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TEMA 28. EL TEXTO EXPOSITIVO.

ESTRUCTURA Y CARACTERÍSTICAS

(ESQUEMA CONCEPTUAL)

INTRODUCCIÓN

1. EL TEXTO EXPLICATIVO COMO OBJETO DE ESTUDIO

LINGÜÍSTICO:

- Géneros expositivos y textos explicativos.

1.1 La explicación como categoría cognitiva:

- La propuesta de Werlich

- La explicación como operación socio-discursiva de orden causal

1.2 La explicación como proceso comunicativo: elementos pragmáticos

- Emisor ( distinción entre emisor y hablante), receptor (distinción entre

destinatario y oyente) , finalidad comunicativa, función del lenguaje...

- Conceptos de campo, tenor y modo

2. FASES DEL PROCESO EXPLICATIVO: (fases a seguir en la exposición)

3. LA EXPLICACIÓN COMO SECUENCIA TEXTUAL

-La propuestas de Adam (1992) de secuencias textuales

-La propuesta de Werlich (1975) de bases textuales

3.1 La explicación como conjunto de procedimientos o saber estratégico

- La cinco relaciones lógicas de Meyer (1985)

4. COHERENCIA Y COHESIÓN TEXTUALES

5. ESTRUCTURAS GRAMATICALES

6. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS

7. VALORACIÓN PERSONAL
INTRODUCCIÓN:

A diario todos nosotros consumimos y generamos textos de carácter marcadamente

diferente (conversamos, contamos historias, leemos la prensa donde aparecen textos

expositivos, descriptivos, argumentativos...); llegados a este punto considero de suma

importancia basar esta introducción, siempre en favor del alumno, en aclarar y sentar

algunas aclaraciones respecto a los conceptos de texto y tipología textual. A menudo se

tiende erróneamente a relacionar el concepto de texto, con textos escritos y además de

naturaleza literaria (obras de escritores) ; sin embargo, texto es cualquier manifestación

verbal completa (oral o escrita) que se produzca en un acto de comunicación.

Además el texto tiene carácter comunicativo, pragmático y estructurado. La finalidad

del texto es comunicativa, es decir el uso de la lengua se produce bajo la forma de

textos; se produce en una situación concreta, en un contexto lingüístico, en especiales

circunstancias, con un propósito determinado del emisor, quien organizará los

elementos que lo componen según esa intencionalidad, y con un conocimiento

compartido que se presupone entre emisor y receptor; además, el texto sigue una

ordenación, unas reglas propias y unos mecanismos lingüísticos. La Lingüística del

texto se encarga de estudiar todos los tipos de texto en un intento por saber qué

mecanismos y propiedades comparten, de manera que podamos interiorizarlos,

reconocerlos y así desarrollar una competencia intertextual, es decir que seamos

capaces de reconocer, interpretar y producir textos semejantes a partir del

conocimiento que poseemos de otros de las mismas características.

Actualmente, en lo que respecta a la tipología textual a menudo existen confusiones

debido a que para tipificar los textos, se mezcla por un lado todo lo que tiene que ver

con las propiedades externas de los textos (situación comunicativa en la que se emplean

y trascendencia y función social que tienen) con aquello que tienen que ver con su
dimensión interna (características estructurales de las secuencias discursivas), como

veremos más adelante. Esto se produce porque cada texto es una realidad demasiado

heterogénea para que pueda ser encerrado dentro de una definición única y escrita. La

mayoría de los autores coinciden en que no hay pues textos puros sino híbridos

textuales: por ejemplo, en un reportaje periodístico podemos encontrar fragmentos

textuales en los que predomina la explicación, la descripción... Aun con todo, pensando

siempre en el alumno, intentaremos aislar al máximo posible las características de los

textos explicativos (aunque en el aula se emplean en mayoritariamente los textos

expositivos escritos1), para facilitar su producción2, análisis y comprensión, ya que es

uno de los principales objetivos del DCB para el Área de lengua española y literatura y

porque este tipo de textos son los que más abunda en el ámbito escolar: libros de texto,

manuales, obras de divulgación científica, exámenes, trabajos...

1. EL TEXTO EXPLICATIVO COMO OBJETO DE ESTUDIO LINGÜÍSTICO:

En los trabajos que buscan clasificar los textos en “tipos”, esto es, en conjuntos de

unidades textuales con rasgos lingüísticos y discursivos comunes, observamos que las

denominaciones de texto informativo, texto expositivo y texto explicativo a veces se

alternan. De forma ambigua, estos términos hacen referencia a una misma categoría

textual: “el tipo de texto que expone información para explicar un fenómeno”. A
1
En la moderna Lingüística Textual, texto significa cualquier manifestación verbal completa (oral o

escrita) que se produzca en un acto de comunicación , pero a los alumnos, los textos, en su gran mayoría,
se les presentan de manera escrita (aunque lo oral también tenga su sitio); Llobera (1991) denomina
Discurso aportado: el discurso oral o escrito(con predominio de lo escrito) para su utilización en el aula,
dispuesto básicamente por el profesor. Además por la naturaleza de estos textos, se prefiere el canal
escrito para estas comunicaciones en cuanto admite la recursividad en la lectura. En otros canales el lector
no puede volver a recibir la información, de ahí el predominio del código escrito en los géneros
expositivos.
 

2
Llobera (1991), llama a los textos producidos por los alumnos Discurso aportado.
sabiendas de que existe una gran controversia en lo referente a los géneros discursivos y

a los tipos de texto; las fronteras que delimitan los textos expositivos de los

argumentativos son verdaderamente confusas, tanto que existen líneas de investigación

teóricas que conciben el texto argumentativo como una forma más de expresión de la

exposición. Por lo tanto apoyamos la idea de que no todos los textos expositivos son

explicativos, ya que consideramos que la exposición a veces se articula desde la

argumentación o la descripción. Partiremos pues de la distinción entre género

discursivo (o clase de texto) y tipo de texto. Los géneros, son categorías discursivas y

retóricas, resultado de las prácticas sociales en las que participan los usuarios de una

lengua, definidos por parámetros pragmáticos. Los tipos de texto son categorías

lingüísticas abstractas, que se definen por sus características lingüísticas internas. Se

pueden delimitar, pues, categorías de análisis relacionadas en varios niveles del

discurso. Es lo que representamos en el siguiente esquema:

Géneros expositivos

(nivel de las prácticas socio-discursivas)

Textos explicativos

(nivel de las estructuras lingüísticas)

Progresión informativa

(nivel del desarrollo del contenido)

Al hablar de exposición nos referimos a un género discursivo, Adam (1992),

caracterizado por su función y contexto de uso. Por texto explicativo entendemos el tipo

de texto caracterizado por presentar un determinado esquema global prototípico


Adam (1992, 1999), determinado por el contexto cognitivo y la función. Finalmente, en

el nivel del desarrollo del tópico del discurso, consideramos el texto informativo

Combettes (1983). Son tres categorías que, desde nuestro punto de vista, operan en

niveles distintos del discurso. Por lo tanto, consideramos que al hablar de texto

expositivo, texto explicativo o texto informativo se relevan objetos de estudio distintos.

De todos modos, se ha de señalar que los niveles delimitados están intrísecamente

interrelacionados entre sí, de forma que no podemos analizar un aspecto sin tener en

cuenta su interacción con los demás. Desde este punto de vista, consideramos la

explicación como una posible forma de estructurar textualmente el discurso

expositivo. Esto es, el tipo de texto explicativo es una categoría abstracta que se

materializa fundamentalmente en los que hemos llamado géneros expositivos

(exámenes, trabajos académicos, manuales escolares, exposiciones orales...).

Establecemos estas distinciones someras con una finalidad didáctica, pero la tipología

textual ha tratado con más profundidad estas diferencias. Partimos de los textos

explicativos, como unidades secuenciales en las que la información se organiza de tal

forma que resuelve un problema de conocimiento. El modo de organización textual

explicativo aporta los elementos necesarios para facilitar la comprensión de una

cuestión difícil o problemática. El punto de partida, pues, es el aporte cognitivo que la

explicación busca y que da razón de su estructura textual y de sus rasgos discursivos y

lingüísticos. El problema de algunas propuestas didácticas en torno a los tipos de texto

se debe precisamente a la falta de relevancia de los rasgos asociados a cada tipo de

texto. En cada tipo se estudian todos los niveles de análisis, sin discriminar cuál de ellos

es más pertinente para la descripción de una determinada forma textual. En el caso de

los textos explicativos, consideramos que el contexto de producción, el objetivo y los

procedimientos en relación con el desarrollo temático son fundamentales para su


descripción y aprendizaje. La relevancia en la descripción de rasgos permite seleccionar

adecuadamente los contenidos de enseñanza del texto explicativo y establecer los

criterios de dominio para la recepción y producción de este tipo de textos.

1.1 La explicación como categoría cognitiva:

Werlich (1975) afirma que quien habla dirige la atención del destinatario de manera

regulada convencionalmente hacia algo concreto de la situación comunicativa, a esta

estrategia la denomina focus contextual. Este focus contextual estará pues relacionado

con los procesos cognitivos de la categorización textual y que tiene que ver con: la

percepción del espacio, del tiempo, con la comprensión de ideas y conceptos y con la

posibilidad de emitir juicios, opiniones....

En este sentido, la explicación está relacionada de manera evidente con el proceso

humano del comprender con ayuda de conceptos, a través de los procesos de análisis o

síntesis. Son estos procesos cognitivos los que han de desarrollar los estudiantes a lo

largo de su vida académica.

Por otro lado, en los recientes trabajos en torno a la divulgación científica, la

explicación científica constituye una categoría discursiva y cognitiva central de análisis.

Se podría considerar que la explicación científica se produce cuando el emisor

presupone que los destinatarios se interrogan sobre las relaciones entre hechos,

procesos o fenómenos, o cuando él mismo induce este tipo de pregunta sobre las

razones de los hechos, de los fenómenos o de los procesos; “¿por qué esto ocurre

así?”, “¿cómo es posible?”. El emisor se muestra como testigo de la explicación. Es un

testigo reconocido, dotado de saberes acumulados a lo largo de la historia de la

disciplina científica, especialista y / o productor de conocimientos de esta disciplina. La

explicación científica se manifiesta en una estructura del tipo “X explica Y”

(determinado hecho explica determinado fenómeno), por lo que se concibe como una
operación cognitivo-discursiva de orden causal. Además, según los contextos en los

que se produce la explicación, la organización de los contenidos y los procedimientos

cambian. Cada género expositivo se caracteriza por formas peculiares de explicación.

En este sentido, un artículo de investigación presenta el tipo de explicación científica

prototípica; en cambio, en un artículo de divulgación se presentará una explicación

didáctica, caracterizada por la frecuencia de definiciones y reformulaciones. En la

llamada explicación mediática, es decir, la que se ofrece en los medios de

comunicación, se oscila entre una representación didáctica estereotipada y una

representación científica.

1.2 La explicación como proceso comunicativo: elementos pragmáticos:

La explicación consiste en hacer saber, hacer comprender y aclarar, por eso es la forma

didáctica por excelencia. En los textos explicativos, existe un alto componente

reflexivo; cualquier tema en principio puede ser susceptible de reflexión, pero hay

temas que por su naturaleza precisan de este modo discursivo, lo filosófico, lo

sociológico, lo político, lo humanístico y lo científico. Son también explicativos las

instrucciones de uso, los prospectos de medicamentos y todos aquellos textos cuya

finalidad principal consista en informar sobre hechos, conceptos o formas de hacer.

Pero lo más representativos, lo más objetivos, los más puros son los textos científicos, o

llamados también científico-técnicos, hasta tal punto, que muchos autores los

consideran un subtipo dentro de los textos expositivos. Todo texto expositivo tiene

como propósito, pues, dar a conocer entre los posibles receptores una información que

posee el emisor. Por tanto, refleja la naturaleza del emisor, del posible destinatario o

receptor y de la relación entre ambos:

El emisor es la persona que realiza la exposición, y a ella se le suponen, en principio,

unos conocimientos y una intención de transmitir ese saber de una manera fiel y
objetiva; puede ser un experto en la materia o un simple mediador para la transmisión

de los conocimientos de otros. La función del lenguaje utilizado en este tipo de textos es

la representativa según Bühler o referencial según Jackobson, ya que se hace

referencia a una realidad extralingüística.

 No obstante, el emisor puede perseguir con la exposición algún otro fin además del de

informar. Puede, por ejemplo, tratar de influir sobre el comportamiento de los demás, como

es el caso del legislador que promulga una ley; o como excusa para hacer publicidad sobre

algo; en definitiva, la función del lenguaje dependerá en qué macroacto del habla esté

insertado el texto explicativo.

El emisor puede ser individual (una persona) o colectivo (una entidad o un grupo), también

puede ser particular (una persona o entidad privada) o institucional (un representante de

una institución pública como el Estado).

Es importante, además, tener presente la diferencia entre emisor y hablante, conceptos que

suelen confundirse y que la Pragmática Lingüística se ocupó de delimitar. Así, hablante es

un término abstracto : el sujeto que posee una determinada lengua, la utilice o no. Mientras,

el emisor es aquel que produce intencionadamente una expresión lingüística concreta en una

situación comunicativa concreta, el sujeto real capaz de relacionarse con su entorno y que

hace uso de la palabra (oral o escrita) en un momento determinado.

El receptor o destinatario es la persona o el grupo de personas a quien va dirigida la

exposición. El destinatario puede ser un experto en la materia tratada o carecer de

conocimientos especiales. Puede ser un grupo de características definidas por la edad, por su

nivel cultural, por su sexo, por su profesión o por otro rasgo cualquiera . Por lo tanto la

exposición debe tener en cuenta los siguientes factores: el campo (que tiene en el léxico uno

de sus mayores indicadores), es decir el tema de hablar. El tenor o el factor situacional que

está en relación con los agentes de la comunicación, su posición, su identidad, su grado de


involucración (tenor personal), su relación social (tenor interpersonal) la finalidad

comunicativa que se persigue (tenor funcional) etc...y el modo, que se refiere a la

canalización y transmisión del mensaje: si el texto es oral o escrito, si está insertado en un

manual de secundaria o para universitarios etc...

Convendría delimitar las fronteras que separan nociones tan cercanas como destinatario y

oyente. Así, mientras que destinatario es la persona a la que el emisor dirige su enunciado y

con la que incluso puede intercambiar su papel en la comunicación. Oyente, por su parte, es

quien tiene la capacidad abstracta de comprender un determinado código lingüístico. Por

tanto, lo que diferencia al destinatario de los otros conceptos es la intencionalidad que le

confiere el hecho de que el emisor le dirija su mensaje.

2. LAS FASES DEL PROCESO EXPLICATIVO:

Hemos visto que en los textos explicativos se presenta un tema para informar de él,

explicarlo al interlocutor o al lector y hacérselo comprender. Se necesitan ideas, que,

pueden surgir de la propia reflexión del emisor, o se pueden obtener de otros textos,

manuales, apuntes, diccionarios... Para que un texto explicativo esté organizado y bien

fundamentado se requiere trabajar en tres aspectos, previo análisis de la situación

pragmática (que ya hemos analizado con más detalle en el apartado anterior).

-El tema que pretendemos desarrollar (qué se comunica con nuestra exposición).

-El propósito que perseguimos (para qué se comunica nuestra exposición).

- El destinatario (a quién o quiénes comunicamos nuestra exposición).Es importante

distinguir si la exposición va a ser científica, por lo tanto altamente más compleja que

la divulgativa.

Normalmente los pasos a seguir en toda exposición son:

- Recogida de la información sobre el tema que pretendemos desarrollar:


-Seleccionar y recopilar aquellos datos que sean de interés para la exposición:

- La planificación textual

3. LA EXPLICACIÓN COMO SECUENCIA TEXTUAL:

En la última década, J.M. Adam (1992, 1999) ha planteado sus trabajos como una

ruptura a la noción anglosajona de “tipo” homogeneizadora: reivindica la noción de

secuencia para dar cuenta de la complejidad y heterogeneidad tipológica de los textos.

Su enfoque teórico es uno de los que más se ha aplicado a la enseñanza-aprendizaje de

la composición escrita. Adam considera la explicación como una secuencia que

presenta un esquema prototípico de estructuración del contenido. El punto de partida es

un concepto o cuestión problemáticos, que plantean una pregunta, explícita o implícita,

en términos de “¿por qué?” o “¿cómo?”. Esta pregunta desencadena una respuesta

explicativa clarificadora. Finalmente, puede presentarse una conclusión evaluativa de la

explicación presentada. De forma simplificada así es como Adam describe las partes de

que consta la secuencia explicativa prototípica.

Otra aportación clásica en la Lingüística Texual es la de Werlich (1975). Considera la

que él denomina base expositiva como una base textual básica en la composición de

secuencias textuales. Nos interesa del planteamiento de Werlich, su descripción de los

textos a partir de la base de la que parten para el desarrollo discursivo. Este enfoque

permite focalizar un aspecto relevante en la enseñanza-aprendizaje de la composición

escrita: el inicio del discurso, que crea la referencia y orienta el despliegue de la

información. En el caso de los textos de base expositiva, el punto de partida puede ser

una síntesis o un análisis del fenómeno presentado. Las bases textuales se definen como

unidades estructurales elegibles como Inicio de Texto, parte de un texto potencial, que

tienen la extensión de un grupo de palabras (sobre todo en títulos manifestados


concretamente) o de oraciones o unidades más amplias (parágrafos introductores,

secciones, etc.) y que pueden ser desplegados en textos a través de secuencias sucesivas.

Estas “formas secuenciales” o tipos de relación pueden resultar relevantes para la

enseñanza-aprendizaje de la explicación. Permiten orientar con claridad sobre la forma

como se entrelazan las informaciones en un texto explicativo, sobre los procedimientos

que hay que emplear para su construcción.

3.1 La explicación como conjunto de procedimientos o saber estratégico:

Desde la didáctica, se han llevado a cabo descripciones del texto explicativo que

persiguen facilitar su enseñanza-aprendizaje. Podríamos distinguir dos líneas de trabajo

pedagógico que tienen la explicación como objeto de estudio: los trabajos en torno a la

comprensión, por un lado; y las investigaciones sobre composición escrita, por otro. En

estas investigaciones destacamos el esfuerzo por delimitar las estructuras

retóricas o relaciones lógicas que caracterizan los textos explicativos. Identifican un

conjunto de estructuras de carácter sintáctico y semántico, que se denominan estructuras

“retóricas” porque desarrollan una función propia, específica, en la secuencia

explicativa. Estas estructuras pueden desplegarse en distintos niveles del texto, según

los trabajos: en el nivel superestructural o en el nivel del párrafo o microestructural.

Podemos establecer cinco tipos de relaciones lógicas:, las que establece Meyer (1985):

-De descripción: típica de aquellos textos que exponen las cualidades, las partes o la

función de un ser u otro objeto (por ejemplo, un informe técnico sobre un vehículo o un

reportaje sobre un país). Se utilizan conectores espaciales, como arriba, detrás, dentro,

alrededor, junto a, encima de, a la derecha, al norte, etc.

-De comparación: propia de los textos que presentan las analogías y diferencias entre

dos seres u objetos. Esta estructura se evidencia mediante el uso de conectores que

manifiestan paralelismo (igualmente, asimismo, de la misma manera...) o contraste (en


cambio, por el contrario, sin embargo, a diferencia de...).

-De enumeración: propia de los textos en los que se presentan seres, objetos o

actividades que comparten una misma característica o circunstancia. A veces, éstas se

convierten en criterios para agrupar a los individuos en clases y en tal caso hablamos de

clasificación. En esta estructura suele haber conectores distributivos (por una parte, por

otra...), además de conectores de paralelismo o de contraste.

-De causalidad: propia de aquellos cuyo objeto es analizar las causas de un hecho

determinado o bien las consecuencias que de ese hecho se derivan (por ejemplo, un

informe acerca de la contaminación).

Son característicos de este tipo de estructura los conectores que expresan causa (porque,

ya que, puesto que, debido a, por ello, por este motivo...) o consecuencia (por

consiguiente, en consecuencia, así que, luego, por tanto, de ahí que...).

-De problema-solución, característica de los textos en los que se aportan soluciones a

hechos o situaciones adversos (una enfermedad, una crisis económica, los incendios

forestales, el hambre en el mundo...).

Se trata de una estructura que, a menudo, aparece asociada a la estructura de causa-

efecto. Los conectores propios de la estructura de problema-solución suelen indicar la

propuesta de soluciones (la primera medida, otra solución es...).

4. COHERENCIA Y COHESIÓN TEXTUALES:

 Los textos explicativos utilizan los procedimientos habituales para las remisiones al

contexto lingüístico, especialmente, los conectores. En cuanto a la referencia, los

elementos anafóricos más utilizados son los relativos, en cuanto los pronombres, si se

usan en abundancia puede producir ambigüedades. En cambio, existe un intenso uso de

los procedimientos que aseguran la cohesión léxica: desde la repetición de las palabras,

hasta la inserción de sinónimos o hipónimos e hiperónimos. El agua mezclada con


tierra silicosa produce un barro puro, más intenso cuanto más se aumenta el líquido.

No obstante, como señala Combettes (1983), los procedimientos para obtener la

cohesión léxica de un texto no comportan el mismo grado de dificultad. Así, conllevan

muy poca o ninguna cuando repiten términos o cuando se utilizan palabras de diferente

categoría gramatical pero con el mismo lexema. En cambio, la dificultad aumenta

cuando se usan sinónimos o hiperónimos: en el ejemplo anterior puedo entender que el

líquido se refiere a cualquier líquido o sólo al agua.

En cuanto a la progresión temática, es decir, la forma en que se integra la información

conocida, o tema, y la información nueva, o rema, se suelen seguir dos modelos:

 -Progresión lineal: Cada rema se convierte en nuevo rema. Por ejemplo: La

temperatura terrestre (tema1) aumenta cada decenio (rema1), este cambio (rema1 >

tema2) es causado por el hombre (rema2) debido a que éste (rema2 > tema3) genera

industrias que emiten gases nocivos (rema4).

-De tema variado: A partir de un hipertema, o tema central, que puede estar explícito o

sobreentendido, se bifurcan varios subtemas con sus correspondientes: Por ejemplo:

Cartografía digital para la isla de Tenerife (hipertema). El proyecto Volcán del Parque

Natural de la zona volcánica del Teide (subtema) aplica la tecnología de los Sistemas

de Información Geográfico (rema).

 5. ESTRUCTURAS GRAMATICALES:

 Como afirma Adam (1992), los textos con secuencia dominante explicativa se asocian

generalmente a la síntesis y al análisis de las representaciones conceptuales. Las dos

fórmulas a las que pueden estar reducidos corresponden a estos dos tipos:

 -Sujeto + Predicado nominal: síntesis. Agrupa las partes y cualidades remitiéndolas a

un ser definido.

-Sujeto + Predicado verbal, cuyo núcleo ideal es tener: análisis. Determina las
diferentes partes del todo que supone el objeto de la explicación.

 Estas fórmulas básicas se desarrollan mediante tres funciones básicas: la causalidad, la

consecuencia y el modo, ya sea en forma de sintagmas o de proposiciones subordinadas

adverbiales: Las dos primeras conectan de modo lógico la sucesión de fases del

discurso, mientras que la tercera señala las circunstancias en las que se desarrollan las

cualidades que la síntesis y el análisis nos mostraron.

 Podemos ilustrar esto que decimos con el siguiente ejemplo: El agua es H2O (síntesis).

Su símbolo es así porque tiene dos moléculas de hidrógeno y dos de oxígeno (análisis).

Se congela a 0º C y hierve a 100º C (modo), de manera que si le restara una molécula

de hidrógeno (causa) las temperaturas de ebullición y congelación variarían

(consecuencia1) por que ya no se tendría agua, sino H1O (consecuencia2).

De hecho, el orden de estos textos suele ser fijo, en cuanto piden una organización de

causas consecuencias o de enumeración de partes. Siguiendo la tipología de Marcos

Marín (1994) tendríamos:

 -Sintetizante o inductiva(para otros autores): Por ejemplo, si el tema principal es la

germinación de una semilla, ésta será el final de un proceso natural que se habrá ido

desglosando a lo largo del texto.

-Analizante o deductiva (para otros autores): especialmente cuando se ven las

consecuencias de algún hecho, ése va al principio. Las consecuencias del consumo de

hortalizas transgénicas son varias: ...

-Paralelo: se da especialmente cuando se describen las partes de un todo. Estructura de

los batracios: el estómago se compone de (...) las agallas muestran forma de (...), ...

El orden de las palabras es el lineal, en cuanto la alteración del orden sintáctico de modo

envolvente responde a motivaciones estilísticas, que, como dijimos, no son pertinentes

en este tipo de textos, donde ha de predominar la objetividad, la claridad y la precisión.


 6. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS:

Uno de los tiempos verbales más usados es el presente de indicativo. Por un lado abstrae

la explicación de coordenadas espacio-temporales, dándole a las explicaciones un

carácter universal, tomando el llamado valor gnómico, y, por otro, atrae el proceso al

tiempo del emisor aunque tal proceso ya haya sucedido; por ejemplo, para explicar la

situación de los Balcanes expongo que Sarajave es un crisol de cultural a finales del

XIX, de este modo se usa el presente con valor histórico.

 Los condicionales y el presente de subjuntivo son aptos para explicar hipótesis como en

el ejemplo anterior: si le restara una molécula de hidrógeno, las temperaturas de

ebullición y congelación variarían por que ya no se tendría agua, sino H1O; o El átomo

que se encuentre en ese momento entra en el proceso de fisión.

 Por otro lado, hemos visto que la actitud explicativa excluye cualquier tipo de

subjetividad, de modo que convendría señalar aquí que predominan los verbos en

tercera persona, especialmente las impersonales marcadas con se: Se estima que su

longitud es de 300 metros. Por la misma razón predominan de modo absoluto la emisión

de oraciones con función referencial y entonación enunciativa: cualquier otra expresaría

de algún modo la actitud personal del hablante respecto a su enunciado.

 En cuanto a la precisión y la claridad, otro de los elementos constitutivos del texto

expositivo, hemos de señalar que los elementos funcionalmente adjetivales son

especificativos y no valorativos: adjetivos calificativos: ordenador clónico;

complementos del nombre, que suelen indicar procedencia o materia: fosfato de sodio,

dialecto de Indostán,...; oraciones de relativo especificativas: las ondas que percibe el

oído humano posibilitan la recepción en la oralidad; ...

 El establecimiento de relaciones lógicas entre los enunciados es propio de la secuencia

explicativa. Y si bien dichas relaciones quedan a veces implícitas por yuxtaposición,


mucho más a menudo se explicitan mediante los conectores, conjunciones u otro tipo de

locuciones con valor relacionante, como las formadas por preposición más un elemento

anafórico, generalmente causales: por ello, por dicha causa,... también abundan las

ilativas con valor consecutivo: por lo tanto, por consiguiente, de modo que,... y las

finales: para que, a fin de que, con vistas a,...

 Igualmente nos encontramos con conectores que introducen matices o condicionan la

validez de las aserciones: adversativas: pero, sino,...; condicionales: siempre que, a

condición de que,...; y concesivas: aunque, a pesar de que,...

 En definitiva, la selección de cada uno de los elementos que integran una secuencia

explicativa es debida a este propósito de obtener la máxima claridad y precisión. Es por

ello por lo que cobra una relevancia especial el empleo de la terminología especifica del

ámbito al que se refiere el texto. Estamos ante los tecnicismos, que es una unidad léxica

que asegura una determinación unívoca y monosémica que evita ambigüedades: fosfato.

Hay palabras del corpus estándar que se han especializado en el ámbito de lo científico:

segmento de población.

 Los tecnicismos están abiertos a la entrada de múltiples neologismos y préstamos, y a

ser creados por derivación -informatizar, indexar,...-, composición -placa-madre-,

parasíntesis -aterrizar,...- y siglas: lenguaje HTML. Del mismo modo hay palabras que

revitalizan su significado para adaptarse a las nuevas necesidades de designación: por

ejemplo, la red, para referirse a internet. Los calcos se producen cuando se traduce

literalmente una palabra o expresión de otro idioma, por ejemplo disco duro por hard

disk. Pero también se puede optar por adaptarlo a la morfología española: disquetera,

cederrones,..., o, por el contrario, respetarlos en su forma original, por lo que estaríamos

ante los xenismos: software, applet,...


 7. VALORACIÓN PERSONAL

 Como mencionábamos al principio de este tema, uno de los objetivos del DCB del área

de lengua y literatura española es reconocer, interpretar y producir textos explicativos;

en la transposición didáctica pues, se han de seleccionar aquellos contenidos que

permitan conseguir los objetivos que se persiguen y adquirir los saberes estratégicos

pertinentes para ello. Creo conveniente destacar que donde surgen necesidades

educativas específicas es principalmente en le nivel de comprensión del texto. Para la

interpretación de cualquier tipo de texto, además de reunir ciertas condiciones

necesarias (por ejemplo base lingüística común, dominio de ciertos contenidos previos,

etc.) en las cuales se funda la comprensión de cualquier mensaje textual, existen una

serie de estrategias que están siendo discutidas en las últimas décadas y que se ubican

en el campo que suele llamarse psicología de la comprensión del texto. No se pretende

desarrollar en este apartado otro tema referente a este tipo de estrategias didácticas,

únicamente enumerar algunas de ellas sumamente útiles para su desarrollo extensivo en

el aula y para la atención a la diversidad, tanto para la producción como para la

recepción de textos. El esquema y el resumen son los máximos exponentes de estas

estrategias, los alumnos además, los pueden utilizar para la organización de sus propios

apuntes, trabajos...

Existen diversas técnicas que nos ayudan a organizar la información, como el esquema

o el resumen ; el esquema es la explicación de algo en líneas generales y está formado

por las principales ideas del tema. Está diseñado de tal forma que permite captar

fácilmente las relaciones entre los apartados y las diversas ideas.

Algunas propiedades del esquema son :

- ayuda a memorizar los contenidos.

- nos permite repasar rápidamente el tema antes de la exposición oral del texto.
- sirve para destacar lo esencial y no perdernos en detalles.

Las ideas suelen organizarse en tres grupos :

-idea general.

-idea principal e ideas secundarias, que sirven de apoyo a la idea principal.

El resumen, por su parte, es la exposición de las principales ideas contenidas en un

tema. Debe ser realizado con orden, concisión e imperar en él la objetividad. Para

realizar un resumen se tiene que seguir el mismo orden que en el esquema previo en el

que debemos basarnos para su elaboración, partir de las ideas generales y principales, y

continuar con las secundarias, siempre sin hacer referencia a opiniones personales.

En el resumen las ideas están redactadas y se unen entre sí mediante nexos que

establecen las relaciones de dependencia entre unas y otras.

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