν ἑκάστῳ ὡς
ὁ θεὸς ἐμέρισεν μέτρον πίστεως”.

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que
no tenga más alto concepto (ὑπερφρονεῖν [huperphroneîn]) de sí que el que debe
tener (φρονεῖν [phroneîn]), sino que piense (φρονεῖν [phroneîn]), de sí
con cordura (σωφρονεῖν [sôphroneîn]), conforme a la medida de fe que Dios
repartió a cada uno” (Romanos 12:3). La belleza literaria de este versículo se
pierde en la traducción.

En otros pasajes Pablo también emplea la aliteración, o sea, el uso de palabras de


sonido semejante. En Filipenses 3: 2, 3 hay un juego de palabras donde los
términos κατατομή [katatomê] y περιτομή [peritomê] revelan la habilidad
literaria de Pablo:

“βλέπετε τοὺς κύνας βλέπετε τοὺς κακοὺς ἐργάτας βλέπετε τὴν κατατομήν.
ἡμεῖς γάρ ἐσμεν ἡ περιτομή οἱ πνεύματι θεοῦ λατρεύοντες καὶκαυχώμενοι ἐν
Χριστῷ Ἰησοῦ καὶ οὐκ ἐν σαρκὶ πεποιθότες”.

“Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los


mutiladores (τὴν κατατομήν [tên katatomên], “el cortamiento”) del cuerpo.
Porque nosotros somos la circuncisión (ἡ περιτομή [hê peritomê]), los que en
espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza
en la carne” (Filipenses 3:2, 3).

Y, ninguna traducción puede exhibir adecuadamente el encanto literario de


combinaciones como:

(1) φθόνος [phthónos] y φόνος [phónos], “envidia” y “homicidio”.


“πεπληρωμένους πάσῃ ἀδικίᾳ πονηρίᾳ πλεονεξίᾳ κακίᾳ μεστοὺς φθόνου
φόνου ἔριδος δόλου κακοηθείας ψιθυριστάς”.
“estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades”.
(Romanos 1:29).

(2) ἀσύνετος [asúnetos] y ἀσύνθετος [asúnthetos], “necios” y “desleales”.


“ἀσυνέτους ἀσυνθέτους ἀστόργους ἀνελεήμονας”.
“necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos
1:31).
Desde el punto de vista del lenguaje, la Epístola a los Hebreos es la obra literaria
magistral del Nuevo Testamento, pues contiene una riqueza de bellas expresiones
griegas dentro de un estilo que fluye hermosamente. Su estructura sintáctica
muestra un ritmo placentero, con juegos de palabras (muy agradables al oído del
que los lee en griego) como los siguientes:

(1)Capítulo 5:8
ἔμαθεν [émathen] “aprendió” y ἔπαθεν [épathen] “padeció”.
καίπερ ὢν υἱὸς ἔμαθεν ἀφ’ ὧν ἔπαθεν τὴν ὑπακοήν
kaiper ôn huiós émathen aph’ hôn épathen tên hupakoên

Lit: “y aunque siendo hijo aprendió de lo que padeció la obediencia”


“Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” (RV-1960)

(2)Capítulo 13:14
μένουσαν [ménousan] “permanente” y μελλουσαν [mellousan] “por venir”.
οὐ γὰρ ἔχομεν ὧδε μένουσαν πόλιν ἀλλὰ τὴν μέλλουσαν ἐπιζητοῦμεν
ou gar echomen hôde ménousan polin alla tên méllousan epizêtoumen
Lit: “porque no tenemos aqui una permanente ciudad pero la por venir buscamos”
“porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir”
(RV-1960)

El estudio que acabamos de hacer es una pequeña muestra de cuán abarcante es la


investigación del idioma original del Nuevo Testamento. Para entender
plenamente el verdadero significado del mensaje divino es insuficiente un
conocimiento del griego clásico, pues los escritores de la Biblia no usaron ese
lenguaje. Es necesario captar el significado de las palabras del Nuevo Testamento
según el lenguaje familiar del pueblo común del siglo I, ya que los apóstoles
escribieron para esa clase de gente.

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